domingo, 29 de noviembre de 2020

En torno al obispado de Cuenca

 

En torno al obispado de Cuenca


El obispo de Cuenca, Antonio Palafox y Croy, sobrino nieto tercero de Juan de Palafox y Mendoza, obispo del Burgo de Osma, Soria

 

            Juan de Palafox y Mendoza, obispo del Burgo de Osma, Soria

 

            Su proceso de beatificación fue incoado en la diócesis de Burgo de Osma en 1666 y en Puebla de los Ángeles en 1688.

 

            El decreto que autorizaba introducir la causa en Roma fue firmado por Benedicto XIII en 1726 y el proceso continuo bajo posteriores pontífices.

 

            Sin embargo, la invasión francesa de Roma y la captura del papa Pio VI impidió llevar a cabo la Segunda Congregación General sobre las virtudes Heroicas del Siervo de Dios.

 

            En el proceso de beatificación del venerable Juan de Palafox y Mendoza, que había sido obispo de Puebla de los Ángeles (México) y de Osma a mediados del siglo XVII, se comenzó a trabajar ya en la segunda mitad de dicha centuria.

 

            Pero los jesuitas intervinieron con ánimo de torpedearlo y consiguieron que su padre general, Tirso González, encontrara apoyos en la corte de Carlos II para que la causa durmiera el sueño de los justos hasta el año 1726, en que se abrió de nuevo, si bien solo adquirió fuerza gracias al interés del cardenal Passionei, ponente de la causa desde 1741.

 

            Juan de Palafox como obispo de Puebla, Méjico se distinguió por sus esfuerzos en la protección de la población indígena, prohibiendo emplear cualquier método de conversión que no fuera el de la persuasión, y por sus roces y enfrentamientos con los privilegios de los jesuitas, que al cabo obligaron al rey a llamarlo a España y nombrarlo obispo de Osma.

 

            En 1757 se reabrió el proceso y la dificultad mayor se centró en los escritos anti jesuitas de Palafox, ya que los jesuitas procuraron obstaculizar el proceso y, durante la última enfermedad de Fernando VI, quemaron públicamente sus obras y el inquisidor general las prohibió.

 

            Solo el empeño de Carlos III, con los medios económicos y diplomáticos que prodigó, permitió un rápido desarrollo en  los años siguientes.

 

            Desde el otoño de 1760, poco después de hacerse cargo de la embajada en Roma, Manuel Roda se vio envuelto en la tramitación de la causa del prelado, lo que avivó todavía más su oposición al cardenal Luigi Maria Torrigiani, Secretario de Estado de la Santa Sede, y a los jesuitas.

 

            El cardenal Torrigiani era muy favorable a los Jesuitas y tambien un antiregalista.

 

            El cardenal Luigi Maria Torrigiani fue nombrado Secretario de Estado Vaticano por Clemente XIII en octubre de 1758. Desempeña la Secretaria hasta 1769. Fue reemplazado en este cargo por el Cardenal Pallavicini, antes nuncio de la Santa Sede en la Corte de Carlos IV hasta  1767.

 

            A diferencia de su antecesor en el cargo de mostró enseguida que era un hombre de carácter y un firme defensor de los derechos de la Santa Sede. En la determinación por llevar a cabo sus propósitos, no tardó en enfrentarse abiertamente a las cortes católicas europeas, impregnadas del regalismo enfervorizado del siglo XVIII.

 

            En 1762, a la causa por la beatificación de Palafox, se sumaba la pretensión de España.  Para que el Papa confirmara la elección como Patrona de España de la Virgen bajo el título y misterio de Inmaculada Concepción. Clemente XIII actuó rápidamente y preparó un esbozo de la bula. En su deseo de complacer al soberano, y esto debía ser bien recalcado por el Nuncio, había utilizado una pequeña estratagema para conceder lo solicitado. Los pontífices anteriores nunca habían unido el atributo de Inmaculada a la Concepción, sino a la Virgen. En su cifra del 13 de Noviembre de 1761, Torrigiani es claro sobre este hecho. La Nunciatura española fue ocupada por Monseñor Girolamo Spinola desde el 5 de octubre de 1754 al 20 de julio de 1760, sucediéndole Monseñor Lázaro Opizio Pallavicini, pariente del anterior. Este prelado había sido con anterioridad Nuncio Apostólico en Nápoles, y en 1760 fue nombrado para ocuparse de la Nunciatura de Madrid[1]. LAZARO OPIZIO PALLAVICINI (31.I.1760 – VII.1767).

 

            La causa fue retomada por el papa Juan Pablo II en 1987.

            El 27 de enero de 2004 fue aprobada, por los consultores históricos de la Congregación para las Causas de los Santos, la positio presentada por la Postulación de la causa en los años 1998-2003. El 4 de abril de 2008 tuvo lugar, con éxito positivo, el "Congressus Peculiaris super Virtutibus"; el 2 de diciembre sucesivo tuvo lugar, con el mismo dictamen positivo, la Congregación de cardenales y obispos y el 17 de enero de 2009 fue promulgado el Decreto sobre las Virtudes.

            El 26 de febrero de 2009 la Consulta médica se pronunció favorablemente sobre la inexplicabilidad de la curación del párroco de Fuentemolinos, don Lucas Fernández de Pinedo, ocurrida el 29 de noviembre de 1766 y atribuida a la intercesión de Juan de Palafox. El Congreso Peculiar de los Consultores Teólogos dio su parecer favorable el 27 de junio de 2009 y la Congregación de cardenales y obispos se pronunció unánimemente en favor del milagro el 8 de febrero de 2010; el papa Benedicto XVI aprobó la promulgación del Decreto sobre el Milagro el 27 de marzo sucesivo. Juan de Palafox y Mendoza fue beatificado el 5 de junio de 2011 en una solemne ceremonia presidida por el cardenal Angelo Amato y que tuvo lugar en la Catedral de El Burgo de Osma.

            Una de las figuras más extraordinarias del siglo XVII en España y América fue sin duda don Juan de Palafox y Mendoza.

 

            Hijo ilegítimo del II marqués de Ariza, fue promocionado por el Conde Duque de Olivares.

 

            Llegó a ser Arzobispo de Puebla de los Ángeles, que le debe su espléndida catedral y el auge de la fe. Fue también Virrey y Capitán General de Nueva España, escritor, promotor de las artes, poeta, jurista y defensor de los indios.

