domingo, 27 de enero de 2019

La intendencia de Cuenca, luego provincia


La intendencia de Cuenca, luego provincia

            
Podemos dividir las tierras de Cuenca en tres comarcas, Son estas comarcas la Alcarria, la Sierra y la Mancha. La Mancha está subdividida en Manchuela, Mancha alta y Mancha baja y la Sierra en Serranía Alta, Media y Baja.

La  historia de las tierras de Cuenca la podemos remontar a los siglos de la Alta Edad Media. Su conquista tiene lugar por Alfonso VIII en 1177. Su repoblación tiene lugar en la etapa comprendida entre la toma de Toledo en 1085 por Alfonso VI y la batalla de las Navas de Tolosa en 1212. Los núcleos repoblados se agrupan en la comunidad de Villa y Tierra de Huete en la Alcarria, la comunidad de Villa y Tierra de Cuenca en la sierra alta y media, la comunidad de Villa y Tierra de Alarcón[1] en la Mancha Baja, la comunidad de Villa y Tierra de Uclés en la Mancha Alta y la comunidad de Villa y Tierra de Moya[2] en la sierra baja. En 1183 se crea el obispado de Cuenca por la agregación de las sedes episcopales visigodas de Ercávica y Valeria en un primer momento y luego la de Segóbriga[3]. Añadir el Priorato de Uclés[4] de la orden de Santiago que a efectos administrativos y contributivos funcionó de forma independiente al Obispado.

            En 1594, la provincia de Cuenca se dividía en dos partidos a efectos administrativos y contributivos. Son estos partidos el partido de Cuenca, en el que quedaba incluido el corregimiento de San Clemente[5], el marquesado de Moya[6] y el señorío de Molina, ahora  y desde la reforma provincial del siglo XIX de la provincia de Guadalajara[7], y el partido de Huete en el que quedaban incluidas la ciudad de Huete las villas eximidas. Y que abarcaba la Tierra de Villarejo, la Tierra de Montalbo y la Tierra de Pareja. El partido de Uclés quedaba incluido dentro de la Orden de Santiago, al igual que otros pueblos pertenecientes al Priorato, como El Hinojoso de la Orden, Mota del Cuervo, Horcajo de Santiago, Pozo Rubio de Santiago, Santa María de los Llanos, Villa Mayor de Santiago y Zarza de Tajo, que estaban dentro del partido de Quintanar de la Orden; un caso excepcional es el de Villaescusa de Haro[8] que administrativamente pertenecía al partido de Quintanar de la Orden y en lo religioso al obispado de Cuenca, y no al Priorato de Uclés.

            Con los Borbones es la intendencia de Cuenca[9] el antecedente administrativo de la actual provincia[10]; aunque ésta ya en el siglo XVII con importante reducción de su extensión superficial. El mapa que podemos hacer de las tierras de Cuenca hace dos siglos y medio es bastante distinto del actual. La desaparición de Señoríos y Mayorazgos junto con la división administrativa provincial de Javier de Burgos en el año 1833 modificaron cualitativa y cuantitativamente la extensión y trazado de este mapa. Hasta la Constitución de Cádiz de 1812, que deroga los derechos jurisdiccionales de los territorios señoriales, muchas poblaciones de la provincia formaban parte de los mayorazgos y señoríos, configurados durante siglos, y que eran propiedad de unas pocas familias que ejercían el poder social, político y económico sobre pueblos y tierras. La intendencia de Cuenca contaba en el siglo XVIII con un total de cuatrocientos veintidós núcleos de población y cincuenta y dos despoblados según el Vecindario que se elabora en el año 1757 en la Contaduría Principal con los Memoriales Libros Personales, y que firma el mismo Contador que da el visto bueno a la documentación catastral de las villas del municipio de Campos del Paraíso. De los núcleos de población recogidos en el Vecindario dos tenían la categoría jurídica de ciudad, la propia capital de la intendencia y la ciudad de Huete, las villas eran doscientas treinta y dos, las aldeas ciento seis y los lugares ochenta y dos. Se contabilizaron en la intendencia cinco ventas, doce granjas y setecientas sesenta y tres casas de campo. Por lo que se refiere a edificios eclesiásticos, el número de colegiatas era de uno, el de parroquias de cuatrocientas sesenta y uno y el de ermitas de doscientas cincuenta y cuatro. Los monasterios, conventos, colegios y congregaciones eran setenta y cuatro. Con respecto a estos datos hay que precisar que el listado de poblaciones desglosado por partidos de rentas recoge el número de cuatrocientas veintidós poblaciones y de diez despoblados por lo que vemos que hay una variación de cuarenta y dos despoblados entre los datos totales que da Vecindario de 1757 y los que aparecen en este mismo Vecindario en los listados por partidos de rentas. La cifra de cuatrocientos treinta y dos núcleos de población será la que manejemos pues es la de la que conocemos la composición de su vecindario. En la intendencia se contabilizaron un total de treinta y cinco pueblos que tenían menos de quince habitantes y de ellos trece tenían menos de cinco vecinos.

            El número de núcleos de población de Cuenca experimentó cambios importantes al hacerse la actual división provincial a mediados del siglo pasado. La intendencia pierde ciento cincuenta y nueve pueblos que pasan a las provincias limítrofes y recibe de ellas setenta y cuatro. Hay una diferencia a la baja de ochenta y cinco pueblos entre el número de los que tenía la intendencia y los que tiene ahora la provincia; trescientos cuarenta y siete agrupados en doscientos treinta y ocho municipios.

            De las modificaciones en los pueblos que tuvieron lugar en el cambio de la organización en intendencias a la organización en provincias podemos destacar el paso de las villas de Utiel y Requena junto con otras siete poblaciones más a la provincia de Valencia desde el partido de rentas de la ciudad de Cuenca. A la provincia de Albacete pasaron veintitrés pueblos, entre ellos las villas de La Roda, Minaya y Tarazona, que pertenecían al partido de rentas de la villa de San Clemente. Las villas de Sacedón y Pareja junto con otros veintiocho pueblos más pasan a la provincia de Guadalajara desde el partido de rentas de la Ciudad de Huete. Guadalajara también recibió setenta y cuatro de los setenta y cinco pueblos del partido de rentas del Señorío de Molina de Aragón. De este partido solamente quedará en la provincia de Cuenca la villa de Valsalobre. Como vemos, las provincias de Guadalajara, Albacete y Valencia ampliaron su extensión con la incorporación de poblaciones pertenecientes a la intendencia de Cuenca. En contrapartida, el territorio conquense recibe veintidós poblaciones de la Orden Militar de Santiago pertenecientes a la intendencia de Toledo ya que la Orden pertenecía al partido de rentas de Ocaña. Algunas de estas poblaciones fueron las villas de Uclés, Pedro Muñoz, Mota del Cuervo, Fuente de Pedro Narro, Villarrubio, Tribaldos, Tarancón, Saelices y la ciudad de Rozalén. La provincia de Cuenca recibe también treinta y cuatro pueblos de las intendencias de Valencia, Albacete, Guadalajara, Ciudad Real, Madrid y Teruel y otras ocho localidades que habían pertenecido a los señoríos de Haro y Albornoz una vez que son derogados los señoríos y los mayorazgos por la Constitución de 1812 como figura jurídica de propiedad vinculada y jurisdicción territorial.

Después de estas modificaciones en el número de pueblos al pasar Cuenca de intendencia a provincia la extensión resultante de la provincia es de 17.140 kilómetros cuadrados. Tenemos que insistir en que durante la segunda mitad del siglo XX algunos pueblos de la provincia han sufrido, lo mismo que en el siglo XVII y XVIII, un proceso de despoblamiento como el que ha tenido lugar en Langa, Carrascosilla, Caracena o Cuevas de Santiago en nuestro entorno más cercano. El despoblamiento y la reducción del número de vecinos en los pueblos de la provincia es un ejemplo de la crisis que se vive en Cuenca. La provincia de Guadalajara comprende actualmente 450 núcleos de población y 288 municipios, la de Albacete 283 pueblos y 87 municipios, la de Toledo 241 pueblos y 204 municipios y la de Ciudad Real 196 núcleos de población y 102 municipios según datos del I.N.E, que ha sido una de las bases documentales consultadas.

