domingo, 13 de diciembre de 2020

Uterviejo. Despoblado de lo que fue Tierra de la Ciudad de Huete.

https://youtu.be/FvUytZuy7vs

http://www.turalia.blog/2014/12/uterviejo.html

https://es.wikiloc.com/rutas-mountain-bike/caracenilla-villanueva-de-guadamejud-la-peraleja-21658

http://www.caracenilla.com/carace/rutas/ruta2/ruta2.htm


Caracenilla (Soria). Autos del Consejo de Castilla sobre cerramientos y roturación en el despoblado de Uter Viejo. Archivo Histórico Nacional. DIVERSOS-MESTA,53,N.5 fecha 1735-10-Certificación de los autos del Consejo de Castila contra la villa de Caracenilla (Soria) por cerramiento y roturación realizados en el despoblado de Uter Viejo.

Grave error Caracenilla es de Cuenca

En el documento está bien la localización en la Tierra de Huete


A mediados del siglo XVIII la ciudad de Huete tenía jurisdicción sobre dieciséis despoblados. 

Eran estos: Montuenga en Gascueña[1], Santamaría de Llanos, Juarros, Mercadijas a algo más de 20 kilómetros -cuatro leguas- al norte de Huete en tierras de Villalba del Rey[2], Alcantarilla junto al río Mayor en tierras de Moncalvillo[3], Cogolludo, Valdeloso, Barajas de Suso o de Huete y Villanueva la Seca[4] anejos a Saceda Trasierra, Tomellosa-en el límite con Vellisca-, Uterviejo-junto a Caracenilla-, San Román, Villas Viejas, Lobinillas y Cuevas de Santiago. En la actualidad el municipio de la ciudad de Huete agrupa las localidades de Lobinillas- entre Huelves y Barajas-, Villas Viejas- entre Saelices y Montalbo- donde la Ciudad era dueña de dehesas de pasto-, Carrascosilla, Bonilla, Caracenilla, y hasta el año 2002 Castillejo del Romeral[5]- lugar de hacienda de los señores y condes de la Ventosa y de sus parientes los señores y marqueses de Caracena; señores de Caracenilla-, La Langa, Moncalvillo de Huete, Saceda del río, Valdemoro del Rey y Verdelpino de Huete.



[1] En las inmediaciones de Gascueña también estuvieron los asentamientos de Medinilla, Plieguezuelo, Los Villares, San Pedro y El Campillo de los que ya no queda memoria a mediados del siglo XVIII.

[2] Junto al embalse de Buendía, al norte de Portalrubio y Tinajas. En un principio se llamaba Villalba de Huete, pero al independizarse de la jurisdicción optense en 1411 pasó a llamarse Villalba del Rey.

[3] Francisco Coello. Vías romanas de Sigüenza a Chinchilla. Boletín de la Real Academia de la Historia, nº 23. Año 1893, pp. 437-441.

[4] A fines del siglo XVI en Saceda-Trasierra había 130 vecinos. En 1787 tenía dos anejos: Villanueva de la Seca y Barajas de Suso, totalmente despoblada y arruinada en las cercanías de Barajas de Melo. En esta villa podemos admirar un Eescudo de los Sandoval en una casa situada en la denominada callejuela de Sandoval, familia nobiliaria que poseía numerosas propiedades en la zona de la Grajera, y una ermita, la de la Magdalena, que contiene varias lápidas con inscripciones relativas a personas de esta familia allí enterradas.

[5] Decreto 166/200, de 19 de noviembre de 2002, por el que se constituye en entidad de ámbito territorial inferior al municipio el núcleo de Castillejo del Romeral, perteneciente al municipio de Huete (Cuenca).


El origen de Caracenilla está ligado a la expulsión de los moriscos de la ciudad de Huete que se asentaron en este lugar como agricultores de su vega. 

En Alcantarilla, junto a Villalba del Rey, y en Caracenilla tuvieron posesiones los condes de Buendía, de apellido Acuña. 

Pedro de Acuña,  primer conde de Buendía, y Alejo de Sandoval, guarda mayor de Huete, llegaron a un acuerdo sobre la propiedad de la heredad y casa de Palomarejos[1], cerca de Moncalvillo, y de los molinos de Caracenilla en 1480. 

Era Alejo de Sandoval el quinto señor de La Ventosa. 

En 1488, Lope Vázquez de Acuña, hermano del primer conde de Buendía, fue guarda mayor por Real Merced, sin efecto luego. Guarda mayor como Alejo de Sandoval con el que tiene que llegar a un acuerdo sobre los frutos que había rentado dicho oficio y que se estiman en doce mil maravedíes. 

