Convento de la Inmaculada Concepción Franciscana de la ciudad de Cuenca
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En el año 2004 se cumplieron quinientos años de la fundación del convento de la Inmaculada Concepción Franciscana de Cuenca por Alvar Pérez de Montemayor, Yo, Alvar Pérez de Montemayor, canónigo e obrero de la Santa Iglesia de Toledo.
Los padres del fundador del
monasterio de la Inmaculada Concepción Franciscana son Hernán Pérez de Teruel y
Catalina Alonso de Montemayor, hija de Juan Alonso de Montemayor el Viejo
fundador de la capilla de San Ildefonso en el lado de la Epístola de la iglesia
de Santa María la Nueva, también llamada de Gracia, antes la sinagoga de la
judería de Cuenca en el barrio del Alcázar.
En 1403, la
sinagoga es consagrada por el obispo de Cuenca Juan Cabeza de Vaca. En 1391, la sinagoga de la ciudad de Cuenca fue
transformada en la iglesia de Santa María la Nueva tras las persecuciones
sufridas por los judíos. La judería de Cuenca estaba en el barrio del Alcázar
que antes fuera la fortaleza musulmana. La
iglesia de Santa María fue demolida en el año 1912[1].
Escolástica
Cañamares Chinchilla, dueña de las Casas Colgadas de Cuenca, es poseedora de
los mayorazgos de los canónigos Gonzalo González de Cañamares y Diego Pérez de
Montemayor, el de los Sánchez de Teruel y el de Alonso de Cañizares y Ana
Suárez de Montoya, abuelos de la madre de Escolástica y patronatos del convento
de la Concepción Francisca de Cuenca y del colegio de Monteolivete en
Salamanca, así como numerosos bienes libres.
El Colegio fue fundado
por el bachiller Gonzalo González de Cañamares, canónigo de Cuenca y Salamanca,
para clérigos pobres de la serranía de esta provincia, mediante bula de León X
en 1514, aunque hay quien afirma que funcionaba ya desde 1490. Tres empresas
arquitectónicas del bachiller Gonzalo González de Cañamares. Pedro Miguel
Ibáñez Martínez. Boletín de la Real Academia Conquense de Artes y Letras,
número 7, año 2012.
Apunte histórico sobre las Casas
Colgadas. Pedro Miguel Ibáñez Martínez
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Escolástica Cañamares Chinchilla
casa en Cuenca, en 1621 en Santa María de Gracia, con Francisco Girón[2]
de Robles Zúñiga, regidor de Caravaca de la Cruz en Murcia, futuro mayorazgo,
con una ejecutoria de hidalguía muy reciente-1619-, y de familia de criados,
alcaides y regidores del duque de Alba en su ciudad de Huéscar, Granada. Su
padre el capitán don Bernardino había servido en el Tercio de Nápoles, su
abuelo Antonio actuó como agente en Huéscar del duque durante el conflicto
bélico de la Guerra de las Alpujarras y su
bisabuelo Pedro fue el primer alcaide de los Álvarez de Toledo en su
nuevo señorío granadino, oriundo de Piedrahita en Ávila y hermano del
Licenciado Girón, oidor de la Chancillería de Granada y antepasado de los
señores de Cárdela, Granada.
Aparentemente
por su varonía no eran de origen judeoconverso y parece que nunca habían tenido
problemas con el Santo Oficio. El novio era doblemente viudo y parece que sin
vinculación con Cuenca.
La
abuela paterna de Francisco Girón de Robles Zúñiga es Elvira de Zúñiga
emparentada con Alvar Pérez de Montemayor, canónigo de Toledo y fundador del
convento de la Concepción Francisca. La madre de Elvira parece ser la toledana
Magdalena de Zúñiga[3].
En una casa de
Pedro Suárez del Castillo, próxima a la Plaza Mayor de Cuenca hallamos dicho
don symuel asentado en el suelo y descalço y alrededor del asentado el dicho
pero xuarez e ferrand Gómez e Juan Enríquez de medina e Juan de Madrid e Luis
de Madrid e diego Cherino e Juan Fernández de Chinchilla e diego de Alcalá e
Alonso Álvarez de Alcalá e García de Alcalá e ferrand Páez de Écija el
comendador diego del castillo e Pedro de Teruel e ferrand Pérez de Teruel e el
comendador Pedro xuarez del castillo e Pedro de Alcalá hermano de diego de
Alcalá e diego de Montemayor e el canónigo castillo. Y don symuel con un libro
no muy grande escrito en hebraico y lo leía en castellano el dicho don symuel
se levanto el dicho do symuel en pie e
todos se levantaron y estando en pie quando don symuel alçaba e abajaba la
cabeza todos la alçaban e abajaban. Como leemos a esta ceremonia religiosa
judía, oficiada por el físico y rabino Don Symuel, asisten una parte importante
de los conversos conquenses[4].
De
los conversos que aparecen en este texto descienden importantes títulos
nobiliarios castellanos. Entre ellos destacan los condes de Toreno, de la
Ventosa y de Cervera; los marqueses de Caracena del Valle, de Valdeguerrero, de
la Peraleja, los duques de Huete, o los Vizcondes de Huerta de la Obispalía y
todos emparentados con los Chirino. En el texto, que hace referencia a hechos
ocurridos en 1460, encontramos citados a un Diego Chirino y a muchos vecinos de
la ciudad de Cuenca cuya descendencia emparenta con miembros de la familia Chirino.
Puede ser este Diego Chirino el que casa con Violante de Toledo y es cabeza del
linaje de los Chirinos de la ciudad de Cuenca.
Desde el siglo XV, Los Chirinos,
Valera, Montemayor, Teruel y Muela eran regidores del concejo de la ciudad de
Cuenca y con oficios en la administración municipal. Todos tenidos por
conversos y todos son patrones de capillas fundada por la familia para su
enterramiento en las iglesias de Cuenca y en la misma Catedral[5].
Los Cañizares tenían su capilla de enterramiento como los Teruel y los
Montemayor en la iglesia de Santa María la Nueva, era la capilla de los
Cañizares la primera del lado de la Epístola. De esta capilla eran patronos los
Chirino desde finales del siglo XVI al casar Sebastián Chirino de Loaisa con
Teresa Chinchilla que es una Cañizares por su madre.
Ferrán, Hernán, Pérez de Teruel[6]
que aparece en el texto anterior es el padre del fundador del convento de la
Inmaculada Concepción Franciscana de Cuenca, la Concepción Franciscana. Pedro
de Teruel y Diego de Montemayor son tíos paterno y materno del Fundador.
Aparece en crónicas e historias de la antigüedad como el fundador y progenitor de este linaje, Sancho Muñoz de Teruel, descendiente de noble familia aragonesa que unió Teruel a su nombre por haber tomado parte en la conquista de la ciudad del mismo nombre y figurar entre sus primeros pobladores. La tradición cuenta que durante el sitio de Teruel, en una noche tempestuosa y guiado milagrosamente por un toro y una estrella, dio vueltas a la muralla el referido Sancho, y al observar que flaqueaba en una de sus partes, la embistió con la gente que llevaba, peleando bravamente hasta conseguir apoderarse de la ciudad. Otra versión de la misma leyenda añade que ya puestos en fuga los moros por aquellos valientes, éstos procedieron a reedificarla en el mismo lugar en que permanecían sus ruinas por haber hallado un toro que empezó a bramar luego que les vio, y sobre todo una estrella, lo que tuvieron por feliz augurio. El mencionado Sancho Muñoz de Teruel, fundador de este linaje, tuvo un hijo llamado Sancho Sánchez de Teruel, que sirvió al Rey de Castilla Alfonso VIII en la conquista de la ciudad de Cuenca en 1177, y que ese segundo Sancho, andando los tiempos, fueron descendientes Juan Teruel, Rodrigo Teruel, Alfonso Teruel u otros destacados varones de este linaje. El escudo de la ciudad de Teruel lleva en el segundo cuartel de azur, un toro arrestado de plata, surmontado de una estrella del mismo metal.
Los Teruel
Sabemos
de los Teruel de la ciudad de Cuenca por las inscripciones de sus sepulcros en
su capilla de Santa Catalina de la Iglesia de Santa María la Nueva, fundada por
Hernán Sánchez de Teruel el Viejo, regidor de la Ciudad, que es el abuelo
paterno de Ferrán, Hernán, Pérez de Teruel el Mozo y bisabuelo paterno de
Álvaro Pérez de Montemayor el fundador del convento de la Concepción
Franciscana de la ciudad de Cuenca. La fundación de esta Capilla en la
recién consagrada sinagoga responde a la necesidad de demostrar con esta
fundación su conversión a la fe cristiana tras las revueltas antisemitas que
tienen lugar en la ciudad de Cuenca a fines del siglo XIV[7].
Capilla que queda al cuidado de los Teruel y Montemayor y en la que se
encontraba el su escudo de armas. Al ser demolida la iglesia de Santa María la
Nueva a comienzos del siglo XX algunos de los sepulcros de los
Teruel-Montemayor fueron trasladados a la catedral de Cuenca.
Las genealogías nos presentan a los
Sánchez de Teruel también como cristianos viajes que vienen de las montañas de
Jaca y se asientan en Teruel tomando de aquí su apellido. Pasando a la ciudad
de Cuenca hacia 1370. En la ciudad de Cuenca se radican
Alonso, que casa con una hija de Gómez García de Molina el Mozo,-los Molina que
emparentan con los Chirino y con la familia del contador Alonso Álvarez de
Toledo-, su hermano Lope y el hermano de estos Juan Sánchez de Teruel.
Los tres hijos de Hernán Sánchez de Teruel el Viejo, regidor de la ciudad de
Cuenca, y de su mujer Catalina Sánchez, fundadores de la capilla de Santa
Catalina de la iglesia de Santa María la Nueva que estaba en el lado del
Evangelio frente a las que fundan los Montemayor y los Cañizares en el lado de
la Epístola.
Los Montemayor
La madre de Álvaro Pérez de
Montemayor, el fundador de la Concepción Franciscana, es Catalina Alonso de
Montemayor, hija de Juan Alonso de Montemayor el Viejo, miembro de otro
importante linaje de judeoconversos conquenses que fue alguacil, regidor,
almotacén y caballero de la Sierra.
A mediados del siglo XVI tenemos a
Fernando de Montemayor y Córdoba[8]
que es sobrino de Alonso de Montemayor y Córdoba siendo este Montemayor el
fundador de la capilla de la Visitación de la iglesia de Santa María la Nueva de
la ciudad de Cuenca situada debajo del coro de la iglesia.
Fernando de Montemayor y Córdoba es
nieto paterno de Diego Alonso de Montemayor y Córdoba, cabeza de la rama
principal de los Montemayor de Cuenca,
Diego con su hermano Juan Alonso de
Montemayor y Córdoba-cuya descendencia deja el apellido Córdoba, viene de su
tierra de Jaén a la ciudad de Cuenca donde se avecinan ambos hermanos.
Diego Alonso de Montemayor y
Córdoba, señor de la dehesa de Ximén Ramiro en Cuenca, es almotacén en 1430 y
1431 y guarda de la Casa de la Moneda en 1468 cuando Andrés de Cabrera, señor
de Moya en la Tierra de Cuenca, era su Tesorero.
Alonso de Montemayor y Córdoba que
es el fundador de la capilla de la Visitación es hermano de otro Juan Alonso de
Montemayor y Córdoba siendo este el padre de Fernando de Montemayor y Córdoba.
Alonso de Montemayor y Córdoba, fundador
de la capilla de la Visitación, es primo hermano paterno de la madre del
fundador del convento de la Concepción Franciscana-hija de Juan Alonso de
Montemayor el Viejo que es hermano de Diego Alonso de Montemayor y Córdoba. Siendo
el abuelo del fundador del convento de la Concepción Franciscana-Juan Alonso de
Montemayor el Viejo- fundador de la capilla de San Ildefonso también en la
iglesia de Santa María la Nueva.
Fernando de Montemayor y Córdoba, primo
segundo del canónigo Álvaro Pérez de Montemayor el fundador de la Concepción
Franciscana, es señor en la Tierra de Cuenca de la dehesa Ximén Ramiro que ya
lo fue de su abuelo paterno Diego Alfonso de Montemayor y Córdoba[9].
En la obra de Francisco Antonio
Chacón Monedero que recoge la documentación del año 1423 del escribano público
de Cuenca llamado Simón Fernández de Moya[10]
podemos leer sobre los Montemayor y los Teruel.
1423, agosto, 7, sábado. Petición de
sentencia ante Juan López de la Puebla, bachiller en leyes y Alcalde de Cuenca
por Gonzalo García, corregidor, de Lope Sánchez de Teruel y Miguel Sánchez
Cardero, vecinos de Cuenca, del pleito que entre ambos pasó ante Alvar Alfonso
de Montemayor, sobre demanda de 75 maravedís.
1423, septiembre, 22. Fuentes.
Obligación de Miguel Sánchez de la Mota, vecino de Fuentes, de pagar a Alvar
García del Castillo y a Juan Álvarez de Montemayor, arrendadores de la renta de
la alcabala del sesmo de Arcas, del presente año, 270 maravedís de la moneda
usual, que les debe por su atajo de la alcabala con las carnicerías de Fuentes.
