La aldea de Loeches en Madrid recibe el título de villa en
1555 por el emperador Carlos I.
Felipe II la vendió, junto a otras villas
pertenecientes al Arzobispado de Toledo, para sufragar los gastos del Estado
con bula del Papa, y el comprador fue el genovés Baltasar Catanno.
Este a su
vez vendió el señorío a la familia Cárdenas.
El conde-duque de Olivares compró
el señorío en 1633.
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16-marzo-1652 Conde don Juan Luis Gaytán de Ayala =Doña
Elvira del Peso y Vera (San Sebastián, 8-256 v.).
Tabla genealógica de la familia de Córdoba. Empieza por Diego Álvarez de Córdoba. Termina en su nieta sexta, Elvira del Peso Vera y
Ordóñez, señora de Manzaneros, Ávila, casada con Juan Luis Gaytán
de Ayala, conde del Sacro Romano Imperio.
Doña Antonia de Acuña, hermana del tercer conde de Requena
de Campos en Palencia, casa con Don Juan Gaytán de Ayala y Guzmán, Conde del
Sacro Imperio, hijo de Don Juan Gaytán de Ayala, Conde del Sacro Imperio, y de
Doña Ana Margarita de Villalobos y Calatayud, su segunda mujer, y nieto de Don
Juan Gaytán de Ayala, hijo de Luis Gaytán de Ayala y de su mujer Inés Suarez de
Toledo, Caballero de la Orden de Calatrava, Conde del Sacro Imperio, y de Doña
Mariana de Guzmán su mujer, hermana del primer marques de Toral en León. Son
sus hijos Don Juan Francisco Gaytán de Ayala Conde del Sacro Imperio, Don
Manuel Gaytán, y Doña Antonia, Religiosa Agustina Recoleta en Santa Isabel la
Real de Madrid. Doña Ana Margarita de Villalobos y Calatayud es por su madre de
los Calatayud que son señores del Provencio en Cuenca. Antonio de Calatayud,
señor de Villa del Provencio, y María de Zanoguera, señora de Catarroja, son
sus abuelos maternos. Tabla genealógica de la familia Gaytán de Ayala, condes
del Sacro Romano Imperio. Salazar y Castro. Empieza en Juan Dávalos, vecino de
Illescas. Termina en su sexto nieto Juan Francisco Gaytán de Ayala y Acuña,
conde del Sacro Romano Imperio.
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En la capilla de los Reyes Viejos de Toledo de la catedral
de Toledo estaban enterrados los reyes Sancho IV, Alfonso VII el Emperador y
Sancho III el Deseado.
La capilla de los Reyes Nuevos de Toledo es una capilla
de la catedral de Toledo, la segunda capilla real que construyeron los reyes de
Castilla en dicha catedral.
Fue iniciada por Enrique II de Castilla, primer rey
de la casa de Trastámara, que buscó el marco legitimador que ofrecía la
catedral toledana al albergar la capilla de los Reyes Viejos.
En esta capilla
de los Reyes Nuevos están enterrados los siguientes reyes.
Enrique II de
Castilla (1333-1379), hijo de Alfonso XI el Justiciero.
Juana Manuel
(1339-1381), esposa de Enrique II e hija de Don Juan Manuel. Juan I de Castilla
(1358-1390), hijo de Enrique II de Castilla.
Leonor de Aragón (1358-1382),
esposa de Juan I de Castilla e hija de Pedro IV de Aragón.
Enrique III de
Castilla (1379-1406), hijo de Juan I de Castilla. Catalina de Lancáster
(1373-1418), esposa de Enrique III de Castilla e hija de Juan de Gante.
No se
encuentra en su emplazamiento original, habiendo sido trasladada en el siglo
XVI. La actual capilla está situada entre el lado norte de la de Santiago y la
de Santa Leocadia, en la cabecera, en el lado norte. Los reyes nuevos de
Toledo. Cristóbal Lozano, 1698 Toletum número 57.
Boletín de la Real Academia
de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo. Las Capillas Reales de la
Catedral Primada. Mario Arellano García.
Monasterio de Nuestra Señora de Monsalud.
Situado en las proximidades de Córcoles, en el obispado de
Cuenca. Resulta difícil precisar sus orígenes. Pudo ser fundado en 1141 por
Alfonso VII.
La noticia parece tomada de los falsos cronicones, pero es
imposible contrastarla ya que el archivo del monasterio fue destruido por un
incendio de enero de 1428.
