Garci Gómez Carrillo, "el de los Garfios", casa con doña Urraca Alonso, hija del infante don Alfonso de Molina —hermano de Fernando III el Santo— que recibe en dote la aldea de Priego y otros heredamientos en el obispado de Cuenca y en tierra de Molina.
Alfonso Ruiz, o Gómez, Carrillo, su primogénito, heredó la casa y el mayorazgo de Priego. Es el I señor de Priego. Padre de Isabel Carrillo que casa con su primo en segundo y tercer grado Juan Alonso Carillo que es nieto Rodrigo Alonso Carrillo a su vez sobrino de " el de los Garfios". Así el II señor de Priego es yerno del primero.
Son los Carrillo de las tierras de Burgos. Señores de Quintana, Ormaza, Mazuelo. Presentes en la conquista de Cuenca. Presente un Carrillo en el privilegio real de la donación en 1176 del Castillo del Cogolludo a Martín Pérez de Sienos, maestre de Calatrava.
Alfonso Ruiz, o Gómez, Carrillo, su primogénito, heredó la casa y el mayorazgo de Priego. Es el I señor de Priego. Padre de Isabel Carrillo que casa con su primo en segundo y tercer grado Juan Alonso Carillo que es nieto Rodrigo Alonso Carrillo a su vez sobrino de " el de los Garfios". Así el II señor de Priego es yerno del primero.
Fernando IV en 1298 concedió a Alonso Ruiz, Gómez, Carrillo, I señor de Priego, los pechos y derechos reales en Priego de Escabas. En las primeras décadas del siglo XIV su hijo, o yerno, es Juan Alonso Carrillo, II señor de Priego, consigue el dominio de tierras, heredades y la fortaleza. Funda mayorazgo el 25 de junio de 1306. Es mencionado por su bisnieto Pedro Carrillo de Huete en su testamento.
Todas las posesiones del II señor de Priego en 1341 quedan integradas en un nuevo mayorazgo destinado a su primogénito Juan Ruiz, o Alonso, Carrillo, III señor de Priego. Priego quedó convertido en señorío solariego y después jurisdiccional, tras la concesión de Pedro I, nieto de Fernando III, en 1355 a Juan Ruiz o Alonso, Carrillo, III señor de Priego, quedando desvinculado de la jurisdicción de la ciudad de Cuenca. El III señor de Priego adquirió por compra casas en la villa de Alcantud, aldea cercana, y otros bienes en la jurisdicción de Huete, por lo que se estrechaba la vinculación del linaje con el ámbito conquense.
Es el III señor de Priego que casa con Isabel Fernández Calvillo hija y heredera del I señor de Cotillas desde 1318, Torres de Cotillas, en Murcia. Padres de cuatro hijos entre ellos, Pedro, IV señor de Priego, y de Fernán Carrillo, III señor de Cotillas y luego V señor de Priego, que recibe el señorio del cercano Cañaveras. Montero mayor del rey. "Fue valeroso Capitan, que siruió con gran esfuerço al Rey don Enrique el Segundo en la batalla de Najera, y en la de Montiel, por lo que le hizo merced del lugar de Cañaveras en compensación a sus servicios. También sirvió a Juan I en las guerras que mantuvo contra Portugal y en la toma de Satarem, cuya tenencia adquirió, y en la derrota de Aljubarrota en 1386, donde perdió la vida".
Isabel Fernández y el III señor de Priego, testa en 1364, son enterrados en su capilla de la iglesia parroquial de Priego.
Desarrolló el V señor de Priego una activa vida política durante los reinados de Enrique II y Juan I, ejerciendo los cargos de montero mayor del infante don Juan, y después, como ballestero del rey. Gracias a la privanza regia pudo obtener algunos beneficios, sobre todo, la concesión en 1371 del señorío de Cañaveras, villa próxima a Priego. Fernán Carrillo adquirió los derechos que sus hermanos tenían en Priego y los molinos de La Ruidera y de la Cobatilla, en la ribera del río Guadiela, en términos de Albendea y Llanes, aldeas de Huete, donados en 1364 por su tía paterna doña Guiomar para él, sus hermanos y sus primos, a quienes fue comprando o intercambiando sus derechos. Está documentada la compra de unas casas en la villa de Huete en 1382, cerca de la iglesia de San Miguel por 1.650 maravedíes. Para lograr estas propiedades, se deshizo de una casa en Carrascosilla, con dos yuntas de tierra, dos molinos en El Salobral, término de Barajas, y una heredad de cereal en Arcos de la Sierra —todas ellas aldeas de Huete—, así como unas casas en Valdeolivas. Incrementó unos derechos de tránsito en la tierra de Huete que habían pertenecido al linaje, que quedaron consolidados en 1385: tras la solicitud al concejo de Huete para levantar dos puentes, uno en el río Guadiela y otro en el Escabas, cerca de Llanas, en los que podrían cobrar los derechos pertinentes, y su concesión, a condición de que los vecinos de la tierra, con sus ganados y mercancías quedaran exentos de cualquier portazgo, pasaje o peaje, se limitó el cobro a los ganados trashumantes.