Como se ha escrito, contaba la intendencia a mediados del siglo XVIII con cuatrocientos veintidós núcleos de población y cincuenta y dos despoblados[11]. En la antigua comunidad de villa y tierra de la ciudad de Huete se contabilizaron hasta veintiséis despoblados. Entre ellos, Lobinillas- entre Huelves y Barajas que fue de Pedro Carrillo de Huete, halconero mayor del monarca Juan II y a quién debe Huete su titulo de Ciudad desde 1428 - y Villas Viejas[12]- entre Saelices y Montalbo- donde la ciudad de Huete era dueña de dehesas de pasto; ahora ambos en el municipio de Huete [13] en razón de su vinculación histórica con la Ciudad.

El municipio de Huete incluye en la actualidad, además de estos lugares, los pueblos Carrascosilla, Bonilla, Caracenilla, Castillejo del Romeral[14]- lugar de hacienda de los señores y condes de la Ventosa y de sus parientes los señores y marqueses de Caracena; señores de Caracenilla-, La Langa, Moncalvillo de Huete, Saceda del río, Valdemoro del Rey y Verdelpino de Huete. De estos cuatrocientos veintidós núcleos de población treinta y cinco tenían menos de quince vecinos y de ellos trece menos de cinco. Sirvan de ejemplo Cuevas de Santiago- al norte de Mazarulleque- que contabilizó cuatro vecinos, Carrascosilla doce y La Langa dieciséis. En Caracena del Valle eran siete sus habitantes.

            La comunidad de “Tierra de Huete” a finales del siglo XVI, según el "Censo de población de las Provincias y Partidos de la Corona de Castilla" de Tomás González[15], estaba integrada por un total de 59 municipios[16] que sumaban un total de 11.828 vecinos, siendo en cuanto al número de vecinos más importante que la otra “Tierra de Cuenca” que tenía 8.388 vecinos distribuidos en mayor número de aldeas, lugares y villas, un total de 110

            A mediados del siglo XVIII la categoría jurídica de ciudad la tenían en tierras de Cuenca la propia capital y Huete[17], las villas eran doscientas treinta y dos, las aldeas ciento seis y los lugares ochenta y dos. Las ventas eran cinco, doce las granjas y setecientas sesenta y tres las casas de campo[18]. Según datos del Instituto Geográfico Nacional la superficie actual de la provincia de Cuenca es de 17.141 kilómetros cuadrados siendo 347 sus pueblos a 1 de enero de 2008 agrupados en 238 municipios[19].

            Muchos despoblados que se citarán tuvieron en un momento u otro de su trayectoria histórica la consideración jurídica de señoríos ya fueran  territoriales o jurisdiccionales o ambos a la vez. Las medidas dimanadas de las Cortes de Cádiz- decretos de 1811 y Constitución de 1812-suprimen los señoríos jurisdiccionales convirtiendo los territoriales en propiedad particular por Decreto de 1837[20]. En el siglo XIX la copia de un informe redactado para Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de fecha 11 de diciembre de 1867 nos aporta información sobre los despoblados que existían en la provincia de Cuenca. Estos despoblados eran susceptibles de ser excavados y estudiados[21]. Eran: Tragacete; Castillo del la Vega del Codorno; despoblado de Santa Cristina en Cañizares; Santaver en Cañaveruelas; Cabeza del Griego y Fosos de Bayona en Saelices[22]; San Benito en Tresjuncos; Valera de Arriba en Valeria[23]; Santa Quitería en Campillo de Altobuey; Ermita de Santa Quitería en Tébar; Virgen de la Cabeza en Alconchel; Fuilbert en Fuentelespino de Haro; Pulpón en Carrascosa del Campo; Sobrarías en Aliaguilla; Veguilla, Jorge y Prado de la Olmeda en Villares de los Tornajos; Caros del Castillo y de la Cava en Arguisuelas del río Guadazaón.          
           
            Decir que en gran parte de los pueblos aquí citados que fueron del alfoz de la tierra de Huete encontramos parajes con el nombre de Los Villares o Los Casares que nos remiten a posibles vestigios de algún tipo de asentamiento humano.

            El recorrido por los despoblados de lo que fue el alfoz de Huete tiene como finalidad conocer su emplazamiento y los datos que han llegado hasta nosotros ya sea por testimonios escritos, por sus huellas arqueológicas o por ambas fuentes a la vez. Se presta primero atención a los despoblados del actual municipio de Campos del Paraíso y se completa este recorrido con la atención prestada a los despoblados localizados en otros pueblos que fueron del alfoz de Huete. También en los localizados en pueblos del municipio de la ciudad de Huete por su rango de cabeza de su Alfoz.
           
Por último nos ocuparemos de los despoblados en términos de pueblos de lo que fue Tierra de Cuenca y que podemos localizar en las inmediaciones del alfoz de Huete.

Despoblados en tierras del Sexmo del Campo que fue del Alfoz de la Tierra de la Ciudad de Huete

            Está la ciudad de Huete situada a los pies del denominado cerro del Castillo o de Alvar Fáñez y del conocido como cerro de San Cristóbal. En estas alturas se han encontrado restos de la edad de Bronce que dan cuenta de un posible asentamiento prerromano en la zona. Podemos conocer de este asentamiento en la obra Arqueología en la comarca de la alcarria conquense. El yacimiento del cerro de Alvar Fañez de R. Castelo, A. Torrecilla, M. Aguado, C. Bango, R. Arribas y C. Sierra. En el año 2012 se ha puesto al descubierto un nuevo yacimiento llamado El Pino. Este yacimiento completa el de Las Madrigueras en Carrascosa del Campo[24] al que se suman el descubierto en este pueblo al hacer las excavaciones para el trazado de la autovía a Cuenca y la línea de alta velocidad Madrid-Cuenca-Murcia, yacimiento de la Fuente de la Gota[25], y el descubierto en las excavaciones hechas para la construcción del llamado Embalse de Carrascosa en el antes muy poblado cauce del río Valdejudíos[26]. El yacimiento junto al Embalase, llamado El Pino como el de Huete, se encuentra muy cerca del yacimiento de Las Madrigueras[27]




En 2014 muere don Inocente López López, descubridor del Torito celtibérico de Cuenca, hallado por él en el yacimiento del Cerro de Alvar Fañez, actualmente uno de los símbolos de representación e identidad de Cuenca. Igualmente, fue también descubridor y donante de numerosas piezas arqueológicas que pueden contemplarse en el Museo Provincial de Cuenca. En este cerro tambien se encontraron restos romanos[28].




           
En el siglo II antes de Cristo, Claudio Tolomeo ya citaba en su Geografía un asentamiento celtibero a la que denominó Istonium.

            En el siglo VI después de Cristo los romanos emplazaron en la cima del cerro su Julia Opta, un recinto fortificado o plaza fuerte del cual aún queda algún resto. Este asentamiento romano tuvo cierta importancia debido a la explotación del yeso especular, muy abundante en la comarca. A fines del siglo V d.C. los visigodos gobernaban la ciudad, pero apenas dejaron legado en la antigua Opta. En el siglo VIII los bereberes llegaron a la antigua Julia Opta, y sobre sus restos el rey taifa de Sevilla, Al-Mutamid, fundo en el siglo IX la alcazaba de Wabda- río-, importante enclave geoestratégico desde el que se domina una amplia zona hasta la sierra de Altomira al oeste, el valle del río Mayor hacia el norte hasta las alcarrias de Sacedón, la entrada hacia la serranía conquense al este y los primeros cerros de la Manchuela al sur. En 1150 las tropas del rey Alfonso VII de Castilla tomaron Wabda, dando lugar a la ubicación actual de Huete, cuyo poder se disputarían los Castros y los Lara en 1164, recayendo en favor de los últimos. La Alcazaba sufrió reformas a lo largo del siglo X, quedando convertida en el castillo de la Luna. Todavía este castillo tendría un último cometido en 1174 cuando los almohades sitiaron el castillo, resistiendo el pueblo y huyendo los sitiadores. La lejanía cada vez mayor de la linde entre los reinos cristianos y los musulmanes dejaron en un segundo plano el castillo, que ni siquiera fue reconvertido en vivienda de nobles, cayendo en el incipiente abandono en el cual se encuentra en la actualidad. Para conocer de forma exhaustiva la historia musulmana de la ciudad de Huete nada mejor que las obras de José Antonio Almonacid Clavería[29].