En 1632 Caracenilla se convierte en villa, que siendo de Huete, fue comprada por los ascendentes de los posteriores Marqueses de Valverde, teniendo además dos anejos: Carrascosilla- Villa Leal- y Uterviejo. 

En 1787, Caracenilla fue villa de señorío del marqués de Valverde y Caracena. 

En la actualidad, Caracenilla es núcleo pedáneo de Huete. 

Restos de la antigua ocupación de Uterviejo encontramos en el llamado Cerro Otero y frente a las llamadas “Cuevecillas de los Moros”. 

Las trazas de su iglesia son del románico. 

En las Relaciones Topográficas de Felipe II podemos leer que en 1579 esta aldea de Huete contaba con doce vecinos. 

La crisis del siglo XVII hace que en 1654 solo cuente con cinco vecinos. 

Es Uterviejo lugar de señorío de Francisco Esteban Rodríguez de los Ríos, abastecedor de las tropas de Felipe V. 

Marqués de Uterviejo con Felipe V en 1706. Recibe este marquesado en pago a las deudas que tenía con él contraídas la Corona. 

Los marqueses de Uterviejo son ya a fines de 1706 marqueses de Santiago, luego marqueses de la Cimada y de Monreal. 

Cuando el fin de los señoríos está en la titularidad de Antonio Bernardo de Quirós y Rodríguez de los Ríos, hijo y heredero de la V marquesa de la Cimada que casa con el V marqués de Monreal. 

Es la actual titular  del marquesado de Uterviejo Gloria Lomba Bernaldo de Quirós.

Caracena del Valle, desaparecida ya, contaba con cuatro vecinos a mediados del siglo XVIII. 

Hoy es una finca donde podemos ver algunos restos de su iglesia y de las casas de su casco urbano. 

Fue desde el siglo XIV señorío de los Sandoval compartido por los marqueses de Caracena y señores de Caracenilla, línea segundogénita de los Sandoval, con los condes de La Ventosa, línea primogénita. 

En 1536 funda mayorazgo don Alonso de Sandoval, hermano del sexto señor de La Ventosa, saliendo Caracena de la jurisdicción de Huete. 

Del siglo XVII es  el  marquesado de Caracena. Confuso en cuanto a sus primero titulares.

Igualmente compartían las dos ramas de los Sandoval la posesión de Castillejo del Romeral. 

Al carecer de sucesión la línea principal del mayorazgo de Caracena el título pasa a los condes de Torrejón- Torrejón el Rubio de la provincia de Cáceres[2], de apellido Samaniego[3]- primos de los que reciben el condado de La Ventosa al carecer de sucesión su octavo titular en la primera mitad del siglo XVIII. 

A fines de este siglo el titular del marquesado de Monte Real en la Rioja[4], conde de Valverde de la Sierra-León-, tiene el apellido Samaniego.

El marquesado de Monte Real fue creado por  Felipe V mediante real cédula del 3 de febrero de 1705 y otorgado, por despacho del 26 de mayo del mismo año, al noble navarro José de Aldaz y Aguirre, I vizconde de la Armería desde 1694.

Se otorgó al primer marqués como premio a su lealtad borbónica, ya que llegó a ofrecerse a conducir a su costa, desde Navarra a Madrid y desde allí a Sevilla, más de dos mil quintales de hierro


Marquesado de Santiago.

Concedido por Felipe V a Francisco Esteban Rodríguez de los Ríos, con el Vizcondado previo de San Esteban. 

En 1982 se expidió carta de sucesión a favor de Gloria Lomba Bernaldo de Quirós.

Le sucede su hija,

Orden JUS/217/2012, de 26 de enero, por la que se manda expedir, sin perjuicio de tercero de mejor derecho, Real Carta de Sucesión en el título de Marqués de Santiago, a favor de doña María Gloria Bertolá Lomba.


[1] Hubo un pueblo, hoy desparecido, llamado Palomarejo y que situamos junto al Tajo, al norte de la Tierra de Huete y que ahora serian tierras de Guadalajara.

[2] En las inmediaciones del parque natural de Monfragüe, reserva de la Biosfera, y junto a los embalses del río Tajo en esta provincia. El VI señor de Torrejón será creado primer conde el 31 de enero de 1601.

[3] De origen alavés y radicado en Extremadura, con amplias posesiones aquí y en las tierras riojanas de Cameros. 