1423, septiembre, 22. Fuentes.
Obligación de Pedro Sánchez Izquierdo, vecino de Fuentes, de pagar a Alvar
García del Castillo y a Juan Álvarez de Montemayor, arrendadores de la renta de
la alcabala del sesmo de Arcas, 80 maravedís por atajo de su alcabala.
Sabemos por esta documentación que
en 1423 los Montemayor eran arrendadores de la alcabala del Sexmo de Arcas que
estaba formado por 18 aldeas. En años posteriores no aparecen los Montemayor
como arrendadores de alcabalas en la tierra de Cuenca[11].
La alcabala fue el impuesto más importante en la Corona de Castilla. Grababa
con un porcentaje que se situaba entre el 5% y el 10% el volumen de las ventas
y era el que más ingresos producía a la Hacienda Real que arrendaba su cobro.
Alfonso VIII da su fuero a la ciudad de Cuenca a finales del siglo XII. Varias
Comunidades de Villa y Tierra castellanas se rigieron por el fuero conquense,
como por ejemplo las de Alarcón, Iniesta, Jorquera, Requena, Alcaraz, Ciudad
Real, Baeza o Úbeda. Aunque no se conoce con exactitud la fecha de su
redacción, se suele datar alrededor de 1190.2 Está compuesto por 48 capítulos
que recogen 950 leyes tanto de carácter civil, mercantil, penal y procesal.
Conforma, pues, un compendio de las costumbres jurídicas de Castilla y del
derecho de la época. A fin de promover la repoblación, concede un gran número
de libertades y garantías jurídicas, comenzando así: En primer lugar y concedo a todos los habitantes de Cuenca y sus
sucesores, Cuenca con todo su término, es decir, con sus montes, fuentes,
pastos, ríos, salinas y minas de plata, hierro o de cualquier otro metal. El
24 de marzo de 1284 fue modificado por Sancho IV, aunque no sustancialmente.
En
el fuero de Cuenca se llama sexmo a cada uno de los seis distritos rurales en
que se agrupan las aldeas dependientes de la ciudad de Cuenca. En el año 1419
encontramos las aldeas de la Tierra de Cuenca agrupadas en seis sexmos que son
los de La Sierra- 16 aldeas-, Altarejos- 18 aldeas- Arcas-18 aldeas-,
Chillarón-25 aldeas-, Torralba-7 aldeas- y El Campo-12 aldeas-[12].
Los Montemayor- que dejarán su
apellido Córdoba- emparentan con el linaje Chirino tuvieron dos capillas en la
iglesia de Santa María la Nueva una bajo la advocación San Ildefonso en el lado
de la Epístola y la otra bajo la advocación de la Visitación y situada debajo
del coro de esta iglesia. Esta está abandonada y muy deteriorada a fines del
siglo XVII cuando los Chirino se ocupan de la capilla de los Cañizares de la
que son patrones desde la segunda mitad del siglo XVI cuando el titular del
linaje Chirino casa con una Cañizares.
La iglesia
de Santa María la Nueva fue derribada a comienzos del siglo XX y ocupaba el
lugar de la sinagoga, situada en los terrenos de la Plaza de Torremangana.
La capilla de San
Ildefonso de los Montemayor fue fundada en 1426 por Juan Alfonso de Montemayor
el Viejo, alcaide de Moya en nombre de Juan II de Castilla. Murió en
1465. Tiene un hijo llamado Alonso de Montemayor que testa en 1485 y que casa
con Catalina Sánchez de Teruel de familia también conversa como parece lo es su
marido y acusada de judaizar, ya viuda, con proceso seguido entre 1497 y 1499
en el Tribunal de la Inquisición de Cuenca. Alonso de Montemayor muere sin
dejar hijos vivos[13] y
deja como heredero de su mayorazgo a su hermano Diego de Montemayor casado con
María de la Muela, también de familia conversa de los que son regidores de
Cuenca. Juan Alonso y su hermano Diego fueron acusados de judaizar y de asistir
a reuniones de judíos.
http://www.viajeuniversal.com/spain/cuenca/catedral/imagencapillasanmartinsepulcrosmontemayor.htm
https://elarteencuenca.es/blog/catedral/cuenca-catedral-12
https://palomatorrijos.blogspot.com/2011/11/la-sinagoga-de-cuenca.html
De Diego de Montemayor es nieto Alonso de Montemayor que reedifica la
capilla familiar de San Ildefonso a fines del siglo XVI.
De la segunda mitad del
siglo XV son los sepulcros góticos de Juan Alfonso de Montemayor el Viejo y el
Mozo, abuelo y nieto, que fueron trasladados a
la Catedral de Cuenca en 1912 cuando fue demolida la iglesia de Santa María la
Nueva levantada en los terrenos de la sinagoga. Se colocan en la capilla de San
Martín[14].
Estos sepulcros fueron mandados
hacer por Alonso de Montemayor y por su mujer Catalina Sánchez de Teruel, para
su padre y para su hijo que muere antes que sus padres. El uno de los
nichos, gótico, encierra una urna cineraria ornada con hojarasca, trabajada con
gran delicadeza. Sobre ella hay dos estatuas tendidas representando á un
anciano y á un joven, caballeros ambos, leyéndose la siguiente inscripción:
«Aquí está sepultado el honrado caballero Juan Alfonso de Montemayor, cuya
ánima Dios aya LXXY años en XXI de noviembre de mil CCCCLXY años.» Y la otra
dice: «Juan Alfonso de Montemayor el mozo, cuya ánima Dios aya, fijo de Al.0 de
Montemayor, finó de edad »
Catalina Alonso de Montemayor, hija del fundador de la capilla de San Ildefonso, tuvo como hermanos a Inés, mujer de Pablo de Cañizares, a Diego de Montemayor, que pudo ser Caballero de la Sierra en Cuenca en 1455 y 1456, marido de María de la Muela; y a Alonso de Montemayor, corregidor de Moya, almotacén de Cuenca en 1454 y 1455 así como alguacil y Caballero de la Sierra como su padre, casado con Catalina Sánchez de Teruel; la hermana de Hernán el padre de Álvaro el fundador de la Concepción Franciscana.
Su hermano mayor y primogénito es Alonso
Pérez de Montemayor. Se avecindó en Toledo, donde casó con María Solana.
Ambos habrían fallecido en 1506 cuando testó el canónigo, ya que en el
testamento se indica que había sido su albacea. Tuvieron tres hijos: Pedro,
Gonzalo y el primogénito Luis. Al parecer los tres vivieron con el canónigo hasta
su muerte, pues figuran como testigos en el momento de la firma del testamento
de su tío.
Tras Alonso nació Álvaro.
Luego Diego Pérez de Montemayor que fue clérigo y estuvo destinado en la
iglesia de San Andrés de Cuenca. Falleció a los sesenta años de edad en 1524.
Fue enterrado en la capilla familiar de los Teruel de Santa Catalina en la
iglesia de Santa María la Nueva, capilla familiar que se encarga de arreglar. Aquí yace el venerable S. D. Pe.s de Montemayor, cura de la iglesia de san
Andrés de Cuenca, cuya ánima Dios aya, el cual finó de edad LX años á XXIX días
del mes de diciembre año de nuestro Salvador Jhux." de MDXXIII años, el
cual reedificó esta capilla que primero uso su bisagüelo Hernán Sánchez de
Teruel, regidor y tesorero de esta cibdad.»[15].
Los
Teruel, Montemayor Cañizares, Cañamares y Chinchilla
Más tarde nació Juan Sánchez
de Teruel que fue albacea de su hermano Álvaro y quien le llevaba sus
intereses económicos. Será patrono del monasterio de la Concepción Francisca y
contribuye a la dotación económica del convento con una renta perpetua de 2.000
maravedíes. Juan Sánchez de Teruel muere en 1519 y fue enterrado en la capilla
familiar de los Teruel de Santa Catalina en Santa María la Nueva. Juan
Sánchez de Teruel casa con Juana Ramírez de Cañizares. Juana fue reo de la
inquisición conquense en 1512 y acusada de judaísmo, por razones que no sabemos
no se completa su proceso.
Sabemos
que Gregoria Cañizares es el padre de Teresa Chichilla que adopta el apellido
Chinchilla de su bisabuelo y de su abuela materna y casa a mediados del siglo
XVI con Sebastián Chirino de Loaisa.
Juan
Sánchez de Teruel y Juana Ramírez de Cañizares fueron padres de tres hijos
llamados Álvaro Pérez de Montemayor como su tío paterno, Martín Alonso de
Montemayor, presbítero en Jabalera en Cuenca, y Juan Pérez de Teruel, marido de
Elvira González de Cañamares, en quienes seguirá el patronato del convento de
la Concepción Francisca. Este Juan Pérez de Teruel sería enterrado en la
iglesia de la Concepción Franciscana.
Elvira González de Cañamares,
mujer de Juan Pérez de Teruel, fue sobrina paterna de Gonzalo González de
Cañamares[16],
canónigo de Cuenca pero no como se puede leer obispo electo de Albarracín,
fundador del Colegio de Monteolivete de Salamanca y de la capilla de Santa
María y Todos los Santos de la catedral de Cuenca. También se encontraba entre
sus bienes las casas colgadas mal llamadas del Rey, en posesión de la familia
Girón hasta principios del siglo XX.
Elvira González de Cañamares y su
marido Juan Pérez de Teruel son padres de Corona González de Cañamares que casa
con Diego Fernández Chinchilla[17]
quien redacta su testamento en 1551, recordar que los Chinchilla emparentan con
los Chirino en esta segunda mitad del siglo XVI. En el siglo XVII, es su
descendiente Escolástica de Chinchilla y Cañamares que casa con Francisco Girón
de Robles, caballero nacido en Caravaca, Murcia, pasando el patronato del
convento de la Concepción Franciscana a la familia Girón.
De nuevo tenemos que referirnos a los Toledo de Cervera.
El que será noveno señor de Cervera en 1782 y primer conde de Cervera en 1790 casa por segunda vez en 1784 con Tomasa Aliaga y Moya[18].
El noveno señor de Cervera tiene unos 55 años y su segunda mujer 25.
Tomasa es natural de Villaescusa de Haro, Cuenca, donde nace en 1759. Es hija de Leandro de Aliaga y Cuevas, natural de Villaescusa de Haro, Cuenca, y de Juliana Antonia de Moya y Carrillo, natural de Belmonte, Cuenca, casada en segundas nupcias con Marcos Francisco Girón[19] de Zúñiga Loaisa y Cañizares[20],- Marcos Girón Zúñiga y Cañizares- nacido en 1721, que de su primer matrimonio con Ana Antonia Belmonte Ramírez de Arellano[21] ha sido padre de Marcos Girón Belmonte que casa en 1807 con la condesa viuda de Cervera; Marcos Girón Belmonte es hijo del primer matrimonio del padrastro de Tomasa.
Marcos Girón Zúñiga y Cañizares, padrastro de la señora y condesa de Cervera, es de los Girón que tienen entre sus propiedades la casa llamada Del Rey y son patrones del convento de la Concepción Franciscana y de la Capilla del Socorro de la catedral de Cuenca, antes llamada de Santa María y de Todos los Santos fundada a fines del siglo por el canónigo Gonzalo Cañamares del linaje de los Cañizares. Matrimonio sin hijos.
Las Casas Colgadas, son conjunto de tres casas, una la de las Balconadas y dos reunidas en una que es la
sede del Museo de Arte Abstracto, mal llamadas del Rey por la Leyenda que
cuenta que en esta casa vive en el siglo XIV Enrique II cuando visita Cuenca.
Casas Colgadas Jesús Segura y Casa de la Sirena son
las dos nuevas opciones gastronómicas comandadas por Segura en la ciudad
después de siete años de éxitos en Trivio, restaurante que se alzó con la
Estrella Michelin hace cuatro años para no soltarla hasta su cierre, un
establecimiento que continuará abierto en su formato de barra a cargo de quien
ha sido su 'número dos', Paco Rocamora.
Tomasa Aliaga y Moya queda viuda en
1807 del primer conde de Cervera del Llano vuelve a casar con el hijo que su
padrastro, Marcos Girón Zúñiga y Cañizares, ha tenido en su primer matrimonio
llamado Marcos Girón Belmonte.
Del último hermano de Álvaro Pérez de Montemayor el fundador de la Concepción Franciscana, Andrés Pérez de Montemayor, apenas sabemos nada. Tan sólo que, siguiendo la voluntad del fundador, fue durante el resto de su vida el mayordomo del Convento, tal como se contiene en las segundas capitulaciones del mismo. Andrés tuvo un hijo llamado Francisco Pérez, que fue fraile agustino en Granada. Su tío Diego Pérez de Montemayor, el cura de San Andrés, fundó para éste último un vínculo con los bienes que poseía en el lugar de Pajarón, Cuenca.
Una
de las hermanas del Fundador, Catalina de Montemayor, casó en 1493 con Lope
Páez de Écija, regidor de Cuenca[23].
Tuvieron al menos dos hijas. Una de ellas fue Inés de Montemayor. Cuando Inés
quedó viuda de Fernando Velázquez de Cuellar, profesó en el convento de la
Concepción Francisca que había fundado su tío Álvaro. Seguramente fue el
primer miembro de la familia en hacerlo y a éste le seguirían otros más.
