viernes, 4 de marzo de 2016

Monasterio Jerónimo de San Marcelino. Guijosa y Espeja. Soria


Cerca del lugar de Guijosa se funda el Convento de Santa María de Jerónimos de Espeja.


El convento de Espeja estaba cerca del pueblo de  Fuencaliente, a unos cinco kilómetros, donde había un   monasterio cisterciense de monjas. Amos coexisten  hasta finales del siglo XVI cuando un incendio afecta al monasterio de  Fuencaliente que es destruido, en el año 1584.  Las monjas son trasladadas a Aranda de Duero.



En 1821 con el Trienio Liberal se inicia el proceso de desamortización de los bienes eclesiásticos paralela a la supresión de las órdenes religiosas que se extiende hasta bien entrado el siglo. El Convento de Espeja permanece cerrado al cuidado  de  los párrocos de Espeja y Guijosa que eran  antiguos frailes profesos


El Boletín Oficial de Soria del 5 de abril de 1843 publicaba el anuncio de subasta y tasación de los bienes del convento. Las tierras se fijaron en 32.000 reales de salida. El 13 de mayo de ese mismo año fueron adjudicados la mayor parte de las fincas a Juan José Vicente , vecino de Madrid, por 102.100 reales de vellón; el lote estaba compuesto por las fincas rústicas, la cerca, el palomar y la huerta. No habiendo satisfecho el importe en el plazo señalado, los bienes fueron traspasados a Ignacio Martín Diez en 73.183 reales y 22 maravedíes. El edificio de la iglesia, que estaba tasado en 379.730 reales, fue cedido por la reina Isabel a la Comisión de Monumentos de Soria en 1847. En 1854 queda en pie la iglesia con los sepulcros,  buena parte de los objetos de culto y algunos retablos e imágenes. La Comisión de Monumentos de Soria anuncia en el Boletín Oficial del 11 de septiembre de 1854 la enajenación de escombros del derruido monasterio de Espeja. 

En 1927 el periódico ABC se hacia eco del estado de ruina del Monasterio 

A partir de 1931 sólo queda del monasterio una iglesia vacía. La iglesia también se perderá, lamentablemente será demolida en 1939 por los vecinos de Guijosa, para, de esta manera, impedir el regreso de los monjes y la posible incautación de sus tierras por parte de éstos.





En 1836, tras los avatares de la guerra de la Independencia y las leyes desamortizadoras, comienza el abandono  del monasterio soriano de los Jerónimos de Santa María en Espeja o Guijosa. Permanece en el monasterio el último prior llamado Ángel Ruiz y  los curas de Espeja y Guijosa antes frailes están también para mantener su vigilancia.
   
Una gran cantidad de objetos de arte y culto ya han sido expoliados con relación al inventario de 1821 y 1835.

Este es el inventario de 1821 que recoge el padre Florentino Zamora Lucas en su obra La desamortización en la provincia de Soria. El monasterio de Espeja. 


        INVENTARIO DE 1.821
     
En cumplimiento del oficio del Sr. Eugenio Avinareta, Administrador del crédito público del partido de Aranda, fecha diez y ocho de enero de mil ochocientos veinte y uno pasó el Sr. Alcalde constitucional de la villa de Espeja Tomás Llorente al Monasterio de San Gerónimo de dicha jurisdicción a efecto de hacer formal entrega de los vasos sagrados, ornamentos, imágenes y demás pertenecientes al culto al R. P. Fray Manuel Gil encargado por el ilustrísimo Señor Obispo de esta Diócesis para recibirlo, y custodiarlo en su nombre y representación; y dicho P. Comisionado mediante no haber acompañado al Sr. Avinareta el inventario que de orden del gobierno se ha hecho de dichos objetos pidió que, con toda especificación, se hiciese uno del que pudiera salir responsable y se verificó en la forma siguiente:


 CRUCERO,  ALTAR MAYOR

Primeramente se le hizo entrega de la Yglesia en que se contienen el altar mayor, con un tabernáculo bueno, dorado, dentro del cual hay un copón (en que se reserva el Santísimo) y es de plata.
- Iten una imagen grande de Nuestra Señora de la Asunción.
- Iten cuatro cuadros o medallas grandes, que representan varios misterios de Nuestra Señora.
- Iten una imagen grande de bulto de un Santo Cristo, y otra de nuestro Padre san Gerónimo, puesto de rodillas.
- Iten dos mesas de credencias.
- Iten dos balaustrados de hierro en el presviterio.
- Iten una lámpara de oja de lata labrada y grande.
- Iten un altar colateral al lado del Evangelio en el crucero de la Iglesia, con un cuadro grande de Nuestro Padre san Gerónimo.
- Iten otro cuadro de San José al remate.
- Iten en la peana de dicho altar hay una urna de cristal en que se contienen las reliquias del glorioso san Marcelino.
- Iten otro colateral al lado de la Epístola con un cuadro grande de Nuestra Señora, San Juan Evangelista y Santa Catalina.
- Iten un cuadro pequeño de santa Teresa al remate.
- Iten en la peana de dicho altar hay un arca labrada de varios metales, que contiene las reliquias del martir San Diódoro.