Fernán Carrillo casa con doña Teresa García Meneses de los señores de Velilla. Siendo el V señor de Priego nieto del I señor de Cotillas y por su madre, II señora de Cotillas, el III señor de Cotillas. Teresa García Meneses pertenecía a linaje toledano de los Meneses. Los hijos de los V señores de Priego entablaron debates para repartir el patrimonio disperos en las ciudades y tierras de Toledo y Huete, en la tierra de Cuenca y en el reino de Murcia.
Fernán Carrillo casa con doña Teresa García Meneses de los señores de Velilla. Siendo el V señor de Priego nieto del I señor de Cotillas y por su madre, II señora de Cotillas, el III señor de Cotillas. Teresa García Meneses pertenecía a linaje toledano de los Meneses. Los hijos de los V señores de Priego entablaron debates para repartir el patrimonio disperos en las ciudades y tierras de Toledo y Huete, en la tierra de Cuenca y en el reino de Murcia.
En 1402 se llegó a un acuerdo entre los hermanos. Pedro Carrillo, el primogénito, heredaría las posesiones toledanas y conquenses —junto a sus hermanos Gómez Carrillo, que muere, y Constanza Carrillo—, y Fernán Carrillo, que inauguraría una nueva línea familiar con las propiedades murcianas como IV señor de Cotillas.
El Halconero casa con Guiomar de Sotomayor hermana del V señor de El Carpio.
Pedro Carrillo de Huete “el Halconero” es el VI señor de Priego y una figura política de primer orden a quien se le atribuye la redacción de una crónica sobre el reinado de Juan II, Crónica del Halconero de Juan II, refundida por el obispo de Cuenca Lope de Barrientos. Enrique III le concede el cargo de halconero mayor que le fue confirmado por su sucesor, Juan II, en 1407. También era denominado Pedro Carrillo de Huete por su estrecha vinculación con esta villa, de la que fue guarda mayor y alcalde mayor de las alzadas, como merced Real recibe el señorío de Villar del Saz de Don Guillén, al suroeste de Cuenca, en 1440. Juan II le había confirmado en 1422 el señorío de Cañaveras —villa que Cuenca trató de recuperar a su jurisdicción— y le ratificó todo su derecho al mayorazgo compuesto por este señorío y el de Priego, con todas sus propiedades, con su jurisdicción civil y criminal, mero mixto imperio y los maravedís de renta por juro de El propio Juan II confirmó tres años después el mayorazgo de Priego y Cañaveras. En 1440, tuvo disputas por los términos entre las villas de Priego y Cañamares —ésta pertenecía a su primo Gómez Carrillo, señor de Ocentejo y Cañamares y heredero en parte de la Casa de Albornoz; descendiente de Alonso Gómez Carrillo, hermano de "el de Los Garfios, y que es el padre del abuelo del II señor de Priego— resueltos por el monarca con el envío de un juez de términos.
En el ámbito de las relaciones familiares, en marzo de 1408 había entrado en contacto con Íñigo López de Mendoza, señor de Castilnuevo junto a Molina de Aragón , segundo hijo de Pedro González de Mendoza, IX señor de Mendoza, y tio del marqués de Santillana para establecer las capitulaciones matrimoniales entre el hijo de éste, Diego Hurtado de Mendoza, y Teresa Carrillo, hija suya y de su mujer, doña Guiomar de Sotomayor.
Diego Hurtado de Mendoza, I conde de PRIEGO desde 1465, señor por su madre , bisnieta de don Juan Manuel, de Castilnuevo, Rubielos en Teruel, de la Parrilla, Villar del Saz y también por su madre de la fortaleza de el Aguila, y los Pechos y Martiniegas de Guadalajara y de Molina, muerto ya en 1480. Casa con Teresa Carrillo, señora del mayorazgo de Priego.
Era tia abuela de la madre del I conde Priego la VI señora consorte de Albornoz.
Diego Hurtado de Mendoza, I conde de PRIEGO desde 1465, señor por su madre , bisnieta de don Juan Manuel, de Castilnuevo, Rubielos en Teruel, de la Parrilla, Villar del Saz y también por su madre de la fortaleza de el Aguila, y los Pechos y Martiniegas de Guadalajara y de Molina, muerto ya en 1480. Casa con Teresa Carrillo, señora del mayorazgo de Priego.
Era tia abuela de la madre del I conde Priego la VI señora consorte de Albornoz.
El Halconero se comprometía entregar en dote a su hija, aún menor de edad, 200.000 maravedíes de moneda vieja en una serie de bienes en los lugares de Toledo: heredades de Escalonilla, El Alameda y Yuncos, y diversas viñas, prados, solares, tierras y casas en al ciudad y su término; Huete: heredades de Valdemijares, El Salobral y Burrianas; y Cuenca: heredades en Olmedilla y en el Castillo de Alvar Fáñez. En cuanto al mayorazgo, el monarca Juan II aprobó en 1435 las condiciones con que se debía transmitir. Su contenido patrimonial era el señorío de Priego, con su fortaleza y los derechos y propiedades anejas; casas, viñas, heredades de cereal, molinos y batanes, las alquerías de Cesma y Batanejo, los molinos de La Ruidera y La Cobatilla, el puente del Guadiela y el del Escabas en Llanes, y el señorío de Cañaveras, con todos sus derechos y heredamientos. El mayorazgo quedaba para su hija primera y heredera doña Teresa Carrillo, mujer de Diego Hurtado de Mendoza. A falta de su línea llamaba a la del señor de Cotillas, su sobrino, y a la de Martín Ruíz de Alarcón y a la de Pedro de Acuña, su sobrino y I duque de Buendía, hijo de Lope Vázquez de Acuña y de doña Teresa Carrillo de Albornoz, su prima como hija de Gómez Carrillo con el que tuvo las disputas entre los términos de Priego y Cañamares.
