martes, 8 de marzo de 2022

Sotuélamos. Albacete

Los dos personajes más importantes de la dicha familia Pacheco, que tuvieron heredades en Sotuélamos, fueron don Francisco y don Juan Pacheco de Guzmán, primos del señor de Minaya, Albacete

Sotuélamos es una pedanía perteneciente al municipio de El Bonillo, hoy despoblada, situada al noroeste de la provincia de Albacete y a unos 11 km al noroeste de su Ayuntamiento, aunque en el límite exacto con el término municipal de Villarrobledo.




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Don Francisco Pacheco de Guzmán, primer regidor de San Clemente hasta su renuncia, un mes antes de su muerte en 1604, estaba casado con doña Elvira de Mendoza, hija de don Alonso del Castillo Hinestrosa, hijo de Alonso del castillo y de María de Hinestrosa que es señora de Valera de Abajo  y doña Juana de Mendoza, con la que no tiene descendencia.

Fue enterrado en el convento de las monjas Franciscanas de San Clemente, pues allí había comprado una sepultura y capilla el día 21 de enero de 1601, mediante poder otorgado a don Pedro Diez de Cantos, regidor perpetuo de la villa de San Clemente, dado que él residía entones en la villa de San Esteban de Gormaz. Además, en aquel convento profesaba su hermana doña Clara Pacheco. 


Don Francisco Pacheco de Guzmán, regidor de San Clemente hasta su renuncia en 1604, casó con doña Ana Pacheco y Figueroa, hija de Francisco Pacheco y de doña María Mendoza, natural de Toledo y señora de Valdeosma. Padres de,

Don Juan Pacheco de Guzmán, señor de Valdeosma y Tejada y caballero de la orden de Alcántara y regidor de San Clemente hacia 1640 (con la viuda Catalina García Román tuvo como bastardo a don Francisco Pacheco) y casó con Beatriz Pacheco, que llevó al matrimonio el mayorazgo de Santiago de la Torre. Padres de, 


Doña Ana María Pacheco de Guzmán, señora de Santiago de la Torre, casó con don Diego Pacheco Treviño. Tras su muerte se inicia pleito por la sucesión del mayorazgo de Santiago de la Torre

Don Juan Pacheco de Guzmán, fue Alférez Mayor de la villa de San Clemente y estaba casado con Elvira Castillo Cimbrón e Hinestrosa, o simplemente Elvira Cimbrón e Hinestrosa,  heredera de la Aldea de Perona y su tierras en Sotuélamos, aumentando sus poderes en dicha heredad, tras la muerte de su hermano Francisco Pacheco de Guzmán y la compra el día 17 de agosto de 1616 de las hazas y las joyas que poseía la Virgen de Sotuélamos en la cantidad de 2.200 reales. 

Pleitea con villa San Clemente por la aldea de Perona prácticamente hasta su muerte en 1625. Hemos de hacer notar que ya por entonces la aldea de Sotuélamos estaban bastante deshabitada, quedando solo la casona y alguna otra vivienda de aparceros o arrendadores de las tierras

Juan Pacheco y Guzmán  casa con  Elvira Cimbrón, o del Castillo.

María del Castillo, tercera mujer de Melchor y su sobrina segunda, es prima hermana de Elvira y de Ana Cimbrón Castillo hijas de Fernando  del Castillo Hinestrosa, señor de La Losa y de la mitad de Perona por su padre Alonso del Castillo, hermano de Fernando del Castillo Hinestrosa que es señor en Valera de Abajo por su madre María de Hinestrosa. 

Francisco del Castillo Hinestrosa casa con Ana Cimbrón[1]. Fernando, Francisco y su hermana Juana del Castillo Hinestrosa son hijos de Alonso del Castillo, señor de La Losa y Perona, hermano de la segunda señora de Cervera, y de María de Hinestrosa, señora de Valera de Abajo[2]

Elvira Cimbrón Castillo, hija de Francisco del Castillo Hinestrosa y de  Ana Cimbrón recibe de su padre los heredamientos de La Losa y Perona y es la bisabuela materna de la primera marquesa de Valera desde 1679. 