CUERPO DE LA IGLESIA
         

 - Iten cuatro altares en el cuerpo de la Iglesia el uno de San Rafael, ambos de bulto, otro de la Visitación de Nuestra señora y el otro de Santa Catalina, estos dos en cuadros pequeños.
- Iten un enrejado grande de hierro que divide la Iglesia del crucero.
- Iten un púlpito con el pie de jaspe bien labrado enrejado de hierro  dorado con un guardavoz de talla bien trabajado y dorado.
- Iten cuatro confesionarios en el cuerpo de la Iglesia, y uno en la capilla de San Marcelino.
- Iten otro cuadro grande con marco de Nuestra señora de la Asunción sobre la puerta de la sacristía.
- Iten un sepulcro al lado del Evangelio del altar mayor con una efigie del Señor Obispo D. Diego de Avellaneda todo de alabastro.
- Iten otro sepulcro en la capilla de san Marcelino de jaspe y alabastro en que yace D. Lope de Avellaneda.
- Iten otro sepulcro en la capilla de Santa Catalina de alabastro y jaspe con una estatua del Caballero D. Diego De Avellaneda.
- Iten dos enrrejados grandes de hierro uno al lado del Evangelio y el otro al lado de la Epístola, que sirvieron de tribunas.  


SACRISTÍA
    
Primeramente un altar en la capilla que se dice de Santo Eccehomo por estar en él su Santa imagen, sumamente devota colocada, entre cristales y en dicho altar hay un Santo Cristo de bulto por remate.
- Iten en dicha capilla hay una estatua pequeña de San Sebastián; otra de Santa Agueda, y ocho cornucopias doradas con sus cristales.
- Iten un cuadro pequeño con marco de San Lorenzo.
- Iten otro pequeño sin marco de San Esteban.
- Iten un altar con una estatua grande del Santo Cristo con su cortina, dos cornucopias, dos espejos grandes, dos gradillas y u tabernáculo.
- Iten una urna pequeña dorada con una imagen de San José.
- Iten cuatro cuadros, dos embutidos en la pared, uno pequeño con marco común y el otro grande con marco dorado.
- Iten un altar de talla dorado con un cuadro grande de Nuestro Padre San Gerónimo.
- Iten por el interior de dicho altar hay una cruz grande de ébano con un santo Cristo de marfil.
- Iten dos medios cuerpos de las once mil vírgenes con sus reliquias.
- Iten dos medios brazos con reliquias de los santos mártires de Agreda.
- Iten otro altar de la coronación de espinas del salvador en un cuadro grande.
- Iten dentro de dicho altar hay una cruz grande de ébano en que estan embutidas varias reliquias y le falta el remate del brazo izquierdo.
- Iten dos medios brazos cada uno con sus reliquias.
- Iten dos adornos de bronces para reliquias.
- Iten en el cuerpo de la sacristía dos urnas con sus cristales en la una hay una estatua de N.P.S. Gerónimo, y en la otra un Niño Jesús.
- Iten una cajonería nueva de nogal con seis cajones grandes, un niño en el medio, y por remate un Santo Cristo con adorno de talla dorado.
- Iten otra cajonería buena de nogal con quince cajones su resplandor y remate de la misma madera con un niño de bulto en medio.
- Iten una papelera de nogal para guardar cálices, amitos y otros menesteres pertenecientes al culto divino, con veinticuatro cajones pequeños y tres medianos.
- Iten un confesionario y un espejo pequeño.
- Iten siete cuadros incluidos dos que hay en el lavatorio.
- Iten una cruz de madera negra con la manzana, u guarnición de bronce.
- Iten dos ciriales de bronce.
- Iten un calderillo de bronce con su aspersorio de lo mismo.
- Iten un incensario y naveta de bronce.
- Iten un banco grande de nogal con respaldo y dos cajones.
- Iten dos alacenas de con sus puertas y cerraduras.
- Iten un Jesús Nazareno de bulto pequeño.
- Iten dos urnas de cristal, y una peana pequeña dorada.
- Iten un viril con la peana de plata en que se hallan embutidas varias piezas de ámbar y algunas le faltan.
- Iten un cofrecillo pequeño de marfil.
- Iten una cajita de plata afiligranada, y dorada por dentro.
- Iten un cáliz de plata dorado con su patena.
- Iten cuatro cálices de bronce con la copa de plata y sus patenas.
- Iten cinco platillos de peltre.
- Iten cinco pares de vinajeras pequeñas de plata.
- Iten una ampolla de plata con el óleo de la Santa Unción.
- Iten veinte y seis paños de cálices.
- Iten veinticuatro bolsas de corporales, cada una con los suyos.
- Iten veintidós cornualtares.
- Iten cuarenta purificadores.
- Iten ocho amitos, los tres con cintas.
- Iten tres cruces de ébano con sus crucifijos.
- Iten seis candeleros de ébano.
- Iten una sacra, y Evanjelio de ébano.
- Iten seis candeleros grandes de bronce.
- Iten una cruz grande de bronce con su crucifijo.
- Iten una sacra grande para el altar mayor.
- Iten diez candeleros pequeños de bronce y dos de estaño.
- Iten seis cruces de bronce con sus crucifijos.
- Iten siete misales con sus atriles.
- Iten nueve aras que estan e los altares.
- Iten seis sacras comunes en seis altares.
- Iten cuatro bancos de respaldo de pino en la Iglesia.
- Iten un candelero para el cirio.
- Iten otro triangulado para tinieblas.
- Iten cuatro gradillas para el monumento.
- Iten veinte ramos pequeños y cuatro grandes.


