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jueves, 21 de noviembre de 2024

Convento de la Inmaculada Concepción Franciscana de la ciudad de Cuenca

 Convento de la Inmaculada Concepción Franciscana de la ciudad de Cuenca

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En el año 2004 se cumplieron quinientos años de la fundación del convento de la Inmaculada Concepción Franciscana de Cuenca por Alvar Pérez de Montemayor, Yo, Alvar Pérez de Montemayor, canónigo e obrero de la Santa Iglesia de Toledo.

 

            Los padres del fundador del monasterio de la Inmaculada Concepción Franciscana son Hernán Pérez de Teruel y Catalina Alonso de Montemayor, hija de Juan Alonso de Montemayor el Viejo fundador de la capilla de San Ildefonso en el lado de la Epístola de la iglesia de Santa María la Nueva, también llamada de Gracia, antes la sinagoga de la judería de Cuenca en el barrio del Alcázar.

 

En 1403, la sinagoga es consagrada por el obispo de Cuenca Juan Cabeza de Vaca. En 1391, la sinagoga de la ciudad de Cuenca fue transformada en la iglesia de Santa María la Nueva tras las persecuciones sufridas por los judíos. La judería de Cuenca estaba en el barrio del Alcázar que antes fuera la fortaleza musulmana. La iglesia de Santa María fue demolida en el año 1912[1].

 

            Escolástica Cañamares Chinchilla, dueña de las Casas Colgadas de Cuenca, es poseedora de los mayorazgos de los canónigos Gonzalo González de Cañamares y Diego Pérez de Montemayor, el de los Sánchez de Teruel y el de Alonso de Cañizares y Ana Suárez de Montoya, abuelos de la madre de Escolástica y patronatos del convento de la Concepción Francisca de Cuenca y del colegio de Monteolivete en Salamanca, así como numerosos bienes libres.

 

El Colegio fue fundado por el bachiller Gonzalo González de Cañamares, canónigo de Cuenca y Salamanca, para clérigos pobres de la serranía de esta provincia, mediante bula de León X en 1514, aunque hay quien afirma que funcionaba ya desde 1490. Tres empresas arquitectónicas del bachiller Gonzalo González de Cañamares. Pedro Miguel Ibáñez Martínez. Boletín de la Real Academia Conquense de Artes y Letras, número 7, año  2012.

 

Apunte histórico sobre las Casas Colgadas. Pedro Miguel Ibáñez Martínez

 

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            Escolástica Cañamares Chinchilla casa en Cuenca, en 1621 en Santa María de Gracia, con Francisco Girón[2] de Robles Zúñiga, regidor de Caravaca de la Cruz en Murcia, futuro mayorazgo, con una ejecutoria de hidalguía muy reciente-1619-, y de familia de criados, alcaides y regidores del duque de Alba en su ciudad de Huéscar, Granada. Su padre el capitán don Bernardino había servido en el Tercio de Nápoles, su abuelo Antonio actuó como agente en Huéscar del duque durante el conflicto bélico de la Guerra de las Alpujarras y su  bisabuelo Pedro fue el primer alcaide de los Álvarez de Toledo en su nuevo señorío granadino, oriundo de Piedrahita en Ávila y hermano del Licenciado Girón, oidor de la Chancillería de Granada y antepasado de los señores de Cárdela, Granada.

 

            Aparentemente por su varonía no eran de origen judeoconverso y parece que nunca habían tenido problemas con el Santo Oficio. El novio era doblemente viudo y parece que sin vinculación con Cuenca.

 

            La abuela paterna de Francisco Girón de Robles Zúñiga es Elvira de Zúñiga emparentada con Alvar Pérez de Montemayor, canónigo de Toledo y fundador del convento de la Concepción Francisca. La madre de Elvira parece ser la toledana Magdalena de Zúñiga[3].

 

En una casa de Pedro Suárez del Castillo, próxima a la Plaza Mayor de Cuenca hallamos dicho don symuel asentado en el suelo y descalço y alrededor del asentado el dicho pero xuarez e ferrand Gómez e Juan Enríquez de medina e Juan de Madrid e Luis de Madrid e diego Cherino e Juan Fernández de Chinchilla e diego de Alcalá e Alonso Álvarez de Alcalá e García de Alcalá e ferrand Páez de Écija el comendador diego del castillo e Pedro de Teruel e ferrand Pérez de Teruel e el comendador Pedro xuarez del castillo e Pedro de Alcalá hermano de diego de Alcalá e diego de Montemayor e el canónigo castillo. Y don symuel con un libro no muy grande escrito en hebraico y lo leía en castellano el dicho don symuel se levanto el dicho do  symuel en pie e todos se levantaron y estando en pie quando don symuel alçaba e abajaba la cabeza todos la alçaban e abajaban. Como leemos a esta ceremonia religiosa judía, oficiada por el físico y rabino Don Symuel, asisten una parte importante de los conversos conquenses[4].

 

De los conversos que aparecen en este texto descienden importantes títulos nobiliarios castellanos. Entre ellos destacan los condes de Toreno, de la Ventosa y de Cervera; los marqueses de Caracena del Valle, de Valdeguerrero, de la Peraleja, los duques de Huete, o los Vizcondes de Huerta de la Obispalía y todos emparentados con los Chirino. En el texto, que hace referencia a hechos ocurridos en 1460, encontramos citados a un Diego Chirino y a muchos vecinos de la ciudad de Cuenca cuya descendencia emparenta con miembros de la familia Chirino. Puede ser este Diego Chirino el que casa con Violante de Toledo y es cabeza del linaje de los Chirinos de la ciudad de Cuenca.

 

            Desde el siglo XV, Los Chirinos, Valera, Montemayor, Teruel y Muela eran regidores del concejo de la ciudad de Cuenca y con oficios en la administración municipal. Todos tenidos por conversos y todos son patrones de capillas fundada por la familia para su enterramiento en las iglesias de Cuenca y en la misma Catedral[5]. Los Cañizares tenían su capilla de enterramiento como los Teruel y los Montemayor en la iglesia de Santa María la Nueva, era la capilla de los Cañizares la primera del lado de la Epístola. De esta capilla eran patronos los Chirino desde finales del siglo XVI al casar Sebastián Chirino de Loaisa con Teresa Chinchilla que es una Cañizares por su madre.

           

            Ferrán, Hernán, Pérez de Teruel[6] que aparece en el texto anterior es el padre del fundador del convento de la Inmaculada Concepción Franciscana de Cuenca, la Concepción Franciscana. Pedro de Teruel y Diego de Montemayor son tíos paterno y materno del Fundador.

           Las Armas de Montemayor y Teruel estaban en su capilla de la iglesia de Santa María la Nueva. El cuartel izquierdo son las armas de los Montemayor y el derecho recoge las armas de los Teruel, el buey y la estrella.

          Aparece en crónicas e historias de la antigüedad como el fundador y progenitor de este linaje, Sancho Muñoz de Teruel, descendiente de noble familia aragonesa que unió Teruel a su nombre por haber tomado parte en la conquista de la ciudad del mismo nombre y figurar entre sus primeros pobladores. La tradición cuenta que durante el sitio de Teruel, en una noche tempestuosa y guiado milagrosamente por un toro y una estrella, dio vueltas a la muralla el referido Sancho, y al observar que flaqueaba en una de sus partes, la embistió con la gente que llevaba, peleando bravamente hasta conseguir apoderarse de la ciudad. Otra versión de la misma leyenda añade que ya puestos en fuga los moros por aquellos valientes, éstos procedieron a reedificarla en el mismo lugar en que permanecían sus ruinas por haber hallado un toro que empezó a bramar luego que les vio, y sobre todo una estrella, lo que tuvieron por feliz augurio. El mencionado Sancho Muñoz de Teruel, fundador de este linaje, tuvo un hijo llamado Sancho Sánchez de Teruel, que sirvió al Rey de Castilla Alfonso VIII en la conquista de la ciudad de Cuenca en 1177, y que ese segundo Sancho, andando los tiempos, fueron descendientes Juan Teruel, Rodrigo Teruel, Alfonso Teruel u otros destacados varones de este linaje. El escudo de la ciudad de Teruel lleva en el segundo cuartel de azur, un toro arrestado de plata, surmontado de una estrella del mismo metal.

 

Los Teruel

 

            Sabemos de los Teruel de la ciudad de Cuenca por las inscripciones de sus sepulcros en su capilla de Santa Catalina de la Iglesia de Santa María la Nueva, fundada por Hernán Sánchez de Teruel el Viejo, regidor de la Ciudad, que es el abuelo paterno de Ferrán, Hernán, Pérez de Teruel el Mozo y bisabuelo paterno de Álvaro Pérez de Montemayor el fundador del convento de la Concepción Franciscana de la ciudad de Cuenca. La fundación de esta Capilla en la recién consagrada sinagoga responde a la necesidad de demostrar con esta fundación su conversión a la fe cristiana tras las revueltas antisemitas que tienen lugar en la ciudad de Cuenca a fines del siglo XIV[7]. Capilla que queda al cuidado de los Teruel y Montemayor y en la que se encontraba el su escudo de armas. Al ser demolida la iglesia de Santa María la Nueva a comienzos del siglo XX algunos de los sepulcros de los Teruel-Montemayor fueron trasladados a la catedral de Cuenca.

 

            Las genealogías nos presentan a los Sánchez de Teruel también como cristianos viajes que vienen de las montañas de Jaca y se asientan en Teruel tomando de aquí su apellido. Pasando a la ciudad de Cuenca hacia 1370. En la ciudad de Cuenca se radican Alonso, que casa con una hija de Gómez García de Molina el Mozo,-los Molina que emparentan con los Chirino y con la familia del contador Alonso Álvarez de Toledo-, su hermano Lope y el hermano de estos Juan Sánchez de Teruel. Los tres hijos de Hernán Sánchez de Teruel el Viejo, regidor de la ciudad de Cuenca, y de su mujer Catalina Sánchez, fundadores de la capilla de Santa Catalina de la iglesia de Santa María la Nueva que estaba en el lado del Evangelio frente a las que fundan los Montemayor y los Cañizares en el lado de la Epístola.

           

Los Montemayor

 

            La madre de Álvaro Pérez de Montemayor, el fundador de la Concepción Franciscana, es Catalina Alonso de Montemayor, hija de Juan Alonso de Montemayor el Viejo, miembro de otro importante linaje de judeoconversos conquenses que fue alguacil, regidor, almotacén y caballero de la Sierra.