A fines del siglo XVI el sexmo del Campo en el alfoz de Huete no estaba integrado por tantas aldeas como en la Edad Media, pues muchas habían sido despobladas, compradas e integradas en los términos de las villas vecinas que se habían eximido de la ciudad de Huete[30]. A fines del siglo XVI encontramos en el alfoz de Huete y en su sexmo del Campo la villa de Loranca[31], Palomares del Campo, Carrascosa del Campo, Los Valparaísos, Olmedilla del Campo, Horcajada de la Torre, Torrejoncillo del Rey y Villar del Águila. Estas villas se habían eximido de la jurisdicción de Huete a mediados del siglo XVI. Carrascosa del Campo, Horcajada de la Torre, Torrejoncillo del Rey, Olmedilla del Campo, Palomares del Campo, Valparaíso de Arriba y Abajo, se convierten en villas eximidas entre 1537 y 1555. Las villas eximidas, pertenecientes a este sexmo, siguiendo posiblemente la costumbre que tenían de reunirse cuando eran aldeas dependientes de ciudad de Huete, convocaban y celebraban juntas de sexmo, con el fin de aplicar políticas comunes a todas ellas recordando la antigua unidad territorial; políticas comunes referentes a dehesas[32], bienes comunales, plagas de langosta[33] y defensas judiciales frente a Huete, cabeza de la Tierra y de cuya jurisdicción antes dependían.

            Anualmente se nombraba un sexmero, llamado diputado del sexmo, encargado de gestionar los asuntos acordados en junta de sexmo. Para acometer lo acordado, los gastos generales eran sufragados por los ayuntamientos de las seis villas de forma proporcional. Se desconoce por no haber documentación si dichas juntas se celebraban siempre en la misma villa o se celebraban en todas las villas del sexmo de forma rotativa. Si parece que el oficio de diputado de sexmo era rotativo y anual, es decir, cada año le tocaba a una de las seis villas eximidas, que componían el sexmo, nombrar como diputado a uno de sus vecinos.
           
            Una de las principales funciones del diputado del sexmo era acudir a las juntas de villas eximidas y representar a su sexmo en ellas. Estaban presentes en las sesiones del concejo de la ciudad de Huete. Era un nexo entre las distintas villas del sexmo del Campo y la junta de villas eximidas. La finalidad fundamental que tenía este tipo de reuniones era la de defenderse y aplicar una política común frente a la ciudad de Huete. Las juntas de villas eximidas se debían celebrar cada año en una villa distinta. Aunque la documentación no es del todo clara, creemos que no solamente acudían a estas juntas las villas eximidas, sino que también los demás lugares y aldeas de Tierra de Huete, que aunque no se hubieran eximido y convertido en villas. El oficio principal elegido en estas asambleas se denominaba como se ha dicho diputado del sexmo y también “procurador síndico de la Tierra y villas”, “procurador general de las villas eximidas” o simplemente “procurador de la Tierra”. El procurador de la Tierra y villas eximidas era un oficio de carácter anual, siendo cada año un vecino de una villa distinta. Recibía de forma anual, de cada una de las villas, una cantidad en concepto de martiniega[34] en concepto de sueldo, pues no hay que olvidar que, al tratarse del máximo representante de la institución, posiblemente, fuera necesaria una dedicación completa. No es de extrañar que, además de las villas eximidas, participasen en estas asambleas todos los lugares y aldeas de Tierra de Huete, pues la Junta, con su procurador a la cabeza, no sólo se ocupaba de defenderse de posibles abusos de Huete como cabeza, sino que en su seno se gestionaban todo tipo de cuestiones; así por ejemplo, los gastos de limpiar ríos y acequias del partido, que en algunos casos eran pagados por todos los pueblos de la Tierra, al igual que los destinados al arreglo de ciertos puentes que estaban en el partido pero fuera del término de la villa.

            El hecho de que muchas aldeas y lugares obtengan privilegio de villazgo y de que otras intenten obtenerlo, va a originar una serie de pleitos con la ciudad de Huete, cabeza de la comunidad de la Villa y Tierra de Huete. La Monarquía estaba dispuesta a conseguir nuevos ingresos, aunque para ello tuviese que recurrir a la venta de cartas de villazgo, por los agobios fiscales que sufrió desde la segunda mitad del siglo XVI y a lo largo del XVII. Las ciudades se opusieron abiertamente a ver recortado su antiguo alfoz, produciéndose una verdadera lucha entre éstas y las aldeas de su jurisdicción. Huete esgrimía los privilegios antiguos otorgados por reyes anteriores; en un privilegio otorgado por don Juan II en 1457 se decía “que ningún lugar de su jurisdicción no será enajenada lo uno de lo otro salvo que siempre estará para la corona real”. Ya en 1420 Juan II confirmó este privilegio de Enrique III sobre la prohibición de enajenar su término. Un motivo importante de discordia entre la ciudad y las villas eximidas, que aparece en los documentos, era la utilización de dehesas y montes. Era frecuente que las aldeas y villas, además de disponer bienes propios, compartiesen derechos comunales sobre ciertos terrenos explotados en régimen de uso comunal.

            Además del sexmo del Campo al sur de la ciudad de Huete, que se puede encontrar con la denominación de Villalcampo, las tierras del alfoz de la ciudad de Huete se agrupaban en los de Caracena al este de la ciudad de Huete, Barajas al sureste, Tinajas en el sector central de la tierra de Huete y a ellos agregar el sexmillo de Zabala en la zona más septentrional del alfoz situada más allá del río Guadiela.

            En las tierras del sexmo de Campos del Paraíso hay que desmitificar la leyenda sobre la mora Zaida y siguiendo a José Antonio Almonacid Clavería recogemos sus palabras, “A pesar del montaje sobre la dote de la mora Zaida que, supuestamente, aportaba las tierras de Cuenca al reino de Alfonso VI; la susodicha "dote" no es más que un culebrón histórico-ficticio para que encubriendo el concubinato real de Zaida, no resultare Real adulterio para Alfonso VI. La Zada era hija de Ben Tahir de Murcia; casada con Fath al-Mamün, hijo del reyezuelo sevillano Mutímid. Cuando Fath defiende Córdoba contra los almorávides, Zaida se refugia con el tesoro del rey en Almodóvar del Río y, desde aquí se desplaza con el tesoro para comprar ayuda militar de Alfonso; estando en tratos, se entera de la conquista de Córdoba, estrenando viudez. Alfonso que ya mantuvo carnales relaciones con su defensora hermana la de Zamora, Urraca, no hizo ascos a la murciana ni al tesoro. El 12 de septiembre de 1093  moría Zaida de parto, sobreviviendo su hijo Sancho, el de Uclés. Cuenca: sus monedas hispano-árabes. 416-506H. (1025-1113 d.C.).