El primogénito de Alonso del Castillo y de María de Hinestrosa es también de nombre Alonso. Este recibe en 1517 en vida de su padre los bienes de Perona, Villar de Cantos, Cañavate, Atalaya del Cañavate y San Clemente. Perona era aldea de San Clemente[1]. Tiene dos hermanos llamados Francisco y Hernando. Francisco recibe los bienes de su madre María de Hinestrosa en Valera de Yuso y la mitad de Perona de su padre. Alonso del Castillo, el primogénito, recibe en vida de su padre la dehesa de Villalgordo, el señorío de la mitad de Perona y heredades y casas en Villar de Cantos, Atalaya, Cañavate y San Clemente[2]. En Villar de Cantos tenían propiedades los Ortega y sus herederos los marqueses de Valdeguerrero.

A Alonso del Castillo lo podemos encontrar casado con su prima hermana Juana de Mendoza-Salazar y Castro la llama Ana de Mendoza-. Esta sería hija natural de Elvira de Hinestrosa[3], tía paterna de Alonso del Castillo, y de Francisco de Mendoza- que Salazar y Castro dice que es el que fuera obispo de Jaén desde 1538 hasta su muerte en 1543. En algunas genealogías que se ocupan de los Castillo se dice que Juana de Mendoza es de los Mendoza de la Casa de Mondejar del Infantado[4]. Nos debe extrañar que si Elvira de Mendoza, señora de Valera de Yuso, fuera madre de una hija esta fuera relegada en la herencia de su madre como así fue por su primo hermano Melchor Carrillo de Alarcón, hijo de su tía Constanza de Hinestrosa. Elvira dota al casar por tercera vez a su sobrino Melchor, hijo de su hermana Constanza, con 2.000 ducados de oro en su villa de Valera de Yuso. En Cuenca el 7 de diciembre de 1543 ante Hernando de Villanueva, comparece doña Elvira de Hinestrosa, señora de Valera de Yuso y da a su sobrino Melchor Carrillo de Alarcón, vecino de Cuenca, hijo de los señores Martin Ruiz de Alarcón y doña Constanza de Hinestrosa, su hermana, en dote para casar por tercer vez, para después de sus días, 2.000 ducados de oro en su villa de Valera de Yuso, en sus vasallos, jurisdicción civil y criminal, mero mixto imperio y en los prados, yerbas y todo lo que tiene en dicha villa. Y sea para que después sea para su hijo mayor varón y sino para su hija mayor y así sucesivamente

Al poco de redactarse el documento anterior, en mayo de 1554, fallece el primogénito de los Castillo, Alonso. Deja viuda a su mujer Juana de Mendoza y tres hijos huérfanos: Ginés del Castillo e Inestrosa, Elvira de Mendoza y un niño de catorce años llamado Francisco de Mendoza, que con el tiempo se convertirá en protagonista de la familia. Con la muerte de Alonso, la viuda Juana de Mendoza queda como administradora de sus hijos.

Francisco de Mendoza[5], hijo de Alonso del Castillo y de su mujer Juana de Mendoza, y nieto de Alonso del Castillo y de María de Hinestrosa, dueño de la mitad de Perona, mantiene una buena relación con Juan Pacheco de Guzmán, alférez mayor de la villa de San Clemente y casado con una prima hermana de Francisco llamada Elvira Cimbrón Castillo, hija de su tío paterno Francisco del Castillo y dueño de la otra mitad de Perona. A principios del siglo XVII, Juan Pacheco de Guzmán y su mujer Elvira Cimbrón heredan a su primo hermano Francisco de Mendoza y a la mujer de este llamada Juana Guedeja Peralta[6]. Reciben la mitad de Perona, aunque hay documentación anterior donde la heredera sería su también prima hermana María del Castillo Hinestrosa Sandoval Portocarrero- hija de su tío paterno Fernando del Castillo Hinestrosa-. Rodrigo Pacheco Guzmán y Cimbrón, hijo Juan Pacheco de Guzmán y de Elvira Cimbrón compra en 1626 la jurisdicción de Perona.

