Padilla y Luna, marqués del Castillo de Bayuela y Montes Claros.
Los Carrillo de Albornoz, señores de Paredes.
Tendrá que llegar el siglo XX para ver la repoblación de Paredes. Álvaro Carrillo de Albornoz señor de Albornoz, hijo de Gómez Carrillo “el Feo” sobrino de Teresa Carrillo de Albornoz, afirmaba que “su padre, por su descuido y negligencia, dexaron despoblar las villas de Paredes y Albornoz”. En torno a lo que fue casa de los señores de Paredes se construye un nuevo pueblo que sigue las directrices urbanísticas que son comunes a las poblaciones creadas de nueva planta o ampliadas para realojar a los habitantes de localidades anegadas por la construcción de un pantano en sus tierras. Los habitantes del pueblo de Santa María de Poyos, su término municipal quedó integrado en 1967 en el de Sacedón, fue vicaria de Poyos de la orden de San Juan de Jerusalén de la comunidad de villa y tierra de Huete, con 116 vecinos a mediados del siglo XVIII serán los protagonistas de este acontecimiento a mediados del siglo XX.
Poyos que había pasado de la intendencia de Cuenca a la provincia de Guadalajara a mediados del XIX, ve como parte de sus vecinos vuelven a Cuenca para ocupar Paredes en donde fueron realojados al ser Poyos uno de los pueblos que se encontraba en tierras anegadas por las aguas embalsadas en el pantano de Entrepeñas inaugurado en el año 1955, pero que desde 1952 ya había empezado a inundarlas; Su población era de casi 469 habitantes en el año 1950. A Paredes pasan 45 familias, otras lo hacen a San Bernardo en Valladolid En el término de Valbuena de Duero-donde se encuentra el monasterio de Santa Maria de Valbuena sede de la Fundación Las Edades del Hombre- y unas 30 se trasladan a Aranda de Duero en Burgos
La rica heredad de Paredes fue objeto de usurpaciones en sus tierras y rentas así como de litigios constantes entre los descendientes Buendía y sus primos los descendientes de Álvaro Carrillo de Albornoz hermano de Teresa. Los condes de Buendía pleitearon de manera repetida por su posesión y lo mismo hicieron entre ellos los propios descendientes de Álvaro, todos alegando títulos y derechos a su propiedad y presentado numerosos repetidos conflictos ante los Reyes Católicos. Es en la actualidad como resultado de herencias y matrimonios la Casa de Medinaceli titular del condado de Buendía, XXIII condesa de Buendía.
El lugar de Paredes era señorío de los Carrillo, de Gómez Carrillo "el Viejo", y desde 1423 de los Carrillo de Albornoz, de Teresa Carillo de Albornoz, continuando en propiedad de la Casa de los condes de Buendía, Carrillo de Albornoz Acuña- primos de los titulares del marquesado de Villena y del ducado de Osuna-, que son Acuña Carrillo de Albornoz hasta el siglo XVI.
Era la heredad de Paredes en la jurisdicción de Huete término particular cerrado con una superficie de unas dos mil hectáreas. En el siglo XV, era señorío de Teresa Carrillo de Albornoz a quien le viene de su padre Gómez Carrillo de Castañeda “el Viejo” señor también de Ocentejo en Guadalajara, pariente de los Carrillo de Huete señores de Priego por su descendencia común de Gómez García señor de Quintana, Ormaza, Mazuelo y otros lugares en tierra de Burgos; que se halló en la conquista de Cuenca y fue capitán de las gentes de Burgos en la batalla de las Navas de Tolosa en 1212.
Casa Gómez Carrillo con Urraca de Albornoz, hija del V señor de Albonoz, señora de Valdestablos y de un tercio del lugar de Ciruelos- Ciruelos del Pinar, Guadalajara- que luego sería en su totalidad señorío del matrimonio-. Urraca era titular igualmente del señorío de Valtablado de Beteta y Portilla en la serranía de Cuenca y de heredamientos en tierras del municipio de Campos del Paraíso como es el caso de la aldea de Valdejudios en tierras de Carrascosa del Campo y de la de Navahermosa en el límite de los términos de Loranca del Campo, Alcázar del Rey y Vellisca y ahora del término de este último pueblo. Era Urraca tía abuela de Álvaro de Luna condestable de Castilla con Juan II siendo su marido ayo del príncipe Juan y el que introduce al futuro condestable en la Corte como paje del príncipe.