 

            Perseguido y calumniado, su vida parece una novela de aventuras.

 

            Termina con la intervención del rey Felipe IV que le ordena volver a España, donde acabó sus días como obispo de Burgo de Osma.

 

            Murió en olor de santidad y su proceso de canonización, apoyado por papas y reyes, se vio interrumpido por múltiples vicisitudes.      

            Sobre  las rentas diezmales del obispado de Cuenca

LA IGLESIA MEDIEVAL CONQUENSE COMO ESTRUCTURA DE PODER INSTITUCIONALIZADA. Jorge Díaz Ibáñez,  2002.


LAS RENTAS DECIMALES DEL CABILDO CATEDRALICIO DE CUENCA A INICIOS DEL SIGLO XV (1400-1432). Ángel Martínez Catalán, 2018.

 

La vida cotidiana de las mujeres conquenses. Su trascendental aportación a la economía familiar y social en la transición de la Edad Media a la Moderna. Teresa Sánchez Collada, 2018

 

http://e-spacio.uned.es/fez/eserv/tesisuned:ED-Pg-HHAT Sánchez/SANCHEZ_COLLADA_M_Teresa_Tesis.pdf

       En el obispado de Cuenca la distribución de los diezmos se hacía como era práctica habitual en Castilla.

 

El diezmo se dividía  en tercios.

El primer tercio estaría reservado a los párrocos y clérigos beneficiados de donde procedían los diezmos.

Otro tercio tendría como destino las fábricas de cada una de las parroquias, de donde se tomaban dos terceras partes con destino a las tercias reales.

El último tercio, el denominado pontifical, pertenecía al obispo y cabildo catedralicio. De este tercio se extraía una décima parte para formar el rediezmo, renta para el arcediano titular de la jurisdicción donde se asentara la parroquia de la que emanaba el diezmo.

            A principios del siglo XV, el arcediano de Huete cobrada diezmos en Enguídanos, la Melgosa, Villar del Saz de Arcas, Solera, Villarejo de Periesteban, Cabrejas, Horcajada, Navalón, Tondos y La Muela, Olmedilla de Eliz y Castillo Albaráñez, Priego y Cesma, Sotos, Zarzuela y el Villarejo.

 

            En Horcajada la sexta parte del diezmo la cobra el arcediano de Huete en 1416  y Pedro Arias Baamonde, canónigo y vicario general en 1424. Parientes eclesiásticos de Gonzalo de Vivero, Obispo de Salamanca en siglo XV. José Luis Vivero, 2012.  Carrera eclesiástica e inquietudes religiosas de un clérigo castellano del siglo XV. Nuño Álvarez de Fuente encalada, chantre de la iglesia de Cuenca. Jorge Diaz Ibáñez, 2013.

En Cabrejas la sexta parte del diezmo era para el Maestrescuela en 1407 y 1429,  para el  arcediano de Huete en  1408, 1410, 1416, 1421-1424  y para el  Obispo en  1412, 1413 y 1415.

Los inicios de la carrera de Nuño Álvarez se desarrollaron bajo el amparo y protección del obispo conquense Álvaro Núñez de Isorna (1418-1445) y de Pedro Arias Baamonde, deán de Orense y a menudo vicario general del obispado de Cuenca en nombre del obispo Isorna, a quienes Nuño Álvarez consideraría siempre como “sus señores” y benefactores, lo que constituye un elemento más que nos está indicando los probablemente modestos orígenes sociales de nuestro personaje. Finalmente hay que destacar que el hecho que sin duda fue más determinante para que, tras la muerte de Nuño Álvarez de Fuente Encalada en 1476, sus biógrafos y el clero catedralicio conquense insistiesen en hacerle pertenecer al ilustre linaje de los Osorio, marqueses de Astorga, vino dado por la creciente importancia que, a medida que avanzaba el siglo XVI y mucho más durante la centuria siguiente, se otorgó a la “limpieza de sangre” en los cabildos eclesiásticos seculares de España moderna, así como en el colegio de San Clemente de Bolonia. Debido a ello, y habida cuenta de la particular veneración que ya en el siglo XVI despertaba la figura del chantre Nuño Álvarez en la memoria histórica de la diócesis conquense, resultaba absolutamente necesario garantizar unos ilustres y fuera de toda duda nobilísimos orígenes familiares, para lo cual la solución que se consideró más conveniente fue la vinculación del personaje con el linaje de los Osorio. Cabría incluso preguntarse, a modo de hipótesis, si esto último pudo responder a la necesidad de ocultar un posible nacimiento ilegítimo de Nuño Álvarez o incluso unos supuestos orígenes judeoconversos de su familia, lo que explicaría todavía mejor la reiterada insistencia de sus biógrafos en hacerle pertenecer al linaje de los Osorio.

 

El conoció como Puente del Chantre es un puente de origen medieval sobre el río Júcar construido se dice por el que fue Chantre de la Catedral de Cuenca durante más de treinta años, el santo varón Nuño Álvarez de Osorio -o de Fuente Encalada- (1402-1467), para “evitar las desgracias que ocurrían en el vado” y facilitar el paso de rebaños desde el Caserío de Embid a las tierras de Cuenca. Fue reconstruido en 1882, adjudicándose las obras en 17.295 pesetas, y terminado el 15 de marzo de 1883 por el Ayuntamiento. Una placa lo atestigua: “Construido por el Ayuntamiento de Cuenca en 1882”.  En el registro catastral figura desde el siglo XVII. Erróneamente se le conoce como puente romano.

En noviembre de 1837 el general carlista Cabrera intentó cruzar el puente, impidiéndolo el Regimiento Provincial de Écija.

Es un puente de un único ojo, con dovelas de sillería y muros de mampostería que albergan en su interior un tablero de piedra y zahorras.

Figura en el catálogo de Bienes Inmuebles Protegidos del Ayuntamiento de Cuenca.

 

El día 3 de abril de 2013, debido a la crecida del río y las constantes lluvias que se estaban produciendo en la zona, se hundió uno de los muros perimetrales del puente, sin llegar a afectar al arco propiamente dicho aunque sí a uno de sus riñones. En 2019 el puente ha sido intervenido y recuperado

Otros impuestos en el obispado de Cuenca

En el obispado de Cuenca el pan de cahíces era un impuesto que debían pagar todos los labradores que eran propietarios de una par o más de bueyes o de bestias. 

