Los dos personajes más importantes de la dicha familia Pacheco, que tuvieron heredades en Sotuélamos, fueron don Francisco y don Juan Pacheco de Guzmán, primos del señor de Minaya, Albacete
Sotuélamos es una pedanía perteneciente al municipio de El Bonillo, hoy despoblada, situada al noroeste de la provincia de Albacete y a unos 11 km al noroeste de su Ayuntamiento, aunque en el límite exacto con el término municipal de Villarrobledo.
https://www.iealbacetenses.com/getfile.php?fr=documentos/editorial/05Al-basit62..pdf
Don Francisco Pacheco de Guzmán, primer regidor de San Clemente hasta su renuncia, un mes antes de su muerte en 1604, estaba casado con doña Elvira de Mendoza, hija de don Alonso del Castillo Hinestrosa, hijo de Alonso del castillo y de María de Hinestrosa que es señora de Valera de Abajo y doña Juana de Mendoza, con la que no tiene descendencia.
Fue enterrado en el convento de las monjas Franciscanas de San Clemente, pues allí había comprado una sepultura y capilla el día 21 de enero de 1601, mediante poder otorgado a don Pedro Diez de Cantos, regidor perpetuo de la villa de San Clemente, dado que él residía entones en la villa de San Esteban de Gormaz. Además, en aquel convento profesaba su hermana doña Clara Pacheco.
Pleitea con villa San Clemente por la aldea de Perona prácticamente hasta su muerte en 1625. Hemos de hacer notar que ya por entonces la aldea de Sotuélamos estaban bastante deshabitada, quedando solo la casona y alguna otra vivienda de aparceros o arrendadores de las tierras
Juan Pacheco y Guzmán casa con Elvira Cimbrón, o del Castillo.
María del Castillo, tercera mujer de Melchor y su sobrina segunda, es prima hermana de Elvira y de Ana Cimbrón Castillo hijas de Fernando del Castillo Hinestrosa, señor de La Losa y de la mitad de Perona por su padre Alonso del Castillo, hermano de Fernando del Castillo Hinestrosa que es señor en Valera de Abajo por su madre María de Hinestrosa.
Francisco del Castillo Hinestrosa casa con Ana Cimbrón[1]. Fernando, Francisco y su hermana Juana del Castillo Hinestrosa son hijos de Alonso del Castillo, señor de La Losa y Perona, hermano de la segunda señora de Cervera, y de María de Hinestrosa, señora de Valera de Abajo[2].
Elvira Cimbrón Castillo, hija de Francisco del Castillo Hinestrosa y de Ana Cimbrón recibe de su padre los heredamientos de La Losa y Perona y es la bisabuela materna de la primera marquesa de Valera desde 1679.
El primogénito de
Alonso del Castillo y de María de Hinestrosa es también de nombre Alonso. Este recibe
en 1517 en vida de su padre los bienes de Perona, Villar de Cantos, Cañavate,
Atalaya del Cañavate y San Clemente. Perona era aldea de San Clemente[1]. Tiene dos hermanos
llamados Francisco y Hernando. Francisco recibe los bienes de su madre María de
Hinestrosa en Valera de Yuso y la mitad de Perona de su padre. Alonso del
Castillo, el primogénito, recibe en vida de su padre la dehesa de Villalgordo,
el señorío de la mitad de Perona y heredades y casas en Villar de Cantos,
Atalaya, Cañavate y San Clemente[2]. En Villar de Cantos
tenían propiedades los Ortega y sus herederos los marqueses de Valdeguerrero.