Su
hermana Elena Páez casó con un hermano de Fernando, Juan Velázquez de Cuellar,
procesado por la inquisición en 1531.
Estos
Velázquez de Cuellar son de la misma familia que emparenta con los Chirino
Chinchilla y luego con la familia Parada de la Peraleja.
La otra hermana de Álvaro, Juana, fue un
importante personaje en el Toledo monacal de principios del XVI y pensamos que
tuvo capital importancia en la fundación por su hermano del monasterio de las
concepcionistas de Cuenca. Profesó en el convento de igual nombre de Toledo, y
lo hizo con el nombre de Juana de San Miguel. Sor Juana está también recogida
en las capitulaciones del convento conquense, en las que aparece como hermana
del fundador. Juana de San Miguel fue con toda seguridad vicaria entre 1509 y
1510 y abadesa del convento toledano en 1526. Ocupando el primero de esos
cargos aparece pintada en la esquina inferior izquierda de un fresco de la
Santa Cena que existe aun en el antiguo refectorio del convento toledano[24].
Entre 1512 y 1515, firma un escrito relatando las virtudes de Santa Beatriz de
Silva, texto que se encontró al abrir la caja conteniendo los restos de esta
última. También señala que tenía un hermano canónigo de Toledo llamado Álvaro
Pérez de Montemayor.
En
algunos documentos aparece como Juana Díaz de Toledo. Es posible que fuese hija
de un segundo matrimonio de Hernán Sánchez de Teruel, para nosotros
desconocido, tomando de su madre el apellido Díaz de Toledo. Una Leonor Álvarez
cedió unas imágenes y una joya al monasterio toledano. Podría tratarse de una
hermanastra del canónigo, posible hija de la segunda mujer de su padre, y por
tanto hermana de Juana de San Miguel.
Las Casas Colgadas de
Cuenca del siglo XV al siglo XXI
Las
que ahora denominamos Casas Colgadas son las únicas que mantienen en la
actualidad el recuerdo de la cornisa edificada de San Martín.
Los
documentos del primer tercio del siglo XX, referentes al proceso de compra por
parte del ayuntamiento conquense y a la posterior demolición-y reconstrucción
de buena parte de la manzana, aluden a dos propiedades diferenciadas.
Teniendo siempre en cuenta las traseras a la hoz, las dos fachadas de la derecha, retranqueadas notoriamente una respecto de la otra, definen una misma vivienda, la que adquiere el ayuntamiento en 1905 como número 16 de la calle de los Canónigos y que se nombra como de la bajada a San Pablo. Es la parte que ocupa el Restaurante. En 1928 se derriba la casa de la bajada a San Pablo y el arquitecto Fernando Alcántara proyecta otra nueva, caracterizada por la presencia de llamativas galerías de madera
Las dos
restantes conforman otra vivienda, con dos casas unidas como mínimo desde
finales del siglo XVII. Se trata del número 14 de la calle de los Canónigos, que compra el
ayuntamiento en 1926. Es la Casa de los Escudos de Cañamares por lo escudos
heráldicos suyos que todavía podemos ver. Es la parte que ocupa el Museo.
Los Girón, ya
adentrados en el siglo XX, venden la Casa de los Escudos a Isidoro Carralero,
que la vende a su vez al ayuntamiento en 1926.
https://cultura.castillalamancha.es/patrimonio/catalogo-patrimonio-cultural/casas-colgadas#lg=1&slide=4
https://recursos.march.es/web/arte/cuenca/pdf/ciudad-abstracta.pdf
Conocemos
los nombres de las familias que habitaron las Casas Colgadas durante casi medio
milenio.
A mediados
del siglo XV eran propiedad de Ferrando de Madrid que formaba parte de la oligarquía
concejil de la ciudad de Cuenca. Puede
ser familia de Andrés Cabrera, señor de Moya en Cuenca.
Pedro Álvarez de
Toledo fue testigo de su hermano Alonso Álvarez de Toledo, cuando Alonso hace
en 1450 en Madrid, la escritura de Mayorazgo para su primogénito de su primer
matrimonio llamado Juan Álvarez de Toledo, Carta
de Mayorazgo que el señor Alonso Álvarez de Toledo, Contador Mayor del Rey, y
de su Consejo, hizo a Juan Álvarez de Toledo su hijo, ante Rui Díaz y Alfonso
González, escribanos, en Madrid, por el Rey y ante el Doctor Luis Núñez de
Toledo, Arcediano de Madrid, y del licenciado Juan Fernández de Alcalá, Oidor
de la Audiencia del Rey, Pedro Álvarez de Toledo, hermano del dicho Alonso
Álvarez y el Bachiller Hernando Díaz de
Madrid[26]. Luis Núñez de Toledo era hermano de la
segunda mujer de Alonso Álvarez de Toledo llamada Catalina Núñez de Toledo.
Compra Pedro la heredad de Cañamarejos-citada también como
Cañamarejo- situada cerca de Chillarón
de Cuenca- en Fuentes Claras de Chillarón-
[27] a Fernando de Madrid[28],
tío paterno de Andrés Cabrera el primer señor de Moya por los servicios a la
princesa y luego reina Isabel[29].
Los de Madrid emparentan con los
Chirino de la ciudad de Cuenca y en la ciudad de Huete con la familia Parada de
los que viene el octavo señor de Cervera por su madre. Fernando de Madrid es de
la familia Xibaja, los de apellido Jarabo en la actualidad[30].,
y de la familia Cetina. Ambas familias tenidas por conversas.
El
segundo señor de Valdeloso casa con Juana Fernández de Madrid, que podría ser
hija de Fernando de Madrid al que Pedro Álvarez de Toledo, primer señor de
Valdeloso, compra en 1433 la heredad de Cañamarejos y que es tío paterno de
Andrés Cabrera.
Antes de 1469, consta como su dueño el
licenciado en decretos Gil Ramírez de Villaescusa, arcediano y canónigo de la
catedral de Cuenca[31]. En ese año ya habían
pasado a manos de sus herederos.
La primera
noticia documental sobre las Casas Colgadas se remonta al año 1481, fecha de la
escritura de compraventa por la cual el bachiller y canónigo Gonzalo González
de Cañamares se hizo con su propiedad.
El 6 de abril de ese año, el
canónigo compró por 28.000 maravedíes lo que hoy es la casa del mesón y la
“sala blanca” del museo a Catalina Ramírez, que la había heredado de su hermano
Gil Ramírez de Villaescusa, arcediano y canónigo de la catedral de Cuenca.
Don Gil Ramírez, obispo de Calahorra. Partícipe de la construcción de la iglesia del
convento de Justinianas de la ciudad de Cuenca. Canónigo de Cuenca, Arcediano de Cuenca y
provisor de este obispado, parece haber sido obispo electo de Calahorra, de
cuya sede no llegó a tomar posesión por haber muerto en Bolonia, cuando se
dirigía a ella desde Roma, donde había recibido del Papa el nombramiento. Tío
de Diego Ramírez de Villaescusa, natural de Villaescusa de Haro, confesor de la
reina Juana I de Castilla y obispo de Cuenca.
https://cadenaser.com/emisora/2021/01/07/ser_cuenca/1610027852_165938.html
En la vecindad del postiguillo de
Santa María por donde se desciende al río Huecar por la Senda de los Canónigos
constan los siguientes aledaños:
La
puerta de los Hidalgos y la casa del deán de Burgos, actual cocina del
Restaurante. Es la casa de las Balconadas de Madera. La casa de la bajada a San
Pablo
Por
otra,
La vivienda que antes poseyó Alfonso
el Romo de Santoyo[32], marido de
Catalina Ramírez, y que en 1481 pertenecía asimismo al bachiller Cañamares, por
delante la calle real, y por las espaldas las peñas del Huécar. Sede del Museo
de Arte Abstracto. La casa de los escudos de Cañamares.
La mayor parte de los edificios de
las Casas Colgadas que compra el bachiller a partir de 1481 habían pertenecido
anteriormente al licenciado en decretos Gil Ramírez de Villaescusa, y se
encontraban en el momento de la adquisición divididos entre los herederos de
este último.
Estos herederos son su hermana
Catalina Ramírez y la hija de esta y de su mismo nombre.
Catalina Ramírez, sobrina materna de
Gil Ramírez de Villaescusa, es esposa de Alonso el Romo de Santoyo y el
matrimonio es vecino de Garcinarro, Cuenca. El matrimonio vende sus casas
también al deán Cañamares el mismo dia 6 de abril por
un precio de treinta mil maravedíes.
Los linderos que proporcionan los
documentos permiten identificar las propiedades adquiridas por don Gonzalo con
las dos grandes secciones de las Casas Colgadas:
Desde luego, ni una sola de las
numerosas noticias de archivo que hemos localizado confirman en absoluto
algunos mitos historiográficos que han llegado prácticamente hasta nuestros
días, incluida la idea errónea de que alojaron a reyes o que albergaron antes
del siglo XVIII el ayuntamiento de la ciudad,.
https://recursos.march.es/web/arte/cuenca/pdf/ciudad-abstracta.pdf
Constituyen
la morada de don Gonzalo hasta su fallecimiento en 1528, y lo serán después de
sus herederos durante varios siglos. Lo relevante en verdad es que González de
Cañamares vincula las Casas Colgadas con el patronazgo de la capilla de Santa
María y Todos los Santos de la catedral de Cuenca.
A mediados del siglo XVI el propietario
y morador de la casa de las balconadas era Juan Pérez de Teruel, sobrino
paterno del fundador de la Concepción Franciscana y casado con una Cañamares,
Elvira Cañamares, que es sobrina paterna del canónigo Cañamares.
A principios del XVII figura como
propietario Luis Antonio de Chinchilla y más tarde doña Escolástica de
Chinchilla. Descendientes de Juan Pérez de Teruel y de su esposa Elvira
Cañamares. Los Cañamares emparentan con los Chinchilla al casar una hija de
Juan Pérez de Teruel y de Elvira Cañamares con un Chinchilla.
En el mismo siglo vivió en ella
Andrés de Alarcón, cura de San Miguel, y en 1683 Pedro Manrique de Lara.
En 1683 son descritas en un censo de
Miguel Girón de Zúñiga y Loaisa como “unas casas de morada…como se va a
la puente de San Pablo… que hacen una plazetilla”.
Escolástica
Cañamares Chinchilla casa en Cuenca, en 1621 en Santa María de Gracia, con
Francisco Girón de Robles Zúñiga.
Doña
Escolástica es la última patrona de la capilla de la catedral que vive en las
Casas Colgadas. Su casamiento con Francisco Girón de Zúñiga Robles,
caballero nacido en Caravaca y alcalde de la Santa Hermandad de dicha población
murciana, traslada su peripecia vital fuera de Cuenca.
Escolástica
de Chinchilla y Cañamares fallece con anterioridad al 28 de febrero de 1675,
cuando su hijo mayor Manuel Girón de Zúñiga y Loaysa-es su hermano Miguel
Girón de Zúñiga y Loaisa-, vecino de Huéscar (Granada), pide y obtiene que
se le reconozca como primogénito para ejercer su derecho a la posesión de los
mayorazgos que su madre poseía en la ciudad de Cuenca.
Marcos
Girón Zúñiga y Cañizares consta como radicado en Cuenca y como morador de las
Casas Colgadas. El sucesor de Marcos Girón es su hijo primogénito Fernando
Manuel Girón y Cañizares
Juliana Antonia de Moya y Carrillo, natural
de Belmonte, Cuenca, casa en segundas nupcias con Marcos
Francisco Girón de Zúñiga Loaisa y Cañizares,- Marcos Girón Zúñiga y
Cañizares- nacido en 1721, que de su primer
matrimonio con Ana Antonia Belmonte Ramírez de Arellano[33]
ha sido padre de Marcos Girón Belmonte que casa en 1807 con la condesa viuda de
Cervera; Marcos Girón Belmonte es hijo del primer matrimonio del padrastro de
Tomasa.
Esta es la ascendencia de Marcos Girón
Zúñiga Cañizares.
Juan
Hernández de Chinchilla, regidor de Cuenca, hijo mayor de Diego Hernández de
Chinchilla y Corona González Cañamares y Teruel por su padre -sobrina nieta
materna del canónigo de la catedral de Cuenca Gonzalo González de Cañamares es
el sucesor de los vínculos familiares de los Cañamares tras la muerte de su
madre a finales de la octava década del siglo XVI.
Juan
Hernández de Chinchilla deja a su muerte dos hijos menores de edad llamados
Luis Antonio de Chinchilla Cañamares y Teruel y su hermana Catalina de
Chinchilla.
Luis
Antonio es otro de los dueños y moradores de las Casas Colgadas.
Sigue
su hija Escolástica de Chinchilla y Cañamares casa con Francisco Girón de
Zúñiga Robles.
Escolástica de Chinchilla y Cañamares
fallece con anterioridad al 28 de febrero de 1675 y su hijo mayor Manuel Girón
de Zúñiga y Loaysa, vecino de Huéscar en Granada, pide y obtiene que se le
reconozca como primogénito para ejercer su derecho a la posesión de los
mayorazgos que su madre poseía en la ciudad de Cuenca y el patronazgo del
convento de la Concepción Franciscana y el de la capilla de Santa María y Todos
los Santos de la catedral, ahora Capilla del Socorro.