Estaban obligados a entregar un cahíz[2] de pan por cada pareja de animales empleados para arar. No importaba que la yunta de mulas se empleara para labrar en una o más aldeas, solamente se cobraba una vez por pareja.

Este gravamen se repartía entre la mesa episcopal, la mesa capitular, la mesa de Fábrica u Obra de la Catedral, algunas dignidades del cabildo, los clérigos beneficiados de la ciudad de Cuenca, los del resto del obispado e incluso, el rey de Castilla.

La tierra de Cuenca estaba comprendida por aquellos lugares dependientes de la propia ciudad de Cuenca, conformados en seis distritos o sexmos. Estos sexmos eran los de Arcas, Altarejos, Chillarón, Torralba, El Campo y La Sierra.

 

http://www.huete.org/web/plenos/huetefermin.pdf

La tierra de Huete comprendía cuatro sexmos del Campo- como en la caso de la ciudad de Cuenca-, de Tinajas, de Barajas, y de Montalvo.

 

http://palomatorrijos.blogspot.com/2016/01/los-sexmos-de-cuenca-siglos-xiv-y-xv.html

Comendadores y Priores del monasterio de La Merced de Huete[3]. Fines del siglo XV

El convento de la Merced de Huete data del S. XVII y XVIII, aunque hay referencias documentales que indican que su origen es anterior (S. XIII). Fue costeado por el religioso indiano Fray Marcos de Salmerón, maestro general de la Orden mercedaria de Castilla. Se trata del edificio más grande del municipio y en la actualidad acoge la iglesia de San Esteban y los museos de Arte Contemporáneo Florencio de la Fuente y el de Arte Sacro.

En 1449 Juan II, a requerimientos de fray Pedro de Huete, maestre general de la Orden, ordenó a todas las autoridades de su Reino que respetasen lo prescrito a favor de los mercedarios en cuanto a las cuestaciones y limosnas para rescate de cautivos, la percepción del mandas y legados hechos a lugares inciertos, el quinto de los abintestatos, los mostrencos y los bienes de los algaribos o desemparentados, esto es, de los foráneos desconocidos. Que, si algo se había innovado en estas cuestiones, se deshiciera y la Orden fuera restituida en la posesión de esos privilegios. Los privilegios reales de la Orden de la Merced en Castilla (1289-1500) y la Orden de Santiago. Pedro Andrés PORRAS ARBOLEDAS, 2015.

 Pedro de Ávila.  Comendador del monasterio de La Merced de Huete de 1489 a 1491.

 

            Pedro de Becerril. Comendador del monasterio de Santa María de la Fuente Santa de Cuenca, de mercedarios  en 1494. Comendador del monasterio de La Merced de Huete en 1508. A principios del siglo XVI llegaron a Cuenca los Mercedarios Calzados y se establecieron extramuros de la ciudad, en lo que fue colegio de los Salesianos. Ahora. El convento se surtía de agua de una fuente que manaba en la falda de la colina, y era conocida como la Fuensanta.

            En el edificio de los Salesiano tiene ahora su sede el Centro Asociado de la Universidad Nacional de Educación a Distancia Alfonso de Valdés en la calle Colón. La U.N.E.D comparte el singular espacio con el archivo, dependencias de la Institución Provincial y Consorcio de Cuenca. https://cuencaenelrecuerdo.es/hospital.php

            En 1648 los mercedarios dejaban su viejo convento, su primer asiento tras llegar a la ciudad en el siglo anterior, para instalarse en el Alcázar. Su nueva casa era un espléndido palacio edificado por los Hurtado de Mendoza en el siglo XVI. Sus dependencias se reparten actualmente entre el Seminario Conciliar de San Julián y la comunidad de monjas Esclavas del Santísimo Sacramento y de la Inmaculada. También es aquí donde se encuentra el Museo de las Ciencias de Castilla-La Mancha.

 

http://palomatorrijos.blogspot.com/search?q=Torremangana

Alonso del Pozo. Prior del monasterio de La Merced de Huete en 1484 y en 1518.

Arcedianos[4] de Huete

Juan. Primer arcediano de Huete en 1167.


Lope Hurtado de Mendoza. Deán de Burgos. Arcediano de Huete

 

Álvaro Martinez. Natural de Cuenca. Capellán del cardenal Gil de Albornoz, hermano del V señor de Albornoz. Bachiller en Artes y provecto en Derecho Canónico (1367). Canónigo de Cuenca. Arcediano de Huete (1367). Primer rector del Colegio Español de Bolonia (1368-1369). Doctor en Cánones.

 

 

Arciprestes[5] de Huete en el siglo XV

Lope Rodríguez. Sobrino del  obispo García Ruiz. Arcediano de Huete en 1214.

 

Ruy Sanchez Dones. Canónigo. Vicario de Huete  entre 1385 y 1406. Arcipreste de Huete en 1406.

 

Diego Pérez Dones. Bachiller. Capellán real. Arcipreste de Huete  en 1459.

 

Sabemos de Pedro de Loranca que fue guardián del monasterio de San Francisco de Huete en 1487.

 

Sabemos de Antón de Medina que fue abad de Monsalud y de Martín de Medina que fue abad de Monsalud entre 1398 y 1436

 

Sabemos de Alonso de Olmedo que fue prior del monasterio de Santo Domingo de Huete en 1482.

 

Sabemos de Martín de Medina que fue  Subprior del monasterio de Santo Domingo de Huete en 1491 y Prior en 1499.

 

Sabemos de Luis Méndez que fue prior del monasterio de San Benito de Huete.

Chantres[6] de la catedral de Cueca

 

Miguel fue el primer chantre de Cuenca.

 

Pascual fue Chantre en 1244.

 

Benito Pérez. Canónigo  en 1295 y Chantre en 1302.

 

Sancho Pérez. Chantre de Cuenca y canónigo de Sigüenza en 1350.

 

Alonso Yañez. Clérigo de orígenes conversos. Chantre de Cuenca. Colaborador personal de Pedro González de Mendoza, arzobispo de Toledo (1474—1492). Vicario de Pedro González de Mendoza en el convento de Fécamp, en Francia (1481).

Arcedianos de la catedral de Cuenca

 

Lope. Primer arcediano de Cuenca a fines del siglo XII.

 

Vela Pérez.  Arcediano de Cuenca en 1268.

 

Domingo Pérez. Arcediano de Cuenca en 1270.

 

Íñigo de Mendoza. Canónigo de Burgos y arcediano de Huete en 1451.

