jueves, 5 de noviembre de 2020

Diego López de Salcedo hijo de Toda de Salcedo de Santa Gadea (Casa de Ayala)

 

Diego López de Salcedo hijo de Toda de Salcedo de Santa Gadea (Casa de Ayala)

http://dbe.rah.es/biografias/76900/diego-lopez-de-salcedo

Lope Díaz II de Haro Cabeza Brava (c. 1170-15 de noviembre de 1236).

Fue el sexto señor de Vizcaya entre los años 1214 y 1236 y fundador del municipio de Plencia, Bilbao.

Hijo de Diego López de Haro, señor de Vizcaya y de Álava, y de María Manrique.

Combatió junto a su padre y se distinguió en la batalla de Las Navas de Tolosa, librada en 1212, y en la que tomaron parte tres reyes cristianos, Alfonso VIII de Castilla, Pedro II de Aragón y Sancho VII de Navarra.

Tomo sus cargos en tiempos agitados, tras la muerte de su padre el 16 de octubre de 1214, pocos días después del fallecimiento del rey Alfonso VIII quien dejaba como heredero a su hijo de diez años Enrique I de Castilla. La familia Lara se apoderó de la regencia, enfrentándose con Berenguela de Castilla, hermana de Enrique y a quien apoyaba Lope.

En 1217 fallece accidentalmente Enrique, pasando a ocupar el trono su hermana, que apoyada por varios nobles entre los que se encontraba Lope, delegaría el trono en su hijo Fernando III de Castilla coronándole en Valladolid y proclamado en Autillo de Campos. Alfonso IX padre de Fernando, no se conformaba con la proclamación de su hijo como rey de Castilla, comenzando a invadir la nación. Durante esta contienda, Álvaro Núñez de Lara se apoderó de Nájera, siendo derrotado y aprisionado por Lope.

El apoyo aportado por Lope en el afianzamiento de Fernando III en el trono fue premiado con el cargo de Alférez del rey, el matrimonio con Urraca Alfonso de León, hija del rey Alfonso IX de León y hermanastra de Fernando III el Santo, la donación de las villas de Haro y Pedroso o confirmación de la posesión que ya tenían. Participó en muchas guerras en apoyo a Fernando III, como las expediciones contra los moros en Andalucía, de entre las que la más importante fue la toma de Baeza en 1227, tras la cual recibió el título de conquistador de Baeza.

El obispo de Calahorra quiso exigir derechos a iglesias sujetas al Monasterio de San Millán de la Cogolla, conllevando pleitos que terminarían con el traslado en 1232 de la diócesis a Santo Domingo de la Calzada. Esto originó más discordias que hicieron que en 1235 Lope expulsase al obispo que huyó a Roma, trasladando la diócesis a Calahorra.

En 1234 estalló un conflicto entre el rey Fernando III y dos de sus principales magnates, Álvaro Pérez de Castro "el Castellano", señor de la casa de Castro, y Lope Díaz II de Haro, señor de Vizcaya, pues este último se había sentido ofendido por el rey durante el asedio de Úbeda. Por ello, y sin contar con el beneplácito del monarca, que era tío de las hijas de Lope Díaz II de Haro, pues la esposa de este último, Urraca Alfonso de León, era hermanastra del rey, Álvaro Pérez de Castro contrajo matrimonio con Mencía López de Haro, hija del magnate agraviado por el rey, lo que provocó que el soberano despojase a Álvaro Pérez de Castro "el Castellano" de las tenencias y tierras que le habían sido concedidas por la Corona, aunque el conflicto se resolvió mediante la resolución arbitral concedida por las reinas Berenguela de Castilla y Beatriz de Suabia, madre y esposa respectivamente de Fernando III el Santo.

Después de su defunción recibió sepultura en el Monasterio de Santa María la Real de Nájera.

Contrajo matrimonio con Urraca Alfonso de León, hija ilegítima del rey Alfonso IX de León y de su amante, Inés Íñiguez de Mendoza.

 

Fruto de su matrimonio nacieron los siguientes hijos:

 

1.-Diego López III de Haro. Sucedió a su padre al frente del señorío de Vizcaya.

 

2.-Teresa López de Haro. Contrajo matrimonio con Nuño Sánchez, hijo del infante Sancho I de Cerdaña y nieto de la reina Petronila de Aragón. Se desposó por segunda vez con Rodrigo González Girón, hijo de Gonzalo Rodríguez Girón.