[1] Alarcón, con se extenso alfoz, se incorporó en 1296 al señorío de Villena, marquesado desde 1445
[2] La villa de Moya, jugó un importante papel en la Edad Media por tratarse de un territorio fronterizo con el reino de Aragón. Fue declarada de realengo por Fernando IV y posteriormente se convirtió en marquesado con los Reyes Católicos. Su territorio comprendía 36 pueblos en la vertiente oriental, la serranía Baja, de la actual provincia de Cuenca
[3] El obispado se divide en cuatro arcedianatos: Cuenca, Moya, Huete y Alarcón.
[4] Uclés se convirtió en cabeza del Maestrazgo de Santiago. Aquí se hacían las elecciones del Gran Maestre hasta 1493, cuando el Maestrazgo con los de las restantes Órdenes pasa a la Corona. Serán los reyes desde esa fecha sus administradores generales.
[5] Para saber sobre el Corregimiento de San Clemente es obligado consultar el BLOG https://historiadelcorregimientodesanclemente.blogspot.com/corregimiento de San Clemente, de Ignacio de la Rosa Ferrer. En este BLOG leemos que el corregimiento de las 17 villas tuvo su origen en el desgajamiento de la gobernación de lo reducido a la Corona del Marquesado de Villena en 1586. Se formaron dos corregimientos con centro en Chinchilla y San Clemente, los llamados también los partidos de abajo y arriba. El corregimiento de las diecisiete villas o de San Clemente estaba formado a fines del siglo XVI, antes de que se iniciara el proceso de concesión de villazgos del siglo XVII, por las siguientes villas y aldeas: San Clemente , Villarrobledo, La Alberca, Las Mesas, Las Pedroñeras, El Pedernoso, Quintanar del Rey, Santa María del Campo (bajo jurisdicción real en el periodo 1579-1608, vendida ese año a Diego Ruiz de Alarcón), Minglanilla (título de villa adquirido en 1564), Tarazona, Villanueva de la Jara y sus aldeas que son Casasimarro, Gil García y Madrigueras. Barchín del Hoyo, El Peral, Motilla y su aldea Gabaldón, Cañavate y sus aldeas que son Atalaya y Cañadajuncosa. Iniesta y sus aldeas que son Ledaña, Castillejo, La Graja, El Cadozo, Villarta y La Puebla. Vara del Rey y sus aldeas que son Sisante, Casas de Guijarro y Pozo Amargo. Hay un corregimiento de cuatro villas para el periodo 1526 a 1539, resultado de la donación hecha por las capitulaciones matrimoniales de la emperatriz Isabel de Portugal con Carlos I. Este distrito también lo fue de rentas reales, alcabalas y tercias. Comprendía las siguientes poblaciones: San Clemente, Albacete, Villanueva de la Jara y Vara del Rey (título de villa adquirido en 1537)
[6] El marquesado de Moya que comprendía 36 pueblos en la provincia de Cuenca fue concedido por la reina Isabel I de Castilla el 4 de julio de 1480 al conquense —de familia conversa— Andrés Cabrera, señor de Moya y Chinchón, caballero de la Orden de Santiago, mayordomo, consejero y tesorero del rey Enrique IV de Castilla, y partidario de Isabel la Católica en la Guerra de Sucesión Castellana, que tuvo bajo custodia el Alcázar de Segovia (Alcázar que entregó a Isabel y Fernando en momento crítico de la guerra que enfrentaba a éstos con los seguidores de Enrique IV y la Beltraneja). Su nombre hace referencia a la villa conquense de Moya, cuyo señorío le había entregado Enrique IV en 1463, y fue su esposa Beatriz Fernández de Bobadilla, gran amiga de Isabel la Católica, de quien se llegó a decir que "después de la reina de Castilla, la Bobadilla". Beatriz moriría en Madrid el 10-IX-1511, año en que también falleció su esposo, en 4 de octubre. Su actual propietario es el duque de Alba.
[7] La comunidad del Real Señorío de Molina y su Tierra es una agrupación de municipios españoles con carácter histórico creada en torno a aquellos que conformaban el antiguo Real Señorío de Molina, en el este de la actual provincia de Guadalajara. Fue registrada en la Dirección General de Cooperación Local el 27 de junio de 2008 con el fin de administrar el patrimonio histórico y artístico de los pueblos que la integran. La comunidad agrupa a cuarenta y tres municipios: Adobes, Alcoroches, Alustante, Anquela del Pedregal, Baños de Tajo, Campillo de Dueñas, Castellar de la Muela, Corduente, Checa, Chequilla, Establés, Fuembellida, Fuentelsaz, Herrería, Hombrados, Megina, Milmarcos, Morenilla, Orea, Pardos, El Pedregal, Peralejos de las Truchas, Pinilla de Molina, Piqueras, El Pobo de Dueñas, Prados Redondos, Rillo de Gallo, Rueda de la Sierra, Selas, Setiles, Taravilla, Tartanedo, Terzaga, Tierzo, Tordellego, Tordesilos, Torrecuadrada de Molina, Torremocha del Pinar, Torremochuela, Torrubia, Tortuera, Traíd y Valhermoso. UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE MADRID Facultad de Filosofía y Letras Departamento de Historia Moderna LA POBLACIÓN DE GUADALAJARA, 1500-1650 TESIS DOCTORAL realizada por Ángel Luis Velasco Sánchez Director: Santos Madrazo Madrazo Madrid 2008. De los 12.167 km² de la actual superficie de Guadalajara, aproximadamente 7.361 km² (el 60,4 por 100) no pertenecían entonces a Guadalajara. De mayor a menor extensión territorial, a Cuenca correspondían 13 términos del Partido de Huete, 20 del Partido de Cuenca y, sobre todo, 63 del Señorío de Molina, sumando entre todos 3.714 km². A Soria lo hacían 55 términos y 1.526 km² repartidos entre las serranías del Ducado de Medinaceli, Partido de Atienza y Partido de Cobeta. El Partido de Zorita con sus 25 términos y una extensión de 1.069 km² pertenecía a Madrid. A su vez, los Partidos de Alcalá de Henares y de Ocaña con una extensión de 746 km² y 26 términos eran de Toledo. Finalmente, 5 términos y 304 km² del Partido de Ayllón formaban parte de Segovia. Del Partido de Huete pasan a Guadalajara Partido de Huete: 1. Alique (2). 2. Casasana (7). 3. Castilforte (9). 4. Córcoles (11). 5. Chillarón del Rey (1). 6. Escamilla (8). 7. Hontanillas (3). 8. Millana (12). 9. Pareja (6). 10. Poyos (13). 11. Sacedón (10). 12. Torrenteras (4). 13. Villaescusa de Palositos (5). Del Partido de Cuenca: 1. Arbeteta (7). 2. Armallones (2). 3. Cereceda (11). 4. Huertapelayo (3). 5. Mantiel (10). 6. Morillejo (6). 7. Ocentejo (1). 8. Peñalén (9). 9. Peralejos de las Truchas (16). 10. Peralveche (13). 11. Poveda de la Sierra (15). 12. Puerta, La (12). 13. Recuento, El (14). 14. Valtablado del Río (5). 15. Villanueva de Alcorón (8). 16. Villel de Mesa (17). 17. Yunta, La (18). 18. Zaorejas (4). Del Señorío de la Villa de Molina: Sexma del Campo: 1. Algar de Mesa (1). 2. Amayas (3). 3. Anchuela del Campo (7). 4. Campillo de Dueñas (20). 5. Cillas (15). 6. Concha (10). 7. Cubillejo de la Sierra (19). 8. Cubillejo del Sitio (18). 9. Embid (16). 10. Establés (9). 11. Fuentelsaz (6). 12. Hinojosa (8). 13. Labros (4). 14. Milmarcos (5). 15. Mochales (2). 16. Pardos (13). 17. Rueda de la Sierra (17). 18. Tartanedo (11). 19. Torrubia (14). 20. Tortuera (12). 57 Sexma del Pedregal: 1. Anchuela del Pedregal (1). 2. Anquela del Pedregal (11). 3. Castellar de la Muela (2). 4. Castilnuevo (5). 5. Hombrados (3). 6. Morenilla (7). 7. Pedregal (El) (8). 8. Pobo de Dueñas (4). 9. Prados Redondos (6). 10. Setiles (13). 11. Tordellego (12). 12. Tordesilos (14). 13. Torrecuadrada de Molina (10). 14. Torremochuela (9). Sexma del Sabinar: 1. Aragoncillo (2). 2. Baños de Tajo (16). 3. Canales de Molina (3). 4. Corduente (9). 5. Cuevas Labradas (11). 6. Fuembellida (14). 7. Herrería (5). 8. Lebrancón (12). 9. Molina de Aragón (7). 10. Rillo de Gallo (6). 11. Selas (1). 12. Taravilla (17). 13. Terraza (10). 14. Tierzo (15). 15. Torete (8). 16. Torremocha del Pinar (4). 17. Valhermoso (13). Sexma de la Sierra: 1. Adobes (5). 2. Alcoroches (8). 3. Alustante (9). 4. Checa (11). 5. Chequilla (7). 6. Megina (6). 7. Motos (10). 8. Orea (12). 9. Pinilla de Molina (2). 10. Piqueras (4). 11. Terzaga (1). 12. Traid (3).
[8] Carrascosa de Haro, Rada de Haro, Casas de Haro, Fuente el Espino de Haro, Villaescusa de Haro, Villar de la Encina. Podemos hablar de la comarca de Haro en las tierras de la zona suroeste de la provincia en Cuenca, en la Mancha Baja y en la mancomunidad de San Clemente. Su nombre se debe por su pertenencia al territorio del Castillo de Haro, del que dependía, y luego despoblado. El señorío de Haro en Cuenca fue concedido por el rey Alfonso VIII, conquistador de Cuenca, a su alférez mayor Diego López de Haro, V señor de Vizcaya entre 1170 y 1214, como recompensa tras la batalla de las Navas de Tolosa. Así se comienza la defensa y repoblación del territorio de la parte alta del valle del Záncara que había sido conquistado a los almohades. Después el territorio forma parte del Priorato de Uclés, de la Orden de Santiago.