En junio de 1167 don Juan, Arcediano de Huete, dio
la posesión de la aldea de Córcoles al monasterio cisterciense que llevaba
varios años formado y construyéndose, y al que dona sus vacas, yeguas, puercos
y colmenas, bienes muebles e inmuebles.
Dos años después, Alfonso VIII confirmó
la donación y señaló los términos: desde el río Guadiela hasta Pareja y desde
Sacedón a Alcocer.
Declara libre el ganado del monasterio en todo el reino y
exime de impuestos tanto a los monjes como a sus mercaderías.
Es la primera
alusión a la ganadería como actividad económica.
El mismo monarca le concedió
la villa de Alocén en 1177, y en 1210, 20 cahíces de sal en las salinas de
Atienza. Por una Bula de confirmación de Inocencio IV de 1250, conocemos las
donaciones territoriales hechas al monasterio de Monsalud hasta entonces:
Córcoles, Alcocén; Valdeloso; Cajatono; Valmera, en el camino de Pareja;
Buenafuente, pago del término de Córcoles; Villafranca, junto al Tajo, en Auñón;
una viña y una fanega de tierra en Villaverde del Costado; en Canalejas y otros
lugares.
Por primera vez se hace alusión a las viñas que adquirirán un gran
desarrollo durante el siglo XV.
Por último, Alfonso XI otorgó carta de amparo
para el monasterio y para sus vasallos y ganados.
El siglo XIV supone un
retroceso en la actividad económica del monasterio, que se ve obligado a vender
y a censar algunas de sus propiedades.
Otras simplemente fueron usurpadas, como
manifiesta Clemente VII en la bula dirigida al arzobispo de Toledo para que
desagravie al monasterio de diezmos y otros muchos bienes que tanto
eclesiásticos como seglares habían tomado, y para que vuelva y restituya a los
monjes en la posesión de todo.
La villa de Auñón había comprado en 1353 el
lugar de Villafranca al monasterio.
En 1396 el abad dio en censo un molino que
el monasterio de Monsalud tenía en Córcoles al Concejo, con la condición de que
éste edificara otro lagar junto a la puerta del monasterio, porque éste carecía
de medios para poder hacerlo, más tres cántaros de aceite al año; ya los
vecinos de Alocén unos molinos y unas tierras en aquel lugar.
Pero el hecho que
marca más claramente el retroceso es el contrato de perpetuo que Fr. Martín
Medina, abad de Monsalud, estableció con el obispo de Cuenca sobre toda la
hacienda de Picazo y Paradejas, por 500 fanegas de trigo y 1.000 mrs. cada año,
puesto todo en Alcocer.
Estas heredades, en el s. XVI, llegarán a alcanzar un
valor de 100.000 mrs. anuales.
Sin embargo el monasterio conservó algunas
heredades.
Cuando en 1560 se escribe el
Libro de la fundación del Monasterio se señalan varias, de las que no se conoce
la fecha de adquisición por el incendio del archivo, pero de las que se señala
su "posesión pacífica e inmemorial": en la villa de Salmeroncillos de
Abajo una casa, una era y en la vega tierras, con una capacidad de 250
almudadas de sembradura; en la de Valdeolivas una buena casa con corral y una
cueva grande y otra pequeña, una tierra y nueve tinajas del Toboso, más 12
pedazos de tierras plantadas de viñas, olivos y frutales; en Villalba, en el
lugar de la Moraleja, una casa medio asolada con un corral, y el heredamiento
de La Cota; la granja de Villaverde, en término de Castejón, una tierra de
1.117 almudadas de trigo en sembradura, un molino harinero con cinco ruedas, un
batán y unas casas con dos corrales y caballerizas.
Cuando en 1489 se hizo el
reconocimiento de las heredades de la Moraleja y la Serna se contaron 96.500
vides propiedad del monasterio; y diez años después 22.000 vides en la heredad
de la Vega, lo que parece indicar la orientación vitivinícola de su actividad
económica.
Fue un monasterio pobre, con escasa comunidad.
En 1560 hay siete
sacerdotes, dos ordenados de epístola, un lego, un monje, un clérigo, dos donados
y un mozo que donó lo que tenía por su mantenimiento; y estaba cargado de
deudas, debiendo 106.703 maravedís., viéndose en la necesidad de vender
tierras.
I Congreso de Historia de Castilla-La Mancha Tomo VI Campesinos y
señores en los siglos XIV y XV, 1988.