sábado, 2 de diciembre de 2023

Santiago la Torre. El Povencio. Cuenca

 https://elarteencuenca.es/blog/castillo/san-clemente-santiago-de-la-torre

https://www.castillosnet.org/fortificacion.php?r=CU-CAS-074&n=Castillo+de+Santiago+de+la+Torre&album=&fc=1416&fn=Miguel+%C1ngel+Cebri%E1n+Mart%EDnez&p=1

https://www.elprovencio.com/el-pueblo/que-visitar/castillo-iglesia-santiago-de-la-torre/

https://historiadelcorregimientodesanclemente.blogspot.com/2021/02/la-significacion-historica-de-santiago.html

https://www.academia.edu/40523337/Santiago_de_la_Torre

https://www.ramhg.es/images/stories/pdf/anales/09_2005-2006/07_madrid.pdf

Tras la toma de Alarcón el año de 1184 por el capitán de Alfonso VIII, Fernán Martínez de Ceballos, todas las villas de su alfoz quedan inicialmente liberadas de sus habitantes musulmanes, pero no repobladas

Hacia 1279 la Orden marinera de la Estrella o Santa María de España, como sucedió con el resto de Órdenes Militares, había entrado en territorios del concejo de Alcaraz, en el lugar de El Quebrado para repoblarlo, incluso ya se había fundado su iglesia, de modo que el rey Alfonso X se lo entregó para evitar problemas de términos entre este concejo y el de Alarcón. Tras la batalla de Moclín, la Orden de Santa María de España se integra en la Orden de Santiago, El Quebrado pasa entonces a pertenecer a dicha Orden. El lugar pasa a llamarse Santiago El Quebrado y queda dentro del ámbito del concejo de Alarcón.

Más tarde pertenece al infante don Juan Manuel, señor de Villena, por cesión que realiza la Orden de Santiago; hacia 1319 el infante concede carta puebla al Provencio al que da derechos de franqueza, de pechos y derecho a labrar en los vecinos términos de Santiago el Quebrado, dando de modo indirecto legalidad a la usurpación de esos terrenos por los vecinos de Alarcón o por los servidores de don Juan Manuel.

El 13 de noviembre de 1404 el concejo de Alarcón entrega a su vecino, Rodrigo Rodríguez de Avilés, Santiago el Quebrado, que se constituiría así en el primer señor del nuevo señorío que ya comienza a llamarse Santiago de la Torre, con todos los pechos derechos e tributos”, junto con el despoblado de Martín Ovieco, en agradecimiento por ciertas buenas obras que él y su padre hicieron en favor de Alarcón.

Rodrigo Rodríguez de Avilés pertenecía a los nobles caballeros de la ciudad de Alarcón, una de las familias con raigambre en la ciudad, junto a los Ruiz de Alarcón o los Sánchez del Castillo y González del Castillo.

Casó con Beatriz Pacheco, hija bastarda de Juan Fernández Pacheco, uno de los nobles portugueses que vino huyendo de Portugal y se estableció en el concejo de Alarcón y fue compensado con las donaciones reales de Belmonte y Los Hinojosos. El crecimiento de esta familia fue rápido y grande, al conseguir su nieto don Juan Pacheco altas dignidades dentro de la corte de Enrique IV, quien le nombró marqués de Villena y Osuna, y maestre de la Orden de Santiago.

Poco duraría la suerte de Rodrigo Rodríguez de Avilés que tuvo su fin en la conquista de la fortaleza de Huércal.

Por el rescate de Rodrigo Rodríguez de Avilés exigió el sultán 2.500 doblas de oro, unos 87.500 maravedís, lo que endeudó a la familia durante más de diez décadas.

Recuperó la libertad y pudo conservar su señorío de Martín Ovieco, haciendo testamento en Alarcón el 6 de julio de 1417.

Tenemos noticia que se pidió prestado y se obtuvo el rescate por distintos medios.

No pudieron soportar la deuda contraída por el rescate de Rodrigo Rodríguez de Avilés y en 1428 se vende el señorío de Santiago de la Torre al doctor Pedro González del Castillo.