Hermano de Manuel es Bernardino de quien
es nieto el que será conde consorte de Cervera, Marcos Girón Belmonte. Este es
hijo de Marcos Girón Zúñiga Cañizares.
Es hermano de Manuel y Bernardino tambien
el antes citado Miguel.
Marcos Girón Zúñiga y Cañizares es
sobrino paterno de Manuel Girón y Cañizares, primogénito y heredero de sus
padres. El sucesor de Marcos Girón es su hijo primogénito Fernando
Manuel Girón y Cañizares.
Tiene importantes problemas económicos que agravan el deterioro de los
bienes de patronazgo a su cargo. Problemas que se agravarán para la familia tras
el expolio que sufre la ciudad y la provincia de Cuenca por las tropas
francesas en la Guerra de la Independencia.
Los problemas económicos de Fernando Manuel
Girón se agudizan con su hijo y sucesor Joaquín Girón y Cañizares. En su
testamento, redactado el 4 de junio de 1829, menciona que el rey le había
concedido facultad para vender la mayor parte de los bienes que tenía en la
ciudad de Cuenca. Y argumenta la causa: “por los muchos apuros que contraje en
la Guerra de la Independencia, por los saqueos que sufrí, y pérdidas que tuve”.
Las décadas siguientes aumentan el declive físico de los edificios. La historia
solo concluye con la venta que efectúan los Girón, ya adentrados en el siglo
XX, de la casa de los escudos a cierto Isidoro Carralero, que la vende a su vez
al ayuntamiento en 1926.
A Bernardino lo podemos encontrar como hijo de
Manuel Girón de Zúñiga y Loaysa y por lo tanto como nieto de doña Escolástica.
Por lo tanto, no como hermano de Manuel e hijo de doña Escolástica. Por ello el conde consorte de
Cervera sería hermano y no primo segundo del titular del Mayorazgo Cañamares.
El personaje histórico
fundamental en relación con las Casas Colgadas es el bachiller Gonzalo González de Cañamares[34], canónigo asimismo de la
catedral desde al menos 1481 hasta 1528, año de su fallecimiento[35].
Le pertenecieron todas las casas a las que ahora damos el nombre de Casas
Colgadas, y vivió en ellas.
Estaban vinculadas con la dotación de la capilla de Santa María y Todos los
Santos que había fundado en la girola de la catedral de Cuenca.
Gonzalo González de Cañamares en
1508 funda el colegio de Nuestra Señora y Todos los Santos, o de Monte Olivete,
en la Universidad de Salamanca[36]. En 1508 fundó de su peculio en Salamanca[37]
un colegio para instrucción de clérigos, con la misma dedicación de la capilla
fundada, conocido después vulgarmente como de Monte Olivete. El 14 de abril de
1518 pedía licencia al Cabildo “para ir a visitar e proveer un Colegio e casa
para estudiantes en la çibdad de Salamanca que ha fecho, por ser cosa pía e
útile e provechosa”. Parece que mas que fundador es su primer rector. El error se debe a que
algunas Bulas de concesión de Beneficios de Rentas venían a su nombre. Se
incorporó a la Universidad en 1533. En 1780 fue agregado con todas sus rentas
al de Los Ángeles[38]. El edificio del Monte
Olivete, que estaba cerca del Convento de San Esteban, fue ocupado en 1786 por
el Colegio de la Magdalena, hasta que fue destruido en la Guerra de la
Independencia[39].
Sus recursos económicos vienen de su carrera eclesiástica en Roma, durante
los años 80 del siglo XV. El propio don Gonzalo se encarga de recordarlo en un
pasaje de su testamento de 1528.
La mayor parte de los edificios de las Casas Colgadas que compra Gonzalo
González de Cañamares a partir de 1481, fecha en que es nombrado canónigo de la
catedral de Cuenca, habían pertenecido al licenciado en decretos[40] Gil Ramírez de
Villaescusa, y se encontraban divididos entre sus herederos.
En estas casas vive Gonzalo Gonzalez de Cañamares hasta su muerte en 1528[41].
Pasan a propiedad de sus
herederos.
González de Cañamares vincula las Casas Colgadas con el patronazgo de la
capilla de Santa María y Todos los Santos de la catedral[42] lo que fue un hecho muy
favorable para su conservación pues fueron propiedad de los patronos de la
capilla.
Don Gonzalo establece que el primer titular el patronazgo sea su hermano
Pedro González[43].
Ambos eran hijos de Alfonso González y Elvira González de Cañamares.
Pedro Gonzalez de Cañamares está casado con Inés López. Tienen dos hijos
llamados Gonzalo Bernardo de Cañamares[44] y Elvira González.
Elvira González de Cañamares casa con un importante personaje de la élite
local, Juan Pérez de Teruel. Tienen doce hijos, varios de los cuales llegan a
ostentar los patronazgos del bachiller y, como tales titulares, a poseer y
habitar las Casas Colgadas. Son estos Juan Pérez de Teruel y Montemayor, Corona
González y los canónigos Gonzalo-el tercero de este nombre en la familia
Cañamares- y Alonso.
Corona González casa con Diego Hernández de Chinchilla.
El doctor
Juan Hernández de Chinchilla[45],
regidor de Cuenca, hijo mayor de Diego Hernández de Chinchilla y Corona
González, es el sucesor de los vínculos familiares tras la muerte de su madre a
finales del siglo XVI[46].
Juan
Hernández de Chinchilla muere en agosto de 1588 deja dos hijos menores de edad,
Luis Antonio de Chinchilla Cañamares y Teruel y su hermana Catalina de
Chinchilla.
El regidor
Luis Antonio de Chinchilla Cañamares y Teruel es otro de los dueños y moradores
de las Casas Colgadas. Sigue su hija Escolástica de Chinchilla y Cañamares,
hija mayor y sucesora.
Doña
Escolástica es la última patrona de la capilla de la catedral que vive en las
Casas Colgadas. Casa con Francisco Girón de Zúñiga Robles, caballero nacido en
Caravaca y alcalde de la Santa Hermandad de dicha población murciana, traslada
su peripecia vital fuera de Cuenca.
Escolástica
de Chinchilla y Cañamares muere antes del 28 de febrero de 1675, cuando su hijo
mayor Manuel Girón de Zúñiga y Loaysa, vecino de Huéscar, Granada, pide y
obtiene que se le reconozca como primogénito para ejercer su derecho a la
posesión de los mayorazgos que su madre poseía en la ciudad de Cuenca[47].
Marcos Girón Zúñiga y Cañizares, hijo o bien nieto de Manuel-Marcos hijo de Bernardino y este hijo y no hermano de Manuel-, consta como radicado en Cuenca y como morador de las Casas Colgadas.
El sucesor de Marcos Girón Zúñiga y Cañizares es su hijo primogénito Fernando Manuel Girón y Cañizares, vecino de Villaescusa de Haro y luego de Cuenca que habita en las Casas Colgadas en 1794. -El conde consorte de Cervera seria el hermano de este Fernando-
Capillas
en la iglesia de Santa María la Nueva de Cuenca
En la iglesia de Santa
María la Nueva estaba la capilla de San Ildefonso situada en el lado de la
Epístola junto a la de los Cañizares dedicada a Santa Catalina.
La capilla de San
Ildefonso fue reedificada a fines del siglo XVI cuando se manda labrar los
sepulcros góticos del fundador y de su nieto. También se reedifica en parte en
el siglo XIX. Estaba sin culto
desde 1628.
La capilla de los Cañizares estaba
situada en el lado de la Epístola junto a la de los Montemayor de San
Ildefonso. La capilla de los Cañizares estaba abandonada a fines del siglo
XVII.
Fernando Chirino, canónigo de
Cuenca, reclama su propiedad pero al no hacer los Chirino las obras necesarias
para su mantenimiento pierden su propiedad que pasa a ser del cabildo de la
iglesia de Santa María la Nueva.
Los Cañizares emparentan con los
Chirino cuando en la segunda mitad del siglo XVI Sebastián Chirino de Loaisa,
titular del linaje Chirino de Cuenca, casa con Teresa Chinchilla que es una
Cañizares por su madre.
Plaza de Mangana con la torre del reloj de la Ciudad. En este lugar estuvo ubicado el barrio árabe, después la judería medieval y finalmente el barrio cristiano de Santa María[50].
A los pies de la Plaza de Mangana se
encuentra la calle que la ciudad de Cuenca dedica a Diego de Valera, es la
calle llamada Mosén Diego de Valera que comienza en la Calle Alfonso VIII y por
la calle del Carmen nos lleva a la Plaza de Mangana.
En
el lado del evangelio de la iglesia de Santa María la Nueva estaba la capilla
de enterramiento de los Teruel dedicada a Santa Catalina.
Los Teruel emparentan con los
Montemayor que son titulares de la capilla de San Ildefonso, estas dos capillas
están sin culto desde comienzos del siglo XVII.
Estaba enterrado en la capilla de la
familia Teruel Diego de Montemayor y Teruel, cura de la iglesia de San Andrés
de Cuenca[51]. Su
monumento funerario fue traslado al Palacio Episcopal de Cuenca cuando en 1912
se derriba la iglesia de Santa María la Nueva. En otro precioso nicho que pertenece al género plateresco, hay una
estatua de sacerdote que, según es fama, destrozaron los franceses que á tan
vandálicos actos se entregaron durante su invasión, leyéndose en la inscripción
que tiene: «Aquí yace el venerable S. D. Pe.s de Montemayor, cura de la iglesia
de San Andrés de Cuenca, cuya ánima Dios aya, el cual finó de edad LX años á
XXIX días del mes de diciembre año de nuestro Salvador Jhux." de MDXXIII
años, el cual reedificó esta capilla que primero uso su bisagüelo Hernán
Sánchez de Teruel, regidor y tesorero de esta cibdad.»
Los Montemayor tenían otra capilla
en la iglesia de Santa María la Nueva de Cuenca situada debajo del coro y que estaba dedicada a la Visitación y
fundada por un sobrino paterno de Juan Alonso de Montemayor el Viejo llamado
Alonso de Montemayor, hijo de Diego de Alonso de Montemayor y Córdoba.
Diego Alonso de Montemayor y Córdoba es cabeza
de la rama principal de los Montemayor de Cuenca que son señores de la dehesa
de Ximén Ramírez.
Diego con su hermano Juan Alonso de
Montemayor y Córdoba, cuyas descendencias dejan el apellido Córdoba, viene de
su tierra de Jaén a la ciudad de Cuenca donde se avecinan ambos hermanos.
Diego Alfonso de Montemayor y
Córdoba llega a Cuenca con su hermano acompañando a Fernando de
Trastamara que aquí recibe la noticia de su nombramiento como rey de Aragón. El
infante Fernando estaba alojado en la conocida como Casa del Curato, Casa
Curato de San Martín del siglo XIV-XV, nombre que recibe por haber sido la
antigua residencia del titular de la parroquia de Santiago, cuando desaparece
la de San Martín en el barrio de San Martín sobre la Hoz del río Huecar[52].
La parroquia de
Santiago ésta en el interior de la Catedral en la Capilla de Santiago que fundada
en el siglo XV por el obispo Álvaro Martínez, canciller de Enrique III de
Castilla. La Casa de Curato fue sede de la Inquisición y aquí residía Fernando
de Trastamara cuando en 1410 recibió la noticia de su nombramiento como Rey de
la Corona de Aragón tras el Compromiso de Caspe, convirtiéndose en Fernando I
el Justo, o el Honesto. En la actualidad, se encuentra instalado en la Casa
Curato el Museo de Cuenca en la calle Obispo Valero, 12[53].
Fernando de Trastamara[54] era
hermano de Enrique III que es rey de Castilla desde 1390. La escasa salud de
este que padeció enfermedades como el tifus y la viruela, lo que le valió ser
apodado el Doliente, y el hecho de que no lograra concebir un varón que heredara
el trono, permitió que Fernando albergara esperanzas de llegar a obtener el
trono castellano, Sin embargo, el nacimiento de un heredero varón para la
corona de Castilla, el futuro Juan II, en 1405, un año antes de la muerte de
Enrique III, acabó con las esperanzas de Fernando de ocupar el trono de
Castilla. Si es Fernando rey de Aragón y el abuelo paterno de Fernando el
Católico.
A fines del siglo XVI es patrón de la capilla de la
Visitación Fernando de Montemayor, regidor de Cuenca y señor de la dehesa de
Ximén Ramírez, hijo de Fernando de Montemayor-este es sobrino del fundador
llamado Alonso de Montemayor- , regidor de Cuenca, que manda construir la torre
para el reloj de la ciudad, Torremangana, casa con Juana de Velázquez. Mantenía
su culto a comienzos del siglo XVII y era la única de las capillas de la
Iglesia de Santa María la Nueva que lo mantenía.
Los Montemayor y Córdoba, hidalgos,
son en su rama principal asentada en Jaén, señores del castillo de Montemayor,
Dos Hermanas y Alcaudete, Córdoba, desde el siglo XIV. En Cuenca formaron parte
de la élite municipal los asentados en la ciudad de Cuenca en la primera mitad
del siglo XV. También hubo Montemayor en Huete.