Gómez Carrillo casa con Urraca de Albornoz, hija del V señor de Albornoz, son padres de Teresa Carrillo de Albornoz y de Álvaro Carrillo de Albornoz. Álvaro casa con Teresa de Mendoza hija de Diego Hurtado de Mendoza, X señor de Mendoza, y así prima hermana del yerno de "el Halconero".
Íñigo López se obliga a dar por razón de arras mil doblas de oro castellanas en 1408. Diego Hurtado ratificó estos capítulos a favor de su mujer doña Teresa Carrillo.
Pedro Carrillo de Huete vinculó en su mayorazgo la casa fuerte de Priego, la villa de Priego y sus alquerías y el lugar de Cañaveras, con su cortijo y todas sus tierras, términos y heredamientos, jurisdicciones y justicia alta y baja, mero mixto imperio, y con todas sus pertenencias, molinos, batanes y puentes, para siempre jamás. La escritura fue otorgada en Priego en 1438. En el testamento de Pedro Carrillo, fechado en Priego el 20 de abril de 1448, aparecía como beneficiaria del mayorazgo su hija Teresa Carrillo y en él se añadieron diversas mercedes vitalicias y juros de la hacienda real, transmitidas por su padre. Otras propiedades, como el señorío del Villar del Saz de Don Guillén, quedaron en poder de su nieto Íñigo. Por último, Pedro Carrillo fijó como su lugar entierro el monasterio de San Francisco de Huete.
en 1530, Luis Carrillo Hurtado de Mendoza, VI conde de Priego, y María Girón compraron el señorío de Villar del Saz de Don Guillén, recuperándolo así para el patrimonio del linaje.
Iñigo López de Mendoza, fue el segundo hijo - menor de los tres hermanos- de los I condes de Priego y hermano del II Conde. Fue señor de Argal y Mochales. Casa con Constanza Coello, hija de Esteban Coello, señor de Montalbo, El Hito y Villar de Cañas, y de Violante de Ribera, señora de Villarejo de la Peñuela, Cabrejas y Valmelero, y de ellos descienden los demás señores de Mochales. En segundas nupcias casa con María de Aguilera, hija de Alfonso de Molina, señor de Embid, El Pobo y Santiuste, y de María de Aguilera, también con sucesión en los señores de Sisamón.
Diego de Aguilera, hermano de María y cuñado de Íñigo, casa con Elvira de Jaraba.
Aldonza Carrillo de Mendoza, citada tambien como su hermano pequeño Íñigo como señora de Villar del Saz, hija de los señores y condes de Priego, casa con su pariente Juan Alonso de Haro, señor de la villa del Busto y Rivilla. Con descendencia en los marqueses del Carpio.
La abuela de Aldonza es hermana Sancho Manuel cuya mujer casa después con el III señor del Busto, Haro por línea femenina de los señores de Los Cameros en La Rioja, y son padre del IV señor Juan Alfonso de Haro que casa con Aldonza.
En el condado de Priego predominan las armas y el apellido del linaje Carrillo. Los Mendoza aportaron propiedades, derechos y señoríos en tierras de Guadalajara y Molina. Teresa Carrillo aparece en la documentación todavía en 1476, fundando una capellanía en la iglesia parroquial de Priego, a la que dejaba unas heredades, viñas, casas y un batán en las riberas del Escabas, y en 1482, al redactar su testamento, en el que pedía ser enterrada en la iglesia de San Nicolás de Priego y en el que dejaba sus bienes a repartir entre Pedro Carrillo de Mendoza, el heredero, e Íñigo López de Mendoza, a quien asignó 15.000 mraravedíes de juro de heredad que tenía en el sexmo de la Sierra de la ciudad de Cuenca. Pedro Carrillo ya había recibido en 1459 la casa, los molinos y el batán de La Ruidera, y los portazgos del puente de este mismo lugar y La Cobatilla, unos derechos sobre la madera, el lugar de El Salobral, con sus pertenencias, y 60.000 maravedíes de juro situados en Canalejas, aldea de Huete.
Diego Hurtado, por su parte, otorgó su mayorazgo, constituido en 1475, junto al de los Carrillo, al primogénito, don Pedro Carrillo de Mendoza, mientras que el patrimonio de tierras de Guadalajara quedó para el segundogénito, Íñigo. El señorío de Villar del Saz de Don Guillén quedó
finalmente para la tercera hija, doña Aldonza de Mendoza, penas y caloñas reales, y rentas correspondientes a la martiniega, la escribanía pública y un baño–, ciertos derechos de salinas en Molina, y unas casas y tierras en Daganzo. Tenía incorporados en el mayorazgo 50.000 maravedíes de juro que su padre había heredado de sus abuelos Pedro González de Mendoza y Aldonza de Ayala.