[4] Del municipio de San Román de Cameros- La Rioja-. 

El 26 de mayo de 1705 don José de Aldaz y Aguirre Fandes y Narváez es 

nombrado I marqués de Monte Real. Pedro de Samaniego en 1755 es el primero 

de este apellido en ostentar el título. Don Miguel de Aldaz y Aguirre, natural de 

Izurdiaga y vecino de Pamplona, obtuvo sentencia de hidalguía en el tribunal de 

la Real Corte el año 1687. Su hijo don José de Aldaz y Faudras, natural de 

Pamplona  y capitán de caballería de los Reales Ejércitos, fue ennoblecido con el 

título de vizconde de la Armería por el monarca Carlos II el Hechizado, último rey 

de la Casa de Austria, en virtud de una real merced de fecha 16 de marzo de 

1694. 

Once años después, el 26 de mayo de 1705, Felipe V le otorgó un segundo título 

nobiliario, el de marqués de Monte Real.


Antonio de Pontejos y de la Cagiga (1676-1735), I marqués de Casa Pontejos, caballero de Santiago,​ del Consejo de las Órdenes, gentilhombre y ayuda de Cámara de S.M.

Casa dos veces primero con una sobrina materna del primer marqués de Santiago de segunda vez con una hija del primer marqués de Santiago. Sus dos mujeres eran primas hermanas.


Casó dos veces: primera en Madrid el 30 de septiembre de 1705 con Francisca Javiera de Anchía y Rodríguez de los Ríos, hija de José de Anchía y Moya, natural de Huete, y de Francisca Rodríguez de los Ríos, su mujer, que era hermana del I marqués de Santiago.

Y segunda vez casó en 1716 con María Nicolasa Rodríguez de los Ríos y Bueno,​ natural de Madrid y prima de la anterior, viuda de Juan de Sesma y Díaz de Tejada, de quien tenía hijos. Era hija de Francisco Esteban Rodríguez de los Ríos, I marqués de Santiago, señor de Uterviejo y de la villa de Cuevas de Santiago, familiar del Santo Oficio, asentista y del Consejo de S.M. en la Contaduría Mayor de Hacienda, arrendatario de diversas Rentas Reales, y de María Bueno y Mansilla, su primera mujer, naturales de Madrid.

El marqués falleció en Madrid el 3 de abril de 1735,​ habiendo otorgado poder para testar el 17 de enero anterior ante José Fernández Montero, escribano de dicha villa, en el que declaraba por sus hijos, nacidos del primer matrimonio, a

  1. Antonio Juan de Pontejos y Anchía, que sigue, y a
  2. María Manuela de Pontejos y Anchía. Uno y otra casaron con sendos hijos del primer matrimonio de su madrastra. Estas dobles bodas entre hermanastros se celebraron simultáneamente en la parroquial madrileña de San Sebastián el 17 de julio de 1731. Manuela casó​ con Juan Francisco de Sesma y Rodríguez de los Ríos. En su testamento mandaba nombraba por testamentario a Antonio Juan de Pontejos y Anchía, su sobrino, marqués de Casa Pontejos, y declaraba por hija y heredera a
    María Ana de Sesma y Pontejos.


    ARQUITECTURA BARROCA EN EL CONVENTO DE LA MERCED DE HUETE DURANTE LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XVII. José Luis García Martínez, 2009.

    http://www.racal.es/descargas/Academica_3.pdf

    Los Anchia

    La ejecución de la portada de la iglesia parroquial de Palomares del Campo es, hasta el momento, el primer trabajo conocido de Cosme de Peñalacia y Castillo.
    En esta  obra, diseñada en 1628 por Francisco de Anchía, Peñalacia trabajó desde 1632 a 1636 acompañado de Francisco del Campo, maestro mayor de obras del Obispado. Poco después debió realizar alguna obra en la villa de la Ventosa, donde residía en agosto de 1638, momento en el que presenta los diseños del cuarto y torres de la Merced de Huete.

    El 13 de octubre de 1639 presentó postura para reparar la torre de la iglesia de San Pedro, trabajo que fue adjudicado a Francisco de Anchía. Años después, en 1646 presentó las trazas (conservadas) para la capilla de los Orozco en la parroquial de San Esteban, cuya ejecución correspondió nuevamente a Francisco de Anchía.

