En 1371 Enrique II concede la alcaldía de la fortaleza de Montalbo a Lope López, hijo de quien fuera tenente del castillo de Huete, Alfonso Martínez de Huete. En 1385, siendo alcaide del castillo de Montalbo, muere Lope López en la batalla de Aljubarrota a donde había acudido, con seis lanzas y un ballestero acompañando al infante don Pedro de Aragón, bisnieto de Jaime I el Conquistador, hijo del que por entonces era marqués de la villa de Villena que luego sería de los Pacheco, señores de Belmonte.
Fueron Alfonso Martínez de Huete y sus descendientes señores en las tierras de Huete de Cabrejas, Valmelero-ahora despoblados-[2] y Villarejo de la Peñuela por gracia de Alfonso XI, monarca que concede igualmente en estas tierras a los Sandoval el señorío de Caracena del Valle.
De la Casa de Alfonso Martínez de Huete serán los señores de Montalbo y los señores de Villarejo de La Peñuela cuyo octavo titular será conde consorte de La Ventosa a inicios del siglo XVII.
Pedro Coello,
III señor de Montalbo, ya había formado parte del Concejo de Huete, cuando fue
elegido Caballero-Veinte en 1429 y 1430. También su hijo Hernando de Ribera,
señor de Villarejo de la Peñuela y Cabrejas, fue regidor entre 1489 y 1490 y Esteban
Coello, IV señor de Montalbo y hermano de Hernando, sería Caballero-Veinte entre
1490 y1491. Junto a Gutierre de Sandoval, Esteban Coello aparece como testigo
en la confirmación de privilegios que Enrique IV hace a la villa de Huete,
cuando llega al trono en 1454. El mismo año, la villa de Huete solicita de
Esteban Coello su ayuda al Corregidor para la recuperación de lugares que le
habían sido usurpados. En 1487, Esteban Coello recibe Comisión del Concejo de
Huete para entender sobre la
entrada de hombres de la villa de Salmerón, del duque del Infantado, en
Albendea-ahora Cuenca-, de donde se llevaron hasta la pila de una ermita.
El primer duque
de Huete es dueño de Castillejo y su fortaleza, del término y castillo de
Anguix y del llamado por Lope Vázquez de Acuña Castil de Acuña en Huelves.
Sabemos que el Castil de Acuña en 1494 aun estaba en pie. De 1494, Al
corregidor de Huete que guarde una ejecutoria referente a derribar la fortaleza
de Huelves, llamada por Lope Vázquez Castil de Acuña. Las propiedades de Lope
Vázquez de Acuña y Carrillo de Albornoz estaban todos en la Tierra de Huete.
La sentencia arbitral concedió Viana y su fortaleza y la villa de La Puerta con sus rentas a Lope Vázquez y Lope de Acuña, y obligó a Pedro Núñez de Prado a ciertos saneamientos: que doña Mencía les diera cualquier derecho de obligación e hipoteca de su dote y arras o de otra manera que pudiera tener en esos lugares, por lo que otorgó su consentimiento con el juramento a Dios, Santa María y a la señal de la cruz de guardar y cumplir todo lo que había en la escritura. Lope Vázquez debía pagarle, por el derecho que pretendía tener, 200.000 maravedíes en cinco plazos: 20.000 en marzo de 1482, 30.000 en abril, 50.000 en junio, 50.000 el día de Navidad y otros 50.000 el día de la Pascua de Resurrección. Pedro Núñez también tuvo que devolver ciertas cantidades de pan, maravedíes, aceite, sal, armas, ganados y otros bienes que había tomado por fuerza a la mesa arzobispal. Pedro Núñez de Prado otorgó una carta de pago de 87.390 maravedíes para satisfacer los papeles que debía sobre Viana. También otorgó una carta de pago de los 200.000 maravedíes que le debía pagar Lope Vázquez. En los pleitos sostenidos, los jueces árbitros fray Rodrigo de Orense, prior del monasterio de San Bartolomé de Lupiana y general de la Orden, y el doctor Tomás de Cuenca, abad de San Justo de Alcalá y canónigo de Toledo, impusieron perpetuo silencio a Pedro Núñez para que nunca pudiera pedir lo susodicho. Se ordenó a Pedro Núñez que renunciara sus derechos y entregara toda la documentación tocante a la villa y fortaleza al procurador de la familia Acuña, en virtud del poder que le otorgaron el 1 de diciembre de 1481. En 1482, Pedro Núñez de Prado aprobó la sentencia dada por los jueces. Doña Mencía de la Torre, mujer de Pedro Núñez de Prado, con licencia de su marido, que había entablado pleitos contra el arzobispo Alfonso Carrillo, su hermano Lope Vázquez de Acuña y su sobrino Lope de Acuña por la villa de Viana y el lugar de La Puerta, renunció a cualquier obligación o hipoteca que pudiera tener en estas villas. Los hijos del matrimonio Gonzalo, Alfonso, Pedro y Blanca de Prado consintieron la sentencia en 1483.