 

Don Francisco de Mendoza había dejado por su testamento de 13 de octubre de 1598 entre sus obras pías su deseo y también los medios materiales para la fundación de un convento de monjas carmelitas descalzas en San Clemente en las que son sus casas principales y accesoria que están en esta dicha villa en la calle que va desde las almenas de la torre vieja al convento de San Francisco, linde de las casas de la viuda de Domingo López y tres calles públicas que son las mismas que fueron del dicho señor don Francisco de Mendoça. y si la dicha orden de carmelitas descalzas no quisieran fundar el dicho monesterio para en tal caso quiero y mando que la dicha mi hacienda se dé al monesterio y convento de monjas de nuestra señora de la Asunción de la orden de Santa Isabel de la dicha villa de San Clemente para que sea obligado el dicho monesterio y convento a cumplir lo mismo que el dicho convento de carmelitas a de tener ...y si el dicho monesterio de nuestra señora de la Asunción de la orden de Santa Isabel no quisieran pestar ni pasar por lo de suso referido quiero y mando que en los dichos mis bienes y hacienda suceda el hospital del señor San Sebastián de la dicha villa de San Clemente para que tengan los dichos capellanes que siempre el uno dellos cada día diga misa por mi ánima e intensión administre sacramentos a los pobres y lo demás se gaste en camas y curar pobres naturales que se an de curar en el dicho hospital[7].

 



[1] La propiedad de la tierra en la Mancha Baja de Cuenca. Manuel Gesteiro Araujo. Estructura de la propiedad de la tierra en la Mancha Baja  a partir de la información contenida en los Padrones de Propietarios del Catastro de Riqueza Rústica del año 1988. Perona fue, posiblemente, parte de un antiguo latifundio romano. En 1988, en tierras de la aldea de Perona el marqués de Melgarejo era dueño de 1.776 hectáreas y el marqués de Valdeguerrero de 1733 hectáreas. A las que habría que añadir 1.383 de otros miembros de la familia.

[2] Alonso casó con María Hinestrosa, hija del comendador Alonso de Iniesta Hinestrosa, que llevaría al matrimonio, heredades en Valera de Yuso, al que se uniría un gran patrimonio que empezaba a tener como centro la villa de San Clemente: el señorío de Perona, con una dehesa, heredades en San Clemente, La Roda. El Cañavate, Vara del Rey y El Picazo, diversos censos y las dehesas de la Losa y Villalgordo y molinos de la Losa. Una herencia nada despreciable que recaería en el hijo Alonso del Castillo Hinestrosa el 2 de junio de 1517. Alonso del Castillo tenía Perona, pero la acabó cediendo a sus hermanos en un acuerdo entre ellos.

[3] El deseo de Alonso del Castillo por asegurar el patrimonio familiar en favor de su hijo mayor Alonso del Castillo Hinestrosa le casa con su prima hermana Juana de Mendoza, hija de su tía Elvira Hinestrosa y de Francisco de Mendoza para asegurar la posesión de Valera de Yuso, que había caído en manos de la hija mayor del comendador Hinestrosa, Constanza.

[4] Luis de Salazar y Castro. Real Academia de la Historia. Tomo XV, D-29, folio 237.

[5] Juro a favor de Francisco de Mendoza. CME, 273,47. Segunda mitad del siglo XVI. Archivo General de Simancas. Juro a favor de Francisco de Mendoza de 150.000 maravedís. Incluye: escritura otorgada por doña Elvira Castillo Hinestrosa, viuda de don Juan Pacheco y Guzmán, nombrando varias memorias y dotación de obras pías, en el monasterio de la Asunción de la villa de San Clemente.

Resultan varias cláusulas del testamento de don Francisco de Mendoza y Castillo, hijo natural de los señores don Alonso del Castillo e Hinestrosa y doña Juana de Mendoza.

