viernes, 30 de abril de 2010

Pedro Gonzalez de Mendoza. El gran cardenal Mendoza.

Es el sexto hijo, de los diez que tendría el matrimonio, de Iñigo López de Mendoza, I marqués de SANTILLANA, I conde del Real de Manzanares en 1445, señor de Hita y Buitrago, capitán general de las fronteras de Granada y en el reino de Jáen, 1398-1458. Casa en 1412, a los 14 años, con Catalina Suárez de Figueroa, señora de Tamajón, Serracines, del Fresno, Daganzo, Monasterio y Campillo, hija de Lorenzo Suárez de Figueroa, señor de Feria y Zafra, maestre de la orden de Santiago, y de su segunda mujer María de Orozco. Es su hermano y primogéntio Diego Hurtado de Mendoza, I duque del INFANTADO, que sigue, nace en 1415/1417. Su padre tenía 17 ó 19 años. Muere en enero de 1479.

Es Pedro González de Mendoza, el Gran Cardenal, obispo de Calahorra en 1454, de Sigüenza en 1464, arzobispo de Sevilla en 1474, de Toledo en 1482, cardenal en 1473, primado de España en 1482, «el tercer rey de España durante el reinado de los Reyes Católicos», Nace en 1428 y muere en 1495.

Al Cardenal se le conocían tres hijos, que la reina Isabel conocía como "los lindos pecados del Cardenal". De los amores que a partir de 1460 tuvo con Mencía de Lemos, acompañante de la reina Juana, nacieron dos hijos: Rodrigo Díaz de Vivar y Mendoza, futuro marqués del Cenete, nacido en Guadalajara en el palacio de los Mendoza en 1462, y Diego, luego conde de Mélito y señor de Almenara, nacido en 1468 en el Real del Manzanares.

Es el sexto hijo, de los diez que tendría el matrimonio, de Iñigo López de Mendoza, I marqués de SANTILLANA, I conde del Real de Manzanares en 1445, señor de Hita y Buitrago, capitán general de las fronteras de Granada y en el reino de Jáen, 1398-1458. Casa en 1412, a los 14 años, con Catalina Suárez de Figueroa, señora de Tamajón, Serracines, del Fresno, Daganzo, Monasterio y Campillo, hija de Lorenzo Suárez de Figueroa, señor de Feria y Zafra, maestre de la orden de Santiago, y de su segunda mujer María de Orozco. Es su hermano y primogéntio Diego Hurtado de Mendoza, I duque del INFANTADO, que sigue, nace en 1415/1417. Su padre tenía 17 ó 19 años. Muere en enero de 1479.


Es Pedro González de Mendoza, el Gran Cardenal, obispo de Calahorra en 1454, de Sigüenza en 1464, arzobispo de Sevilla en 1474, de Toledo en 1482, cardenal en 1473, primado de España en 1482, «el tercer rey de España durante el reinado de los Reyes Católicos», Nace en 1428 y muere en 1495.

Al Cardenal se le conocían tres hijos, que la reina Isabel conocía como "los lindos pecados del Cardenal". De los amores que a partir de 1460 tuvo con Mencía de Lemos, acompañante de la reina Juana, nacieron dos hijos: Rodrigo Díaz de Vivar y Mendoza, futuro marqués del Cenete, nacido en Guadalajara en el palacio de los Mendoza en 1462, y Diego, luego conde de Mélito y señor de Almenara, nacido en 1468 en el Real del Manzanares.

En 1476, pidió la legitimación de sus dos hijos a la reina Isabel, que le fue concedida el 15 de junio de ese año; en 1478, Sixto IV, concedió al cardenal, autorización para testar a favor de sus hijos, y su sucesor Inocencio VIII en 1486 le concedió la verdadera legitimación. Años después, los Reyes Católicos concedieron la capacidad de instituir, los mayorazgos, que quisiera a favor de sus hijos. Aquí aparece, el tercer hijo del cardenal, Juan Mendoza, nacido años atrás en Valladolid, de Inés de Tovar, y al que no se le consignaría mayorazgo alguno.

