viernes, 20 de mayo de 2016

Vistas del monasterio de Uclés viniendo desde Tribaldos












Tribaldos. Cuenca










La batalla de Uclés, el 30 de mayo de 1108, entre las tropas cristianas de Alfonso VI de León y las almorávides de Alí ibn Yusuf, se desarrolló en el campo que, al este de Tribaldos, separa a éste municipio del de Uclés. Las tropas cristianas, comandadas por Álvar Fáñez y por Sancho, único hijo varón y heredero de Alfonso VI, situaron su campamento en Tribaldos o en las cercanías de Sicuendes, un poblado -hoy desaparecido- del término de Tribaldos “situado a media legua al oeste” de éste. Sicuendes debe su nombre a ser el lugar donde míticamente murieron, alcanzados por la caballería almorávide, siete de los condes que acompañaban al infante don Sancho, que también pereció en la batalla o en días posteriores.
En la Relación de Tribaldos se señala que a la Iglesia del pueblo, Santo Domingo de Silos, “está anexo un despoblado que se llama Sicuendes, que rentará cada año cien ducados”, y “hemos oído decir a los antiguos que en la iglesia del dicho anexo hay enterrados siete condes que murieron allí en una refriega que tuvieron los cristianos con los moros, y así antiguamente se llamaba Siete Condes y está corrupto el vocablo, llamándolo ahora Sicuendes”. Igualmente, en la Relación de Uclés se indica que “Hacia poniente, camino de Sicuendes hay una cruz de piedra con la imagen de Jesucristo y de Nuestra Señora por la otra parte, en el cual sitio dicen, y es ansi, según se colige de escripturas antiguas, que en el murió el infante Don Sancho, hijo de Don Alfonso el Sexto, el cual estando en Toledo viejo envió a su hijo el infante D. Sancho con alguna gente a tomar Uclés y a su castillo trayendo su ayo Don Pedro de Cabra, y peleando con los moros cayó el infante y su ayo por defendello o se puso sobre él y a entrambos los mataron y fueron muertos donde al presente está la cruz.

El 13 de enero de 1809 se produjo, en el marco de la Guerra de la independencia, la batalla de Uclés entre las tropas napoleónicas y parte del ejército del centro español, que fue derrotado.
El escenario principal de la batalla fue el terreno situado al este de Tribaldos entre éste municipio y el de Uclés.

La Tercera Guerra Carlista también afectó a Tribaldos, como relata la “Narración militar de la guerra carlista de 1869 a 1876” , publicada por el Cuerpo del Estado Mayor del Ejército en 1883. En ella se da cuenta de las operaciones del Brigadier carlista José Santés y Murgi en febrero de 1874 por la provincia de Cuenca. Santés, que llevaba varias semanas por la zona, conociendo que el Gobierno había enviado desde Madrid por ferrocarril dos brigadas contra él, se retiró hacia el norte, “destacando durante la marcha partidas a derecha e izquierda para abarcar mayor número de pueblos, en los cuales exigió fuertes sumas e hizo rehenes”. Tras cortar la línea telegráfica en más de 30 km cerca de Cuenca dejando así aislada a la capital, “merced a una marcha rápida se acercó el día 15 a Tarancón, Tribaldos, Villarrubio y poblaciones comarcanas”.
El brigadier Gobernador militar de Cuenca, D. Francisco Garbayo, informaba al Ministro de la Guerra el día 20 de Febrero sobre la situación de la provincia tras el paso de Santés, diciendo que “las partidas separadas del grueso de la facción invaden grandes zonas a derecha e izquierda de su marcha principal, corriéndose por los pueblos, a los que causan enormes exacciones”, dejando a los habitantes atemorizados “con las calamidades que arrastran tras sí las facciones”. Y continúa señalando que “la expedición de Santés por los partidos de Cañete, Motilla del Palancar, San Clemente, Belmonte, Tarancón y Huete ha sido devastadora para el país, que ha sufrido perjuicios de muchísima consideración en todos conceptos, y le ha servido para hacer prosélitos y apoderarse de fondos, armas y caballos.”

A finales del siglo XIX se establece por la familia Morillas, farmacéuticos de Tribaldos,  una fábrica de quesos, cuyos productos ganarán medalla en la exposición Hispano-Francesa celebrada de mayo a diciembre de 1908 en Zaragoza. La presencia de la familia Morillas continua en Tribaldos.
En 1912 se inaugura la “Fábrica de aceites San José”, también de la familia Morillas, que permanecerá operativa hasta 1957. Con motivo de la inauguración de ésta fábrica, y por sus necesidades productivas, se realiza una conducción de agua desde la tubería que abastece al municipio de Tarancón, que pasa aproximadamente a 1 km por el paraje denominado la sierra, al noreste del pueblo. Ello permite también dotar al pueblo de la primera fuente pública de agua corriente, dado que hasta entonces el abastecimiento de agua era exclusivamente de pozos. La fuente aún se conserva en su emplazamiento original, situada a escasos metros del actual parque municipal, y en el frontispicio de la construcción que la contiene, recientemente restaurada, figura el año de su inauguración. Posteriormente también se ponen en funcionamiento otras dos almazaras, de las familias Bressend y Ballesteros. A ello se unieron bodegas, fabricas de yeso, dos canteras, taller de forja, carpintería y taller de construcción de carros y galeras. También, aproximadamente en los años veinte del siglo pasado, se dota al municipio de luz eléctrica y de telégrafo, llegando el teléfono ya en la posguerra.


Tres fábricas de aceite de oliva (Los Morillas, Bresan y los Ballesteros). Bodegas de vino

Dos fábricas de yeso y escayola; fábrica de gorras; comercio de paños y tejidos; dos talleres mecánicos y forja; dos talleres de construcción de carros y galeras; tres panaderías; botica o farmacia y tres tiendas de ultramarinos.


















Sacedón. Guadalajara



Nuestra Señora de la Asunción, iglesia parroquial de Sacedón





Pósito Real



Pastrana. Guadalajara

Pastrana y Ana de Mendoza y de la Cerda dos nombres unidos por la Historia





















Leando Fernandez de Moratín. Hijo de Nicolás Fernández de Moratín, nació en Madrid en 1760 y murió en París en 1828. Heredó de su padre la vocación literaria y también todos los bienes en Pastrana de donde era su abuela paterna.
Aquí adquirió una casa propiedad de la iglesia que reedificó y amuebló así como la huerta anexa, pasando largas temporadas que aprovechó para escribir varias de sus obras literarias más famosas como “El sí de las niñas”, “La Mojigata” y “La Comedia nueva o el café”.






 Construido fuera de la muralla medieval, como Hospedería de la Orden de Calatrava.




























Convento Carmelita. Situado en el  Valle del Arlés, en la villa ducal de Pastrana fue fundado por Santa Teresa de Jesús en el siglo XVI.