miércoles, 17 de agosto de 2022

El convento de Santo Domingo de Guzmán de la ciudad de Huete

 

El convento de Santo Domingo de Guzmán de la ciudad de Huete

Una pequeña historia entre los siglos XV y XXI

            En 1428, Juan II de Castilla da el título de Ciudad a la villa de Huete y se celebran toros, torneos y justas de amor.

 

            Don Iohan […] por fazer bien e merçed a la mi villa de Huepte…et por quanto me lo suplicó e pidió por merçed Pero Carrillo de Huepte[1] mi falconero mayor[2] et mi guarda mayor de la dicha villa e de su tierra et mi alcallde mayor de las alçadas de la dicha villa […] fago e establezco e costituyo çibdad la dicha villa de Huepte.[3]

 Fechado en Tordesillas el 26 de julio de 1428 está el documento por el cual el rey Juan II de Castilla concede a Huete el título de Ciudad. Casi cincuenta años más tarde, el 28 de febrero de 1477, los Reyes Católicos añaden al título de ciudad de Huete el de Noble y Leal.

Algo más de trescientos años después en la ciudad de Huete como en todas las poblaciones de las 22 provincias de la Corona de Castilla[4] tiene lugar las Diligencias Catastrales del Marqués de la Ensenada. El objetivo del Catastro era la imposición de una Contribución directa que gravara la riqueza mueble e inmueble, rústica y urbana de todos los propietarios y núcleos de población. Las operaciones catastrales comienzan en 1750 y no se cierran definitivamente hasta 1759. Todo el proceso se desarrolló dentro del marco legal que se recoge en el Real Decreto de 10 de octubre de 1749. El costo de este proceso se elevó a 40 millones de reales, la séptima parte del presupuesto anual del estado. La cantidad de dinero que se invirtió no fue inútil pues, aunque el proyecto no entrará nunca en vigor, los datos que se obtuvieron suponen una ingente formación para investigaciones posteriores y una fuente de documentación fundamental para conocer la situación de Castilla a mediados del siglo XVIII.

 

Pero es hora ya de centrar nuestra atención en el convento de Santo Domingo.  Parece que fue fundado a fines del siglo XIV, en 1393, quizá con monjas procedentes del convento del cercano paraje de Amasatrigo en Olmedilla del Campo. Su fundación es iniciativa de Catalina de Lancaster, reina de Castilla, señora de Huete y madre de Juan II de Castilla[5]. Catalina de Lancaster fue una gran fundadora al servicio de la Orden de los Dominicos[6]. En 1425, poco después de la muerte de Catalina de Lancaster, las monjas fueron sustituidas por frailes. Cabe destacar que fue fundado dentro del perímetro amurallado de la ciudad de Huete como ocurre con los otros seis conventos de Huete, dos de ellos de monjas.

 La fachada que podemos ver ahora de su muy degradada iglesia fue diseñada en 1620 por el carmelita fray Alberto de la Madre de Dios, arquitecto de los reyes Felipe III y Margarita de Austria y del duque de Lerma[7]. Las obras se inician en 1621 bajo la dirección de Antonio de Mazas y son continuadas por Pedro del Valle. Su construcción finaliza hacia 1642.

 Las obras del monasterio de Santo Domingo de Huete fueron financiadas, en su mayor parte, por la familia Salcedo y Beancos, patronos de la capilla mayor. El valor de estas obras puede estimarse en unos 15.000 ducados. Don Juan Salcedo Beancos y su hermana doña Isabel Salcedo Beancos[8], aportaban unos 3.000 reales cada año y sus descendientes pagarían 95.316 maravedíes anuales por la posesión de la capilla mayor.

            Por el Archivo de los condes de Cervera, Cervera del Llano en Cuenca, de apellido Salcedo y Bancos desde el siglo XVII y descendientes por vía materna de doña Isabel Salcedo Beancos, sabemos que el 3l de enero de 1603 el doctor don Francisco de Beancos, natural de Huete, presbítero y cura de Mazarulleque, párroco de Santa María de Castejón de Huete y beneficiado de Lebrija, en Sevilla, hace la fundación y dotación para financiar la iglesia del Monasterio. Esto dispone en su testamento, otorgado el 3 de agosto de l60l ante Alejo Hurtado y abierto el día 28 de abril de 1603. Manda enterrarse en la capilla de las plagas de la ya desparecida iglesia de San Nicolás de Almazán de Huete, porque temía que su capilla del monasterio no estuviese terminada. Murió el 23 de abril de 1603 a los 63 años de edad y pudo ser enterrado en el monasterio en presencia de su sobrino Juan Beancos y Salcedo, primer titular del Mayorazgo fundado por el doctor don Francisco de Beancos que cambia su primer apellido que es Salcedo por Beancos como titular del Mayorazgo.