En la ciudad de Guadalajara, el 11 de enero de 1495, tras casi un año prostrado por una grave enfermedad renal y recibiendo la visita de los Reyes Católicos en más de una ocasión, moría el Gran Cardenal. Dejó como heredero de todos sus bienes al hospital de la Santa Cruz de Toledo. Su féretro acompañado por los Reyes, en una solemne comitiva, que duró cuatro días, trasladó el cadáver, desde Guadalajara hasta Toledo, donde fue enterrado en el presbiterio de la catedral como él había elegido.

Las mujeres de Rodrigo y Luis son primas hermanas por la casa de Medinaceli y por la de Mendoza, las dos nietas del IV conde de Medinaceli y bisnietas del I marques de Santillana del que son nietos sus maridos. Es así que Rodrigo y Luis casan con hijas de dos primos hermanos. Luis e Íñigo suegros de Rodrigo y Diego, respectivamente, son nietos del marqués de Santillana al igual que lo son el propio Rodrigo y Luis.

Mendoza y Medinaceli unen politica matrimonial e intereses economicos y señoriales en las tierras altas de Guadalajara.

Buena parte de La Alcarria había pertenecido a la orden de Calatrava, que la defendieron de los reinos musulmanes. La orden de Calatrava poseyó Mondejar del S. XII al XIV y Pastrana que en el siglo XVI será vendida a los príncipes de Éboli. Los Orozco primero, y luego sus herederos los Mendoza, recibirían gran parte de Guadalajara como mercedes reales.

Rodrigo Díaz de Vivar y Mendoza, 1468 en Manzanares-1523. I conde del Cid en tierras de Jadraque, I marqués del Cenete, Granada, en 1491, señor del castillo del Cid y del estado de Jadraque. Fue el hijo primogénito del Gran Cardenal Mendoza. Su nombre se debe a la idea del Cardenal de que los Mendoza emparentaban con El Cid Campeador. Así, cambia el nombre del castillo de Jadraque por el de El Cid para que Rodrigo fuera conde del Cid.

El mayorazgo del marqués incluía las baronías deAyora, Alazque, Alberique y Gavarda en el reino de Valencia y los señoríos de Jadraque, el Castillo del Cid y Alcocer en Guadalajara.

En 1469, se produce el cambio entre Alfonso Carrillo de Albornoz, Carrillo de Acuña, y

Pedro González de Mendoza, de las villas de Jadraque y Alcorlo por Maqueda. En 1489, Pedro González de Mendoza hace donación a su hijo Rodrigo de la villa de Jadraque
con el castillo del Cid.

Rodrigo casa primero con su prima y cuñada Leonor de la Cerda y Aragón, prima hermana de Ana de la Cerda que casa con su hermano Diego y ambas son nietas del IV duque de Medinaceli. Leonor muere de de sobreparto, hija de Luis de la Cerda, I duque de Medinaceli, y de de su segunda mujer, Ana de Navarra, hija natural de Carlos de Navarra, principe de Viana, sin sucesión.El I duque de Medinaceli casa primero con su prima hermana Catalina Laso de Mendoza, hija de Pedro Laso de Mendoza, hermano de la madre de su marido y ambos hijos del I marqués de Santillana. Este matimonio es disuelto por consanguinidad sin dispensa pontificia y sin dejar hijos. Casa Catalina después con Pedro de Castilla, descendiente de Pedro I de Castilla. De ellosen tierras de Cuenca los señores de Montalbo y los de Villares del Saz, estos luego marqueses de Campo Real, y los señores de Villamanrique del Tajo, vizcondes del Castillo de Tajo y condes de Villamanrique, luego marqueses de Valenzuela.

Es Carlos de Navarra hijo del primer matrimonio de Juan II de Aragón con Blanca de Navarra y heredero del trono de Aragón y Navarra al que no accedería, y si hacerlo su hermanastro Fernando, luego el Católico.

El 23 de septiembre de 1461 , el príncipe de Viana muere a los 40 años, en el palacio real de Barcelona, con la sospecha de haber sido envenenado por su madrastra Juana Enríquez, madre del segundón Fernando. Es Juana Enríquez nieta de Juana de Mendoza y Ayala, tía del I marqués de Santillana.

