jueves, 16 de abril de 2015

El barrio de la Ribera. Barcelona

La Ribera fue el centro económico de la ciudad entre los siglos XIII y XV.

Los grandes mercaderes edificaron en él sus grandes palacios, como los que todavía se conservan en la calle de Montcada.

Existen dos sectores muy diferenciados: la Ribera y el Borne. Actualmente este último ha tomado tal relevancia que a veces se usa como sinónimo de todo el barrio de la Ribera.

El Born antiguamente era llamado la Ribera del Riego Condal, en referencia al cauce, hoy imperceptible y antiguamente la Villanueva o Villanueva de Mar. Se encuentra delimitado por el Paseo de Picasso, la calle de la Princesa hasta la calle del Riego, el Paseo del Borne, Sant María de Mar, el Pla de Palau y la avenida del Marqués de la Argentera.

Como elementos arquitectónicos más destacados del barrio se pueden destacar los siguientes:

La lonja gótica, de la cual se conservan el Salón de Contrataciones y la Sala de los Cónsules bajo una fachada neoclásica del siglo XVIII. Se encuentra situada entre las plazas de Antonio López y el Pla de Palau pero en sus mejores tiempos estaba situada a la orilla del mar.

La basílica gótica de Santa María del Mar, construida como muestra del poder económico de los habitantes del nuevo barrio.

El barrio perdió importancia cuando el centro económico de la ciudad se desplazó hacia el barrio de la Merced y el nuevo puerto durante el siglo XVI.

La mitad del barrio de La Ribera fue demolido en 1714, después de la derrota catalana durante la Guerra de Sucesión, para construir la fortaleza de la Ciudadela y la gran explanada defensiva a su alrededor.

La Ciudadela fue derribada a su vez en el siglo XIX y las explanadas volvieron a ser urbanizadas, construyéndose en ellas el parque de la Ciudadela y el antiguo mercado del Borne.



1 Cascada monumental 2 Kiosco de música 3 El Mamut 4 Lago artificial 5 A los voluntarios catalanes 6 Parlamento de Cataluna 7 Desconsuelo8 IES Verdaguer 9 Iglesia de la ciudadela 10 Estatua equestre al General Prim 11 Entrada del parque zoológico 12 La dama del paraguas 13 Umbráculo 14 Museo de geología 15 Hivernáculo 16 Castillo de tres dragones


El Parque de la Ciudadela fue durante muchos años el único parque de la ciudad de Barcelona. Fue construido en los antiguos terrenos de la fortaleza de la ciudad, a imagen y semejanza del Jardín del Luxemburgo de París.





Está situado en el barrio de Ciutat Vella, en el triángulo comprendido entre la Estación de Francia, el Arco de Triunfo y la Villa Olímpica, entre el paseo Pujades, el paseo Picasso y la calle Wellington. Dispone de diez accesos y tiene una extensión de 17,42 hectáreas, sin contar el Zoo de Barcelona.

En el parque se ubica el antiguo Arsenal de la Ciudadela, sede actual del Parlamento de Cataluña.

El 11 de septiembre de 1714, tras un asedio de más de 13 meses, Barcelona caía en poder del ejército del rey Felipe V, que para mantener la ciudad bajo un firme control construyó esta ciudadela o fortaleza, la más grande de Europa por entonces, con forma de estrella, de donde toma su nombre actual el parque y el barrio de la Ciutadella circundante.

La Ciudadela fue parte integrante de un conjunto militar para dominar plenamente la ciudad de Barcelona, en el que, junto a la Ciudadela propiamente dicha, se construyó el Castillo de Montjuïc, en la montaña homónima que domina Barcelona desde la altura. La construcción de la Ciudadela se encargó al ingeniero militar de origen flamenco Joris Prosper Van Verboom, realizándose entre 1716 y 1718.

Para su construcción fue necesario derribar parte del Barrio de la Ribera, que no sería trasladado a la Barceloneta hasta tres décadas más tarde. Se derribaron 1.200 casas, así como los conventos de San Agustín y Santa Clara, y se desvió el Rec Comtal.

El General Prim decretó la donación de la Ciudadela a la ciudad de Barcelona.
Durante la Revolución de 1868 se procedió a la demolición de la Ciudadela, comenzando con el derribo de la torre de San Juan, prisión militar situada en la plaza de armas de la Ciudadela. De la fortaleza original quedaron sólo la capilla, actual Parroquia Castrense, el palacio del gobernador, actualmente un instituto de educación secundaria, el IES Verdaguer, y el arsenal, actual sede del Parlamento de Cataluña.

Con motivo de la Exposición Universal de 1888, el alcalde Francisco de Paula Rius y Taulet encargó la urbanización del parque a Josep Fontserè, en los terrenos de la Ciudadela derribada, en plena apertura de Barcelona al mundo internacional.

Fontserè proyectó unos amplios jardines para esparcimiento de los ciudadanos, bajo el lema «los jardines son a las ciudades lo que los pulmones al cuerpo humano». Se inspiró en jardines europeos como los de William Rent en Inglaterra, André Le Nôtre en Francia, o las villas de recreo de Roma y Florencia, y junto con la zona verde proyectó una plaza central y un paseo de circunvalación, así como una fuente monumental y diversos elementos ornamentales, dos lagos y una zona de bosque, además de diversos edificios auxiliares e infraestructuras, como el Mercado del Borne, un matadero, un puente de hierro sobre las líneas de ferrocarril y varias casetas de servicios.

Fontserè contó con la colaboración del joven Antoni Gaudí, que intervino en el proyecto de la Cascada Monumental, uno de los puntos neurálgicos del parque. Gaudí realizó el proyecto hidráulico y diseñó una gruta artificial debajo de la Cascada. El monumento destaca por su profusión escultórica, en la que intervinieron varios de los mejores escultores del momento: destaca el grupo escultórico de hierro forjado La Cuadriga de la Aurora, de Rossend Nobas, así como El nacimiento de Venus, de Venanci Vallmitjana; el frontón es obra de Francesc Pagès i Serratosa. Otras esculturas son: Anfítrite, de Josep Gamot; Neptuno y Leda, de Manel Fuxà; y Dánae, de Joan Flotats. Asimismo, Rafael Atché realizó los cuatro grifos que expulsan agua por la boca, en la parte inferior del monumento.

Varios de los edificios construidos para la Exposición se han conservado: el restaurante conocido como Castillo de los Tres Dragones y antiguo Museo de Zoología, obra de Lluís Domènech i Montaner, de estilo neogótico pero con unas innovadoras soluciones estructurales que apuntaban ya al modernismo, especialmente por la utilización del hierro y el ladrillo visto; el Hibernáculo, obra de Josep Amargós, realizado en hierro y vidrio siguiendo el ejemplo del Crystal Palace de la Exposición de Londres de 1851; el Museo Martorell de Geología, de Antoni Rovira i Trias; y el Umbráculo, de Josep Fontserè.





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