            El patronato de la capilla mayor siguió la línea hereditaria del Mayorazgo Beancos fundado por el doctor Francisco Beancos en su testamento de 3 de agosto de 1601 para su sobrino materno Juan Salcedo Beancos luego como titular del Mayorazgo Juan Beancos Salcedo. Don Diego Beancos Salcedo, también sobrino materno del fundador, obispo de Astorga en León a mediados del siglo XVII, a pesar de que mandó enterrarse en la catedral de Cuenca es enterrado en una de las capillas laterales de la iglesia del convento de Santo Domingo adornada con sus armas obispales[9].

De los enterramientos de los Salcedo Beancos en la iglesia del monasterio de Santo Domingo de la ciudad de Huete nada podemos decir en la actualidad. Arruinada en su interior tras la Desamortización, puede que queden restos de enterramientos en las criptas de las capillas laterales o en la cripta principal bajo el suelo de la nave principal-capilla mayor- de la iglesia.

 La importancia del patrimonio del convento de Santo Domingo permite que llegase a ser uno de los más importantes que la orden dominica tenía en Castilla. Asi cuando tiene lugar la Encuesta Catastral del Marqués de la Ensenada el convento de Santo Domingo tenía veintidós religiosos[10]. El Convento era titular de dos molinos, uno de ellos de dos piedras en el paraje denominado La Retuerta, y compartía por mitad la titularidad de un tercero con el presbítero don Juan Manuel Rubio. Recibía este convento por los arrendamientos de sus molinos y tierras a ellos anejas 230 fanegas de trigo[11] y 6 celemines[12]; 4.149 reales[13].

            Pero la ciudad de Huete como toda la provincia de Cuenca sufre una importante crisis económica en el siglo XVIII. Crisis que comienza con la Guerra de la Independencia, entre 1808 y 1814. En estos años el Convento fue utilizado como cuartel y caballerizas por las tropas francesas, sufriendo graves daños. Fue clausurado temporalmente durante el Trienio Liberal, 1820 a 1823. Fue suprimido definitivamente por los decretos de exclaustración de 1835. Como muchos otros edificios religiosos pasó a manos privadas. Su deterioro fue continuo. Pero debemos decir que a finales del año 2016 la Diputación Provincial de Cuenca compró la iglesia y lo que queda del claustro del convento de Santo Domingo. Se han realizado obras de recuperación de cubiertas y de rehabilitación en la iglesia en 2019. La intención es darle al edificio un uso público en el futuro. También recoger que su vecino el convento de Jesuitas está siendo recuperado por la Diputación Provincial de Cuenca para Hotel-Hospedería[14]. Se prevé su apertura a finales de 2022.

 

            Sirvan estas líneas para recordar uno de los muchos recursos del Patrimonio Artístico de la Ciudad de Huete y para animar la visita de esta Noble y Leal Ciudad de la Alcarria de Cuenca.

 

 



[1] Pedro Carrillo de Huete el Halconero, señor de Priego en Cuenca, muere en 1448. Autor de la conocida como  Crónica del Halconero del reinado de Juan II de Castilla.

Archivo de los condes de Priego. Caja 1. Documento 13. Testa el 19 de marzo de 1446 en Cañaveras, Cuenca, y manda que lo sepulten en el Coro del ya desaparecido Monasterio de San Francisco de Huete, lo que ocurrió antes del 20 de abril de 1448. Es el padre de la primera condesa de Priego.

[2] Los Reyes tenían a su servicio halconeros que servían bajo la jurisdicción del Halconero Mayor. Su labor era el adiestramiento de las aves de presa y la preparación de las jornadas de cetrería. En la actualidad sigue existiendo a Título de Honor El Real Gremio de Halconeros formado por aquellos interesados en mantener. las tradiciones, en la conservación y respeto por la Naturaleza y en el conocimiento de las aves rapaces. La referencia más antigua que acredita la existencia y el funcionamiento del Gremio de Halconeros de la Real Caza de Volatería se remonta el reinado de Fernando III el Santo (1199-1252). El documento más antiguo está fechado en 1397, cuando el rey Enrique III de Castilla, dio privilegios a los halconeros de los que gozaron hasta la disolución de este gremio en 1748.