Casa después Rodrigo con María de Fonseca y Toledo, hija primera de Alonso de Fonseca y Toledo, III señor de Coca y Alaejos, y de María de Toledo, hija de Fernando Álvarez de Toledo, I conde de Oropesa, y de su prima y primera mujer Mayor Carrillo de los I condes de Alba de Tormes, con sucesión en los marqueses de Cenete. Su segunda hija, Maria, señora de y III marquesa de Cenete casa con su primo Diego Hurtado de Mendoza, conde de Saldaña, hijo del IV duque del Infantado y heredero del ducado que premuere a su padre. Son Maria y Diego padres del V Infantado que es padre de Ana la VI duquesa del Infatado que casa con su tio paterno Rodrigo. Son Ana y Rodrigo abuelos del VII duque, sin hijos, y de su hermana la VIII titular de Infantado. Con sucesión en Infantado.

Vemos como el Cardenal une su desendencia a la de su hermano el I duque del Infantado.

Diego Hurtado de Mendoza, I conde de Melito y de Aliano en 1489. Muere en 1536. Nacería como su hermano en Manzanares. Casa con su prima Ana de la Cerda, su prima hermana Leonor casa Rodrigo, hermano de Diego. Es Ana nieta de Leonor de la Vega y Mendoza, señora de Cogolludo en Guadalajara- fue Cogolludo de la orden de Calatrava, luego de los Orozco, de los Mendoza, pasando a los de la Cerda, Medinaceli-, hermana del Gran Cardenal. Es Ana señora de Miedes y Mandayona, muere en Toledo en 1553, hija de Iñigo López de la Cerda y Mendoza, hijo de los IV condes de Medinaceli, hermano del I Duque, señor de Miedes de Atienza y de Mandayona por su matrimonio con Brianda de Castro, señora de Mandayona con la que casa en 1481, hija de García de Castro, señor de Castroverde, y de Mencía de Guzmán, con sucesión, los principes de Melito y duques de Francavilla, y los condes de Galve. Es Diego nieto del I marqués de Santillana y Ana bisnieta del Marqués.

En el siglo XIV es señor de Mandayona Iñigo López de Orozco, a quien hereda, en 1375, su hija María López. Juana de Orozco, hermana de Maria, por su boda con Gonzalo Hurtado de Mendoza, señor de Mendoza, es la bisbuela del I marqués de Santillana.

En 1434, Juan II , separa de la tierra de Atienza a Jadraque, y a Mandayona y Miedes. Da Mandayona y Miedes en dote a María de Castilla, que casaba con Gómez Carrillo, que había recibido Jadraque. El hijo de éste, Alfonso Carrillo de Acuña, vendió Mandayona y Miedes en 1478 a Brianda de Castro, por un millón y medio de maravedíes. Brianda había casado con Pedro González de Mendoza, señor de Almazán y Monteagudo, de la otra rama mendocina que asentó en tierras de Soria, y en segundas nupcias con Iñigo de la Cerda y Mendoza, señor de Miedes.

Era este hermano del primer duque de Medinaceli, señor de Cogolludo por su madre, y ambos nietos del I marqués de Santillana.


Mandayona incluía en su señorío los lugares de Villaseca, Aragosa, Mirabueno y Algora.


La hija de Íñigo y Brianda, Ana de la Cerda, casó con su primo Diego de Mendoza, conde de Mélito, segundo hijo del cardenal de Mendoza. De estos señores, pasó el señorío a su nieta, doña Ana de Mendoza y de la Cerda, Princesa de Melito, duquesa de Pastrana, y por su matrimonio princesa de Eboli. Luego sus descendientes duques del infantado.


Son el Cardenal, Diego y sus descendientes señores en Cuenca de La Puebla de Almenara.


El señorio de Miedes incluia los los lugares de Ujados, Hijes, Somolinos, Torrubia, Albendiego, Campisábalos y ambos Condemios.