    En el proceso constructivo que tiene lugar en la Merced de Huete, podemos diferenciar tres fases de trabajo: en la primera etapa (1639-1645) se construyeron las fachadas, torres y portadas, así como las estancias y salas principales del cuarto nuevo; durante la segunda fase (1645-1648) se realizaron los tejados del cuarto, se construyó el claustro y, posiblemente, se ejecutó el chapitel de la torre de las campanas; finalmente, en la tercera etapa (1649-1667), se llevaron a cabo las obras del entorno urbano, se ultimaron los adornos del claustro y se erigió el chapitel de la portería. Finalizadas estas obras, el convento centraría sus recursos económicos en la construcción del nuevo templo, proyectado por el arquitecto madrileño José de Arroyo en 1668.

    En 1638, Cosme de Peñalacia presentó las trazas, hoy desaparecidas, del cuarto y torres de la fachada principal. La documentación expresa con claridad que la planta fue realizada por Cosme de Peñalacia. Salida la obra a concurso, Peñalacia presentó rebaja de 500 ducados a la postura ofrecida con anterioridad por Francisco de Anchía, rematándose la obra en septiembre y firmando el contrato el día 5 de octubre de ese mismo año. Don Agustín Coello de Rivera y Acuña actuó como fiador del arquitecto. 

    Sobrino segundo por su padre del primer conde de la Ventosa.

    https://www.ramhg.es/images/stories/pdf/anales/08-2_2004/38_parada.pdf

    Don Agustín Coello de acuña. Alférez mayor perpetuo de la Ciudad por compra a la Real Hacienda en 1641.

    Nacido quizá en la cercana aldea de Barajas, hoy de Melo, donde se confirmó en 1616, murió en Huete en 1661, parroquia de San Pedro. 

    Hijo de don Pedro Coello de Rivera y doña Juana Acuña Sotomayor, de Juan de Acuña y doña María de Sotomayor, y nieta paterna de Luisa de Lara y de Basco de Acuña, que por el apellido quizá fuera de alguna línea menor de los condes de Buendía. Nieto de don Jerónimo Coello de Rivera, alférez mayor perpetuo de Huete desde que se creó en su cabeza en 1567, y en quien se consumió por la Ciudad en 1600, y de doña Luisa de Quijada o de la Arboleda, optense. 

    Don Jerónimo Coello de Rivera fue Hermano menor de don Fernando de Rivera, señor de Villarejo de la Peñuela y Cabreras - padre de don Pedro Coello de Sandoval Rivera y Zapata, primer conde la Ventosa, señor de esos lugares y consorte de La Ventosa - e hijo de Perafán de Rivera -  e Isabel Sánchez (de Cuenca) Pisa, optense. Nieto de Fernando de Rivera, señor de Villarejo y Cabreras en sucesión a su madre, y de María Téllez (Alcocer), de Alcalá de Henares. Biznieto de Esteban Coello, tercer señor del Hito, Montalvo y Villar de Cañas, en Huete, y de Violante de Rivera, señora de aquellos lugares. Tataranieto de Pedro Coello, señor del Hito y demás de la Casa, y Constanza de Albornoz, su primera mujer, conquense. Cuarto nieto de Egas Coello, primer señor de los mismos por Enrique III y de Leonor Alfonso Pacheco, portugueses. 

    Por extinción de las líneas preferentes, la representación y propiedades señoriales de los Coello de Rivera - salvo el título y mayorazgo de La Ventosa vuelto a los Sandoval con anterioridad por línea vincular- quedaron en tiempos cercanos a los de la desvinculación general en los marqueses de Valmediano, hoy en los duques del Infantado, que mantienen hacienda. 

    Casó en dos ocasiones: primero con su prima segunda doña Isabel Coello de Rivera, viuda de don Jerónimo de Rivera -con sucesión en don Jerónimo, doña Teresa y fray José - e hija de Perafán Coello de Sandoval y doña Ana de Sando val , y luego, en 1654 y parroquia de San Pedro, con doña Isabel Amoraga.

    De la primera nació don Diego, bautizado en la de San Nicolás de Medina en 1632, que sucedió en el oficio paterno y lo perdió en 1690 por remate judicial a favor del monasterio optense de la Misericordia, de monjas franciscanas de Santa Clara -que lo vendió luego a don Juan Vidaurre de Mendoza - casado en 1663, San Esteban, con María Angulo, foránea, de quien tuvo a doña Josefa, mujer de don Juan José Alegría, con sucesión, y a doña Teresa Vidaurre de Mendoza Angulo, que contrajo matrimonio en 1687, San Pedro, con su pariente don Juan Amoraga, primogénito de don Juan Amoraga y doña Juana Vidaurre de Orduña.

