jueves, 10 de septiembre de 2020

Loranca del Campo. Cuenca

 Loranca del Campo, Cuenca

Loranca del Campo. Municipio de Campos del Paraíso

 La localidad de Loranca del Campo se encuentra en la comarca de La Alcarria conquense, cuando ya se inicia el paisaje manchego. La cercana Sierra de Altomira la separa de Guadalajara ya en las inmediaciones de los pantanos del Tajo y del Guadiela.

 Se encuentra situada a una altitud de 936 metros sobre el nivel del mar.

Con las localidades de Carrascosa del Campo, Olmedilla del Campo, Valparaíso de Abajo y Valparaíso de Arriba integra el municipio de Campos del Paraiso. Municipio que tiene su Ayuntamiento en Carrascosa del Campo.

 

Las fiestas patronales de Loranca del Campo se celebran el 29 de junio en honor a San Pedro y el 8 de septiembre en honor a la Virgen del Socorro. El 15 de agosto se baja la imagen en la Virgen desde la Ermita y en la Iglesia Parroquial queda hasta el 9 de septiembre que de nuevo es subida a la Ermita.

Loranca del Campo está situada a poca distancia de lugares que son muy interesantes por sus recursos naturales, históricos y artísticos. Tal es el caso de cercanos Huete y Uclés. Sin olvidar las ciudades celtibero romanas de Segóbriga y Cañaveruelas y el Yacimiento Ibérico de la Cava en Garcinarro en donde también podemos visitar su Iglesia Parroquial de estilo renacentista dedicada a Nuestra Señora del Sagrario.

 

            Desde Loranca[1] debemos acercarnos a visitar los demás pueblos del Municipio de Campos del Paraíso.

 

          Loranca hace más de 20 millones de años    

 

            En Loranca del Campo tenemos no muy lejos del pueblo en el paraje conocido como La Retama, al oeste del núcleo urbano,  un yacimiento de hace 23 millones de años descubierto en 1988.

 

            Hace más de 20 millones de años el paisaje de Loranca era el de terrenos encharcados con una fauna de tortugas, cocodrilos y mamíferos.

 

            Entre los mamíferos hay que destacar mastodontes, elefantes, rinocerontes, hipopótamos y rumiantes.

 

            En Loranca se encontraron restos de un rumiante no encontrados en otros yacimientos y bautizado como Lorancamedix. Se podría describir como una especie de mezcla entre ciervo y jirafa.

 

            El animal del que más restos se encontraron es un antecesor de los rinocerontes actuales y que se conoce como el Rinoceronte de Loranca, el Hispanotherium.

 

            El yacimiento de La Retama fue descubierto en agosto de 1988 durante la campaña realizada en los yacimientos de Loranca del Campo por un equipo de paleontólogos del Departamento de Paleobiología del Museo Nacional de Ciencias Naturales.

 

            En estas tierras ya se hizo una cata por la Junta de Energía Nuclear en 1969-1970 buscando minerales radioactivos.

 

            En la naturaleza es frecuente encontrar mineralizaciones de uranio asociadas a restos fósiles correspondientes a la flora y fauna  de la Tierra de hace más de 20 millones de años.

 

            En las tierras de Loranca y en las de los pueblos de alrededor y a  lo largo de 163 kilómetros, la Cuenca de Loranca, desde Cañaveruelas a San Clemente se extraía el conocido como Lapis Especularis o Espejuelo.

 

            El Espejuelo es un yeso cristalizado en láminas del que hay abundantes yacimientos en cuevas en los pueblos de la Cuenca de Loranca.

 

            Este yeso se formó a los largo de miles de años con los restos de los animales y de las plantas que vivieron en las tierras de la Cuenca de Loranca hace más de 20 millones de años, de los que ya se ha hablado.

 

            El Espejuelo es un mineral que se usaba en el imperio romano para la fabricación, a modo de cristal, de ventanas  durante los siglos I y II d. C. 

 

            Desde los yacimientos de la Cuenca de Loranca era transportado a los puertos del levante peninsular y desde aquí llegaba a Roma y a otras ciudades del Imperio Romano 

 

            La Cuenca de Loranca es la ruta conocida como Cristal de Hispania.


Loranca hace unos 3.000 años

           

            No se han descubierto restos arqueológicos celtiberos de los Olcaldes de los que hay muchos restos de poblamiento en los pueblos de los alrededores.