Gómez Carrillo es hijo de Lope Vázquez de Acuña, I señor de Buendía y Azañón, y de Teresa Carrillo de Albornoz, quien recibe de su padre el señorío de Paredes y de su madre Portilla, Valtablado de Beteta, Valdejudíos, Navahermosa, en tierras de Huete, y del lugar de Ciruelas en tierra de Hita. Es Gómez Carrillo, señor de Jadraque, camarero mayor del Rey. Casó el 8 de agosto de 1434 con María de Castilla, señora de Mandayona y Miedes; hija del infante Diego de Castilla y de Isabel de Salazar; nieta del Rey Pedro I Castilla y de Isabel de Sandoval. Padres de Leonor Carrillo de Albornoz que casó con su pariente Álvaro de Mendoza, hijo del II duque del Infantado, y de Alfonso Carrillo de Albornoz, señor de Jadraque, que intercambia por Maqueda, Toledo, al Cardenal en 1469.

Tiene el Gran Cardenal un hijo natural con Inés de Tovar llamado Juan Hurtado de Mendoza, destinado para el estado eclesiástico, se decidió para las armas. Casa primero con una sobrina de la primera mujer de su hermanastro Rodrigo, Anne de Beaumont, hija de Luis de Beaumont, II conde de Lerín, II condestable de Navarra, I canciller mayor del Reino de Navarra, I marqués de Huéscar, III señor de las baronías y castillos de Dicastillo, San Martín, Curton, Guissens, muere decapitado en Aranda de Duero en 1508, y de Leonor de Aragón, hija natural de Juan II de Aragón y Navarra, hermanastra del principe de Viana y de Fernando, su descendencia pasa a Francia. Casa después con Inés de Orozco, hija de Juan Perez de Orozco, sin sucesión. Por tercera vez con su prima segunda Mencia de la Vega y Sandoval, señora en Palencia de Castrillo de Villavega, Guardo y Torredehumos, -casada primero con su también primo segundo Pedro González de Mendoza, hijo del I duque del Infantado y primo hermano de su segundo marido-, hija de Diego de Sandoval y Rojas, señor de Cea, hijo del I señor de Lerma, conde de Castrogeriz, y de Leonor de la Vega, señora de las villas de Torredehumos, Castrillo y Guardo, hija de Gonzalo Ruiz de la Vega, señor de Castrillo, de Villavega, Tordehumos y Guardo, hermano del I marqués de Santillana, y de su primera mujer Mencía Téllez de Toledo, sin sucesión.

Mencia de la Vega y Sandoval casa en cuatro ocasiones sin hijos de ninguno de estos cuatro matrimonios. Deja sus señorios a su primo el III duque del Infantado. Mencía Sandoval de la Vega otorgó testamento el 21-VIII-1514 y en el dejó como mayorazgo a su sobrino, el tercer Duque del Infantado, las villas de Castrillo de Villavega, Guardo, Tordehumos, Castrejón y cuatro casas en Carrión.

El Condado de Saldaña, es un título nobiliario español, creado por los Reyes Católicos. El 22 de julio de 1479, los Reyes Católicos, Fernando e Isabel, conceden el ducado del Infantado a Diego Hurtado de Mendoza, junto con el señorío de Saldaña, con rango de condado, concedido también el mismo dia, para que éste lo ostententaran los herederos del ducado. El condado de Saldaña, junto con el marquesado de Santillana y el condado del Real de Manzanares, ha sido llevado por todos los herederos del ducado del Infantado.


Es hermano del I duque del Infantado Pedro Laso de Mendoza, señor del Valle de Lozoya, y de Mondéjar por su mujer Inés Carrillo, señora de Mondéjar, señora de Mondéjar, hija de Juan Carrillo, señor de Mondéjar, y de María de Sandoval. Padres de Marina Laso de Mendoza que casa con su primo-hermano Iñigo López de Mendoza y Quiñones, II conde de Tendilla, I marqués de Mondéjar- casa este después con Francisca Pacheco de los I duques de Escalona-, señor de Almoguera, capitán-general del reino de Granada, capitán-general de la Alhambra y fortalezas de Granada, hijo de Iñigo López de Mendoza, I conde de Tendilla, y de Elvira de Quiñones, hija de Diego Fernández, III señor de Luna, y de María de Toledo, hija de los II señores de Valdecorneja, sin sucesión.

