Urrraca, reina de Castilla y León. Urraca muere sobre los 45 años y parece que de parto.
De su relación con el conde Pedro González de Lara, muere en 1130 cuatro años después de Urraca. nacieron al menos dos hijos, -ella tenía 30 años-
Elvira Pérez de Lara, 1110—1174, quien casó por primera vez con el conde García Pérez de Traba, de los señores de Trastámara. Posteriormente contrajo un nuevo matrimonio con el conde Bertrán de Risnel, señor de Carrión. Tiene 16 años cuando muere su madre. Sin sucesión. Su fecha de nacimiento no parece ser adecuada.
Fernando Pérez Hurtado, 1114—1156, quien vivió después en Portugal y fue el progenitor de los Soverosa. Tiene 12 años cuando muere su madre. Con sucesión en Leonor Hurtado, señora de Mendivil, que casa con el señor de Mendoza.
Elvira Pérez de Lara, 1110—1174, quien casó por primera vez con el conde García Pérez de Traba, de los señores de Trastámara. Posteriormente contrajo un nuevo matrimonio con el conde Bertrán de Risnel, señor de Carrión. Tiene 16 años cuando muere su madre. Sin sucesión. Su fecha de nacimiento no parece ser adecuada.
En las genealogías se encuentra que García Pérez de Traba es tíoastro de Elvira como hermano de la mujer del conde Pedro González de Lara.
El conde de Candespina- Fresno de Cantespino en Segovia- amante de Urraca y a la que sacaba 16 años- puede que después de la muerte de su primer marido Raimundo de Borgoña en 1107 casa con Urraca Muñoz que es hija del matrimonio legítimo de una amante de Alfonso VI, padre de Urraca llamada Jimena Muñoz. Cuando muere el conde de Candespina en 1111 la reina Urraca casa a la mujer de su amante con Beltrán de Risnel que será el segundo marido de la hija que la reina Urraca tiene con su otro amante, el conde Pedro Gonzalez de Lara, señor de Lara.
Fruto de las relaciones de Alfonso VI con Jimena Muñoz son dos hijas. La menor y así hermanastra de la reina Urraca es Teresa de León (1083/1085–1130). Condesa de Portugal como parte de su dote nupcial, contrajo matrimonio con Enrique de Borgoña, Dijon, Borgoña, 1066—Astorga, 1 de noviembre de 1112 . El hijo de ambos, Alfonso I Enríquez, fue el primer rey de Portugal. Es Enrique de Borgoña primo de Raimundo de Borgoña el primer marido de la reina Urraca con el casa en 1090. Muere Raimundo en 1107, había nacido en 1070. En 1109 casa la Reina con su segundo marido Alfonso I de Aragón por imposición de su padre. Elle quería casar con su amante el conde de Candespina.
La reina Urraca a la muerte del conde de Candespina en 1111 tras la batalla de Candespina contra su marido Alfonso I de Aragón parece que inicia su relación con el conde de Lara, Pedro Gonzalez de Lara. Este también participa en la batalla y ambos había ayudado a Urraca a salir de su encierro en la fortaleza aragonesa de Castellar donde la recluye su segundo marido el rey aragonés. También tras la batalla de Candespina se inicia el proceso de disolución por consanguinidad del matrimonio de la reina Urraca y el rey Alfonso. Ella es la que quiere la nulidad de su matrimonio.
El conde Gómez González junto con el conde Pedro González de Lara logra liberar a la reina, que busca refugio en la fortaleza de Candespina, ubicada en Fresno de Cantespino,Segovia.
El conde Gómez González junto con el conde Pedro González de Lara logra liberar a la reina, que busca refugio en la fortaleza de Candespina, ubicada en Fresno de Cantespino,Segovia.
No puede negarse que
Doña Elvira Pérez y D. Fernando Pérez
Furtado fueron hijos de la Reyna Dona Ur-
raca , y no del Conde D. Ramón ni del
Rey de Aragón D. Alonso; pero se pue-
de asegurar que no fueron fruto de algún
hurto de Venus, sino de una unión, que
aunque desigual seria legitima y aprobada
por las costumbres de aquel siglo. La pa-
labra Furtado no significa concebido ilegí-
timamente ó á hurto , sino Fortunio ó Fortun>
porque en Vascuence se daba á este nom-
bre el de Furti: y este es el mismo que el
de Fori'ts , que se halla en las confirmacio-
nes de muchas escrituras antiguas. El tal
D. Fernando Furtado no fue hijo del Con-
de de Candespina , sino de D. Pedro de La-
ra; pues no habría tomado el patronímico
de Pereí, de que constantemente usó en las
firmas de los privilegios, sino el de Gomex.
que era el del Conde.
