Las Casas Colgadas de Cuenca del siglo
XV al siglo XXI
El Museo de Arte Abstracto Español ocupa buena parte
del conglomerado arquitectónico conocido como las Casas Colgadas[1].
Las
que ahora denominamos Casas Colgadas son las únicas que mantienen en la
actualidad el recuerdo de la cornisa edificada de San Martín.
Los
documentos del primer tercio del siglo XX, referentes al proceso de compra por
parte del ayuntamiento conquense y a la posterior demolición-reconstrucción de
buena parte de la manzana, aluden a dos propiedades diferenciadas.
Teniendo
siempre en cuenta las traseras a la hoz, las
dos fachadas de la derecha, retranqueadas notoriamente una respecto
de la otra, definen una misma vivienda,
la que adquiere el ayuntamiento en 1905 como número 16 de la calle de los
Canónigos y que se nombra como de la bajada a San Pablo.
Las dos restantes conforman otra vivienda, con dos
casas unidas como mínimo desde finales del siglo XVII. Se trata del número 14 de la calle de los Canónigos, que compra el ayuntamiento en
1926. Es la Casa de Cañamares, de los Escudos
de Cañamares por lo escudos heráldicos suyos que todavía podemos ver.
Conocemos
los nombres de las familias que habitaron las Casas Colgadas durante casi medio
milenio.
A mediados
del siglo XV eran propiedad de Ferrando de Madrid que formaba parte de la
oligarquía concejil de la ciudad de Cuenca.
Antes de 1469, consta como su dueño el licenciado en decretos Gil
Ramírez de Villaescusa, arcediano y canónigo de la catedral de Cuenca[2]. En ese año ya
habían pasado a manos de sus herederos.
Pero el personaje histórico fundamental en relación con las Casas Colgadas
es el bachiller Gonzalo González de Cañamares, canónigo asimismo de la catedral
desde al menos 1481 hasta 1528, año de su fallecimiento[3].
Le pertenecieron todas las casas a las que ahora damos el nombre de Casas
Colgadas, y vivió en ellas.
Estaban vinculadas con la dotación de la capilla de Santa María y Todos los
Santos que había fundado en la girola de la catedral.
Gonzalo González de Cañamares en 1508 funda el colegio de Nuestra Señora y
Todos los Santos, o de Monte Olivete, en la Universidad de Salamanca[4]. En 1508 fundó de su peculio en Salamanca[5]
un colegio para instrucción de clérigos, con la misma dedicación de la capilla
fundada, conocido después vulgarmente como de Monte Olivete. El 14 de abril de
1518 pedía licencia al Cabildo “para ir a visitar e proveer un Colegio e casa
para estudiantes en la çibdad de Salamanca que ha fecho, por ser cosa pía e
útile e provechosa”. Parece que mas que fundador es su primer rector. El error se debe a que
algunas Bulas de concesión de Beneficios de Rentas venían a su nombre. Se
incorporó a la Universidad en 1533. En 1780 fue agregado con todas sus rentas
al de Los Ángeles[6].
El edificio del Monte
Olivete, que estaba cerca del Convento de San Esteban, fue ocupado en 1786 por
el Colegio de la Magdalena, hasta que fue destruido en la Guerra de la
Independencia.
Sus recursos económicos vienen de su carrera eclesiástica en Roma, durante
los años 80 del siglo XV. El propio don Gonzalo se encarga de recordarlo en un
pasaje de su testamento de 1528.
La mayor parte de los edificios de las Casas Colgadas que compra Gonzalo
González de Cañamares a partir de 1481, fecha en que es nombrado canónigo
de la catedral de Cuenca, habían pertenecido al licenciado en decretos[7] Gil Ramírez de
Villaescusa, y se encontraban divididos entre sus herederos.
Su primera compra es el inmueble propiedad de Catalina Ramírez,
esposa de Alonso el Romo de Santoyo[8], vecinos ambos de
Garcinarro. La venta tiene lugar el 6 de abril de 1481, por un precio de treinta
mil maravedíes.
El mismo día, en una actuación claramente coordinada, la madre de la
anterior, llamada de la misma forma, y su esposo Juan de Nieva venden al
bachiller otro inmueble colindante que poseen también por herencia del
licenciado Gil Ramírez de Villaescusa, hermano de la propietaria, por la
cantidad de veintiocho mil maravedíes.
Los edificios adquiridos por don Gonzalo con las dos grandes secciones de
las Casas Colgadas que hemos llamado como la casa de la bajada a San Pablo y la
Casa de los Escudos de Cañamares, la Casa de Cañamares[9].
En estas casas vive Gonzalo Gonzalez de Cañamares hasta su muerte en 1528[10]. Pasan a propiedad de sus
herederos.
González de Cañamares vincula las Casas Colgadas con el patronazgo de la
capilla de Santa María y Todos los Santos de la catedral[11] lo que fue un hecho muy
favorable para su conservación pues fueron propiedad de los patronos de la
capilla.
Don Gonzalo establece que el primer titular el patronazgo sea su hermano
Pedro González[12].
Ambos eran hijos de Alfonso González y Elvira González de Cañamares.
Pedro Gonzalez de Cañamares está casado con Inés López. Tienen dos hijos
llamados Gonzalo Bernardo de Cañamares[13] y Elvira González.
Elvira González de Cañamares casa con un importante personaje de la élite
local, Juan Pérez de Teruel. Tienen doce hijos, varios de los cuales llegan a
ostentar los patronazgos del bachiller y, como tales titulares, a poseer y
habitar las Casas Colgadas. Son estos Juan Pérez de Teruel y Montemayor, Corona
González y los canónigos Gonzalo-el tercero de este nombre en la familia
Cañamares- y Alonso.
Una rama colateral de los Cañamares es la familia
Chinchilla que toma el relevo en los patronazgos del canónigo Cañamares y
en la ocupación de las Casas Colgadas como la residencia principal donde van a
vivir sus miembros.
El doctor
Juan Hernández de Chinchilla, regidor de Cuenca, hijo mayor de Diego Hernández
de Chinchilla y Corona González, es el sucesor de los vínculos familiares tras
la muerte de su madre a finales del siglo XVI[14].
Juan
Hernández de Chinchilla muere en agosto de 1588 deja dos hijos menores de edad, Luis Antonio de
Chinchilla Cañamares y Teruel y su hermana Catalina de Chinchilla.
El regidor Luis
Antonio de Chinchilla Cañamares y Teruel es otro de los dueños y moradores
de las Casas Colgadas. Sigue su hija Escolástica de Chinchilla y Cañamares,
hija mayor y sucesora.
Doña
Escolástica es la última patrona de la capilla de la catedral que vive en las
Casas Colgadas. Casa con Francisco Girón de Zúñiga Robles, caballero
nacido en Caravaca y alcalde de la Santa Hermandad de dicha población murciana,
traslada su peripecia vital fuera de Cuenca.
Escolástica
de Chinchilla y Cañamares muere antes
del 28 de febrero de 1675, cuando su hijo mayor Manuel Girón de Zúñiga y
Loaysa, vecino de Huéscar (Granada), pide y obtiene que se le reconozca
como primogénito para ejercer su derecho a la posesión de los mayorazgos que su
madre poseía en la ciudad de Cuenca.
Su hijo Marcos
Girón Zúñiga y Cañizares consta como radicado en Cuenca y como morador de las Casas Colgadas.
El sucesor
de Marcos Girón es su hijo primogénito Fernando Manuel Girón y Cañizares, vecino de Villaescusa de Haro y
luego de Cuenca que habita en las Casas Colgadas.
Sus
problemas económicos hacen que se acentúe el deterioro de los bienes de
patronazgo a su cargo como expone en un escrito de 1805 al Visitador del obispado de los edificios religiosos.
Los problemas económicos de Fernando Manuel Girón se agudizan con su hijo y
sucesor Joaquín Girón y Cañizares. En su testamento, redactado el 4 de
junio de 1829, menciona que el rey le había concedido facultad para vender la
mayor parte de los bienes que tenía en la ciudad de Cuenca "por los muchos
apuros que contraje en la Guerra de la Independencia, por los saqueos que
sufrí, y pérdidas que tuve"[15].
Marcos Girón
Zúñiga y Cañizares es hermano de Bernardino Girón de Zúñiga Loaysa Carrasco.
De este es nieto paterno Marcos Girón Zúñiga y Cañizares que casa despues de
1807 con Tomasa Aliaga y Moya, condesa viuda de Cervera.
Las décadas siguientes aumentan el declive físico de los edificios.
Los Girón, ya en el siglo XX, venden la Casa de los Escudos a Isidoro
Carralero, que la vende a su vez al ayuntamiento en 1926.
La Casas sufrieron una intensa restauración a partir de 1959 por el arquitecto municipal Francisco León Meler. El 5 de febrero de
1966 fueron inauguradas las Casas Colgadas, después de una gran obra de reforma[16].
Tomasa
Aliaga y Moya, IX señora de Cervera, Cervera del Llano en Cuenca, y su primera
condesa
Sus
segundas nupcias con el propietario de las Casas Colgadas de Cuenca
La IX señora de Cervera y su primera condesa es desde 1790 Tomasa Aliaga y Moya.
Viudo
el noveno señor de Cervera, casa en Cuenca, Oratorio del Palacio Episcopal, el
27 de enero de 1784 con Tomasa Aliaga y Moya.
El
noveno señor de Cervera tenía unos cincuenta y cinco años y su segunda mujer
veinticinco.
Tomasa
Aliaga y Moya es natural de Villaescusa de Haro, Cuenca. Es hija de Leandro
Aliaga y Cuevas, natural de Villaescusa de Haro, y de Juliana Antonia Moya y
Carrillo, natural de Belmonte, Cuenca.
Las
capitulaciones matrimoniales se otorgan en Cuenca.
Los
casa el obispo de Cuenca don Felipe Antonio Solano[17].
Fueron
testigos el licenciado José Eustaquio Moreno[18],
secretario de cámara del Obispo y dos años después de esta boda de la que es
testigo concuñado de Manuel Godoy- en 1782 es visitador del obispado de Cuenca
y en 1786, provisor-, Patricio Sánchez Hidalgo, contador mayor del señor de
Cervera, y Francisco Aragón su capellán familiar.
Tomasa
Aliaga y Moya estaba inscrita en la parroquia de San Martín de Madrid de la que
era feligresa. Su marido lo era también en Madrid de la parroquia de Santa Cruz.
El
19 de abril de 1784 se velan en San Martín. Matrimonio sin hijos.
Tomasa
Aliaga queda viuda en 1807 y casa con Marcos Girón Zúñiga y Cañizares, pariente
de la familia Chirino de Cuenca, de los Parada del marquesado de Peraleja y de
los Sandoval de La Ventosa, todos primos del conde de Cervera.
Marcos
Girón vive en la mal llamada Casa del Rey, en una de las casas Colgadas
propiedad de su familia, patrona del convento familiar de la Concepción
Franciscana de la ciudad de Cuenca y de la capilla familiar de Santa María y de
Todos los Santos, llamada Capilla del Socorro, de la Catedral, fundada a
finales del siglo XV por el canónigo Gonzalo González de Cañamares[19]
del linaje de los Cañizares.
Marcos
Girón Zúñiga y Cañizares es vecino de la ciudad de Cuenca y vive en la casa familiar
de las Casas Colgadas[20], hoy
sede del Museo de Arte Abstracto. Llamada del Rey porque en ella cuenta la
leyenda que vive en el siglo XIV Enrique II cuando visita Cuenca y tiene amores
con la doncella que vive en la cercana casa llamada desde entonces Casa de la
Sirena[21].
Marcos
Girón es hijo de Marcos Francisco Girón de Zúñiga
Loaisa y Cañizares y de Ana Antonia Belmonte Ramírez de Arellano[22]. Ana Antonia de Belmonte Ramírez
de Arellano[23], nace en 1711 en Belmonte y muere en 1741 en Cuenca. Casa
primero con Diego de Parrilla. Después en 1737 en Belmonte con Marcos Francisco
Girón de Zúñiga Loaisa y Cañizares.
Esta es la ascendencia de Marcos Girón
Zúñiga y Cañizares remontando sus antepasados al siglo XV, al núcleo de la
elite conversa de la ciudad de Cuenca.
Juan
Hernández de Chinchilla, regidor de Cuenca, hijo mayor de Diego Hernández de
Chinchilla y de Corona González Cañamares y Teruel-sobrina nieta del canónigo
de la catedral de Cuenca Gonzalo González de Cañamares propietario de las Casas
Colgadas de Cuenca por compara al comenzar en 1481- es el sucesor de los
vínculos familiares de los Cañamares tras la muerte de su madre. Fallecido en
agosto de 1588 deja dos hijos menores de edad, Luis Antonio de Chinchilla
Cañamares y Teruel y su hermana Catalina de Chinchilla. Luis Antonio es otro de
los dueños y moradores de las Casas Colgadas. Sigue su hija Escolástica de
Chinchilla y Cañamares, hija mayor y sucesora de los patronazgos del regidor
Luis Antonio de Chinchilla. Escolástica casa con Francisco Girón de Zúñiga
Robles, nacido en Caravaca, Murcia, y su
alcalde de la Santa Hermandad. Escolástica de Chinchilla y Cañamares fallece
con anterioridad al 28 de febrero de 1675, cuando su hijo mayor Manuel Girón de
Zúñiga y Loaysa, vecino de Huéscar en Granada, pide y obtiene que se le
reconozca como primogénito para ejercer su derecho a la posesión de los
mayorazgos que su madre poseía en la ciudad de Cuenca como son la posesión de
las conocidos desde mediados del siglo XX como Casas Colgadas, el patronazgo
del convento de la Concepción Franciscana y el de la capilla de Santa María y
Todos los Santos de la catedral, ahora Capilla del Socorro. Manuel Girón de
Zúñiga Loaysa Chinchilla casa con su pariente por los Girón Jerónima Catalina
Carrasco Balboa Cernusculi Girón. Son padres de Marcos Girón Zúñiga y Cañizares- sucesor
en los vínculos, patronazgos y posesión de las Casas Colgadas- y de Bernardino Girón de Zúñiga Loaysa
Carrasco.
Casa con Florencia Petronila Cañizares Luna Valenzuela Velázquez. Padres de
Marcos Francisco Girón de Zúñiga Loaysa Cañizares casado con Ana Antonia
Belmonte Ramírez de Arellano. Padres de Marcos Girón Zúñiga y Cañizares que
casa con Tomasa Aliaga y Moya, viuda desde 1807 del que será primer conde de
Cervera.
Las
conocidas como Casas Colgadas de Cuenca del Barrio de San Martin sobre la Hoz
del Huecar pertenecieron a la familia Ramírez hasta que en 1481 las compra el bachiller y canónigo Gonzalo González de
Cañamares. Un escudo de Canónigo puede
verse en una de las salas del actual Museo de Arte Abstracto de Cuenca ubicado
en las Casas Colgadas[24].
El canónigo Gonzalo González de
Cañamares compra la manzana de Casas a Catalina Ramírez, su dueña como herencia
de su hermano Gil Ramírez de Villaescusa, arcediano y canónigo de la catedral
de Cuenca, que las habita asi como su descendencia familiar. Es su residencia
la conocida como Casa del Rey donde tenía capilla con sus armas.
A mediados del siglo XVI se
encuentran como propiedad de Juan Pérez de Teruel. Esto es así porque Elvira
González de Cañamares, mujer de Juan Pérez de Teruel, era sobrina carnal del
canónigo Gonzalo González de Cañamares.
Elvira González de Cañamares y su
marido Juan Pérez de Teruel son padres de Corona González de Cañamares que casa
con Diego Fernández Chinchilla quien redacta su testamento en 1551, recordar
que los Chinchilla emparentan con los Chirino en esta segunda mitad del siglo
XVI. De este matrimonio desciende Escolástica de Chinchilla y Cañamares que
casa con Francisco Girón de Robles, caballero nacido en Caravaca, Murcia,
pasando el patronato del convento de la Concepción Franciscana a la familia
Girón. Asi, a principios del siglo XVII es su propietario Luis Antonio de
Chinchilla, padre de Escolástica de Chinchilla y sobrino de Juan Pérez de
Teruel, y más tarde la citada Escolástica de Chinchilla[25].
En 1683 vivía Manuel Girón de Zúñiga y Loaisa, hijo de Escolástica.
El canónigo González de Cañamares el
Mozo, sobrino del anterior del mismo nombre, recibe el 27 de agosto de 1518 la
posesión de la canonjía de su tío por renuncia de éste que muere en 1528.
Tambien hereda de su tío la posesión de las Casas Colgadas. Posesión que pasa a
su hermana Elvira González de Cañamares.
Decir que las Casas Colgadas fueron remodeladas
en profundidad a mediados del siglo XX y
convertidas en 1966 sede del Museo de
Arte Abstracto de Cuenca. En 1980 se le concedió la Medalla de Oro al mérito en
las Bellas Artes, que concede el Ministerio de Cultura de España. Ese mismo
año la Fundación Juan March se hizo cargo de los fondos y su gestión, por
donación de Fernando Zóbel, quien también entregó más de 3.500 libros
especializados.
Debemos a Rafael Girón Pascual, descendiente
de los Girones de los que tratamos, y al archivo familiar del Fondo Girón del Archivo Diocesano de Cuenca
mucho de lo que en este apartado se escribe. A finales del siglo XIX don Joaquín
María Girón y Font de Mora, alcalde de Cuenca, es el patrono del Monasterio o
de la Concepción Francisca, tatarabuelo de Rafael Girón Pascual. Noticias
genealógicas sobre familias judeoconversas de Cuenca, España. Los
Teruel-Montemayor. Rafael M. Girón
Pascual. La idea de solicitud del título de "Excelencia" para el
Ayuntamiento de Cuenca fue formulada por el alcalde Santos López en sesión de
la Corporación Municipal el 14 de junio de 1880. Santo
López veía concluida el 1 de julio de 1881 su petición felizmente y su mandato
de un bienio. Le sucedía para regir los destinos de la ciudad el concejal
Joaquín María Girón y Font. Títulos
y honores de la ciudad de Cuenca. Antonio Rodríguez Saiz
[1] Las Casas Colgadas y el Museo de
Arte Abstracto Español. Pedro Miguel Ibáñez Martínez, 2016. EL MUSEO Y SU
EDIFICIO. Apunte histórico sobre las casas colgadas. Fundación Juan March.
[2] El 20 de diciembre de 1465, el cabildo catedralicio de Cuenca nombraría
como procurador al canónigo Gil Ramírez de Villaescusa para que, junto con el
obispo Barrientos, intercediese ante el marqués- de Villena- para que éste en
adelante no consintiera que en sus villas los oficiales y alcaides embargasen
las rentas eclesiásticas, y para que también mandara devolver todas las rentas
arrebatadas. Las relaciones Iglesia-Nobleza en el obispado de Cuenca
durante la Baja Edad Media. Jorge Díaz Ibáñez, 1997. En 1465, hasta el 19 de
diciembre, el obispo Barrientos se encontraba prisionero del marqués de
Villena. El obispo Barrientos fue hecho prisionero cerca de Uclés por algunos
hombres del marqués de Villena, siendo después llevado el prelado a la villa de
Uclés. El 4 de abril el concejo conquense escribirá al rey informándole de lo
sucedido y pidiéndole que hiciera todo lo posible para la liberación del
obispo.
[3] González de Cañamares, Gonzalo.
Canónigo de la catedral de Cuenca, fundador del colegio Monte Olivete en
Salamanca, benefactor. La familia Cañamares, oriunda quizás de esta localidad
serrana en el mismo obispado, pertenecía a lo más escogido del grupo social
judeoconverso de la ciudad donde debió de nacer Gonzalo a mediados del siglo
XV. Cabe suponer que adquiriese en Salamanca el grado de bachiller,
probablemente en Decretos, con que se titulaba. Residió después en Roma, con
toda probabilidad a la sombra de Rafael Riario, cardenal de San Jorge y obispo
absentista de Cuenca (1493-1517). En torno a 1479
obtuvo una canonjía en la catedral conquense, prebenda que se fue transmitiendo
por vía de resignación entre parientes próximos de la familia hasta bien
avanzado el siglo XVI. En la catedral había intentado la fundación de una
capilla funeraria en el viejo claustro el año 1485 y a fines de 1486 estableció
el conjunto de bienes dotales del patronato de ella. Al cabo, en 1490, optó por
alzarla en la girola, todavía en construcción entonces, aunque la obra y
aderezo del recinto debió de prolongarse, con algunas quejas de parte del
Cabildo por la lentitud, hasta veinte años más tarde. En 1508 fundó de su
peculio en Salamanca un colegio para instrucción de clérigos, con la misma
dedicación de la capilla fundada, conocido después vulgarmente como de Monte
Olivete. El 9 de marzo de 1528 Cañamares
otorgó su testamento. Fallecería el 14 y a la catedral, para ser en ella
enterrado el mismo día, “le traxeron los señores deán y cabildo muy
honradamente”. Biografía publicada por la Real Academia de la Historia. Miguel
Jiménez Monteserín.
[4] También
llamado Colegio de Monte Olivete.
Fundado en 1514, por Juan Pedro Santoyo, clérigo de Palencia, cuyo primer
rector fue el bachiller Gonzalo de Cañamares, canónigo de Cuenca. En 1780 se
fundió con los colegios de Cañizares, San Millan y Santa María de los Ángeles,
tomando el nombre de este último y trasladándose al edificio del de San Millán.
El edificio del Monte Olivete, que estaba cerca del Convento de San Esteban,
fue ocupado en 1786 por el Colegio de la Magdalena, hasta que fue
destruido en la Guerra de la Independencia.
[5] Muñoz y Soliva, Trifón. Noticias
de todos los Ilustrísimos señores obispos que han regido la diócesis de Cuenca.
Cuenca, 1860. Tambien podemos leer en esta obra que gracias a Cañamares llega a
obispo Miguel Muñoz Guijarro al que descubre en Poyatos como a un niño de gran
ingenio y vivacidad que estudia en el colegio de Monte Olivete. Tambien en
Miguel Muñoz. Un obispo de origen serrano.
[6] Memoria
Histórica de la Universidad de Salamanca.
Alejandro Vidal y Diaz, 1869. Enrique Arias Rojo
[7] El bachiller en derecho debía acreditar también sus estudios en
gramática y haber cursado seis años, o la mayor parte de ellos, estudios de
derecho civil o canónico; de esos seis años, el canonista tenía que haber
dedicado dos al menos a Decretos. En derecho civil! se enseñaban los
fragmentemos de las Pandectas, llamados Digestum Vetus, el Código de
Justiniano, las Novellae y las Institutiones, formando todos ellos un corpus.
El Infortiatum y el Digestum Novus venían a completarlos y eran objeto de los
cursos extraordinarios, dados generalmente por bachilleres en las horas lectivas
de la tarde. El derecho canónico-se basaba fundamentalmente en el Decreto de
Graciano y en el Liber extra y las Decretales de Gregorio IX, compiladas por
san Raimundo de Peñafort y enviadas oficialmente a todas las universidades
11" los cursos de decretos eran impartidos en principio por maestros y los
de decretales por bachilleres canonistas, sin que se invirtieran generalmente
los términos. A estos textos básicos se añadían algunas colecciones, como las
del concilio IV de Letrán y las decretales de Inocencio IV y Gregorio X.
Las universidades españolas durante la Edad Media. C. Vasoli, 1969.
[8] Los Santoyo los encontramos en
la provincia de Cuenca como escribanos, en Palomares relacionados familiarmente
con los Alarcón, señores de Palomares, y en Huete igualmente relacionados
familiarmente con los Torres, Amorgas y Paradas.
[9] En estas casas nunca se alojo un
rey.-mal llamadas entonces Casas del Rey- y nunca fueron sede del ayuntamiento
de la ciudad de Cuenca.
[10] En la Plaza de Santa María la
catedral de Cuenca era titular en de la
propiedad de unas casas en que vivía el canónigo Lorenzana- Alonso Rodríguez de Lorenzana-. En 1495 vivía
el bachiller Cañamares, canónigo, dueño de las llamadas ahora Casa Colgadas, y
paga por ellas un censo anual de 1.155 maravedíes. Don Gonzalo Cañamares, había promovido obras en estas casas
de su propiedad que estaban cerca del postigo de San Pablo. Las traspasa a su
sobrino el segundo canónigo homónimo, y en 1528 vivía en ellas la madre de este
último, Inés López. A.D.C., Fondo Girón, leg. 8, exp. 13.
[11] La capilla del Socorro de la Catedral de Cuenca o de
Santa María y Todos los santos, fue fundada por el canónigo Gonzalo González de
Cañamares en 1486. Su altar mayor hasta ahora estaba presidido por el retablo
de la Virgen del Socorro del s. XVIII, sin embargo, tras la restauración del
retablo de Santa María y Todos los Santos en 2018, éste ha venido a ocupar
ahora el lugar central que sin duda le correspondió desde la fundación de la
capilla. El retablo de Santa María y Todos los Santos es un retablo gótico
flamenco del siglo XV cuya autoría es desconocida. Lo componen 16 tallas de
madera policromada que se agrupan de dos en dos en sus correspondientes
hornacinas y que encuadran la figura central de la Virgen María coronada con el
Niño en sus brazos. En la parte superior de la cancela de la puerta de entrada
de la Capilla se encuentra el escudo de la familia Girón, poseedora del actual
patronato de la Capilla. Guarda esta Capilla en su interior tres retablos: el
Mayor, en el testero de la Capilla, presidido por la imagen de Nuestra Señora
del Socorro; adosado al muro izquierdo el dedicado a San Antonio de Padua; y
sobre el muro lateral derecho el retablo de Santa María y Todos los Santos. El
Retablo de San Antonio de Padua, realizado en el año 1770 es atribuido a José
Martín de la Aldehuela. El tercero y el más importante artísticamente hablando
de los retablos es el Retablo de Santa María y de Todos los Santos,
que aunque se encuentra en el lateral derecho de la Capilla, fue desplazado de
su ubicación primitiva del lugar principal. Este retablo de talla gótica fue
realizado a finales del siglo XV y consta de ocho hornacinas de similar
proporción donde se encuentran un total de dieciséis tallas de madera
policromada, colocadas de dos en dos en cada nicho, más otra hornacina central
de mayor tamaño en la que se representa a la Virgen coronada con el Niño en
brazos. El Arte en Cuenca. La Catedral.
[12] Después de Pedro lo será su hijo
mayor casado, y de ahí en adelante los descendientes de su hermano por línea
masculina. Si concluyera la línea masculina, sucederá la hija mayor casada del
último patrono, y tras ella su propio hijo mayor casado. Desde luego, deberá
pertenecer siempre a legos y ser indivisible. Pero don Gonzalo cambia de criterio
despues de la fundación de su capilla en 1468 y en su testamento de 1528 da
preferencia a los religiosos sobre los legos, contradiciendo lo escrito en las
clausulas fundacionales de la capilla. Esto dará lugar a disputas judiciales
sobre el patronazgo de la capilla y sobre los bienes de los que disfruta dicho
patronazgo.
[13] Este Gonzalo es el canónigo Gonzalo González de Cañamares que al consagrarse a la religión se hace llamar
como su tío.
[14] Noticias genealógicas sobre
familias judeoconversas de Cuenca, España: los Teruel-Montemayor. Rafael M. Girón Pascual. Conversos de Cuenca.
Paloma Torrijos Medina,
[15] Archivo Diocesano de Cuenca. Fondo
Girón. Legajo 8, Expediente 228.
[16]El Cincuentenario de las
reformadas Casas Colgadas, 2016. José
Vicente Ávila Martínez
[17] La Ermita de la Virgen del
Carrascal en Castilfrío de la Sierra, Soria, fue construida en el siglo XVI a
instancias de don Felipe Antonio Solano, obispo de Ceuta y Cuenca y oriundo de
Castilfrío de la Sierra. Don Felipe Antonio Solano Marín fue obispo de Cuenca
de 1779 a 1800. En la ciudad de Huete, en la Alcarria conquense, levanta el
tramo superior del Palacio Episcopal que fue obra de Raimundo Carabella. El
Caserío de la Mota, casa de labor, está situada a las afueras de Cuenca,
próximo al cruce de las carreteras N-320 y N-420, cerca del puente sobre el río
Moscas. El acceso al Caserío se hace por la N-320 de Cuenca-Valencia a unos 4 kilómetros de la
ciudad de Cuenca en la margen izquierda dirección a Valencia. Esta casa fue
levantada por el obispo Solano como
residencia suya a modo de Quinta que tan de moda estaban entre la
Nobleza. El obispo Solano nació en Castilfrío de la Sierra, del obispado de
Osma, el 13 de marzo de 1724. Carlos III le propuso para Obispo del Cuenca
siendo nombrado por Pío VI en 1779. Murió el 10 de mayo de 1800, y está
enterrado en la Catedral. Al igual que en la ermita de Castilfrío coloca en la
fachada principal su escudo. Mateo López, el arquitecto al que sin duda habrá
que atribuir la Casa de la Mota, era natural de la villa de Iniesta, donde
nació en 1750. En 1773 había comenzado a trabajar en la Catedral quien en 1785,
con Fernando López, hizo por 50.000 reales la obra del atrio, gradas y andenes
de la santa iglesia.
[18]
Había nacido, en La Calera, Extremadura, el 2 de octubre de 1740. En la noche del 20 de marzo
de 1808, su casa, al igual que la del Conde de Fuenteblanca, su hermano y
cuñado de Manuel Godoy, seria asaltada por ser un personaje muy
significado en el partido de Godoy, y a quien además se consideraba como uno de
los responsables de la política de
bienes eclesiásticos. Muere en 1810.Hermano de Manuel Cándido Moreno Aguilar, casado con una hermana
de Manuel Godoy, y tambien con una destaca carrera en la administración
favorecida por su cuñado. El 27 de enero de
1799 el rey Carlos IV le otorgó el título de primer conde de Fuenteblanca y el
20 de noviembre de 1805 culminó su carrera administrativa al ser nombrado
gobernador del Consejo de Hacienda. En 1808, tras producirse el motín de
Aranjuez, su casa fue asaltada y se vio obligado a exiliarse, falleciendo en
Génova el 15 de noviembre de 1832. José Eustaquio Moreno Aguilar, un
segundón concuñado de Godoy, nos suministra un ejemplo espectacular de lo que
consigue el favor. Hasta los 24 años estudia en Calera de León, Mérida y
Sevilla y se hace con los rudimentos del oficio de abogado en Madrid. Recién
recibido de abogado se ordena sacerdote y pasa a ejercer la abogacía en Mérida,
convirtiéndose en abogado consultor del gobernador, del cabildo eclesiástico,
del ayuntamiento, del convento de Santa Olalla, del hospital de San Juan de
Dios y de las justicias de varios pueblos de los alrededores, tal como consta
en una relación impresa de méritos de 1772, que sin duda usó en sus peticiones
de empleo. Desempeña varias comisiones para el Consejo de Ordenes en 1774 y
para el tribunal eclesiástico de la provincia de San Marcos, del que es fiscal.
Pero se le resisten las canonjías de Badajoz, en 1774 y en 1776, por lo que se
vuelve a Madrid en 1776, entrando en el colegio de abogados. En 1782 es
visitador del obispado de Cuenca; en 1786, provisor. Su suerte cambia en la
década de los 90: consejero eclesiástico del Consejo de Hacienda (1792),
consejero del Consejo de Castilla (1795) y finalmente su gobernador (1801-03),
cargo que conciliará con el de colector general de expolios y vacantes y el de
canónigo, por fin, de la catedral de Toledo; también será consejero del Consejo
de Estado en 1803. Consejero
de Hacienda en plaza eclesiástica en 1792. Consejero
y camarista de Castilla en 1795. Gobernador del Consejo de Castilla en 1801. Consejero de Estado
en 1803. En 1802 se le había concedido la Gran Cruz de
Carlos III.
Presidente de la Comisión Gubernativa
de Consolidación de Vales y Cajas de Extinción y Descuentos. Colector General de
Espolios y Vacantes en 1808. España 1808. El
Gobierno de la Monarquía. Feliciano Ramos Pintado. La nobleza provincial
extremeña en el siglo XVIII, los caminos
de la ambición. Santiago Aragón, 2015.
[19] La capilla del Socorro de la
Catedral de Cuenca o de Santa María y Todos los santos, fue fundada por el
canónigo Gonzalo González de Cañamares en 1486. Su altar mayor hasta ahora
estaba presidido por el retablo de la Virgen del Socorro del s. XVIII, sin
embargo, tras la restauración del retablo de Santa María y Todos los Santos,
éste ha venido a ocupar ahora el lugar central que sin duda le correspondió
desde la fundación de la capilla. El retablo de Santa María y Todos los Santos
es un retablo gótico flamenco del siglo XV cuya autoría es desconocida. Lo componen
16 tallas de madera policromada que se agrupan de dos en dos en sus
correspondientes hornacinas y que encuadran la figura central de la Virgen
María coronada con el Niño en sus brazos.
[20] Breve apunte histórico sobre las
Casas Colgadas. Pedro Miguel Ibáñez Martínez.
[21] La Casa de la Sirena. Germán
Olivares. Leyendas de Cuenca. Esta casa es ahora un restaurante que es
ampliación del célebre restaurante instalado en las Casas Colgadas.
[22] Manuel Girón de Zúñiga Loaysa
Chinchilla y Jerónima Catalina Carrasco Balboa Cernusculi Girón son padres de
Bernardino Girón de Zúñiga Loaysa Carrasco. Casa con Florencia Petronila
Cañizares Luna Valenzuela Velázquez. Padres de Marcos Francisco Girón de Zúñiga
Loaysa Cañizares casado con Ana Antonia Belmonte Ramírez de Arellano. Con
sucesión. Esta es la ascendencia de Marcos Francisco Girón de Zúñiga Loaysa
Cañizares. Juan Hernández de Chinchilla, regidor de Cuenca, hijo mayor de Diego
Hernández de Chinchilla y Corona González Cañamares y Teruel por su padre
-sobrina nieta del canónigo de la catedral de Cuenca Gonzalo González de
Cañamares propietario de las Casas Colgadas de Cuenca por compara al comenzar
en 1481- es el sucesor de los vínculos familiares de los Cañamares tras la
muerte de su madre a finales de la octava década del siglo XVI. Juan Hernández
de Chinchilla, fallecido en agosto de 1588, deja dos hijos menores de edad,
Luis Antonio de Chinchilla Cañamares y Teruel y su hermana Catalina de
Chinchilla. Luis Antonio es otro de los dueños y moradores de las Casas
Colgadas. Sigue su hija Escolástica de Chinchilla y Cañamares, hija mayor y
sucesora de los patronazgos del regidor Luis Antonio de Chinchilla. Escolástica
casa con Francisco Girón de Zúñiga Robles,
nacido en Caravaca, Murcia, y su alcalde de la Santa Hermandad.
Escolástica de Chinchilla y Cañamares fallece con anterioridad al 28 de febrero
de 1675, cuando su hijo mayor Manuel Girón de Zúñiga y Loaysa, vecino de
Huéscar en Granada, pide y obtiene que se le reconozca como primogénito para
ejercer su derecho a la posesión de los mayorazgos que su madre poseía en la
ciudad de Cuenca y el patronazgo del convento de la Concepción Franciscana y el
de la capilla de Santa María y Todos los Santos de la catedral, ahora Capilla
del Socorro. Manuel Girón de Zúñiga Loaysa Chinchilla casa con su pariente por
los Girón Jerónima Catalina Carrasco Balboa Cernusculi Girón. Son padres de
Bernardino Girón de Zúñiga Loaysa Carrasco. Casa con Florencia Petronila Cañizares
Luna Valenzuela Velázquez. Padres de Marcos Girón de Zúñiga Loaysa Cañizares
casado con Ana Antonia Belmonte Ramírez de Arellano. Padres de Marcos Girón
Zúñiga y Cañizares que casa con Tomasa Aliaga y Moya, viuda desde 1807 del que
será primer conde de Cervera. Marcos Girón Zúñiga y Cañizares es hermano de
Fernando Manuel Girón y Cañizares, primogénito, vecino de Villaescusa de Haro
que luego se traslada a vivir a Cuenca y vive en las Casas Colgadas. Es hijo y
sucesor de Fernando Manuel es Joaquín Girón y Cañizares. Don Joaquín en su
testamento, redactado el 4 de junio de 1829, menciona que el Rey le había
concedido facultad para vender la mayor parte de los bienes que tenía en la
ciudad de Cuenca por los muchos daños y saqueos que sufre su casa la Guerra de
la Independencia, como le ocurre a los Cervera y en general todas las casas de
la ciudad de Cuenca. Los Girón, ya en el siglo XX, venden la Casa del Rey a
Isidoro Carralero, que la vende a su vez al ayuntamiento de Cuenca en 1926.
Continúan los Girón Cañizares con el patronazgo de la capilla de la Virgen del
Socorro de la catedral de Cuenca. Las Casas Colgadas y el Museo de Arte
Abstracto Español. Pedro Miguel Ibáñez Martínez, Universidad de Castilla- La
Mancha 2016.
[23] Recogemos la ascendencia de Ana Antonia de Belmonte Ramírez de Arellano
Alonso de Belmonte Alarcón, natural de Belmonte en Cuenca, es padre de Antonio
de Belmonte Granero Alarcón. Gana Real Provisión ante la Real
Chancillería de Granada en 1732. Casa con Josefa Ramírez de Arellano, nacida en
Mota del Cuervo. Cuenca. Padres de Ana
Antonia de Belmonte Ramírez de Arellano, nacida en 1711 en Belmonte.
Muere en 1741 en Cuenca. Casa primero con Diego de Parrilla. Después en 1737 en
Belmonte con Marcos Francisco Girón de Zúñiga Loaisa y Cañizares. Con sucesión.
Es su hijo Marcos Girón Zúñiga y Cañizares que casa con Tomasa Aliaga y Moya,
viuda desde 1807 del primer conde de Cervera. Marcos Girón Zúñiga y Cañizares
es hermano de Fernando Manuel Girón y Cañizares, primogénito y heredero de sus
padres.
[24] Cuatro
cuarteles con banda diagonal, concha de Santiago, flor de lis y tres espigas.
Aparece sobre la puerta de la estancia que fue la capilla doméstica del
canónigo González de Cañamares se repite cuatro veces en el techo policromado
de esta estancia.
[25] En el mismo siglo XVII vivió en
ella Andrés de Alarcón, cura de la iglesia de San Miguel. En 1683 vivía Pedro
Manrique de Lara.
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