María
Manrique de Lara nace en 1140, fallece en 1192 y casó con Diego de Vizcaya.
Diego
López de Haro el Bueno nació hacia el
año de 1140. Gobernó de 1179 a 1214. Murió en Burgos.
Diego
López de Haro el Bueno recibe en 1200
el señorío de Vizcaya de Alfonso VIII de Castilla, y en 1212, tras la batalla
de las Navas de Tolosa, el condado de Durango. Alfonso VIII le da la tenencia
del Duranguesado para añadirla a la de Vizcaya.
Diego
López de Haro el Bueno casa dos
veces, primero con María Manrique, hija del conde Manrique de
Lara y Ermesenda de Narbona, y luego con Toda Pérez de Azagra que muere
en 1216; hija de Pedro Ruiz de Azagra, señor de Albarracín, y su
mujer, Toda Pérez de Arazuri había casado primero con Atón Orelya "Atorella Ortíz". Padres
de Pedro que casa con Beatríz Castella y Llanzol, con sucesión, y de Ruy.
Diego
López de Haro el Bueno de la primera
tuvo a Teresa Díaz de Haro que
nace hacia 1190 y después de 1210 casa con su pariente el infante
Sancho Fernández de León que muere en 1220, señor de Monteagudo y Aguilar, hijo
de Fernando II de Léon y Urraca López de Haro, a Lope Díaz de Haro
que sigue como señor de Vizcaya, y de la segunda a Pedro Díaz,
a María Díaz a Mencia Díaz a Urraca
Díaz de Haro que renueva los
vínculos de la Casa de Vizcaya con la Casa de Lara al casar con su pariente Álvaro
Núñez de Lara, fallecido en Toro en 1219 y hermano del conde don Gonzalo Núñez
de Lara y a Aldonza Díaz de Haro que casa con Rodrigo Díaz de
los Cameros, hermano de Álvaro Díaz, y que casa luego con su cuñada Urraca Díaz
de Haro, como su segunda esposa. Diego
López de Haro el Bueno
parece que tuvo también un hijo con una mujer del linaje de los Mendoza de los
que desciende el linaje de Urbina.
Urbina es uno de linajes alaveses descendiente de los
antiguos señores de Vizcaya. Su primitivo solar fue una torre o casa fuerte que
estaba sita en el lugar de Urbina de cuyo nombre se derivó el apellido,
perteneciente hoy al Ayuntamiento de Villareal de Araba y partido judicial de
Vitoria. En fines del siglo XII era señor de dicha casa fuerte el conde Don
García de Mendoza, que murió en la batalla de Alarcos en 1195. Una hija de
este Conde casó con un hijo segundo de Diego López de Haro llamado el Blanco, señor
de Vizcaya entre 1093 y
1124 y
abuelo de el Bueno. Ambos fueron los progenitores de la rama troncal del linaje
Urbina. Por la fechas dadas no parece posible un matrimonio entre un hijo de
este señor de Vizcaya y una hija de este señor de Urbina. Puede ser más probable
el origen en tiempo de Diego López de Haro el Bueno.
De un hijo de
Diego López de Haro el Blanco llamado Sancho parece descender también el linaje
Butrón. Que emparentó con los linajes de Valmaseda, Avendaño, Zamudio de
Ibarguen y con Aramayona en la segunda mitad del siglo XIV. Linajs que asume la
Casa Ducal de Medinaceli.
Escudo de una de las ramas del linaje Urbina: En campo
de oro, un árbol de sinople, y dos lobos de sable, cebados de corderos de
plata, pasantes al pie del tronco. Bordura de azur con ocho sotueres de oro, y
una segunda bordura de gules, con una cadena de oro.
María Díaz de Haro es hija de Diego López de Haro el Bueno y de Toda
Pérez de Azagra. Casa con su pariente de la Casa de Lara el Conde Gonzalo Núñez
de Lara, fallecido después de 1225, hijo del conde Nuño Pérez de Lara y doña
Teresa Fernández de Traba. Padres de Teresa González de Lara (1220-1246), que
casa con el infante Alfonso de Castilla y León, señor de Molina, e hijo de
Alfonso IX de León y Berenguela de Castilla, hermano de Fernando III el Santo. Padres
de Juana de Molina que casa con su pariente de la Casa de Haro Lope VII López
de Haro y Bearne en 1269 y tuvieron por hija a María Díaz de Haro y Molina, que
casó con Juan Castilla y Aragón, hijo de Alfonso X de Castilla y Violante de
Aragón, y tuvieron por hijo a Juan Castilla y Díaz de Haro, señor de Vizcaya,
casado con Isabel de Portugal y Manuel, hija de Alfonso Portugal y Bolonia y
Yolanda Manuel y Aragón. Fuero padres de María Díaz de Haro y Portugal, que
casó con su pariente Juan Núñez de Lara, señor de la Casa de Lara, y fueron
padres de Juan Núñez de Lara y Díaz de Haro que casó con don Tello de Castilla
y Núñez de Guzmán, hijo de Alfonso XI de Castilla y Leonor de Guzmán, y
tuvieron por hija a María, Infanta de Castilla y Haro y señora de Olmeda de
la Cuesta en Cuenca, que casó con Juan Hurtado de Mendoza y Lara el Limpio, señor
de Mendivil. Fueron padres de Juan Hurtado de Mendoza y Castilla, señor de
Morón y Gormáz, que casó con Leonor de Arellano y Manrique, hija de Juan
Ramírez de Arellano y de Teresa y Manrique y Vázquez de Toledo, y fueron padres
de Juan Hurtado de Mendoza y Arellano, señor de Mendivil, que casó con María de
Rojas y Gaona y fueron padres de Inés (Leonor) de Mendoza que, después de 1442,
casó con Pedro de Abendaño y Manrique de Lara, y tuvieron por hijo a Juan de
Abendaño y Mendoza, que casó con Beatriz de Ulloa y tuvieron por hija a Leonor
de Abendaño, que casó con Juan López de Gamboa y tuvieron por hijo a Martín
Ruiz de Abendaño y Gamboa, que casó con doña Isabel de Velasco y Orense y
fueron padres de Prudencio de Abendaño y Velasco, padre de Martín de Abendaño y
Garay, señor del Solar de Garay en Amorebieta.
Don Diego López de Haro el Bueno, señor de Vizcaya emparentó con
los titulares de los señoríos de Molina y Albarracín, que eran colindantes, y
Cameros, junto a los dominios riojanos de los Haro. La familia aparece
integrada en un conjunto poderoso y extenso que asegura la cohesión estamental.
Las armas que hasta Don Diego López de Haro el Bueno desde el infante Don
Zuria, hijo de Don Lope, trajeron todos sus pasados fueron los lobos negros en
campo de plata por alusión al nombre de Don Lope, padre de Don Zuria, a los
cuales acrecentó Don Diego dos corderos sangrientos atravesados en las bocas de
los lobos en que están cebados, por la sangre que en esta batalla derramó de
los infieles, como si en su presencia fueran flacos corderos. Don Diego
López de Haro, llamado por sobrenombre el Bueno, alférez mayor de Castilla y
general en la santa y célebre batalla de las Navas de Tolosa en 1212 muriendo
el señor de Vizcaya dos años después en 1214.
Diego
López de Haro el Bueno casa dos
veces, primero con María Manrique de Lara, hija del conde
Manrique de Lara y Ermesenda de Narbona que son señores de Molina de Aragón y
del valle del río Mesa, Diego Lopez, a quien la genealogía da únicamente
el sobrenombre de el Bueno, aunque también se le llamó el Malo por ciertas
acusaciones de sus enemigos, que atribuyeron a su comportamiento deshonroso la
derrota de Alarcos en 1195. La acusación forma parte de las culpas de la
derrota de Alarcos contenidas en los testimonios sobre la infidelidad de su
primera esposa María Manrique de Lara que muere tres años antes de la derrota
de Alarcós.
…que esta señora Doña María
Manrique se le fue como un Herrero, María muere en 1192 y su marido el
señor de Vizcaya en 1214 dejando viuda a Toda Pérez de Azagra que muere dos
años después en 1216.
...porque se fue con un herrero de Burgos,
Podemos encontrar la expresión medieval se “fue como un Herrero” en la
que la frase se fue con un herrero significa al referirse a una mujer que es
infiel, y en general un poco ligera.
A Don Diego López de Haro el
Bueno sucedió en el estado y señorío de Vizcaya y fue señor de ella su hijo único
varón el conde Don Lope Díaz de Haro, que nació, vivió y tuvo su asiento como
su padre también en Nájera. Tan valeroso y de altos pensamientos, que estando
su padre al principio, al rompimiento de la batalla referida de las Navas de
Tolosa, se escribe le dijo: Señor, haced hoy de forma que no me llamen hijo
de traidor. Y Don Diego le respondió: Llamarte han hijo de puta, pero no, hijo
de traidor. Aludiendo a la liviandad de su madre Doña María Manrique.
Cuando murió doña María
Manrique en satisfacción de su culpa, si bien se mandó enterrar en el
monasterio de Huerta donde
se enterraban los Lara señores de Molina de Aragón, pero no en el capítulo donde estaban sus padres, sino fuera de la
iglesia a la entrada de ella para que todos hollasen su cuerpo, sobre el cual
se puso una lápida de alabastro con su bulto de relieve, donde estuvo hasta los
tiempos del emperador Carlos V, el cual pasando por aquel monasterio, y
preguntada y sabida la causa de que sepultura tan lustrosa ocupase lugar tan
humilde, mandó quitarle de allí y que la pusiesen dentro del capítulo con sus
padres diciendo que ya había hecho harta penitencia.
Patrocinadores importantes del
monasterio de Santa María de Huerta fueron los señores de Molina que eligieron
el monasterio para su sepultura, incluyendo al primer titular del señorío, el
conde Manrique Pérez de Lara así como su hijo Pedro, ambos enterrados, junto
con otros miembros de su linaje, en el panteón de los condes de Molina ubicado
en el claustro gótico.
1528.- Pasa por Huerta Carlos V en julio. 1529. Camino de Barcelona
pasa Carlos V. 1543.- Vuelve a pasar Carlos V camino de Barcelona.
LA GENEALOGÍA DE LOS HARO EN EL
LIVRO DE LINHAGENS DEL CONDE DE BARCELOS. Compuesto entre 1340 y 1344 por Pedro
Afonso, conde de Barcelos (a. 1282-1354), hijo natural del rey don Dionís de
Portugal, fue objeto de dos refundiciones, una hacia 1360-1365 y otra hacia
1380-1383. Trata de los orígenes y la sucesión de las familias regias y nobles
más notables del área peninsular y representa la pieza principal del corpus
genealógico portugués de los siglos XIII y XIV.
La infidelidad de María Manrique
es el motivo de la separación del señor de Vizcaya porque se
fue con un herrero de Burgos. Extraña acción que puede tratar de justificar
el matrimonio de don Diego con su segunda mujer Toda Pérez de Azagra aun
viviendo María Manrique.
Para Julio González la temprana
muerte de María pudo haber motivado la leyenda. Otros autores que esta
actuación de María que es degradante para el linaje de Haro, pudo ser introducido
por iniciativa de los Lara. A mediados del siglo XVII se escribe, esta Señora
Doña María Manrique no andaba en la escuela de Venus, porque Venus dejó al
marido herrero por un Marte, y ella a aquel Marte por un herrero.
Lo que se dice sobre María Manrique
se entronca con la leyenda de Melusina, presente en los orígenes de los Haro y
de los Manrique, en las versiones de Domus Diego López y la Dama de Vizcaya y en
la versión de la antepasada de los Manrique que vienen de los vizcondes de Narbona donde está la
leyenda de la Dama Carcas que da origen al nombre de cercana ciudad de
Carcasona.
Según una tradición, el topónimo Carcasona deriva del nombre de una
princesa sarracena protagonista de una anécdota cuya historia, elevada al rango
de leyenda, remonta a los tiempos de la ocupación musulmana y del emperador
Carlomagno a principios del siglo VIII.65 66
Tras ser ocupada por las fuerzas musulmanas que acababan de conquistar el
reino visigodo de Hispania y sus posesiones deSeptimania, la plaza fuerte de
Carcaso se dispuso a afrontar un asedio emprendido por el ejército de
Carlomagno que se extendió durante cinco años. Al frente de los caballeros que
defendían la ciudad se encontraba la dama Carcas, pues su esposo había
resultado muerto. Al debutar el sexto año del sitio, las provisiones de
alimentos y agua comenzaron a escasear y Carcas ordenó entonces realizar un
inventario de los recursos todavía disponibles. La población le presentó como
únicos víveres un cerdo y un saco de trigo, pero a pesar de ello la dama Carcas
ideó una estratagema, ordenando que se cebara el animal con todo el trigo
contenido en el saco y a continuación, que se lanzara al pie de las murallas
desde la torre más alta de la fortificación.
La reacción de Carlomagno y sus tropas ante el espectáculo del animal
lleno de trigo que acababa de ser desperdiciado fue la de interpretar que los
habitantes disponían de víveres en abundancia por lo que cayendo en el engaño y
considerando inútil el ataque, dispusieron retirarse poniendo fin al asedio. A
la vista del ejército imperial en retirada, Carcas ordenó que se hicieran sonar
todas las campanas de la ciudad y fue en ese momento que uno de los hombres de
Carlomagno exclamó:
"¡Carcas sona!"
Genealogía de los vizcondes de Narbona
Maiol. 1º vizconde de Narbona. Contrae matrimonio con Raimunda. Son
padres de:
II. Ulberardo.
Vizconde de Narbona. Contrae matrimonio con Richilde. Son padres de:
III. Odón. Vizconde de
Narbona desde 924. Contrae matrimonio con Riquilda, hija de Wifredo II, conde
de Barcelona, y de Garsinda de Toulouse. Fallece en 933. Son padres de:
IV. Manfred. Vizconde de
Narbona. Contrae matrimonio con Adelais. Son padres de:
V. Ramón. Vizconde de
Narbona. Contrae matrimonio en 947 con Ricarda, hija del conde Hugo de Rodes.
Son padres de:
VI. Berenguer I, el
Cónsul. Vizconde de Narbona. Conde de Tarragona. Contrae matrimonio con
Garsenda de Besalu, hija de Bernardo I Taillefer, conde de Besalu, y de Toda de
Provenza, hija del conde Guillermo I. Fallece en 1067. Son padres de:
1. Bernardo Berenguer (que
sigue en VII)
2. Rixenda de Narbona. Contrae
matrimonio con Ricardo II de Milhau, vizconde Gevaudan, hijo de Ricardo I de
Milhau y de Irmengarda de Gevaudan. DESCENDENCIA CONDES DE GEVAUDAN.
VII. Bernardo Berenguer.
Vizconde de Narbona desde 1067. Contrae matrimonio con doña Fe, hija del conde
Wifredo de Cerdanya y de Dulce de Pallars. Son padres de:
VIII. Aimerico I. Vizconde
de Narbona. Contrae matrimonio con Mafalda de Apulia, viuda del conde Ramón
Berenguer II de Barcelona e hija de Roberto I Guiscardo, conde de Sicilia. Son
padres de:
IX. Aimerico II.
Vizconde de Narbona. Contrae matrimonio con Ermengarda. Son padres de:
1. Aimerco III. Vizconde de
Narbona. Fallece sin sucesión.
2. Ermesenda. Contrae matrimonio
con el conde Manrique de Lara, hijo de Pedro González de Lara y de Eva Pérez de
Traba. DESCENDENCIA EN GENEALOGÍA MANRIQUE DE LARA, señores de Molina de Aragón
y Valle del río Mesa y vizcondes de Narbona.
3. Ermengarda. Vizcondesa de Narbona. Muere sin descendencia. Cedió el
vizcondado a su sobrino Pedro Manrique de Lara, hijo de su hermanastra
Ermesenda, en 1192, y se retiró a Perpiñán donde murió años más tarde. Su
cuerpo fue enterrado en la Abadía de Fontfroide.
Melusina es un personaje del universo imaginario medieval representado en
la iconografía y en el arte de la época en forma de mujer que en lugar de
piernas cuerpo de serpiente. Representada generalmente como una mujer en apariencia que se convierte
en serpiente o en pez los sábados como un hechizo impuesto por su madre
Presina; esto nos hace pensar que podría ser tanto un dragón, como una sirena,
aunque también algunas historias nos la refieren como un hada nacida en un
pasado remoto.
Mari o Maddi es el numen principal de la mitología vasca precristiana. Es
una divinidad de carácter femenino que habita en todas las cumbres de las
montañas vascas, recibiendo un nombre por cada montaña (además de ser
relacionada y a veces confundida con Amalur). La más importante de sus moradas
es la cueva de la cara este del Anboto, a la que se conoce como «Cueva de Mari»
(«Mariren Koba» o «Mariurrika Kobea»), que atribuye a Mari el nombre de «Mari
de Anboto» o «Dama de Anboto» («Anbotoko Dama»). También existe en la mitología
aragonesa bajo el nombre de Mariuena. Frecuentemente se ha asociado a la «Dama»
con personajes de la historia de Vizcaya, creando una simbiosis entre mitología
e historia. Se le vincula con el primer señor histórico del territorio de
Vizcaya, Diego López I de Haro, al que se supone casada. Al casarse le hizo
prometer que nunca se santiguaría en el interior de la casa, pero un día éste
incumplió su promesa y Mari, inmediatamente, salió de la casa volando con su
hija. Esta leyenda muy bien puede hacer referencia a los pactos alcanzados para
mantener a Vizcaya dentro de Castilla y a la traición que los señores de
Vizcaya cometieron cristianizando el país (y rompiendo el pacto con Mari). Esta
leyenda es similar a la que narra otra historia, la maldición de Melusina.
Debido a una maldición que le echa su madre, Melusina está obligada a
convertirse en mitad serpiente las noches de los sábados, cosa que ocultó a su
marido hasta que éste la descubrió, lo que provocó que ésta huyera volando.
LA DAMA DEL PIE DE CABRA, PORTUGAL. D. Diego López, Señor de Vizcaya,
yendo de montería, oyó cantar a una mujer que estaba en una alta peña y se
enamoró de ella, requiriéndola para esposa. Ella aceptó con la condición de no
santificar su matrimonio. La mujer era hermosa, pero con un pie deforme como de
cabra. Tuvieron un hijo y una hija. Comiendo todos juntos, un día D. Diego tiró
un hueso de jabalí que se disputaron los perros. Riñendo éstos una podenca mató
a un alano, y D. Diego se santiguó diciendo “Válgame Santa María”. Al oír esto
la mujer quiso coger sus hijos y huir. D. Diego pudo asir al hijo, pero la
mujer huyó con la hija y nunca más se logró verlas.
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