Arciprestes de la catedral de Cuenca

 

Pedro fue el primer arcipreste de Cuenca en 1183.

 

Deanes[7] de la catedral de Cuenca en el siglo XV

Lope. Primer deán de Cuenca en la primera mitad del siglo XIII.

 

García Pérez. Tercer deán de Cuenca en la segunda mitad del siglo XIII.

 

Gil Pérez. Maestro en primeras letras del futuro cardenal Gil Alvarez de Albornoz. Familiar y procurador del cardenal Albornoz, así como administrador general de los bienes de éste en Castilla. Deán de Cuenca. Muerto en  1355

 

Fernando Pérez de Casasola. Familiar del cardenal Albornoz. Canónigo de Cuenca y Albarracín. Tesorero de Cuenca. Deán de Cuenca por provisión pontificia a petición del cardenal Albornoz en 1355.

 

Juan Pérez. Quinto deán de Cuenca

 

Mateo Pérez. Canónigo y sobrino del deán  en 1350.

 

Pedro  de Bocanegra. (1449): Clérigo de origen sevillano. Pariente del cardenal Juan Cervantes Bocanegra. -Juan de Cervantes y Bocanegra[8] (Lora del Río, 1382 - Sevilla, 1453)-Canónigo de Sigüenza (1409). Abad de Medinaceli (1409). Bachiller en Leyes (1409). Canónigo de Palencia (1415). Abad de Hermida (1415). Canónigo de Santiago. Prebendado en la catedral de Córdoba (1416). Licenciado en Leyes por la Universidad de Salamanca (1416). Acusado de  complicidad en la muerte en Salamanca del estudiante Juan de Camargo (1426). Secretario de Juan II  y capellán suyo. Deán de Cuenca por suplicación regia (1427—1449). Embajador de Juan II ante Eugenio LV (1436). Notario apostólico (1447).

 

Pedro Arias de Cervantes. Consanguíneo del cardenal Cervantes. Deán de Cuenca  de 1449 a 1453. Sigue a Pedro de Bocanegra.

 

Ruy Gómez de Anaya.  Muere en 1470. Canónigo en  1426 Arcediano de Alarcón (1446-1470). Lugarteniente de Pedro de Cervantes (1450, 1457). Lugarteniente del deán Nicolás Martínez de la Campana (1463, 1465). Según el Obituario murió el 6 de noviembre de 1470, entre las nueve y las diez de la noche

 

Ruy Gómez de Anaya. Pariente o descendiente del anterior Ruy Gómez de Anaya. Abad de Santiago  1484  a 1501. Oficial refitolero del cabildo[9] de Cuenca en  1489. Visitador de los bienes de la mesa capitular y Arca de la Limosna de San Julián[10] (1492). Lugarteniente de deán 1498- 1501


RELACIÓN DE CENSOS DEL CABILDO CATEDRALICIO EN 1495

 

El cabildo catedralicio de Cuenca era dueño de un gran número de casas en la ciudad de Cuenca.

 

En el siguiente listado recogemos los titulares de censos sobre casas propiedad del cabildo de Cuenca.  Esos titulares, entre otros muchos, están relacionados por su apellido con Alonso Alvarez de Toledo y su descendencia, regidores de Cuenca desde los años 20 del siglo XV.


En la calle de San Pedro

 

Unas casas, Teresa de Albornoz, renta anual de  600 maravedíes


Barrio de San Juan

 

Unas casas que eran de Lope Vázquez, renta anual  1065 maravedíes

Calle Mayor

 

Unas casas.  Juan de Anaya el Mozo, 150 maravedíes


Plaza de Santa María


Unas casas en que vivía el canónigo Lorenzana- Alonso Rodríguez de Lorenzana[11]-. Ahora el bachiller Cañamares, canónigo,  1155 maravedíes

 

Un breviario, hasta que se dé una casa. Alonso de Montemayor, racionero, 200 maravedíes

 

Unas casas junto a las que dejó el canónigo Lorenzana. Ahora Gonzalo de Barrientos, tesorero, 200 maravedíes. Gonzalo de Barrientos era canónigo en 1450, tesorero después de 1464. Hijo o sobrino del obispo Lope de Barrientos.  Otro hijo o sobrino del obispo Barrientos es Pedro de Barrientos, corregidor del concejo de Cuenca desde 1469 y casado con una Mendoza de los señores Cañete. http://palomatorrijos.blogspot.com/2011/12/lope-de-barrientos-obispo-de-cuenca.html el obispo Barrientos muere en 1469. Obispo de Cuenca de 1445 a 1469.

 

Un horno.  Jorge de la Plazuela,  80 maravedíes

 

Calle de Mingo Trillo, junto a la Plaza de la Picota, ahora Plaza Mayor

 

El comendador Castillo. Una casa y un solar, 60 y 65 maravedíes

Calle y barrio del Colmillo, junto a la calle de Mingo Trillo. Sigue existiendo la calle del Colmillo[12]

 

Unas casas. Los herederos de Luis de Molina, 115 maravedíes

 

Unas casas. Gonzalo de Montealegre, 30 maravedíes

 

Unas casas. Juan de Molina, 200 maravedís

 

Unas casas. Pedro de Alcalá, 220 maravedís


Calle de Santibáñez. Cerca de la Plaza de Santo Domingo

 

Unas casas. Juan Ferrández de Chinchilla, 400 maravedíes

 

Unas casas más abajo. Pedro de Chinchilla,  450 maravedíes


Plazuela de Santo Domingo. En las inmediaciones de la Plaza del Salvador

 

Unas casas. Juan Ferrández de Chinchilla, 120 maravedíes

 

Unas casas, debajo de Santo Domingo. Juan Rodríguez de Alcocer 25 maravedíes

 

Unas casas. La mujer de Diego Chirino,  160 maravedíes

 

Unas casas Alonso Álvarez, regidor, 90 maravedíes-Segundo señor de Cervera- . Los señores de Cervera tenían las casas principales de su mayorazgo junto a  la Plaza del Salvador

 

Unas casas. Diego de Alcocer, 200 maravedíes

 

Barrio de la Peñuela

 

Unas casas.  Inés de Molina, 284 maravedíes


Plazuela de San Andrés. Junto a la Plaza de Santo Domingo 

 

Unas casas. Diego de Alcalá y la mujer de Alonso de Montemayor,  200maravedíes

 

Unas casas, junto a las anteriores, Pedro Sánchez de Teruel,  225 maravedíes


Propiedades rurales en los alrededores de Cuenca


La Catedral poseía en la misma Cuenca los molinos de la Grillera, Noguera, Los Manzanos, Fuensanta, Postigo y los Molinos Nuevos.