ROPA BLANCA
           
 - Iten dieciseis sabanillas para los altares y credencias.
- Iten ventinueve albas de lino algunas, y otras de erca buenas.
- Iten trece roquetes incluidos los de los chicos.
- Iten diez cíngulos.
- Iten tres almoadones.
- Iten una muceta para administrar.


 TERNOS
            - Iten un terno blanco de flores con su capa y azaleja de lo mismo.
- Iten dieciseis frontales sin marco de varios colores.
- Iten un terno de tarco blanco con capa de lo mismo.
- Iten un terno encarnado bueno y uno y una capa de brocado con aceleja.
- Iten cuatro casullas encarnadas de media seda.
- Iten un terno morado con su capa.
- Iten otro morado con sus planetas.
- Iten cuatro casullas moradas.
- Iten un terno de lama con capa y azaleja de lo mismo.
- Iten cuatro casullas tambien de lama.
- Iten un terno de damasco verde con capa de lo mismo.
- Iten cuatro casullas verdes de damasco.
- Iten otro terno verde de terciopelo con capa de lo mismo.
- Iten cuatro casullas blancas de media seda.
- Iten un terno blanco de media seda a medio andar con su capa.
- Iten otro terno blanco de damasco con capa de lo mismo.
- Iten un terno bueno dorado de hilo de seda, plata y oro, y paño de cáliz.
- Iten una bordada de lo mismo más andada.
- Iten otra casulla blanca bordada de seda.
- Iten un terno encarnado comun de damasco, y dos capas viejas de lo mismo.
- Iten un terno encarnado de pana con capa y la fenefa de brocado.
- Iten otro terno de terciopelo encarnado con su capa de lo mismo.
- Iten otro terno que se dice de San Marcelino con capa, frontal y paño de púlpito.
- Iten cinco casullas blancas comunes.
- Iten cinco casullas encarnadas comunes.
- Iten cuatro casullas negras de damas con dos dalmáticas, y capa de lo mismo.
- Iten otra capa vieja negra de damasco.
- Iten dos capas negras viejas de terciopelo.
- Iten un paño bueno encarnado de medio tisú.
- Iten un palio de seda con fenefa de terciopelo encarnado.
- Iten cuatro cortinas grandes de tafetán encarnado por el monumento.
- Iten dos alfombras, una grande y buena, y otra pequeña y mala.
- Iten dos paños de tumba, el uno grande de terciopelo con escudos de plata y el otro pequeño de tisú.


EN EL CORO
    
Primeramente una sillería buena de nogal que tiene treinta sillas por bajo y cuarenta y tres por alto con un remate de diversas figuras, al testero tiene un Santo Ecce Homo pintado en lienzo.
- Iten un facistol grande de nogal en medio del coro con cuatro caras y un Santo Cristo por remate.
- Iten un estante grande que sirve para guardar los libros del coro.
- Iten treinta y tres libros cantorales buenos y en pergamino todos. En la época de la desamortización se conservaban en el coro de la iglesia treinta y tres de estos cantorales.
- Iten un órgano grande con caja de talla dorada y jaspeada.
- Iten otra caja vieja dorada que fue de órgano.
- Iten una rueda con diez campanillas.
- Iten dos breviarios grandes y viejos.
- Iten un libro para la calenda.
- Iten una lucerna grande con dos mecheros.
- Iten otra lucerna pequeña de oja de lata.
- Iten dos facistoles pequeños.
- Iten un calderillo pequeño de bronce con sus aspersorios de lo mismo.
- Iten un balaustrado de hierro con unas bolas de bronce y en la de en medio hay una cruz también de bronce.


