La Capilla del Oidor en Alcalá de Henares es uno de los pocos restos que quedan de
la antigua parroquia de Santa María La
Mayor del siglo XV. Se levantó sobre una ermita del siglo XII
llamada San Juan de Letrán o de los Caballeros. La Capilla del Oidor, nació
gracias al 'oidor' de Juan II de Castilla Pedro Díaz de Toledo, señor de
Olmedilla, quien la construyó a modo de panteón familiar.
La Capilla del Oidor propiamente dicha no se encuentra inmediatamente
detrás de la fachada principal, sino que se trata de un espacio situado a la
derecha del espacio interior, tras un arco peraltado y decorado con yeserías
mudéjares. Su tamaño fue aumentado sumándole el de la antigua sacristía, que se
encuentra a continuación de la reconstrucción de la pila bautismal Miguel de Cervantes.
La primera capilla, de una sola nave y con bóveda de lunetos y cúpula encamonada es la del Cristo de la Luz, añadida a la parroquia en el siglo XVII y levantada sobre el solar de la antigua ermita. Una vez acometida la restauración del conjunto, en 1982, el espacio pasó a dedicarse a sala municipal de exposiciones.
La primera capilla, de una sola nave y con bóveda de lunetos y cúpula encamonada es la del Cristo de la Luz, añadida a la parroquia en el siglo XVII y levantada sobre el solar de la antigua ermita. Una vez acometida la restauración del conjunto, en 1982, el espacio pasó a dedicarse a sala municipal de exposiciones.
Oidor era la denominación de los jueces miembros de las
Reales Audiencias o Chancillerías, tribunales colegiados originarios de
Castilla, que se convirtieron en los máximos órganos de justicia dentro del
Imperio español. Su nombre proviene de su obligación de escuchar-oír- a las
partes en un proceso judicial, particularmente durante la fase de alegatos.
Alonso Álvarez de Toledo, contador de hacienda de Juan II, es primo del converso
Fernán Díaz de Toledo, Mose Hamomo, oidor y relator del consejo real;
refrendario; notario público y secretario real. Padre Fernando Díaz de
Toledo de Pedro Díaz de Toledo, 1429-1499, obispo de Málaga que es primo
hermano de otro Pedro Díaz de Toledo, oidor y señor de Olmedilla en
Guadalajara. Es así el Contador también primo del Oidor. El doctor Pedro Díaz
de la Olmedilla
vivía en la calle de Cerrajeros en Alcalá de Henares. Puede ser María de
Toledo, madre del relator, tía del Contador. Muere María en 1431.
Hay otro Fernán Díaz de Toledo, arcediano de Niebla, primo
del Relator y del Contador que da noticias del Contador y su familia.
Señor de Olmedillas, entre Sigüenza y Medinaceli.
Las casas del doctor
Pero Diaz de la Olmedilla,
oidor de su Consejo
de Cámara, en la calle
de los Zerrajeros, las quales oy posee doña Luisa de Guzmán, marquesa de
Lanzarote. Casas relacionadas con la
vida de Cervantes.
Hermana
de Miguel de Cervantes e hija como el de Rodrigo Cervantes y Leonor Cortinas
fue Luisa Belén, monja carmelita
en Alcalá de henares. En 1565, vemos a Rodrigo en Alcalá asistiendo a la
ceremonia de los votos de monja carmelita de Luisa, con el nombre Sor Luisa
Belén, en el convento de la
Imagen. Fue elegida Superiora en 1593 y 1596 y Priora en 1617
y 1620. El convento de Carmelitas
Descalzas de La
Concepción o ‘De La
Imagen’ de Alcalá de Henares era el antiguo palacio del marqués de Lanzarote.
El Convento fue fundado en 1563 por Sor María de Jesús Yepes en colaboración
con Santa Teresa de Jesús, bajo el patronazgo de Leonor de Mascareñas.
La portada, el claustro y la excepcional escalera son obra de Alonso de Covarrubias. Santa Teresa de Jesús fue priora de la Comunidad durante tres
meses en 1567, en una de las muchas visitas que hizo al convento. En Madrid, el
Convento Real de Santa María de los Ángeles, de aquí el nombre de la citada
Costanilla de los Ángeles, antes calle de los Ángeles fue fundado en un solar
propiedad de Leonor Mascareñas, aya portuguesa de Felipe II y de su hijo el
príncipe Carlos. También de María y Juana de Austria, hermanas de Felipe II. Juana
de Austria quedó huérfana de madre a los cuatro años y fue encomendada a Leonor
de Mascareñas.
