Tras el establecimiento de los Escolapios en Madrid en 1729, y la fundación de su primer colegio en Lavapiés, las Escuelas Pías de San Fernando, la Orden fundada por San José de Calasanz decidió en 1753 establecer un segundo colegio en la ciudad esta vez en la calle Hortaleza.
Para tal efecto, y en virtud de una donación otorgada por un tal Fermín de Vicuña, seis religiosos provenientes del colegio de San Fernando compraron unas casas en la calle San Mateo donde el 12 de junio de 1755 abrieron el llamado Colegio Calasancio.
Por otra parte, cerca del colegio, existía un antiguo hospital de leprosos que había estado a cargo de los clérigos regulares de San Antonio Abad,- San Antón- y que se encontraba vacío desde agosto de 1787, tras haber sido suprimida la Orden por el Papa Pío VI.
En estas circunstancias, los padres escolapios –que sucesivamente habían sido trasladados primero a la calle Hortaleza, y más tarde a la de Fuencarral-, solicitaron que les fuera otorgado aquel antiguo hospital. La cesión se verificó el 2 de mayo de 1793, y el 5 de julio del año siguiente, el rector escolapio Hipólito Lerén tomaba posesión de la casa, que a partir de esos momentos se empezó a denominar Escuelas Pías de San Antón.
Lo más interesante del edificio es la iglesia, realizada a mediados del siglo XVIII por el arquitecto Pedro de Ribera, pero tras ser adquirido por los escolapios todo el conjunto fue objeto de una profunda reforma, llevada a cabo por el arquitecto Francisco Rivas. Los nuevos tintes neoclásicos que adquirió el edificio se hicieron a costa de eliminar las decoraciones barrocas que había realizado Ribera, sobre todo en la fachada y en el altar mayor.
Por último, destacar que en uno de los altares laterales de la iglesia estuvo el magnífico cuadro que Goya pintó en 1819 sobre la Última Comunión de San José de Calasanz, y que actualmente se encuentra en el Museo Calasancio de la calle Gaztambide.
Aquí se celebra cada año, el 17 de enero, la bendición de los animales y se coge el panecillo de San Antón. Según la tradición los panecillos de San Antón se ofrecían al Santo para que bendijese los animales, y los cuidase de la peste y de otras plagas, y así dar una buena producción.
Escuelas Pías según Ramón de Mesonero Romanos.
- "Algo más abajo, en la misma calle, o más bien en una plazuela que se forma delante de él, está el Colegio de San Fernando, a cargo de los padres Escolapios, fundado en 1729, y colocado bajo la protección de la villa de Madrid en 1734, en el cual reciben la instrucción primaria gratuitamente unos 2.000 niños, y además se admiten alumnos internos, que pagan una pensión diaria, y para los cuales hay cátedras de Gramática, Latinidad, Historia, Geografía, Matemáticas, etc. -El templo propio de esta casa es uno de los más bellos de Madrid, por su planta, que consiste en una amplia rotonda precedida de un espacio cuadrangular, que hace veces de nave, y cubierta por una hermosa cúpula, que sobresale notablemente entre todas las de Madrid. Fue construido por el hermano Miguel Escribano, y terminado en 1791, y la bella colección de esculturas que decoran sus altares, obras todas de los artistas modernos, llama justamente la atención de los inteligentes".
Gracias a numerosos donativos entre los que cabe destacar los de los reyes Carlos III y Carlos IV, se levantó
El cambio de nombre a Colegio de San Fernando fue fruto del azar, ya que si bien los Padres Escolapios querían el nombre de Nuestra Señora del Pilar, por sus inicios junto a la antigua ermita de dicho nombre, le consultaron a Carlos III. Carlos III encargó a su pintor de cámara un cuadro con
Madrid, Madrid Madrid pedazo de la España en que nací por algo te hizo Dios la cuna del requiebro y el chotis Madrid Madrid Madrid en México se piensa mucho en ti por el sabor que tienen tus verbenas por tantas buenas que soñamos desde aquí y vas a ver lo que es canela fina y armar la tremolina cuando llegues a Madrid.
Detalles conservados de otra casa de Corrala.
Granada tierra soñada por mi
mi cantar se vuelve gitano
cuando es para ti.
Mi cantar hecho de fantasía
mi cantar flor de melancolía
que yo te vengo a dar.
Granada tierra ensangrentada
en tardes de toros.
Mujer que conserva el embrujo
de los ojos moros.
De sueño rebelde y gitano
cubierto de flores
y beso tu boca de grana
jugosa manzana
que me habla de amores.
Granada manola cantada
en coplas preciosas
no tengo otra cosa que darte
que un ramo de rosas.
De rosas de suave fragancia
que le dieran marco
a la Virgen morena.
Granada
tu tierra esta llena
de lindas mujeres
de sangre y de sol.
De rosas de suave fragancia
que le dieran marco
a la Virgen morena.
Granada tu tierra esta llena
de lindas mujeres
de sangre y de sol.
Entre la calle del Tribulete y la calle Sombrerete y esquina a Mesón de Paredes se encuentra
Construída en el año 1839 por el arquitecto de José María de Mariategui, fue reformada en el año 1872 y finalmente entre los años 1987 y 1990 por los arquitectos Manuel Jiménez Catalán, Jesús Moreno Martínez y Javier Sardina Asensio.
Piezas inolvidables como el pasacalle de “Los nardos”, o el chotis del “Pichi”, de la revista musical Las Leandras, siguen escuchándose y perviven en el recuerdo de todos los amantes del género lírico. El compositor granadino, adoptado por Madrid, dejó zarzuelas inmortales que continúan representándose, como La Calesera, con su “Himno a la libertad” y el “Pasacalle de los chisperos”; La parranda, y su encendido “Canto a Murcia”, auténtico himno de la región; La picarona, en la que emociona el “Canto a Segovia”; La linda tapada, con su nostálgica “Canción del gitano”.
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