Gómez Carrillo “el Viejo” y Urraca Albornoz son padres de cuatro hijos, dos varones y dos hembras, el primogénito Álvaro Carrillo de Albornoz recibe Ocentejo siendo su hermana Teresa Carillo de Albornoz quien recibe de su padre el señorío de Paredes y de su madre Portilla, Valtablado de Beteta, Valdejudíos, Navahermosa y el lugar de Ciruelos. Casa con Lope Vázquez de Acuña. Fue Lope Vázquez de Acuña responsable del Concejo de la Mesta, perteneció al consejo real de Juan II y fue guarda mayor del monarca, cargo que mantuvo durante el reinado de Enrique IV. El linaje portugués de los Vázquez de Acuña titulares de señoríos en la Alcarria conquense a finales del siglo XIV refuerza su presencia mediante su unión con los Carrillo de Albornoz. Durante el reinado de Juan II, hijo de Enrique III, Lope Vázquez de Acuña, afincado en la ciudad de Cuenca, ejerció los cargos concejiles de alcalde y regidor, y refuerza su presencia en estas tierras con la apropiación legal e ilegal de heredades en la tierra de Huete. Enrique III concedió a Lope Vázquez de Acuña las villas de Buendía y Azañón en 1398 como reconocimiento a su apoyo en las luchas de Reconquista y Juan II en 1440 le concede Villalba y otros lugares que hasta entonces habían pertenecido al alfoz de Huete. Se unió en primeras nupcias a la hija del infante don Juan de Portugal hijo del rey Pedro de Portugal, sin descendencia.
Lope Vázquez de Acuña y Teresa Carrillo de Albornoz son padres de seis hijos, el primogénito es Pedro de Acuña que recibe el mayorazgo de Buendía y es su primer Conde desde 1475. El título de condado fue concedido por el infante Alfonso en 1465 y debió ser ratificado por don Fernando y doña Isabel diez años después. Asimismo, unas casas en Buendía y la parte que le pertenecía de las casas y heredades de Jabalera, Monforte y PortalRubio. Pedro es señor de Casas de Javalera y Portal-Rubio en Cuenca y en Palencia de Monforte y Dueñas desde 1439. Guarda mayor y del Consejo de Juan II. Este monarca concedió a Pedro de Acuña 100 vasallos de tierra de Huete: 60 de Villalba, Moraleja y Mercadijas, y los 40 restantes de la tierra de la ciudad. También se garantizaba que sus vasallos pudieran gozar de los montes, aguas y pastos de Huete.
El mayorazgo de Buendía fue constituido por Lope Vázquez de Acuña y su mujer doña Teresa Carrillo de Albornoz para su hijo primogénito Pedro de Acuña de Albornoz, con facultad regia otorgada en 1446. El mayorazgo incluía la donación de tierras, vasallos, villas, lugares y otros heredades pertenecientes al patrimonio del linaje. En él quedó incluida la villa de Buendía -que partía términos con la ciudad de Huete y la Orden de San Juan- con su tierra y vasallos, pechos, derechos, rentas y términos, prados, pastos, y jurisdicción y justicia civil y criminal alta y baja y mero mixto imperio, y con todas las otras cosas pertenecientes al señorío de la villa. Asimismo, unas casas que estaban en Buendía junto a las casas que decían de Lope Sánchez, con la cueva y vasijas, y la parte que les pertenecía de las casas y heredades de Jabalera, Monforte y Portal Rubio. A su vez, Teresa Carrillo de Albornoz, por licencia del rey y con el consentimiento de su marido, estableció mayorazgo gracias a la facultad regia otorgada en 1446 en su hijo primogénito Pedro de Acuña de Albornoz, de su villa de Paredes, que partía término con Huete y Uclés, así como sus casas y heredades de Huelves y Valdejudíos, término y jurisdicción de Huete, y las casas que habían comprado en la propia Paredes.
Pedro de Acuña, I conde de Buendía, redactó su testamento en 1482. Su hijo y sucesor emparenta con la todopoderosa Casa de Mendoza casando a mediados del siglo XV con Inés Enriquez de Mendoza, hermana de la primera duquesa consorte de alba y ambas primas segunda del I duque del Infantado. Un siglo después la boda de la VIII condesa de Buendía con el I conde de Santa Gadea- de la Casa de Mendoza y primo de Inés Enríquez- lleva los títulos de Buendía a la esta rama del linaje Mendoza, que ve aumentar su prestigio cuando a inicios del siglo XVII la V condesa de Santa Gadea y XI de Buendía contrae nupcias con Cristóbal de Sandoval y Rojas I duque de Uceda hijo del I duque de Lerma y tanto padre como hijo validos del rey Felipe III. Los títulos de Lerma y Uceda se separan en los nietos del matrimonio quedando Buendía y Santa Gadea en la Casa de Lerma, pasando Uceda a la Casa de Osuna en la cual se mantiene en el presente. A mediados del siglo XVII la titular de Buendía, Gadea y Lerma casa con Juan Francisco Tomás de la Cerda VIII duque de Medinaceli, valido de Carlos II siendo la actual titular de la Casa de Medinacelli, Victoria Eugenia Fernández de Córdoba, XVIII duquesa de Medinaceli y XXIII condesa de Buendía.
