Fundado en 1298 por Jaime II, su arquitectura presenta tres etapas constructivas. El claustro gótico del xv es de la primera. Más tarde, tras los terremotos de 1396 y 1644, el monasterio sufriría dos remodelaciones. A la última etapa pertenecen el actual templo, la capilla de la Madre de Dios de Gràcia, con su portalada de mármol rosa. Con la desamortización el monasterio pasó a ser propiedad particular. En 1991 lo adquiere la Generalitat y se inicia su restauración y la recuperación de sus piezas, como el claustrillo del abad que ya luce en todo su esplendor. En el centro de Simat encontraremos la Fuente Grande formada por las aguas del río Vaca a su paso por la población. Este río riega parte de la huerta de la Valldigna.
A la derecha la capilla de Santa María de Gracia de la Madre de Dios.
Antiguo monasterio cisterciense. Quedó en estado de abandono hasta su recuperación por la Generalitat Valenciana.
La historia de Simat está íntimamente relacionada con el del conjunto de la Valldigna y con el Real Monasterio de Santa María de la Valldigna. La Valldigna, antes denominada el "Valle de Alfandech o Mariñen", fue habitada durante la Alta Edad Media, por musulmanes, y fue conquistada por los años 1242-43, por el rey Jaime I de Aragón. Su hijo, Jaime II de Aragón, con ocasión de una expedición por el reino moro de Murcia y Almería a finales del siglo XII, al pasar por el valle de Alfandech o Mariñen y, sorprendido por su belleza se giró hacia el abad de Santes Creus, que viajaba con él, y le dijo: "Vall digna per un monestir de vostra religió!" Éste respondió: "Vall digna". Desde entonces el valle se denomina Valldigna. El valle fue donado a la orden Cister el 15 de Marzo de 1297 para que fundase un monasterio en honor a Santa María. Inicialmente en la Valldigna convivían cristianos y musulmanes, que trabajaban las tierras cedidas en usufructo por el abad del monasterio, aunque en general las condiciones eran más duras para los moriscos, por dejarlos continuar en su religión. Los moriscos de la Valldigna se reunían por practicar su religión a la mezquita de la Xara, que era también un lugar de enseñanza, de formalización de contratos y a menudo, la sede de justicia de los cadís. Esta convivencia finalizó el año 1609, con la expulsión de los moriscos. La vida en la Valldigna continúa con la evolución de la sociedad feudal valenciana, bajo el dominio del señor del monasterio, hasta que a mediados el siglo XIX, el año 1835, se produjo la desamortización del monasterio, con la cual finalizó el señorío del abad sobre las tierras del valle, y empezó el expolio y la ruina del monasterio el cual permaneció en manos de particulares hasta el año 1991, cuando lo adquirió la Generalidad.
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