Hace donación a su prima doña María Castillo Hinestrosa-hija de su tío paterno Fernando del Castillo y que casa con su tío segundo Melchor Carrillo de Alarcón-de la mitad de la villa de Perona, para que como dueña y poseedora de la otra mitad fundase mayorazgo de todo, sin que este se pudiese dividir ni enajenar.

La cesión de los bienes vinculados a las memorias fundadas por don Francisco de Mendoza en su testamento de 1598 se hizo veintinueve años después por escritura de donación firmada por doña Elvira Cimbrón a favor del convento de monjas franciscanas clarisas de la Asunción y el padre fray Juan Bautista Sánchez, de la provincia de Cartagena. Dicha escritura se protocoliza el cinco de septiembre de 1627. la agregación de los bienes de las memorias fundadas por Francisco de Mendoza al convento de clarisas, no era un acto voluntario de su patrona, la viuda Elvira Cimbrón. Durante más de veinte años, doña Elvira, en vida de su marido, había gastado en beneficio propio la hacienda legada para fines religiosos de Francisco Mendoza. Muerto su marido, Juan Pacheco y Guzmán, alférez mayor de San Clemente, la viuda se vio asediada y acosada por las denuncias, que llevarían a su excomunión. Obligada por la presión se vería forzada a entregar el legado piadoso a las monjas clarisas. El corregimiento de las diecisiete villas de San Clemente en la edad moderna. Ignacio de la Rosa Ferrer, 2016.

[6] A principios de 1547 los tres hijos de Alonso del Castillo y Maria de Hinestrosa, Hernando, Alonso y Francisco, inician pleito contra la Villa de San Clemente en defensa de su hidalguía. El concejo precisamente encarga la defensa de la villa al licenciado Agustín de Guedeja. Pero San Clemente no puede pagar a su prestigioso abogado. En septiembre de 1547, el procurador de la villa Diego de Iniesta es enviado a Granada para satisfacer los salarios del licenciado Guedeja. Juana Guedeja Peralta, casada y sin sucesión con el hombre quizás más influyente de la villa de San Clemente en el último cuarto de siglo: don Francisco de Mendoza, biznieto por línea varonil de Hernando del Castillo, alcaide de la fortaleza de Alarcón. El corregimiento de las diecisiete villas de San Clemente en la edad moderna. Ignacio de la Rosa Ferrer, 2018.

[7] El corregimiento de las diecisiete villas de San Clemente en la edad moderna. Ignacio de la Rosa Ferrer, 2016. La malograda primera fundación del convento de carmelitas descalzas de San Clemente en 1598.