[9] La intendencia de Cuenca es la última creada de las veintidós en las que se organizaron los territorios de la Corona con la dinastía Borbón. Los territorios, que luego darían lugar a esta intendencia, estaban incluidos en la primera división que se hace en dieciocho intendencias en 1718 en la llamada intendencia de La Mancha que abarcaba las diócesis de Toledo y Cuenca. En el decreto de restablecimiento de intendencias de 1749 es ya una intendencia con entidad propia en el Reino de Castilla. Los límites de la Intendencia de Cuenca fueron modificados en 1789 y posteriormente en 1804. La Constitución de 1812 de las Cortes de Cádiz dividen el estado en provincias que en 1814 fueron suprimidas. En el año 1822 fueron restablecidas las provincias y se fijaron sus límites actuales. Se suprimió la división provincial de nuevo en 1823 y fue reinstaurada en 1833, sin alteraciones para la provincia de Cuenca. La definitiva estructura administrativa de división en provincias se hace desde el ministerio de Fomento por Javier de Burgos.
[10] Linda por el norte con la de Guadalajara; por el este con las de Teruel y Valencia; por el sur con la de Albacete y Ciudad-Real; al este con las de Madrid y Toledo. Su 1ímite norte empieza en la sierra de Albarracín, siguiendo por la orilla izquierda del Tajo hasta donde se le une el Oceseca, y formando arco hacia el oeste va buscando las cabeceras, del Guadiela y las que desaguan en este río y el Cuervo, pasando al norte de Valsalobre y Valtablado de Beteta, al sur de Villanueva de Alcorón y Recuenco; y desde aquí dirigiéndose hacia el suroeste pasa al sur de Salmerón hasta un riachuelo que nace en las inmediaciones de este pueblo, y desagua en el Guadiela, siguiendo por él hasta dicho río, cuya orilla derecha sirve de límite hasta su entrada en la sierra de Altomira, frente a Buendía. Aquí termina el límite septentrional y empieza el occidental siguiendo las cumbres de dicha sierra hasta la ermita de Altomira, desde cuyo punto inclinándose la línea al suroeste, pasa al sur de Saceda-Trasierra a buscar el nacimiento del pequeño río Calvache, inclinándose algo más al sur sigue por el oeste de Huelves hasta el río Riansares, un poco al este de la ermita de este nombre, continuando por la orilla izquierda de él hasta la confluencia de otro que viene de Rozalén, un poco al norte de Cabezamesada. De aquí toma hacia el sureste. a pasar entre Villamayor y Villanueva del Cardete, y entre la Mota del Cuervo y el Toboso, terminando al norte de Pedro-Muñoz, en donde concluye el límite occidental. Empieza el meridional, dirigiéndose a cortar el río Záncara al oeste del Provencio, y por el límite antiguo de esta provincia con la Mancha a pasar al sur de Minaya y la Roda, en dirección a la confluencia del río Júcar y el que pasa por Tarazona y viene de Solera, en donde nace. Desde dicha confluencia sigue por el norte de las casas de Motilleja, las Navas de Jorquera, Villamalea; y pasando el sur de Ledaña y Villarpardo, buscando luego el río Cabriel, y cortándolo al norte de Villatoya en dirección a la sierra de Martés al norte de Cofrentes, en la que termina el límite meridional. Sigue el oriental por dicha sierra, pasando al este de Jaraguas y al oeste de Caudete por el nacimiento del río Ranera al oeste de Aliaguilla en dirección a la sierra de Negrete, cortando el Guadalaviar por debajo de Santa Cruz, y por la orilla del río Arcos tuerce al oeste, volviendo á atravesar el Guadalaviar, siguiendo por el límite antiguo al norte de Torrefuerte, Mojón de los tres Reyes; hasta encontrar el río Cabriel, por el cual va á terminar en la sierra de Albarracín. Decreto de las Cortes Extraordinarias de 27 de enero de 1822 sobre la División provisional del territorio español.
[11] Según el Vecindario del año 1757 de la contaduría principal de rentas de la corona de Castilla redactados con los datos aportados por los Memoriales Libros Personales del Catastro del marqués de la Ensenada.
[12] La dehesa de Villas Viejas en 1573 era un espacio comunal, próximo al término de Fuente el Pez perteneciente a Palomares del Campo, en el que podía entrar todo el ganado de las distintas aldeas y villas del partido de Huete. A finales del siglo XVI funcionaba como un Propio de la ciudad de Huete; en 1600 la ciudad tenía permiso para labrarla. Dicho año se sacó a subasta para su arrendamiento; tres vecinos de Torrejoncillo del Rey se quedaron con ella; éstos a su vez hicieron lotes y la arrendaron a otros vecinos de Torrejoncillo para labrarla. Archivo Histórico Municipal de Huete, AHMH. Protocolos: Torrejoncillo del Rey, leg. 30, folio 134r-136.
[13] Anuario Estadístico de España. Dirección General del Instituto Geográfico Nacional. I. N. E. 2008.
[14] Decreto 166/200, de 19 de noviembre de 2002, por el que se constituye en entidad de ámbito territorial inferior al municipio el núcleo de Castillejo del Romeral, perteneciente al municipio de Huete (Cuenca).
[15] Canónigo de la catedral de Plasencia. Al poco de tomar posesión de esta canonjía recibe de Fernando VII el encargo de reorganizar el Real Archivo de Simancas, el más importante de España, al acabar la guerra de La Independencia. Su publicación del conocido como Libro de los Millones  o Censo de población de las Provincias y Partidos de la Corona de Castilla en el siglo XVI , que realiza entre 1815 y 1829, ofrece una visión completa de la población del reino español en el año 1591.
[16] Los municipios que componían “Tierra de Huete” eran: Villar del Maestre, Culebras, Cuevas de Catañazor, Caracenilla, Uterviejo, Caracena, Bonilla, Castillejo, Pineda, Val de Colmenas de Yuso, Carrascosilla, Langa, Val de Colmenas de Arriba, Villar del Horno, Villanueva de Valdemejuz, Naharros, Verde el Pino, Jabalera, Moncalvillo, Sacedón, Cobecillas, Saceda del Río, Garcinaharro, Mazarulleque, Salmeroncillos, Castilforte, Torronteras, Villa Escusa, Millán, Albendea, Arandilla, Tinajas, Val del Moro, Canaleja, Portal Rubio, Peraleja, Cañaveruelas, Alcohujate, Villalba, Castejón, Canalejas, Gascueña, Buciegas, Santaber, Huelves, Alcázar, Vellisca, Saceda, Tras-sierra, Barajas, Leganiel, Villar del Águila, Olmedilla de la Cuesta, Palomares del Campo, Loranca, Val de Paraíso de Abajo, Torrejoncillo, Horcajada y Carrascosa del Campo
[17] Sobre Huete no puede dejar de consultarse la bibliografía de José Antonio Sánchez Benito. Entre sus obras, El poder en una pequeña ciudad castellana: el ejemplo de Huete en el siglo XV. En la España medieval, Nº 25, 2002; Organización y explotación de la tierra de Huete (siglo XV) Historia, instituciones, documentos, Nº 26, 1999; Territorio y conflicto en el ámbito jurisdiccional de Cuenca (época de los Reyes Católicos). Espacio, tiempo y forma. Serie III, Historia medieval, Nº 9, 1996; Estructura urbana de Huete en el siglo XV. Espacio, tiempo y forma. Serie III, Historia medieval, Nº 7, 1994. Igualmente tiene en su bibliografía obras sobre otros pueblos de la provincia de Cuenca y sobra la propia ciudad de Cuenca.
[18] Según el citado vecindario de 1757, una eran las colegiatas, las parroquias cuatrocientas sesenta y una y las ermitas doscientas cincuenta y cuatro. Setenta y cuatro eran los monasterios, conventos, colegios y congregaciones.
[19] La Intendencia de Cuenca intercambió territorio y pueblos con Teruel, Toledo, Guadalajara, Albacete, Ciudad Real, Valencia y Madrid. Las villas de Utiel y Requena junto con otras siete poblaciones más pasan a la provincia de Valencia. A la de Albacete veintitrés pueblos entre ellos las villas de La Roda, Minaya y Tarazona. A Guadalajara las villas de Sacedón y Pareja y otros veintiocho pueblos más entre ellos Alique, Córcoles, Casasana, Castilforte, Chillarón del Rey, Escamilla, Millana, Ocentejo, Poyos, Sacedón, Tabladillo y Villaescusa de Polositos y setenta y cuatro de los setenta y cinco del territorio de Molina de Aragón- sólo queda en la provincia de Cuenca la villa de Valsalobre-. Guadalajara cede a Cuenca San Pedro Palmiches en el término de Villar del Infantado-antes del Ladrón-, éste siempre en la tierra de Huete, y Valdeolivas- que junto con Salmerón y Alcocer, de la tierra de Guadalajara, de la intendencia de Guadalajara y ahora también de la provincia, formaban parte de la comunidad de pastos de Huete. Cuenca recibe treinta y cuatro pueblos de las intendencias de Valencia, Albacete, Guadalajara, Ciudad Real, Madrid y Teruel y otros ocho que habían pertenecido a los señoríos de Haro-Carrascosa de Haro, Rada de Haro, Casas de Haro, Fuente el Espino de Haro, Villaescusa de Haro- y Albornoz una vez derogados señoríos y mayorazgos como figura jurídica de propiedad vinculada y jurisdicción territorial. Veintidós núcleos de población que ahora pertenecen a la provincia de Cuenca estaban incluidos en el territorio de Toledo. Eran villas que formaban parte del territorio de la Orden de Santiago. Entre ellas, Pedro Muñoz, Mota del Cuervo, Uclés, Fuente de Pedro Naharro, Villarrubio, Tribaldos, Tarancón, Rozalén, Saelices. Pertenecían al partido de rentas de Ocaña, centro administrativo de la orden que tenía en Villarejo de Salvanés- en la actualidad en la Comunidad de Madrid- la cabeza de la Encomienda Mayor de Castilla. De Madrid pasa a Cuenca Buendía. Reorganización de la intendencia de Cuenca. La división provincial de Javier de Burgos. Paloma Torrijos Medina.