 

            Igual ocurre con la presencia romana que está muy presente en los pueblos de alrededor y cuyo mejor testimonio es la ciudad romana de Segobriga en Saelices, a algo más de 20 kilómetros de Loranca.

 

            No sabemos nada tampoco de restos musulmanes en tierras de Loranca.

 

           

            Por lo tanto, nada sabemos de la historia de Loranca antes del siglo XVI.

 

            En el Cerro de la Morrilla podría haber un asentamiento prerromano de los Olcades, tribu celtibera. Asentamientos en altura de los Olcaldes encontramos en prácticamente en todos los pueblos del contorno.


Loranca del Campo en el siglo XVI

        Huete se reconquista a fines del siglo XI y se convierte en la cabeza de la llamada Tierra de Huete de la que forman parte Loranca y los demás pueblos del Municipio de  Campos del Paraíso.      

 

            No podemos decir cuando surge la aldea de Loranca que está bajo la jurisdicción de Huete hasta el siglo XVI.

 

            Si podemos decir que en los parajes situados al oeste de Loranca hay restos de asentamiento de población.

           

            Restos de asentamiento se han encontrado en los parajes de Los Villares, Los Casares, El Corral de la Lamparilla, Cerro Santo y Navahermosa.

 

            Asentamientos situados junto a la calzada romana que desde Segóbriga subía hasta Ercávica en Cañaveruelas, atravesando tierras de Loranca y Huete, y cuyo itinerario seguiría después la cañada de Molina de Aragón, que pasaba a los pies de los cerros de La Morrilla y Las Veletas. Esta cañada venía desde las tierras de Guadalajara y Teruel y se dirigía hacia las tierras de invernada de Ciudad Real y Jaén.

 

Ermita de la Virgen del Socorro

            Sabemos por un documento del Archivo Provincial de Cuenca, tal vez la más antigua mención de Loranca, que a mediados del siglo XVI ya se habla de la Virgen del Socorro de la que se decía en la comarca que era muy milagrera. Esta mención ya da idea de que Loranca podía estar ubica en el lugar donde ahora lo está y ya podía existir una ermita.

 

            La Ermita actual de la Virgen del Socorro en el cerro de Loranca es una construcción del siglo XVII. La Ermita del Socorro, en el término de Loranca del Campo, aldea antigua de Huete, era de mucha devoción.

 

Iglesia Parroquial de San Pedro Advícula

            La Iglesia Parroquial de Loranca del Campo está bajo la advocación de San Pedro Advícula

 

            En 2019 fueron restaurados los tejados y cubiertas gracias al interés de nuestro párroco apoyado por los loranqueños, tanto residentes en el pueblo como nacidos aunque no vecinos de Loranca.

 

            Las primeras reseñas de la Iglesia de Loranca del Campo son de mediados del siglo XVI.

 

            Puede que la Iglesia actual  se levantara en el siglo XVI sobre una anterior que podía ser románica del siglo XII o XIII.

          

Loranca el Campo en el siglo XVII  

 

            Loranca es aldea dependiente de Huete hasta fines del siglo XVI.

 

            Para dejar de depender de Huete y ser Villa de Realengo dependiente de la Justicia del Rey tiene que pagar a la Hacienda del Rey 49.500 reales, 12.375 pesetas y 74, 37 euros.

 

            Los vecinos no disponían de esta cantidad y tuvieron que recurrir a préstamos que gravaron durante los siglos siguientes la hacienda local con intereses anuales de 1.485 reales, unas 370 pesetas y algo más de 2 euros.

 

            Estos préstamos a mediados del siglo XVIII estaban en manos de la Catedral de Cuenca, de Pablo Talavera, vecino de La Olmedilla, de don José Cabeza de Vaca, vecino de Huete, y de don Juan Manuel Álvarez de Toledo, mayor hacendado de esta villa y vecino de la ciudad de Cuenca.

 

            Ya Villa de Realengo y necesitando la Hacienda del Rey de ingresos en 1639 es vendida a Pedro Piñán del Castillo Melgarejo, vecino de Garcimuñoz y hacendado en los pueblos situados en torno a San Clemente, y anulada su compra por no poder satisfacer el comprador a la Real Hacienda la cantidad en que le fue vendida. 