[1] Hernando del Castillo, alcaide de Alarcón, y sus herederos de la villa de San Clemente y La malograda primera fundación del convento de carmelitas descalzas de San Clemente en 1598. Ignacio de la Rosa Ferrer Francisco casó en Guadalajara con Ana Cimbrón. Allí vivió durante varios años y después se avecindó en San Clemente, donde tenía casa. la mayor parte del tiempo en la casa y heredades y molinos que tenía en Perona. Francisco del Castillo e Hinestrosa supo establecer alianzas matrimoniales de sus dos hijas con los Pacheco de San Clemente. María casó con el regidor de San Clemente, Alonso Pacheco. Pero la fortuna hará que toda la herencia familiar recaiga en Elvira casada con Juan Pacheco y Guzmán. Al incremento del patrimonio de doña Elvira Cimbrón, contribuyó en gran medida el legado de su primo hermano Francisco de Mendoza y Castillo que muere sin dejar sucesión- casado con Juana de Guedeja y Peralta y que parece muere en 1608- y es hijo de su tío paterno Alonso del Castillo casado con Juana de Mendoza, vecina de Huete. Cuando Francisco de Mendoza muere en Madrid deja como principal beneficiaria de su testamento, escriturado en Madrid el 13 de octubre de 1598, a su prima Elvira. Ésta que ya poseía la mitad del término de Perona, agregará la otra mitad cedida por su primo. Con el término de Perona heredaría el pleito con la villa de San Clemente sobre la jurisdicción de este lugar. El testamento nombraba como albacea a doña Elvira, y la posesión de Perona se supeditaba a algunas cargas, entre las que figuraban la obligatoriedad de algunas misas, por el alma de Francisco Mendoza, en la capilla que los abuelos, Alonso del Castillo y María de Hinestrosa, habían fundado para la familia en el Monasterio de Nuestra Señora de Gracia de San Francisco: la misa mayor del domingo, por su memoria, la misa del sábado por su madre Juana de Mendoza y una misa los viernes por su hermano mayor el licenciado don Ginés del Castillo y Mendoza.  La cesión de bienes a doña Elvira tenía como reserva la condición que seguiría disponiendo de ellos, como usufructuaria y mientras viviera, la viuda de Francisco Mendoza, doña Juana de Guedeja y Peralta, que muere a comienzos del siglo XVII. Como albacea testamentaria, doña Elvira adquiría el ya citado compromiso de fundar un convento de monjas carmelitas descalzas, en la villa de San Clemente, al que cedía sus casas principales y un juro de 150.000 maravedíes de renta anual, con condición de que dos monjas profesas fueran necesariamente de la familia y se reservara una capilla para el enterramiento de los patrones familiares de dicha fundación. En caso de que no pudiera llevarse tal fundación, los bienes se agregarían a las clarisas. El traspaso efectivo de la memoria para la fundación conventual no se haría efectivo hasta 1627, hasta entonces, disfrutaría de ellos, casas principales de morada en el pueblo y renta de 150.000 maravedíes, doña Elvira Cimbrón y su marido el alférez mayor Juan Pacheco y Guzmán. En la persona de la mujer, se acumulaban los títulos, aunque con unos derechos jurisdiccionales negados y pleiteados por la villa de San Clemente, de señora de las villas de Valera de Abajo y de la Losa y de los heredamientos de los lugares de Perona y Sotuélamos.  Además de las dos hijas mencionadas, Francisco Castillo e Hinestrosa y Ana Cimbrón, tuvieron un hijo, llamado Hernando, como el abuelo, que casaría con Jerónima de Albelda. Este matrimonio tendría dos hijas, María y Catalina, monjas, y un hijo, Francisco Castillo e Hinestrosa, que, aunque integrado en la carrera eclesiástica como miembro de la compañía de Jesús, llevaría una vida más mundana e integrada en la política de su tiempo.

[2] Hernando del Castillo y sus hermanos Alonso y Francisco eran nietos del alcaide de Alarcón Hernando del Castillo, padre de la segunda señora de Cervera. Su poder económico se afianza en San Clemente con el matrimonio de su padre Alonso con María de Hinestrosa. Las alianzas familiares les llevarán a entroncar con los de apellido Pacheco de Minaya por el casamiento de la hermana de Hernando, Juana de Toledo-Juana del Castillo Hinestrosa-, con Alonso Pacheco. Ahora los Castillo buscarán el reconocimiento social e iniciarán un pleito en la Chancillería de Granada por su hidalguía contra el concejo de San Clemente. En 1543, Hernando del Castillo, junto a sus hermanos Francisco y Alonso, acuden a la Chancillería de Granada en busca de la ejecutoria de hidalguía.


Francisco de Mendoza[1], hijo de Alonso del Castillo y de su mujer Juana de Mendoza- hijo natural de Alonso-, y nieto de Alonso del Castillo y de María de Hinestrosa, dueño de la mitad de Perona, mantiene una buena relación con Juan Pacheco de Guzmán, alférez mayor de la villa de San Clemente y casado con una prima hermana de Francisco llamada Elvira Cimbrón Castillo, hija de su tío paterno Francisco del Castillo y dueño de la otra mitad de Perona. A principios del siglo XVII, Juan Pacheco de Guzmán y su mujer Elvira Cimbrón heredan a su primo hermano Francisco de Mendoza y a la mujer de este llamada Juana Guedeja Peralta[2]. Reciben la mitad de Perona, aunque hay documentación anterior donde la heredera sería su también prima hermana María del Castillo Hinestrosa Sandoval Portocarrero- hija de su tío paterno Fernando del Castillo Hinestrosa-. Rodrigo Pacheco Guzmán y Cimbrón, hijo Juan Pacheco de Guzmán y de Elvira Cimbrón compra en 1626 la jurisdicción de Perona.