REAL ACADEMIA CONQUENSE DE ARTES Y LETRAS. EN TORNO A LA HISTORIA MEDIEVAL DE CUENCA. ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE ECONOMÍA, POLÍTICA Y SOCIEDAD, ENTRE LOS SIGLOS XII Y XV, 2014

 

Huertas del Júcar

 

Una huerta y un pedazo de otra  huerta, Juan Fernández de Chinchilla, 36 maravedíes

 

Huerta. Juan Fernández Chinchilla, regidor, 80 maravedíes

 

Huertas en el Huécar

 

Una huerta Alonso Álvarez, 150 maravedíes. Puede ser el platero

Huerta. Juna de Chichilla, escribano, 40 maravedíes


Hocinos[13] en la Hoz del Huécar

 

Doña Ana Condulmaria, 142 maravedíes

 

Albufera

 

Juan de Anaya el Viejo  426 maravedíes

 

Una Haza. La mujer de Diego de Cañizares, 100 maravedíes

Pago de Casa el Viejo

 

Viña. La mujer de Diego de Cañizares, 11 maravedíes

 

Haza. La mujer de Diego de Cañizares 4,5 maravedíes

 

Viña. Juan Fernández  de Chinchilla, 2 maravedíes

 

Viña. Juan de Molina,  9 maravedíes

 

Dos pedazos de viña. Gonzalo de Montealegre, 19 maravedíes


Pago de grillera, aguas abajo del río Júcar

 

Haza[14]. La mujer de Diego de Cañizares 4 maravedíes

 

Otra haza de la mujer de Diego Cañizares, 4 maravedíes

 

Majuelo[15] de la mujer de Diego Cañizares, 4 maravedíes

 

Otro majuelo de la misma, 15 maravedíes

 

Otra viña de la misma, 5 maravedíes

 

3 viñas. Los herederos de Diego de Cañizares, 14 maravedíes

 

Viña. La mujer de Luis de Molina, 4 maravedíes

 

Viña y majuelo.  Los herederos de Alonso de Montemayor, no pagan

 

Majuelo. Los heredaros de Juan de Molina 2,5 maravedíes

Propiedades en Pueblos del obispado


En Nohales Alonso Álvarez de Alcalá, regidor casas heredad y viñas,  11 reales


En Villar de Olalla una heredad Juan de Anaya el Mozo y el  Viejo,  su padre, 250 maravedíes


Albalate de las Nogueras.  Don Ruy Gómez de Anaya, abad de Santiago, no se sabe qué propiedad, 1.500 maravedíes

 

Bascuñana Alonso Álvarez de Alcalá, regidor, 20 maravedíes

 

Valdeganga (de Cuenca) casa y heredad. Juan Ferrández de Chinchilla, regidor, 932 maravedíes

 

Cañavate, Tierra de Alarcón. Heredad con el diezmo Francisco de Anaya, 400 maravedíes

 

Torrejoncillo, Tierra de Huete. Un parral gil Martinez,  36 maravedíes

 

Peantes, Tierras de Huete, casa y heredad Juan Crespo, vecino del lugar 180 maravedíes

 

En 1202, el obispo de Cuenca San Julián hizo donación de su heredad nombrada de Peantes, en Huete, a la Mesa Capitular de la  Catedral de Cuenca.

 

En Huete hay Palacio del Obispo de Cuenca. Ya lo había en 1307 y fue quemado. En 1387 el obispo tenía una capilla dedicada a Santa Justa junto a donde estuvo el Palacio, inmediato a la muralla, junto al cerro del Castillo.

 

El palacio que vemos en la actualidad está construido en la parte baja de la población junto a la carretera a Carrascosa

 

El día 19 de julio la ciudad de Huete celebra el día de sus patronas históricas, Santas Justa y Rufina, intercesoras en la victoria de los cristianos ante los musulmanes en 1172, hito histórico en la reconquista de Huete.

 

 

En 1338, el obispado de Cuenca gasta 100 maravedíes en hacer una casa en Peantes, cerca de Huete, con bodega y cocina

En el año de 1688 hizo reconocer la Santa Iglesia a todos los poseedores de las hipotecas de la heredad, que llaman de Peantes  en el término y jurisdicción de la Ciudad de Huete, por haber sido agregada por San Julián a la comida y vestido de los Señores Canónigos.

 

Por intervención de San Julián se vieron libres de la peste Burgos, Málaga, Sevilla y Lorca en el siglo XVII.

 

Ribatajada. Heredad. El bachiller Pedro Álvarez de Anaya, 497 maravedíes

 

Villaescusa de Haro. Una casa con bodega, doce tinajas y tres cubas medianas Don Ruy Gómez abad de Santiago de Anaya, 400 maravedíes

 

RELACIÓN DE CENSOS PERPETUOS DEL ARCA DE LA LIMOSNA EN 1515

Libro del pan de los censos que se deben a la Santa Limosna del año de mill y quinientos y quinze años, siendo  yo Alonso de la Nota el limosnero de la Santa Limosna el dicho año.


Sotos. Rodrigo de Anaya, canónigo, 18 maravedíes

Villalba de la  Sierra. Gonzalo González de Cañamares,  canónigo, 45 maravedíes

Mohorte. Gregorio Álvarez de Alcalá, deán, 19 maravedíes

Villar de Domingo  Garcia. Los herederos del chantre don Diego del Castillo, 14 maravedíes

 

La elite eclesiástica en el obispado de Cuenca

La acción política y la proyección señorial de la nobleza territorial en el obispado de Cuenca durante la baja Edad Media. José Ignacio Ortega  Cervigón, 2010.

            Miembros de una auténtica élite eclesiástica urbana, muchos de los integrantes del cabildo catedralicio, aunque no todos, procedían de algunas de las más conspicuas familias de la oligarquía urbana conquense, que pronto vieron en esta institución una excelente plataforma de promoción social.

 

            Así, algunos miembros de los linajes Albornoz —entre ellos el futuro cardenal don Gil—, ya desde el siglo XIV, Carrillo y Hurtado de Mendoza, sobre todo a partir del siglo XV, ostentarán canonjías y fundamentalmente dignidades en el cabildo catedralicio conquense, lo que estaba acorde con la elevada posición social que tenían en la ciudad.