CAPILLA DEL SANTO ECCE HOMO DEL CAPITULO

 Primeramente un altar con la efigie del Santo Eccehomo.
- Iten seis blandones de madera plateados.
- Iten dos faroles grandes con sus varas.
- Iten dos gradillas pintadas.
- Iten una urna grande dorada que sirve para el monumento.
- Iten unas andas de madera dorada para San Marcelino.
- Iten catorce cuadros, todos con su marco, dos grandes, cuatro medianos, y los seis restantes más pequeños.
- Iten cuatro bancos de respaldo de pino viejos y malos.
- Iten nueve frontales con marcos de varios colores.
- Iten tres campanas grandes en la espadaña de la Iglesia.
- Iten seis campanillas para tocar en las misas rezadas.
   

 En esta forma se concluyó este inventario sin que el Padre Fray Nicanor Cantabrana encargado que estaba de lo perteneciente a la Iglesia, Sacristía y demás perteneciente al culto divino haya manifestado ni entregado más de lo que en este inventario se contiene y lo mismo de que se dio  por entregado el R. P. Fray Manuel Gil como representante en virtud de comisión del ilustrísimo Sr. Obispo a quien principalmente corresponde entregarse de dichas alhajas por el artículo 29 de la ley de 25 de Octubre sobre reformas de regulares, y para que así conste, lo firmó dicho señor Alcalde y los predichos PP. Fray Nicanor y Fray Manuel Gil, de lo que yo el infrascrito fiel de fechos certifico y doy fe en cuanto puedo en san Gerónimo de Espeja y enero 24 de 1.821.
          
 Tomás Llorente. == Firmado y Rubricado.

Fray Manuel Gil. == Firmado y Rubricado.

Fray Nicanor Cantabrana. == Firmado y Rubricado.

Como fiel de fechos. == Domingo Ortega. == Firmado y Rubricado.
   

El inventario de 4 de Diciembre de 1.835 es prácticamente igual al de 1821. 


Desde 1836  empezaron a desperdigarse por las parroquias cercanas objetos e imágenes.


En los libros de carta-cuenta de la parroquial de Espeja hay una anotación de 1.846 en la que se pagan seis reales por colgar los cuadros del Convento, ese mismo año queda constancia del traslado de "los santos del convento". En la iglesia de Espeja se conservan, entre otros bienes, la urna con las reliquias de San Marcelino; un terno de damasco negro con bordados de oro; el cuadro de Nuestra Señoara de la Antigua que se halla encima de la puerta de la sacristía o el lienzo de la Inmaculada enfrente del anterior.
     

En la parroquial de Guijosa está la arqueta de pasta y plata con los restos de San Diódoro; una cruz relicario de madera; un juego de candelabros; imagen de San Jerónimo.

En Orillares podemos contemplar dos bustos relicarios; un Cristo; retablo de las once mil vírgenes.

En La Hinojosa está instalada una de las antiguas cajonerías de nogal que estuvo ubicada en la sacristía del convento.

Los  objetos mas fácilmente transportables fueron sacados y repartidos por diferentes iglesias. Algunos de ellos se quedaron en las parroquias de los pueblos de alrededor. La gran mayoría fuewron objeto de especulaciones, ventas, compensaciones y negocios varios.
   


El paso siguiente fue la enajenación y posterior subasta. 

El Boletín Oficial de Soria del 5 de abril de 1843 publicaba el anuncio de subasta y tasación de los bienes del convento. Las tierras se fijaron en 32.000 reales de salida. El 13 de mayo de ese mismo año fueron adjudicados la mayor parte de las fincas a Juan José Vicente , vecino de Madrid, por 102.100 reales de vellón; el lote estaba compuesto por las fincas rústicas, la cerca, el palomar y la huerta. No habiendo satisfecho el importe en el plazo señalado, los bienes fueron traspasados a Ignacio Martín Diez en 73.183 reales y 22 maravedíes.
   
El edificio de la iglesia, que estaba tasado en 379.730 reales, fue cedido por la reina Isabel a la Comisión de Monumentos de Soria en 1.847.
   
  FINCAS Y CENSOS DEL MONASTERIO DE ESPEJA SUBASTADOS ENTRE 1843 y 1849.

 1.843: 126 fanegas de tierra fuera de la cerca del monasterio, tasadas en 30.040 reales. En remate 102.000 reales.

 1.844: Un cercado unido al monasterio con 228 frutales y un palomar y un casillo, todo con 72 fanegas y 4 celemines, tasado en 72.900 reales. En remate 263.000 reales.  - Una dehesa de pasto y labor en Espejón, 178 fanegas, tasada en 66.750 reales. En remate 124.000 reales.