Don Francisco de Mendoza, hermano de Elvira de Mendoza, había dejado por su testamento de 13 de octubre de 1598 entre sus obras pías su deseo y también los medios materiales para la fundación de un convento de monjas carmelitas descalzas en San Clemente en las que son sus casas principales y accesoria que están en esta dicha villa en la calle que va desde las almenas de la torre vieja al convento de San Francisco, linde de las casas de la viuda de Domingo López y tres calles públicas que son las mismas que fueron del dicho señor don Francisco de Mendoça. y si la dicha orden de carmelitas descalzas no quisieran fundar el dicho monesterio para en tal caso quiero y mando que la dicha mi hacienda se dé al monesterio y convento de monjas de nuestra señora de la Asunción de la orden de Santa Isabel de la dicha villa de San Clemente para que sea obligado el dicho monesterio y convento a cumplir lo mismo que el dicho convento de carmelitas a de tener ...y si el dicho monesterio de nuestra señora de la Asunción de la orden de Santa Isabel no quisieran pestar ni pasar por lo de suso referido quiero y mando que en los dichos mis bienes y hacienda suceda el hospital del señor San Sebastián de la dicha villa de San Clemente para que tengan los dichos capellanes que siempre el uno dellos cada día diga misa por mi ánima e intensión administre sacramentos a los pobres y lo demás se gaste en camas y curar pobres naturales que se an de curar en el dicho hospital[3].



[1] Juro a favor de Francisco de Mendoza. CME, 273,47. Segunda mitad del siglo XVI. Archivo General de Simancas. Juro a favor de Francisco de Mendoza de 150.000 maravedís. Incluye, escritura otorgada por doña Elvira Castillo Inestrosa-Elvira Castillo Cimbrón e Hinestrosa-, viuda de don Juan Pacheco y Guzmán y cuñada de Francisco de Mendoza, nombrando varias memorias y dotación de obras pías, en el monasterio de la Asunción de la villa de San Clemente.

Resultan varias cláusulas del testamento de don Francisco de Mendoza y Castillo, hijo natural de los señores don Alonso del Castillo e Hinestrosa y doña Juana de Mendoza.

Hace donación a su prima doña María Castillo Hinestrosa-hija de su tío paterno Fernando del Castillo y que casa con su tío segundo Melchor Carrillo de Alarcón-de la mitad de la villa de Perona, para que como dueña y poseedora de la otra mitad fundase mayorazgo de todo, sin que este se pudiese dividir ni enajenar.

La cesión de los bienes vinculados a las memorias fundadas por don Francisco de Mendoza en su testamento de 1598 se hizo veintinueve años después por escritura de donación firmada por doña Elvira Cimbrón a favor del convento de monjas franciscanas clarisas de la Asunción y el padre fray Juan Bautista Sánchez, de la provincia de Cartagena. Dicha escritura se protocoliza el cinco de septiembre de 1627. la agregación de los bienes de las memorias fundadas por Francisco de Mendoza al convento de clarisas, no era un acto voluntario de su patrona, la viuda Elvira Cimbrón. Durante más de veinte años, doña Elvira, en vida de su marido, había gastado en beneficio propio la hacienda legada para fines religiosos de Francisco Mendoza. Muerto su marido, Juan Pacheco y Guzmán, alférez mayor de San Clemente, la viuda se vio asediada y acosada por las denuncias, que llevarían a su excomunión. Obligada por la presión se vería forzada a entregar el legado piadoso a las monjas clarisas. El corregimiento de las diecisiete villas de San Clemente en la edad moderna. Ignacio de la Rosa Ferrer, 2016.