Estuvo en el convento de los Ángeles hospedada igualmente Santa Teresa de Jesús. La infanta Juana, hermana de Felipe, y Leonor de Mascareñas fueron las encargadas del cuidado del príncipe Carlos, primero en Alcalá de Henares y después en Toro. Don Carlos, tristemente famoso por padecer una enfermedad degenerativa que desencadenó su reclusión en la torre del castillo de Arévalo, lugar donde pereció el 24 de julio de 1568 tras un largo periodo en el que se negó a ingerir alimento alguno, fue apartado del cuidado de su tía y de Leonor a la edad de nueve años. En sus últimos años de vida, Leonor de Mascareñas fue perdiendo responsabilidades en la Casa Real y su figura fue haciéndose cada vez menos relevante en la Corte hasta su muerte en 1584. La Colegiata de San Isidro, catedral de Madrid hasta que se inauguró la catedral de la Almudena, se levanta sobre terrenos cedidos por Leonor Mascareñas.
Estuvo en el convento de los Ángeles hospedada igualmente Santa Teresa de Jesús. La infanta Juana, hermana de Felipe, y Leonor de Mascareñas fueron las encargadas del cuidado del príncipe Carlos, primero en Alcalá de Henares y después en Toro. Don Carlos, tristemente famoso por padecer una enfermedad degenerativa que desencadenó su reclusión en la torre del castillo de Arévalo, lugar donde pereció el 24 de julio de 1568 tras un largo periodo en el que se negó a ingerir alimento alguno, fue apartado del cuidado de su tía y de Leonor a la edad de nueve años. En sus últimos años de vida, Leonor de Mascareñas fue perdiendo responsabilidades en la Casa Real y su figura fue haciéndose cada vez menos relevante en la Corte hasta su muerte en 1584. La Colegiata de San Isidro, catedral de Madrid hasta que se inauguró la catedral de la Almudena, se levanta sobre terrenos cedidos por Leonor Mascareñas.
Noble portuguesa muerta en 1584. Dama de honor de Isabel de Portugal
(1503-1539), a quien acompañó desde su matrimonio con su primo Carlos I
(1516-1556; Carlos V de Alemania, 1519-1556), en la Sevilla de 1526, hasta el
fallecimiento de la emperatriz. Persona de confianza de la Casa Real española, se
le asignó, entre otros cargos, el cuidado del príncipe Felipe (futuro Felipe
II, 1556-1598), nacido en Valladolid el 21-V-1527, y de su hermana María, un
año menor. Tras la muerte de la emperatriz a la edad de treinta y seis años,
Leonor de Mascareñas continúo sirviendo en la Corte con el afecto de todos sus componentes.
Cuidó de las infantas María, futura esposa de Maximiliano II, y de Juana, quien
con el tiempo casó con Juan de Portugal.
En la revuelta contra los conversos de Toledo en 1449 el alcalde
de la ciudad, Pedro Sarmiento, proclama el Primer Estatuto de Sangre, la
llamada Sentencia Estatuto.
El Relator de Juan II Fernán Díaz de Toledo encargado de
averiguar los hechos ocurridos en Toledo en 1449 señala en su Instrucción
como responsables de los desmanes ocurrido contra los conversos al Bachiller
Marcos García Mazarambros, a los canónicos Juan Alfonso y Pedro López Gálvez y
al Alcalde Mayor de Toledo, Pedro Sarmiento. Ellos alentaron a los cristianos
viejos contra el converso Alonso Cota y demás conversos que eran los encargados
de recaudar el empréstito impuesto a la ciudad por el Condestable Álvaro de
Luna. Así, ante una asamblea del pueblo, Sarmiento proclamó la llamada Sentencia
Estatuto el 5 de junio de 1449, que permitía expulsar a todos los conversos
de origen judío de los puestos importantes de Toledo como ser: concejales,
jueces, alcaldes y especialmente las escribanías y los actos públicos de dar
fe. Los argumentos esgrimidos contra los cristianos nuevos eran los mismos, o
muy similares, a los usados contra los judíos: que los conversos decían que los
cristianos adoraban a un hombre de su propia raza, que los Jueves Santos, en lugar
de ayunos, comían cordero, que eran enemigos de Toledo porque ayudaban al rey
en una guerra inútil contra otros cristianos, que los judíos vendieron a Toledo
a los musulmanes cuando el ataque de los moros en el año 711.