 

            Por otro lado, también consiguieron acceder al cabildo catedralicio, en especial desde el siglo XV, algunos personajes pertenecientes a ciertas familias hidalgas de Cuenca, como eran los Cañizares, Chirino, Cañaveras, Mol.ina, Dones, Torralba o Valera; estos hidalgos a yaces ocuparon canonjías, raciones y medías raciones, pero casi nunca dignidades.

 

ALVAREZ DE ALBORNOZ, Fernando. Doctor en Decretos. Sobrino del cardenal Albornoz[16]. Canónigo de Cuenca. Canónigo de Toledo por provisión de Inocencio VI (1354). Canónigo de Valencia por provisión de Urbano V (1366).

 

Fernando Álvarez fue hijo ilegítimo de Fernando Gómez de Albornoz y Luna y, por tanto, sobrino del cardenal Gil de Albornoz; que fue ejecutor testamentario de su tío y encargado de acompañar el traslado de sus restos a Toledo en 1372; o que estuvo directamente implicado en la primera etapa de andadura del Colegio de España en Bolonia. El escrito autobiográfico de Fernando Álvarez de Albornoz y la Guerra Civil Castellana, 1366-1371. Año 2013.

 

http://palomatorrijos.blogspot.com/2010/12/fernan-gomez-de-albornoz-y-luna.html

 

 

ÁLVAREZ DE ALBORNOZ, García: Deán de Cuenca (1388).

 

ALVAREZ DE ALBORNOZ, Gil (1302 6 1303—1367): Natural de Cuenca. Canónigo de Cuenca. Arcediano de Huete (1325). Elegido como obispo de Cuenca en dos ocasiones por el cabildo catedralicio (1326 y 1327), siendo finalmente anulada su elección por el papa al padecer defecto de edad y órdenes. Doctor en Decretos por la Universidad de Toulouse. Arcediano de Talavera (1328). Arcediano de Calatrava (1332). Arzobispo de Toledo, sucesor de su tío don Jimeno de Luna (mayo de 1338). Cardenal. Arcediano de Saldaña, Ledesma y Lisboa (1356). Pacificador de los Estados Pontificios (1351—1367). Hermano del V señor de Albornoz

 

ALVAREZ DE ALCALA, Gregorio: Canónigo (1495). Deán (1508).

 

BARRIENTOS, Gonzalo de. Probablemente hijo o sobrino del obispo Barrientos. Canónigo (1450). Tesorero (1465-1496).


CAÑAMARES, Gonzalo de: Bachiller. Canónigo (1481-1494).

 

CAÑIZARES, Juan de: Compañero (1498).

 

CARRILLO, Fernando: Canónigo (1437-1469) Canónigo obrero (1448). Limosnero (1468—1469)

 

CARRILLO, Gonzalo: Canónigo (1487).

 

CARRILLO, Juan: Arcediano de Cuenca (1439-1470). Negociador en nombre de Juan II ante el conde de Ribadeo (1439). Enfrentado con el obispo de Cartagena y expulsado de Murcia por Juan II (1444). Del Consejo Real de Enrique IV (1457).

 

CARRILLO, Pedro: Canónigo (1421).

 

CARRILLO DE ACUÑA, Alfonso: Protonotario apostólico. Arcediano de Moya (1487—1497).

 

CARRILLO DE ALBORNOZ, Alfonso (Cuenca, ca. 1384-Basilea, 14-111- 1434): Hijo de Gómez Carrillo de Albornoz, camarero real, y Urraca Gómez de Albornoz, sobrina del cardenal paterna del Cardenal Gil Álvarez de Albornoz. Tío paterno del futuro arzobispo de Toledo Alfonso Carrillo de Acuña. Canónigo de Cuenca. Arcediano de Cuenca. Abad de Alfaro. Arcediano de Briviesca. Arcediano de Valpuesta. Cardenal de San Eustaquio (1408). Administrador apostólico de Osma (1404-1422). Administrador apostólico de Sigüenza (1422). Colaborador de Juan II en la corte romana. Legado a latere ante Juan II por la bula de cruzada (1431). De gran influencia en el Concilio de Basilea.

 

CARRILLO DE ALBORNOZ, Alfonso: Canónigo (1541).

 

CARRILLO DE ALBORNOZ, Gómez: Clérigo conquense (1501). Canónigo (1502). Tesorero (1508—1518).

 

CONDULMARIO, Gabriel, 1500. Protonotario real. Arcediano de Alarcón (1475—1500). Abad comendatario de la abadía cisterciense de Santa Maria de Monsalud, en la diócesis conquense (1474-1500). Provisor y vicario general (1477, 1480, 1500). Consejero real (1475). Tenente de las fortalezas del obispado de Cuenca en nombre de los Reyes Católicos (1480). “Esta torre de Huerta de la Obispalía fue construida por mandato del señor Gabriel Condulmario, Arcediano de Alarcón en la iglesia de Cuenca, provisor en lugar del muy reverendo señor Antonio de Véneris, obispo de Cuenca, su tío, que, destinado como legado de la Sede Apostólica para apaciguar las discordias de Castilla, por sus méritos y brillantes virtudes, obtuvo primero la iglesia de León y después la de Cuenca. En el año 1473”.

 

CHIRINO, Juan Alfonso. Familiar de Alonso Chirino, médico de Juan II. Canónigo (1448—1455).

 

GARCÍA DE ALCOCER, Luis: Racionero (1465-1471). Limosnero, 1471.

 

GOMEZ DE ANAYA, Ruy, muere en 1470. Canónigo

 

HURTADO DE MENDOZA, Diego. Hijo del noble Lope Vázquez de Acuña y pariente del arzobispo de Sevilla. Diego Hurtado de Mendoza. Arcediano de Moya por provisión pontificia.

 

HURTADO DE MENDOZA, Juan. Canónigo y tesorero (1580).

 

HURTADO DE MENDOZA, Lope. Deán de Burgos. Arcediano de Huete

 

IRANZO, Alfonso de. Hermano del condestable de Castilla Miguel Lucas de Iranzo. Clérigo conquense. Capellán real (1456).

 

MARTÍNEZ, Álvaro: Natural de Cuenca. Capellán del cardenal Gil de Albornoz. Bachiller en Artes y provecto en Derecho Canónico (1367). Canónigo de Cuenca. Arcediano de Huete (1367). Primer rector del Colegio Español de Bolonia (1368-1369). Doctor en Cánones.