En 1430 adquirió de su madre por compra el lugar de Aguilera, el señorío de Castilnuevo, próximo a Molina, por 8.000 florines de oro de cuño de Aragón y la martiniega de Molina con todas las rentas de maravedís, pan y ganado por 13.500 maraveídes. También contaba entre sus bienes la controvertida propiedad del señorío de El Pobo, al este de Molina, y las propiedades señaladas en garantía de las arras que su padre entregó a Teresa Carrillo en 1408 en el acuerdo económico para su casamiento,
Pedro Carrillo de Mendoza, II conde Priego, hereda el núcleo patrimonial en tierras de Guadalajara y Molina. Se desprendió de algunos bienes alcarreños y obtuvo 25.000 maravedíes de juro situados en las rentas de sus villas de Priego y Cañaveras.
Se enfrentó a su hermano Íñigo López de Mendoza, quien le acusó repetidamente de atacar su fortaleza de Ocentejo, en el obispado de Sigüenza. Eran señores de Ocentejo sus primos los Carrillo de Albornoz.
El núcleo señorial conquense también aumentó gracias a intromisiones y abusos cometidos contra propiedades de la ciudad de Cuenca y contra propiedades y derechos de las villas y vecinos de Priego y Cañaveras. Pedro Carrillo de Mendoza aparecía junto a Juan Hurtado de
Mendoza, señor y luego marqués de Cañete, Pedro Carrillo de Albornoz, señor de Torralba y Beteta y de la Casa de Albornoz y otros caballeros como protagonistas de usurpaciones de bienes y tierras de Cuenca, al menos, entre los años 1479 y 1490.
En este período hubo escasos incrementos patrimoniales: recibió la confirmación de la martiniega de Molina y su tierra, los 15.000 maravedíes vitalicios en enmienda del oficio de Halconero mayor, durante el reinado de Enrique IV, y los 12.000 y los 8.000 de juro situados en las alcabalas de sus señoríos de Priego y Cañaveras, para compensar su fidelidad a la reina Isabel, quien le había confiado en 1476, junto con Juan Hurtado de Mendoza y su hijo, el mando de las tropas de las ciudades y villas del obispado de Cuenca contra sus enemigos.
Pedro Carrillo de Mendoza mantuvo vinculado al mayorazgo el señorío de Castilnuevo y se lo transmitió a su heredero, Diego Carrillo Hurtado de Mendoza, primogénito suyo y de su esposa María de Quiñones de la Casa de Alba de Tormes y de Alba de Liste por su madre.
GÓMEZ GARCÍA o GÓMEZ RUIZ. Señor de Quintana, Ormaza, Mazuelo, y otros lugares en tierra e Burgos; se halló en la conquista de Cuenca, en la Concordia entre los Reyes de Castilla y Aragón, Capitán de las gentes de Burgos en la batalla de las Navas. De él consta memoria en los privilegios reales de la donación en 1176 del Castillo del Cogolludo a Martín Pérez de Sienos, Maestre de Calatrava; y en el de 1188 del Monasterio de Santo Domingo el Real de Toledo el Viejo. Casó con MARI RODRÍGUEZ. Padres de "el de los Garfios" y de Alonso Gómez Carrillo. Éste es padre de Rodrigo Alonso Carillo. El nieto de éste último de nombre Juan Alonso Carrillo casa con su prima Isabel, II señores de Priego, siendo Isabel hija del I señor de Priego; hijo de "el de los Garfios", por lo que el I señor de Priego es primo hermano de Rodrigo.
Priego en dote de Urraca Alonso pasa a su primogénito y por el matrimonio de su nieta Isabel con un biznieto de su cuñado Alonso Gomez Carrillo a esta rama de los Carrillo. El II señor de Priego es yerno del primero.
Es el II señor de Priego nieto materno de MARÍA DÍAZ DE CEBALLOS, hija de Diego Gutiérrez de Ceballos, almirante de Castilla, y de Juana García Carrillo. En segundas nupcias caso con Juan Martínez de Leiva. Con sucesión.
Otras posibles genealogias.
GARCI GÓMEZ CARRILLO "el de los Garfios".
Hijo de Gómez García, señor de Quintana, Ormaza, Mazuelo, y de Mari Rodríguez.
Señor de Mazuelo. Casó con:
URRACA ALONSO, hija del Infante don Alonso, Señor de Molina. Padres de:
GÓMEZ CARRILLO, segundo hijo en la genealogia sigueinte.
Señor de Mazuelo, Alcalde Mayor de los Hijosdalgo de Castilla. Padre de
Hernán Carrillo, que sigue, y de
Pedro Carrillo.
HERNÁN CARRILLO. Señor de Mazuelo, se halló en la de Algeciras. Padre de:
VII - JUAN CARRILLO.
Señor de Mazuelo, I Señor de Priego. Padre de
PEDRO CARRILLO.