y de Catalina Laso de Mendoza, señora de Valhermoso y de Mondéjar que casa primero (desuelto por razón de consangunidad y matrimonio sin dispensa pontificio) con Luis de la Cerda, V conde y I duque de Medinaceli, I conde del Gran Puerto de Santa María, señor del estado de Huelva, de las villas de Cogolludo y su tierra, de las de Deza y Cigüela, -casa después con Ana de Navarra de los principes de Viana-, hijo de Gastón de la Cerda, IV conde de Medinaceli, señor del Gran Puerto de Santa María, de la villa de Cogolludo, Loranca, los Arcos, Enciso, Barca, Somaén, Bembibre, Peña de Valderia y Castrocalbon, y de Leonor de la Vega y Mendoza, señor de la villa de Cogolludo y su tierra, hija segunda de Íñigo López de Mendoza, I marqués de Santillana, y de Catalina de Figueroa, hija de los señores de Feria y Zafra, sin sucesión. Casa después Catalina con Pedro de Castilla, corregidor de Toledo, hijo natural de Pedro de Castilla, arcediano de Alarcón , obispo de Osma y de Palencia, gran servidor de su sobrino el rey Juan II, se halló en la batalla de Olmedo 1455, nieto del rey Pedro I el Cruel, en María Fernández Bernal, de Salamanca, con sucesión ya nombrada antes.



jueves, 29 de abril de 2010

El palacio del duque de Anglada, Palacio de Larios, y el parque del Retiro. Madrid. El Hotel Villamagna.


Palacio de Anglada. Fachada de la calle Serrano. Levantado por Juan de Anglada hacia 1875.
En la manzana comprendida entre las calles del Marqués de Villamagna y José Ortega y Gasset estuvo el palacio de Anglada. Vistas del hotel Villamagna en la avenida de la Castellana, donde tenia su fachada principal el Palacio.

La puerta del jardín del palacio de Anglada es ahora la puerta de Odonell del Parque del Buen Retiro. Del Jardín quedaron en La Castellana los dos cedros que podemos ver delante del hotel Villamagna,, construido sobre los terrenos que ocupaban el Palacio. El derribo de este Palacio en el año 1962 podemos considerarlo una auténtica catástrofe en la sucesión de hechos de este tipo ocurrida en Madrid. Díez años más tarde se levanta el Hotel.

El Palacio de Anglada fue levantado alrededor de un gran patio cerrado, al estilo árabe que entonces estaba de moda. Su calidad era tan alta y las escayolas imitando las formas de la Alhambra de Granada tan perfectas, que impresionaba a los visitantes. En torno a él se distribuían las distintas dependencias, dormitorios, comedor, despachos, gabinetes, tocadores… Además, los mejores pintores y escultores participaron en la decoración interior. En la buhardilla se hallaban las habitaciones destinadas a la numerosa servidumbre que solían tener este tipo de personajes y que realmente necesitaba el cuidado de un palacio de tales dimensiones, y tan costoso. Pero, antes de que terminara el siglo, Anglada se arruinó, y el Banco Hipotecario se hizo cargo del edificio.

En junio de 1895 se abrió al público para una exposición de arte que alcanzó gran notoriedad en la prensa de la época debido a las maravillas que mostraba. Posteriormente, el edificio permaneció cerrado hasta que en los comienzos del siglo XX pasó a ser propiedad del marqués del Genal y sus sobrinos los marqueses de Larios.

martes, 27 de abril de 2010

La Gran Vía. Madrid. Fachadas.






































El Cristo de Medinaceli. Madrid.

La imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, pertenece a la Escuela Sevillana, taller de Juan de Mesa o alguno de sus discípulos: Luis de la Peña o Francisco de Ocampo. Tallada en la primera mitad del siglo XVII en Sevilla, fue llevada por los Capuchinos a la plaza fuerte de Mehdía o Mámora (Marruecos), para culto de los soldados españoles. En Abril de 1681, cae prisionera de los moros, la arrastran por la calles de Mequinez, y la rescatan los Trinitarios, llegando a Madrid en el verano de 1682. Llega con fama de milagrosa. Ese mismo año se organiza la primera procesión a la que asiste el "todo Madrid", pueblo fiel, nobleza y casa real. Desde entonces todos los años, en la gran romería del primer Viernes de marzo, asiste algún miembro de la familia Real

Debido a diversos avatares históricos, la imagen ha recorrido varias iglesias de Madrid y en los años 1936-1939 fue trasladada a Valencia, Cataluña y Francia, para terminar en Ginebra (Suiza), participando juntamente con todo el tesoro artístico español, en una gran exposición de arte en el Palacio de la Sociedad de Naciones. Terminada la contienda española regresará a su iglesia de la plaza de Jesús, en Madrid, donde es visitada continuamente por sus fieles.

La imagen del Cristo es de la primera mitad del siglo XVII, con 1,73 metros de altura. Fue tallada en Sevilla, lo que explica que su iconografía es la correspondiente a los Cristos llamados "de la Sentencia". La imagen se realizó por encargo de la comunidad de los Padres Capuchinos de Sevilla, quienes la llevaron a la colonia española de Mámora en el norte de África. El padre franciscano Fray Francisco Guerra, y el Obispo de Cádiz a cuya jurisdicción eclesiástica pertenecía esta plaza africana llamada por los españoles San Miguel de Ultramar, intervinieron directamente en su traslado. Hay constancia documentada de que en el año 1681 la imagen era venerada en la referida plaza. El l día 30 de abril de 1681, Mámora cayó en manos de Musley Ismael y su ejército y la imagen del Nazareno fue también capturada y llevada a Mequínez. La historia atestigua asimismo que en Mequínez, y por orden expresa del Rey Muley, la imagen fue arrastrada por sus calles en señal de odio contra la religión cristiana y hasta algunos aseguran que, como si se tratara de carne humana, fue arrojada a los mismos leones... Exactamente en un muladar la imagen fue vista por el Padre de la Orden de la Santísima Trinidad, Fray Pedro de los Ángeles, quien solicito el rescate de la imagen como si se tratara de un ser vivo. Se dice que el rey le permitió al padre trinitario custodiar la imagen, hasta que reuniera el dinero para su rescate, amenazándole que, de no hacerlo así, lo quemaría a él y a la imagen. El Padre General de la Orden mandó a los Padres Miguel de Jesús, Juan de la Visitación y Martín de la Resurrección que se encargaran de servir de mediadores en la solución del problema y estos lograron convencer al rey Muley de que tasara el rescate de la imagen pagando su peso en oro. La leyenda activa sus recursos y se asegura que la balanza se equilibró exactamente cuando se acumularon treinta monedas. Una y otra vez efectuada esta operación, el resultado fue siempre idéntico, con lo que el recuerdo del episodio evangélico en el que Cristo mismo apareció valorado en esas 30 monedas resultaba milagroso.

La primera advocación popular con la que consta que fue invocada la imagen del Cristo fue la de "Jesús del Rescate". Ya el 28 de enero de 1682, día de la constitución de la "Real Esclavitud", hay referencias de una Comunión General
«en memoria de haber sido en el que quedó por propia de la Religión y enegenada de los infieles de la Santísima imagen de Jesús».