    De Ana Vidaurre de Orduña Mendoza de la Cueva, condesa de Garcinarro, es hermana Juana Vidaurre de Orduña Mendoza de la Cueva que casa con su tío segundo Juan Amoraga, primo hermano de la madre de su mujer. La descendencia de este matrimonio termina al finalizar el siglo XVIII y su Mayorazgo pasa a la Casa de Cervera. 

    Juan Amoraga es titular del Mayorazgo Amoraga y Santarém y hermano de la abuela de la madre del octavo señor de Cervera



 

sábado, 12 de diciembre de 2020

Mostóles. Madrid





















En la finca donde nació el beato Simón de Rojas, su madre, doña Constanza, donó un solar para construir una ermita donde quedara guardada la imagen de una Virgen que, según la tradición, habían encontrado unos niños

Se tenía solar pero había que edificar y los vecinos de Móstoles pusieron el dinero para albergar a su querida imagen. Nacía la ermita de Nuestra Señora de los Santos, patrona de Móstoles, en 1602. La capilla principal de la ermita no llegaría hasta 1680, también costeada, 34.500 reales, por el dinero de los vecinos. bajo la dirección de maestros de obra del Real Sitio de El Escorial.

La ermita tiene una sola nave y está magníficamente decorada.  Destaca el altar Mayor, de estilo barroco, con imágenes de San Joaquín y Santa Ana y el Sagrado Corazón de Jesús junto al Sagrado Corazón de María. También se pueden ver espejos del siglo XVII, hermosas cornucopias (cuernos de la abundancia) y cuadros de excelente manufactura.  A los pies de la patrona de Móstoles se encuentra la imagen de un sacerdote al que los mostoleños llaman “el curita de la Virgen”.

http://patronademostoles.es/San-Sim%C3%B3n-de-Rojas.php

San Simón de Rojas, trinitario, nació en Valladolid (España), el 28 de octubre de 1552. A los doce años, ingresó en el convento trinitario de su ciudad natal, en el que hizo la profesión religiosa el 28 de octubre de 1572. Cursó los estudios en la universidad de Salamanca entre 1573 y 1579. Enseñó filosofía y teología en Toledo desde el año 1581 hasta el 1587. A partir de 1588, hasta su muerte, ejerció con grande prudencia el oficio de superior en varios conventos. En el mismo periodo, fue enviado como Visitador Apostólico a su Provincia de Castilla, en dos ocasiones, y a la de Andalucía, en una. El 14 de abril de 1612 fundó la Congregación de los Esclavos del Dulcísimo Nombre de María. En 1619 fue nombrado Preceptor de los Infantes de España. El 12 de mayo de 1621 fue elegido como confesor de la Reina Isabel de Borbón. Murió el 29 de septiembre de 1624.

http://www.vatican.va/news_services/liturgy/saints/ns_lit_doc_19880703_de-rojas_sp.html

Simón de Rojas, San. Valladolid, 28.X.1552 – Madrid, 29.IX.1624. Trinitario calzado (OSST), santo, confesor y consejero real.

http://patronademostoles.es/La-Ermita.php

https://www.asuncionmostoles.com/quienes-somos2-c6gz

Desde hace más de seis siglos existe en Móstoles una Ermita que alberga la imagen de Ntra. Sra. de los Santos, Patrona de la Villa. 

Ya en el sigo XVI se habla de su existencia en diferentes textos escritos. San Simón de Rojas, gran devoto mariano, es una figura directamente relacionada con la Ermita, ya que su madre, D.ª Constanza de Rojas, natural de Móstoles, donó su casa para ampliación de la Ermita existente.

San Simón fue santificado  por Juan Pablo II en el año 1988 y nombrado copatrono de la Villa de Móstoles por el Excmo. y Rvdmo. Sr. Cardenal, D. Ángel Suquía Goicoechéa, Arzobispo de Madrid-Alcalá, a petición de la Hermandad de Ntra. Sra. de los Santos, del clero y fieles de Móstoles.

Reconocida la heroicidad de sus virtudes por Clemente XII, el 25 de marzo de 1735, fue beatificado por Clemente XIII, el 19 de mayo de 1766. El 3 de julio de 1988, el Papa Juan Pablo II inscribe en el Catálogo de los Santos a este gran siervo de María y padre de los pobres.

En el escudo de Móstoles figura la inscripción “Tota Pulchra est” y la imagen de la Virgen con el Niño en brazos, lo que hace suponer que, cuando Felipe II concedió el escudo a Móstoles, quiso recoger la devoción mariana de este pueblo y le plasmó la figura de María, como blasón para la posteridad.


"Una tarde hermosa y apacible del mes de septiembre, estando jugando varios jóvenes en el mismo sitio en donde hoy se encuentra construida la Ermita, fue a parar la pelota a un pequeño agujero cerca de uno de los muros laterales de aquella especie de frontón. Inmediatamente y con objeto de sacarla empezaron a ahondarlo y ensancharlo, y notando que debajo de aquel sitio había una gran oquedad, persistieron en la socavación hasta que vieron que debajo había una cueva a la que fue a parar la pelota....

Pero cual no sería la sorpresa de los allí presentes al oír los gritos del muchacho, que con voz entrecortada por la emoción decía: Aquí hay una Virgen con unos Santos.

Cuando el hecho se puso en conocimiento de las autoridades del lugar, sacaron a la imagen del tal sitio y la depositaron en un modesto santuario para la veneración de tal imagen. En un principio estuvo la capilla en el lugar de aparición (donde hoy se encuentra la Sacristía actual). Según el cronista Juan de Ocaña Prados, la imagen estuvo en tal lugar durante 88 años, hasta que en el 1602 dono generosamente Doña Constanza de Rojas ( madre de San Simón de Rojas) la casa que la pertenecía y que lindaba con el primitivo santuario, para así ampliarlo y reedificarlo.

El entusiasmo del pueblo por tan precioso hallazgo no tuvo límites y desde aquel momento fue unánime proclamada la imagen patrona y protectora de Móstoles.

Existen dos versiones acerca del origen del título que se la dio de Virgen de los Santos. Una es la de que sirvió de base para ello, la frase del niño al descubrir la imagen, que como queda expresado fue: Aquí hay una Virgen con unos Santos. La otra versión es que no habiendo unanimidad de pareceres respecto a la advocación que había de elegirse, se suscribieron varias cédulas con nombres que convienen y son propios a estas imágenes para que la suerte decidiera, y se sacó hasta por tres veces que fue repetida la operación, el de Regia Santorum, que se comprende en la letanía.

La fiesta se celebra el 12 de septiembre día del Dulce Nombre de María.

 

















 

viernes, 11 de diciembre de 2020

De hijos y nietos de Aldonza García, líbrenos Dios y Santa María

http://www.cofradialapasionguadalajara.es/index.php/sede-canonica/capillas.html


Los condes de Priego a pesar de su apellido Mendoza fueron siempre tenidos entre los conquenses como conversos. 

Textos del siglo XVI se mencionan las familias con antecedentes judaicos. Uno es el Libro verde de Aragón, y otro El Tizón de la nobleza de España, del cardenal Francisco Mendoza y Bobadilla, arzobispo de Burgos, en donde demuestra que no sólo sus parientes, los condes de Chinchón tenían antepasados hebreos, sino casi toda la aristocracia de aquella época. 

Los condes de Priego descenderían de Diego García de Guadalajara que fue el escribano que hizo las cartas falsas por donde se procedió injustamente contra el Condestable de Castilla, don Ruy López Dávalos. Álvaro de Luna consiguió en 1423 que Juan II de Castilla procesara al condestable Dávalos en falsa acusación por supuestos tratos con los musulmanes para despojarle de sus bienes y honores. De hecho el de Luna se apropió de su título y patrimonio. No regresó nunca a Castilla, sino que murió desterrado en Valencia, acogido a la tutela del rey Alfonso V de Aragón, el 6 de enero de 1428. 

Esta es la  coplilla que les cantaban en Guadalajara y Cuenca a los condes de Priego De hijos y nietos de Aldonza García, líbrenos Dios y Santa María. 

Aldonza García fue madre de Diego García de Guadalajara de su matrimonio con otro Diego García de Guadalajara. Fue procesada con su marido el mismo nombre que su hijo por la Inquisición de Cuenca en 1493. Diego García de Guadalajara y Aldonza García fueron los padres Diego García de Guadalajara regidor del Concejo de Guadalajara a fines del siglo XV. Fue secretario de los duques del Infantado, de Juan II, Enrique IV e Isabel la Católica, caballero de la Orden de la Banda y procurador de Cortes por Guadalajara en 1455 y en 1476.  Muere en  1478 y casa con Leonor García de Torres. Su nieta casa en 1557 con el quinto conde de Priego.

Fernando Carrillo de Mendoza, quinto conde de Priego, casa con Leonor  Isabel de Ayala, hija de Juan de Ayala y Mendoza y de Isabel García de Torres.

Diego García de Guadalajara, de origen converso, sus padres, Diego García- calcetero y jubetero-y Aldonza García, fueron procesados, ya fallecidos en 1493, por la Inquisición. Enterrado en el convento de Santa Clara de Guadalajara, hoy iglesia de Santiago, aún hoy puede verse su lápida sepulcral. En esta capilla se encuentra también su escudo  que tanto recuerda a los de los Mendoza  lo que nos da a entender que  consideraba familiar de la familia de los Mendoza.  Padre de otro Diego García de Guadalajara que fue secretario del gran Cardenal Mendoza. La capilla del hidalgo Diego García de Guadalajara. 

Antonio Herrera Casado, 2018. Alonso Núñez de castro, Alonso. Historia eclesiástica y seglar de la muy moble y muy leal ciudad de Guadalaxara de 1653. Judeoconversos de la oligarquía de Guadalajara y Cuenca procesados por la Inquisición. Pedro Luis Lorenzo Cadarso, 1994. Del mismo autor,  Cronología y coyunturas de los movimientos sociales castellanos, siglos XVI y XVII, 1995. Del mismo autor Los enfrentamientos entre el patriciado urbano y la aristocracia señorial: Guadalajara y los duques del Infantado, 1993.

El título de Condes de Priego se concede en 1465 por Enrique IV a Diego Hurtado de Mendoza, esposo de Teresa Carrillo, sexta señora de Priego. Se concede en 1714 la Grandeza de España al decimosexto conde don José María Carrillo de Mendoza y Fernández de Córdoba. El señorío de Priego (Cuenca) y su entorno inmediato es ostentado desde finales del siglo XIII por la familia Carrillo por privilegio de Fernando IV a Alonso Ruiz Carrillo. La unión matrimonial con la familia Mendoza extiende el patrimonio familiar y su dominio por tierras de Guadalajara y Molina de Aragón, integradas en los señoríos de Gaibiel, Santa Croche y Leoparde. Sucesivas uniones matrimoniales ampliaron el dominio familiar por tierras de Castellón y de Teruel en torno a Santa María de Albarracín. En el siglo XVII el título cae en la órbita de los Fernández de Córdoba gracias al matrimonio de la decimocuarta condesa de Priego, María Sidonia Garcés de Marcilla, con Francisco Fernández de Córdoba. Finalmente, a finales del siglo XVIII, los títulos y mayorazgos de Priego recaen en la familia Coppola, de origen napolitano, en la persona de Francisco Coppola Strata, Decimo sexto Conde de Priego, Duque de Canzano y Príncipe de Montefalconi

Lo más notable que en su interior conserva la iglesia conventual de Santa Clara fue la capilla fundada por Diego García de Guadalajara, ahora Iglesia de Santiago Apostol

Fue el segundo don Diego quien debió fundar la capilla de su nombre en la iglesia de monjas Clarisas y muy bien pudo terminarla el año 1452 según reza la inscripción conmemorativa, pero aún tardó, sin duda muchos años en proveerla de altares y desde luego en procurarla suficiente renta, pues vivió bastante para ejercer sus cargos no sólo durante el reinado de Enrique IV (aunque de la leyenda citada parece desprenderse que no sirvió, a este monarca), sino en el de Isabel la Católica comenzado en realidad el año 1476 después de la batalla de Toro que aseguró en sus sienes la corona de Castilla. 

Dice Núñez de Castro que fue nuestro don Diego regidor de la ciudad en los años de 1462 a 1470; desde luego desempeñaba tal puesto en 1463 por cuanto fue uno de los que reunido con los demás regidores en el corral de Santo Domingo, el 16 de septiembre, tomó parte activa en la redacción de las Ordenanzas antiguas del vino.

No se ha podido dar con la escritura fundacional de esta capilla ni con el testamento del fundador, así que se desconoce la fecha de su muerte que quizá pueda leerse algún día al descubrir el suelo actual de la Iglesia que cubre la lápida mortuoria del contador, pero debió ocurrir el óbito hacia 1478 si no fue en el siguiente año, permitiendo hacer tal afirmación el hallazgo de una curiosa escritura de concordia y avenencia hecha en el monasterio de Santa Clara ante el escribano Alfonso de Madrid, el 19 de enero de 1480; el conve­nio se establece entre la abadesa Doña Leonor de Mendoza y Leonor García de Torres, mujer que fue del regidor Diego García de Guadalajara, sobre la dote de la capilla en que dicho Diego ya estaba sepultado y a la que dejó por su testamento 3.000 maravedíes de censo perpetuo cada año sobre ciertas casas de su propiedad en la colación de Santiago, más cinco pares de buenas gallinas también como censó anual perpetuo, con obligación por parte del convento de que cada viernes se diga una misa cantada de réquiem por el alma del fundador, el día de la Magdalena, un oficio también cantado y al día siguiente una misa.


La primera fundación del convento la lleva a cabo Berenguela, hija de Alfonso X, quien a finales del siglo XIII era la señora de la ciudad de Guadalajara por donación de su padre.


En el año 1284 ya estaba creada la casa, bajo la advocación de El Salvador, para que se instalase una comunidad de franciscanas, orden de la que la fundadora era muy devota.


En este caso, años después, se produce una segunda fundación. Otra infanta, Isabel, hija de Sancho IV y María de Molina, residía junto a su hermana Beatriz en el Alcázar de Guadalajara.


Una de sus señoras de compañía, María Fernández Coronel había comprado en 1299 unas casas en la colación de San Andrés ocupando casi una manzana completa. Sería en este solar donde se comenzó a edificar un nuevo convento con el apoyo de Isabel y la inversión de María Fernández, destinado para la misma comunidad de clarisas de El Salvador.


Muchos vecinos vendieron sus casas a las monjas o las donaron dando lugar a un edificio inmenso y con un patrimonio riquísimo que pasaría a conocerse como Real Convento de Santa Clara y que sería totalmente ocupado por las monjas en el año 1307.


Desde el siglo XIV hasta el siglo XVI no dejaron de ampliar sus posesiones y riquezas. Tenían tierras, huertos, molinos por toda la zona de la vega del río Henares. 


Además recibirían privilegios de nobles y reyes que las proporcionaban más riquezas o que las eximían de pagos de pechos a lo que se sumaba las dotes de las jóvenes que ingresaban. Eran muchas y de importantes familias. En el siglo XVI llegarían a residir en el convento hasta cien monjas.


Ya en el siglo XVIII comenzarían los problemas para el convento. En 1706, las tropas de los austrias durante la Guerra de Sucesión, saquearon el convento y obligaron a las religiosas a marcharse.


Lograrían regresar y vivirían en calma hasta principios del siglo XIX. En la Guerra de Independencia (1808-1814) las tropas francesas utilizaron el edificio como almacén.


Poco después, con la aplicación de los decretos de exclaustración de Mendizabal de 1835, perderían la mayor parte de sus bienes. Pudieron quedarse en el convento en el que además acogerían a las monjas de la Concepción y de la Piedad de Guadalajara que si habían sido obligadas a marcharse de sus casas.


Las monjas de Santa Clara resisitirían en el convento hasta 1912. Ese mismo año se marcharon a Valencia.














 











El alcalde de Guadalajara de la época expropió a las clarisas y el ayuntamiento vendió parte del edificio a un propietario particular. 


Antes de derribar el convento, el nuevo dueño se llevaría la portada y parte del claustro.


Del antiguo edificio, el particular que lo había adquirido donaría una parte de vuelta al ayuntamiento, que usaría el solar para instalar la parroquia de Santiago, y que aún esta abierta al culto, y el resto del espacio se emplearía en la construcción de un hotel.











Luis de Magaña, vecino de Guadalajara, obtuvo sentencia de nobleza ante la Sala de los Hijosdalgo de la Real Chancillería de Valladolid el 15 de Enero de 1613. Era hijo de Diego Solís de Magaña, vecino de Guadalajara, y de Catalina de la Peña; nieto paterno de Luis Gutiérrez de Porras, vecino de Guadalajara, y de Isabel de Solís; biznieto paterno de Francisco García y de Leonor Gutiérrez de León; tercer nieto paterno de Diego García y de Leonor García de Torres y cuarto nieto paterno de Diego García de Guadalajara y de Constanza Páez, vecinos de Guadalajara.

A Constanza Páez y a María de Calderón  también las encontramos como mujeres de Diego García de Guadalajara en lugar de Aldonza García


la Iglesia de Santiago el Mayor fue la iglesia del antiguo convento de Santa Clara. Se trata de un edificio del siglo xiv, con algún aditamento posterior y una restauración moderna que ha devuelto al templo su carácter originario. 

El claustro data del año 1837.