II Señor de Priego. Padre de
Señor de Mazuelo. Casó con:
URRACA ALONSO, hija del Infante don Alonso, Señor de Molina. Padres de:
GÓMEZ CARRILLO, segundo hijo en la genealogia sigueinte.
Señor de Mazuelo, Alcalde Mayor de los Hijosdalgo de Castilla. Padre de
Hernán Carrillo, que sigue, y de
Pedro Carrillo.
HERNÁN CARRILLO. Señor de Mazuelo, se halló en la de Algeciras. Padre de:
VII - JUAN CARRILLO.
Señor de Mazuelo, I Señor de Priego. Padre de
PEDRO CARRILLO.
II Señor de Priego. Padre de
PEDRO CARRILLO.
III Señor de Priego, Halconero de Juan II. Su hija Teresa sería la IV señora de Preigo y su I condesa. Esta versión no se ajusta al testimonio que el propio halconero da en su testamento.
III Señor de Priego, Halconero de Juan II. Su hija Teresa sería la IV señora de Preigo y su I condesa. Esta versión no se ajusta al testimonio que el propio halconero da en su testamento.
GARCI GÓMEZ CARRILLO "el de los Garfios".
Hijo de Gómez García, Señor de Quintana, Ormaza, Mazuelo, y de Mari Rodríguez.
Tomó Jerez a los moros, y posteriormente la defendió de sus ataques hasta quedar él solo frente al enemigo. Casó con
URRACA ALONSO, que llevó en dote la villa de Priego y otros heredamientos del Obispado de Cuenca y tierra de Molina; hija del infante don Alonso, señor de Molina y Mesa. Padres de:
Alonso Carrillo, primogénito, de
Gómez Carrillo, alcalde mayor de los Hijosdalgo de Castilla; de este Priego en la genealogía anterior, y de
Álvaro Carrillo, Obispo de Palencia.
ALONSO CARRILLO. I Señor de Preigo
Mayorazgo que heredó a su padre. Se halló en la conquista de Tarifa con Alfonso XI. Padre de
JUAN ALONSO CARRILLO. II señor de Priego
Padre de:
FERNÁN CARRILLO. III señor de Priego.
Capitán en la de Nájera y en la de Montiel, por sus servicios Enrique II le hizo merced de la villa de Cañaveras; en la toma de Santarem, de la que Juan I le dio la Tenencia; fallecido en Aljubarrota. Padre de:
PEDRO CARRILLO "de Huete". IV señor de Priego
Señor de Priego, Halconero de Juan II. Su hija Teresa V señora de priego y I condesa.
Esta versión se ajusta más al testimonio que Pedro Carrilllo de Huete da en su testamento. Así el II señor de Priego sería hijo del primero y no yerno.
Hijo de Gómez García, Señor de Quintana, Ormaza, Mazuelo, y de Mari Rodríguez.
Tomó Jerez a los moros, y posteriormente la defendió de sus ataques hasta quedar él solo frente al enemigo. Casó con
URRACA ALONSO, que llevó en dote la villa de Priego y otros heredamientos del Obispado de Cuenca y tierra de Molina; hija del infante don Alonso, señor de Molina y Mesa. Padres de:
Alonso Carrillo, primogénito, de
Gómez Carrillo, alcalde mayor de los Hijosdalgo de Castilla; de este Priego en la genealogía anterior, y de
Álvaro Carrillo, Obispo de Palencia.
ALONSO CARRILLO. I Señor de Preigo
Mayorazgo que heredó a su padre. Se halló en la conquista de Tarifa con Alfonso XI. Padre de
JUAN ALONSO CARRILLO. II señor de Priego
Padre de:
FERNÁN CARRILLO. III señor de Priego.
Capitán en la de Nájera y en la de Montiel, por sus servicios Enrique II le hizo merced de la villa de Cañaveras; en la toma de Santarem, de la que Juan I le dio la Tenencia; fallecido en Aljubarrota. Padre de:
PEDRO CARRILLO "de Huete". IV señor de Priego
Señor de Priego, Halconero de Juan II. Su hija Teresa V señora de priego y I condesa.
Esta versión se ajusta más al testimonio que Pedro Carrilllo de Huete da en su testamento. Así el II señor de Priego sería hijo del primero y no yerno.
Pedro Carrillo de Huete casa con Guiomar de Sotomayor que es hija de Luis Méndez de Sotomayor, Señor del Carpio, Ricohombre, y de Catalina Sánchez Manuel
A finales del siglo XIV, Fernán Carrillo, hijo de Juan Ruiz, desarrolló una activa vida política durante los reinados de Enrique II y Juan I, ejerciendo los cargos de Montero mayor del infante don Juan, y después, como ballestero del rey. Gracias a la privanza regia pudo obtener algunos beneficios, sobre todo, la concesión en 1371 del señorío de Cañaveras, villa próxima a Priego y segregada también de la jurisdicción urbana. También obtuvo la facultad de poder nombrar todos los años en tierra de Cuenca 12 monteros libres de todo pecho en 1373, confirmada por Juan I en 1379.