Dedicamos unas líneas a Diego
Alfonso de Montemayor y Córdoba, origen de la rama principal de los Montemayor
de la ciudad de Cuenca que emparenta con los Chirino.
Diego Alfonso de Montemayor y
Córdoba es de los señores de las Cuevas de Guadarromán, Córdoba. Es el cuarto
hijo del señor en tierras de Córdoba del castillo de Dos Hermanas y primer
señor de Montemayor y Alcaudete de nombre Alonso Fernández de Montemayor y
Córdoba y de su mujer Juana Martínez de Leiva. Alonso Fernández de Córdoba, Adelantado Mayor de la Frontera, Señor de
Alcaudete y Montemayor.
Diego Alfonso de Montemayor y
Córdoba es hermano del segundo señor de Montemayor, Alcaudete y Dos Hermanas[55].
Diego
Alfonso de Montemayor y Córdoba se asienta en la ciudad de Cueca por el año
1410 con su hermano Juan Alfonso de Montemayor el Viejo que deja de usar el
apellido Córdoba y que es el abuelo materno del fundador del convento de la
Concepción Franciscana de la ciudad de Cuenca.
Diego testa en Valdemorillo de la
Sierra-lugar de su señorío-, Cuenca, en 1439. Casa con Elvira Alfonso de
Mendoza, hija de Fernando Vázquez de Mendoza, alcaide de la villa de Moya[56].
Padres de Alonso de Montemayor y
Córdoba que funda en Santa María la Nueva la capilla de la Anunciación. Casa con Teresa de Ayala, sin hijos.
Testa en 1503 dejando como heredero y patrón de la capilla que funda a su
sobrino paterno Fernando de Montemayor-hijo de Juan Alonso de Montemayor y este
hermano de Alonso de Montemayor el fundador en 1426 de la capilla de
la Visitación- que casa con María Fernández de Valera, hija de Fernando de
Valera que es contador mayor del marqués de Moya. De estos descienden los
Montemayor de la rama principal de Cuenca que son señores de la dehesa de Ximén
Ramírez.
En Elvira
de Córdoba y Montemayor, hermana de Juan Alonso de Montemayor el Viejo y de
Diego
Alfonso de Montemayor y Córdoba, sigue el señorío
de las Cuevas de Guadarromán. ´
El convento de
la Concepción Francisca de la ciudad de Cuenca
A un Montemayor debe Cuenca el
convento de la Concepción Francisca levantado junto a la Puerta de Valencia de
la muralla de la ciudad de Cuenca y que era el único monasterio de monjas que
estaba situado extramuros de la ciudad y que los conquenses conocen también con
el nombre de Concepcionistas de la Puerta de Valencia.
Su fundación se llevó a cabo en el
año 1501 por Álvaro Pérez de Montemayor, hijo de Catalina Alonso de Montemayor
quien es hija de Juan Alonso de Montemayor el Viejo, fundador de la capilla de
San Ildefonso de la iglesia de Santa María la Nueva, y de su marido Hernán
Sánchez de Teruel de los Sánchez de Teruel que también tenían su capilla de
enterramiento en Santa María de Gracia, la capilla de Santa Catalina que es
fundada por el bisabuelo paterno de Álvaro Pérez de Montemayor que fue canónigo
de la Santa Iglesia Catedral de Toledo[57].
En 1504 el convento ya estaba
construido.
La Iglesia se levantaría en el solar
en el que antaño estuviera la Ermita de la Trinidad por lo que en algunos
documentos del siglo XVI el convento es llamado de las monjas de la Trinidad.
Álvaro Pérez de Montemayor pidió ser
enterrado junto con su familia en la capilla mayor, delante del altar; y así se
hizo, en un sepulcro que, en 1512, había sido labrado por el entallador Diego
de Flandes por un precio de 19.600 maravedíes. De este sepulcro, por desgracia,
sólo se tienen descripciones escritas. El sepulcro era de alabastro y contenía
la efigie yacente del fundador acompañado de un paje. Se alzaba sobre unos leones
y adornaba sus frentes con cuatro escudos[58].
La Iglesia fue rehecha por completo
por Martín de Aldehuela en la segunda mitad del siglo XVIII. Durante la Guerra
Civil fue utilizada como cárcel del pueblo, devastado su interior y quemado el
retablo mayor junto con su camarín[59].
La portada del convento está
coronada por una figura que tiene a su lado una calavera y a los pies la
inscripción Memento mori respice finem,
como lema de vida del fundador, Recuerda
que puedes morir piensa en el final
En 1504 el monasterio estaba ya
edificado, y el canónigo Pérez de Montemayor, con toda solemnidad, se lo
entregaba a la Abadesa; la cual, acompañada del Provincial de la Orden, tomó
posesión del mismo con el ceremonial acostumbrado. En primer lugar, la abadesa
y el Provincial de la Orden procedieron a echar fuera del monasterio al
fundador y a las personalidades que le acompañaban; y, después de cerrar las
puertas de la casa conventual, anduvieron por ella para demostrar que pasaba a
ser una propiedad suya. Este monasterio, siguiendo deseos del fundador, fue
incorporado a la Orden de las Concepcionistas, de forma semejante a como lo
estaba el de Toledo. El canónigo Álvaro Pérez de Montemayor estableció en las
capitulaciones que la capilla mayor serviría de enterramiento para él y su
familia.
El convento tiene tres alturas,
presenta unas fachadas casi sin huecos; animadas únicamente por unas pequeñas
ventanas, que no guardan simetría alguna -pues están abiertas en función del
interior-, y por unos pequeños escudos, que memoran al fundador. Se ingresa por
una sencilla puerta en arco de medio punto. Las dependencias conventuales se
articulan en torno a un patio de trazado irregular, cuyos pies derechos con
zapatas, muy dentro de la tradici6n gótica, son ajenos a la tipología de un
patio conventual.
Del primitivo conjunto del convento
siglo XVI quedan, además del patio adaptado, los tiros de escalera y la portada
de la fachada de la iglesia. Esta portada, realizada por Pedro de Alviz, es muy
representativa de ese arte plateresco que se desarrolla en Cuenca en la década
de los treinta. Su composición es muy sencilla. En el siglo XVIII comienzan las
obras del nuevo edificio, dirigidas por José Martín, que diseñó la iglesia en
su estilo inconfundible, en el que siempre es patente el gusto por centrar la
planta, aunque exista un claro eje longitudinal. Como tal monasterio de
clausura, la iglesia posee coro alto a los pies —lo que ayuda a la dicha
centralización espacial—, resuelto mediante cúpula elíptica, perforada por
lunetos, sobre pilares achaflanados. La coloración clara y la ligereza de la
decoración hacen que pueda incluirse, con reservas, en la estética rococó.
Asimismo, ciertos detalles en el tratamiento del muro, como los recuadros y
hornacinas que aparecen entre las pilastras de orden compuesto, y las cabezas
de querubines que adornan aquéllos, nos remiten a Borromini. La fachada de la
iglesia está enmarcada por unas pilastras de sillería; y se remata por cornisa
curva, sobre la que descansa una espadaña. La portada de la fábrica del siglo
XVI se conservó por expresa indicación de José Martín. En la actualidad, la
iglesia está abierta al culto y puede visitarse, quedando el resto del edificio
restringido para la clausura de las monjas[60].
[1] En el barrio del
alcázar donde es fama que el rey D. Alfonso VIII mandó construir su palacio, se
encuentra la parroquia de santa María de Gracia, ocupando el mismo local que,
según la tradición, sirviera antes para la sinagoga hebrea. Se erigió en templo
cristiano en 1403 por el prelado D. Juan Cabeza de Yaca. Consta de una nave, y
toda su fábrica es bastante pobre, y solamente en dos capillas vénse algunos
sepulcros bastante bien trabajados con inscripciones góticas. El uno de los
nichos, gótico, encierra una urna cineraria ornada con hojarasca, trabajada con
gran delicadeza. Sobre ella hay dos estatuas tendidas representando á un
anciano y á un joven, caballeros ambos, leyéndose la siguiente inscripción:
«Aquí está sepultado el honrado caballero Juan Alfonso de Montemayor, cuya
ánima Dios aya LXXY años en XXI de noviembre de mil CCCCLXY años.» Y la otra
dice: «Juan Alfonso de Montemayor el mozo, cuya ánima Dios aya, fijo de Al.0 de
Montemayor, finó de edad » Este era nieto del anterior y estaban ambos sepultos
en el mismo hueco de la pared de su capilla.
[2] Descendencia de
la familia Girón, señores de Cardela, vecinos de Granada. Por don Diego de
Castilla, señor de Gor. Año 1619. Descripción
Genealógica de la Casa de Aguayo y líneas que se derivan de ella. Antonio Ramos, 1781
[3] De criptojudíos
a nobles titulados. El origen judeoconverso de las élites de Cuenca (SS.
XV-XIX) Rafael Maria Girón Pascual. Universidad de Córdoba
[4] Confesión de un
tal Juan de Arcis sobre lo que vio en 1460. Dimas Pérez Ramírez. La Inquisición
en Cuenca, 1989.
[5] Concejo,
poder y élites: la clase dominante de Cuenca en el siglo XV. José Antonio Jara Fuente.
[6] Hernán o Ferrán
Pérez de Teruel, casado con una Montemayor, pudo ser Caballero de la Sierra en
Cuenca en 1457 y 1458 y después en 1466 y 1467, alcalde de Cuenca en 1467 y
1468, Almotacén en 1469 y 1470. Era el poseedor del vínculo que había
instituido Hernán Sánchez de Teruel, abuelo suyo. Este último fue regidor de
Cuenca y tesorero de la Casa de la Moneda de la misma ciudad. De él sabemos que
testa el 28 de agosto de 1415. Este Hernán y su mujer, Catalina Sánchez,
fueron, muy probablemente, los primeros de la familia en abrazar la fe
cristiana, al menos nominalmente. Los Caballeros de la Sierra surgen con la
reconquista castellana de poblaciones serranas con términos muy amplios y con
la necesidad de vigilar, guardar y defender las fuentes de riqueza existentes
en esos territorios. En el fuero de Molina de Aragón de 1112 se menciona por
primera vez la figura de los Caballeros de la Sierra o Caballeros de Sierra,
cuya principal misión era la defensa de los bosques, encinares, pinares y
sabinares, árboles y arbustos, pastizales, cobros del uso de estos bienes y
montazgos. Concejo, poder y élites. La clase dominante de Cuenca en el siglo
XV. José Antonio Jara Fuente. El Almotacén tenía a su cargo la vigilancia y
comprobación del ajuste exacto de los pesos y medidas en las transacciones
públicas, en especial en los mercados. Actuaban de oficio o a instancia de
cualquiera que considerase que los instrumentos de peso habían sido
modificados. También se ocupaban de la comprobación de la moneda: peso y
falsificación. Su oficina se llamaba fielato, nombre que también se daba a los
puestos de control de entrada y cobro de portazgo que había en las puertas de
las ciudades hasta mediados del siglo XX. Era un oficio de la administración
municipal que se toma de las ciudades musulmanas.
[7] En 1391, la sinagoga de la ciudad de Cuenca fue
transformada en la iglesia de Santa María la Nueva tras las persecuciones
sufridas por los judíos. La judería de Cuenca estaba en el barrio del Alcázar
que antes fuera la fortaleza musulmana. La iglesia de
Santa María fue demolida en el año 1912. La sinagoga de Cuenca, iglesia de
Santa María. Dimas Pérez Ramírez. Archivero que fue del Archivo de la catedral
de Cuenca.
[8] Historia
de la ciudad de Cuenca. Juan Pablo Mártir Rizo, 1629.
[9] Los Montemayor
son señores de la dehesa de Ximén Ramírez y también tenían propiedades en
Valdecabras y en Valdemorillo de la Sierra. Los Montemayor son regidores de la
ciudad de Cuenca, Caballeros de la Sierra, alguaciles, almojarifes o tesoreros
de la Ciudad y almotacenes.
[10] Espacio, Tiempo
y Forma, Historia Medieval, 2005. El primer registro de Simón Fernández de
Moya, escribano público de Cuenca. 1423. Francisco Antonio Chacón Monedero.
Universidad Autónoma de Madrid. Encontramos en esta obra todo tipo de
información sobre la vida pública y municipal así como sobre circunstancias
personales de los vecinos de la ciudad de Cuenca en el año 1423.
[11] Los arrendadores
de las alcabalas en la tierra de Cuenca entre 1464 y 1470. Julián Sánchez
Quiñones. Revista de la Universidad Española de Educación a Distancia. Espacio,
Tiempo y Forma, Historia Medieval, 2013.
[12] Términos
despoblados en la tierra de Cuenca. Un problema de organización del territorio
y articulación social en el siglo XVI. José María Sánchez Benito Universidad
Autónoma de Madrid, 2013.
[13] Alonso de
Montemayor, hijo del fundador de la capilla de San Ildefonso, es padre de Juan
Alfonso de Montemayor el Mozo que nace en 1460 y muere en 1483 antes que su
padre.
[14] la capilla de
San Martín fue fundada por el canónigo Martín de Huélamo a mediados del siglo
XVI. Dispone de una reja forjada, obra de Hernando de Arenas y realizada en
1548. El retablo de esta capilla está dedicado a San Martín en estilo
plateresco con medallones realizados en alabastro por Giraldo de Flugo, en el
que se combinan la madera policromada, la pintura sobre tabla y el alabastro.
