El primer núcleo de población que surgió en la zona fue una pequeña agrupación de chozas y barracas a los lados de la acequia de los Ángeles, que había tomado su nombre de la pequeña ermita de Nuestra Señora de los Ángeles, situada donde se levanta actualmente la iglesia del mismo nombre. La agrupación de viviendas situadas al norte de la acequia tomó el nombre de Cap de França (Punta de Francia), mientras que la situada al sur, más populosa, tomó el nombre de Cabanyal (Cabañal). Ya a finales del siglo XVII el Cabañal se convirtió en un sitio popular para los valencianos que deseaban vivir entre la playa y la huerta, por lo que comenzaron a construir alquerías cerca de las cabañas. Un par de incendios arrasaron casi totalmente la población a finales del siglo XVIII, por lo que se decretó que en adelante las casas se construyesen como las de la huerta, formando calles anchas y alineadas.
El Cañamelar surgió aproximadamente por aquellas fechas, y parece que tomó su nombre del cultivo de la caña de azúcar (en valenciano canyamel), que se cultivó allí hasta mediados del siglo XVIII. Desde entonces el crecimiento ha sido continuo y simultáneo en los tres núcleos, que acabaron convirtiéndose en uno solo a mediados del siglo XIX.
El Pueblo Nuevo del Mar se constituyó como municipio independiente con ese nombre en 1821. Fue un pueblo principalmente pescador, y sus límites eran al sur con Villanueva del Grao, al este con el mar Mediterráneo, al oeste con el Partido de Santo Tomás de Valencia, y al norte con la acequia de la Cadena (actual Malvarrosa). En esencia, el territorio que ocupaban las edificaciones y el terreno más inmediato.
Estaba subdividido en tres grandes bloques. El más próximo al Grao es el Cañamelar, que se extendía desde el Riuet hasta la acequia de Gasc o del Gas. El Cabañal se extendía a continuación desde la acequia del Gas hasta la acequia de los Ángeles y la Punta de Francia desde la de los Ángeles hasta la acequia de la Cadena.
La entrada en el siglo XX traería muchas novedades para el Pueblo Nuevo del Mar; la principal, la pérdida en 1897 de su independencia y la incorporación de su Ayuntamiento, a todos los efectos, al municipio de Valencia.
En 1900, Sorolla y Benlliure son declarados hijos predilectos de Valencia, y se rotulan con sus nombres la mitad de las calles de las Barcas y la Plaza de la Pelota. Son los días en los que en el Cabañal se produce la apertura del restaurado Teatro de la Marina, al cual se podía acudir en tranvía eléctrico, que el 23 de marzo de 1900 había sustituido al de vapor.
En 1957 la riada de Valencia afecta considerablemente a los poblados marítimos, ya que las calles en dirección al mar parecen auténticos torrentes impetuosos. El agua cubría las plantas bajas de las casas del Cabañal, muchas eran de una sola altura.
La idea de Paseo al Mar (la actual avenida Blasco Ibáñez) ha condicionado especialmente la vida de los vecinos del Cabañal. El primer proyecto fechado es de 1865, pero no es hasta inicios de 1883 cuando se manifiesta el interés municipal de crear una nueva vía de comunicación (además de Camino del Grao, actual Avenida del Puerto) que aproxime las playas a la burguesía valenciana.
El trazado, que coincide con la actual posición y anchura de la Avenida Blasco Ibáñez, se inspiraba en las ideas de la Ciudad Jardín y no especificaba de qué forma se producía la solución de encuentro con Pueblo Nuevo del Mar, el cual todavía no se había incorporado a Valencia. Existe un trazado de este plan del año 1899, con el título de Paseo de Valencia al Cabañal.
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