Fernán Carrillo adquirió los derechos que sus hermanos tenían en Priego y los molinos de La Ruidera y de la Cobatilla, en la ribera del río Guadiela, en términos de Albendea y Llanas, aldeas de Huete, donados en 1364 por su tía doña Guiomar para él, sus hermanos y sus primos, a quienes fue comprando o intercambiando sus derechos. Está documentada la compra de unas casas en la villa de Huete en 1382, cerca de la iglesia de San Miguel, por 1.650 mrs. Incrementó unos derechos de tránsito en la tierra de Huete que habían pertenecido al linaje, que quedaron consolidados en 1385: tras la solicitud al concejo de Huete para levantar dos puentes, uno en el río Guadiela y otro en el Escabas, cerca de Llanas, en los que podrían cobrar los derechos pertinentes, y su concesión, a condición de que los vecinos de la tierra, con sus ganados y mercancías quedaran exentos de cualquier portazgo, pasaje o peaje, se limitó el cobro a los ganados que iban a los estremos […], segund que antiguamente lo fasian a los vuestros anteçesores, señores que fueron de la casa de Priego.
Los herederos de Fernán Carrillo, casado con doña Teresa García Meneses, que pertenecía a un linaje toledano, entablaron debates para repartir el patrimonio dispersos en las ciudades y tierras de Toledo y Huete, en la tierra de Cuenca y en el reino de Murcia. En 1402 se llegó a un acuerdo entre los hermanos Pedro Carrillo, el primogénito, que heredaría las posesiones toledanas y conquenses —junto a sus hermanos Gómez Carrillo y Constanza Carrillo—, y Fernán Carrillo, que inauguraría una nueva línea familiar con las propiedades murcianas.
Pedro Carrillo de Huete “el Halconero”, una figura política de primer orden.
Una de las principales figuras nobiliarias conquenses del período que analizamos fue la de Pedro Carrillo, a quien se le atribuye la redacción de una crónica sobre el reinado de Juan II. Este personaje formó parte de la nobleza cortesana gracias a su proximidad a la figura del monarca Juan II, como miembro de su Consejo y, especialmente, por el desempeño del oficio de Halconero mayor, cargo que obtuvo con Enrique III y le fue confirmado por su sucesor, Juan II, en 1407, formando parte de su nombre como apelativo. También era denominado Pedro Carrillo de Huete, por su estrecha vinculación con esta villa, de la que fue guarda mayor y Alcalde mayor de las alzadas, poseyó varias propiedades y elaboró relaciones clientelares con sus vecinos.
La situación patrimonial del linaje se incrementó notablemente con Pedro Carrillo. Con cargo a la hacienda real, percibía importantes asignaciones, en concepto de “tierras”, excusados y juros —algunas de ellas situadas en lo salvado del sexmo de la Sierra de Cuenca—, y se benefició de diversas mercedes regias, como el señorío de Villar del Saz de Don Guillén, al suroeste de Cuenca, en 1440. Juan II le había confirmado en 1422 el señorío de Cañaveras —villa que Cuenca trató de recuperar a su jurisdicción— y le ratificó todo su derecho al mayorazgo compuesto por este señorío y el de Priego, con todas sus propiedades, salvaguardando así sus derechos adquiridos por herencia. El concejo de Huete trató de apropiarse del portazgo de los ganados del puente sobre el río Guadiela: una sentencia arbitral dictaminó que, aunque estaba en término de Huete, el puente había sido costeado y reparado por los Carrillo, que mantuvieron su derecho a cobrar a los ganados trashumantes que no pertenecían a vecinos de la tierra de Huete. También hubo agresiones por parte de otros señoríos cercanos y debates por términos entre las villas de Priego y Cañamares —ésta pertenecía a Gómez Carrillo— en 1440, resueltos por el monarca con el envío de un juez de términos.
En el ámbito de las relaciones familiares, en marzo de 1408 había entrado en contacto con Íñigo López de Mendoza —quien recibió como segundogénito un mayorazgo soporte de la rama Mendoza de Molina, desgajada del tronco de los marqueses de Santillana— para establecer las capitulaciones matrimoniales entre el hijo de éste, Diego Hurtado de Mendoza, y Teresa Carrillo, hija suya y de su mujer, doña Guiomar de Sotomayor. Al iniciar la vinculación familiar con los Mendoza, el linaje se desenvolvió en un marco de relaciones más ventajoso. En dicho acuerdo, el Halconero se comprometía entregar en dote a su hija, aún menor de edad, 200.000 mrs. de moneda vieja en una serie de bienes en los lugares de Toledo: heredades de Escalonilla, El Alameda y Yuncos, y diversas viñas, prados, solares, tierras y casas en al ciudad y su término; Huete: heredades de Valdemijares, El Salobral y Burrianas; y Cuenca: heredades en Olmedilla y en el Castillo de Alvar Fáñez.