Bajo el arcosolio se encuentran los sepulcros de los Montemayor, traídos de la
iglesia de Santa María la Nueva o de Gracia, antes la sinagoga de Cuenca. Familia
de conversos algunos de cuyos miembros estaban enterrados en su capilla de la
sinagoga, arruinada y desmoldada a comienzos del siglo XX.
[15] Enterrado en un
nicho plateresco con su estatua yacente que, según es fama, destrozaron los
franceses que á tan vandálicos actos se entregaron durante su invasión.
[16] En la Plaza de
Santa María la catedral de Cuenca era titular de la propiedad de unas casas en
que vivía el canónigo Lorenzana- Alonso Rodríguez de Lorenzana-. En 1495 vivía
el bachiller Cañamares, canónigo, dueño de las llamadas ahora Casa Colgadas, y
paga por ellas un censo anual de 1.155 maravedíes. Don Gonzalo Cañamares, había
promovido obras en estas casas de su propiedad que estaban cerca del postigo de
San Pablo. Las traspasa a su sobrino el segundo canónigo homónimo, y en 1528
vivía en ellas la madre de este último, Inés López. A.D.C., Fondo Girón, leg.
8, exp. 13., Y en 1515 en Villalba de la
Sierra Gonzalo González de Cañamares,
canónigo, pagaba 45 maravedíes por el uso de una heredad del cabildo.
Este importe era destinado al Arca de la Limosna para tender a pobres, enfermos
y necesitados.
[17] En 1495 sabemos
que en la Calle de Santibáñez, cerca de la Plaza de Santo Domingo y de la Plaza
del Salvador, por unas casas Juan Fernández de Chinchilla, pagaba 400
maravedíes de censo anual a su propietario que era el cabildo de la catedral de
Cuenca. Un poco más abajo era Pedro de Chinchilla el que pagaba 450 maravedíes
anuales al cabildo por las casas que eran de su propiedad. En la Plazuela de
Santo Domingo por unas casas Juan Ferrández de Chinchilla pagaba 120 maravedíes
anuales al Cabildo. Era vecino de Juan Rodríguez de Alcocer que por las suyas
pagaba 25 maravedíes. En esta Plazuela por unas casas Diego de Alcocer pagaba
de censo anual 200 maravedíes. Tambien en esta Plazuela por unas casas la mujer
de Diego Chirino pagaba 160 maravedíes. Diego de Alcocer por unas casas 200
maravedíes. Y el regidor Alonso Alvarez, segundo señor de Cervera satisfacía al
Cabildo por unas casas 90 maravedíes al año. Los señores de Cervera tenían las
casas principales de su mayorazgo junto a la Plaza del Salvador. Por una huerta
y un pedazo de otra huerta a orillas del río Júcar Juan Fernández de Chinchilla
satisfacía al cabildo de la Catedral anualmente 36 maravedíes y por otra Huete
en el mismo sitio 80 maravedíes. También el escribano Juan de Chinchilla
explotaba junto al Júcar una huerta por
la que pagaba al año 40 maravedíes anualmente. Por una viña en el paraje
llamado Pago de Casa el Viejo Juan Fernández
de Chinchilla pagaba un censo anual de 2 maravedíes. En Valdeganga de
Cuenca por una casa y heredad Juan Ferrández de Chinchilla, regidor, pagaba
anualmente 932 maravedíes. Real Academia Conquense de Artes y letras. En torno
a la historia medieval de Cuenca. Algunas reflexiones sobre economía, política
y sociedad, entre los siglos XII y XV, 2014. Jorge Diaz Ibáñez. Libro de censos
que se conserva en el Archivo Histórico Provincial de Cuenca. propiedades
urbanas y rurales que el cabildo tenía entregadas a censo en el año 1495,
siendo mayordomo el racionero Juan del Pozo.
[18] Juan Nicolás
Álvarez de Toledo y Borja, Parada y Muñoz Castilblanque. Noveno señor de
Cervera, 1782-1807. Primer conde de Cervera en 1790 con el vizcondado previo de
La Parra.
[19] Los Girón heredan los mayorazgos de los Valenzuela,
familia de notarios y escribanos de la ciudad de Cuenca, a principios del XIX.
[20] Esta es la
ascendencia de Marcos Francisco Girón de Zúñiga Loaysa Cañizares remontando sus
antepasados al siglo XV, al núcleo de la elite conversa de la ciudad de Cuenca.
Juan
Hernández de Chinchilla, regidor de Cuenca, hijo mayor de Diego Hernández de
Chinchilla y Corona González Cañamares y Teruel por su padre -sobrina nieta del
canónigo de la catedral de Cuenca Gonzalo González de Cañamares propietario de
las Casas Colgadas de Cuenca por compara al comenzar en 1481- es el sucesor de
los vínculos familiares de los Cañamares tras la muerte de su madre a finales
de la octava década del siglo XVI. Juan Hernández de Chinchilla, fallecido en
agosto de 1588, deja dos hijos menores de edad, Luis Antonio de Chinchilla
Cañamares y Teruel y su hermana Catalina de Chinchilla. Luis Antonio es otro de
los dueños y moradores de las Casas Colgadas. Sigue su hija Escolástica de
Chinchilla y Cañamares, hija mayor y sucesora de los patronazgos del regidor
Luis Antonio de Chinchilla. Escolástica casa con Francisco Girón de Zúñiga
Robles, nacido en Caravaca, Murcia, y su alcalde de la Santa Hermandad. Hijo de
Bernardino Girón Zúñiga. regidor de Caravaca, y de Catalina de Robles Zurita de
los Inestrosa y León de Belmonte-prima hermana de Fray Luis de León y con su
ascendencia en el siglo XV en los Inestrosa de los que descienden también la
hermanas Maria e Inés Carrillo de Alarcón de las que se escribe en los
apartados dedicados al segundo y al cuarto señor de Cervera.
Escolástica de Chinchilla y Cañamares fallece con
anterioridad al 28 de febrero de 1675, cuando su hijo mayor Manuel Girón de
Zúñiga y Loaysa, vecino de Huéscar en Granada, pide y obtiene que se le
reconozca como primogénito para ejercer su derecho a la posesión de los
mayorazgos que su madre poseía en la ciudad de Cuenca y el patronazgo del
convento de la Concepción Franciscana y el de la capilla de Santa María y Todos
los Santos de la catedral, ahora Capilla del Socorro. Hermano de Manuel,
siguiendo las genealogías de los Chirinos, es Bernardino de quien es nieto el
que será conde consorte de Cervera. Manuel Girón de Zúñiga Loaysa Chinchilla
casa con su pariente por los Girón llamada Jerónima Catalina Carrasco Balboa
Cernusculi Girón. en las tablas de parentescos de los Chirino lo encontramos
casado con Micaela Alonso de la Vega que es natural de Molina, Molina de Aragón
en Guadalajara. En la descendencia de Manuel sigue la propiedad de las Casas
Colgadas y los patronazgos de los Cañamares. Bernardino Girón de Zúñiga Loaysa
Carrasco que casa en segundas nupcias-casó antes en 1693 con María Valdés Girón
Araque. No se conoce sucesión de este matrimonio- con Florencia Petronila
Cañizares Luna Valenzuela Velázquez-Florencia Cañizares Velázquez Chirino
Chinchilla. Padres de Marcos Girón de Zúñiga
Loaysa Cañizares casado con Ana Antonia Belmonte Ramírez de Arellano. Padres de
Marcos Girón Zúñiga y Cañizares que casa con Tomasa Aliaga y Moya, viuda desde
1807 del primer conde de Cervera. Marcos Girón Zúñiga y Cañizares es sobrino de
Fernando Manuel Girón y Cañizares, primogénito de sus padres, vecino de
Villaescusa de Haro que luego se traslada a vivir a Cuenca y vive en las Casas
Colgadas. El hijo y sucesor de Fernando Manuel es Joaquín Girón y Cañizares.
Don Joaquín en su testamento, redactado el 4 de junio de 1829, menciona que el
Rey le había concedido facultad para vender la mayor parte de los bienes que
tenía en la ciudad de Cuenca por los muchos daños y saqueos que sufre su casa
la Guerra de la Independencia, como le ocurre a los Cervera y en general todas
las casas de la ciudad de Cuenca. Los Girón, ya en el siglo XX, venden la Casa
del Rey a Isidoro Carralero, que la vende a su vez al ayuntamiento de Cuenca en
1926. La Casas sufrieron una intensa restauración a
partir de 1959 por el arquitecto municipal Francisco León Meler. El 5 de febrero de 1966 fueron inauguradas las Casas
Colgadas, después de una gran obra de reforma. Continúan los Girón
Cañizares con el patronazgo de la capilla de la Virgen del Socorro de la
catedral de Cuenca. Las Casas Colgadas y el Museo de Arte Abstracto Español.
Pedro Miguel Ibáñez Martínez, Universidad de Castilla- La Mancha 2016. El
Cincuentenario de las reformadas Casas Colgadas, 2016. José Vicente Ávila
Martínez.
[21] Recogemos la
ascendencia de Ana Antonia de Belmonte
Ramírez de Arellano Alonso de Belmonte Alarcón, natural de Belmonte en Cuenca,
es padre de Antonio de Belmonte Granero Alarcón. Gana Real Provisión
ante la Real Chancillería de Granada en 1732. Casa con Josefa Ramírez de
Arellano, nacida en Mota del Cuervo. Cuenca. Padres de Ana Antonia de Belmonte Ramírez de Arellano, nacida en 1711 en
Belmonte. Muere en 1741 en Cuenca. Casa primero con Diego de Parrilla. Después
en 1737 en Belmonte con Marcos Francisco Girón de Zúñiga Loaisa y Cañizares.
Con sucesión. Es su hijo Marcos Girón Zúñiga y Cañizares que casa con Tomasa
Aliaga y Moya, viuda desde 1807 del primer conde de Cervera. Marcos Girón
Zúñiga y Cañizares es sobrino paterno de Fernando Manuel Girón y Cañizares,
primogénito y heredero
[22] Las Casas
Colgadas y el Museo de Arte Abstracto Español. Pedro Miguel Ibáñez Martínez,
Universidad de Castilla-La Mancha 2016. Manuel Girón de Zúñiga Loaysa
Chinchilla y Jerónima Catalina Carrasco Balboa Cernusculi Girón son padres de
Bernardino Girón de Zúñiga Loaysa Carrasco. Casa con Florencia Petronila
Cañizares Luna Valenzuela Velázquez. Padres de Marcos Girón de Zúñiga Loaysa
Cañizares casado con Ana Antonia Belmonte Ramírez de Arellano. Con sucesión.
Esta es la ascendencia de Marcos Girón de Zúñiga Loaysa Cañizares. Juan
Hernández de Chinchilla, regidor de Cuenca, hijo mayor de Diego Hernández de
Chinchilla y Corona González, es el sucesor de los vínculos familiares tras la
muerte de su madre a finales de la octava década del siglo XVI. Fallecido en
agosto de 1588 deja dos hijos menores de edad, Luis Antonio de Chinchilla
Cañamares y Teruel y su hermana Catalina de Chinchilla. Luis Antonio es otro de
los dueños y moradores de las Casas Colgadas. Sigue su hija Escolástica de
Chinchilla y Cañamares, hija mayor y sucesora de los patronazgos del regidor
Luis Antonio de Chinchilla. Escolástica casa con Francisco Girón de Zúñiga
Robles, nacido en Caravaca, Murcia, y su alcalde de la Santa Hermandad.
Escolástica de Chinchilla y Cañamares fallece con anterioridad al 28 de febrero
de 1675, cuando su hijo mayor Manuel Girón de Zúñiga y Loaysa, vecino de
Huéscar en Granada, pide y obtiene que se le reconozca como primogénito para
ejercer su derecho a la posesión de los mayorazgos que su madre poseía en la
ciudad de Cuenca y el patronazgo del convento de la Concepción Franciscana y el
de la capilla de Santa María y Todos los Santos de la catedral, ahora Capilla
del Socorro. Manuel Girón de Zúñiga Loaysa Chinchilla casa con su pariente por
los Girón Jerónima Catalina Carrasco Balboa Cernusculi Girón. Es su hermano Bernardino
Girón de Zúñiga Loaysa Carrasco. Casa con Florencia Petronila Cañizares Luna
Valenzuela Velázquez. Padres de Marcos Girón de Zúñiga Loaysa Cañizares casado
con Ana Antonia Belmonte Ramírez de Arellano. Es su hijo el conde consorte de
Cervera.