 

3.-Mencía López de Haro (m. 1270). Se desposó por primera vez con Álvaro Pérez de Castro "el Castellano", señor de la Casa de Castro e hijo de Pedro Fernández de Castro "el Castellano". Posteriormente contrajo un segundo matrimonio con Sancho II de Portugal, pasando a convertirse en reina consorte de Portugal.

 

4.-Álvaro López de Haro (muerto después de 1236).

 

5.-Berenguela López de Haro. Por la relación de su padre con Toda de Santa Gadea, señora del linaje de los Salcedos señores de Ayala, fue hermanastra de Mencía López de Haro, reina consorte de Portugal por su matrimonio con Sancho II que fue anulado posteriormente. Contrajo matrimonio antes de 1254 con Rodrigo González Girón, hijo de Gonzalo Rodríguez Girón, sin sucesión. Sobrevivió a su marido y fue su testamentaria. Berenguela otorgó testamento el 17 de agosto de 1296.

 

6.-Sancho López de Haro, hijo segundo de quien procede la Casa de Ayala a partir del siglo XIII.

 

7.-Lope López de Haro «el Chico» señor de La Guardia. Casó posiblemente con Mayor González Girón, hija de Gonzalo Rodríguez Girón.

 

8.-Alfonso López de Haro, señor de los Cameros por su matrimonio con su primera esposa, María Álvarez, hija de Álvar Díaz de los Cameros y Mencía Díaz de Haro. Su esposa y él fundaron el monasterio de Santa María de Herce en 1246. Contrajo un segundo matrimonio con Sancha Gil, viuda de Guillén Pérez de Guzmán e hija de Gil Vázquez de Soverosa y de María González Girón.

 

9.-Manrique López de Haro (muerto después de 1236)

 

En Toda de Salcedo de Santa Gadea tuvo a:

 

10.-Diego López de Salcedo, Merino Mayor de Castilla y Adelantado de Álava y Guipúzcoa, quien figura en la documentación de varios monasterios y en 1275 fue uno de los testamentarios de su media hermana la reina Mencía, teniendo su sepulcro en la misma capilla en el monasterio de Santa María la Real de Nájera. 


Contrajo matrimonio con Teresa Álvarez de Lara, hija natural de Alvar Fernández de Lara Potestad, hasta ahora considerado bisnieto paterno de Pedro González de Lara y de su esposa la condesa Eva.  


Estudios recientes lo consideran tercer nieto de Pedro González de Lara al ser tenido como bisnieto del Fernando Hurtado el hijo natural que Pedro González de Lara tiene con la reina Urraca. 

De Fernando Hurtado descienden los Hurtado de Mendoza.


http://palomatorrijos.blogspot.com/2012/02/los-hurtado-de-mendoza.html


file:///C:/Users/ptorr/Desktop/Dialnet-UnMagnateDelSigloXIIIAlvarFernandezPodestat-2335913.pdf

 

Tuvo otro hijo de madre desconocida:

 

11.-Lope Díaz de Haro. Su hermano Diego López de Salcedo, testamentario de su hermana Mencía, fundó en 1275 dos capellanías en el monasterio de Santa María la Real de Nájera, una para él y otra para su hermano Don Lope, obispo de Sigüenza.

 

Diego López de Salcedo coincidió en el tiempo con Fortún Sanz de Salcedo e Íñiguez de Piédrola (Casas de Lara y Mendoza), V señor de Salcedo y VII señor de Ayala, cuyo padre don Sancho murió en Alarcos defendiendo la retirada de Alfonso el Batallador, participo en Las Navas de Tolosa y en Baeza,

Pedro Hurtado de Mendoza "Cabeza de Oro" era suegro de Fortún.

Diego López de Salcedo tenía que ser primo de don Fortún y este casó con Maria Hurtado de Mendoza, hija de "Cabeza de Oro".

 

Nuño Pérez de Lara (m. Cuenca, 1177), un noble castellano perteneciente a la poderosa Casa de Lara, que al igual que su hermano Manrique, fue regente durante la minoría de edad del rey Alfonso VIII.

Fue hijo del conde Pedro González de Lara, y de la condesa Ava,​ quien antes había enviudado del conde García Ordóñez. Sus abuelos paternos fueron Gonzalo Núñez[1] tenente de Lara y de Osma, y Goto Núñez. Sobre sus bisabuelos paternos aun los medievalistas no han encontrado datos ciertos.

