Su valor estriba en su antigüedad y arquitectura, no en su vínculo con el personaje del conde Drácula. Vlad III Drăculea, el personaje histórico real estuvo poco tiempo en este castillo, pues su verdadera fortaleza fue el Castillo de Poenari, hoy parcialmente en ruinas.
Trajes de la reina María y su esposo el rey Fernando, segundos reyes de Rumania.
María de Sajonia-Coburgo-Gotha (Kent, 29 de octubre de 1875
- Sinaia, 18 de julio de 1938) fue el segundo hijo y primera hija del príncipe
Alfredo, duque de Edimburgo y de la Gran Duquesa María Aleksándrovna de Rusia,
por lo tanto era nieta de la reina Victoria del Reino Unido y del zar Alejandro
II de Rusia. También fue la última reina consorte de Rumanía, como esposa del
rey Fernando I.
Nacida en el seno de la Familia Real Británica, María vivió
sus primeros años entre Kent, Malta y la ciudad de Coburgo. Después de rechazar
una propuesta de matrimonio de su primo, el futuro Jorge V del Reino Unido, se
casó con el príncipe Fernando, heredero del rey Carlos I de Rumanía en 1892. En
el largo período en que ocupó la posición de consorte del príncipe heredero
(entre 1893 y 1914), María se convirtió en un personaje muy popular entre el
pueblo rumano. La fama que de ella controlaba a su débil marido llevó a un
periódico canadiense a afirmar que "pocos consortes reales ejercieron
mayor influencia que la reina María, durante el reinado de su marido". Tal
influencia habría sido decisivo para que Fernando I declarase la guerra a
Alemania en 1916.
Durante la I Guerra Mundial, Bucarest fue ocupada por las tropas
enemigas y la familia real tuvo que refugiarse en Moldavia. Allí, María y sus
hijas sirvieron como enfermeras, cuidando de los soldados heridos o afectados
por el cólera. En 1919, después del conflicto, Maria asistió a la Conferencia
de Paz de París, donde hizo campaña por el reconocimiento internacional de la
Gran Rumanía.
Como reina, ella era muy popular, tanto en Rumania como en
el extranjero - llegó a ser recibida con gran entusiasmo durante un viaje
oficial a los Estados Unidos en 1926. Con la muerte de Fernando I en 1927, ella
se negó a formar parte del consejo de regencia durante la minoría de su nieto,
Miguel I. En 1930, su hijo mayor, que habían renunciado a sus derechos al trono
en 1925, depuso al joven rey y asumió el trono como Carlos II. Desde entonces,
trató de hacer caer la popularidad de su madre. Lejos de la escena política,
María se fue a vivir a su casa, cerca del Mar Negro. Diagnosticada con una
cirrosis, murió en el Castillo de Pelişor en el año 1938.
Con la transición a una República Socialista, la monarquía
fue injuriada por los funcionarios comunistas. Varias biografías de la familia
real describen a María ya sea como una borracha o como una mujer promiscua, en
referencia a presuntas orgías que había supuestamente organizado antes y
durante la guerra. En los años anteriores a la Revolución rumana de 1989, la
popularidad de María se recuperó y se puso como modelo de patriotismo a la
población. María es recordada principalmente por su trabajo como enfermera,
pero también es conocida por sus obras escritas, incluyendo su autobiografía
aclamada por la crítica.
En la década de los 20, el arquitecto de cabecera de la Familia Real, Karel Liman, realizó profundas reformas en el edificio, que sin embargo no perdió ni un ápice de su aspecto de fortaleza medieval. Se crearon nuevas escaleras para facilitar la comunicación, el castillo de dotó de electricidad y agua corriente (fría y caliente) y de tres centralitas telefónicas, incluso se añadió un ascensor para facilitar el acceso al jardín. Los interiores del castillo, que nunca había sido especialmente tétricos, se llenaron de muebles y objetos históricos, buscando crear un ambiente cómodo y rústico; algunas estancias se redecoraron en estilo "alemán", "tirolés" o "doria" (renacimiento italiano).
También el parque circundante fue remozado y se erigieron el Pabellón de Té o la Casita de la Princesa Yleana; además de casas para invitados, alojamientos para el servicio, establos y garajes.
El castillo, que fue posesión de la Princesa Elena de Rumanía, la cual lo heredó de su madre, la Reina María. Durante muchos años fue cuidado irregularmente, pero tras la restauración de los 80 y la Revolución rumana de 1989, pasó a ser un destino turístico.
El heredero legal del castillo era el hijo de la Princesa Elena, el Archiduque Dominico de Austria-Toscana, y en 2006 el gobierno rumano se lo devolvió. El Archiduque Dominico es un ingeniero estadounidense que vive en las inmediaciones de Nueva York. En 2007, Dominico de Habsburgo puso en venta el castillo por el precio de 50 millones de euros y la oferta fue aceptada por Román Abramóvich, un multimillonario ruso del petróleo, pero finalmente el trato no llegó a cerrarse y la propiedad sigue en manos de los Habsburgo.
En una publicación de la revista Forbes de Estados Unidos, el castillo fue valorado en 140 millones de dólares, cantidad justificada por los expertos debido a los ingresos que podría proporcionar este edificio histórico como destino turístico,
Bram Stoker moldeó partes del carácter del conde Drácula basándose en aspectos del personaje real de Vlad Draculea, y usó Bran como modelo para describir el castillo de este vampiro.
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