1.845: 130 heredades en Rejas de Ucero, 34 fanegas y 5 celemines, tasadas en 5.520 reales. En remate 5.520 reales.
   - 10 heredades en Guijosa, 64 fanegas y 6 celemines, tasadas en 29.125 reales. En remate 60.000 reales.
   - 14 heredades en Espeja, 36 fanegas y 2 celemines, tasadas  en 25.186 reales. En remate 75.000 reales.
   - Un molino harinero contiguo al monasterio, tasado en 13.640 reales. En remate 35.000 reales.
   - 14 heredades en Orillares, 46 fanegas y 11 celemines, tasadas en 14.202 reales. En remate 14.202 reales.
   - 15 heredades en La Hinojosa, 12 fanegas y 7 celemines, tasadas en 11.593 reales. En remate 11.593 reales.

1.849: Un censo que paga el concejo del pueblo de Villálbaro con un rédito anual de 35 fanegas de trigo y 35 de cebada, tasado en 107.330 reales. En remate 160.000 reales.
   - Un censo sobre un molino de dos piedras en Guijosa con un rédito anual de 25 fanegas de trigo, tasado en 47.066 reales. En remate 48.000 reales.



 COMPRADORES CON RELACIÓN DE FINCAS ADQUIRIDAS.
   
 Ignacio Martín Díez: Natural de Madrid. Adquirió cinco fincas rústicas (10 heredades en Guijosa; 14 en Espeja; un molino harinero en Espeja; 14 heredades en Orillares y 15 heredades en La Hinojosa) y el censo del pueblo de Villálbaro. Todo ello valorado en 355.795 reales y una extensión de 102 hectáreas.



 Manuel Pascual Vela: Natural de Madrid. Adquirió una dehesa en Espejón. Valorada en 124.000 reales y una extensión de 114 hectáreas.

Juán José Vicente: Vecino de Madrid. Adquirió 2 fincas (una fuera de la cerca del Convento y el cercado con frutales) y un censo sobre un molino harinero. Todo ello valorado en 413.000 reales.
     

Una vez vaciado de objetos artísticos, subastados las tierras y abandonado completamente a su suerte, se inicia el desmoronamiento físico del ex-convento de Jerónimos de Espeja. La Comisión de Monumentos, ya citada anteriormente, anuncia en el Boletín Oficial del 11 de septiembre de 1854 la "enajenación de escombros del derruido monasterio de Espeja".
     

En  1854 queda en pie la iglesia con los sepulcros,  buena parte de los objetos de culto y  algunos retablos e imágenes.
     
Espeja es, desde mediados de la década de los 50 del siglo XIX  presa codiciada de expoliadores,  maleantes, desaprensivos y aprovechados. 
     
Varios fueron los saqueos sufridos.

El señor Izquierdo Jaúregui, escribano de Salas de los Infantes, profesor de Derecho Penal y de Economía política en la Universidad de Burgos. Hombre de posición respetable y casado  se enamoró perdidamente de una gitana y junto con algunos otros gitanos fue sorprendido robando en el Convento por las autoridades de Guijosa.

La noche del 25 al 26 de julio de 1912, otra partida de gitanos dio un nuevo golpe a las riquezas de la iglesia. Arrancaron valiosísimos cuadros de sus marcos -alguno de ellos atribuido a El Greco, según Zamora Lucas- que representaban escenas del Descendimiento, Santo Sepulcro y La Caridad. Fueron detenidos en Aranda y juzgados el 23 de octubre de ese mismo año. Las declaraciones de los inculpados debieron ser tan pintorescas y la capacidad del fiscal tan nula, que la acusación fue retirada sin poder recuperar nada de lo robado. Del paradero de los lienzos, obviamente, nada se sabe.
    
A raíz de estos hechos se instaló un guarda cuando  poco había que guardar.

En 1931, se arrancaron los sepulcros de los Avellaneda para trasladarlos a lugar más seguro.  El del Obispo D. Diego de Avellaneda puede ser contemplado en la sacristía de la iglesia de San Pablo en Valladolid -aneja al Museo Nacional de Escultura-, de los otros dos nada se sabe, tan solo rumores que no han podido ser verificados.


A partir de 1931 sólo queda del Convento una iglesia vacía. La iglesia también se perderá.








