lunes, 28 de diciembre de 2009

Neuschwanstein. Alpes de Baviera. Alemania.




Puerto de Mary, hacia el Palacio.
















El más excéntrico de los castillos construidos por Luis II de Baviera. El monarca siguió a pie de obra el proyecto y plasmó en él su visión romántica del mundo y reflejo su amor por las óperas de Wagner, que inspiran en gran medida su decoración. A algo más de un centenar de kilómetros de Múnich, enclavado en un idílico paisaje de los Alpes bávaros junto al pueblo de Schwangau.

Fue el palacio preferido de Luis I. Subió al trono en 1864 cuando al morir su padre, Maximiliano II, apenas sumaba 18 años y ninguna experiencia en la política. Sólo cinco años después de su llegada al poder inició sobre las ruinas de un castillo anterior las obras de Neuschwanstein, que él mismo vigilaba con unos prismáticos desde el vecino castillo de Hohenschwangau, en el que vivió durante años y que constituye otra visita a realizar en la zona.

1 comentario:

  1. La de rincones que tiene Europa, entre naturaleza, montañas, castillos y esa arquitectura labrada con la historia. Bonitas fotos.

    Un saludo.

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