 

MENDOZA, Francisco de: Clérigo y vecino de Cuenca (1504). Capellán real. Acompañante de los restos mortales de Isabel la Católica en su traslado desde Medina del Campo a Granada.

 

MENDOZA, Rodrigo de: Canónigo (1429).

 

MOLINA, Diego de: Bachiller y canónigo (1494).

 

MOLINA, Juan de: Canónigo extravagante (1487).

 

MONTEMAVOR, Alonso de: Racionero (1486-1498).

 

NUÑO: Tesorero 1482).

 

PACHECO, Pedro: Maestrescuela (1572).

 

PARRILLA, Bartolomé de la: Canónigo (1494-1495).

 

PÉREZ DE MONTEMAYOR, Alvar: Canónigo de Toledo y fundador del monasterio de la Concepción franciscana de Cuenca (1504).

 

POZO, Juan del: Racionero (1490-1501). Mayordomo del cabildo (1495—1498). Administrador de los bienes del arcediano de Cuenca Gómez Ballo en 1518.

 

POZO, Pedro del: Sobrino de Juan del Pozo. Canónigo  en 1518.

 


[1] La correspondencia del Cardenal Torrigiani con el Nuncio de España (1760-1762). 1997. Ana Sánchez Montahud. La embajada de España en Roma en la segunda mitad del siglo XVIII. Maximiliano Barrio Gozalo, 2020.

 [2] Medida de capacidad para cerealesdiferente según las regiones. unidad superior a la fanega. En Castilla vale 12 fanegas. Medida de peso para el yeso, utilizada en la provincia de Madrid, equivalente a 690 Kg. Recopilación de unidades de medida. Luis Pastor, 2012.

[3] En la segunda mitad del siglo XIX José María Quadrado, periodista, escritor e historiador,  atribuye la grandiosidad del inmueble a la indiana opulencia del religioso que lo costeó, refiriéndose seguramente a fray Marcos de Salmerón, nacido en Buendía en 1588 pero residente desde niño en Huete, donde estudió y profesó en la Orden de la Merced en 1603, llegando a maestro general de la orden en 1642. Fallecido en Madrid, su cadáver fue trasladado al convento de Huete y se le enterró en la capilla de San José, que él mismo había edificado. ​ La iglesia, de estilo barroco, fue construida entre 1648 y 1684, fruto de un proyecto del arquitecto madrileño José de Arroyo. Remontando sus orígenes al siglo XIII y aunque los documentos más antiguos conservados de él corresponden ya al siglo XIV, no conserva La Merced obras en el edificio correspondientes a esa época, siendo de los siglos XVII y XVIII e incluso del XIX los que muestran las características constructivas del monasterio tal y como se conservan actualmente. Arquitectura Barroca en la ciudad de Huete de José Luis García Martínez. http://www.elarteencuenca.es/blog/monasterio/huete-monasterio-de-la-merced-i-monasterio. Las crónicas de la época datan la fundación del Monasterio en 1272 sobre la ermita de Santa Quitería, aunque los documentos más antiguos conservados corresponden al siglo XIV. Se trata de uno de los conventos más importantes de la Orden en Castilla, destaca la Sala Capitular donde fueron celebrados varios capítulos generales y provinciales de la Orden Mercedaria, en los que tomaron parte representantes de los monasterios mercedarios más importantes de todo el mundo para decidir los designios de la institución. La importancia que alcanzó el Monasterio también se veía reflejada en la vida y actividades de la ciudad, contribuyendo de un modo decisivo a la caracterización del espacio urbano. Al igual que otras comunidades religiosas se edificaron fuera de las murallas, pero en el siglo XV, con el crecimiento de los arrabales en Huete, hizo que el monasterio se quedara rodeado de casas y terrenos de cultivo. En Huete la mayoría de las escrituras de donación disponibles tienen como destinatario al cabildo de clérigos parroquiales de la ciudad, pero también eran numerosas las que tenían como beneficiarios al monasterio de la Merced. De estas últimas se conservan dos relaciones en las que se detallan bienes urbanos explotados a censo y un buen número de contratos diversos. Otras posesiones las consiguieron a través de donaciones de otras comunidades religiosas, como en 1051, cuando al convertirse todos los islamitas de la ciudad a la fe cristiana, consiguieron el osario y la mezquita mudéjar, situados junto al monasterio de la Merced, permitiendo ampliar y redondear el solar del monasterio. Con todo ello la comunidad mercedaria de Huete fue sumando importancia, que se iba reflejando en su prestigio entre la población, en el crecimiento de sus propiedades y en el avance del solar sobre el que se establecía. El edificio, de proporciones majestuosas, se ha ido completando a lo largo de los siglos. El claustro, entre 1645 y 1647, uno de los mejores patios barrocos de la provincia, diseñado y construido por el arquitecto Cosme de Peñalacia. La sacristía en 1754 y una ampliación junto a las fachadas en la segunda mitad del siglo XVIII. La comunidad mercedaria permaneció en el monasterio hasta 1835, actualmente el edifico alberga el Ayuntamiento de la ciudad, biblioteca, muesos, etc. En el año 1992 fue declarado Monumento Nacional de Bien de Interés Cultural. Real Decreto de 25 de julio de 1835 suprimiendo los monasterios y conventos de religiosos que no tengan 12 individuos profesos, de los cuales las dos terceras partes a lo menos sean de coro. Gaceta de Madrid núm. 211, de 29 de julio de 1835, páginas 841 a 842.Real Decreto de 11 de octubre de 1835 suprimiendo los monacales. Gaceta de Madrid núm. 292, de 14 de octubre de 1835, página 1157. PARES. ES.28079. AHN/3.1.2.21.25//SÁNCHEZ BENITO, José María: Estructura urbana de Huete en el siglo XV. Espacio, tiempo y forma. Serie III, Historia medieval, Nº 7, 1994, págs. 65-102.

 [4] Vicario general en la jerarquía eclesiástica católica, encargado especialmente de administrar una parte de la diócesis. Canónigo que ejercía jurisdicción bajo las órdenes de un obispo en una parte de la diócesis. En los siglos XIII al XV, el arcediano actuaba como juez. El arcediano y arcipreste fueron al principio delegados del obispo; el primero para el cuidado de las cosas temporales y ejercicio de la jurisdicción episcopal; el segundo para las cosas espirituales relativas al culto y administración de sacramentos durante las ausencias, ocupaciones o enfermedades del obispo.