LA IGLESIA CONVENTUAL:

Descripción de 1917 del Padre Juan Manuel López
    
La iglesia, con planta de cruz latina y buena combinación de luces es de regulares y armónicas proporciones, mide por dentro unos 45 metros y medio de longitud por 25 de ancho en el crucero, y en relación conveniente está la altura o elevación. Una verja de hierro, elegante y sencilla, cierra la capilla mayor. El ábside y crucero con bóveda de cúpula cerrada, rebajada la del primero y de media naranja la del segundo, son de estilo neoclásico o del Renacimiento, con adornos sencillos de forma geométrica , enlazados, muy semejantes a los del panteón, sacristía y escalera principal del Convento de Santa María de la Vid, de la misma época (s. XVII), y quizá del mismo autor o arquitecto, lo que nada tiene de particular sabiendo que fueron los mismos los principales bienhechores de ambas comunidades: los señores de la casa y apellido de Avellaneda. Lo restante de la iglesia es de estilo ojival florido con ostentosos y muy salientes remates en las claves de los arcos. Dada la época en que se fundó el Monasterio de Espeja, no se puede dudar que la iglesia fue toda de estilo ojival, pero después la capilla mayor sufrió reedificaciones y transformaciones.  

                                    La iglesia de estilo gótico purista fue iniciada y concluida en el siglo XVI. La planta era de cruz latina, orientada, como mandan los cánones, con la cabecera al Este. La nave estaba dividida en cuatro tramos cada uno de ellos de forma más o menos cuadrada y cubiertas con bóvedas estrelladas propias del siglo XVI. En el último tramo, del que se conserva la pared de los pies, en el lado del evangelio (sur), se abría una portada renacentista de traza muy común a mediados del siglo XVI.

La portada del Convento sería muy parecida a la que hoy podemos contemplar en la parroquial de Arauzo de Miel.
   

Su aspecto exterior era de auténtica fortaleza.

En el muro del hastial, el único conservado, se aprecia un ventanal con tracería típica del siglo XVI, del mismo tipo que hoy presenta la iglesia de Espeja en el muro sur; en ella -en su parte superior- se puede observar el escudo heráldico del obispo Diego de Avellaneda con el capelo y demás atributos de su condición. Teniendo en cuenta que todos los templos empiezan siempre a construirse por la cabecera y concluyen por los pies, y estando en el muro del hastial el escudo de Diego de Avellaneda que falleció en 1537, tenemos que concluir que la iglesia estaba terminada antes de esa fecha.
   
El crucero y presbiterio fueron reformados por Bernardino de Avellaneda y eran de estilo renacentista. Las bóvedas de los brazos del crucero, presbiterio y altar mayor eran de cúpula rebajada y la central de media naranja.
   
Una reja de buen forjado cerraba la nave principal para dar paso al crucero y altar mayor.

En los pies de la iglesia estaba ubicado un coro elevado. En este coro, como se contempla en el inventario, se instaló la sillería de nogal con 73 sillas, facistol, órgano y los cantorales.

El acceso al altar mayor se hacía a través de una monumental escalinata de jaspe que acababa en una plataforma elevada desde donde se hacían los oficios. 

En la capilla mayor estaban las rejas doradas de las ventanas que daban al palacete de los condes de Castrillo. A la izquierda estaba el sepulcro de Diego de Avellaneda.


LOS SEPULCROS

Tres son los sepulcros que albergó la iglesia del desaparecido Monasterio de Espeja.

Tan solo uno de ellos, con toda seguridad, puede ser admirado hoy en día; es el del obispo Diego de Avellaneda; se conserva en el Museo Nacional de Escultura de Valladolid, en la sacristía de la Iglesia de San Pablo. 

Los otros dos eran los enterramientos de Lope de Avellaneda y del caballero  Diego de Avellaneda e Isabel Proaño, su esposa; en paradero desconocido a todos los efectos. 

SEPULCRO DE  DIEGO DE AVELLANEDA, OBISPO DE TUY

Murió el obispo de Tuy  en 1537, un año antes había encargado su sepulcro. Recurrió a uno de los artistas más afamados del momento, Felipe Vigarny. Este escultor pertenece a la escuela de Burgos, aunque de origen francés, acude a Burgos atraído por el momento de brillantez en las artes que atraviesa la ciudad castellana. La catedral es un foco de atracción importantísimo a donde acuden artistas se todo el reino y Europa; en Burgos va a coincidir con otros autores de enorme talla como Diego de Siloé o Francisco de Colonia; con el primero trabajará, al alimón, en varios proyectos. A Felipe Vigarny se le atribuye el inicio del Renacimiento escultórico español y es considerado figura cumbre del siglo XVI.

El sepulcro del obispo es del tipo de arcosóleo. Desarrolla una gran portada. Sobre un zócalo de caliza, ornamentado con atributos de la muerte -la escalofriante calavera-, se levanta una gran arcada, dentro de la cual se halla el obispo en actitud orante, acompañado de un acólito que le sostiene el báculo episcopal y las figuras de San Juan y Santa Catalina. De esta forma, la figura orante deviene en un animado grupo, que hace olvidar la amargura del grave tránsito. Se trata de una evolución de la plástica funeraria que va a ofrecer, en las tumbas de la iglesia del Escorial, los más solemnes conjuntos sepulcrales. Se corona la tumba con un relieve en forma circular, efigiando a la Virgen con el Niño. Nos hallamos frente a una cumbre escultórica de Felipe Vigarny. 
   