Manuel
Girón de Zúñiga Loaysa Chinchilla y Jerónima Catalina Carrasco Balboa
Cernusculi Girón son los abuelos paternos de Fernando Manuel Girón y Cañizares,
heredero de sus padres, vecino de Villaescusa de Haro, pero luego se traslada a
vivir a Cuenca y vive en su casa de las Casas Colgadas, donde vivió también su padre
Marcos. Es hijo y sucesor de Fernando Manuel, Joaquín Girón y Cañizares. En su
testamento, redactado el 4 de junio de 1829, menciona que el rey le había
concedido facultad para vender la mayor parte de los bienes que tenía en la
ciudad de Cuenca por los muchos daños y saqueos que sufre su casa la Guerra de
la Independencia, como le ocurre a los Cervera y en general todas las
casas de la ciudad de Cuenca. Los Girón, ya en el siglo XX, venden la Casa del
Rey a Isidoro Carralero, que la vende a su vez al ayuntamiento de Cuenca en
1926. Ana Antonia de Belmonte
Ramírez de Arellano, nacida 1711en Belmonte y
fallecida en 1741 en Cuenca. Casa primero con Diego de Parrilla. Viuda, en 1737
en Belmonte con Marcos Francisco Girón de Zúñiga Loaysa y Cañizares. Este viudo
casa con la que es madre de su nuera Tomasa Aliaga y Moya.
Los Girón heredan
los mayorazgos de los Valenzuela, familia de notarios y escribanos de la ciudad
de Cuenca, a principios del XIX.
[23] Por Cuenca serían nombrados Alfonso Páez de
Écija y Diego González de Medina; por Diego Hurtado de Mendoza, Diego Fernández
de Medina y Gómez González de Medina, «el mozo». La «Nobilización» de un
concejo en el siglo XV: Cuenca y los Hurtados de Mendoza. José Antonio Jara
Fuentes.
Las Familias Conversas de la ciudad de Cuenca en el siglo XV.
[24] El convento de
la Concepción de Toledo es la cuna de la Orden de la Inmaculada. En 1501,
muerta ya la fundadora, se instala la Comunidad en su actual convento, en la
plaza de la Concepción. Antes de obtener la Regla propia, en 1511, empiezan a
fundarse monasterios concepcionistas fuera de Toledo. El 2 de octubre de 1504,
cuando la comunidad de la Casa Madre profesa todavía la Regla de Santa Clara,
el canónigo de la Catedral de Toledo, Álvaro Pérez de Montemayor funda el
convento de la Concepción de Cuenca. En 1507, tiene lugar la creación el primer
convento concepcionista de filiación directa toledana, en Torrijos. Con la bula
de Julio II, 'Ad statum properum', de 17 de septiembre de 1511, dota a la Orden
de su propia Regla. Con ello culmina el proceso fundacional, y el Monasterio
toledano de la Concepción y los nacidos de él quedan desvinculados de la Regla
del Cister y de la Regla de Santa Clara, siendo la primera Regla concedida bajo
esta advocación.
[25]
Las Casas Colgadas y el Museo de Arte Abstracto Español. Pedro Miguel Ibáñez
Martínez, 2016. El Museo y su Edificio. Apunte histórico sobre las casas
colgadas. Fundación Juan March.
[26] Burocracia y
cancillería en la corte de Juan II de Castilla. 1406-1454. Francisco de Paula
Cañas Gálvez. 2013, Sobre los orígenes de la Audiencia Real. Luis Vicente Díaz
Martín. 1994.
[27] Términos
despoblados en la tierra de Cuenca. Un problema de organización del territorio
y articulación social en el siglo XVI. José María Sánchez Benito. Universidad
Autónoma de Madrid. 2013.
[28] El segundo señor
de Valdeloso casa con Juana Fernández de Madrid que podría ser hija de Fernando
de Madrid. Relaciones económicas entre familias que luego emparentan. Así pasa
con el Contador y los Sandoval y con el Contador y los Núñez de Toledo. Sería
la segunda señora de Valdeloso prima hermana paterna de Andrés Cabrera.
[29] Moya sería en la
segunda mitad del siglo XV de Andrés Cabrera y de su mujer Isabel de Bobadilla
los granes amigos y servidores de la reina Isabel la Católica que los hace
señores y marqueses de Moya entre otros títulos que reciben.
[30] Gonzalo Díaz de Xibaja del ilustre y anticuo
linaje de Xibaja, en Madrid, e hijo de Diego López de Xibaja, fue persona muy
señalada en tiempo del Rey Don Pedro de Castilla, y acaudilló gente de armas en
diversas ocasiones, con crédito de esforzado Capitán. Consiguió por esta causa
estimación y favor, particularmente de Albar-García de Albornoz, gran Señor y
Ricohombre, por la experiencia que tuvo de su valor. Después en 1355 se valió
de él Alvar García, llamándole a Cuenca. Con el caudal que adquirió en la
guerra compró en Cuenca unas casas principales en la Parroquia de San Miguel, y
algunas heredades en término de la Ciudad, y en Cañamares y en Cañamarejos.
Allí vivió con estimación y quietud hasta el año de 1391 en que falleció siendo
de mucha edad. El tener en Madrid su naturaleza y casa fue causa de que en
Cuenca le llamasen Gonzalo Díaz de Madrid, olvidando el apellido de Xivaja,
estilo muy usado en lo antiguo. Otorgó su testamento en Cuenca a 24 de
Septiembre del mismo año, ante Francisco González de Villalba, Escribano
público; dejó por herederos a su hijo Sancho de Xivaja que fue señor de
Huermeces, y a Lope López de Madrid, su nieto, hijo de Lope González de Xivaja,
su hijo mayor y que señaló su entierro en la Capilla de Santa María que había
edificado en el Convento de San Francisco de aquella Ciudad casado con Elvira
Fernández, hija de Lope Fernández, Regidor de Madrid. Fue tronco principal de
los Marqueses de Moya[30].
Pedro López de Madrid es hijo de Lope
López de Madrid y de Leonor López de Cetina de familia de Huete. Casa con María
Alfonso de Cabrera hija de Alfonso de Toledo y de Mari López de Cabrera. Padres
de Andrés de Cabrera, que toma el apellido de su madre, caballero de Cuenca,
Beatriz de Bobadilla, amiga y dama de la reina Isabel de Castilla. Señores y
marqueses de Moya con apellido Cabrera. Historia genealógica de la casa de
Lara. Luis de Salazar y Castro y también en Hijos de Madrid ilustres en
santidad, dignidades, armas, ciencias y artes. José Antonio Álvarez y Baena.
1790. María Alfonso de Cabrera, muere en 1470, es hija de María Pérez de
Cabrera, nacida en Castillo de Garcimuñoz donde muere en 1434, y de Alonso
González de Avilés el del Castillo, alcaide del castillo de Garcimuñoz, y puede
que no de un Alonso de Toledo. Actas de la XI Reunión Americana de Genealogía.
España y América. Eduardo Pardo de Guevara y Valdés, 2005.
[31] El 20 de diciembre de 1465, el cabildo
catedralicio de Cuenca nombraría como procurador al canónigo Gil Ramírez de
Villaescusa para que, junto con el obispo Barrientos, intercediese ante el
marqués- de Villena- para que éste en adelante no consintiera que en sus villas
los oficiales y alcaides embargasen las rentas eclesiásticas, y para que
también mandara devolver todas las rentas arrebatadas. Las relaciones
Iglesia-Nobleza en el obispado de Cuenca durante la Baja Edad Media. Jorge Díaz
Ibáñez, 1997. En 1465, hasta el 19 de diciembre, el obispo Barrientos se
encontraba prisionero del marqués de Villena. El obispo Barrientos fue hecho
prisionero cerca de Uclés por algunos hombres del marqués de Villena, siendo
después llevado el prelado a la villa de Uclés. El 4 de abril el concejo
conquense escribirá al rey informándole de lo sucedido y pidiéndole que hiciera
todo lo posible para la liberación del obispo.
[32] Los Santoyo los
encontramos en la provincia de Cuenca como escribanos, en Palomares relacionados
familiarmente con los Alarcón, señores de Palomares, y en Huete igualmente
relacionados familiarmente con los Torres, Amorgas y Paradas. Son oriundos de la localidad de Santoyo en Palencia,
[33] Recogemos la ascendencia de Ana Antonia de Belmonte Ramírez de Arellano Alonso de Belmonte Alarcón, natural de Belmonte en Cuenca, es padre de Antonio de Belmonte Granero Alarcón. Gana Real Provisión ante la Real Chancillería de Granada en 1732. Casa con Josefa Ramírez de Arellano, nacida en Mota del Cuervo. Cuenca. Padres de Ana Antonia de Belmonte Ramírez de Arellano, nacida en 1711 en Belmonte. Muere en 1741 en Cuenca. Casa primero con Diego de Parrilla. Después en 1737 en Belmonte con Marcos Francisco Girón de Zúñiga Loaisa y Cañizares. Con sucesión. Es su hijo Marcos Girón Zúñiga y Cañizares que casa con Tomasa Aliaga y Moya, viuda desde 1807 del primer conde de Cervera.
[34] En la Plaza de
Santa María de la catedral de Cuenca era titular de la propiedad de unas casas
en que vivía el canónigo Lorenzana- Alonso Rodríguez de Lorenzana-. En 1495
vivía el bachiller Cañamares, canónigo, dueño de las llamadas ahora Casa
Colgadas, y paga por ellas un censo anual de 1.155 maravedíes. Don Gonzalo
Cañamares, había promovido obras en estas casas de su propiedad que estaban
cerca del postigo de San Pablo. Las traspasa a su sobrino el segundo canónigo
homónimo, y en 1528 vivía en ellas la madre de este último, Inés López. A.D.C.,
Fondo Girón, leg. 8, exp. 13., Y en 1515 en Villalba de la Sierra Gonzalo González de Cañamares, canónigo, pagaba 45 maravedíes por el uso de
una heredad del cabildo. Este importe era destinado al Arca de la Limosna para
tender a pobres, enfermos y necesitados.
[35] González de Cañamares, Gonzalo.
Canónigo de la catedral de Cuenca, fundador del colegio Monte Olivete en
Salamanca, benefactor. La familia Cañamares, oriunda quizás de esta localidad
serrana en el mismo obispado, pertenecía a lo más escogido del grupo social
judeoconverso de la ciudad donde debió de nacer Gonzalo a mediados del siglo
XV. Cabe suponer que adquiriese en Salamanca el grado de bachiller,
probablemente en Decretos, con que se titulaba. Residió después en Roma, con
toda probabilidad a la sombra de Rafael Riario, cardenal de San Jorge y obispo
absentista de Cuenca (1493-1517). En torno a 1479 obtuvo una canonjía en la
catedral conquense, prebenda que se fue transmitiendo por vía de resignación entre
parientes próximos de la familia hasta bien avanzado el siglo XVI. En la
catedral había intentado la fundación de una capilla funeraria en el viejo
claustro el año 1485 y a fines de 1486 estableció el conjunto de bienes dotales
del patronato de ella. Al cabo, en 1490, optó por alzarla en la girola, todavía
en construcción entonces, aunque la obra y aderezo del recinto debió de
prolongarse, con algunas quejas de parte del Cabildo por la lentitud, hasta
veinte años más tarde. En 1508 fundó de su peculio en Salamanca un colegio para
instrucción de clérigos, con la misma dedicación de la capilla fundada,
conocido después vulgarmente como de Monte Olivete. El 9 de marzo de 1528 Cañamares otorgó su
testamento. Fallecería el 14 y a la catedral, para ser en ella enterrado el
mismo día, “le traxeron los señores deán y cabildo muy honradamente”. Biografía
publicada por la Real Academia de la Historia. Miguel Jiménez Monteserín. Tres empresas
arquitectónicas del bachiller Gonzalo González de Cañamares. Pedro Miguel Ibáñez
Martínez, 2012. Boletín de la Real Academia Conquense de las Artes y Letras.
[36] También llamado
Colegio de Monte Olivete. Fundado en 1514, por Juan Pedro Santoyo,
clérigo de Palencia, cuyo primer rector fue el bachiller Gonzalo de Cañamares,
canónigo de Cuenca. En 1780 se fundió con los colegios de Cañizares, San Millan
y Santa María de los Ángeles, tomando el nombre de este último y trasladándose
al edificio del de San Millán. El edificio del Monte Olivete, que estaba cerca
del Convento de San Esteban, fue ocupado en 1786 por el Colegio de la
Magdalena, hasta que fue destruido en la Guerra de la Independencia.
[37] Muñoz y Soliva,
Trifón. Noticias de todos los Ilustrísimos señores obispos que han regido la
diócesis de Cuenca. Cuenca, 1860. Tambien podemos leer en esta obra que gracias
a Cañamares llega a obispo Miguel Muñoz Guijarro al que descubre en Poyatos
como a un niño de gran ingenio y vivacidad que estudia en el colegio de Monte
Olivete. Tambien en Miguel Muñoz. Un obispo de origen serrano.
[38] Memoria
Histórica de la Universidad de Salamanca.
Alejandro Vidal y Diaz, 1869. Enrique Arias Rojo
[39] Sobre la
provisión de becas y sus aspirantes en 1941. Una del Colegio de Santa Maria y
Todos los Santos, los, que disfruten beca de este Colegio podrá n seguir
cualquiera de las carreras que se cursen en la Universidad de Salamanca, y
antes de ella los estudios de segunda enseñanza. Las condiciones especiales de
los becarios serán: las de ser solteros, pobres y dé buena conducta, teniendo
derecho de preferencia los parientes del fundador D. Gonzalo González de
Cañamares, Canónigo que fué de la Catedral de Cuenca, y después s de ellos, en
igualdad de las demás s circunstancias, el aspirante que pruebe mayores
conocimientos de Gramática Latina. En la provisión de becas de este colegio
habrá n de guardarse, además, los tres turnos siguientes: 1ºPara los naturales
de la ciudad de Cuenca y pueblos de sus inmediaciones. 2. ° Para los naturales
de los pueblos de Alarcón y Torralba, en la provincia aludida, alternativa'
mente; y 3. ° Para los naturales del pueblo de Loranca de Tajuña, en la
provincia de Guadalajara y los de Torrelaguna, en la de Madrid, también
alternando. Correspondiendo la que hoy se anuncia al primer turno, ó sea para
los naturales Cuenca y pueblos de sus alrededores. Diario de León.