A Alonso del Castillo lo podemos encontrar casado con su prima hermana Juana de Mendoza-Salazar y Castro la llama Ana de Mendoza-. Esta sería hija natural de Elvira de Hinestrosa[3], tía paterna de Alonso del Castillo, y de Francisco de Mendoza- que Salazar y Castro dice que es el que fuera obispo de Jaén desde 1538 hasta su muerte en 1543. En algunas genealogías que se ocupan de los Castillo se dice que Juana de Mendoza es de los Mendoza de la Casa de Mondejar del Infantado[4]. Nos debe extrañar que si Elvira de Mendoza, señora de Valera de Yuso, fuera madre de una hija esta fuera relegada en la herencia de su madre como así fue por su primo hermano Melchor Carrillo de Alarcón, hijo de su tía Constanza de Hinestrosa. Elvira dota al casar por tercera vez a su sobrino Melchor, hijo de su hermana Constanza, con 2.000 ducados de oro en su villa de Valera de Yuso. En Cuenca el 7 de diciembre de 1543 ante Hernando de Villanueva, comparece doña Elvira de Hinestrosa, señora de Valera de Yuso y da a su sobrino Melchor Carrillo de Alarcón, vecino de Cuenca, hijo de los señores Martin Ruiz de Alarcón y doña Constanza de Hinestrosa, su hermana, en dote para casar por tercer vez, para después de sus días, 2.000 ducados de oro en su villa de Valera de Yuso, en sus vasallos, jurisdicción civil y criminal, mero mixto imperio y en los prados, yerbas y todo lo que tiene en dicha villa. Y sea para que después sea para su hijo mayor varón y sino para su hija mayor y así sucesivamente
Al poco de redactarse el documento anterior, en mayo de 1554, fallece el primogénito de los Castillo, Alonso. Deja viuda a su mujer Juana de Mendoza y tres hijos huérfanos: Ginés del Castillo e Inestrosa, Elvira de Mendoza y un niño de catorce años llamado Francisco de Mendoza, que con el tiempo se convertirá en protagonista de la familia. Con la muerte de Alonso, la viuda Juana de Mendoza queda como administradora de sus hijos.
Francisco de Mendoza[5], hijo de Alonso del Castillo y de su mujer Juana de Mendoza, y nieto de Alonso del Castillo y de María de Hinestrosa, dueño de la mitad de Perona, mantiene una buena relación con Juan Pacheco de Guzmán, alférez mayor de la villa de San Clemente y casado con una prima hermana de Francisco llamada Elvira Cimbrón Castillo, hija de su tío paterno Francisco del Castillo y dueño de la otra mitad de Perona. A principios del siglo XVII, Juan Pacheco de Guzmán y su mujer Elvira Cimbrón heredan a su primo hermano Francisco de Mendoza y a la mujer de este llamada Juana Guedeja Peralta[6]. Reciben la mitad de Perona, aunque hay documentación anterior donde la heredera sería su también prima hermana María del Castillo Hinestrosa Sandoval Portocarrero- hija de su tío paterno Fernando del Castillo Hinestrosa-. Rodrigo Pacheco Guzmán y Cimbrón, hijo Juan Pacheco de Guzmán y de Elvira Cimbrón compra en 1626 la jurisdicción de Perona.
Don Francisco de Mendoza había dejado
por su testamento de 13 de octubre de 1598 entre sus obras pías su deseo y
también los medios materiales para la fundación de un convento de monjas
carmelitas descalzas en San Clemente en las que son sus casas principales y accesoria que están en
esta dicha villa en la calle que va desde las almenas de la torre vieja al
convento de San Francisco, linde de las casas de la viuda de Domingo López y
tres calles públicas que son las mismas que fueron del dicho señor don
Francisco de Mendoça. y si la
dicha orden de carmelitas descalzas no quisieran fundar el dicho monesterio
para en tal caso quiero y mando que la dicha mi hacienda se dé al monesterio y
convento de monjas de nuestra señora de la Asunción de la orden de Santa Isabel
de la dicha villa de San Clemente para que sea obligado el dicho monesterio y
convento a cumplir lo mismo que el dicho convento de carmelitas a de tener ...y
si el dicho monesterio de nuestra señora de la Asunción de la orden de Santa Isabel
no quisieran pestar ni pasar por lo de suso referido quiero y mando que en los
dichos mis bienes y hacienda suceda el hospital del señor San Sebastián de la
dicha villa de San Clemente para que tengan los dichos capellanes que siempre
el uno dellos cada día diga misa por mi ánima e intensión administre
sacramentos a los pobres y lo demás se gaste en camas y curar pobres naturales
que se an de curar en el dicho hospital[7].