En cuanto al mayorazgo, el monarca Juan II aprobó en 1435 las condiciones con que se debía transmitir. Su contenido patrimonial era el señorío de Priego, con su fortaleza y los derechos y propiedades anejas (casas, viñas, heredades de cereal, molinos y batanes), las alquerías de Cesma y Batanejo, los molinos de La Ruidera y La Cobatilla, el puente del Guadiela y el del Escabas en Llanas, y el señorío de Cañaveras, con todos sus derechos y heredamientos. El mayorazgo quedaba para su hija primera y heredera doña Teresa Carrillo, mujer de Diego Hurtado de Mendoza. Y a falta de su línea llamaba a la de los señores de Cotillas su sobrino, y a la de Martín Ruiz de Alarcón y a la de Pedro de Acuña, su sobrino, hijo de Lope Vázquez de Acuña y de doña Teresa Carrillo, su prima. De esta forma, Pedro Carrillo de Huete vinculó en su mayorazgo la casa fuerte de Priego, la villa de Priego y sus alquerías y el lugar de Cañaveras, con su cortijo y todas sus tierras, términos y heredamientos, jurisdicciones y justicia alta y baja, mero mixto imperio, y con todas sus pertenencias, molinos, batanes y puentes, para siempre jamás. La escritura fue otorgada en Priego, el 6 de julio de 1438, ante Juan de la Flor, escribano público del rey.
En el testamento de Pedro Carrillo, fechado en Priego el 20 de abril de 1448, aparecía como beneficiaria del mayorazgo su hija Teresa Carrillo y en él se añadieron diversas mercedes vitalicias y juros de la hacienda real, transmitidas por su padre. Otras propiedades, como el señorío del Villar del Saz de Don Guillén, quedaron en poder de su nieto Íñigo, de la línea segundogénita74. Por último, Pedro Carrillo fijó como su lugar entierro el monasterio de San Francisco de Huete, reafirmando su especial vinculación con esta çibdat, título otorgado por el rey Juan II en 1428 gracias a la instigación del Halconero.
Iñigo López de Mendoza, hijo segundogénito, fue señor de Mochales. Enlazó en matrimonio con Constanza Coello, hija de Esteban Coello, señor de Montalbo, El Hito y Villar de Cañas, y de doña Violante de Ribera, señora del Villarejo, Cabrejas y Valmelero, y de ellos descienden los demás señores de Mochales. En segundas nupcias se unió a doña María de Molina y Aguilera, hija de don Alfonso de Molina, señor de Embid, El Pobo y Santiuste, y de doña María de Aguilera, y también disfrutó de ilustre sucesión.
A finales del siglo XIV, Fernán Carrillo, hijo de Juan Ruiz, desarrolló una activa vida política durante los reinados de Enrique II y Juan I, ejerciendo los cargos de Montero mayor del infante don Juan, y después, como ballestero del rey. Gracias a la privanza regia pudo obtener algunos beneficios, sobre todo, la concesión en 1371 del señorío de Cañaveras, villa próxima a Priego y segregada también de la jurisdicción urbana. También obtuvo la facultad de poder nombrar todos los años en tierra de Cuenca 12 monteros libres de todo pecho en 1373, confirmada por Juan I en 1379.
Fernán Carrillo adquirió los derechos que sus hermanos tenían en Priego y los molinos de La Ruidera y de la Cobatilla, en la ribera del río Guadiela, en términos de Albendea y Llanas, aldeas de Huete, donados en 1364 por su tía doña Guiomar para él, sus hermanos y sus primos, a quienes fue comprando o intercambiando sus derechos. Está documentada la compra de unas casas en la villa de Huete en 1382, cerca de la iglesia de San Miguel, por 1.650 mrs. Incrementó unos derechos de tránsito en la tierra de Huete que habían pertenecido al linaje, que quedaron consolidados en 1385: tras la solicitud al concejo de Huete para levantar dos puentes, uno en el río Guadiela y otro en el Escabas, cerca de Llanas, en los que podrían cobrar los derechos pertinentes, y su concesión, a condición de que los vecinos de la tierra, con sus ganados y mercancías quedaran exentos de cualquier portazgo, pasaje o peaje, se limitó el cobro a los ganados que iban a los estremos […], segund que antiguamente lo fasian a los vuestros anteçesores, señores que fueron de la casa de Priego.
Los herederos de Fernán Carrillo, casado con doña Teresa García Meneses, que pertenecía a un linaje toledano, entablaron debates para repartir el patrimonio dispersos en las ciudades y tierras de Toledo y Huete, en la tierra de Cuenca y en el reino de Murcia. En 1402 se llegó a un acuerdo entre los hermanos Pedro Carrillo, el primogénito, que heredaría las posesiones toledanas y conquenses —junto a sus hermanos Gómez Carrillo y Constanza Carrillo—, y Fernán Carrillo, que inauguraría una nueva línea familiar con las propiedades murcianas.
Pedro Carrillo de Huete “el Halconero”, una figura política de primer orden.
Una de las principales figuras nobiliarias conquenses del período que analizamos fue la de Pedro Carrillo, a quien se le atribuye la redacción de una crónica sobre el reinado de Juan II. Este personaje formó parte de la nobleza cortesana gracias a su proximidad a la figura del monarca Juan II, como miembro de su Consejo y, especialmente, por el desempeño del oficio de Halconero mayor, cargo que obtuvo con Enrique III y le fue confirmado por su sucesor, Juan II, en 1407, formando parte de su nombre como apelativo. También era denominado Pedro Carrillo de Huete, por su estrecha vinculación con esta villa, de la que fue guarda mayor y Alcalde mayor de las alzadas, poseyó varias propiedades y elaboró relaciones clientelares con sus vecinos.
