Presa del Ponton de la Oliva.
El
embalse de El Pontón Alto es el de menor capacidad de todos los
gestionados por la Confederación Hidrográfica del Duero, ya que
sobrepasa ligeramente los 7 millones de metros cúbicos. Terminado en
1993, su destino principal es abastecer de agua a la ciudad de Segovia y
a otras localidades limítrofes, por lo que no tiene asignada ninguna
zona de regadío y en él está expresamente prohibida la navegación a
motor.
Toma el agua del río Eresma, que nace a los pies del
puerto de Navacerrada, en pleno Sistema Central. Se trata de un pequeño
río de montaña que llena este embalse situado a escasa distancia de La
Granja de San Ildefonso. Su proximidad a la capital segoviana lo ha
convertido en un lugar de referencia para miles de ciudadanos que
aprovechan los 12 kilómetros de costa para practicar deportes y hacer
turismo. La presa está situada a un kilómetro escaso de la desembocadura
del río Cambrones sobre el Eresma.
Para la realización de este embalse, que ocupa 80
hectáreas de dos términos municipales de la provincia de Segovia, se ha
construido una presa de las llamadas de bóveda de doble curvatura que
mide 48 metros de altura desde los cimientos. Además, para garantizar la
calidad del agua que alberga el mismo, se incluyó como obra
complementaria la planta de depuración de aguas residuales de La Granja.
En la margen izquierda del embalse de El Pontón se ha
habilitado un paseo por toda la orilla del mismo, que permite llegar
hasta la cola, situada en el paraje conocido como El Robledo.
El embalse del El Pontón Alto, situado
entre los Términos municipales del Real Sitio de San Ildefonso y
Palazuelos de Eresma tiene la particularidad de que es el de menor
capacidad de los que gestiona la Confederación Hidrográfica del Duero,
sobrepasando ligeramente los 7 millones de metros cúbicos embalsados.
Las obras se concluyeron en 1.993 siendo su destino principal el
abastecimiento de agua a la ciudad de Segovia y otras localidades
limítrofes con la capital.
El embalse se nutre de las aguas
del río Eresma, que nace a los pies del puerto de Navacerrada, como
unión de los arroyos Minguete, telégrafo y del Puerto del Paular, en el
paraje conocido como Batán de Bargas.
Real Fábrica de Cristal.
La Real Fábrica se construyó con la llegada de la dinastía de los Borbones a España en 1727, siendo rey de España Felipe V. En este año Buenaventura Sit instala, financiado por la corona, un pequeño horno de vidrios planos para abastecer al Palacio de La Granja de ventanas y espejos. Sit era un oficial que había trabajado en la fábrica de vidrios finos de Nuevo Baztán, cerrada debido a las dificultades para aprovisionarse de combustible.
El edificio actual, uno de los mejores ejemplos de la arquitectura
industrial europea del siglo XVIII, fue encargado por Carlos III a José Díaz Gamones, Maestro Aparejador real, después de haber sufrido el anterior un incendio en 1770, que había destruido una parte importante de las instalaciones, principalmente en madera.
La época de esplendor de la Real Fábrica fue la de los reinados de Carlos III y Carlos IV.
Entre 1770 y 1772 se construyó el edificio que actualmente se conserva
en San Ildefonso, destinado a fábrica de cristales planos. En esta
época, la Real Fábrica disponía de privilegios reales que le otorgaban
el monopolio de la venta de vidrios en Madrid y los reales sitios.
Con la guerra de la Independencia la producción se detiene, y en 1815, Fernando VII
decide de nuevo empezar con la producción de vidrio. No obstante, a la
muerte del rey, y sin la ayuda económica de la corona, se paraliza la
fabricación y los edificios se alquilan a particulares.
En 1911
se establece la Cooperativa Obrera Esperanza, que arrienda los edificios
para empezar a fabricar de nuevo vidrio plano. En 1963 se dio por
terminada definitivamente la fabricación de lana de vidrio en la Real
Fábrica de Cristales de La Granja. El edificio quedó, pues, sin uso, y
en total abandono hasta 1982, en que se constituye la Fundación Centro Nacional del Vidrio,
que inicia su restauración y revitalización, recuperando la antigua
imagen que ofrecía todo el conjunto, con la instalación del Museo Tecnológico del Vidrio, la Escuela del Vidrio y el Centro de Investigación y Documentación Histórica del Vidrio.
La
Fundación Centro Nacional del Vidrio nace en 1982 cuando un
grupo de segovianos conscientes del legado histórico y del prestigio de éste,
reconocido universalmente, por su arte, su técnica, sus innovaciones
tecnológicas y su buen hacer se plantea la imperiosa necesidad de recuperar el
edificio de la antigua Real Fábrica de Cristales y Vidrio de La Granja, ligados a una
tradición vidriera, sino a una rama de las artes decorativas un poco olvidada,
una institución que integrara todas las actividades relacionadas con el mundo
del vidrio.
La
Fundación Centro Nacional del Vidrio esta reconocida por
Orden Ministerial de fecha 28 de septiembre de 1989 (B.O.E. de 09-10-89) e
inscrita en el Registro de Fundaciones Culturales del Ministerio de Educación,
Cultura y Deporte con el nº 241, de acuerdo con la Ley 30/1994, de 24 de
noviembre de Fundaciones y de Incentivos Fiscales a la Participación Privada
en Actividades de Interés General.
Sus fines son: la promoción, desarrollo, enseñanza,
investigación y difusión de la artesanía e historia del vidrio, su fabricación
artística y demás actividades culturales y científicas relacionadas con la
técnica y el arte del vidrio.
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