[1] La propiedad de
la tierra en la Mancha Baja de Cuenca. Manuel Gesteiro Araujo. Estructura de la
propiedad de la tierra en la Mancha Baja
a partir de la información contenida en los Padrones de Propietarios del
Catastro de Riqueza Rústica del año 1988. Perona fue, posiblemente, parte de un
antiguo latifundio romano. En 1988, en tierras de la aldea de Perona el marqués
de Melgarejo era dueño de 1.776 hectáreas y el marqués de Valdeguerrero de 1733
hectáreas. A las que habría que añadir 1.383 de otros miembros de la familia.
[2] Alonso casó con
María Hinestrosa, hija del comendador Alonso de Iniesta Hinestrosa, que
llevaría al matrimonio, heredades en Valera de Yuso, al que se uniría un gran
patrimonio que empezaba a tener como centro la villa de San Clemente: el
señorío de Perona, con una dehesa, heredades en San Clemente, La Roda. El
Cañavate, Vara del Rey y El Picazo, diversos censos y las dehesas de la Losa y
Villalgordo y molinos de la Losa. Una herencia nada despreciable que recaería en
el hijo Alonso del Castillo Hinestrosa el 2 de junio de 1517. Alonso del
Castillo tenía Perona, pero la acabó cediendo a sus hermanos en un acuerdo
entre ellos.
[3] El deseo de Alonso del Castillo por asegurar el
patrimonio familiar en favor de su hijo mayor Alonso del Castillo Hinestrosa le
casa con su prima hermana Juana de Mendoza, hija de su tía Elvira Hinestrosa y
de Francisco de Mendoza para asegurar la posesión de Valera de Yuso, que había
caído en manos de la hija mayor del comendador Hinestrosa, Constanza.
[4] Luis de Salazar
y Castro. Real Academia de la Historia. Tomo XV, D-29, folio 237.
[5] Juro a favor de
Francisco de Mendoza. CME, 273,47. Segunda mitad del siglo XVI. Archivo General
de Simancas. Juro a favor de Francisco de Mendoza de 150.000 maravedís.
Incluye: escritura otorgada por doña Elvira Castillo Hinestrosa, viuda de don
Juan Pacheco y Guzmán, nombrando varias memorias y dotación de obras pías, en
el monasterio de la Asunción de la villa de San Clemente.
Resultan varias cláusulas del
testamento de don Francisco de Mendoza y Castillo, hijo natural de los señores
don Alonso del Castillo e Hinestrosa y doña Juana de Mendoza.
Hace donación a su prima doña
María Castillo Hinestrosa-hija de su tío paterno Fernando del Castillo y que
casa con su tío segundo Melchor Carrillo de Alarcón-de la mitad de la villa de
Perona, para que como dueña y poseedora de la otra mitad fundase mayorazgo de
todo, sin que este se pudiese dividir ni enajenar.
La cesión de los
bienes vinculados a las memorias fundadas por don Francisco de Mendoza en su
testamento de 1598 se hizo veintinueve años después por escritura de donación
firmada por doña Elvira Cimbrón a favor del convento de monjas franciscanas
clarisas de la Asunción y el padre fray Juan Bautista Sánchez, de la provincia
de Cartagena. Dicha escritura se protocoliza el cinco de septiembre de 1627. la agregación de los bienes de las memorias fundadas por
Francisco de Mendoza al convento de clarisas, no era un acto voluntario de su
patrona, la viuda Elvira Cimbrón. Durante más de veinte años, doña Elvira,
en vida de su marido, había gastado en beneficio propio la hacienda legada
para fines religiosos de Francisco Mendoza. Muerto su marido, Juan Pacheco y
Guzmán, alférez mayor de San Clemente, la viuda se vio asediada y acosada por
las denuncias, que llevarían a su excomunión. Obligada por la presión se vería
forzada a entregar el legado piadoso a las monjas clarisas. El corregimiento de las diecisiete villas de
San Clemente en la edad moderna. Ignacio de la Rosa Ferrer, 2016.