[5] Sacerdote que, por nombramiento del obispo, tiene autoridad sobre un grupo de parroquias de la misma zona. Canónigo principal de una catedral.

Antiguamente, el arcipreste era el sacerdote ordenado más antiguo de una iglesia episcopal o bien aquel que designaba el obispo como más eminente. Su función principal consistía en sustituir al obispo, por ejemplo por enfermedad, en las ceremonias de culto. El Concilio de Trento solo les menciona para determinar cómo deben hacer, en nombre del obispo, la visita a las parroquias. En España, el Concordato de 1851 redujo la dignidad del arcipreste a la segunda del cabildo —la primera es la de deán— y determina que los arciprestes rurales deben ser nombrados por el obispo entre los párrocos de una comarca.

[6] Canónigo, cargo episcopal que antiguamente dirigía el coro en una catedral.

[7] En la Iglesia católica, es el sacerdote que preside el Capítulo de canónigos, también llamado Cabildo Catedralicio en las catedrales, y cabildo en las Colegiatas. El párroco de la iglesia más importante de una ciudad también puede ser conocido por deán.

[8] Hijo de Gonzalo Gómez de Cervantes y Beatriz Bocanegra, hija a su vez del almirante mayor de Castilla Ambrosio Bocanegra, ambos estaban enterrados en la Iglesia de Todos los Santos de Sevilla, descendientes de almirantes genoveses bajo el rey Alfonso XI de Castilla ennoblecidos en Castro del Río, provincia de Córdoba. Ambrosio Bocanegra era sobrino de Simón Bocanegra, el primer dogo de Génova, e hijo de Egidio Bocanegra, quien en 1341 marchó a Castilla con una flota en ayuda del rey Alfonso XI, entonces en guerra contra los benimerines y sus aliados granadinos, y participó en la batalla del Río Salado (1344), y de su mujer María Piesco. Debido a estos servicios, el rey Alfonso XI concedió a los Bocanegra la villa andaluza de Palma del Río, donde se asentaron. 

[9] Al oficial encargado tanto del control de la ceremonias litúrgicas realizadas por el cabildo en la catedral como de su reparto se le denominaba refitolero

[10] En el Pontificado de Juan Cabeza de Vaca puso el canónigo Martín González los cimientos del Arca de la Limosna o Arca de San Julián, obra pía que, con la generosidad del canónigo Lorenzana y de otros prebendados y munificencia de los señores Obispos llegó a contar con una renta de más de mil fanegas de trigo, de una porción considerable de centeno y cebada y unos mil ducados en metálico. Todo ello se repartía anualmente por acuerdo del Cabildo a quien pertenecía a la administración y al gobierno de la diócesis, entre conventos de monjas pobres de Cuenca, por especial decreto apostólico, y entre pobres vergonzantes de ambos sexos y de todo estado. Según lo exigía la necesidad y lo dictaba la discreción, a unos se les asignaba un número determinado de fanegas de cereales, o se les daba por una vez cierta cantidad y a otros se les señalaba para toda la semana cierto número de panes, que recibían los sábados por la mañana. El Cabildo titulado limosnero, de nombramiento del Cabildo, corría con la cobranza y proponía a su comité la distribución. Otro de sus cargos era asistir diariamente a la distribución de pan que se hacía en una de las puertas principales de la Catedral, a cuantos mendigos de Cuenca y forasteros se presentaban. José María Rodríguez González, 2018.

Emulando la caridad de San Julián, el Obispo de la Diócesis, el Cabildo de la Catedral instituyó, a principios del siglo XV, la llamada “Arca de San Julián o de la limosna”, que sirvió para atender las necesidades más perentorias de los pobres, dar limosna de pan a diario desde la Catedral, atender y educar niños, y dotar para el matrimonio a jóvenes huérfanas que de otro modo no hubiesen podido casarse (según las costumbres y la mentalidad de la época). El Arca se nutrió siempre de un capital que se incrementaba con aportaciones de los fieles y de los obispos que se sucedieron en el gobierno de la diócesis. Algunos de ellos empeñaron joyas a favor de este Arca y de los más pobres. Esta Arca de la Limosna es el símbolo de caridad efectiva. Todos los donativos que recibimos son enviados a CÁRITAS DIOCESANA DE CUENCA quien los distribuye entre los más necesitados.

[11] Fue dueño de una de las casas del Conjunto actual de las Casas Colgadas. De todo el conjunto de las Casas Colgadas, la casa que ofrece mayor interés histórico-artístico y autenticidad es la de los escudos de González de Cañamares. A pesar de los cambios experimentados, mantiene numerosos elementos originales. Su construcción corresponde a las dos últimas décadas del siglo XV, con algunos añadidos en el siguiente. Las armas del bachiller –asimismo visibles en la capilla de Santa María y Todos los Santos de la catedral– se muestran en el oratorio privado de su morada. Don Gonzalo había promovido obras en otras casas de su propiedad que estaban cerca del postigo de San Pablo, como las que compra al canónigo Alonso Rodríguez de Lorenzana (que las había habitado). Las traspasa a su sobrino el segundo canónigo homónimo, y en 1528 vivía en ellas la madre de este último, Inés López (A.D.C., Fondo Girón, legajo. 8, expediente. 13. El museo y su edificio. Apunte histórico sobre las casas colgadas. El Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca.

[12] Después de años de proyectos y debate a cuenta de la mejora de la accesibilidad al Casco Antiguo de Cuenca, la ciudad contará finalmente con unas escaleras mecánicas que conectarán con la parte histórica a través del barrio de San Martín. Para salvar un desnivel de 57 metros, se contemplan dos tramos: uno que irá desde el Paseo del Huécar, a la altura del Auditorio, hasta la calle Santa Catalina, y un segundo desde esta vía hasta la calle Colmillo, en las inmediaciones de la Plaza Mayor.

[13] Terreno que queda entre el cauce del río de un desfiladero y la montaña. Huerto cultivado en este terreno. El hocino es un  instrumento que se utiliza para trasplantar las plantas de huerta.

[14] Trozo de terreno dedicado al cultivo.

[15] Viña.

[16] La familia y comitiva de Albornoz. Cardenal Gil Alvarez de Albornoz como Canónigo y dignidad en Cuenca.  J. Trenchs Odena, 1981.

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