Lo mismo Doña El-
vira.
La fama publicaba que
el Conde D. Pedro González de Lara quan-
do fue preso por Gutierre Fernandez , rendia
sus obsequios á la Reyna con firmísima ca-
dena de amor. Esta al parecer se eslabonó
después de la disolución del matrimonio de la Reyna.
Después de su muerte en la localidad de Saldaña, el cadáver de la reina Urraca fue conducido a la ciudad de León, donde recibió sepultura en el Panteón de Reyes de San Isidoro de León, recuperando así la tradición de los reyes de León de sepultarse allí, tradición que había sido rota por su padre, Alfonso VI el Bravo, quien recibió sepultura junto a la mayoría de sus esposas, entre ellas Constanza de Borgoña, madre de la reina Urraca, en el Monasterio de San Benito de Sahagún.
Los restos mortales de la reina Urraca fueron depositados en un
sepulcro de mármol liso, desaparecido en la actualidad.
Fernán Pérez Hurtado, hijo de Pedro González de Lara y la reina Urraca, casa con Guiómar Alonso, con quien tuvo a Pedro Fernández
Hurtado, primer maestre de Santiago y a Leonor Hurtado, señora de
Mendivil, casada con Diego López de Mendoza, hermano del II adelantado
de Castilla, Ruy López de Mendoza.
Segundo hijo de Leonor y Diego López de Mendoza-Hurtado de Mendoza- fue Hurtado
Díaz de Mendoza- el primogénito sigue en el señorío de Mendoza, señor de Mendivil, padre de Juan Hurtado de Mendoza, el
Barbudo, que estuvo casado con María de Mendoza, su prima hermana,
señora de Mendoza, hija y heredera de Lopez Díaz de Mendoza, su tío y de María Díaz de Haro, su mujer. Al morir éstos, sus estados fueron
repartidos entre el señor de Mendoza, del que descienden los duques del
Infantado y del señor de Mendivil, del que descienden los condes de
Castrojeriz, Ribadavia, Orgáz y Almazan. En esta línea de sucesión,
encontramos a Juan Hurtado de Mendoza, señor de Morón y Gormáz,
Mayordomo Mayor de Castilla en tiempos de Enrique III y Juan II.
Participó activamente en algunas compañas contra el reino granadino,
junto con el infante don Fernando, estando presente en el asedio de
Setenil de 1406, en la toma y destrucción de la fortaleza de Torre
Alháquime y en la conquista de Antequera, en 14094. De su matrimonio con
Leonor de Arellano nacería su sucesor, Ruy Díaz de Mendoza, que fue,
como su padre, Mayordomo Mayor.
Al igual que sucedió con otros
nobles que habían gozado, hasta entonces, del favor real, Ruy Díaz de
Mendoza se vio envuelto en las intrigas que protagonizaron muchos nobles
contra el fulgurante ascenso del Condestable Álvaro de Luna.
Diferentes acuerdos permitieron a algunos de estos nobles volver junto
al monarca en distintas fases del conflicto, aunque otros fueron objeto
de incautación y persecución. Ruy se verá favorecido por esta
circunstancia, al poder adquirir a través del marqués de Villena, Juan
Pacheco, el condado de Castrojeriz, reconocido como tal en la concesión
del título de Conde de Castro, por los Reyes Católicos el 22 de abril
de 1476.
Había casado con Beatríz de Guzmán y su hijo mayor,
Álvaro de Mendoza, que fue II conde de Castro, tuvo, al igual que sus
antepasados, un importante papel militar durante los reinados de Juan
II, Enrique IV y los Reyes Católicos. Estuvo casado con Juana de la
Cerda, hija del conde de Medinaceli, Gastón de la Cerda y su hijo fue
Rodrigo de Mendoza, III conde de Castro, señor de Astudillo y Gormáz,
casado con Ana Manrique, señora de Villazopeque, Cordobilla y Matanza.
Sucesor de ambos fue Álvaro Gómez Sarmiento, IV conde de Castrojeriz,
que ejerció, entre otros cargos, el de virrey de Navarra, estuvo casado
con Magdalena Rojas y Sandoval, hija de Bernardo Sandoval y Rojas, II
conde de Lerma.
La reina doña Urraca de Castilla, hija de Alfonso VI el Bravo y de doña
Constanza de Borgoña, sucedió a su padre, quien la había casado
con el conde Ramón de Borgoña, cuando ella apenas entró en la nubilidad.
Con dicho magnate francés, la regia señora castellana procreó al futuro
Alfonso VII; y al fallecer su marido, doña Urraca volvióse a casar;
esta vez con Alfonso I de Aragón, «el Batallador». Matrimonio disuelto por consanguinidad. Ambos eran bisnietos de Sancho Garcés III de Pamplona el Mayor y así primos segundos. En 1112 el papa Pascual II hizo oficial la amenaza de nulidad, excomulgándolos si permanecían juntos. En febrero de 1113, un tribunal romano falla contra la legitimidad del matrimonio. Alfonso, profundamente religioso, la repudió definitivamente. La situación se consolidó e se hizo oficial en un concilio celebrado en Palencia en 1114.
Teresa acusó a su medio hermana de planear el envenenamiento del Batallador. Por fin, el rey decidió repudiar a Urraca en 1114.
De los amores de la reina
con el conde Pedro González de Lara nace un niño al que llaman Fernán Pérez de Lara que en su infancia permaneció oculto de la gente, llamándolo sus
contemporáneos «el Hurtado», debido a su furtada —escondida—
bastardía.
Fernando deberá su sobrenombre de “Furtado” al ser escondida
su existencia y no poder tener ninguno derecho a la herencia que le hubiera
podido corresponder. Como hemos visto la genealogía hace descender al linaje
Hurtado de Mendoza de un vástago secreto de los amores adúlteros de la reina doña
Urraca, hija de Alfonso VI, con el conde de Lara y lo que parece menos probable
con el conde Gómez González de Campoespina o Candespina como hemos venido
diciendo, el término furtado significa “oculto”. Urraca, que estaba casada con
el rey de Alfonso de Aragón, tubo sus tratos de amores en harta afrenta de su
persona, y se ovo de enpreñar y parió un hijo estando en las torres de Mendoza,
a quien dixeron don Fernando Hurtado de Mendoza.
Casa don Fernán Hurtado con doña Guiomar Alonso.
Una de las leyendas sobre el origen del apellido Hurtado de Mendoza es la siguiente. La Reina Doña Urraca de Castilla (nacida en 1077 y muerta en 1126; hija de Alfonso VI “el Bravo”) tuvo un hijo ilegítimo (Salazar y Castro dice que fue legítimo) del Conde Pedro González de Lara, llamado Fernán Pérez de Lara. Al parecer, este niño, permaneció oculto de la gente y, por esa razón, se le llamó "Hurtado", debido a su "furtada" (escondida) bastardía. De esta manera pasó a llamarse Fernán Pérez Hurtado. Fue Ricohombre y Señor de Escarrona, Cueto, Veto, Martioda y otros lugares; y Mayordomo Mayor del Rey de Castilla, Sancho “el Deseado”, que era sobrino suyo. Casó Fernán Pérez Hurtado con doña Guiomar Alonso y tuvo por hijos a 1°) Pedro Fernández (llamado también "Fuentecalada", Primer Maestre de la Orden de Santiago) y 2°) doña Leonor Hurtado, Señora de Mendivil, Escarrona, Cueto, Veto y Martioda, que se casó con don Diego López de Mendoza, IV Señor de Mendoza, fallecido en 1266. De ambos cónyuges proceden todos los Hurtado de Mendoza.
Según una versión fue llamado "Hurtado" porque fue hurtado en su infancia y llevado a Álava para protegerle. De aquí viene el apellido "Hurtado de Mendoza". Otra versión más creible dice que el apellido Hurtado viene por su esposa Leonor de Hurtado, señora de Mendívil y Martioda e hija de Fernán Pérez Hurtado, del que contaban que descendía de Fernando Hurtado, llamado así por ser el hijo de "hurtado" de un matrimonio secreto de la reina Urraca de Castilla y Pedro González, conde de Lara, en los inicios del siglo XII.
Una de las leyendas sobre el origen del apellido Hurtado de Mendoza es la siguiente. La Reina Doña Urraca de Castilla (nacida en 1077 y muerta en 1126; hija de Alfonso VI “el Bravo”) tuvo un hijo ilegítimo (Salazar y Castro dice que fue legítimo) del Conde Pedro González de Lara, llamado Fernán Pérez de Lara. Al parecer, este niño, permaneció oculto de la gente y, por esa razón, se le llamó "Hurtado", debido a su "furtada" (escondida) bastardía. De esta manera pasó a llamarse Fernán Pérez Hurtado. Fue Ricohombre y Señor de Escarrona, Cueto, Veto, Martioda y otros lugares; y Mayordomo Mayor del Rey de Castilla, Sancho “el Deseado”, que era sobrino suyo. Casó Fernán Pérez Hurtado con doña Guiomar Alonso y tuvo por hijos a 1°) Pedro Fernández (llamado también "Fuentecalada", Primer Maestre de la Orden de Santiago) y 2°) doña Leonor Hurtado, Señora de Mendivil, Escarrona, Cueto, Veto y Martioda, que se casó con don Diego López de Mendoza, IV Señor de Mendoza, fallecido en 1266. De ambos cónyuges proceden todos los Hurtado de Mendoza.
Según una versión fue llamado "Hurtado" porque fue hurtado en su infancia y llevado a Álava para protegerle. De aquí viene el apellido "Hurtado de Mendoza". Otra versión más creible dice que el apellido Hurtado viene por su esposa Leonor de Hurtado, señora de Mendívil y Martioda e hija de Fernán Pérez Hurtado, del que contaban que descendía de Fernando Hurtado, llamado así por ser el hijo de "hurtado" de un matrimonio secreto de la reina Urraca de Castilla y Pedro González, conde de Lara, en los inicios del siglo XII.
Hay genealogistas Mendoza que afirman que Fernando nace en la misma torre solar de los Mendoza en Mendoza.
Pedro González de Lara.
doña Urraca casó con el Conde Raimundo de Borgoña del que tuvo un hijo, Alfonso Raimúndez. Ya viuda, su padre quiso casarla con Alfonso I el Batallador, rey de Aragón, con la idea de que el hijo que naciera de este matrimonio fuera rey de Castilla y de Aragón, uniendo así ambos reinos. Al morir Alfonso VI y dejar como heredera a su hija Urraca se planteó una cuestión de sucesión y hubo pactos incumplidos. El Batallador comenzó a gobernar en Castilla como rey propio, no como mero rey consorte. Por causas no bien conocidas, el aragonés encerró a doña Urraca en torno a a 1111 en la fortaleza de Castellar, en la confluencia del Jalón con el Ebro, e invadió Castilla.
“Con la ayuda de los condes castellanos don Gómez de Candespina y don Pedro González de Lara logró doña Urraca evadirse de Castellar y llegar a su reino”.
A pesar de todo, el aragonés venció a los castellanos en Candespina donde muere el conde de Candespina, amante de Urraca. La situación era crítica para doña Urraca que marcha a Galicia acompañada ahora por don Pedro González de Lara, con el que se había casado.
Como hábil cortesano habia de tal modo llegado á comprender D. Pedro el carácter de Doña Urraca que ella misma no se entendia tan bien como él. Debilidades, virtudes,.inclinaciones, antipatías, de todo sabia aprovecharse, todo servia para sus fines.
Don Pedro González, medró con demasía en la corte leonesa. Este noble trajo a esta tierra gentes como el duque de Narbona y a Armengol VI, conde Urgel, introductores de una fructífera corriente cultural que sería en la época de su hijo don Manrique cuando tendría su más alto apoyo.
Muerta la reina Urraca, de quien se supone fue esposo, se enemistó con su hijo y heredero, Alfonso VII.
Muerta la reina Urraca, de quien se supone fue esposo, se enemistó con su hijo y heredero, Alfonso VII.
Pedro Murió en Bayona en 1130 de la heridas recibidas en un duelo con Alfonso Jordán, sobrino del rey.
Casó con Eva Pérez de Traba, hija de Pedro Fernández de Traba y Mayor de Urgel, antigua e influyente familia gallega, aunque pposiblemente de origen pirenaico.
Los hijos:
Los hijos:
1.- Manrique Pérez de Lara que sigue la línea. Nació en 1115 y murió en 1202. Origen de los señores de Molina y tierras del río Mesa en Guadalajara
2.- Alvar Pérez de Lara que murió en 1172. Fue el más gris que los hermanos, pero con ellos estuvo metido en la piña de la poderosa familia que durante un siglo llevó las riendas castellanas. Tuvo ciertos cargos en las cortes de Alfonso VII y de Sancho III, y murió en 1172.
3.- Nuño Pérez de Lara, que nació en 1130 y murió en 1177. Aunque no fue el mayor de los hijos, sí gozó del más alto prestigio en la corte de Alfonso VII, y de regente en la minoridad de Alfonso VIII. Murió en 1177, luchando junto a su rey en el cerco de Cuenca.
Nuño Pérez de Lara Casó con Teresa Fernández de Trava, nacida en 1155, fallecida en 1180 e hija de Fernando Fernández de Trava y la infanta Teresa Alfonso.
Teresa, tras enviudar, casó con el rey de León Fernando II, a cuyo lado crecieron los hijos habidos con Nuño Pérez de Lara, lo que benefició a éstos, como demostrarían a lo largo de su vida. Tales hijos fueron:
Fernando Nuñez de Lara.
Gonzalo Nuñez de Lara que murió en 1222. Él es el que continúa la varonía de la casa de Lara. Casó con María Díaz de Haro, con la que tuvo a Nuño González de Lara "el bueno", fallecido en 1275 en Ecija. Nuño casó con Teresa Alfonso con la que tuvo a Juan Nuñez de Lara. Casó en 1280 con Teresa Díaz de Haro, hija de Diego López de Haro y Constanza de Bearn, y tuvieron a Juana Nuñez de Lara, que nació en 1286 y falleció en 1351.Casó en 1308 con Fernando II de la Cerda, nacido en 1272 y fallecido en 1322 e hijo de Fernando de la Cerda y Blanca de Francia. De su enlace con Fernando II de la Cerda nace Blanca de la Cerda, que nació en 1311 y murió en 1347. Casó en 1329 con el infante Juan Manuel de Castilla. Ellos tuvieron por hija a Juana de Castilla nacida en 1339 y fallecida en 1381. Casó en 1370 con Enrique II Rey de Castilla (1369-1379). El señorío de Lara se incorpora a la Corona de Castilla. Los reyes de Castilla seran en lo Sucesivo y hasta ahora señores de Lara.
Gonzalo Nuñez de Lara que murió en 1222. Él es el que continúa la varonía de la casa de Lara. Casó con María Díaz de Haro, con la que tuvo a Nuño González de Lara "el bueno", fallecido en 1275 en Ecija. Nuño casó con Teresa Alfonso con la que tuvo a Juan Nuñez de Lara. Casó en 1280 con Teresa Díaz de Haro, hija de Diego López de Haro y Constanza de Bearn, y tuvieron a Juana Nuñez de Lara, que nació en 1286 y falleció en 1351.Casó en 1308 con Fernando II de la Cerda, nacido en 1272 y fallecido en 1322 e hijo de Fernando de la Cerda y Blanca de Francia. De su enlace con Fernando II de la Cerda nace Blanca de la Cerda, que nació en 1311 y murió en 1347. Casó en 1329 con el infante Juan Manuel de Castilla. Ellos tuvieron por hija a Juana de Castilla nacida en 1339 y fallecida en 1381. Casó en 1370 con Enrique II Rey de Castilla (1369-1379). El señorío de Lara se incorpora a la Corona de Castilla. Los reyes de Castilla seran en lo Sucesivo y hasta ahora señores de Lara.
Álvaro Nuñez de Lara.
4.- Elvira Pérez de Lara.
5.- María Pérez de Lara.
6.- Milia Pérez de Lara.
También se casó Pedro González de Lara con Urraca, Reina de León (1109-1126), hija de Alfonso VI el Bravo, Rey de Castilla (1072-1109). Con ella tuvo a,
Fernando Pérez de Lara.
Elvira Pérez de Lara que casó con García Pérez de Traba y en segundas con el Conde Beltrán de Risnel.
Elvira Pérez de Lara que casó con García Pérez de Traba y en segundas con el Conde Beltrán de Risnel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario