IGNACIO ÁLVAREZ BORGE. Universidad de La Rioja.
LA
FAMILIA DE VELA GARCÍA
Vela García era nieto
de Ordoño Pérez.
Vela Garcia es padre de
García Ordóñez que tiene un hijo llamado
también Vela García que casa con una Teresa.
García Ordóñez
tiene dos hermanas llamadas Urraca y Sancha.
García Ordóñez y sus hermanas Urraca y Sancha
Ordóñez, son conocidos por las relaciones que mantuvieron con los Monasterios
de La Vid y Gumiel de Izán, Monasterio de San Pedro[1].
El Vela, hijo de García Ordoñez, tiene una
hermana llamada Urraca García, como su tía paterna.
García Ordóñez casó con
Urraca Bermúdez y su hijo Vela García con Teresa y su hija Urraca García con
Pedro Núñez de Guzmán.
La mayor parte del
patrimonio de García Ordoñez se encontraba en la ribera del Duero y
tuvo importantes relaciones con los principales monasterios de la zona, el de
La Vid y el de Gumiel.
García Ordóñez y sus
hermanas Urraca Ordóñez y Sancha Ordóñez tuvieron heredades en Villanueva de
Gumiel y en Moriel Díaz que dieron a Johannes y a sus hijos en 1196.
Posteriormente el rey
Fernando III compró esas heredades a Johannes y las cedería al monasterio de La
Vid en 1228, con el consentimiento de Urraca
García, hija de Garcia y Urraca,
que tenia ciertos derechos sobre ellas.
García Ordóñez tuvo
también heredades en Hontoria de Valdearados[2].
Fue probablemente el señor de la villa de Quemada.
Quemada
pasó después a manos de Urraca García, la hija de García Ordóñez, y de su
esposo Pedro Núñez de Guzmán. .Urraca Garcia hija de Garcia Ordoñez, heredo
Quemada en 1226, caso con Pedro Núñez de Guzmán
que muere en 1266. Era hijo de
Nuño Pérez de Guzmán.
Urraca
Bermúdez, la esposa de García Ordóñez,
tuvo heredades en Villanuño, Villateresa y Mañalecos, también en la zona
del Esgueva; heredades que después, en 1246, estaban en manos de su hija Urraca
García quien las vendió, junto a su marido, al monasterio de Gumiel
El
hijo varón de García Ordóñez, Vela García, también tuvo intereses en la zona de
la ribera del Duero y en la zona de
Muñó. En 1205 vendió heredades en San Román al monasterio de Arlanza. Vendió
también algunas heredades en la zona de Muñó a García Fernández de Villamayor:
en 1216 las heredades de Vilviestre de Muñó que tenía con su hermana Urraca y
en 1222 las de Villaldemiro y Arenas, heredada de sus abuelos Ordoño Pérez y Urraca.
En la ribera del Duero tuvo collazos y heredades en Villalobón, en la
zona de Roa, y también en Gumiel y en Espinosa de Cervera. Algunas de estas propiedades las vendió al monasterio de San Pedro de Gumiel. También tuvo heredades en Toledo y en Algurilla,
cerca de Fuensalida en Toledo, que vendió a la orden de San Juan por 350
maravedís en 1209; vendió estas heredades junto a su hermana Urraca García, de
manera que parece claro que se trata de bienes heredados de sus padres.
Conocemos
el nombre de la mujer de Vela, Teresa, puesto que figura junto a él en algún
documento, pero no tenemos otros datos sobre la familia de Teresa, ni sobre los
hijos de ambos, si es que los tuvieron.
Pero
sí están bien documentados su hermana Urraca García y el marido de ésta Pedro Núñez
de Guzmán[3],
hijo de Nuño Pérez que se desenvolvía
entre los círculos de la nobleza media y de la alta nobleza. En Castilla su patrimonio se concentraba en
las zonas entre el Esgueva y el Duero y algo más al sur en las zonas de Aza y
Montejo, no lejos del propio lugar de Guzmán, cerca de Roa, del que tomaron su
apellido.
Por
herencia de su padre García Ordóñez, Urraca García tenía heredades en Torregalindo
y en Fuentenebro, en la zona de Aza. Su
marido, Pedro Núñez también tenía bienes en Torregalindo procedentes de su
propia herencia o adquiridos por él en algún otro momento.
En
1246, Pedro Núñez y Urraca García vendieron por 130 maravedís al monasterio de
San Pedro de Gumiel las heredades que tenían en Villanuño, Villateresa y
Mañalecos. Son heredades que habían pertenecido
a la madre de Urraca, Urraca Bermúdez.
Pedro
Núñez y Urraca habían vendido al monasterio también la villa de Quemada de la
que eran señores y a cambio el
monasterio les había entregado las heredades que tenía en las villas de
Montejo, Milagros, Santa Cruz, Pardilla, Tamarón y Aranda,
El
incumplimiento de alguna de las cláusulas de la venta ocasionó que Pedro Núñez
demandara al monasterio heredades en Vadocondes y que se posesionara de las de
Baños de Valdearados, dando lugar a un pleito con episodios violentos e incluso
con muertes.
El
pleito fue sometido a juicio del infante Alfonso, luego Alfonso X el Sabio. La
sentencia dictada por el infante Alfonso obligaba a deshacer la venta anterior,
renunciando
Pedro
Núñez a las heredades de Vadocondes y conservando las de Baños por en sus días.
Además obligaba al monasterio a revender la villa de Quemada a Pedro Núñez y a
su mujer por 3.500 maravedís, aunque el monasterio pudiera conservar en ella
algunos derechos que se concretaban en el derecho de recoger tres cargas de
leña diarias y en pastos para 300 ovejas[4].
En
1246, Pedro Núñez reclamó tambien heredades en Vadocondes al monasterio de Gumiel, aunque se le obliga
a renunciar a ellas. Propiedades vendidas
por 100 maravedís en 1240.
En
1253, Pedro Núñez intercambia con el
monasterio de Gumiel sus heredades en Milagros y reciben a cambio las que el
monasterio tenía en Santa Cruz y en Tamarón, Burgos.
Este
matrimonio no sólo tuvo conflictos con el monasterio de Gumiel, sino también
con otros próximos como el de La Vid.
Pedro
Núñez de Guzmán y su mujer Urraca García tuvieron también propiedades en
Caleruega, igual que otros miembros de la familia Guzmán, donde su antepasado
Domingo había levantado un hospital y donde después el rey fundaría en 1266 un
monasterio de monjas de la Orden de Predicadores.
El
rey querrá entregar la villa al monasterio y para ello tendrá que adquirir todas
las heredades y divisas que en ella tenían sus diviseros. Urraca García, ya viuda, entregó al rey sus
bienes y derechos en la villa, mientras que su hijo, Juan Pérez de
Guzmán, hará lo propio
directamente con el monasterio. Aunque en 1248 Urraca ya había vendido al obispo
de Osma otras heredades en Caleruega para la iglesia y hospital de Santo
Domingo de esa villa.
En
otras zonas del reino, se conocen propiedades de Pedro Núñez de Guzmán en Toledo
y también consta que recibió un donadío menor en el Repartimiento de Sevilla.
Del
hijo de Pedro Núñez y Urraca García, Juan Pérez de Guzmán, conocemos que tuvo
heredades también en Boadilla del Camino y en Vega de Doña Olimpa, en la actual
Palencia, y más al sur en las zonas del Esgueva y el Duero tuvo heredades
también en Villajimeno; heredó de su padre la villa de Quemada y fue señor también
de Cilleruelo de Abajo y de Gumiel del Mercado.
Juan
Pérez de Guzmán muerto en 1285, heredo
la propiedad en 1266.
Juan
fue señor de Roa y de Gumiel del Mercado, Pedro Núñez de Guzmán II, hijo de
Juan, fue señor de Quemada entre 1285 y 1308. Aparece relacionado con el
Monasterio de San Pedro de Gumiel en varios documentos. Pedro Núñez había
defendido al Monasterio en guerras pasadas y tenía la encomienda de defenderlo
de caballeros, vasallos y concejos que según el Monasterio entraban
abusivamente en sus posesiones.
El
rey Fernando IV (1295-1312) en 1308 toma para sí Quemada que pasa a ser
solariego de Ruy Perez, señor de Sasamón y de su mujer Urraca Fernández, que
vivían en Palencia. Ruy fue despensero mayor (superintendente económico) del
rey. Ruy Perez, vendió el señorío de Quemada a la reina Maria de Molina, en
1319. Maria Alonso Portocarrero, mujer de Alvar Díaz de Haro, recibió por
donación de la regenta Dª Maria de Molina (abuela de Alfonso XI), el señorío de
Quemada, en 1319.
