domingo, 5 de enero de 2020

Vilnius. Lituania



































Colina del Castillo 

Según una leyenda, durante una cacería el gran duque lituano Gediminas soñó con un lobo de hierro aullando desde las colinas de un bosque. Su sacerdote pagano interpretó el sueño como señal de que allí debería construir una gran fortaleza. El resultado de esta declaración fue la construcción de tres castillos de madera, el Superior, el Inferior y otro en la colina adyacente.

Lo que es indudable es que Gediminas (1275-1341) fue el gobernante que trasladó la capital del Gran Ducado a Vilnius y también el artífice de la construcción de este castillo en el siglo XIV. Entre 1365 y 1402 defendió la ciudad de ocho ataques de los caballeros teutónicos.

En 1419 el castillo sufrió un incendio importante y desde ese año fue reconstruido por el gran duque Vytautas, que también fortaleció otros edificios del complejo.

En 1655, durante la invasión rusa, el castillo fue conquistado por primera vez en la historia y sufrió grandes desperfectos. Seis años más tarde fue reconquistado, pero se mantuvo abandonado y no se llegó a restaurar.


La Segunda Guerra Mundial destruyó aún más los restos que quedaban. Después del conflicto se excavó la zona, se reedificaron algunos edificios y se restauró la torre de Gediminas.

La llamada torre de Gediminas (Gedimino bokstas) o torre oeste es el único vestigio original del complejo defensivo del castillo Superior. Hoy es el símbolo de la Lituania independiente y la bandera nacional se izó sobre su terraza en 1919 y 1988.

El castillo Superior ocupaba una extensión en lo alto de la colina que domina desde el norte la actual ciudad antigua de Vilnius. La torre de Gediminas es octogonal, tiene 20 metros de altura, tres pisos en su interior y está apoyada sobre una pesada base rectangular. Se construyó con piedra y ladrillo y era el elemento más característico del desaparecido castillo. Su interior alberga actualmente un museo de la historia de la fortaleza y una escalera de caracol conduce a una terraza panorámica desde la que se divisa toda la ciudad.

Este castillo desapareció en gran medida, con la única excepción de la torre de Gediminas, restaurada y en muy buen estado. El resto de los edificios anexos son reconstrucciones del siglo XX.

El centro histórico de Vilnius fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1994.

La torre de Gediminas puede verse libremente desde el exterior. Su interior es accesible, previo pago de una entrada, para contemplar el museo que albergan sus tres plantas, y para subir a la terraza panorámica de la parte superior.





















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