[40] El bachiller en derecho debía acreditar
también sus estudios en gramática y haber cursado seis años, o la mayor parte
de ellos, estudios de derecho civil o canónico; de esos seis años, el canonista
tenía que haber dedicado dos al menos a Decretos. En derecho civil! se
enseñaban los fragmentemos de las Pandectas, llamados Digestum Vetus, el Código
de Justiniano, las Novellae y las Institutiones, formando todos ellos un
corpus. El Infortiatum y el Digestum Novus venían a completarlos y eran objeto
de los cursos extraordinarios, dados generalmente por bachilleres en las horas
lectivas de la tarde. El derecho canónico-se basaba fundamentalmente en el
Decreto de Graciano y en el Liber extra y las Decretales de Gregorio IX,
compiladas por san Raimundo de Peñafort y enviadas oficialmente a todas las
universidades 11" los cursos de decretos eran impartidos en principio por
maestros y los de decretales por bachilleres canonistas, sin que se invirtieran
generalmente los términos. A estos textos básicos se añadían algunas
colecciones, como las del concilio IV de Letrán y las decretales de Inocencio
IV y Gregorio X. Las universidades españolas durante la Edad Media. C.
Vasoli, 1969.
[41] En la Plaza de
Santa María la catedral de Cuenca era titular en de la propiedad de unas casas en que vivía el
canónigo Lorenzana- Alonso Rodríguez de
Lorenzana-. En 1495 vivía el bachiller Cañamares, canónigo, dueño de las
llamadas ahora Casa Colgadas, y paga por ellas un censo anual de 1.155
maravedíes. Don Gonzalo
Cañamares, había promovido obras en estas casas de su propiedad que estaban
cerca del postigo de San Pablo. Las traspasa a su sobrino el segundo canónigo
homónimo, y en 1528 vivía en ellas la madre de este último, Inés López. A.D.C.,
Fondo Girón, leg. 8, exp. 13.
[42] La capilla del Socorro de la Catedral de Cuenca o de
Santa María y Todos los santos, fue fundada por el canónigo Gonzalo González de
Cañamares en 1486. Su altar mayor hasta ahora estaba presidido por el retablo
de la Virgen del Socorro del s. XVIII, sin embargo, tras la restauración del
retablo de Santa María y Todos los Santos en 2018, éste ha venido a ocupar
ahora el lugar central que sin duda le correspondió desde la fundación de la
capilla. El retablo de Santa María y Todos los Santos es un retablo gótico
flamenco del siglo XV cuya autoría es desconocida. Lo componen 16 tallas de
madera policromada que se agrupan de dos en dos en sus correspondientes
hornacinas y que encuadran la figura central de la Virgen María coronada con el
Niño en sus brazos. En la parte superior de la cancela de la puerta de entrada
de la Capilla se encuentra el escudo de la familia Girón, poseedora del actual
patronato de la Capilla. Guarda esta Capilla en su interior tres retablos: el
Mayor, en el testero de la Capilla, presidido por la imagen de Nuestra Señora
del Socorro; adosado al muro izquierdo el dedicado a San Antonio de Padua; y
sobre el muro lateral derecho el retablo de Santa María y Todos los Santos. El
Retablo de San Antonio de Padua, realizado en el año 1770 es atribuido a José
Martín de la Aldehuela. El tercero y el más importante artísticamente hablando
de los retablos es el Retablo de Santa María y de Todos los Santos,
que aunque se encuentra en el lateral derecho de la Capilla, fue desplazado de
su ubicación primitiva del lugar principal. Este retablo de talla gótica fue
realizado a finales del siglo XV y consta de ocho hornacinas de similar
proporción donde se encuentran un total de dieciséis tallas de madera
policromada, colocadas de dos en dos en cada nicho, más otra hornacina central
de mayor tamaño en la que se representa a la Virgen coronada con el Niño en
brazos. El Arte en Cuenca. La Catedral.
[43] Después de Pedro lo será su hijo
mayor casado, y de ahí en adelante los descendientes de su hermano por línea
masculina. Si concluyera la línea masculina, sucederá la hija mayor casada del
último patrono, y tras ella su propio hijo mayor casado. Desde luego, deberá
pertenecer siempre a legos y ser indivisible. Pero don Gonzalo cambia de
criterio despues de la fundación de su capilla en 1468 y en su testamento de
1528 da preferencia a los religiosos sobre los legos, contradiciendo lo escrito
en las clausulas fundacionales de la capilla. Esto dará lugar a disputas
judiciales sobre el patronazgo de la capilla y sobre los bienes de los que
disfruta dicho patronazgo.
[44]
Este Gonzalo
es el canónigo Gonzalo González de Cañamares que al consagrarse a la religión se hace llamar
como su tío.
[45] En 1495 sabemos
que en la Calle de Santibáñez, cerca de la Plaza de Santo Domingo y de la Plaza
del Salvador, por unas casas Juan Fernández-Hernández- de Chinchilla, pagaba
400 maravedíes de censo anual a su propietario que era el cabildo de la
catedral de Cuenca. Un poco más abajo era Pedro de Chinchilla el que pagaba 450
maravedíes anuales al cabildo por las casas que eran de su propiedad. En la
Plazuela de Santo Domingo por unas casas Juan Ferrández de Chinchilla pagaba
120 maravedíes anuales al Cabildo. Era vecino de Juan Rodríguez de Alcocer que
por las suyas pagaba 25 maravedíes. En esta Plazuela por unas casas Diego de
Alcocer pagaba de censo anual 200 maravedíes. Tambien en esta Plazuela por unas
casas la mujer de Diego Chirino pagaba 160 maravedíes. Diego de Alcocer por
unas casas 200 maravedíes. Y el regidor Alonso Alvarez, segundo señor de
Cervera satisfacía al Cabildo por unas casas 90 maravedíes al año. Los señores
de Cervera tenían las casas principales de su mayorazgo junto a la Plaza del Salvador. Por
una huerta y un pedazo de otra huerta a orillas del río Júcar Juan Fernández de
Chinchilla satisfacía al cabildo de la Catedral anualmente 36 maravedíes y por
otra Huete en el mismo sitio 80 maravedíes. También el escribano Juan de
Chinchilla explotaba junto al Júcar una
huerta por la que pagaba al año 40 maravedíes anualmente. En
Valdeganga de Cuenca por una casa y heredad Juan Ferrández de Chinchilla,
regidor, pagaba anualmente 932 maravedíes. Real Academia Conquense de Artes y
letras. En torno a la historia medieval de Cuenca. Algunas reflexiones sobre
economía, política y sociedad, entre los siglos XII y XV, 2014. En torno a la historia
medieval de Cuenca. Algunas reflexiones sobre economía, política y sociedad,
entre los siglos XII y XV, 2014. Jorge Diaz Ibáñez. Libro de censos que se
conserva en el Archivo Histórico Provincial de Cuenca. propiedades urbanas y
rurales que el cabildo tenía entregadas a censo en el año 1495, siendo
mayordomo el racionero Juan del Pozo.
[46] Noticias
genealógicas sobre familias judeoconversas de Cuenca, España: los
Teruel-Montemayor. Rafael M. Girón
Pascual. Conversos de Cuenca. Paloma Torrijos Medina,
[47] En las
genealogías de los Chirino y sus parientes lo encontramos casado con Micaela
Alonso de la Vega, natural de Molina en Guadalajara. Molina de Aragón. En las
genealogías de los Girón la ascendencia de estos es su matrimonio con su
pariente por los Girón Jerónima Catalina Carrasco Balboa Cernusculi Girón.
[48] Archivo Diocesano de Cuenca. Fondo
Girón. Legajo 8, Expediente 228.
[49]El
Cincuentenario de las reformadas Casas Colgadas, 2016. José Vicente Ávila Martínez
[50] Cuenca 1554.
Testamento de Hernando de Montemayor. Se den al patrón de su patronazgo 25.500
maravedíes que yo recibí de la ciudad de Cuenca por el sitio y paso y hacer el
pasadizo y caja del reloj Mangana. Para que se compre de ellos renta para dicho
patronazgo, o se devuelvan a la ciudad de Cuenca, si quitasen dicho reloj de mi
casa, donde al presente esta. En 1629 los descendientes dicen que dicho reloj
estaba en su casa, encima de la pared de una puerta, donde se ven las señales,
que la pared es de piedra y solía ser la muralla.
[51] La iglesia de
San Andrés se construyó en el siglo XVI bajo la dirección del Arquitecto Pedro
de Alviz, quien contó con la colaboración del Maestro de Cantería Sebastián de
Arnani. La obra estuvo parada bastante tiempo, hasta que, avanzado el siglo
XVI, Juanes de Mendizábal y su yerno, Pedro de Aguirre, la pusieron nuevamente
en marcha. La profunda crisis que se produjo en Cuenca en la primera mitad del
siglo XVII incidió de forma negativa en la obra, la cual hasta finales del
siglo XVII, no se reanudó. La humedad había dañado seriamente paredes y arcos
del presbiterio, e incluso parece que afectaba a la cimentación. Domingo Ruiz
fue el encargado de presentar las condiciones y trazas de las reparaciones. En
1936 el templo sufrió gravísimos daños y después de la guerra civil fue cedido
a las cofradías, con el fin de albergar sus pasos procesionales.
[52] La Iglesia de
San Martín Obispo de la que hoy sólo quedan unas pocas ruinas. Se construyó
durante el siglo XIII, viéndose arruinada su fábrica en el XIX tras haber sido,
junto a las de San Miguel y San Nicolás, una de las tres iglesias románicas que
se habían conservado en la ciudad y que habían mantenido el culto desde el
momento de su construcción. Queda la Torre y el ábside. Bajada de San Martín.
En el Barrio de San Martín, y delimitados por las calles Alfonso VIII y Santa
Catalina, se encuentran, entre los números 1 al 77 de la primera de dichas
calles, los Rascacielos medievales de Cuenca, construidos durante el siglo XV y
reformados, o modificados, durante los posteriores XVI, XVII, XIX y XX.
[53] El Museo de
Cuenca se instala primero en el Almudí, en el año 1963, Francisco Suay, con la
ayuda del Ayuntamiento y de la Diputación conquenses, consiguió reunir los
restos arqueológicos de la ciudad de Valeria (Cuenca), que él mismo había
descubierto. Tras la restauración del edificio llevada a cabo por el arquitecto
Manuel González Valcárcel, el Museo fue abierto en la Casa de Curato a mediados
de los años 70 del pasado siglo XX.
[54] Fernando era
hijo segundo de Juan I de Castilla y de Leonor de Aragón, hermana del rey
aragonés Martín el Humano. En 1410, al morir su tío el rey Martín I de Aragón
sin descendencia directa y legítima, Fernando presenta su candidatura a la
sucesión del trono aragonés. Tras el Acuerdo al que los nobles aragoneses
llegan en la ciudad de Caspe, Zaragoza, Fernando es nombrado rey de Aragón como Fernando I.
[55] El condado de
Alcaudete es un título nobiliario español creado por el rey Carlos I de España
en 1529 a favor de Martín Alfonso Fernández de Córdoba, hijo del quinto señor
de Alcaudete. Su nombre se refiere al municipio andaluz de Alcaudete, Jaén.
[56] Un bisnieto de
Diego también emparenta con una hija del alcaide de Moya.
[57] El convento de
la Concepción de Toledo es la cuna de la Orden de la Inmaculada. En 1501,
muerta ya la fundadora, se instala la Comunidad en su actual convento, en la
plaza de la Concepción. Antes de obtener la Regla propia, en 1511, empiezan a
fundarse monasterios concepcionistas fuera de Toledo. El 2 de octubre de 1504,
cuando la comunidad de la Casa Madre profesa todavía la Regla de Santa Clara,
el canónigo de la Catedral de Toledo, Álvaro Pérez de Montemayor funda el
convento de la Concepción de Cuenca. En 1507, tiene lugar la creación el primer
convento concepcionista de filiación directa toledana, en Torrijos.
[58] Era de alabastro
y que tenía una representación yaciente de Pérez de Montemayor, a la que
acompañaba la de un paje; además, quedaba alzado sobre unos leones y tenía los
frentes adornados con cuatro escudos sustentados por niños.
[59]
Lourdes Morales Farfán. Licenciada en Periodismo por la Universidad Rey Juan
Carlos. Una Ventana desde Madrid, Cuenca.
[60] Boletín oficial
del estado, Viernes 7 noviembre 1997. Resolución de 2 de octubre de 1997, de la
Dirección General de Cultura de la Consejería de Educación y Cultura por la que se incoa expediente para declarar
bien. de interés cultural, con la
categoría de monumento, el inmueble correspondiente al monasterio de la
Concepción Franciscana a localizado en la ciudad de Cuenca.
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