           

            Unos años después, a mediados del siglo XVII, el segundo marqués de Mortara en Italia, Francisco de Orozco y Porcia recibe el 11 de diciembre de 1653 de Felipe IV la merced de ochocientos vasallos en la que se incluía la titularidad de las villas de Villalba del Rey, Cañaveruelas, Castejón, Alcohujate, Culebras y Loranca-la más meridional de ellas-. De estas villas compra igualmente la jurisdicción civil y criminal. Esta donación será conocida como Señorío de las Villas de Orozco.

           

            En 1655 Loranca pasa de nuevo a ser villa de Realengo. No sabemos si porque la venta al segundo marqués de Mortara no llegó a completarse o porque los vecinos de Loranca ejercieron sus derechos y la impidieron. 

 

Evolución de la Población de Loranca del Campo desde el siglo XVI al siglo XXI

 

            A fines del siglo XVI Loranca tiene unos 400 habitantes.

           

            Al comenzar el siglo XVII Loranca tiene unos 450 habitantes

           

            A mediados del siglo XVIII Loranca tiene 550 habitantes

 

            En los siglos XIX y XX con el principal problema de la España rural, la Despoblación. Al progresivo descenso demográfico se une la falta de diversidad en las actividades económicas, que hace que la agricultura sea la única que ofrece posibilidades de ocupación laboral.

 

Según datos del Instituto Nacional de Estadística, en  2004, Loranca tenía 130 habitantes, la cuarta parte de la población que tenía a mediados del siglo XVIII.

 

En la actualidad, Loranca tiene 83 habitantes, 49 hombres y 34 mujeres.

 



Un milagro de la Virgen del Socorro

 

            Con relación a la Virgen del Socorro es noticia en el pueblo la historia de una niña perdida en el frío invierno de estas tierras y encontrada sana y salva parece que  gracias a la Virgen. Recojo esta historia tal como para mí la escribió mi familiar Augusto Cabrejas Sánchez-ya fallecido-, nacido y vecino de Loranca del Campo. Augusto Cabrejas Sánchez, junio de 2012. Augusto era compañero de juegos y estaba presente en los sucesos que aquí  relata:

 

                No puedo precisar la fecha en que ocurrió, creo que fue en invierno entre finales del 1934 y principios de 1935.

 

            En estos años el espacio comprendido entre el camino de Huete y el que va a la ermita eran eras que se utilizaban para la recolección  de los productos del campo y por tanto tenían buen piso. Los niños de la escuela lo aprovechábamos para jugar las tardes soleadas después de salir del colegio. Los niños jugábamos al lado del camino de Huete y las niñas de cara a la ermita.

 

            Una de aquellas tardes cuando dejamos de jugar nos marchamos todos a casa, pero una de las niñas-cuyo nombre no recogemos para respetar su privacidad- no llegó a la suya. La niña tendría cuatro o cinco años. La familia empezó a buscarla en compañía de los niños que jugábamos con ella, pero por mucho que buscaron y la llamaron por su nombre no apareció.

 

            Al día siguiente muy temprano, un agricultor llamado Crescencio Ochoa que salía a trabajar por el camino de la Ermita la vio jugando en el mismo sitio donde jugaba la tarde anterior. Se encontraba jugando ella sola en medio de una gran escarcha caída aquella noche. Al llegar y comprobar que era la niña perdida la cogió y la acercó al pueblo dónde ya había salido un grupo de mujeres a buscarla. Él se la entregó y continuó su camino.

 

            Al ver a la  niña que se encontraba bien como si hubiera pasado la noche en su casa empezaron a preguntarle dónde había estado toda la noche y que si no oyó que la llamaban la tarde anterior. Ella siempre contestaba igual, decía que oía que la llamaban pero que estaba con su abuela Juana que le decía que no contestara, que la llevó a la Iglesia y a la Ermita y que no tuvo frio.

 

            Y aquí empieza el misterio,

 

            Con su abuela no pudo estar, su abuela era muy mayor y no salía de casa porque no podía.

 

            ¿Quién fue la señora que dice la niña?

 

            Cada uno pensará lo que quiera. Yo, particularmente, creo que nuestra Virgen del Socorro la protegió y le hizo creer que estaba con su abuela y la libró de morir congelada porque aquella noche la temperatura fue muy baja y estuvo de diez a doce horas perdida.”

 



[1] En el Archivo Histórico Provincial de Cuenca existe documentación sobre Loranca desde 1503 a 1864.

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