En
1353 el rey Pedro I (1350-1369) se opuso a los poderes establecidos por los
nobles y la Iglesia, confiscando sus propiedades y donándolas a los señores de
Castilla que habían sido fieles al reino. Quemada paso a ser solariego de los
herederos de Juan Martínez Leiva, que había sido mayordomo de Juan Núñez de
Lara. Isabel Sánchez de Leiva, hija de Juan Martínez Leiva, y Abadesa del
Monasterio de Ntra. Sra. del Valle (Fuencaliente), obtuvo el solariego de
Quemada, pasando por tanto a ser propiedad eclesiástica. En 1366, se hizo
efectiva la venta de Quemada por la Iglesia al concejo de Aranda, previa
autorización de la Abadesa de Las Huelgas, por un importe de ochenta mil
maravedíes.
[1] El monasterio estaba situado en
un valle pintoresco y fértil a unos 2 Km al este de la Villa de Gumiel de Izán.
El terreno que lo circundaba, y el de la granja de Villaldemiro, formaba lo que
se llamaba coto redondo. Este consistía en una vega, que atravesaba el río
Gromejón y de varias colinas al oeste y al sur. Hay bastante terreno erial y monte
arbolado de carrasco y roble en estado de abandono. Existían en el citado coto,
dos molinos harineros. Dentro de lo que fueron sus lindes quedan algunos restos romanos.
Los daños sufridos en el edificio durante la invasión napoleónica de 1808
fueron incalculables. En 1822, el territorio que formaba el coto redondo fue
vendido por el Estado a diversos vecinos de Aranda de Duero, que arrendaron las
heredades y huertas a los vecinos de Gumiel de Izán. El edificio perteneció a
los Bernardos hasta el 30 de diciembre de 1835, año en que fue suprimido con la
exclaustración de sus cinco monjes; posteriormente fue vendido, como bienes
nacionales, el 27 de julio de 1844 a don Jerónimo Zubizarreta por el precio de
192.100 reales. Hoy el monasterio ha
desaparecido, y apenas se ven otros vestigios que algunos lienzos de la cerca o
tapia que lo rodeaba. Fundado a finales del siglo XI.
[2] En 1222, el
monasterio de La Vid les entregó a él y a su mujer, Urraca Bermúdez, en
préstamo la casa que el monasterio tenía en Hontoria con las heredades a ella
adscritas. A la muerte de García Ordóñez y su mujer la casa volvería a manos
del monasterio con las mejoras realizadas. Pero García también se comprometía a
entregar al monasterio todas sus viñas en Hontoria, le concedía comunidad de
pastos con la villa de Quemada y derechos para el huerto y el molino del
monasterio en el río de Quemada y también le entregaba sus collazos de
Torregalindo para saldar una deuda de 780 maravedís con el monasterio.
El
hecho de que den al monasterio pastos comunes con la villa de Quemada nos lleva a pensar que García Ordóñez y
Urraca Bermúdez fueron señores de Quemada. Ambos lugares, Hontoria de
Valdearados y Quemada están próximos, al noreste de Aranda de Duero. La cesión
en prestimonio de la casa de Hontoria, nos informa también de que García
Ordóñez tuvo campesinos dependientes, collazos, en Torregalindo que se
comprometió a entregar al monasterio de La Vid en 1222. Para 1226 ya había
muerto García Ordoñez y esos collazos no estaban en manos del monasterio sino
de su hija Urraca García y de su marido Pedro Núñez de Guzmán. Estos últimos
dieron en 1226 al monasterio la heredad y los collazos que tuvo García Ordóñez
en Torregalindo y en Fuentenebro, ambos lugares próximos en la zona de Aza.
[3] Mediante su matrimonio, Urraca
enlazó con una familia más poderosa, los Guzmán, que forman un grupo familiar
amplio, dividido ya en dos grandes ramas integradas por los descendientes de
Nuño Pérez y de Guillén Pérez de Guzmán, ambos hermanos e hijos de Pedro Ruiz
de Guzmán, mayordomo de Alfonso VIII.
[4] Se especifica
también la forma de pago de esos 3.500 maravedís: 2.000 deberían ser entregados
inmediatamente al monasterio por Pedro Núñez y Urraca García, y mientras no
pagaran el resto, la villa la tendría en tenencia un monje del monasterio;
ellos conservarían sus derechos sobre la villa, pero las rentas las recogería
el monje y las entregaría al monasterio en limosna por el alma de don Pero Nunnez et de domna Urraca Garcia,
hasta que no se pagara el precio total. Por otro lado, en la sentencia también
se ordena a Pedro Núñez y su mujer que confirmen la avenencia hecha en un
pleito anterior con el monasterio por razón de las heredades de Villanuño,
Villateresa y Mañalecos, obligando al monasterio a entregarles cien cargas de
pan anuales durante su vida.
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