[20] La supresión de los señoríos jurisdiccionales, iniciada con el decreto de 1811 de las Cortes de Cádiz y la constitución de 1812, desemboca en 1837 en la adjudicación de la propiedad de todo el territorio de señorío a sus titulares incluyendo aquellas tierras en las que sólo lo eran de la jurisdicción.
[21] Su autor es Luis Mediamarca presiente de la Comisión de monumentos de Cuenca; secretario de la Real Academia de Bellas de San Fernando; gobernador civil de Cuenca.
[22] Santaver, Segobriga y Ercávica enclaves de oppidum celtiberos sobre los que se asientan ciudades romanas.
[23] En el municipio de Las Valeras se encuentran los restos de la ciudad romana de Valeria- Castrum Altum- en Valera de Abajo y los de las termas en Valera de Arriba-.
[24] La necrópolis de "Las Madrigueras," Carrascosa del Campo (Cuenca). Martín Almagro Gorbea Editorial CSIC, 1969. Yacimiento y necrópolis celtíberos de Las Madrigueras del pueblo de los Olcaldes. Descubierto en diciembre de 1963, es una necrópolis de campos de urnas de la época del hierro junto al cauce del río Valdejudíos de gran importancia para el estudio de la romanización de este territorio y para el conocimiento de la población prerrománica de la meseta sur. Se hallaron importantes enterramientos, como sesenta y cinco sepulturas funerarias, objetos de bronce, hierro, cerámica griega, cerámica hallstáttica, ibérica, gris. De épocas posteriores conocemos un municipio celtibérico-romano que abarca del siglo VIII a.C. al III d.C. del cual se han hallado un castillo, el barrio de los artesanos y una necrópolis. El utillaje revela restos de vasijas enteras, restos funerarios y mortales, pequeñas cremaciones y ánforas de cristal para aceites aromáticos. Localizamos la Necrópolis en el paraje denominado Prado de las Madrigueras en el valle del río Valdejudíos a la altura del kilómetro ocho de la carretera de Carrascosa a Saelices, sirviendo como referencia el Palomar y las casas que podemos ver.
[25] La construcción de la autovía A-40 de Madrid a Cuenca al igual que el trazado de la línea de alta velocidad Madrid-Cuenca-Murcia están sacando a la luz desde el año 2006 restos de gran relevancia para la Paleontología y la Arqueología en la provincia de Cuenca. A los hallazgos de Fuentes; cercanos a la ciudad de Cuenca y conocidos desde mayo de 2007, debemos añadir los de Carrascosa. En las inmediaciones de la localización del que fue asentamiento de Villaverde –a la izquierda del kiómetro 127 de la antigua carretera nacional a Cuenca; dos kilómetros pasado el casco urbano de Carrascosa dirección Cuenca- se dio a conocer a comienzos del mes de enero de 2007 la existencia de un yacimiento en tierras de la fuente de La Gota con restos que abarcan desde la edad de bronce hasta la llegada de los romanos a la zona-del 600 a. c al 300 d. c- con rastros de lo que fue una villa datada en el siglo I de la que se ha podido recuperar abundante material que junto con los demás restos se expondrán en el Museo de Cuenca
[26] En este río se está construyendo actualmente un embalse para consumo humano, que abastecerá de agua a municipios conquenses, albaceteños y ciudadrealeños, la denominada «Tubería de la Llanura Manchega». El embalse que abastecerá este trasvase se localiza en Carrascosa del Campo, en el Valle de Valdejudíos, y tendrá una capacidad total de 4,60 hm³, además de varias zonas recreativas como un embarcadero, playa artificial, merendero, etc.
[27] Las excavaciones efectuadas en el año 2010 han documentado parte de este primitivo asentamiento, que se remonta, al menos, al siglo IV a. C. La ocupación romana se inició en época augustea y el vicus permaneció ocupado hasta finales del siglo IV d. C. Los restos excavados consisten en instalaciones dedicadas al procesamiento de agrícolas, necrópolis y, en su mayor parte, estructuras hidráulicas –cloacas, drenajes, fuente, etc, dada la cercanía del curso del Valdejudíos. ANÁLISIS PALINOLÓGICO, polén y esporas, DEL YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO DE LAS MADRIGUERAS. M. Casas Gallego.
[28] En el yacimiento romano de Huete (Cuenca) fue encontrado en una estancia de la que parece ser el área pública de la ciudad un mosaico que representaba un motivo de laberinto enmarcado por muralla. Aunque el emblema central no se ha conservado, suponemos que figuraba la lucha entre Teseo y el Minotauro, que nos transporta al mito cretense. Los paralelos conocidos de laberintos se ubican, sobre todo, en la mitad occidental del Imperio Romano, junto con Chipre, pues representan una seña de romanidad, de aceptación de las modas y costumbres romanas. Sin embargo, aunque no son numerosos los ejemplos conocidos en la Península Ibérica, se han documentado en lugares distantes, mostrando la amplia difusión del motivo. En todos los casos se datan entre mediados del s. II d.C. y mediados del s. III d.C. La función de estos mosaicos era no sólo decorativa, sino que se buscaba proteger el edificio que lo albergaba contra los maleficios, al representar la lucha y triunfo del héroe sobre el mal. Actualmente el mosaico se encuentra desaparecido, pero los escasos restos conservados fueron dibujados en los años 70 del siglo pasado. A partir de esta documentación, se ha reconstruido el laberinto que representa y se ha insertado en la planta de la habitación correspondiente, simulando su colocación original. El resto de imágenes muestran paralelos del laberinto o la iconografía de la lucha de Teseo y el Minotauro en soportes diversos (mosaico, cerámica y numismática). EL MOSAICO DEL LABERINTO DE HUETE (CERRO DE ALVAR FÁÑEZ, CUENCA) de Ana TORRECILLA AZNAR.
[29] Sobre las ciudades de Huete y Cuenca, entre otras, obras como de Huete a Cuenca con los Almohades en 1172. Antecedentes para la conquista de Cuenca; Cuenca: su última casa de la moneda. Reflexiones sobre sus postreras acuñaciones y clausura definitiva, 1999; La moderna Casa de la Moneda (1661-1728) de la muy Noble y muy Leal ciudad de Cuenca”; "El pasado musulmán de nuestra tierra y comarca"; El patrimonio rural de la iglesia de Cuenca. Siglos XII-XIII; “La Kura de Santaveria: estructura político-administrativa”, Actas del I congreso de historia de Castilla-La Mancha, tomo V. “Cuenca, al advenimiento del Califato”, Olcades, temas de Cuenca, nº 10, 1981; AL-IDRISI: Los caminos de Al-Ándalus en el siglo XII. Sobre las tierras de Cuenca la clásica obra Repoblación de las tierras de Cuenca. Julio González González; Anuario de estudios medievales, Nº 12, 1982 y Repoblación de Castilla la Nueva, Madrid, 1975. Otro título clásico como el anterior es "Historia de la Muy Noble y Leal Ciudad de Cuenca" Martín Rizo de 1629.
[30] El sexmo del Campo en el alfoz de la ciudad de Huete lo llegaron a formar las aldeas de Villar del Águila, Loranca, Carrascosa del Campo, Horcajada de la Torre, Torrejoncillo del Rey, Olmedilla del Campo, Palomares del Campo, Valparaíso de Arriba y Abajo. En la segunda mitad del siglo XVI serán ya villas y por tanto eximidas de la jurisdicción de Huete. En estas ventas de privilegios de villazgo, como en otras muchas, el problema de fondo era las necesidades acuciantes de la Real Hacienda, como consecuencia del sostenimiento de las guerras en Europa y en el Mediterráneo en el marco de la política exterior de los Austrias.
[31] En 1639 será vendida a Pedro Piñán del Castillo, familiar del que era desde 1627 y por compra el primer señor de Valparaíso de Abajo. La compra de Loranca fue anulada  por no poder satisfacer el comprador la cantidad en que le fue vendida.
[32] En 1590 cuando el concejo de Palomares del Campo solicitó permiso al Consejo de Castilla para roturar la dehesa de la villa, con el fin de pagar el nuevo servicio de millones, no lo hizo independientemente sino que la solicitud fue hecha por todas las villas eximidas que componían el sexmo del Campo. Cuando el permiso llegó a la villa de Palomares, el concejo rápidamente comunicó la buena nueva al resto de las villas del sexmo.
[33] Las plagas de langosta era uno de los males más perjudiciales para la agricultura, pues las cosechas quedaban totalmente asoladas.
[34] Llamado así por percibirse el día de San Martín; el día 10 de noviembre.

