Don Álvaro de
Luna fue hijo mayor de don Juan Martínez de Luna y de doña Teresa de Albornoz
su segunda mujer que pertenecía a la poderosa Casa conquense de los Señores de
Albornoz. Don Álvaro de Luna heredó los Estados de Castilla que le dejó su
padre y fue señor de Alfaro, Juvera, Cañete y Cornago, Rico-home de Aragón y
Copero mayor del Rey don Enrique III. Está muy nombrado en las Historias de
ambos Reinos, así por su valor y linaje como por haber sido padre de un tan
gran Señor como el Maestre don Álvaro de Luna. Don Álvaro de Luna que fue señor
de Alfaro, Juvera, Cañete y Cornago con doña María Fernández de Járaba fue
padre del Maestre.
El
Condestable era la persona que en nombre
del rey tenía el máximo poder en los ejércitos. El titulo de
Condestable sustituye al de Alférez Mayor del Reino. En Castilla la figura del Condestable
fue creada por el rey Juan I. El Condestable era el máximo representante del rey en
ausencia del monarca. Don Álvaro de Luna fue Condestable de Castilla desde 1423
a 1453.
Álvaro
de Luna fue ejecutado en la Plaza Mayor de Valladolid en 1453 por orden de Juan
II de Castilla, su rey y su amigo. Está
enterrado en la capilla de Santiago de la girola de la catedral de Toledo.
El 21 de julio de 1454 muere el rey Juan
II de Castilla.
Poco
después, la gente de Valladolid y algunos nobles llevaron su cuerpo a enterrar
al convento de San Francisco, donde él había dejado dicho a los religiosos la
noche anterior a su muerte que así lo hicieran. Más tarde, fueron trasladados sus
restos a la ciudad de Toledo donde recibieron tierra definitivamente en la
suntuosa capilla de la catedral, llamada de Santiago, construida a sus
expensas.
Cañete en la Serranía de Cuenca y a
unos 70 kilómetros de la ciudad de Cuenca está a los pies del castillo donde
nace don Álvaro de Luna hacia el año 1390.
Don
Álvaro de Luna es hijo natural de otro Álvaro, Álvaro Martínez de Luna, que es
señor de Cañete y que con la hija del alcaide de la fortaleza de Cañete es
madre del que será todo poderoso Condestable de Castilla don Álvaro de Luna.
Los Luna venden Cañete a los Mendoza en el año 1401. Son los Mendoza señores de
Cañete y desde el año 1530 marqueses de Cañete.
La fecha del nacimiento de don
Álvaro de Luna no se conoce con exactitud, se sitúa entre los años 1388 y 1390.
Don Álvaro es fruto bastardo de los amores de su padre con María de Járaba la
Cañeta, una conversa que es hija del alcaide de la fortaleza de Cañete. De
estos amores llegarían a nacer varios hijos, aunque sólo se conoce con certeza
la existencia de dos; el otro es don Juan de Luna o de Cerezuela que será
arzobispo de Toledo. Álvaro de Luna pasa sus primeros años en Cañete. A la
muerte de su padre, contando Álvaro siete u ocho años su tío el arzobispo de
Toledo don Pedro Martínez de Luna lo saca de Cañete y se ocupa de que reciba
una educación de caballero para lo que lo pone al servicio de su tío-abuelo don
Pedro Jiménez de Luna, el futuro Benedicto XIII que será conocido como el Papa
Luna. Con catorce años, sus cualidades y las influencias familiares le permiten
entrar en la Corte. Con dieciocho es paje del príncipe Juan el que será Juan II
de castilla y que ahora apenas cuenta tres años de edad. Don Álvaro tiene ya
dieciocho años y pronto el aprecio del rey.
Todos
los años entre finales de Julio y comienzos de Agosto tiene lugar en Cañete La
Alvarada, las Jornadas Medievales de la villa de Cañete.
La
villa conquense de Cañete bien merece una visita que nos hará disfrutar de su
entorno natural paseando por sus callejas encerradas en los restos de su
muralla. Podemos subir hasta su
castillo, ver sus dos iglesias dedicadas la una a Santiago en la Plaza
Mayor y la otra a San Julián que tuvo adosado el
palacio de los marqueses de Cañete de la familia Mendoza y ahora desaparecido. Tiene Cañete una ermita que está bajo la advocación de la Virgen de la Zarza cuyas fiestas se celebran del
7 al 12 de Septiembre. En la Plaza
Mayor, porticada, podemos mover el monumento que la villa de Cañete ha dedicado
a don Álvaro de Luna.
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