[6] A principios de 1547 los
tres hijos de Alonso del Castillo y Maria de Hinestrosa, Hernando, Alonso y
Francisco, inician pleito contra la Villa de San Clemente en defensa de su
hidalguía. El concejo precisamente encarga la defensa de la villa al licenciado
Agustín de Guedeja. Pero San Clemente no puede pagar a su prestigioso abogado.
En septiembre de 1547, el procurador de la villa Diego de Iniesta es enviado a
Granada para satisfacer los salarios del licenciado Guedeja. Juana Guedeja Peralta,
casada y sin sucesión con el hombre quizás más influyente de la villa de San
Clemente en el último cuarto de siglo: don Francisco de Mendoza, biznieto por
línea varonil de Hernando del Castillo, alcaide de la fortaleza de Alarcón. El
corregimiento de las diecisiete villas de San Clemente en la edad moderna.
Ignacio de la Rosa Ferrer, 2018.
[7] El corregimiento de las diecisiete villas
de San Clemente en la edad moderna. Ignacio de la Rosa Ferrer, 2016. La malograda primera fundación del
convento de carmelitas descalzas de San Clemente en 1598.
[1] Hernando del Castillo, alcaide de
Alarcón, y sus herederos de la villa de San Clemente y La malograda primera
fundación del convento de carmelitas descalzas de San Clemente en 1598. Ignacio
de la Rosa Ferrer Francisco casó en
Guadalajara con Ana Cimbrón. Allí vivió durante varios años y después se
avecindó en San Clemente, donde tenía casa. la mayor parte del tiempo en la
casa y heredades y molinos que tenía en Perona. Francisco del Castillo e
Hinestrosa supo establecer alianzas matrimoniales de sus dos hijas con los
Pacheco de San Clemente. María casó con el regidor de San Clemente, Alonso
Pacheco. Pero la fortuna hará que toda la herencia familiar recaiga en Elvira
casada con Juan Pacheco y Guzmán. Al incremento del patrimonio de doña Elvira
Cimbrón, contribuyó en gran medida el legado de su primo hermano Francisco de
Mendoza y Castillo que muere sin dejar sucesión- casado con Juana de Guedeja y Peralta y que parece muere en 1608- y es hijo de su tío paterno Alonso del
Castillo casado con Juana de Mendoza, vecina de Huete. Cuando Francisco de
Mendoza muere en Madrid deja como principal beneficiaria de su testamento,
escriturado en Madrid el 13 de octubre de 1598, a su prima Elvira. Ésta que ya
poseía la mitad del término de Perona, agregará la otra mitad cedida por su
primo. Con el término de Perona heredaría el pleito con la villa de San
Clemente sobre la jurisdicción de este lugar. El testamento nombraba como
albacea a doña Elvira, y la posesión de Perona se supeditaba a algunas cargas,
entre las que figuraban la obligatoriedad de algunas misas, por el alma de
Francisco Mendoza, en la capilla que los abuelos, Alonso del Castillo y María
de Hinestrosa, habían fundado para la familia en el Monasterio de Nuestra
Señora de Gracia de San Francisco: la misa mayor del domingo, por su memoria,
la misa del sábado por su madre Juana de Mendoza y una misa los viernes por su
hermano mayor el licenciado don Ginés del Castillo y Mendoza. La cesión de bienes a doña Elvira tenía como
reserva la condición que seguiría disponiendo de ellos, como usufructuaria y
mientras viviera, la viuda de Francisco Mendoza, doña Juana de Guedeja y
Peralta, que muere a comienzos del siglo XVII. Como albacea testamentaria, doña
Elvira adquiría el ya citado compromiso de fundar un convento de monjas
carmelitas descalzas, en la villa de San Clemente, al que cedía sus casas
principales y un juro de 150.000 maravedíes de renta anual, con condición de
que dos monjas profesas fueran necesariamente de la familia y se reservara una
capilla para el enterramiento de los patrones familiares de dicha fundación. En
caso de que no pudiera llevarse tal fundación, los bienes se agregarían a las
clarisas. El traspaso efectivo de la memoria para la fundación conventual no se
haría efectivo hasta 1627, hasta entonces, disfrutaría de ellos, casas
principales de morada en el pueblo y renta de 150.000 maravedíes, doña Elvira