La situación patrimonial del linaje se incrementó notablemente con Pedro Carrillo. Con cargo a la hacienda real, percibía importantes asignaciones, en concepto de “tierras”, excusados y juros —algunas de ellas situadas en lo salvado del sexmo de la Sierra de Cuenca—, y se benefició de diversas mercedes regias, como el señorío de Villar del Saz de Don Guillén, al suroeste de Cuenca, en 1440. Juan II le había confirmado en 1422 el señorío de Cañaveras —villa que Cuenca trató de recuperar a su jurisdicción— y le ratificó todo su derecho al mayorazgo compuesto por este señorío y el de Priego, con todas sus propiedades, salvaguardando así sus derechos adquiridos por herencia. El concejo de Huete trató de apropiarse del portazgo de los ganados del puente sobre el río Guadiela: una sentencia arbitral dictaminó que, aunque estaba en término de Huete, el puente había sido costeado y reparado por los Carrillo, que mantuvieron su derecho a cobrar a los ganados trashumantes que no pertenecían a vecinos de la tierra de Huete. También hubo agresiones por parte de otros señoríos cercanos y debates por términos entre las villas de Priego y Cañamares —ésta pertenecía a Gómez Carrillo— en 1440, resueltos por el monarca con el envío de un juez de términos.
En el ámbito de las relaciones familiares, en marzo de 1408 había entrado en contacto con Íñigo López de Mendoza —quien recibió como segundogénito un mayorazgo soporte de la rama Mendoza de Molina, desgajada del tronco de los marqueses de Santillana— para establecer las capitulaciones matrimoniales entre el hijo de éste, Diego Hurtado de Mendoza, y Teresa Carrillo, hija suya y de su mujer, doña Guiomar de Sotomayor. Al iniciar la vinculación familiar con los Mendoza, el linaje se desenvolvió en un marco de relaciones más ventajoso. En dicho acuerdo, el Halconero se comprometía entregar en dote a su hija, aún menor de edad, 200.000 mrs. de moneda vieja en una serie de bienes en los lugares de Toledo: heredades de Escalonilla, El Alameda y Yuncos, y diversas viñas, prados, solares, tierras y casas en al ciudad y su término; Huete: heredades de Valdemijares, El Salobral y Burrianas; y Cuenca: heredades en Olmedilla y en el Castillo de Alvar Fáñez.
En cuanto al mayorazgo, el monarca Juan II aprobó en 1435 las condiciones con que se debía transmitir. Su contenido patrimonial era el señorío de Priego, con su fortaleza y los derechos y propiedades anejas (casas, viñas, heredades de cereal, molinos y batanes), las alquerías de Cesma y Batanejo, los molinos de La Ruidera y La Cobatilla, el puente del Guadiela y el del Escabas en Llanas, y el señorío de Cañaveras, con todos sus derechos y heredamientos. El mayorazgo quedaba para su hija primera y heredera doña Teresa Carrillo, mujer de Diego Hurtado de Mendoza. Y a falta de su línea llamaba a la de los señores de Cotillas su sobrino, y a la de Martín Ruiz de Alarcón y a la de Pedro de Acuña, su sobrino, hijo de Lope Vázquez de Acuña y de doña Teresa Carrillo, su prima. De esta forma, Pedro Carrillo de Huete vinculó en su mayorazgo la casa fuerte de Priego, la villa de Priego y sus alquerías y el lugar de Cañaveras, con su cortijo y todas sus tierras, términos y heredamientos, jurisdicciones y justicia alta y baja, mero mixto imperio, y con todas sus pertenencias, molinos, batanes y puentes, para siempre jamás. La escritura fue otorgada en Priego, el 6 de julio de 1438, ante Juan de la Flor, escribano público del rey.
En el testamento de Pedro Carrillo, fechado en Priego el 20 de abril de 1448, aparecía como beneficiaria del mayorazgo su hija Teresa Carrillo y en él se añadieron diversas mercedes vitalicias y juros de la hacienda real, transmitidas por su padre. Otras propiedades, como el señorío del Villar del Saz de Don Guillén, quedaron en poder de su nieto Íñigo, de la línea segundogénita74. Por último, Pedro Carrillo fijó como su lugar entierro el monasterio de San Francisco de Huete, reafirmando su especial vinculación con esta çibdat, título otorgado por el rey Juan II en 1428 gracias a la instigación del Halconero.
Iñigo López de Mendoza, hijo segundogénito, fue señor de Mochales. Enlazó en matrimonio con Constanza Coello, hija de Esteban Coello, señor de Montalbo, El Hito y Villar de Cañas, y de doña Violante de Ribera, señora del Villarejo, Cabrejas y Valmelero, y de ellos descienden los demás señores de Mochales. En segundas nupcias se unió a doña María de Molina y Aguilera, hija de don Alfonso de Molina, señor de Embid, El Pobo y Santiuste, y de doña María de Aguilera, y también disfrutó de ilustre sucesión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario