lunes, 15 de febrero de 2016

Alcázar de los Reyes Cristianos. Córodba



Construido por Alfonso XI en 1328 como residencia real y baluarte defensivo sobre el Alcázar Musulmán.


El alcázar andalusí, también conocido como alcázar Omeya o alcázar Califal fue la residencia de los emires y califas de Córdoba y sede del gobierno de al-Ándalus desde el siglo VIII, en que se establece Córdoba como capital, hasta la conquista cristiana, en 1236.

El alcázar no era un edificio en sí, sino un grupo de edificaciones y espacios ajardinados, protegido por una muralla, con una extensión de 39.000 m2. Además de las dependencias reales -las del califa y su familia-, también englobaba despachos oficiales, jardines, baños y viviendas destinadas al servicio.
Estuvo situado en el solar en el que más tarde se construyó el Palacio Episcopal, justo frente a la mezquita, configurando junto a esta el espacio que gobernaba la ciudad, tanto en civil como en lo religioso. Ambos quedaban conectados por una galería en alto, el sabat, usada por el califa para acceder directamente a la sala de Oración.
Las teorías actuales señalan que el alcázar ocuparía una extensión similar a la del Palacio Episcopal, incluyendo la parte que se destinó a biblioteca Provincia en 1984 y el Campo Santo de los Mártires, coincidiendo la carretera que separa la plaza con el límite de la muralla.


Tras la conquista cristiana, el edificio perdió su función como centro de poder político para convertirse en centro religioso con la construcción del palacio episcopal, aprovechando restos de la muralla del alcázar que hoy pueden verse integrados en la fachada del propio palacio, así como en parte del palacio de Congresos. Igualmente, en un pequeño patio al que se accede desde el patio principal de dicho palacio puede verse uno de los torreones que protegían el lienzo norte del alcázar.
Junto a estos restos, lo único que se conserva del alcázar son unos baños, los llamados califales, situados en el Campo Santo de los Mártires.
Respecto al sabat, éste desapareció con posterioridad a la desaparición del propio alcázar; sin embargo, aún puede verse en la fachada occidental de la mezquita -casi en la esquina con la fachada norte- una pequeña puerta que daba acceso a la qibla desde este pasillo, así como la planta del mismo, marcada en el suelo.



El Castillo de la Judería limitaba al este con el recinto de la Medina, al oeste con el recinto del Alcázar Viejo, y al sur con el Alcázar de los Reyes Cristianos.

El barrio del Alcázar Viejo era el lugar donde se establecieron los judíos tras la conquista cristiana de la ciudad, en 1236.

El llamado Castillo de la Judería era una antigua construcción militar aprovechada por los judíos que llegaron a Córdoba a partir de 1236, y que los sucesivos reyes castellanos fueron permitiendo. La Judería a la que alude el nombre de este recinto desapareció tras su asalto y destrucción en la más importante revuelta antisemita de la Córdoba bajomedieval, que tuvo lugar en junio de 1431.
En el barrio del Alcázar Viejo –también llamado de San Basilio– existía una antigua fortificación almohade, aprovechada por los judíos que llegaron a Córdoba a partir de 1236, conocida como Castillo de la Judería. Constituía una de las fronteras del barrio judío, cuyo recinto amurallado limitaba al este con el recinto de la Medina, al oeste con el Alcázar Viejo, y al sur con el Alcázar de los Reyes Cristianos, con los que compartía sus murallas y torres.
Del Castillo de la Judería destacan la Torre de Belén, de nombre bíblico, y el lienzo de muralla adjunto, que comparte con el recinto amurallado del barrio del Alcázar Viejo el llamado Torreón de la Muralla y el lienzo norte de muralla, que limita hoy día con uno de los laterales del Mercado del Alcázar, por una calle peatonal que lleva el nombre de Hasday Ibn Shaprut. El muro oeste del Castillo de la Judería sirvió como base a la muralla que protegería el nuevo barrio del Alcázar Viejo.
El Torreón de la Muralla, de planta casi cuadrada, actualmente está integrado en una vivienda particular. La Torre de Belén cuenta con tres pisos y un mirador con cinco huecos de arcos de medio punto. La planta baja fue convertida en ermita, por lo que tomó el nombre de Torre de las Imágenes (Torre de San Benito).
También formaba parte del conjunto el molino de la Albolafia, construcción almohade del siglo XIII, usado para proveer de agua al conjunto.



Antiguo palacio real y posterior cárcel, construido en el siglo XIV sobre el alcázar andalusí

Está situado en el Campo de los Santos Mártires de Córdoba, a orillas del río Guadalquivir y en el entorno de la Mezquita Catedral.

Entre sus residentes más destacados, estuvieron los Reyes Católicos, cuya hija, la infanta doña María nació aquí.









 La antigua Huerta del Alcázar se ha transformado en una impresionante superficie de aproximadamente 55.000 m² de magníficos jardines 















Caballerizas







Alfonso XI, constructor del Alcázar





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