Cimbrón y su marido el alférez mayor Juan Pacheco y Guzmán. En la persona de la
mujer, se acumulaban los títulos, aunque con unos derechos jurisdiccionales
negados y pleiteados por la villa de San Clemente, de señora de las villas de
Valera de Abajo y de la Losa y de los heredamientos de los lugares de Perona y
Sotuélamos. Además de las dos hijas
mencionadas, Francisco Castillo e Hinestrosa y Ana Cimbrón, tuvieron un hijo,
llamado Hernando, como el abuelo, que casaría con Jerónima de Albelda. Este
matrimonio tendría dos hijas, María y Catalina, monjas, y un hijo, Francisco
Castillo e Hinestrosa, que, aunque integrado en la carrera eclesiástica como
miembro de la compañía de Jesús, llevaría una vida más mundana e integrada en
la política de su tiempo.
[2] Hernando del Castillo y sus hermanos
Alonso y Francisco eran nietos del alcaide de Alarcón Hernando del Castillo,
padre de la segunda señora de Cervera. Su poder económico se afianza en San
Clemente con el matrimonio de su padre Alonso con María de Hinestrosa. Las
alianzas familiares les llevarán a entroncar con los de apellido Pacheco de
Minaya por el casamiento de la hermana de Hernando, Juana de Toledo-Juana del
Castillo Hinestrosa-, con Alonso Pacheco. Ahora los Castillo buscarán el
reconocimiento social e iniciarán un pleito en la Chancillería de Granada por
su hidalguía contra el concejo de San Clemente. En 1543, Hernando del Castillo,
junto a sus hermanos Francisco y Alonso, acuden a la Chancillería de Granada en
busca de la ejecutoria de hidalguía.
Francisco de Mendoza[1], hijo de Alonso del
Castillo y de su mujer Juana de Mendoza- hijo natural de Alonso-, y nieto de
Alonso del Castillo y de María de Hinestrosa, dueño de la mitad de Perona, mantiene
una buena relación con Juan Pacheco de Guzmán, alférez mayor de la villa de San
Clemente y casado con una prima hermana de Francisco llamada Elvira Cimbrón
Castillo, hija de su tío paterno Francisco del Castillo y dueño de la otra
mitad de Perona. A principios del siglo XVII, Juan Pacheco de Guzmán y su mujer
Elvira Cimbrón heredan a su primo hermano Francisco de Mendoza y a la mujer de
este llamada Juana Guedeja Peralta[2]. Reciben la mitad de Perona,
aunque hay documentación anterior donde la heredera sería su también prima
hermana María
del Castillo Hinestrosa Sandoval Portocarrero- hija de su tío paterno Fernando
del Castillo Hinestrosa-. Rodrigo Pacheco Guzmán
y Cimbrón, hijo Juan Pacheco de Guzmán y de Elvira Cimbrón compra en 1626 la
jurisdicción de Perona.
Don Francisco de Mendoza, hermano de Elvira de Mendoza, había dejado por su testamento de 13 de octubre de 1598 entre sus obras pías su deseo y también los medios materiales para la fundación de un convento de monjas carmelitas descalzas en San Clemente en las que son sus casas principales y accesoria que están en esta dicha villa en la calle que va desde las almenas de la torre vieja al convento de San Francisco, linde de las casas de la viuda de Domingo López y tres calles públicas que son las mismas que fueron del dicho señor don Francisco de Mendoça. y si la dicha orden de carmelitas descalzas no quisieran fundar el dicho monesterio para en tal caso quiero y mando que la dicha mi hacienda se dé al monesterio y convento de monjas de nuestra señora de la Asunción de la orden de Santa Isabel de la dicha villa de San Clemente para que sea obligado el dicho monesterio y convento a cumplir lo mismo que el dicho convento de carmelitas a de tener ...y si el dicho monesterio de nuestra señora de la Asunción de la orden de Santa Isabel no quisieran pestar ni pasar por lo de suso referido quiero y mando que en los dichos mis bienes y hacienda suceda el hospital del señor San Sebastián de la dicha villa de San Clemente para que tengan los dichos capellanes que siempre el uno dellos cada día diga misa por mi ánima e intensión administre sacramentos a los pobres y lo demás se gaste en camas y curar pobres naturales que se an de curar en el dicho hospital[3].