 

            A mediados del siglo XVI tenemos a Fernando de Montemayor y Córdoba[8] que es sobrino de Alonso de Montemayor y Córdoba siendo este Montemayor el fundador de la capilla de la Visitación de la iglesia de Santa María la Nueva de la ciudad de Cuenca situada debajo del coro de la iglesia.

 

            Fernando de Montemayor y Córdoba es nieto paterno de Diego Alonso de Montemayor y Córdoba, cabeza de la rama principal de los Montemayor de Cuenca,

 

            Diego con su hermano Juan Alonso de Montemayor y Córdoba-cuya descendencia deja el apellido Córdoba, viene de su tierra de Jaén a la ciudad de Cuenca donde se avecinan ambos hermanos.

 

            Diego Alonso de Montemayor y Córdoba, señor de la dehesa de Ximén Ramiro en Cuenca, es almotacén en 1430 y 1431 y guarda de la Casa de la Moneda en 1468 cuando Andrés de Cabrera, señor de Moya en la Tierra de Cuenca, era su Tesorero.

 

            Alonso de Montemayor y Córdoba que es el fundador de la capilla de la Visitación es hermano de otro Juan Alonso de Montemayor y Córdoba siendo este el padre de Fernando de Montemayor y Córdoba.

 

            Alonso de Montemayor y Córdoba, fundador de la capilla de la Visitación, es primo hermano paterno de la madre del fundador del convento de la Concepción Franciscana-hija de Juan Alonso de Montemayor el Viejo que es hermano de Diego Alonso de Montemayor y Córdoba. Siendo el abuelo del fundador del convento de la Concepción Franciscana-Juan Alonso de Montemayor el Viejo- fundador de la capilla de San Ildefonso también en la iglesia de Santa María la Nueva.

 

Fernando de Montemayor y Córdoba, primo segundo del canónigo Álvaro Pérez de Montemayor el fundador de la Concepción Franciscana, es señor en la Tierra de Cuenca de la dehesa Ximén Ramiro que ya lo fue de su abuelo paterno Diego Alfonso de Montemayor y Córdoba[9].

 

            En la obra de Francisco Antonio Chacón Monedero que recoge la documentación del año 1423 del escribano público de Cuenca llamado Simón Fernández de Moya[10] podemos leer sobre los Montemayor y los Teruel.

           

            1423, agosto, 7, sábado. Petición de sentencia ante Juan López de la Puebla, bachiller en leyes y Alcalde de Cuenca por Gonzalo García, corregidor, de Lope Sánchez de Teruel y Miguel Sánchez Cardero, vecinos de Cuenca, del pleito que entre ambos pasó ante Alvar Alfonso de Montemayor, sobre demanda de 75 maravedís.

 

            1423, septiembre, 22. Fuentes. Obligación de Miguel Sánchez de la Mota, vecino de Fuentes, de pagar a Alvar García del Castillo y a Juan Álvarez de Montemayor, arrendadores de la renta de la alcabala del sesmo de Arcas, del presente año, 270 maravedís de la moneda usual, que les debe por su atajo de la alcabala con las carnicerías de Fuentes.

           

1423, septiembre, 22. Fuentes. Obligación de Pedro Sánchez Izquierdo, vecino de Fuentes, de pagar a Alvar García del Castillo y a Juan Álvarez de Montemayor, arrendadores de la renta de la alcabala del sesmo de Arcas, 80 maravedís por atajo de su alcabala.

           

            Sabemos por esta documentación que en 1423 los Montemayor eran arrendadores de la alcabala del Sexmo de Arcas que estaba formado por 18 aldeas. En años posteriores no aparecen los Montemayor como arrendadores de alcabalas en la tierra de Cuenca[11]. La alcabala fue el impuesto más importante en la Corona de Castilla. Grababa con un porcentaje que se situaba entre el 5% y el 10% el volumen de las ventas y era el que más ingresos producía a la Hacienda Real que arrendaba su cobro. Alfonso VIII da su fuero a la ciudad de Cuenca a finales del siglo XII. Varias Comunidades de Villa y Tierra castellanas se rigieron por el fuero conquense, como por ejemplo las de Alarcón, Iniesta, Jorquera, Requena, Alcaraz, Ciudad Real, Baeza o Úbeda. Aunque no se conoce con exactitud la fecha de su redacción, se suele datar alrededor de 1190.2 Está compuesto por 48 capítulos que recogen 950 leyes tanto de carácter civil, mercantil, penal y procesal. Conforma, pues, un compendio de las costumbres jurídicas de Castilla y del derecho de la época. A fin de promover la repoblación, concede un gran número de libertades y garantías jurídicas, comenzando así: En primer lugar y concedo a todos los habitantes de Cuenca y sus sucesores, Cuenca con todo su término, es decir, con sus montes, fuentes, pastos, ríos, salinas y minas de plata, hierro o de cualquier otro metal. El 24 de marzo de 1284 fue modificado por Sancho IV, aunque no sustancialmente.

           

En el fuero de Cuenca se llama sexmo a cada uno de los seis distritos rurales en que se agrupan las aldeas dependientes de la ciudad de Cuenca. En el año 1419 encontramos las aldeas de la Tierra de Cuenca agrupadas en seis sexmos que son los de La Sierra- 16 aldeas-, Altarejos- 18 aldeas- Arcas-18 aldeas-, Chillarón-25 aldeas-, Torralba-7 aldeas- y El Campo-12 aldeas-[12].

 

            Los Montemayor- que dejarán su apellido Córdoba- emparentan con el linaje Chirino tuvieron dos capillas en la iglesia de Santa María la Nueva una bajo la advocación San Ildefonso en el lado de la Epístola y la otra bajo la advocación de la Visitación y situada debajo del coro de esta iglesia. Esta está abandonada y muy deteriorada a fines del siglo XVII cuando los Chirino se ocupan de la capilla de los Cañizares de la que son patrones desde la segunda mitad del siglo XVI cuando el titular del linaje Chirino casa con una Cañizares.

 

La iglesia de Santa María la Nueva fue derribada a comienzos del siglo XX y ocupaba el lugar de la sinagoga, situada en los terrenos de la Plaza de Torremangana.

 

            La capilla de San Ildefonso de los Montemayor fue fundada en 1426 por Juan Alfonso de Montemayor el Viejo, alcaide de Moya en nombre de Juan II de Castilla. Murió en 1465. Tiene un hijo llamado Alonso de Montemayor que testa en 1485 y que casa con Catalina Sánchez de Teruel de familia también conversa como parece lo es su marido y acusada de judaizar, ya viuda, con proceso seguido entre 1497 y 1499 en el Tribunal de la Inquisición de Cuenca. Alonso de Montemayor muere sin dejar hijos vivos[13] y deja como heredero de su mayorazgo a su hermano Diego de Montemayor casado con María de la Muela, también de familia conversa de los que son regidores de Cuenca. Juan Alonso y su hermano Diego fueron acusados de judaizar y de asistir a reuniones de judíos.

 

http://www.viajeuniversal.com/spain/cuenca/catedral/imagencapillasanmartinsepulcrosmontemayor.htm

 

https://elarteencuenca.es/blog/catedral/cuenca-catedral-12

 

https://palomatorrijos.blogspot.com/2011/11/la-sinagoga-de-cuenca.html

 

De Diego de Montemayor es nieto Alonso de Montemayor que reedifica la capilla familiar de San Ildefonso a fines del siglo XVI.

 

            De la segunda mitad del siglo XV son los sepulcros góticos de Juan Alfonso de Montemayor el Viejo y el Mozo, abuelo y nieto, que fueron  trasladados a la Catedral de Cuenca en 1912 cuando fue demolida la iglesia de Santa María la Nueva levantada en los terrenos de la sinagoga. Se colocan en la capilla de San Martín[14].

 

            Estos sepulcros fueron mandados hacer por Alonso de Montemayor y por su mujer Catalina Sánchez de Teruel, para su padre y para su hijo que muere antes que sus padres. El uno de los nichos, gótico, encierra una urna cineraria ornada con hojarasca, trabajada con gran delicadeza. Sobre ella hay dos estatuas tendidas representando á un anciano y á un joven, caballeros ambos, leyéndose la siguiente inscripción: «Aquí está sepultado el honrado caballero Juan Alfonso de Montemayor, cuya ánima Dios aya LXXY años en XXI de noviembre de mil CCCCLXY años.» Y la otra dice: «Juan Alfonso de Montemayor el mozo, cuya ánima Dios aya, fijo de Al.0 de Montemayor, finó de edad »

 Juan Alonso de Montemayor el Viejo funda en 1426 la capilla de San Ildefonso también en la iglesia de Santa María la Nueva, en el lado de la Epístola donde está también la de los Cañizares que serán sus parientes. Su sepulcro como el de los Teruel se encuentra en la catedral de Cuenca.

           Catalina Alonso de Montemayor, hija del fundador de la capilla de San Ildefonso, tuvo como hermanos a Inés, mujer de Pablo de Cañizares, a Diego de Montemayor, que pudo ser Caballero de la Sierra en Cuenca en 1455 y 1456, marido de María de la Muela; y a Alonso de Montemayor, corregidor de Moya, almotacén de Cuenca en 1454 y 1455 así como alguacil y Caballero de la Sierra como su padre, casado con Catalina Sánchez de Teruel; la hermana de Hernán el padre de Álvaro el fundador de la Concepción Franciscana.

 El canónigo de la catedral de Toledo Álvaro Pérez de Montemayor, el fundador de la Concepción Franciscana, tuvo varios hermanos, cuatro hermanos y dos hermanas.

 

            Su hermano mayor y primogénito es Alonso Pérez de Montemayor. Se avecindó en Toledo, donde casó con María Solana. Ambos habrían fallecido en 1506 cuando testó el canónigo, ya que en el testamento se indica que había sido su albacea. Tuvieron tres hijos: Pedro, Gonzalo y el primogénito Luis. Al parecer los tres vivieron con el canónigo hasta su muerte, pues figuran como testigos en el momento de la firma del testamento de su tío.

 

            Tras Alonso nació Álvaro. Luego Diego Pérez de Montemayor que fue clérigo y estuvo destinado en la iglesia de San Andrés de Cuenca. Falleció a los sesenta años de edad en 1524. Fue enterrado en la capilla familiar de los Teruel de Santa Catalina en la iglesia de Santa María la Nueva, capilla familiar que se encarga de arreglar. Aquí yace el venerable S. D.  Pe.s de Montemayor, cura de la iglesia de san Andrés de Cuenca, cuya ánima Dios aya, el cual finó de edad LX años á XXIX días del mes de diciembre año de nuestro Salvador Jhux." de MDXXIII años, el cual reedificó esta capilla que primero uso su bisagüelo Hernán Sánchez de Teruel, regidor y tesorero de esta cibdad.»[15].

