jueves, 6 de junio de 2019

Huesca




 

Plaza de San Pedro  en la que se encuentra el Real monasterio de San Pedro El Viejo.




El nuevo logotipo de la ciudad de Huesca que luce una “h” con una cabeza de caballo sobre fondo rojo.



Escudo de la ciudad de Huesca

El escudo actual de la ciudad de Huesca tiene su origen en el siglo XVI

Posee la siguiente descripción heráldica:

En un campo de azur (azul), un jinete contornado (que mira a la derecha del escudo) con casco y vestido de plata (blanco), armado en su diestra con una lanza del mismo metal (color) y montado sobre un caballo rampante de plata sin silla ni riendas del mismo metal (color) sobre tierra de lo mismo. En la punta del escudo aparece la leyenda siguiente: "V. V. OSCA" - "URBS VICTRIX OSCA"- ("Huesca Ciudad Vencedora'") .

El timbre, corona real, abierta y sin diademas que es un círculo de oro, engastado de piedras preciosas, compuesto de ocho florones, cinco visibles, interpolados de perlas. El todo rodeado por dos ramas: una de palma de oro y otra de de laurel de sinople (verde).

El caballero que aparece como motivo central del escudo es un elemento proveniente de monedas ibéricas y romanas localizadas en Huesca. La leyenda que figura en el escudo también se ha adoptado de la numismática romana.


La corona real abierta es la forma que tenía la antigua corona real, usada hasta el siglo XVI, se emplea con mucha frecuencia en la heráldica de entidades territoriales menores, municipios y provincias.






En la antigua Plaza del Mercado se encuentras dos de las mas antiguas tiendas de Ultramarinos de España. 

Solo permanece abierta La Confianza







Plaza del Mercado







Plaza de Navarra









El Palacio de Villahermosa o Casa de los Condes de Guara está en el casco antiguo de Huesca, en el eje que arranca de la plaza López Allué- Plaza del Mercado- y desemboca en la plaza de Navarra.



El señor de Panzano, un Azlor, se instaló en la ciudad conquistada y puso casa en el solar del hoy Palacio de los Condes de Guara, que lo fueron en el siglo XVII. 

En el siglo XIX, la Casa de Guara se unió a la de Villahermosa, la más antigua estirpe aragonesa después de los reyes.



Los duques de Villahermosa son la familia noble más importante del antiguo Reino de Aragón y una de las familias aristócratas más importantes de España. Su origen se encuentra en un hermano bastardo de Fernando El Católco. En la casa de Villahermosa se han reunido los titulos de Duque de Palata, Duque de Luna, Duque de Granada de Ega, Marqués de San Felices, Marqués de Narros, Marqués de Cabrega, Marqués de Valdetorres, Conde de Cortes, Conde de Guara, Conde de Javier, Conde de Luna, Conde del Real.

El título de duques de Villahermosa corresponde al de la localidad turolense del mismo nombre.




María del Carmen Marcelina Javiera Antonia jacoba Sabina Ignacia de Loyola Francisca de Borja Luisa de Gonzaga Agustina Mercedes de Aragón Azlor e Idiáquez, en definitiva XV duquesa de VILLAHERMOSA, señora de los demás estados de su Casa, dama de Isabel II desde 1868, después de Mercedes de Orléans, primera esposa de Alfonso XII y despues de su segunda mujer Cristina de Habsburgo-Lorena, regente de su hijo Alfonso XIII.

Muere sin dejar hijos. 

(Madrid, 1841 – El Pardo, 1905) Legataria. Fue XV duquesa de Villahermosa, XII condesa-duquesa de Luna, XV condesa de Cortes, VIII condesa de Guara, condesa de Javier, marquesa de Cábrega, duquesa de la Palata, princesa de Massa en Nápoles, III condesa de Moita en Portugal y señora de la baronía y honor de Panzano. 

Estuvo casada con José Manuel Fernando ­Goyeneche y Gamio, conde de ­Guaqui. 

La duquesa poseía cuatro obras de ­Velázquez que formaban parte de la herencia familiar (constan en un inventario de los bienes de la familia fechado en 1668). 

Al parecer, un americano le había ofrecido 1 500 000 francos por una de ellas, pero la duquesa prefirió ofrecer las cuatro como legado al ­Museo del Prado. 

Hubo ciertas reservas respecto a dos de las pinturas, de modo que finalmente legó las dos de autoría indiscutible. 

Ambos cuadros representan a antepasados de la duquesa por vía materna. 