Nuño Pérez de Lara en marzo de 1145 fue nombrado alférez real​ de la corte de Alfonso VII, cargo que ocupó hasta febrero de 1155, un plazo inusualmente largo para este cargo.

En julio de 1152, el rey entregó la villa de Castro de Benavente a Nuño y a su esposa Teresa.​

En 1159 la Casa de Lara se había apoderado de la regencia que ejercía Gutierre Fernández de Castro, tío de Fernando Rodríguez de Castro el Castellano, en una época caracterizada por la lucha por el poder entre la Casa de Lara y la Casa de Castro, desencadenada tras la muerte de Sancho III de Castilla, en el año 1158, y la subida al trono de su hijo, Alfonso VIII de Castilla.

Al año siguiente, Nuño Pérez de Lara comandó en la Batalla de Lobregal las tropas que se enfrentaron a los Castro, dirigidas por Fernando Rodríguez de Castro, librada en las cercanías de la localidad de Villabrágima, en la provincia de Valladolid. En esta batalla murió el conde Osorio Martínez y Nuño fue hecho prisionero, aunque fue liberado poco tiempo después.8​

Durante la minoría de edad de Alfonso VIII, en marzo de 1162 se otorgó a Nuño el título de conde, probablemente por su hermano Manrique, que era el regente, y después de su muerte en la batalla de Huete en julio de 1164 fue ya el propio Nuño quien asumió la regencia.10​ Esta posición la mantendría hasta 1170, año de la mayoría de edad del rey Alfonso VIII.

Gobernó varias tenencias, siendo la primera la villa de Montoro en 1155 que había sido conquistada probablemente en 1148 y cuyo gobierno fue encomendado inicialmente al noble gallego Fernando Yáñez y después a Nuño. Perdió esta tenencia después de junio de 1156 cuando la plaza fue recuperada por los musulmanes.4​ Después recibió las tenencias de Abia de las Torres, Moratinos y propiedades en Castronuño, villa que lleva su nombre. Estas propiedades las cambió posteriormente con la Orden de San Juan de Jerusalén por la tenencia de la Torre de Herrín También le fue encomendado el gobierno de Castro, cerca de Toro y la fortaleza de Villagarcía y en diciembre de 1160 aparece gobernando la tenencia de Herrera​ y poco después Cabezón, Dueñas y Cubillas de Cerrato. Desde 1163 compartió la tenencia de Carrión con Diego Boisón (o Bueso) y en julio de 1165 era tenente en Villafáfila. También ejerció la tenencia de Villanuño de Valdavia y Arenillas de Nuño Pérez, en Palencia. En esta última, la leyenda popular ubica una casona de su propiedad y unas colmenas o Arniellas.

El rey Alfonso VIII recompensó a su antiguo tutor, el conde Nuño, con varias mercedes, entre ellas el castillo de Chillón que donó a la Orden de Calatrava y a Nuño y a su esposa Teresa el 27 de marzo de 1168 pro multis et magnis obsequiis que uos, comos Nunio, michi actenus deuotissime ac fidelissime exibuistis.

Aunque las fuentes cristianas no recogen la noticia, según el cronista árabe Ibn Idari, en 1169 el conde Nuño realizó una incursión en tierras musulmanas desde Toledo y llegó hasta Algeciras, fechas que coinciden con la ausencia del magnate castellano de la curia regia:

Este año salió el enemigo cristiano, el conde Nuño, de Toledo con su ejército miserable y atacó hacia Ronda y sus montañas y hacia el llano de Algeciras y sus montañas, hasta que llegó al mar y mató a musulmanes en aquella región, los cautivó y arrasó sus residencias.

Destacó por haber fundado diversos monasterios, entre ellos el de Santa María de la Consolación en Perales, en 1160, así como el hospital de Puente Fitero, en Itero de la Vega, ambos en Palencia, y por haber combatido hasta el final junto a la corona castellana.

Estando en el sitio de Cuenca, en julio de 1177 él y su esposa la condesa Teresa fundaron una capellanía y un aniversario en la catedral de Toledo donde habían mandado construir el altar de santo Tomás de Canterbury. Para la dotación de la capellanía y el aniversario, donaron sus casas junto al alcázar de Zocodover, así como sus propiedades y ganados en Alcabón para que con las rentas de estas se mantuvieran las luminarias encendidas día y noche y para el sustento de su capellán. ​

Después de su muerte en la conquista de Cuenca en 1177, su sobrino Pedro Manrique asumió la jefatura de la casa de Lara.