[2] A principios de 1547 los tres hijos de Alonso del Castillo y Maria de Hinestrosa, Hernando, Alonso y Francisco, inician pleito contra la Villa de San Clemente en defensa de su hidalguía. El concejo precisamente encarga la defensa de la villa al licenciado Agustín de Guedeja. Pero San Clemente no puede pagar a su prestigioso abogado. En septiembre de 1547, el procurador de la villa Diego de Iniesta es enviado a Granada para satisfacer los salarios del licenciado Guedeja. Juana Guedeja Peralta, casada y sin sucesión con el hombre quizás más influyente de la villa de San Clemente en el último cuarto de siglo: don Francisco de Mendoza, biznieto por línea varonil de Hernando del Castillo, alcaide de la fortaleza de Alarcón. El corregimiento de las diecisiete villas de San Clemente en la edad moderna. Ignacio de la Rosa Ferrer, 2018.

[3] El corregimiento de las diecisiete villas de San Clemente en la edad moderna. Ignacio de la Rosa Ferrer, 2016. La malograda primera fundación del convento de carmelitas descalzas de San Clemente en 1598.



Despoblado de Malpesa. Sexmo de Altarejos. Cuenca




SEXMO DE ALTAREJOS.  Despoblados. 

Malpesa 

Cañada del Manzano 

Villarejo Periesteban  

Las Tejas 5 

Aldehuela  

Villaverde 

La Mota

 Mezquitas





Zafra de Záncara. Cuenca

Nacimiento del río Záncara y del rio Cigüela en los altos de la Carrascilla. Puerto de Cabrejas. 

http://palomatorrijos.blogspot.com/2010/12/cabrejas-cuenca_28.html

https://dwarfcu.blogspot.com/2016/04/Cuenca-Tachuelas-Volumen-I-Puerto-Cabrejas-Collado-Carrasquilla-Collado-Embid.html

Los términos de Zafra “parten con Montalbo, lugar de Pedro Cuello, y con Palomares y Villar de Águila, lugares de Huete, y con Villar de Saz de Don Guillén, lugar perteneciente a Pedro Carrillo de Huete, halconero mayor de Juan II, y con la Torre del Aceite-Torrejoncillo del Rey-, lugar de la Orden de Santiago y con la Poveda del Obispo y con el Villarejo de Per Esteban y con la Cañada del Manzano- entre Villarejo Periesteban y Poveda de la Obispalía- que es tierra de Cuenca”.





Lope de Alarcón fue obligado el 25 de septiembre de 1458 por Juan Pacheco, marqués de Villena y privado de Enrique IV, a enajenar la jurisdicción de Zafra y sus dos alquerías de ese año, por una suma de 700.000 maravedíes y un juro anual de 22.000 maravedíes en las alcabalas de Alarcón. Unos meses antes, ambos personajes habían aceptado la sentencia arbitraria dictada por Lope de Barrientos, obispo de Cuenca, en la que a cambio de la venta, Lope de Alarcón obtenía una regiduría perpetua en Cuenca, el lugar de Albadalejo del Quende que el marqués le vendía a su vez a razón de 4.000 maravedíes por cada vasallo que en él hubiese, y conservaba la posesión de Hontecillas, Valverde y Talayuelas, así como el derecho de la puente del lugar de Talayuelas junto al río Júcar. También hubo de venderle en pública subasta unas casas en Alarcón y las extensas dehesas de Gasca, Villalba y Vado del Parral, y todas las casas y heredamientos que en Zafra y sus lugares tenían sus criados, por una suma de 111.880 maravedíes.


La villa de Zafra fue apartada del mayorazgo del marqués Diego López Pacheco y vendida en 1497 a su pariente Luis Pacheco, señor de Villarejo de Fuentes por 3.000.000 de maravedíes.