[1] Juro a favor de
Francisco de Mendoza. CME, 273,47. Segunda mitad del siglo XVI. Archivo General
de Simancas. Juro a favor de Francisco de Mendoza de 150.000 maravedís.
Incluye, escritura otorgada por doña Elvira Castillo Inestrosa-Elvira Castillo Cimbrón e
Hinestrosa-, viuda de don Juan Pacheco y Guzmán y cuñada de Francisco de
Mendoza, nombrando varias memorias y dotación de obras pías, en el monasterio
de la Asunción de la villa de San Clemente.
Resultan varias cláusulas del
testamento de don Francisco de Mendoza y Castillo, hijo natural de los señores
don Alonso del Castillo e Hinestrosa y doña Juana de Mendoza.
Hace donación a su prima doña
María Castillo Hinestrosa-hija de su tío paterno Fernando del Castillo y que
casa con su tío segundo Melchor Carrillo de Alarcón-de la mitad de la villa de
Perona, para que como dueña y poseedora de la otra mitad fundase mayorazgo de
todo, sin que este se pudiese dividir ni enajenar.
La cesión de los
bienes vinculados a las memorias fundadas por don Francisco de Mendoza en su
testamento de 1598 se hizo veintinueve años después por escritura de donación
firmada por doña Elvira Cimbrón a favor del convento de monjas franciscanas
clarisas de la Asunción y el padre fray Juan Bautista Sánchez, de la provincia
de Cartagena. Dicha escritura se protocoliza el cinco de septiembre de 1627. la agregación de los bienes de las memorias fundadas por
Francisco de Mendoza al convento de clarisas, no era un acto voluntario de su
patrona, la viuda Elvira Cimbrón. Durante más de veinte años, doña Elvira,
en vida de su marido, había gastado en beneficio propio la hacienda legada
para fines religiosos de Francisco Mendoza. Muerto su marido, Juan Pacheco y
Guzmán, alférez mayor de San Clemente, la viuda se vio asediada y acosada por
las denuncias, que llevarían a su excomunión. Obligada por la presión se vería
forzada a entregar el legado piadoso a las monjas clarisas. El corregimiento de las diecisiete villas de
San Clemente en la edad moderna. Ignacio de la Rosa Ferrer, 2016.
[2] A principios de 1547 los
tres hijos de Alonso del Castillo y Maria de Hinestrosa, Hernando, Alonso y
Francisco, inician pleito contra la Villa de San Clemente en defensa de su
hidalguía. El concejo precisamente encarga la defensa de la villa al licenciado
Agustín de Guedeja. Pero San Clemente no puede pagar a su prestigioso abogado.
En septiembre de 1547, el procurador de la villa Diego de Iniesta es enviado a
Granada para satisfacer los salarios del licenciado Guedeja. Juana Guedeja Peralta,
casada y sin sucesión con el hombre quizás más influyente de la villa de San
Clemente en el último cuarto de siglo: don Francisco de Mendoza, biznieto por
línea varonil de Hernando del Castillo, alcaide de la fortaleza de Alarcón. El
corregimiento de las diecisiete villas de San Clemente en la edad moderna.
Ignacio de la Rosa Ferrer, 2018.
[3] El corregimiento de las diecisiete villas
de San Clemente en la edad moderna. Ignacio de la Rosa Ferrer, 2016. La malograda primera fundación del
convento de carmelitas descalzas de San Clemente en 1598.