Se casó con Teresa Fernández de Traba, hija del conde Fernando Pérez de Traba y de Teresa de León. Una vez viuda, Teresa fue amante y después la segunda esposa del rey Fernando II de León.

 

Los hijos documentados de este matrimonio fueron:

 

Fernando Núñez de Lara. Alcanzó la dignidad condal y contrajo matrimonio con la condesa Mayor González Salvadores, fundadora de la ermita de la Virgen de la Esperina en Bárcena de Campos, Palencia. Investigaciones recientes no consideran que estos sean los padres de Alvar Fernández de Lara Potestad.

 

Álvaro Núñez de Lara ​ se casó con Urraca Díaz de Haro y tuvo descendencia ilegítima con Teresa Gil de Osorno.

 

Gonzalo Núñez de Lara, ​ casado con María Díaz de Haro y Azagra, padres entre otros del conde Nuño González de Lara "el Bueno".

Sancha Núñez de Lara. Contrajo matrimonio con Sancho I de Cerdaña, conde de Cerdaña y de Provenza e hijo del conde Ramón Berenguer IV de Barcelona y de la reina Petronila de Aragón.

 

María Núñez de Lara. Fue abadesa en el monasterio de Perales, Palencia, que había sido fundado por sus padres.

 

Elvira Núñez de Lara. Se casó en primeras nupcias con el conde Ermengol VIII de Urgel y en segundas con Guillén de Cervera

 

 



[1] Gonzalo Núñez gozó del favor real y «ascendió a grandes alturas gracias a las mercedes del rey». En 1098, Alfonso VI en una donación al Monasterio de San Millán de Suso se refiere a él como su «bien amado Gonzalo Núñez». Aunque no ostentó el título condal, figura frecuentemente en la documentación con el apelativo «senior», igual que otros magnates castellanos del siglo XI. Aparte de confirmar como senior Gondissalvo Munnioz, también aparece con el título de potestas y dominante Lara, topónimo que dio nombre a su linaje, aunque no fue hasta el siglo XII que sus miembros lo añadieron a respectivos patronímicos.​

Su presencia en la curia regia se constata desde 1059 cuando aparece en varias ocasiones confirmando diplomas reales, junto con Gonzalo Salvadórez, de los reyes Fernando I, Sancho II, y Alfonso VI,2 aunque en algunos casos, al no mencionar la tenencia que gobernaba, podría tratarse de un homónimo.​

Ejerció varias tenencias, incluyendo Carazo, Huerta, Osma y Lara, esta última gobernada durante catorce años desde 1081 hasta 1095.30​1​31​ Sus propiedades se encontraban en Castilla la Vieja, Tierra de Campos y en Asturias, y tenía derechos en Hortigüela,​ así como en los pueblos de Duruelo de la Sierra, y Covadela.​

En 1067, acompañó a Gonzalo Salvadórez, al conde Fernando Ansúrez y a los obispos de León y de Astorga a la ciudad de Sevilla, siguiendo las órdenes del rey Fernando I, quien les había encomendado la misión de traer el cuerpo de santa Justa.

Participó en una campaña en tierras portuguesas en 1093 y en 1095 desempeñó un papel relevante en la cerca de Huesca. Tres años más tarde, en 1096 acudió con sus mesnadas y otros nobles, tal como el conde García Ordóñez, al socorro de Huesca en la batalla de Alcoraz, que pertenecía al rey de la taifa de Zaragoza Al-Musta'in II y estaba siendo sitiada por Pedro I de Aragón. La ayuda castellana al rey musulmán fue infructuosa, pues Huesca fue conquistada el 15 de noviembre de ese año- ​ En 1098 tuvo una intervención importante en la repoblación de Almazán y Medinaceli después que fuese conquistada en 1104 así como en Andaluz, esta última plaza posiblemente parte de su señorío.

Fue patrono de varios monasterios a los que hizo donación y él y su esposa Goto estuvieron muy vinculados al Monasterio de Santa María la Real de Piasca, que había sido de la familia de Goto, los Alfonso. Su hijo Rodrigo en una donación efectuada en 1122 recordaba que había sido edificado por sus abuelos y que sus padres habían sido patronos del cenobio: edificaberunt abios et patronos atque parentes nostros.

Su última aparición en la documentación medieval fue el 12 de diciembre de 1105 en el Monasterio de San Salvador de Oña y probablemente falleció poco después.​ Sus hijos Pedro y Rodrigo «fueron los principales artífices del ascenso del linaje de Lara»

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