Pedro González del Castillo, casado con Isabel Portocarrero, bien situado en la corte, fue oidor y contador real de Juan II, de quien había recibido el señorío de Santa María del Campo, era pues vecino de Santiago de la Torre, cuando ofrece la compra de dicho señorío a los Rodríguez de Avilés, que fue confirmada por Juan II el 3 de enero de 1428.

Con todas sus posesiones de Alarcón, el matrimonio funda un mayorazgo para su hijo Juan el 3 de noviembre de 1443 en Tordesillas. El mayorazgo incluía la villa de Santa María del Campo, Santiago de la Torre, la heredad de Las Pedroñeras, del Robledillo, una casa en Castillo de Garcimuñoz y varias posesiones en Salamanca.

Esta irreparable pérdida nunca fue asimilada por la familia Rodríguez de Avilés, siempre quedó en su memoria el señorío de Santiago de la Torre, de modo que cuando los Carrillo Portocarrero abandonan sus posesiones y mayorazgo de la Mancha, Santa María del Campo y Santiago de la Torre, probablemente el año 1579, un sucesor, Alonso Pacheco de Guzmán, regidor de Toledo, casado con doña Leonor de Armenta y Guevara, lo compra para constituir un nuevo mayorazgo el año de 1603, con licencia real, en la que se dice que:

“Santiago de la Torre había sido de Rodrigo Rodríguez de Avilés, vuestro quinto abuelo, y de doña Beatriz Pacheco, su muger, e entrando con setenta lanças, el dicho Rodrigo Rodríguez, a socorrer y defender el castillo de Huércal, junto a Lorca, de los moros que lo venían a çercar, fue captivo el año de mill e quatroçientos y siete, y para su rescate se vendió y vos lo avéys vuelto a comprar” (AHN,Nobleza,Frías,leg.698, números 14 y 15)(21).

Pareciera que la sucesión de Rodríguez de Avilés no tuviera el favor de los hados.

El hijo y sucesor de Alonso Pacheco y Leonor de Armenta murió; sin otro hijo varón que pudiera recibir el mayorazgo fue a parar a su hija Beatriz, casada con su primo Juan Pacheco Guzmán, quien se convirtió así en señor de Santiago de la Torre. Juan Pacheco fue hombre débil que tampoco dejó sucesión cuando falleció. Hacia 1649 continuó su yerno don Antonio Pacheco Treviño, pero no de buen gusto porque la familia andaba con problemas sucesorios, iniciándose un pleito por la posesión del mayorazgo que duró largos años y generándose un problema que ha llegado hasta nuestros días, con una propiedad compartida por una multitud de propietarios.

Santiago de la Torre parece que fue siempre una villa de pocos vecinos.

En el censo de 1528 se relacionan únicamente 19 vecinos, unos 95 habitantes:

Durante 1649 en Santiago de la Torre no aparecen los señores del lugar y quedan pocos vecinos, no llegan a media docena, unos 25 habitantes, y las tierras de su término son explotadas por renteros vecinos del Provencio.

Hacia 1566 la fortaleza ya estaba deshabitada, tenía uso de cárcel, y solo vivía un carcelero que cuidaba del mantenimiento de los presos y dormía en el patio de armas.

Sobre la mazmorra de Santiago de la Torre entresacamos ciertos sucesos acaecidos a los vecinos del Provencio contra su señor don Alonso de Calatayud, que fue sometido a juicio popular el año de 1520 y expulsado del pueblo por sus desmanes y su actuación, propia de un señor absoluto y feudal, no pagando los bienes que tomaba, infringiendo castigos y heridas por no aceptar su voluntad, interviniendo en los casamientos, amancebándose con más de una mujer, no pagando los salarios que debía, castigando a los vendedores foráneos y un largo etcétera que se vio reflejado en las declaraciones de 80 de los vecinos de El Provencio que le denunciaron. Algunos de esos desmanes con la colaboración de don Bernardino del Castillo Portocarrero, señor de Santiago de la Torre.

 

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