Despoblados de las villas que integran el actual municipio de Campos del Paraíso. Cuenca


Despoblados de las villas que integran el actual municipio de Campos del Paraíso[1]
           
Los cinco pueblos que integran este Municipio desde el año 1980 ya estuvieron unidos en el sexmo[2] llamado del Campo formando parte de la Tierra de Huete hasta la ruptura de esta comunidad de villa y tierra a lo largo del siglo XVI al adquirir estas aldeas la categoría jurídica de villa[3].
            
Huete está en las tierras limítrofes con la Alcarria de Guadalajara y Cuenca. La Ciudad de Huete es la puerta de entrada a esta comarca, que geográficamente es una penillanura con una altitud medía de unos 1.000 metros en la cuenca del río Cigüela; afluente del Tajo. Las tierras de La Alcarria formaron el llamado Infantazgo de Huete que tras pasar por distintos señores ajenos a la ciudad de Huete fueron propiedad desde la segund mitad del siglo XV de los Mendoza que serán por ellos duques del Infantado. El Infantado fue creado por Alfonso X el Sabio en el siglo XIII dentro de la Tierra y Común de Huete.
            
Tenemos que imaginar el poblamiento de estas tierras con unas características muy distintas a las actuales. A diferencia del paisaje actual, los asentamientos humanos presentan hasta el siglo XIX una geografía de pequeñas poblaciones dependientes de la existencia de recursos de agua; fuentes, pozos, manantiales, ríos y arroyos de caudal y tamaño variable, o de la proximidad a vías de comunicación como fueron las antiguas calzadas romanas y luego los caminos de trashumancia de La Mesta. Estos asentamientos fueron perdiendo población al desaparecer la actividad económica a la que debieron su existencia a lo que se unió la crisis económica y demográfica que se vive en Castilla desde el siglo XVII. A ello añadir los trazados de nuevas vías de comunicación que propiciaron el aislamiento de muchos de ellos que pierden habitantes teniendo que ser ya considerados despoblados en el siglo XVIII. Los pocos habitantes que permanecen van pasando al pueblo del que dependen que por distintas razones se convierte en el aglutinante de la población de su zona de influencia.
            
Evidencias de este poblamiento disperso son los yacimientos cuya datación se remonta a la edad de los metales, que se mantienen como lugar de habitación por su localización en las inmediaciones de las calzadas romanas y en las de las veredas pastoriles- luego vías de trashumancia- que comunicaban las importantes ciudades romanas de las tierras conquenses con los puertos del mediterráneo y las ciudad del interior de la meseta. Estas ciudades estaban rodeadas de villas de recreo[4] y de explotaciones agrícolas y ganaderas que llevaban el espacio de la ciudad más allá del recinto propiamente urbano, y que son en algunos casos origen de lugares y aldeas al desaparecer a lo largo del siglo III las estructuras de romanización.
            