  En la cartela del sepulcro se puede leer la siguiente inscripción:

 " Aquí esta sepultado el ilustre R.S. D. Diego de Avellaneda
  Obispo de Tuy y Presidente de Granada
Falleció el año MDXXXVII"


Tenemos noticia del contrato firmado entre el obispo y el maestro Vigarny. Su fecha es de 25 de Noviembre de 1536. En este contrato se puede apreciar la intención estética del obispo: se contrata una "lauda de jaspe polido; un enterramiento de alabastro muy limpio". Efectivamente, el sepulcro, en el interior del arco, haciéndo como fondo de la escena funeraria, está revestido de planchas de jaspe pulido. Este mismo contrato nos indica la existencia de un sepulcro anterior en el convento pues se autoriza al maestro escultor para aprovechar el alabastro y demás materiales que requiera.



SEPULCRO DE DIEGO DE AVELLANEDA E ISABEL PROAÑO,  padres del Obispo.

Es de idénticas características que el anterior, también debido al cincel de Vigarny pues se encargaron al mismo tiempo, según se desprende de la cláusula de contrato mencionado en el apartado anterior. Estuvo situado en el brazo del crucero, lado de la epístola, junto a la entrada de la sacristía. 

De la misma traza que el anterior, un gran arco entre columnas abalaustradas flanqueadas por dos abanderados. El arco descansa sobre un zócalo. En el nicho que encuadra el arco se ve la efigie de un caballero orante y un pajecillo que le sostiene el yelmo. En la lámina mencionada ya aparece el caballero decapitado, por el paso del tiempo o por la gracia de algún animal. El conjunto se corona con un medallón en el que no se aprecia el relieve, seguramente se trata de la representación de la Virgen con el Niño como en el caso del obispo.

Al pie del sepulcro podía leerse la siguiente inscripción

 " Aquí yace el noble caballero Diego de Avellaneda
                 y su mujer donna Isabel Proaño".
    

 SEPULCRO DE LOPE DE AVELLANEDA

Situado enfrente del anterior en el lado del evangelio. 

Se trata de un tipo muy diferente a los de Felipe Vigarny. Es un sepulcro muy clásico, de líneas sobrias. 

Fue autor de este sepulcro Juán Antonio Maroja, maestro de cantería con residencia en El Escorial.

 El sepulcro se concluyó en 1588.

Representa un frontón clasicista con pilastras como soportes. Todo el conjunto encuadra un arco de medio punto sobre un elevado zócalo, en el nicho formado, una urna de alabastro.

No hay, en este caso, representación humana alguna sino una ilusión arquitectónica de una gran pureza formal; los materiales empleados fueron jaspe y alabastro.

En una gran cartela situada en el basamento se podía leer la inscripción siguiente

" Aquí yace Don Lope de Avellaneda, Comendador de Aguilarejo, Gentil Hombre de S. M. y su vehedor general de la armada de Vizcaya
    Falleció el 2 de octubre de 1586".
    
Carta de obligación de don Bernardino de Avellaneda, «general de las galeras del Estado de Nápoles, vecino de la villa de Aranda de Duero y estante en esta corte de su magestad», de pagar al convento de Santiago, de la ciudad de Mérida, y a Juan de Ortega Rosa, en su nombre, 46.873 maravedís, que el dicho convento ha de haber de la décima de 847.466 maravedís, de la encomienda de Aguilarejo, de que fué comendador don Lope de Avellaneda, difunto. Madrid, 29 de Agosto de 1589. Firma: don bernardino G.zdauellaneda. (Archivo de Protocolos, Diego Arguelles, número. 2.516, sin foliar.)
   

Caballero de Santiago en 1575 Lope Avellaneda y Delgadillo nacido en Aranda de Duero. Muerto en 1586 en Bilbao.  Tio paterno del I conde de Castrillo.



ESCRITURA DE CONCIERTO:
    
"En la Villa de Madrid a veinte y un dia del mes de junio de mill e quinientos e ochenta e ocho años, por ante mi el escripuano publico y testigos de yuso escriptos, parescio presente Juan Antonio Maroja, maestro de canteria residente en El Escorial, y estando al presente en esta corte de su magestad e dixo e otorgo que toma e tomo a su cargo de hazer e que hara un entierro para el cuerpo de don Lope de Avellaneda, comendador de Aguilarejo, ques de la horden del señor Santiago e gentil hombre de su magestad, el qual enterramiento se obligo a hazer en la capilla de Valberde en el arco que esta arrimado al altar de forma y manera e con las condiciones siguientes:

Primeramente se obliga de hazer y que hara en el dicho enterramiento conforme a una traza que tiene fecha e firmada de don Bernardino de Avellaneda y del Padre Prior del Monas terio de Espeja, ques de la horden de señor Sant Jeronimo, a donde se a de hazer el dicho enterramiento, el qual enterramiento lo questa dello jaspeado a de ser de jaspe, y lo que va de blanco a de ser y lo a de hazer de alabastro, y la dicha traza se entiende que a de ser despues de acavada del alto y grueso y ancho que tiene el entierro del padre del obispo questa enterrado en el dicho monasterio de Sant Jeronimo de Espeja, enfrente del arco donde ha de estar el dicho entierro del dicho don Lope, y lo a de entrincar i embeuer alli una encomienda de Santiago de jaspe que a de ser dentro de la pared del dicho arco lo qual es mas allende de la dicha traza.
   
Ytem que ademas de lo contenido en la dicha traza en las lunetas blancas questan encima sean de poner de jaspe.
  
Yten sean de quitar los angeles y escudos questan encima de la urna contenida en la dicha traza e por esto la urna se ha de levantar un pie mas alto, como esta en la traza, de manera que a de tener cinco pies y medio de alto.
  
Ytem demas de la dicha traza a de aver un escudo con las armas del dicho don Lope, que a de ser de alabastro y a de estar asentado encima de la cornisa, en medio del frontispicio.
   Ytem quel dicho jaspe del dicho entierro a de hir bien ajustado lo uno con lo otro guardando la orden de la dicha traza, y las piedras an de ser de lo uno y de lo otro sin ningun pelo , muy buena, e las pilastras de jaspe an de ser de una pieza y en el yntel que atraviesan sobre las dichas pilastras an de ser de una pieza al largo sino de tres.
  
Ytem en los perfiles de la urna sobre el alabastro a de hir remates dorados.
  
Y en la forma sobre dicha tomo a su cargo de hazer e que hara el dicho enterramiento, el qual se obligo de hazer e conforme a la dicha traza e condiciones e le data fecho e acabado en toda perfecion para el dia de Navidad del año venidero de mill quinientos e ochenta e nueve, el qual tomo a su cargo de hazer a toda costa e por ello se le a de pagar ochocientos ducados y estos se an de pagar de la forma siguiente, doscientos ducados para el dia de Navidad venidero deste año ochenta e ocho años, e otros doscientos ducados para el dia de todos los santos siguientes del dicho año ochenta e nueve, e los doscientos restantes al cumplimiento del pago de los ochocientos ducados quando en esta escriptura se le mande pagar, acabado en todo punto el dicho entierro el qual como dicho es se obligo de dar fecho e acavado en toda perfecion a vista de maestros, a toda costa por el dicho precio, sin que se le de otra cosa ningunapra el dicho dia de Navidad del dicho año de ochenta e nueve y si para el dicho plazo no diere acavado el dicho enterramiento conforme a las dichas condiciones e traza original que queda en su poder, firmada del escriuano e del dicho padre Prior e del dicho don Bernardino de Avellaneda, que en tal caso da poder e facultad al dicho don Bernardino de Avellaneda para que pueda dar hazer el dicho enterramiento a los maestros y oficiales y a los mayores precios que quisiere e concertare y por toda la cantidad mas que montare el hazer del dicho enterramiento, de mas de los dichos ochocientos ducados se obligo de lo pagar por su persona e bienes con mas todo lo que oviere rescebido de los ochocientos ducados con las costas e daños e yntereses e menoscabos que sobrello se le siguiere e resciviese e que por todo lo qual puede ser ejecutado en su persona e bienes en virtud desta escriptura sin otro ningun recurso y ansi se obligo de lo guardar e cumplir e pagar y para ello obligo su persona e bienes muebles e raices avidos e por aver = y el señor don Bernardino Gonzalez de Avellaneda, señor de las villas de Valberde, Alcova y Alcuvilla e Quintanilla que al presente estava a lo que dicho es dixo que otorgaba e aceptaba y acepto esta escriptura e todo lo en ella contenido y se obligaba e obligo de le dar e pagar e que dara e pagara al dicho Juan Antonio Maroja o a quien su poder oviere los dichos ochocientos ducados, de onze reales de plata castellanos cada ducado, por la causa e razon de suso referida de que se constituyo por legitimo deudor, los quales se obligo de pagar a los dichos plazos en esta escriptura declarados ... y en firmeza de lo qual otorgaron la presente escriptura ante los testigos que fueron presentes a lo que dicho es Francisco de Silva e Juan Santiago e Juan Avendaño estantes en esta corte de su magestad e los otorgantes que yo el escrivano desta carta doy fee que conozco, lo firmaron de sus nombres en este registro.
   DON BERNARDINO DE AVELLANEDA
 Paso ante mi:
BALTASAR SANDEJOS
                



   
  
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