En 1477, Lope Vázquez presentó una suplicación ante la reina por las cantidades de maravedís, trigo, ganado y otras cosas que tenía en algunos lugares del obispado de Cuenca, asy por recabdos e obligaçiones como syn ellas, e asy mismo otras personas le tienen entrados, e ocupados e tomados ciertos heredamientos e otros bienes rayses que él tenía e poseya en la dicha çibdad de Huete y su tierra, y no querían devolvérselo pese a sus requerimientos. Álvaro de Luna-cuya es Escamilla-, pariente del Condestable, y Juan Osorio, corregidor de Huete, fueron designados como comisarios para dilucidar la justicia del negocio. El concejo optense envió después una relación por la que Lope Vázquez trató de evitar tomar por juez a Juan Osorio, por su condición de corregidor de Huete, çibdad donde más costes e daños las partes podían ser demandadas e donde mejor e más prestamente lo podían saber la verdad”, por lo que eligió a Álvaro de Luna. Además, éste, a petición suya, dio una carta contra 40 vecinos de Carrascosa y Pineda, lugares de la tierra, término y jurisdicción de Huete, para que “en la dicha carta contenydo mostrasen ante vos los títulos que tenían a las no segasen los panes que tenían senbrados en Valdejudíos e en Naharros, términos de la dicha çibdad, e que çiertas personas los cogiesen e toviesen enbargados, que de nuestro deçidido término dichas tierras”.
En 1480 el concejo de Mazarulleque, aldea de Huete, presentó una relación en el Consejo Real sobre ciertos contratos que había firmado con el fin de conseguir el dinero necesario para rescatar varios vecinos presos por Lope de Acuña, hijo de Lope Vázquez. Los monarcas encomendaron al doctor Alfonso Díaz de Montalbo, oidor de la Audiencia y del Consejo Real, la comisión de la petición del concejo de Mazarulleque: “que al tienpo que nos mandamos ir gente de cauallo e de pie contra Lope Vásques de Acuña, que la dicha çibdad de Huepte tenía revelada contra nuestro seruiçio, dis que vinieron a aposentar en el dicho lugar nuestros capitanes e gentes, de los quales dis que recibieron asas daños e males. E dis que, partidos los dichos nuestros capitanes e gentes del dicho lugar, que luego el dicho Lope Vásques enbió allí a Lope de Acuña, su fijo, con fasta ochenta roçines e muchos peones a les faser todo mal e daño. E dis que los vesinos del dicho logar se retraxeron a la yglesia del dicho logar, e que la dicha gente les convatieron e que por fuerça les çerraron en la dicha yglesia, e mataron a un vesino del dicho lugar e firireron otros dentro en la dicha yglesia, e que levaron presos fasta treinta vesinos dellos e les rescataron a dineros, e que les levaron todos los ganados del dicho [logar], en tal manera que dis que todos quedaron robados e perdidos. E dis que viéndose en tan grand nesçesydad por pagar el dicho rescate, dis que ouieron de contratar con donna ¿Eçisbona?, judía que mora en Almonaçid, e con Pedro de Sancarén e Álvaro de la Herrera, vesinos de la dicha çibdad de Huepte, de tener dellos por conçejo tres rentas, por dies años por dies e ocho cayfises de pan por cada un año, para que los sobredichos los socorryesen con XII de la qual dicha renta, dis que les han pagado un año. E dis que sy el dicho conçejo e omes buenos del ouiesen de pagar los XVIII cayfises de pan en cada un año de los otros IX años que quedan, se despoblaría el dicho logar e quedarían perdidos e desposeydos segúnd el cargo que tienen de otras rentas de otros señores de heredades”. Por tanto, solicitaban que los sobredichos tomaran y reciban sus heredades y los 12.000 maravedíes con que los socorrieron y anularan los contratos existentes.