El legado al Museo se contenía en la cláusula vigesimocuarta del testamento: «lega la misma señora testadora al Museo del Prado de Madrid […], a fin de que no salgan nunca de España, los dos cuadros originales de Velázquez». 

La duquesa legó también al Museo Arqueológico dos arcas de caudales del siglo XVI y una tapicería tejida según los cartones de Rafael que se conservan en el Victoria and Albert ­Museum de Londres.



En Madrid, la residencia de los márqueses de Villahermosa a partir del siglo XVIII estaba emplazada en el cruce del Paseo del Prado y la Carrera de San Jerónimo. 

El edificio se convirtió tras una remodelación en los años 80 en el Museo Thyssen-Bornemisza. 

La familia sigue conservando sus otras dos casas solariegas: la casa de Pedrola en el municipio zaragozano del mismo nombre y la casa de Narros en Zarauz.



Federico de Madrazo, 1877



Doña María del Carmen Aragón Azlor e Idiáquez, XV Duquesa de Villahermosa (Madrid, 1841- El Pardo (Madrid), 1905) desarrolló a lo largo de su vida una destacada actividad en el ámbito del mecenazgo cultural favoreciendo la producción literaria de conocidos autores como José Zorrilla o Luis Coloma, promoviendo la edición de obras antiguas así como de numerosos estudios de carácter histórico.

Sus ideales como protectora de las artes y las letras, la llevaron a fundar junto a su marido, el Conde de Guaqui, el patronato Villahermosa-Guaqui dirigido al fomento de la actividad cultural e investigadora.

Su sensibilidad hacia la cultura también alcanzó al mundo de los museos y trascendió su propia vida.

Tras su fallecimiento, y por expreso deseo contemplado en una de las cláusulas de su testamento, pasaron a formar parte del Museo del Prado y del Museo Arqueológico Nacional importantes obras procedentes de las destacadas colecciones formadas sus antepasados.

Con destino al Museo Arqueológico Nacional figuraba una soberbia serie de nueve tapices de los "Actos de los Apóstoles", tejida en Bruselas en el siglo XVII a partir de cartones de Rafael, y dos magníficas arcas de caudales de hierro del siglo XVI.

Las obras fueran entregadas a este Museo el 12 de febrero de 1906 por el que había sido Bibliotecario de la Casa de Villahermosa, don José Ramón Mélida, posteriormente director del Museo, e inmediatamente se instalaron en las salas de esta institución para el disfrute de todos.

Como muestra de agradecimiento, y con el fin de perpetuar la memoria de un gesto tan generoso, el Museo decidió encargar su retrato para que, una vez ejecutado, se mostrara en la Sala del Monetario junto a la serie de tapices que habían sido de su propiedad.

En este retrato, obra póstuma de autor aún no conocido, la Duquesa posa sentada, ligeramente girada hacia el espectador, con el brazo apoyado en el respaldo del asiento mientras sujeta la cabeza con dedos pulgar e índice en un gesto de tranquilidad y reposo.

Dama de la alta sociedad, va ataviada según la moda de finales del siglo XIX, con un vestido ajustado en el talle, de cuello alto y cerrado, mangas de amplio volumen en la parte superior, con el puño largo y ceñido, todo en tonos oscuros que contrastan con el blanco de un elegante collar largo de perlas con el que se adorna. El pelo, rubio, recogido en un moño alto, se cubre con un pequeño sombrero negro adornado con un broche del que pende una perla.

Este retrato fue realizado a petición de la Dirección del MAN para demostrar su agradecimiento por el legado de la Duquesa de Villahermosa a este Museo, encargando un retrato par que figurara junto a su legado en el Monetario
.

El decimocuarto duque fue Marcelino de Aragón Azlor, nacido en Madrid en 1815 y muerto en la capital en 1888. Finalmente le sucedió su hija María del Carmen.


A ella se debe la reconstrucción del castillo familiar de Javier en Navarra


Juan Pablo de Aragón-Azlor, IV conde de Guara, VIII conde del Real, después XI duque de Villahermosa.

La boda del XI duque de Villahermosa tuvo lugar en la iglesia parroquial de Pedrosa, Zaragoza, y se hizo por poderes porque el duque Juan Pablo se hallaba a la sazón en París, como miembro de la representación de España que encabezaba su suegro. Representó a Juan Pablo su amigo y deudo, Pedro Abarca de Bolea, conde de Aranda.

Este XI duque Juan Pablo fue miembro destacado del "partido aragonés" en torno a Carlos III de España liderado intelectualmente por Pedro Pablo Abarca de Bolea, IX conde de Aranda, enterrado en el monasterio de San Juan de la Peña.















No hay comentarios:

Publicar un comentario