Los cristianos viejos animados por estos personajes se rebelan
contra el pago de este empréstito destruyendo y quemando la casa de Alonso de
Cota y de los restantes conversos que residían en la ciudad de Toledo. Así se
recogen los hechos que tuvieron lugar: Al toque de las campanas de la
iglesia de Santa María, se reunió una multitud de cristianos viejos en la
plaza. Una turba irrumpió en la casa de Alonso Cota, sus bienes fueron
saqueados, su casa incendiada, y también el barrio de la Magdalena, donde vivían
los conversos ricos de Toledo. El alcalde mayor de la ciudad y copero del rey,
Pedro Sarmiento, tomó el mando de los rebeldes, en contra de las disposiciones
de Álvaro de Luna. Cuando Álvaro de Luna se retiró de Toledo con el ejército
real, Sarmiento derrotó a los conversos que intentaron resistir, y finalmente
los colgó en la plaza pública. Se atrincheró en la ciudad e hizo aprestos para
resistir la autoridad del Condestable.
Pedro Díaz
de Toledo, 1410- 1466, señor de Olmedilla, es primo de otro Pedro Díaz de Toledo y
Ovalle, obispo de Málaga. Pedro Díaz de Toledo, señor de Olmedilla, consuela a
su primo Pedro Díaz de Toledo y Ovalle por la muerte de su padre, el Relator,
Fernando Díaz de Toledo.
doctor Pero Díaz de Toledo, oydor e
referendario del rey nuestro señor e del su consejo e su alcalde mayor de las
aleadas, e señor del Olmedilla, vezino de la villa de Alcalá de Henares.
Pedro
Díaz de Toledo, señor de Olmedilla,
nació hacia 1410, quizá en Sevilla, y murió en 1466. Era hijo de una
familia de judíos conversos. Su abuela, doña Maria de Toledo, era madre del relator
de Juan II de Castilla, Femando Díaz de Toledo. De éste último fue hijo,
seguramente ilegítimo, Pero Díaz de Toledo y Ovalle, que llegó a ocupar la
silla episcopal de Málaga a propuesta de los Reyes Católicos, recién
conquistada la ciudad. Ambos Pedros, por tanto, eran primos hermanos.
Pedro
Díaz de Toledo, señor de Olmedilla, en 1441 es nombrado Oidor de Audiencia,
cuerpo de jueces de recursos importantes, generosamente remunerado. Por las
mismas fechas o algo más tarde es nombrado también Referendario. Estando ya en
la posesión de estos cargos, entre 1442 y 1446, traduce y glosa los Proverbios
de Pseudo-Séneca por encargo Juan II para la educación del futuro Enrique
IV, el Impotente, entonces príncipe, que no sabía latín.
Ya fuera
en la corte, ya en el ejercicio de alguno de sus cargos, ya en el ámbito de
influencias que había desarrollado acaso por la afinidad de inquietudes
literarias y humanísticas, lo cierto es que contactó con don Iñigo López de Mendoza, marqués
de Santillana, quien entre 1435 y 1437 también había compuesto un libro de Proverbios,
El Centón, para la educación del
Príncipe a requerimiento de Juan II.
En 1453
forma parte del consejo de los doce doctores en el proceso seguido contra don Álvaro
de Luna, ejecutado en Valladolid. En un documento de 1459 su nombre figura
seguido del título de «señor de Olmedilla».
Muerto el
marqués de Santillana, el domingo por la mañana, 24 ó 25 de marzo de 1458, seguramente ya bajo el patronazgo del conde de
Alba, Femando Álvarez de Toledo, escribe el Dialogo y razonamiento en
la muerte del marqués de Santillana. En los últimos años de su vida, al
servicio de Alfonso Carrillo, primo del Marqués y obispo de Toledo, escribe las
Glosas a la Exclamación
e Querella de la
Gouernagión.
Pedro Díaz de Toledo muere en 1466.
Sus restos, los de su esposa e hijo Francisco reposan en un nicho de la capilla
mayor de la iglesia parroquial de Santa María, la de San Juan de los Caballeros
en Alcalá de Henares.
Doña María de Toledo, su abuela, debió de ser una mujer
excepcional, de la que se conserva una cariñosa semblanza en el epitafio
de la capilla de Santa María, a cuyo entierro acudieron entre otras
personalidades el propio rey Juan II según cuentan los Anales Complutenses.
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