La imagen, ya rescastada, pasó después a Tetuán, de allí a Ceuta, y por Gibraltar a Sevilla, hasta llegar a Madrid, siendo entronizada en el convento de los Padres Trinitarios Descalzos, junto al que en 1689 se le erigió una capilla, donación de los duques de Medinaceli, que posteriormente sería ampliada y enriquecida por los mismos duques. A consecuencia de las primeras leyes de supresión de las órdenes Religiosas dictadas por José Bonaparte, la imagen del Cristo paso al
convento de los Padres Basilios y posteriormente a la iglesia parroquias de San Martín. El día 17 de octubre de 1814 volvió de nuevo al Convento de los Padres Trinitarios donde permaneció hasta el decreto de Desamortización firmado por Mendizábal en 1836. Por él la imagen volvió otra vez a peregrinar por Madrid, en esta ocasión hacia la iglesia de San Sebastián en la que permaneció diez años cuando, gracias a la influencia del Duque de Medinaceli, volvió a la capilla del antiguo convento de Trinitarios, regentado entonces por las Religiosas Concepcionistas de Caballero de Gracia y después por las Agustinas y las Carmelitas de Santa Ana. Fue en 1890 cuando, al derribarse el convento de los Capuchinos de San Antonio del Prado, sus patronos, los duques de Medinaceli, pensaron instalar definitivamente en su nueva capilla la imagen del Cristo. Esto acontenció el día 8 de julio 1895, interviniendo en la donación la duquesa Madre de Medinaceli doña Casilda Salabert y Arteaga.

El día 13 de marzo de 1936 los devotos y vecinos del convento lograron impedir que la imagen fuera destruida al presentarse en el templo un piquete de revolucionarios con tales intenciones. En la noche del 17 de julio del mismo año los frailes ocultaron la imagen en una caja de madera, y envuelta en sábanas, en los sótanos del convento. Alojándose en el mismo el batallón republicano conocido con el sobrenombre de "Margarita Nelken", y para mitigar el frío del invierno madrileño que allí padecían sus tropas, al buscar unas tablas para calentarse se encontraron con la sorpresa de la caja que contenía la sagrada imagen... Al comprobar Juan Manuel Oliva, jefe del batallón, "a las cuatro de la tarde" que se trataba del Cristo de Medinaceli, no sólo por motivos artísticos, sino también religiosos, entregó la imagen a la "Junta del Tesoro", que la trasladó bien pronto a la ciudad de Valencia, concretamente al Colegio del Patriarca. En marzo de 1938 fue transportada a Barcelona y, antes de ser conquistada por los "nacionales" esta ciudad el día 3 de febrero de 1939, fue trasladada con todo el Tesoro Artístico a la ciudad suiza de Ginebra, a la que llegó el día 12 de febrero.
Cuando terminó la guerra y fue recuperado el Tesoro, don Fernando Álvarez de Sotomayor, representante del nuevo Gobierno español, consiguió que la imagen del Cristo saliera de Ginebra el día 10 de mayo de 1939, siendo esperada con toda devoción en Pozuelo de Alarcón, Madrid. En su estación de ferrocarril fue recibida con honores militares y de ella se hizo cargo la Junta de la Real Esclavitud, llevándola a Madrid, momentáneamente al monasterio de la Encarnación. La víspera de la festividad de San Isidro, el día 14 de mayo, todo el pueblo de Madrid se organizó en solemne procesión acompañando la imagen hasta el altar de su templo. Siempre, pero sobre todo los viernes del año, y más desbordantemente el primer viernes de marzo, son incontables las personas que acuden a venerar al Cristo de Medinaceli, para lo que han de aguantar largas horas de espera y de incomodidades aún climatológicas, hasta conseguir besarle el pie y formularle las tres peticiones rituales.

La procesión que a las siete de la tarde comienza a recorrer las calles de Madrid con la imagen del Cristo el Viernes Santo y que organiza la "Archicofradía Primaria nacional de la Real e Ilustre Esclavitud de Nuestro Padre Jesús Nazareno" es ciertamente espectacular y en ella son muchos los que le expresan sus muestras de devoción, agradecimiento y sacrificio de múltiples maneras, rozando algunas de ellas hasta los límites de lo esperpéntico a veces, y otras, de los sacrificios cruentos.

Hay que resaltar que entre los madrileños la devoción al Cristo de Medinaceli va en aumento, A la Esclavitud de Nuestro Padre Jesús, fundada en 1710, perteneció gran parte de la nobleza española incluidos los miembros de la Casa Real y el duque de Medinaceli, que ostentó siempre el título de Hermano Mayor. En la actualidad son unos 8.000 los miembros inscritos, con mención también para tantas otras Esclavitudes filiales registradas en muchas otras partes de España y del extranjero.