En 1480, Fernando de Gaona, vecino de Huete, también reclamó que Lope Vázquez le había ocupado una heredad e casas e otras cosas a ella anexas que él poseía por justos y derechos títulos en la jurisdicción de Huete, a quien le había requerido “que le dexe e entregue e restituya la dicha su heredad”. También se amparaba en las susodichas leyes de Valladolid y Madrigal; “Que puede aver doce años, poco más o menos, que Lope Vásques de Acuña, por fuerça y contra su voluntad, por su propia abtoridad e syn liçençia e mandamiento de jues alguno, le entró e tomó e ha tenido y tiene entrada e tomada e ocupada la dicha heredad e casas e las otras cosas della e a ella e anexas, llevando los frutos e rentas e alquileres de todo ello”. Juan Osorio, corregidor de Cuenca y Huete, fue encargado de este pelito.
En 1497, el licenciado Gómez Fernández de la Muela[16], vecino de Huete, solicitó la devolución a los propios de la ciudad de los montes que fueron roturados y apropiados como particulares en el tiempo que Lope Vázquez tiranizó Huete.
Lope Vázquez de Acuña el Viejo contrajo matrimonio por primera vez con María de Mendoza, hija de los señores de Cañete, de las segundas nupcias de Diego Hurtado de Mendoza, y señora de Naharros[17]. Tuvieron dos hijos, Lope “el Mozo” y Hernando de Acuña, y cuatro hijas, María; Beatriz; Inés- monja y priora en Santo Domingo el Real de Madrid-y Teresa. En segundas nupcias se casó con doña Leonor de Aragón, pero no tuvieron hijos. Lope Vázquez de Acuña el Mozo fue II señor de las villas de Viana por cesión de su tío el arzobispo de Toledo en 1482, y III señor de Azañón y la Puerta, Guarda mayor de los Reyes Católicos, su Vasallo y de sus Consejo, fundó con su mujer nuevo mayorazgo en 1504, previa facultad Realzada en 1502. Muere hacia 1524.
El primer duque de Huete realizó igualas y conveniencias con sus hijos por el pago de los bienes que habían de heredar de su madre María de Mendoza, que santo Paraíso aya. Donó a sus hijos los lugares del valle de Viana, y las fortalezas de Castillejo, Anguix y el Castil de Acuña con sus términos en esta propiedad el 22 julio 1483[18].
Como herencia de sus padres el primer duque de Huete había quedado como señor de la villa de Azañón por renuncia de su hermano Alonso; Yo, el protonotario Alfonso Carrillo de Acuña, hijo de Lope Vázquez de Acuña, en cuyo mayorazgo se concertó que yo oviera la fortaleza de Anguix y la heredad de Villaconejos, como vos, mi hermano Lope de Acuña, tenéis esposa lexítima e hijos lexítimos que puedan conservar el linaje y honra del dicho Lope Vázquez, nuestro padre.
Dio a su hijo de igual nombre, casado con María de Contreras, sus villas de Azañón y Viana, con la condición de poder disfrutar los frutos y rentas de ellas de forma vitalicia. Fue el primogénito del que fue I duque de Huete tan inquieto y gastador que su padre le dio licencia para vender, Anguix, las villas de Azañón y Viana con todos los lugares del valle de Viana a su pariente Íñigo López de Mendoza, segundo conde de Tendilla, obligándose a darle anualmente a su padre 52.000 maravedíes de renta mientras viviera. Lope de Acuña y su mujer María de Contreras venden en 1485 Azañón y Viana y la fortaleza de Viana con los vasallos, pechos, derechos, martiniegas, portazgos, yantares, escribanías, presentes, servicios, jurisdicción civil y criminal, montes, aguas, prados, pastos, dehesas, ejidos, molinos, batanes, viñas, huertas, arboledas y 43.000 maravedíes de juro de heredad que Lope de Acuña tenía situados por provisión en las alcabalas y tercias de las villas y lugares del valle de Viana; Montiel, La Puerta, Cereceda y Piedralveche. Cada vasallo raigado que hubiese en las villas contaba por 6.000 maravedíes; por cada millar de renta cierta en las villas y sus vasallos, 20.000; por cada millar sobre molinos, batanes y censo, y por cada fanega de trigo, cebada y centeno según se suelen vender en la comarca de Azañón y Viana; por cada millar del heredamiento de los que allí tenía salvados en las alcabalas y tercias, 8.000; por la fortaleza de Viana y la casa de Azañón lo que fuere tasado y aprobado. Estas ventas se elevaron a la cantidad de 1.720.000 maravedíes. Hasta 1487 no se hizo efectivo el pago de la venta. Don Fernando y doña Isabel concedieron la facultad a Lope Vázquez de Acuña el Joven para vender la villa de Azañón al segundo conde de Tendilla, porque pertenecía a su mayorazgo. Alfonso Carrillo de Acuña tío del vendedor, también ratificó la venta de Azañón y Viana así como la de Anguix en febrero de 1487. Dos años más tarde Alfonso Carrillo de acuña ratificaba su renuncia a Anguix.
Después de esto hubo otros conciertos por donde él ovo de faser mayoradgo a Lope de Acuña. Los Reyes Católicos dieron facultad en 1486 a Lope Vázquez de Acuña para hacer mayorazgo[19]. Había vendido y su hijo casi toda la hacienda que tenía en la tierra de Huete y los heredamientos que poseyó en el término de Huete por lo que hizo mayorazgo de apenas 314.000 maravedíes. Lope Vázquez de Acuña, de su agradable y espontánea voluntad, por la facultad del rey hizo mayorazgo en enero de 1487 en el castil de Acuña de la casa y fortaleza de Castillejo, que tenía por merced de su hermano el arzobispo don Alfonso Carrillo de Acuña, por venta de Luís Carrillo de Guzmán de los señores de Cervera, a quien se pagaron 300.000 maravedíes; la casa y huerta de Huete cercana a la Iglesia de San Nicolás de Almazán, que era aledaña de la casa de los herederos de Pedro de Huete, escribano, y, de la otra parte, colindaba con la calle pública y la casa de Alejo de Sandoval, que valía 100.000 maravedíes; la heredad de Valdejudíos, por valor de 40.000, y la de Naharros, por valor de 20.000; y los 8.000 de los derechos sobre las escribanías de Huete que valían 80.000 maravedíes, de los que eran pagados anualmente 43.000 de juro de heredad situados en Azañón y Viana; de Mondejar, y los lugares del valle de Viana que, con su licencia, su hijo vendió. Su hermano Alfonso Carrillo de Acuña, y sus hijos la priora doña Inés de Acuña y doña María, mujer del comendador Diego de Avellaneda, renunciaron al mayorazgo, que quedó para Lope Vázquez de Acuña el Mozo. Éste y sus herederos debían ser patrones de la capilla que su padre el I duque de Huete había comenzado a construir en el monasterio de San Francisco de Huete.
En 1499, ya difunto su padre, Lope Vázquez de de Acuña y su mujer doña María de Contreras obtuvieron la licencia regia para poder vender la fortaleza de Castillejo-Saelices-, en aras de obtener ingresos para el casamiento de su hija, porque estaba vinculada al Mayorazgo. El rey Fernando compró al Mozo la fortaleza de Castillejo con sus términos, prados, pastos, molino y batán por 3.200.000 maravedíes.
[1] Bibliografía sobre la ciudad de Huete.
Autores, documentos, citas sobre vecinos y naturales. Acontecimientos Formada y anotada por don Manuel de Parada y
Luca de Tena. Marqués de Peraleja. Numerario de la Real Academia Matritense de
Heráldica y Genealogía, y su bibliotecario.
[2] Valmelero es un pequeño arroyo que nace en el caz que
le da nombre; sigue por Villarejo de la Peñuela y Valdecolmenas de Arriba y de
Abajo, e incorporado con el de Villar del Maestre y Villar del Saz de Navalón,
sale del partido para entrar en el de Huele y formar el río Mayor. Valmelero y
sus cercanos Fuente Ruz y Cabrejas son ahora despoblados. Fueron señoríos de
los Ribera titulares del señorio del cercano Villarejo de la Peñuela. Hay otro
arroyo de Valmelero en un cauce rocoso en el Alto Tajo, al norte de Vega del
Codorno en la serranía de Cuenca.
[3] Sobre los Montalbo y los Cervera, La Casa de los condes de Cervera en Cuenca. Paloma Torrijos Medina.
Estructura urbana de Huete en el siglo
XV. José María Sánchez Benito, 1994.
[4] En su testamento el primer señor de Montalbo, deja a
su hijo Pedro Coello, segundo señor de Montalbo, como sucesor en el Mayorazgo,
Quedan fuera del Mayorazgo Las fincas de Tresjuncos y Alcolea, que se reservan
para su mujer, Leonor. Las casas y tierras de Almonacid, quedan para su hijo,
Payo. La casa de
Huete, en usufructo
para su esposa,
Leonor, y en propiedad
para Pedro con la condición de
que éste viva en ella y ceda la suya a Payo. Si Pedro no viviera en la comarca,
las casas de Huete serían para Juan de
Sandoval, nieto del testador. Este Juan es el que casa con la hermana
del primer señor de Cervera.
[5] Ordenanzas reales de Castilla o Libro de las Leyes de
Alonso Díaz de Montalvo. José Garrido Arredondo. Fondos bibliográficos de la
Universidad de Granada de la época de Isabel la Católica. María Amparo Moreno
Trujillo, 2004.
[6] No se sabe
cuándo fue fundado exactamente el Convento de San Francisco de Huete, pero se
atribuye su fundación al propio San Francisco de Asís. El edificio estaba
situado extramuros y fue costeado por las principales Casas de la ciudad, que
colocaron sus armas en las partes sufragadas por cada una de ellas. Se
convirtió en convento de frailes observantes en 1501. Traslada a las afueras de
la ciudad desde que quedara vacio con la Desamortización empieza a producirse el
deterioro del edificio. En torno a 1904 ya sólo quedaban algunos restos sobre
los que se levantaría una fábrica de Harinas. La fundación del convento de
clarisas de la orden de San Francisco en
Huete se remonta a principios del siglo XVI, cuando los franciscanos
solicitan al Concejo de la ciudad poder tomar posesión del que había sido
convento de San Francisco- sus ruinas las podemos al entrar en Huete en las
inmediaciones de la piscina municipal en la carretera que lleva a la estación
de ferrocarril-, trasladado a la afueras de Huete. Este convento pasa a
denominarse de Nuestra Señora de la Misericordia de Huete. Su existencia se
extiende desde 1520 hasta 1835. Piden, además, que se incorpore
la propiedad de una ermita y algunos edificios que había junto al convento. En
uno de estos locales se ubicaba la sede de una cofradía conocida como de la
Misericordia. Esta ermita había sido antiguamente un pequeño hospital. En 1503
la cofradía cede el lugar al Concejo que a su vez lo cede a la orden para que
pudieran, finalmente, hacer la nueva fundación. Será oficial en el año 1520,
cuando cuatro religiosas del Real Monasterio de Santa Clara de Alcocer llegan a
Huete para instalarse en el nuevo convento. Permanecerían en la casa hasta el
siglo XIX. En 1835 se ven afectadas por los decretos de exclaustración de
Mendizábal que les obliga a abandonar el convento. Así, en 1836 se trasladan a
otro convento de la misma orden en el municipio de Priego, Cuenca. Pascual
Madoz. Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones
de Ultramar. José García Oro. Los Franciscanos en España. Historia de un
Itinerario Religioso, 2006. En la actualidad,
los propietarios y el Ayuntamiento de Huete han llegado a un acuerdo para su
rehabilitación y la instalación en sus dependencias de infraestructuras
culturales.
[7] Casonas Solariegas de Huete. Ayuntamiento de Huete. Y
La imprenta incunable en Huete y el tipógrafo Álvaro de Castro. Paloma Alfaro
Torres, 2016. Y Álvaro de Castro, ¿impresor de bulas incunables de cruzada en
Valladolid? Fermín de los Reyes Gómez. Universidad Complutense de Madrid, 2019.
En la obra Comentario crítico-jurídico-literal a las ochenta y tres Leyes de
Toro. Sancho de Llamas y Molina. Editorial: Ed. Banchs Editor, colección
"Textos de juristas clásicos hispanos", Barcelona, 1974, se recogen
cumplida información sobre la edición de las Ordenanzas Reales de Castilla en
la ciudad de Huete.
[8] Todavía es
más lamentable la pérdida del archivo familiar del docto Montalvo, que había
ordenado en Gascueña D. Francisco Manuel
de Sandoval y Parra. No es de extrañar
que los Sandoval que son Coello y en cuya casa parece que se imprimen las
Ordenanzas Reales tengan interés en custodiar los papeles familiares del doctor
Montalvo. Este tuvo casa y hacienda en Huete y en Barajas de Melo de donde
tambien también fue vecino. Montalvo casa en tres ocasiones. En 1448, Montalvo
vivía en Huete y era Procurador del Común. Podemos leer una interesante
biografía del doctor Montalvo en la obra titulada Noticias de la vida, cargos y
escritos del doctor Alonso Díaz de Montalvo Magistrado insigne en los tres
reinados de Juan II, Enrique IV y Reyes Católicos por Fermín Caballero que nace
en Barajas de Melo y escribe de modo
vehemente sobre la Tierra de Huete en el siglo XVIII. en la obra Alfonso Díaz
de Montalvo: Juez y Jurisprudente en Castilla durante el siglo XV. Salustiano
de Dios. Universidad de Salamanca, 2016, tambien podemos leer sobre el doctor
Montalvo su vida y su obra teniendo en cuenta lo que sobre Montalvo escribe Fermín
Caballero. El doctor Montalvo pasa a vir a Huete desde su Arévalo natal en Avila cuando su padre se traslada a esta
Ciudad en compañía de su mujer Isabel Ortiz de Cuenca que podía ser natural de
Huete. Montalvo testa en Huete en 1496.
[9] Espacio. Tiempo y Forma. 1994. Estructura urbana de
Huete en el siglo XV José María Sánchez Benito.
[10] En 1465 y 1466 recibió 70.000 maravedíes por juro de
heredad, 6.000 de quitación vitalicios, 54.000 para dieciocho lanzas y otros
45.000 para quince lanzas.
[11] Fue en 1177, a raíz de la conquista de Cuenca, que
"Azagnón" (Azañón) pasó al reino cristiano de Castilla quedando
incluido en el Común de Villa y Tierra de Cuenca, usando su fuero y
estando bajo su jurisdicción. Luego, en 1253, y por donación de Alfonso X
"El Sabio", rey de Castilla y León, Azañón pasó a ser, Junto a
Viana, Cifuentes, Val de San García, Valdeolivas y Palazuelos de Dª Mayor
Guillén de Guzmán, Señora de Alcocer. Más tarde, a la muerte de ésta, heredó el
Señorío su hija Beatriz, Reina de Portugal, quién a su vez, en 1283, lo cedió a
su hija la Infanta Dª Blanca. Años después, en 1312, Dª Blanca, Infanta de
Portugal y entonces Abadesa y Señora de la Huelgas de Burgos, había acordado
vender el Infantado de Alcocer, con Azañón, Viana, Cifuentes, Palazuelos y
varias aldeas burgalesas al influyente D. Juan Manuel, hijo del Infante D.
Manuel, por la cantidad de 650.000 maravedíes, de los cuales, el comprador
satisfizo, a cuenta, una primera entrega comprometiéndose al pago del resto
dentro de un cierto plazo, D. Juan Manuel tomó posesión de las tierras pero
incumplió el acuerdo establecido, de forma que volvieron a Dª Blanca quien, en
uso de sus derechos, las vendió en 1314 a su primo el Infante D. Pedro, hijo de
Sancho IV "El Bravo", rey de Castilla y León. D. Juan Manuel se
sintió tan ofendido que tomó represalias, corriéndolas y arrasándolas, llegando
incluso en su resentimiento, a asolar en sangrientas algaradas, las comarcas de
Huete, Guadalajara e Hita. Finalmente, en febrero de 1316 y en el lugar de Cuéllar
(Segovia), se reunieron D. Juan Manuel y el Infante D. Pedro, y mediando entre
ellos el Maestre de Calatrava, se avinieron acordando adquirir y pagar cada uno
la mitad de las villas en litigio, correspondiendo: Cifuentes, el Val y otros
lugares a D Juan Manuel, y el Infantado de Alcocer, con Azañón y Viana a D.
Pedro. Parece ser que tras la mediación de Maestre de Calatrava se hallaba el
propio hijo de Dª Blanca, Juan Nuñez de Prado, quien poco después sucedería en
el maestrazgo de la Orden. A la muerte de D. Pedro, ocurrida en 1319, tales
propiedades pasaron a su viuda. En 1327 Azañón pasó a formar parte del
municipio de Viana, según prueba un documento dado en Sallent por la Infanta Dª
María, mujer que fue del Infante D. Pedro. En dicho documento se fijaba el
derecho de los de Azañón a nombrar sus alcaldes y jueces y el poder de actuar
en los asuntos de menor cuantía, mientras que otros de características
superiores quedaban bajo el control de las autoridades de Viana. Esta
dependencia aún se mantenía al menos en 1578 tal y como se refleja en las
Relaciones Topográficas hechas en tiempos de Felipe II. En el siglo XV, y ya
desgajados del Común de Cuenca, lo lugares de Azañón, Viana, La Puerta y
otras aldeas y villas alcarreñas, pasaron a pertenecer al caballero D.
Pedro Núñez de Prado, noble vecino de Guadalajara. Posteriormente, en
1483, y tras una serie de pleitos y continuas usurpaciones, estos terrenos
fueron a parar a manos del Arzobispo de Toledo D, Alfonso Carrillo de Acuña y
al hermano de éste D. Lope Vázquez de Acuña, Duque de Huete y conde de Viana.
Más tarde, y por haber fundado sus padres, D. Lope y Dª María de Mendoza,
segundo mayorazgo a su favor, heredó el señorío el manirroto Lope Vázquez de
Acuña "El Mozo", luego duque de Huete y Señor de Viana, quien poco
después, en 1485, vendió parte de estos territorios, a D. Iñigo López de
Mendoza, segundo Conde de Tendilla y primer Marqués de Mondejar, en cuya casa, permanecían
Azañón, hasta el siglo XIX.
[12] El monarca exponía en este documento que a los
reyes conviene hacer mercedes a los suyos que los sirven les son leales.
y alcanzó de forma efímera el título de duque de Huete. Por tanto, por los
servicios que Lope Vázquez hizo frente al marqués de Villena como leal
caballero, era su merced y voluntad que desde el día de Navidad primero
viniente, que es en este año desetenta y quatro, vos podades llamar y llamedes
don Lope Vázquez de Acuña, conde de Viana y duque de la çibdad de Huete.
Estremera, 13 noviembre 1474, RAH,
Salazar y Castro, M-45, folios. 35v-36v y 146v-147r y D-13, fol. 300r-v.
[13] Luís Suárez
Fernández. Los Reyes Católicos. La conquista de un trono. Editorial Rialp, p.
254.
[14] El traspaso de la merced se hizo en el monasterio de
Santo Domingo el Real de Madrid, 15 marzo 1474; el privilegio fue librado en
Segovia, 28 marzo 1474.
[15] Mantiel, La Puerta, Peralveche y Cereceda -localidades
de la actual provincia de Guadalajara- pertenecían al sexmo de la Sierra, que
alcanzaba los límites del río Tajo, frontera natural entre el obispado de
Cuenca y el obispado de Sigüenza en la Edad Media.
[16] Juana de Hinestrosa, que sigue a su padre en la
posesión de La Olmeda de las Valeras, casa con Gómez Hernández de la Muela,
señor de Villar del Saz de don Guillen y de la Torre del Monje, junto a Villar.
Gómez Hernández de la Muela estaba enterrado en la capilla mayor de la antigua
iglesia del convento de Santo Domingo de Huete de la que era. Sus huesos y los
de su mujer Juana de Hinestrosa fueron desenterrados
al hacer la nueva iglesia y debido al incumplimiento de las capitulaciones de
la dotación y enviados a su nuera Florencia Mexía, señora de La Parra y
Villarejo de Periesteban.
[17] Herencia de su padre a quien viene de su primera mujer
y ultima señora de Albornoz, Beatriz de Albornoz “la Ricahembra”
[18] DONACIÓN DE LOS LUGARES DE VIANA DE Mondejar -no de JADRAQUE- Y DE LAS FORTALEZAS DE
CASTILLEJO Y CASTEL DE ACUÑA, POR LOPE VÁZQUEZ DE ACUÑA, QUE FUE DUQUE DE
HUETE, A FAVOR DE SU HIJO LOPE VÁZQUEZ DE ACUÑA, SEÑOR DE VIANA. 1483. 22 de
julio. Uclés, camino de Huelves. M-48. Folio.115 a 116v. Bibliografía sobre la ciudad de Huete. Manuel de Parada.
[19] La facultad regia fue concedida en Salamanca, el 9 de
diciembre de 1486 y el mayorazgo se escribió en Castil de Acuña, el 10 de enero
de 1487.
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