En el mapa de la provincia de Cuenca el municipio de Campos del Paraíso y los despoblados que se citan ocupan tierras localizadas en un triángulo prácticamente equilátero cuyo vértice norte es la ciudad romana de Ercávica-Cañaveruelas-, el sureste la de Valeria- Las Valeras actuales- y el suroeste la de Segobriga y los restos del asentamiento prerrománico de Fosos de Bayona junto a Villas Viejas. Los lados de este triangulo serian los itinerarios de las calzadas romanas que las comunicaban. Estos despoblados, fueron hasta el siglo XIX lugar de paso de las vías de trashumancia del ganado lanar de la Cañada Conquense incluida en la Gran Cañada Manchega. En este triangulo situamos el ya citado municipio de Campos del Paraíso, el de Huete y gran parte de las localidades que hasta el siglo XVI formaron parte de la comunidad de villa y tierra de esta Ciudad.

En el área señalada se encuentran importantes minas de Lapis Specularis, Espejuelo, en Huete, Torrejoncillo del Rey, Valparaíso de Abajo, Olmedilla del Campo y Carrascosa del Campo. El Lapis Specularis es un yeso selenítico que los romanos utilizaron para cubrir los vanos de las ventanas, a modo de cristal, entre otros usos relacionados con la arquitectura. Muy apreciado gracias a que era fácil de manipular y se podía cortar en finas capas, Plinio el viejo afirma que el Lapis Specularis de mayor calidad de todo el imperio era el que se extraía en la Hispania Citerior, "en el entorno de 100.000 pasos de la ciudad romana de Segóbriga", lo que equivaldría a algo menos de 150 kilómetros. Así se llama, 100.000 pasos entorno a Segóbriga, la iniciativa cultural que quiere poner en valor turístico las minas romanas de espejuelo de la provincia de Cuenca.



Desde el siglo XIV está documentada la existencia de distintos despoblados en las tierras del municipio de Campos del Paraíso[5]. Tenemos noticias de los de Amasatrigo, Castillejo[6], Centenaya, Cifuentes, Gascones, La Olmeda, Pulpón, San Pedro, Torrejón, Villaverde, Villalba del Campo, Villapando o Villalpando, Villava, Valdejudíos, y Venta de la Carrasca- citada ésta en las crónicas de los reyes Alfonso VII y Alfonso VIII como aldea de la Tierra de Huete, y posiblemente foco alrededor del cual se origina Carrascosa-. En el término de Loranca los parajes conocidos como Los Casares y El Villar en las inmediaciones de los Pozos de La Fuente y La Pila unidos por el llamado Vallejo de La Pila revelan restos de poblamiento que se trasladaría al actual emplazamiento. Denominados despoblados algunos mantuvieron trazas de poblamiento con mayor o menor número de vecinos hasta principios del siglo XX. Como sabemos, formaron parte del alfoz o comunidad de villa y tierra de la ciudad de Huete con jurisdicción que abarcaba hasta su reconquista las tierras luego del alfoz de Cuenca y sobre algunas situadas más allá del Tajo que serían luego territorio del Infantado primero señorío de la Corona, luego de los señores de Albornoz y por último de sus duques a finales del siglo XV[7]. Huete llegaría a tener jurisdicción sobre 78 poblaciones[8] que a lo largo del siglo XVI fueron adquiriendo la categoría de villas eximiéndose así de su tutela jurisdiccional y pasando a ser titulares de sus bienes comunales rigiéndose por su propio Concejo.





Situado el alfoz de Huete en tierras limítrofes con los territorios musulmanes fueron abundantes las atalayas o torres vigías, que popularmente se conocen como castillos. Los almohades, que entran en España en 1145, hicieron peligrosas incursiones por estas tierras en los años 1172 y 1197. Las torres o atalayas permitían, en primer lugar, vigilar, y después, comunicarse las aldeas entre sí e informar a Huete, como cabecera de Villa y Tierra, de los posibles movimientos del enemigo. Las Relaciones Topográficas de Felipe II, aportan bastante información, en este sentido, de la presencia de estas torres a lo largo y ancho del sexmo; así, en Carrascosa del Campo, en el siglo XVI, había restos de fortificaciones en Muela del Pulpón, Cerro del Castillo, Castillejo; incluso dentro de la misma villa donde uno de sus barrios se llamaba El Castillo. Por otro lado, los términos actuales de los municipios que formaban el sexmo del Campo, están salpicados de topónimos que hacen referencia a este tipo de edificaciones: “Torrecilla” en Palomares del Campo; “La Atalaya” y “Los Torrejones” en Villar del Águila; “Cuarto de Torrecillas” en Villas Viejas; “Castillejo” y “Monte de Torres” en Carrascosa del Campo; “Torrejón” en Torrejoncillo del Rey; incluso los nombres de los municipios: Horcajada de la Torre y Torrejoncillo, son un ejemplo, en este sentido.




[1] El municipio es titular de un escudo de estilo español, adopta la forma de cuadrilongo, ligeramente redondeado en el inferior y cortado a dos partes, a la sombra de la corona real. En la parte superior sobre un fondo de gules (rojo) constan la flor de lis a la izquierda, el castillo en el centro (oro) y el león rampante. En la parte inferior sobre un fondo de oro, los símbolos de la riqueza de esta comarca. El 23 de Noviembre de 1992 la Real Academia de la Historia y el Ministerio de Cultura aprobaron el diseño de este Escudo.
[2] El sexmo es un distrito rural de carácter administrativo y fiscal en contraposición al de collacion que se refería al distrito urbano. Resultado de vivir en seis partes el territorio a poblar. La organización de las aldeas de un alfoz en sexmos tenía como finalidad la administración colectiva de los bienes comunales y sobre todo permitía a la cabeza de la Comunidad de Villa y Tierra, en este caso a Huete, una mejor administración en materia de tributos y su recaudación Al frente de cada sexmo se nombraba un sexmero; una de sus principales funciones consistía en recaudar, pero también eran quienes se encargaban de defender a la Tierra contra los atropellos que podían recibir de la ciudad. Su nombramiento correspondía a “los hombres buenos pecheros de la Comunidad de Villa y Tierra” de las aldeas del sexmo y no a la cabeza. El Sexmo del Campo lo formaron  las aldeas de Carrascosa, Villas Viejas, Fuente el Pez,  Amasatrigo, Valdejudíos, Villar del Águila, Torrejoncillo, Horcajada de la Torre, Olmedilla, Loranca, Villaverde y Palomares Valparaíso de Arriba, Valparaíso de Abajo.
[3] En el territorio de la provincia de Cuenca existieron, además de las comunidades de villa y tierra de las ciudades de Huete y Cuenca, las que tuvieron como cabeza las villas de Uclés, Alarcón, Moya y Cuenca que se fueron formando a partir de la reconquista de estas plazas fuertes.
[4] En el término de Torrejoncillo se encuentra el yacimiento de Quintanares villa romana de los inicios del Imperio que subsiste hasta finalizar la época romana como núcleo agrícola. Sus restos ofrecen teselas de mosaicos, fragmentos de terra sigillata y de ánforas, así como trozos de espejuelo utilizados como cierres de ventanales. Yacimiento que forma parte del amplio conjunto de enclaves romanos descubiertos en el término como son la calzada y las minas de espejuelo con los poblados a ellas asociados; una riqueza arqueológica poco divulgada.
[5] Su población a 1 de enero de 2007 es de 920 habitantes, sufriendo una pérdida lenta y gradual de población habitantes desde el año 2000 cuando su número era 1107.
[6] Con este nombre también se cita un despoblado en el término de Saelices del que nos ocuparemos.
[7] Las tierras de Cuenca y Huete en el siglo XV. José María Sánchez. Benito. Universidad de Castilla La Mancha. Cuenca. Año 1994.
[8] Juan Julio Amor Calzas. Curiosidades históricas de la ciudad de Huete. Ediciones Gaceta Conquense. 1987. p 34. Es obra de obligada lectura para el conocimiento de la historia, arte, vecinos y Casas ilustres desde sus orígenes hasta el siglo XX, con algunas correcciones y las necesarias salvedades derivadas de estudios posteriores.