[3] Consejeros encumbrados. El consejo real y la promoción de la nobleza castellana en el siglo XV. El consejero Pedro Carrillo de Huete, Halconero Mayor de Juan II. María Concepción Quintanilla Raso. Año 2011.

[4] En 1750 las poblaciones de la Corona de Castilla se agrupaban en 22 provincias; entre ellas, el reino de Galicia, que se subdividía a su vez en otras siete (Betanzos, Coruña, Lugo, Mondoñedo, Orense, Santiago, Tuy) y la provincia de León, que incluía el Principado de Asturias. Sevilla, tambien llamada Andalucía Extremadura (capital en Badajoz). Zamora, tambien llamada de Castilla Vieja. Galicia (capital en La Coruña), Madrid. Burgos. León-Asturias (capital en León). Granada. Cordoba. Toledo. Valladolid. La Mancha (capital en Almagro, y despues en Ciudad Real). Murcia. Segovia. Jaén. Cuenca. Salamanca (capital en Ciudad Rodrigo o Salamanca). Palencia. Toro. Avila. Soria. Guadalajara. Génesis histórica de las Provincias españolas. Gonzalo Martinez Diez. Año 1981.

[5] Catalina de Lancaster (Hertford, 31 de marzo de 1373-Valladolid, 2 de junio de 1418), hija de Juan de Gante y de su segunda esposa, Constanza de Castilla, y reina consorte de Castilla por su matrimonio con el rey Enrique III de Castilla.

[6] Quizá favoreciese a las dominicas de Amasatrigo y su posible vínculo con Santo Domingo de Huete. Catalina de Lancaster. La Orden de Predicadores y la reginalidad: las políticas conventuales. María del Graña Cid. Revista de Historia, año 2017.

[7] Fray Alberto de la Madre Dios hace en Madrid el Real Monasterio de La Encarnación A él le debemos la traza de unos 40 edificios.

[8] Hijos de María Beancos y de Diego Salcedo.

[9] La iglesia del antiguo monasterio de Santo Domingo de Huete y el arquitecto fray Alberto de la Madre de Dios. José Luis García Martínez, año 2012. Arquitectura Barroca en la ciudad de Huete. José Luis García Martínez, año 2017. El Arte en Cuenca. José Luis Rodríguez Zapata, año 1998.

[10] La ciudad de Huete contabiliza para las Diligencias Catastrales doscientos cincuenta y cuatro eclesiásticos. Sus parroquias son diez. En la Ciudad estaban asentadas siete Fundaciones religiosas. Los conventos de frailes eran cinco; el monasterio de San Benito con cuatro religiosos sacerdotes; el de Santo Domingo con veintidós; el  de San Francisco con ochenta y cinco; el de la Real y Militar Orden de Nuestra Señora de las Mercedes Redención de Cautivos con cuarenta y el colegio de la Compañía de Jesús con veinte religiosos. En total ciento setenta y un religiosos. De ellos ciento treinta y dos eran religiosos sacerdotes, cinco novicios, cuatro donados, cinco coadjutores, doce  estudiantes de coro y trece legos. Los dos conventos de mujeres acogían a cincuenta religiosas de velo negro y nueve legas. Eran el de Jesús María de la orden de San Lorenzo Justiniano con veinticinco  religiosas y el de Nuestra Señora de la Misericordia de la orden de Santa Clara con treinta y cuatro.

[11] Cada fanega de trigo se valora a 18 reales.

[12] Una fanega de trigo eran 12 celemines.

[13] El real de vellón del que hablamos era el de 34 maravedíes.

[14] Castilla-La Mancha ha creado una red de Hospederías como alojamientos singulares en edificios que se están rehabilitando. La Red de Hospederías de Castilla-La Mancha se presenta como un proyecto de desarrollo turístico consistente en la creación de una red de establecimientos de alojamiento hotelero con el objeto de recuperar edificios de alto valor patrimonial o situados en zonas de gran interés natural. Año 2017.