Con una casa fuerte de los condes de Buendía fue coto redondo, dehesa o término particular cerrado abarcando una superficie cercana a las dos mil hectáreas. Los condes de Buendía siempre quisieron repoblarla teniendo la oposición de Alcázar que nunca consintió en ello. A fines del siglo XVIII se levanta iglesia y se puebla por su entonces dueño Vicente Maria de Palafox Rebolledo Mexia Silva VIII marqués de Ariza en Zaragoza, también en la sierra de Cuenca señor de Vadillo, Arcos de la Sierra, Portilla y Beteta al emparentar con los Carrillo de Albornoz.
Lope Vázquez de Acuña y Teresa Carrillo de Albornoz son padres de seis hijos, el primogénito es Pedro de Acuña que recibe el mayorazgo de Buendía y es su primer Conde desde 1475. El título de condado fue concedido por el infante Alfonso en 1465 y debió ser ratificado por don Fernando y doña Isabel diez años después. Asimismo, unas casas en Buendía y la parte que le pertenecía de las casas y heredades de Jabalera, Monforte y PortalRubio. Pedro es señor de Casas de Javalera y Portal-Rubio en Cuenca y en Palencia de Monforte y Dueñas desde 1439. Guarda mayor y del Consejo de Juan II. Este monarca concedió a Pedro de Acuña 100 vasallos de tierra de Huete: 60 de Villalba, Moraleja y Mercadijas, y los 40 restantes de la tierra de la ciudad. También se garantizaba que sus vasallos pudieran gozar de los montes, aguas y pastos de Huete.
El mayorazgo de Buendía fue constituido por Lope Vázquez de Acuña y su mujer doña Teresa Carrillo de Albornoz para su hijo primogénito Pedro de Acuña de Albornoz, con facultad regia otorgada en 1446. El mayorazgo incluía la donación de tierras, vasallos, villas, lugares y otros heredades pertenecientes al patrimonio del linaje. En él quedó incluida la villa de Buendía -que partía términos con la ciudad de Huete y la Orden de San Juan- con su tierra y vasallos, pechos, derechos, rentas y términos, prados, pastos, y jurisdicción y justicia civil y criminal alta y baja y mero mixto imperio, y con todas las otras cosas pertenecientes al señorío de la villa. Asimismo, unas casas que estaban en Buendía junto a las casas que decían de Lope Sánchez, con la cueva y vasijas, y la parte que les pertenecía de las casas y heredades de Jabalera, Monforte y Portal Rubio. A su vez, Teresa Carrillo de Albornoz, por licencia del rey y con el consentimiento de su marido, estableció mayorazgo gracias a la facultad regia otorgada en 1446 en su hijo primogénito Pedro de Acuña de Albornoz, de su villa de Paredes, que partía término con Huete y Uclés, así como sus casas y heredades de Huelves y Valdejudíos, término y jurisdicción de Huete, y las casas que habían comprado en la propia Paredes.
Pedro de Acuña, I conde de Buendía, redactó su testamento en 1482. Su hijo y sucesor emparenta con la todopoderosa Casa de Mendoza casando a mediados del siglo XV con Inés Enriquez de Mendoza, hermana de la primera duquesa consorte de alba y ambas primas segunda del I duque del Infantado. Un siglo después la boda de la VIII condesa de Buendía con el I conde de Santa Gadea- de la Casa de Mendoza y primo de Inés Enríquez- lleva los títulos de Buendía a la esta rama del linaje Mendoza, que ve aumentar su prestigio cuando a inicios del siglo XVII la V condesa de Santa Gadea y XI de Buendía contrae nupcias con Cristóbal de Sandoval y Rojas I duque de Uceda hijo del I duque de Lerma y tanto padre como hijo validos del rey Felipe III. Los títulos de Lerma y Uceda se separan en los nietos del matrimonio quedando Buendía y Santa Gadea en la Casa de Lerma, pasando Uceda a la Casa de Osuna en la cual se mantiene en el presente. A mediados del siglo XVII la titular de Buendía, Gadea y Lerma casa con Juan Francisco Tomás de la Cerda VIII duque de Medinaceli, valido de Carlos II siendo la actual titular de la Casa de Medinacelli, Victoria Eugenia Fernández de Córdoba, XVIII duquesa de Medinaceli y XXIII condesa de Buendía.
Con una casa fuerte de los condes de Buendía fue coto redondo, dehesa o término particular cerrado abarcando una superficie cercana a las dos mil hectáreas. Los condes de Buendía siempre quisieron repoblarla teniendo la oposición de Alcázar que nunca consintió en ello. A fines del siglo XVIII se levanta iglesia y se puebla por su entonces dueño Vicente Maria de Palafox Rebolledo Mexia Silva VIII marqués de Ariza en Zaragoza, también en la sierra de Cuenca señor de Vadillo, Arcos de la Sierra, Portilla y Beteta al emparentar con los Carrillo de Albornoz.
“ Despues de una legua de camino pasé por otra Vega espaciosa, en donde hay unas casas, que llaman Paredes, y el término pertenece al Excelentísimo Señor Marques de Ariza, en donde hay tierras de siembra… Creo que antiguamente sería Lugar formado, y me parece que en aquel término sería facil hallar agua para riego”. Viage de España: En que se da noticia de las cosas mas apreciables, y dignas. Antonio Ponz. 1782. Pero, ¿cómo llega el marqués de Ariza a la posesión de Paredes? A fines del siglo XV Isabel Manrique de Lara tía y cuñada de la VIII condesa de Buendía Luisa de Padilla y Manrique casa con Juan de Mendoza y Luna, II marqués de Montes-Claros y Castil Bayuelas en Toledo y nieto del III duque del Infantado así como bisnieto del I duque de Benavente. Un siglo después su descendiente-tataranieta, nieta tercera- Francisca de Paula Centurión de Córdoba Mendoza Carrillo y Albornoz casa en segundas nupcias con el V marqués de Ariza Juan Antonio de Palafox Rebolledo y Cardona. Su biznieto es el VIII marqués de Ariza, sin heredero el titulo pasa al hijo de su hermana María Ana de Palafox y Silva que casa a mediados del siglo XVIII con Ignacio Ciro de Arteaga Lazcano y Idiaquez IV marqués de Valmediano y luego su biznieto cuando el VIII Valmediano, XI Ariza y XVI duque del Infantado con sucesión hasta hoy.
Tendrá que llegar el siglo XX para ver la repoblación de Paredes. Álvaro Carrillo de Albornoz señor de Albornoz, hijo de Gómez Carrillo “el Feo” sobrino de Teresa Carrillo de Albornoz, afirmaba que “su padre, por su descuido y negligencia, dexaron despoblar las villas de Paredes y Albornoz”. En torno a lo que fue casa de los señores de Paredes se construye un nuevo pueblo que sigue las directrices urbanísticas que son comunes a las poblaciones creadas de nueva planta o ampliadas para realojar a los habitantes de localidades anegadas por la construcción de un pantano en sus tierras. Los habitantes del pueblo de Santa María de Poyos, su término municipal quedó integrado en 1967 en el de Sacedón, fue vicaria de Poyos de la orden de San Juan de Jerusalén de la comunidad de villa y tierra de Huete, con 116 vecinos a mediados del siglo XVIII serán los protagonistas de este acontecimiento a mediados del siglo XX.
Poyos que había pasado de la intendencia de Cuenca a la provincia de Guadalajara a mediados del XIX, ve como parte de sus vecinos vuelven a Cuenca para ocupar Paredes en donde fueron realojados al ser Poyos uno de los pueblos que se encontraba en tierras anegadas por las aguas embalsadas en el pantano de Entrepeñas inaugurado en el año 1955, pero que desde 1952 ya había empezado a inundarlas; Su población era de casi 469 habitantes en el año 1950. A Paredes pasan 45 familias, otras lo hacen a San Bernardo en Valladolid En el término de Valbuena de Duero-donde se encuentra el monasterio de Santa Maria de Valbuena sede de la Fundación Las Edades del Hombre- y unas 30 se trasladan a Aranda de Duero en Burgos
La rica heredad de Paredes fue objeto de usurpaciones en sus tierras y rentas así como de litigios constantes entre los descendientes Buendía y sus primos los descendientes de Álvaro Carrillo de Albornoz hermano de Teresa. Los condes de Buendía pleitearon de manera repetida por su posesión y lo mismo hicieron entre ellos los propios descendientes de Álvaro, todos alegando títulos y derechos a su propiedad y presentado numerosos repetidos conflictos ante los Reyes Católicos. Es en la actualidad como resultado de herencias y matrimonios la Casa de Medinaceli titular del condado de Buendía, XXIII condesa de Buendía.