 

Los Teruel, Montemayor Cañizares, Cañamares y Chinchilla

           

            Más tarde nació Juan Sánchez de Teruel que fue albacea de su hermano Álvaro y quien le llevaba sus intereses económicos. Será patrono del monasterio de la Concepción Francisca y contribuye a la dotación económica del convento con una renta perpetua de 2.000 maravedíes. Juan Sánchez de Teruel muere en 1519 y fue enterrado en la capilla familiar de los Teruel de Santa Catalina en Santa María la Nueva. Juan Sánchez de Teruel casa con Juana Ramírez de Cañizares. Juana fue reo de la inquisición conquense en 1512 y acusada de judaísmo, por razones que no sabemos no se completa su proceso.

 

Sabemos que Gregoria Cañizares es el padre de Teresa Chichilla que adopta el apellido Chinchilla de su bisabuelo y de su abuela materna y casa a mediados del siglo XVI con Sebastián Chirino de Loaisa.

 

            Juan Sánchez de Teruel y Juana Ramírez de Cañizares fueron padres de tres hijos llamados Álvaro Pérez de Montemayor como su tío paterno, Martín Alonso de Montemayor, presbítero en Jabalera en Cuenca, y Juan Pérez de Teruel, marido de Elvira González de Cañamares, en quienes seguirá el patronato del convento de la Concepción Francisca. Este Juan Pérez de Teruel sería enterrado en la iglesia de la Concepción Franciscana.

 

            Elvira González de Cañamares, mujer de Juan Pérez de Teruel, fue sobrina paterna de Gonzalo González de Cañamares[16], canónigo de Cuenca pero no como se puede leer obispo electo de Albarracín, fundador del Colegio de Monteolivete de Salamanca y de la capilla de Santa María y Todos los Santos de la catedral de Cuenca. También se encontraba entre sus bienes las casas colgadas mal llamadas del Rey, en posesión de la familia Girón hasta principios del siglo XX.

 

            Elvira González de Cañamares y su marido Juan Pérez de Teruel son padres de Corona González de Cañamares que casa con Diego Fernández Chinchilla[17] quien redacta su testamento en 1551, recordar que los Chinchilla emparentan con los Chirino en esta segunda mitad del siglo XVI. En el siglo XVII, es su descendiente Escolástica de Chinchilla y Cañamares que casa con Francisco Girón de Robles, caballero nacido en Caravaca, Murcia, pasando el patronato del convento de la Concepción Franciscana a la familia Girón.

De nuevo tenemos que referirnos a los Toledo de Cervera.

          El que será noveno señor de Cervera en 1782 y primer conde de Cervera en 1790 casa por segunda vez en 1784 con Tomasa Aliaga y Moya[18].

El noveno señor de Cervera tiene unos 55 años y su segunda mujer 25.

           Tomasa es natural de Villaescusa de Haro, Cuenca, donde nace en 1759. Es hija de Leandro de Aliaga y Cuevas, natural de Villaescusa de Haro, Cuenca, y de Juliana Antonia de Moya y Carrillo, natural de Belmonte, Cuenca, casada en segundas nupcias con Marcos Francisco Girón[19] de Zúñiga Loaisa y Cañizares[20],- Marcos Girón Zúñiga y Cañizares- nacido en 1721, que de su primer matrimonio con Ana Antonia Belmonte Ramírez de Arellano[21] ha sido padre de Marcos Girón Belmonte que casa en 1807 con la condesa viuda de Cervera; Marcos Girón Belmonte es hijo del primer matrimonio del padrastro de Tomasa.

           Marcos Girón Zúñiga y Cañizares, padrastro de la señora y condesa de Cervera,  es de los Girón que tienen entre sus propiedades la casa llamada Del Rey y son patrones del convento de la Concepción Franciscana y de la Capilla del Socorro de la catedral de Cuenca, antes llamada de Santa María y de Todos los Santos fundada a fines del siglo por el canónigo Gonzalo Cañamares del linaje de los Cañizares. Matrimonio sin hijos.

 Marcos Girón Zúñiga y Cañizares es por su madre primo de los Parada del marquesado de la Peraleja, Cuenca, y de los Sandoval del condado de la Ventosa, Cuenca, que son primos de los Sandoval del marquesado de Caracena del Valle, Cuenca y de los Toledo del señorío de Cervera.

 

              Las Casas Colgadas, son conjunto de tres casas, una la de las  Balconadas y dos reunidas en una que es la sede del Museo de Arte Abstracto, mal llamadas del Rey por la Leyenda que cuenta que en esta casa vive en el siglo XIV Enrique II cuando visita Cuenca.

 Enrique II y tiene amores con la doncella que vivía en una casa vecina llamada desde entonces Casa de la Sirena y también colgada sobre la Hoz del Huecar. Ahora ocupada por un restaurante.

 

Casas Colgadas Jesús Segura y Casa de la Sirena son las dos nuevas opciones gastronómicas comandadas por Segura en la ciudad después de siete años de éxitos en Trivio, restaurante que se alzó con la Estrella Michelin hace cuatro años para no soltarla hasta su cierre, un establecimiento que continuará abierto en su formato de barra a cargo de quien ha sido su 'número dos', Paco Rocamora.

 

            Tomasa Aliaga y Moya queda viuda en 1807 del primer conde de Cervera del Llano vuelve a casar con el hijo que su padrastro, Marcos Girón Zúñiga y Cañizares, ha tenido en su primer matrimonio llamado Marcos Girón Belmonte.

Del último hermano de Álvaro Pérez de Montemayor el fundador de la Concepción Franciscana, Andrés Pérez de Montemayor, apenas sabemos nada. Tan sólo que, siguiendo la voluntad del fundador, fue durante el resto de su vida el mayordomo del Convento, tal como se contiene en las segundas capitulaciones del mismo. Andrés tuvo un hijo llamado Francisco Pérez, que fue fraile agustino en Granada. Su tío Diego Pérez de Montemayor, el cura de San Andrés, fundó para éste último un vínculo con los bienes que poseía en el lugar de Pajarón, Cuenca.

 

            Una de las hermanas del Fundador, Catalina de Montemayor, casó en 1493 con Lope Páez de Écija, regidor de Cuenca[23]. Tuvieron al menos dos hijas. Una de ellas fue Inés de Montemayor. Cuando Inés quedó viuda de Fernando Velázquez de Cuellar, profesó en el convento de la Concepción Francisca que había fundado su tío Álvaro. Seguramente fue el primer miembro de la familia en hacerlo y a éste le seguirían otros más.

 

            Su hermana Elena Páez casó con un hermano de Fernando, Juan Velázquez de Cuellar, procesado por la inquisición en 1531.

 

Estos Velázquez de Cuellar son de la misma familia que emparenta con los Chirino Chinchilla y luego con la familia Parada de la Peraleja.

 

La otra hermana de Álvaro, Juana, fue un importante personaje en el Toledo monacal de principios del XVI y pensamos que tuvo capital importancia en la fundación por su hermano del monasterio de las concepcionistas de Cuenca. Profesó en el convento de igual nombre de Toledo, y lo hizo con el nombre de Juana de San Miguel. Sor Juana está también recogida en las capitulaciones del convento conquense, en las que aparece como hermana del fundador. Juana de San Miguel fue con toda seguridad vicaria entre 1509 y 1510 y abadesa del convento toledano en 1526. Ocupando el primero de esos cargos aparece pintada en la esquina inferior izquierda de un fresco de la Santa Cena que existe aun en el antiguo refectorio del convento toledano[24]. Entre 1512 y 1515, firma un escrito relatando las virtudes de Santa Beatriz de Silva, texto que se encontró al abrir la caja conteniendo los restos de esta última. También señala que tenía un hermano canónigo de Toledo llamado Álvaro Pérez de Montemayor.

 

En algunos documentos aparece como Juana Díaz de Toledo. Es posible que fuese hija de un segundo matrimonio de Hernán Sánchez de Teruel, para nosotros desconocido, tomando de su madre el apellido Díaz de Toledo. Una Leonor Álvarez cedió unas imágenes y una joya al monasterio toledano. Podría tratarse de una hermanastra del canónigo, posible hija de la segunda mujer de su padre, y por tanto hermana de Juana de San Miguel.

 

Las Casas Colgadas de Cuenca del siglo XV al siglo XXI

 El Museo de Arte Abstracto Español ocupa buena parte del conglomerado arquitectónico conocido como las Casas Colgadas[25].

           

            Las que ahora denominamos Casas Colgadas son las únicas que mantienen en la actualidad el recuerdo de la cornisa edificada de San Martín.

 

Los documentos del primer tercio del siglo XX, referentes al proceso de compra por parte del ayuntamiento conquense y a la posterior demolición-y reconstrucción de buena parte de la manzana, aluden a dos propiedades diferenciadas.

 

Teniendo siempre en cuenta las traseras a la hoz, las dos fachadas de la derecha, retranqueadas notoriamente una respecto de la otra, definen una misma vivienda, la que adquiere el ayuntamiento en 1905 como número 16 de la calle de los Canónigos y que se nombra como de la bajada a San Pablo. Es la parte que ocupa el Restaurante. En 1928 se derriba la casa de la bajada a San Pablo y el arquitecto Fernando Alcántara proyecta otra nueva, caracterizada por la presencia de llamativas galerías de madera

Las dos restantes conforman otra vivienda, con dos casas unidas como mínimo desde finales del siglo XVII. Se trata del número 14 de la calle de los Canónigos, que compra el ayuntamiento en 1926. Es la Casa de los Escudos de Cañamares por lo escudos heráldicos suyos que todavía podemos ver. Es la parte que ocupa el Museo.

 

                Los Girón, ya adentrados en el siglo XX, venden la Casa de los Escudos a Isidoro Carralero, que la vende a su vez al ayuntamiento en 1926.

 

https://cultura.castillalamancha.es/patrimonio/catalogo-patrimonio-cultural/casas-colgadas#lg=1&slide=4

 

https://recursos.march.es/web/arte/cuenca/pdf/ciudad-abstracta.pdf

 

Conocemos los nombres de las familias que habitaron las Casas Colgadas durante casi medio milenio.

 

A mediados del siglo XV eran propiedad de Ferrando de Madrid que formaba parte de la oligarquía concejil de la ciudad de Cuenca. Puede ser familia de Andrés Cabrera, señor de Moya en Cuenca.

 

Pedro Álvarez de Toledo fue testigo de su hermano Alonso Álvarez de Toledo, cuando Alonso hace en 1450 en Madrid, la escritura de Mayorazgo para su primogénito de su primer matrimonio llamado Juan Álvarez de Toledo, Carta de Mayorazgo que el señor Alonso Álvarez de Toledo, Contador Mayor del Rey, y de su Consejo, hizo a Juan Álvarez de Toledo su hijo, ante Rui Díaz y Alfonso González, escribanos, en Madrid, por el Rey y ante el Doctor Luis Núñez de Toledo, Arcediano de Madrid, y del licenciado Juan Fernández de Alcalá, Oidor de la Audiencia del Rey, Pedro Álvarez de Toledo, hermano del dicho Alonso Álvarez y el Bachiller Hernando Díaz de Madrid[26]. Luis Núñez de Toledo era hermano de la segunda mujer de Alonso Álvarez de Toledo llamada Catalina Núñez de Toledo.

 

Compra Pedro la heredad de Cañamarejos-citada también como Cañamarejo- situada cerca de Chillarón de Cuenca- en Fuentes Claras de Chillarón- [27] a Fernando de Madrid[28], tío paterno de Andrés Cabrera el primer señor de Moya por los servicios a la princesa y luego reina Isabel[29]. Los de Madrid emparentan con los Chirino de la ciudad de Cuenca y en la ciudad de Huete con la familia Parada de los que viene el octavo señor de Cervera por su madre. Fernando de Madrid es de la familia Xibaja, los de apellido Jarabo en la actualidad[30]., y de la familia Cetina. Ambas familias tenidas por conversas.

 

El segundo señor de Valdeloso casa con Juana Fernández de Madrid, que podría ser hija de Fernando de Madrid al que Pedro Álvarez de Toledo, primer señor de Valdeloso, compra en 1433 la heredad de Cañamarejos y que es tío paterno de Andrés Cabrera.

           

            Antes de 1469, consta como su dueño el licenciado en decretos Gil Ramírez de Villaescusa, arcediano y canónigo de la catedral de Cuenca[31]. En ese año ya habían pasado a manos de sus herederos.

           

            La primera noticia documental sobre las Casas Colgadas se remonta al año 1481, fecha de la escritura de compraventa por la cual el bachiller y canónigo Gonzalo González de Cañamares se hizo con su propiedad.

 

            El 6 de abril de ese año, el canónigo compró por 28.000 maravedíes lo que hoy es la casa del mesón y la “sala blanca” del museo a Catalina Ramírez, que la había heredado de su hermano Gil Ramírez de Villaescusa, arcediano y canónigo de la catedral de Cuenca.

Don Gil Ramírez, obispo de Calahorra. Partícipe de la construcción de la iglesia del convento de Justinianas de la ciudad de Cuenca. Canónigo de Cuenca, Arcediano de Cuenca y provisor de este obispado, parece haber sido obispo electo de Calahorra, de cuya sede no llegó a tomar posesión por haber muerto en Bolonia, cuando se dirigía a ella desde Roma, donde había recibido del Papa el nombramiento. Tío de Diego Ramírez de Villaescusa, natural de Villaescusa de Haro, confesor de la reina Juana I de Castilla y obispo de Cuenca.

https://cadenaser.com/emisora/2021/01/07/ser_cuenca/1610027852_165938.html

 

            En la vecindad del postiguillo de Santa María por donde se desciende al río Huecar por la Senda de los Canónigos constan los siguientes aledaños:

 

La puerta de los Hidalgos y la casa del deán de Burgos, actual cocina del Restaurante. Es la casa de las Balconadas de Madera. La casa de la bajada a San Pablo

 

Por otra,

 

            La vivienda que antes poseyó Alfonso el Romo de Santoyo[32], marido de Catalina Ramírez, y que en 1481 pertenecía asimismo al bachiller Cañamares, por delante la calle real, y por las espaldas las peñas del Huécar. Sede del Museo de Arte Abstracto. La casa de los escudos de Cañamares.

 

            La mayor parte de los edificios de las Casas Colgadas que compra el bachiller a partir de 1481 habían pertenecido anteriormente al licenciado en decretos Gil Ramírez de Villaescusa, y se encontraban en el momento de la adquisición divididos entre los herederos de este último.

 

            Estos herederos son su hermana Catalina Ramírez y la hija de esta y de su mismo nombre.

 

            Catalina Ramírez, sobrina materna de Gil Ramírez de Villaescusa, es esposa de Alonso el Romo de Santoyo y el matrimonio es vecino de Garcinarro, Cuenca. El matrimonio vende sus casas también al deán Cañamares el mismo dia 6 de abril por un precio de treinta mil maravedíes.

 

            Los linderos que proporcionan los documentos permiten identificar las propiedades adquiridas por don Gonzalo con las dos grandes secciones de las Casas Colgadas:

 

            Desde luego, ni una sola de las numerosas noticias de archivo que hemos localizado confirman en absoluto algunos mitos historiográficos que han llegado prácticamente hasta nuestros días, incluida la idea errónea de que alojaron a reyes o que albergaron antes del siglo XVIII el ayuntamiento de la ciudad,.

 

https://recursos.march.es/web/arte/cuenca/pdf/ciudad-abstracta.pdf

 

Constituyen la morada de don Gonzalo hasta su fallecimiento en 1528, y lo serán después de sus herederos durante varios siglos. Lo relevante en verdad es que González de Cañamares vincula las Casas Colgadas con el patronazgo de la capilla de Santa María y Todos los Santos de la catedral de Cuenca.

 

            A mediados del siglo XVI el propietario y morador de la casa de las balconadas era Juan Pérez de Teruel, sobrino paterno del fundador de la Concepción Franciscana y casado con una Cañamares, Elvira Cañamares, que es sobrina paterna del canónigo Cañamares.

           

            A principios del XVII figura como propietario Luis Antonio de Chinchilla y más tarde doña Escolástica de Chinchilla. Descendientes de Juan Pérez de Teruel y de su esposa Elvira Cañamares. Los Cañamares emparentan con los Chinchilla al casar una hija de Juan Pérez de Teruel y de Elvira Cañamares con un Chinchilla.

 

            En el mismo siglo vivió en ella Andrés de Alarcón, cura de San Miguel, y en 1683 Pedro Manrique de Lara.

 

            En 1683 son descritas en un censo de Miguel Girón de Zúñiga y Loaisa como “unas casas de morada…como se va a la puente de San Pablo… que hacen una plazetilla”.

 

Escolástica Cañamares Chinchilla casa en Cuenca, en 1621 en Santa María de Gracia, con Francisco Girón de Robles Zúñiga.

 

Doña Escolástica es la última patrona de la capilla de la catedral que vive en las Casas Colgadas. Su casamiento con Francisco Girón de Zúñiga Robles, caballero nacido en Caravaca y alcalde de la Santa Hermandad de dicha población murciana, traslada su peripecia vital fuera de Cuenca.

 

Escolástica de Chinchilla y Cañamares fallece con anterioridad al 28 de febrero de 1675, cuando su hijo mayor Manuel Girón de Zúñiga y Loaysa-es su hermano Miguel Girón de Zúñiga y Loaisa-, vecino de Huéscar (Granada), pide y obtiene que se le reconozca como primogénito para ejercer su derecho a la posesión de los mayorazgos que su madre poseía en la ciudad de Cuenca.

 

Marcos Girón Zúñiga y Cañizares consta como radicado en Cuenca y como morador de las Casas Colgadas. El sucesor de Marcos Girón es su hijo primogénito Fernando Manuel Girón y Cañizares

 

Juliana Antonia de Moya y Carrillo, natural de Belmonte, Cuenca, casa en segundas nupcias con Marcos Francisco Girón de Zúñiga Loaisa y Cañizares,- Marcos Girón Zúñiga y Cañizares- nacido en 1721, que de su primer matrimonio con Ana Antonia Belmonte Ramírez de Arellano[33] ha sido padre de Marcos Girón Belmonte que casa en 1807 con la condesa viuda de Cervera; Marcos Girón Belmonte es hijo del primer matrimonio del padrastro de Tomasa.

           

Esta es la ascendencia de Marcos Girón Zúñiga Cañizares.

 

Juan Hernández de Chinchilla, regidor de Cuenca, hijo mayor de Diego Hernández de Chinchilla y Corona González Cañamares y Teruel por su padre -sobrina nieta materna del canónigo de la catedral de Cuenca Gonzalo González de Cañamares es el sucesor de los vínculos familiares de los Cañamares tras la muerte de su madre a finales de la octava década del siglo XVI.

 

Juan Hernández de Chinchilla deja a su muerte dos hijos menores de edad llamados Luis Antonio de Chinchilla Cañamares y Teruel y su hermana Catalina de Chinchilla.

 

Luis Antonio es otro de los dueños y moradores de las Casas Colgadas.

 

Sigue su hija Escolástica de Chinchilla y Cañamares casa con Francisco Girón de Zúñiga Robles.

 

Escolástica de Chinchilla y Cañamares fallece con anterioridad al 28 de febrero de 1675 y su hijo mayor Manuel Girón de Zúñiga y Loaysa, vecino de Huéscar en Granada, pide y obtiene que se le reconozca como primogénito para ejercer su derecho a la posesión de los mayorazgos que su madre poseía en la ciudad de Cuenca y el patronazgo del convento de la Concepción Franciscana y el de la capilla de Santa María y Todos los Santos de la catedral, ahora Capilla del Socorro.

 

Hermano de Manuel es Bernardino de quien es nieto el que será conde consorte de Cervera, Marcos Girón Belmonte. Este es hijo de Marcos Girón Zúñiga Cañizares.

 

Es hermano de Manuel y Bernardino tambien el antes citado Miguel.

 

            Marcos Girón Zúñiga y Cañizares es sobrino paterno de Manuel Girón y Cañizares, primogénito y heredero de sus padres. El sucesor de Marcos Girón es su hijo primogénito Fernando Manuel Girón y Cañizares. Tiene importantes problemas económicos que agravan el deterioro de los bienes de patronazgo a su cargo. Problemas que se agravarán para la familia tras el expolio que sufre la ciudad y la provincia de Cuenca por las tropas francesas en la Guerra de la Independencia.

 

 Los problemas económicos de Fernando Manuel Girón se agudizan con su hijo y sucesor Joaquín Girón y Cañizares. En su testamento, redactado el 4 de junio de 1829, menciona que el rey le había concedido facultad para vender la mayor parte de los bienes que tenía en la ciudad de Cuenca. Y argumenta la causa: “por los muchos apuros que contraje en la Guerra de la Independencia, por los saqueos que sufrí, y pérdidas que tuve”. Las décadas siguientes aumentan el declive físico de los edificios. La historia solo concluye con la venta que efectúan los Girón, ya adentrados en el siglo XX, de la casa de los escudos a cierto Isidoro Carralero, que la vende a su vez al ayuntamiento en 1926.

 

A Bernardino lo podemos encontrar como hijo de Manuel Girón de Zúñiga y Loaysa y por lo tanto como nieto de doña Escolástica. Por lo tanto, no como hermano de Manuel e hijo de doña  Escolástica. Por ello el conde consorte de Cervera sería hermano y no primo segundo del titular del Mayorazgo Cañamares.

 

            El personaje histórico fundamental en relación con las Casas Colgadas es el bachiller Gonzalo González de Cañamares[34], canónigo asimismo de la catedral desde al menos 1481 hasta 1528, año de su fallecimiento[35].

 

Le pertenecieron todas las casas a las que ahora damos el nombre de Casas Colgadas, y vivió en ellas.

 

Estaban vinculadas con la dotación de la capilla de Santa María y Todos los Santos que había fundado en la girola de la catedral de Cuenca.

 

            Gonzalo González de Cañamares en 1508 funda el colegio de Nuestra Señora y Todos los Santos, o de Monte Olivete, en la Universidad de Salamanca[36]. En 1508 fundó de su peculio en Salamanca[37] un colegio para instrucción de clérigos, con la misma dedicación de la capilla fundada, conocido después vulgarmente como de Monte Olivete. El 14 de abril de 1518 pedía licencia al Cabildo “para ir a visitar e proveer un Colegio e casa para estudiantes en la çibdad de Salamanca que ha fecho, por ser cosa pía e útile e provechosa”. Parece que mas que fundador es su primer rector. El error se debe a que algunas Bulas de concesión de Beneficios de Rentas venían a su nombre. Se incorporó a la Universidad en 1533. En 1780 fue agregado con todas sus rentas al de Los Ángeles[38]. El edificio del Monte Olivete, que estaba cerca del Convento de San Esteban, fue ocupado en 1786 por el Colegio de la Magdalena, hasta que fue destruido en la Guerra de la Independencia[39].

Sus recursos económicos vienen de su carrera eclesiástica en Roma, durante los años 80 del siglo XV. El propio don Gonzalo se encarga de recordarlo en un pasaje de su testamento de 1528.

 

La mayor parte de los edificios de las Casas Colgadas que compra Gonzalo González de Cañamares a partir de 1481, fecha en que es nombrado canónigo de la catedral de Cuenca, habían pertenecido al licenciado en decretos[40] Gil Ramírez de Villaescusa, y se encontraban divididos entre sus herederos.

 

En estas casas vive Gonzalo Gonzalez de Cañamares hasta su muerte en 1528[41].

 

     Pasan a propiedad de sus herederos. 

 

González de Cañamares vincula las Casas Colgadas con el patronazgo de la capilla de Santa María y Todos los Santos de la catedral[42] lo que fue un hecho muy favorable para su conservación pues fueron propiedad de los patronos de la capilla.

 

Don Gonzalo establece que el primer titular el patronazgo sea su hermano Pedro González[43]. Ambos eran hijos de Alfonso González y Elvira González de Cañamares.

 

Pedro Gonzalez de Cañamares está casado con Inés López. Tienen dos hijos llamados Gonzalo Bernardo de Cañamares[44] y Elvira González.

 

Elvira González de Cañamares casa con un importante personaje de la élite local, Juan Pérez de Teruel. Tienen doce hijos, varios de los cuales llegan a ostentar los patronazgos del bachiller y, como tales titulares, a poseer y habitar las Casas Colgadas. Son estos Juan Pérez de Teruel y Montemayor, Corona González y los canónigos Gonzalo-el tercero de este nombre en la familia Cañamares- y Alonso.

 

Corona González casa con Diego Hernández de Chinchilla.

 

El doctor Juan Hernández de Chinchilla[45], regidor de Cuenca, hijo mayor de Diego Hernández de Chinchilla y Corona González, es el sucesor de los vínculos familiares tras la muerte de su madre a finales del siglo XVI[46].

 

Juan Hernández de Chinchilla muere en agosto de 1588 deja dos hijos menores de edad, Luis Antonio de Chinchilla Cañamares y Teruel y su hermana Catalina de Chinchilla.

 

El regidor Luis Antonio de Chinchilla Cañamares y Teruel es otro de los dueños y moradores de las Casas Colgadas. Sigue su hija Escolástica de Chinchilla y Cañamares, hija mayor y sucesora.

 

Doña Escolástica es la última patrona de la capilla de la catedral que vive en las Casas Colgadas. Casa con Francisco Girón de Zúñiga Robles, caballero nacido en Caravaca y alcalde de la Santa Hermandad de dicha población murciana, traslada su peripecia vital fuera de Cuenca. 

 

Escolástica de Chinchilla y Cañamares muere antes del 28 de febrero de 1675, cuando su hijo mayor Manuel Girón de Zúñiga y Loaysa, vecino de Huéscar, Granada, pide y obtiene que se le reconozca como primogénito para ejercer su derecho a la posesión de los mayorazgos que su madre poseía en la ciudad de Cuenca[47].

 

Marcos Girón Zúñiga y Cañizares, hijo o bien nieto de Manuel-Marcos hijo de Bernardino y este hijo y no hermano de Manuel-, consta como radicado en Cuenca y como morador de las Casas Colgadas.

 

El sucesor de Marcos Girón Zúñiga y Cañizares es su hijo primogénito Fernando Manuel Girón y Cañizares, vecino de Villaescusa de Haro y luego de Cuenca que habita en las Casas Colgadas en 1794. -El conde consorte de Cervera seria el hermano de este Fernando-

 Sus problemas económicos hacen que se acentúe el deterioro de los bienes de patronazgo a su cargo como expone en un escrito de 1805 al Visitador del obispado de los edificios religiosos.

 Los problemas económicos de Fernando Manuel Girón se agudizan con su hijo y sucesor Joaquín Girón y Cañizares. En su testamento, redactado el 4 de junio de 1829, menciona que el rey le había concedido facultad para vender la mayor parte de los bienes que tenía en la ciudad de Cuenca "por los muchos apuros que contraje en la Guerra de la Independencia, por los saqueos que sufrí, y pérdidas que tuve"[48].

 Las décadas siguientes aumentan el declive físico de los edificios.

 Las Casas sufrieron una intensa restauración a partir de 1959 por el arquitecto municipal Francisco León Meler. El 5 de febrero de 1966 fueron inauguradas después de una gran obra de reforma[49].

 

Capillas en la iglesia de Santa María la Nueva de Cuenca

 La antigua sinagoga de Cuenca cuando se transforma en iglesia está también dedicada a Santa María y para evitar confusiones con la Catedral dedicada a Santa María se llamará de Santa María la Nueva o de Gracia. Arruinada y demolida a comienzos del siglo XX.

 

            En la iglesia de Santa María la Nueva estaba la capilla de San Ildefonso situada en el lado de la Epístola junto a la de los Cañizares dedicada a Santa Catalina.

 

            La capilla de San Ildefonso fue reedificada a fines del siglo XVI cuando se manda labrar los sepulcros góticos del fundador y de su nieto. También se reedifica en parte en el siglo XIX. Estaba sin culto desde 1628.

 

            La capilla de los Cañizares estaba situada en el lado de la Epístola junto a la de los Montemayor de San Ildefonso. La capilla de los Cañizares estaba abandonada a fines del siglo XVII.

 

            Fernando Chirino, canónigo de Cuenca, reclama su propiedad pero al no hacer los Chirino las obras necesarias para su mantenimiento pierden su propiedad que pasa a ser del cabildo de la iglesia de Santa María la Nueva.

 

            Los Cañizares emparentan con los Chirino cuando en la segunda mitad del siglo XVI Sebastián Chirino de Loaisa, titular del linaje Chirino de Cuenca, casa con Teresa Chinchilla que es una Cañizares por su madre.

           

Plaza de Mangana con la torre del reloj de la Ciudad. En este lugar estuvo ubicado el barrio árabe, después la judería medieval y finalmente el barrio cristiano de Santa María[50].

A los pies de la Plaza de Mangana se encuentra la calle que la ciudad de Cuenca dedica a Diego de Valera, es la calle llamada Mosén Diego de Valera que comienza en la Calle Alfonso VIII y por la calle del Carmen nos lleva a la Plaza de Mangana.

 

            En el lado del evangelio de la iglesia de Santa María la Nueva estaba la capilla de enterramiento de los Teruel dedicada a Santa Catalina.

 

            Los Teruel emparentan con los Montemayor que son titulares de la capilla de San Ildefonso, estas dos capillas están sin culto desde comienzos del siglo XVII.

 

            Estaba enterrado en la capilla de la familia Teruel Diego de Montemayor y Teruel, cura de la iglesia de San Andrés de Cuenca[51]. Su monumento funerario fue traslado al Palacio Episcopal de Cuenca cuando en 1912 se derriba la iglesia de Santa María la Nueva. En otro precioso nicho que pertenece al género plateresco, hay una estatua de sacerdote que, según es fama, destrozaron los franceses que á tan vandálicos actos se entregaron durante su invasión, leyéndose en la inscripción que tiene: «Aquí yace el venerable S. D. Pe.s de Montemayor, cura de la iglesia de San Andrés de Cuenca, cuya ánima Dios aya, el cual finó de edad LX años á XXIX días del mes de diciembre año de nuestro Salvador Jhux." de MDXXIII años, el cual reedificó esta capilla que primero uso su bisagüelo Hernán Sánchez de Teruel, regidor y tesorero de esta cibdad.»

 

            Los Montemayor tenían otra capilla en la iglesia de Santa María la Nueva de Cuenca situada debajo del coro y que estaba dedicada a la Visitación y fundada por un sobrino paterno de Juan Alonso de Montemayor el Viejo llamado Alonso de Montemayor, hijo de Diego de Alonso de Montemayor y Córdoba.

 

            Diego Alonso de Montemayor y Córdoba es cabeza de la rama principal de los Montemayor de Cuenca que son señores de la dehesa de Ximén Ramírez.

 

            Diego con su hermano Juan Alonso de Montemayor y Córdoba, cuyas descendencias dejan el apellido Córdoba, viene de su tierra de Jaén a la ciudad de Cuenca donde se avecinan ambos hermanos.

 

            Diego Alfonso de Montemayor y Córdoba llega a Cuenca con su hermano acompañando a Fernando de Trastamara que aquí recibe la noticia de su nombramiento como rey de Aragón. El infante Fernando estaba alojado en la conocida como Casa del Curato, Casa Curato de San Martín del siglo XIV-XV, nombre que recibe por haber sido la antigua residencia del titular de la parroquia de Santiago, cuando desaparece la de San Martín en el barrio de San Martín sobre la Hoz del río Huecar[52].

La parroquia de Santiago ésta en el interior de la Catedral en la Capilla de Santiago que fundada en el siglo XV por el obispo Álvaro Martínez, canciller de Enrique III de Castilla. La Casa de Curato fue sede de la Inquisición y aquí residía Fernando de Trastamara cuando en 1410 recibió la noticia de su nombramiento como Rey de la Corona de Aragón tras el Compromiso de Caspe, convirtiéndose en Fernando I el Justo, o el Honesto. En la actualidad, se encuentra instalado en la Casa Curato el Museo de Cuenca en la calle Obispo Valero, 12[53]. Fernando de Trastamara[54] era hermano de Enrique III que es rey de Castilla desde 1390. La escasa salud de este que padeció enfermedades como el tifus y la viruela, lo que le valió ser apodado el Doliente, y el hecho de que no lograra concebir un varón que heredara el trono, permitió que Fernando albergara esperanzas de llegar a obtener el trono castellano, Sin embargo, el nacimiento de un heredero varón para la corona de Castilla, el futuro Juan II, en 1405, un año antes de la muerte de Enrique III, acabó con las esperanzas de Fernando de ocupar el trono de Castilla. Si es Fernando rey de Aragón y el abuelo paterno de Fernando el Católico.

 

            A fines del siglo XVI es patrón de la capilla de la Visitación Fernando de Montemayor, regidor de Cuenca y señor de la dehesa de Ximén Ramírez, hijo de Fernando de Montemayor-este es sobrino del fundador llamado Alonso de Montemayor- , regidor de Cuenca, que manda construir la torre para el reloj de la ciudad, Torremangana, casa con Juana de Velázquez. Mantenía su culto a comienzos del siglo XVII y era la única de las capillas de la Iglesia de Santa María la Nueva que lo mantenía.   

 

            Los Montemayor y Córdoba, hidalgos, son en su rama principal asentada en Jaén, señores del castillo de Montemayor, Dos Hermanas y Alcaudete, Córdoba, desde el siglo XIV. En Cuenca formaron parte de la élite municipal los asentados en la ciudad de Cuenca en la primera mitad del siglo XV. También hubo Montemayor en Huete.

 

            Dedicamos unas líneas a Diego Alfonso de Montemayor y Córdoba, origen de la rama principal de los Montemayor de la ciudad de Cuenca que emparenta con los Chirino.

 

            Diego Alfonso de Montemayor y Córdoba es de los señores de las Cuevas de Guadarromán, Córdoba. Es el cuarto hijo del señor en tierras de Córdoba del castillo de Dos Hermanas y primer señor de Montemayor y Alcaudete de nombre Alonso Fernández de Montemayor y Córdoba y de su mujer Juana Martínez de Leiva. Alonso Fernández de Córdoba, Adelantado Mayor de la Frontera, Señor de Alcaudete y Montemayor.

 

            Diego Alfonso de Montemayor y Córdoba es hermano del segundo señor de Montemayor, Alcaudete y Dos Hermanas[55].

 

            Diego Alfonso de Montemayor y Córdoba se asienta en la ciudad de Cueca por el año 1410 con su hermano Juan Alfonso de Montemayor el Viejo que deja de usar el apellido Córdoba y que es el abuelo materno del fundador del convento de la Concepción Franciscana de la ciudad de Cuenca.

 

            Diego testa en Valdemorillo de la Sierra-lugar de su señorío-, Cuenca, en 1439. Casa con Elvira Alfonso de Mendoza, hija de Fernando Vázquez de Mendoza, alcaide de la villa de Moya[56].

 

            Padres de Alonso de Montemayor y Córdoba que funda en Santa María la Nueva la capilla de la Anunciación. Casa con Teresa de Ayala, sin hijos. Testa en 1503 dejando como heredero y patrón de la capilla que funda a su sobrino paterno Fernando de Montemayor-hijo de Juan Alonso de Montemayor y este hermano de Alonso de Montemayor el fundador en 1426 de la capilla de la Visitación- que casa con María Fernández de Valera, hija de Fernando de Valera que es contador mayor del marqués de Moya. De estos descienden los Montemayor de la rama principal de Cuenca que son señores de la dehesa de Ximén Ramírez.

 

            En Elvira de Córdoba y Montemayor, hermana de Juan Alonso de Montemayor el Viejo y de Diego Alfonso de Montemayor y Córdoba, sigue el señorío de las Cuevas de Guadarromán. ´

 

El convento de la Concepción Francisca de la ciudad de Cuenca

           

            A un Montemayor debe Cuenca el convento de la Concepción Francisca levantado junto a la Puerta de Valencia de la muralla de la ciudad de Cuenca y que era el único monasterio de monjas que estaba situado extramuros de la ciudad y que los conquenses conocen también con el nombre de Concepcionistas de la Puerta de Valencia.

 

            Su fundación se llevó a cabo en el año 1501 por Álvaro Pérez de Montemayor, hijo de Catalina Alonso de Montemayor quien es hija de Juan Alonso de Montemayor el Viejo, fundador de la capilla de San Ildefonso de la iglesia de Santa María la Nueva, y de su marido Hernán Sánchez de Teruel de los Sánchez de Teruel que también tenían su capilla de enterramiento en Santa María de Gracia, la capilla de Santa Catalina que es fundada por el bisabuelo paterno de Álvaro Pérez de Montemayor que fue canónigo de la Santa Iglesia Catedral de Toledo[57].

 

            En 1504 el convento ya estaba construido.

            La Iglesia se levantaría en el solar en el que antaño estuviera la Ermita de la Trinidad por lo que en algunos documentos del siglo XVI el convento es llamado de las monjas de la Trinidad.

 

            Álvaro Pérez de Montemayor pidió ser enterrado junto con su familia en la capilla mayor, delante del altar; y así se hizo, en un sepulcro que, en 1512, había sido labrado por el entallador Diego de Flandes por un precio de 19.600 maravedíes. De este sepulcro, por desgracia, sólo se tienen descripciones escritas. El sepulcro era de alabastro y contenía la efigie yacente del fundador acompañado de un paje. Se alzaba sobre unos leones y adornaba sus frentes con cuatro escudos[58].

 

            La Iglesia fue rehecha por completo por Martín de Aldehuela en la segunda mitad del siglo XVIII. Durante la Guerra Civil fue utilizada como cárcel del pueblo, devastado su interior y quemado el retablo mayor junto con su camarín[59].

 

            La portada del convento está coronada por una figura que tiene a su lado una calavera y a los pies la inscripción Memento mori respice finem, como lema de vida del fundador, Recuerda que puedes morir piensa en el final

 

            En 1504 el monasterio estaba ya edificado, y el canónigo Pérez de Montemayor, con toda solemnidad, se lo entregaba a la Abadesa; la cual, acompañada del Provincial de la Orden, tomó posesión del mismo con el ceremonial acostumbrado. En primer lugar, la abadesa y el Provincial de la Orden procedieron a echar fuera del monasterio al fundador y a las personalidades que le acompañaban; y, después de cerrar las puertas de la casa conventual, anduvieron por ella para demostrar que pasaba a ser una propiedad suya. Este monasterio, siguiendo deseos del fundador, fue incorporado a la Orden de las Concepcionistas, de forma semejante a como lo estaba el de Toledo. El canónigo Álvaro Pérez de Montemayor estableció en las capitulaciones que la capilla mayor serviría de enterramiento para él y su familia.

 

            El convento tiene tres alturas, presenta unas fachadas casi sin huecos; animadas únicamente por unas pequeñas ventanas, que no guardan simetría alguna -pues están abiertas en función del interior-, y por unos pequeños escudos, que memoran al fundador. Se ingresa por una sencilla puerta en arco de medio punto. Las dependencias conventuales se articulan en torno a un patio de trazado irregular, cuyos pies derechos con zapatas, muy dentro de la tradici6n gótica, son ajenos a la tipología de un patio conventual. 

           

Del primitivo conjunto del convento siglo XVI quedan, además del patio adaptado, los tiros de escalera y la portada de la fachada de la iglesia. Esta portada, realizada por Pedro de Alviz, es muy representativa de ese arte plateresco que se desarrolla en Cuenca en la década de los treinta. Su composición es muy sencilla. En el siglo XVIII comienzan las obras del nuevo edificio, dirigidas por José Martín, que diseñó la iglesia en su estilo inconfundible, en el que siempre es patente el gusto por centrar la planta, aunque exista un claro eje longitudinal. Como tal monasterio de clausura, la iglesia posee coro alto a los pies —lo que ayuda a la dicha centralización espacial—, resuelto mediante cúpula elíptica, perforada por lunetos, sobre pilares achaflanados. La coloración clara y la ligereza de la decoración hacen que pueda incluirse, con reservas, en la estética rococó. Asimismo, ciertos detalles en el tratamiento del muro, como los recuadros y hornacinas que aparecen entre las pilastras de orden compuesto, y las cabezas de querubines que adornan aquéllos, nos remiten a Borromini. La fachada de la iglesia está enmarcada por unas pilastras de sillería; y se remata por cornisa curva, sobre la que descansa una espadaña. La portada de la fábrica del siglo XVI se conservó por expresa indicación de José Martín. En la actualidad, la iglesia está abierta al culto y puede visitarse, quedando el resto del edificio restringido para la clausura de las monjas[60].



[1] En el barrio del alcázar donde es fama que el rey D. Alfonso VIII mandó construir su palacio, se encuentra la parroquia de santa María de Gracia, ocupando el mismo local que, según la tradición, sirviera antes para la sinagoga hebrea. Se erigió en templo cristiano en 1403 por el prelado D. Juan Cabeza de Yaca. Consta de una nave, y toda su fábrica es bastante pobre, y solamente en dos capillas vénse algunos sepulcros bastante bien trabajados con inscripciones góticas. El uno de los nichos, gótico, encierra una urna cineraria ornada con hojarasca, trabajada con gran delicadeza. Sobre ella hay dos estatuas tendidas representando á un anciano y á un joven, caballeros ambos, leyéndose la siguiente inscripción: «Aquí está sepultado el honrado caballero Juan Alfonso de Montemayor, cuya ánima Dios aya LXXY años en XXI de noviembre de mil CCCCLXY años.» Y la otra dice: «Juan Alfonso de Montemayor el mozo, cuya ánima Dios aya, fijo de Al.0 de Montemayor, finó de edad » Este era nieto del anterior y estaban ambos sepultos en el mismo hueco de la pared de su capilla.

[2] Descendencia de la familia Girón, señores de Cardela, vecinos de Granada. Por don Diego de Castilla, señor de Gor. Año 1619. Descripción Genealógica de la Casa de Aguayo y líneas que se derivan de ella. Antonio Ramos, 1781

[3] De criptojudíos a nobles titulados. El origen judeoconverso de las élites de Cuenca (SS. XV-XIX) Rafael Maria Girón Pascual. Universidad de Córdoba

[4] Confesión de un tal Juan de Arcis sobre lo que vio en 1460. Dimas Pérez Ramírez. La Inquisición en Cuenca, 1989.

[5] Concejo, poder y élites: la clase dominante de Cuenca en el siglo XV. José Antonio Jara Fuente.

[6] Hernán o Ferrán Pérez de Teruel, casado con una Montemayor, pudo ser Caballero de la Sierra en Cuenca en 1457 y 1458 y después en 1466 y 1467, alcalde de Cuenca en 1467 y 1468, Almotacén en 1469 y 1470. Era el poseedor del vínculo que había instituido Hernán Sánchez de Teruel, abuelo suyo. Este último fue regidor de Cuenca y tesorero de la Casa de la Moneda de la misma ciudad. De él sabemos que testa el 28 de agosto de 1415. Este Hernán y su mujer, Catalina Sánchez, fueron, muy probablemente, los primeros de la familia en abrazar la fe cristiana, al menos nominalmente. Los Caballeros de la Sierra surgen con la reconquista castellana de poblaciones serranas con términos muy amplios y con la necesidad de vigilar, guardar y defender las fuentes de riqueza existentes en esos territorios. En el fuero de Molina de Aragón de 1112 se menciona por primera vez la figura de los Caballeros de la Sierra o Caballeros de Sierra, cuya principal misión era la defensa de los bosques, encinares, pinares y sabinares, árboles y arbustos, pastizales, cobros del uso de estos bienes y montazgos. Concejo, poder y élites. La clase dominante de Cuenca en el siglo XV. José Antonio Jara Fuente. El Almotacén tenía a su cargo la vigilancia y comprobación del ajuste exacto de los pesos y medidas en las transacciones públicas, en especial en los mercados. Actuaban de oficio o a instancia de cualquiera que considerase que los instrumentos de peso habían sido modificados. También se ocupaban de la comprobación de la moneda: peso y falsificación. Su oficina se llamaba fielato, nombre que también se daba a los puestos de control de entrada y cobro de portazgo que había en las puertas de las ciudades hasta mediados del siglo XX. Era un oficio de la administración municipal que se toma de las ciudades musulmanas.

[7] En 1391, la sinagoga de la ciudad de Cuenca fue transformada en la iglesia de Santa María la Nueva tras las persecuciones sufridas por los judíos. La judería de Cuenca estaba en el barrio del Alcázar que antes fuera la fortaleza musulmana. La iglesia de Santa María fue demolida en el año 1912. La sinagoga de Cuenca, iglesia de Santa María. Dimas Pérez Ramírez. Archivero que fue del Archivo de la catedral de Cuenca.

 

[8] Historia de la ciudad de Cuenca. Juan Pablo Mártir Rizo, 1629.

[9] Los Montemayor son señores de la dehesa de Ximén Ramírez y también tenían propiedades en Valdecabras y en Valdemorillo de la Sierra. Los Montemayor son regidores de la ciudad de Cuenca, Caballeros de la Sierra, alguaciles, almojarifes o tesoreros de la Ciudad y almotacenes.

[10] Espacio, Tiempo y Forma, Historia Medieval, 2005. El primer registro de Simón Fernández de Moya, escribano público de Cuenca. 1423. Francisco Antonio Chacón Monedero. Universidad Autónoma de Madrid. Encontramos en esta obra todo tipo de información sobre la vida pública y municipal así como sobre circunstancias personales de los vecinos de la ciudad de Cuenca en el año 1423.

[11] Los arrendadores de las alcabalas en la tierra de Cuenca entre 1464 y 1470. Julián Sánchez Quiñones. Revista de la Universidad Española de Educación a Distancia. Espacio, Tiempo y Forma, Historia Medieval, 2013.

[12] Términos despoblados en la tierra de Cuenca. Un problema de organización del territorio y articulación social en el siglo XVI. José María Sánchez Benito Universidad Autónoma de Madrid, 2013.

[13] Alonso de Montemayor, hijo del fundador de la capilla de San Ildefonso, es padre de Juan Alfonso de Montemayor el Mozo que nace en 1460 y muere en 1483 antes que su padre.

[14] la capilla de San Martín fue fundada por el canónigo Martín de Huélamo a mediados del siglo XVI. Dispone de una reja forjada, obra de Hernando de Arenas y realizada en 1548. El retablo de esta capilla está dedicado a San Martín en estilo plateresco con medallones realizados en alabastro por Giraldo de Flugo, en el que se combinan la madera policromada, la pintura sobre tabla y el alabastro. Bajo el arcosolio se encuentran los sepulcros de los Montemayor, traídos de la iglesia de Santa María la Nueva o de Gracia, antes la sinagoga de Cuenca. Familia de conversos algunos de cuyos miembros estaban enterrados en su capilla de la sinagoga, arruinada y desmoldada a comienzos del siglo XX.

[15] Enterrado en un nicho plateresco con su estatua yacente que, según es fama, destrozaron los franceses que á tan vandálicos actos se entregaron durante su invasión.

[16] En la Plaza de Santa María la catedral de Cuenca era titular de la propiedad de unas casas en que vivía el canónigo Lorenzana- Alonso Rodríguez de Lorenzana-. En 1495 vivía el bachiller Cañamares, canónigo, dueño de las llamadas ahora Casa Colgadas, y paga por ellas un censo anual de 1.155 maravedíes. Don Gonzalo Cañamares, había promovido obras en estas casas de su propiedad que estaban cerca del postigo de San Pablo. Las traspasa a su sobrino el segundo canónigo homónimo, y en 1528 vivía en ellas la madre de este último, Inés López. A.D.C., Fondo Girón, leg. 8, exp. 13., Y en 1515 en Villalba de la  Sierra Gonzalo González de Cañamares,  canónigo, pagaba 45 maravedíes por el uso de una heredad del cabildo. Este importe era destinado al Arca de la Limosna para tender a pobres, enfermos y necesitados.

[17] En 1495 sabemos que en la Calle de Santibáñez, cerca de la Plaza de Santo Domingo y de la Plaza del Salvador, por unas casas Juan Fernández de Chinchilla, pagaba 400 maravedíes de censo anual a su propietario que era el cabildo de la catedral de Cuenca. Un poco más abajo era Pedro de Chinchilla el que pagaba 450 maravedíes anuales al cabildo por las casas que eran de su propiedad. En la Plazuela de Santo Domingo por unas casas Juan Ferrández de Chinchilla pagaba 120 maravedíes anuales al Cabildo. Era vecino de Juan Rodríguez de Alcocer que por las suyas pagaba 25 maravedíes. En esta Plazuela por unas casas Diego de Alcocer pagaba de censo anual 200 maravedíes. Tambien en esta Plazuela por unas casas la mujer de Diego Chirino pagaba 160 maravedíes. Diego de Alcocer por unas casas 200 maravedíes. Y el regidor Alonso Alvarez, segundo señor de Cervera satisfacía al Cabildo por unas casas 90 maravedíes al año. Los señores de Cervera tenían las casas principales de su mayorazgo junto a la Plaza del Salvador. Por una huerta y un pedazo de otra huerta a orillas del río Júcar Juan Fernández de Chinchilla satisfacía al cabildo de la Catedral anualmente 36 maravedíes y por otra Huete en el mismo sitio 80 maravedíes. También el escribano Juan de Chinchilla explotaba  junto al Júcar una huerta por la que pagaba al año 40 maravedíes anualmente. Por una viña en el paraje llamado Pago de Casa el Viejo Juan Fernández  de Chinchilla pagaba un censo anual de 2 maravedíes. En Valdeganga de Cuenca por una casa y heredad Juan Ferrández de Chinchilla, regidor, pagaba anualmente 932 maravedíes. Real Academia Conquense de Artes y letras. En torno a la historia medieval de Cuenca. Algunas reflexiones sobre economía, política y sociedad, entre los siglos XII y XV, 2014. Jorge Diaz Ibáñez. Libro de censos que se conserva en el Archivo Histórico Provincial de Cuenca. propiedades urbanas y rurales que el cabildo tenía entregadas a censo en el año 1495, siendo mayordomo el racionero Juan del Pozo.

[18] Juan Nicolás Álvarez de Toledo y Borja, Parada y Muñoz Castilblanque. Noveno señor de Cervera, 1782-1807. Primer conde de Cervera en 1790 con el vizcondado previo de La Parra.

[19] Los Girón heredan los mayorazgos de los Valenzuela, familia de notarios y escribanos de la ciudad de Cuenca, a principios del XIX.

[20] Esta es la ascendencia de Marcos Francisco Girón de Zúñiga Loaysa Cañizares remontando sus antepasados al siglo XV, al núcleo de la elite conversa de la ciudad de Cuenca.

Juan Hernández de Chinchilla, regidor de Cuenca, hijo mayor de Diego Hernández de Chinchilla y Corona González Cañamares y Teruel por su padre -sobrina nieta del canónigo de la catedral de Cuenca Gonzalo González de Cañamares propietario de las Casas Colgadas de Cuenca por compara al comenzar en 1481- es el sucesor de los vínculos familiares de los Cañamares tras la muerte de su madre a finales de la octava década del siglo XVI. Juan Hernández de Chinchilla, fallecido en agosto de 1588, deja dos hijos menores de edad, Luis Antonio de Chinchilla Cañamares y Teruel y su hermana Catalina de Chinchilla. Luis Antonio es otro de los dueños y moradores de las Casas Colgadas. Sigue su hija Escolástica de Chinchilla y Cañamares, hija mayor y sucesora de los patronazgos del regidor Luis Antonio de Chinchilla. Escolástica casa con Francisco Girón de Zúñiga Robles, nacido en Caravaca, Murcia, y su alcalde de la Santa Hermandad. Hijo de Bernardino Girón Zúñiga. regidor de Caravaca, y de Catalina de Robles Zurita de los Inestrosa y León de Belmonte-prima hermana de Fray Luis de León y con su ascendencia en el siglo XV en los Inestrosa de los que descienden también la hermanas Maria e Inés Carrillo de Alarcón de las que se escribe en los apartados dedicados al segundo y al cuarto señor de Cervera.

Escolástica de Chinchilla y Cañamares fallece con anterioridad al 28 de febrero de 1675, cuando su hijo mayor Manuel Girón de Zúñiga y Loaysa, vecino de Huéscar en Granada, pide y obtiene que se le reconozca como primogénito para ejercer su derecho a la posesión de los mayorazgos que su madre poseía en la ciudad de Cuenca y el patronazgo del convento de la Concepción Franciscana y el de la capilla de Santa María y Todos los Santos de la catedral, ahora Capilla del Socorro. Hermano de Manuel, siguiendo las genealogías de los Chirinos, es Bernardino de quien es nieto el que será conde consorte de Cervera. Manuel Girón de Zúñiga Loaysa Chinchilla casa con su pariente por los Girón llamada Jerónima Catalina Carrasco Balboa Cernusculi Girón. en las tablas de parentescos de los Chirino lo encontramos casado con Micaela Alonso de la Vega que es natural de Molina, Molina de Aragón en Guadalajara. En la descendencia de Manuel sigue la propiedad de las Casas Colgadas y los patronazgos de los Cañamares. Bernardino Girón de Zúñiga Loaysa Carrasco que casa en segundas nupcias-casó antes en 1693 con María Valdés Girón Araque. No se conoce sucesión de este matrimonio- con Florencia Petronila Cañizares Luna Valenzuela Velázquez-Florencia Cañizares Velázquez Chirino Chinchilla. Padres de Marcos Girón de Zúñiga Loaysa Cañizares casado con Ana Antonia Belmonte Ramírez de Arellano. Padres de Marcos Girón Zúñiga y Cañizares que casa con Tomasa Aliaga y Moya, viuda desde 1807 del primer conde de Cervera. Marcos Girón Zúñiga y Cañizares es sobrino de Fernando Manuel Girón y Cañizares, primogénito de sus padres, vecino de Villaescusa de Haro que luego se traslada a vivir a Cuenca y vive en las Casas Colgadas. El hijo y sucesor de Fernando Manuel es Joaquín Girón y Cañizares. Don Joaquín en su testamento, redactado el 4 de junio de 1829, menciona que el Rey le había concedido facultad para vender la mayor parte de los bienes que tenía en la ciudad de Cuenca por los muchos daños y saqueos que sufre su casa la Guerra de la Independencia, como le ocurre a los Cervera y en general todas las casas de la ciudad de Cuenca. Los Girón, ya en el siglo XX, venden la Casa del Rey a Isidoro Carralero, que la vende a su vez al ayuntamiento de Cuenca en 1926. La Casas sufrieron una intensa restauración a partir de 1959 por el arquitecto municipal Francisco León Meler. El 5 de febrero de 1966 fueron inauguradas las Casas Colgadas, después de una gran obra de reforma. Continúan los Girón Cañizares con el patronazgo de la capilla de la Virgen del Socorro de la catedral de Cuenca. Las Casas Colgadas y el Museo de Arte Abstracto Español. Pedro Miguel Ibáñez Martínez, Universidad de Castilla- La Mancha 2016. El Cincuentenario de las reformadas Casas Colgadas, 2016. José Vicente Ávila Martínez.

[21] Recogemos la ascendencia de Ana Antonia de Belmonte Ramírez de Arellano Alonso de Belmonte Alarcón, natural de Belmonte en Cuenca, es padre de Antonio de Belmonte Granero Alarcón. Gana Real Provisión ante la Real Chancillería de Granada en 1732. Casa con Josefa Ramírez de Arellano, nacida en Mota del Cuervo. Cuenca. Padres de Ana Antonia de Belmonte Ramírez de Arellano, nacida en 1711 en Belmonte. Muere en 1741 en Cuenca. Casa primero con Diego de Parrilla. Después en 1737 en Belmonte con Marcos Francisco Girón de Zúñiga Loaisa y Cañizares. Con sucesión. Es su hijo Marcos Girón Zúñiga y Cañizares que casa con Tomasa Aliaga y Moya, viuda desde 1807 del primer conde de Cervera. Marcos Girón Zúñiga y Cañizares es sobrino paterno de Fernando Manuel Girón y Cañizares, primogénito y heredero

[22] Las Casas Colgadas y el Museo de Arte Abstracto Español. Pedro Miguel Ibáñez Martínez, Universidad de Castilla-La Mancha 2016. Manuel Girón de Zúñiga Loaysa Chinchilla y Jerónima Catalina Carrasco Balboa Cernusculi Girón son padres de Bernardino Girón de Zúñiga Loaysa Carrasco. Casa con Florencia Petronila Cañizares Luna Valenzuela Velázquez. Padres de Marcos Girón de Zúñiga Loaysa Cañizares casado con Ana Antonia Belmonte Ramírez de Arellano. Con sucesión. Esta es la ascendencia de Marcos Girón de Zúñiga Loaysa Cañizares. Juan Hernández de Chinchilla, regidor de Cuenca, hijo mayor de Diego Hernández de Chinchilla y Corona González, es el sucesor de los vínculos familiares tras la muerte de su madre a finales de la octava década del siglo XVI. Fallecido en agosto de 1588 deja dos hijos menores de edad, Luis Antonio de Chinchilla Cañamares y Teruel y su hermana Catalina de Chinchilla. Luis Antonio es otro de los dueños y moradores de las Casas Colgadas. Sigue su hija Escolástica de Chinchilla y Cañamares, hija mayor y sucesora de los patronazgos del regidor Luis Antonio de Chinchilla. Escolástica casa con Francisco Girón de Zúñiga Robles,  nacido en Caravaca, Murcia, y su alcalde de la Santa Hermandad. Escolástica de Chinchilla y Cañamares fallece con anterioridad al 28 de febrero de 1675, cuando su hijo mayor Manuel Girón de Zúñiga y Loaysa, vecino de Huéscar en Granada, pide y obtiene que se le reconozca como primogénito para ejercer su derecho a la posesión de los mayorazgos que su madre poseía en la ciudad de Cuenca y el patronazgo del convento de la Concepción Franciscana y el de la capilla de Santa María y Todos los Santos de la catedral, ahora Capilla del Socorro. Manuel Girón de Zúñiga Loaysa Chinchilla casa con su pariente por los Girón Jerónima Catalina Carrasco Balboa Cernusculi Girón. Es su hermano Bernardino Girón de Zúñiga Loaysa Carrasco. Casa con Florencia Petronila Cañizares Luna Valenzuela Velázquez. Padres de Marcos Girón de Zúñiga Loaysa Cañizares casado con Ana Antonia Belmonte Ramírez de Arellano. Es su hijo el conde consorte de Cervera.

Manuel Girón de Zúñiga Loaysa Chinchilla y Jerónima Catalina Carrasco Balboa Cernusculi Girón son los abuelos paternos de Fernando Manuel Girón y Cañizares, heredero de sus padres, vecino de Villaescusa de Haro, pero luego se traslada a vivir a Cuenca y vive en su casa de las Casas Colgadas, donde vivió también su padre Marcos. Es hijo y sucesor de Fernando Manuel, Joaquín Girón y Cañizares. En su testamento, redactado el 4 de junio de 1829, menciona que el rey le había concedido facultad para vender la mayor parte de los bienes que tenía en la ciudad de Cuenca por los muchos daños y saqueos que sufre su casa la Guerra de la Independencia,  como le ocurre a los Cervera y en general todas las casas de la ciudad de Cuenca. Los Girón, ya en el siglo XX, venden la Casa del Rey a Isidoro Carralero, que la vende a su vez al ayuntamiento de Cuenca en 1926. Ana Antonia de Belmonte Ramírez de Arellano, nacida 1711en Belmonte y fallecida en 1741 en Cuenca. Casa primero con Diego de Parrilla. Viuda, en 1737 en Belmonte con Marcos Francisco Girón de Zúñiga Loaysa y Cañizares. Este viudo casa con la que es madre de su nuera Tomasa Aliaga y Moya.

Los Girón heredan los mayorazgos de los Valenzuela, familia de notarios y escribanos de la ciudad de Cuenca, a principios del XIX.

[23] Por Cuenca serían nombrados Alfonso Páez de Écija y Diego González de Medina; por Diego Hurtado de Mendoza, Diego Fernández de Medina y Gómez González de Medina, «el mozo». La «Nobilización» de un concejo en el siglo XV: Cuenca y los Hurtados de Mendoza. José Antonio Jara Fuentes.

Las Familias Conversas de la  ciudad de Cuenca en el siglo XV.

[24] El convento de la Concepción de Toledo es la cuna de la Orden de la Inmaculada. En 1501, muerta ya la fundadora, se instala la Comunidad en su actual convento, en la plaza de la Concepción. Antes de obtener la Regla propia, en 1511, empiezan a fundarse monasterios concepcionistas fuera de Toledo. El 2 de octubre de 1504, cuando la comunidad de la Casa Madre profesa todavía la Regla de Santa Clara, el canónigo de la Catedral de Toledo, Álvaro Pérez de Montemayor funda el convento de la Concepción de Cuenca. En 1507, tiene lugar la creación el primer convento concepcionista de filiación directa toledana, en Torrijos. Con la bula de Julio II, 'Ad statum properum', de 17 de septiembre de 1511, dota a la Orden de su propia Regla. Con ello culmina el proceso fundacional, y el Monasterio toledano de la Concepción y los nacidos de él quedan desvinculados de la Regla del Cister y de la Regla de Santa Clara, siendo la primera Regla concedida bajo esta advocación.

[25] Las Casas Colgadas y el Museo de Arte Abstracto Español. Pedro Miguel Ibáñez Martínez, 2016. El Museo y su Edificio. Apunte histórico sobre las casas colgadas. Fundación Juan March.

[26] Burocracia y cancillería en la corte de Juan II de Castilla. 1406-1454. Francisco de Paula Cañas Gálvez. 2013, Sobre los orígenes de la Audiencia Real. Luis Vicente Díaz Martín. 1994.

[27] Términos despoblados en la tierra de Cuenca. Un problema de organización del territorio y articulación social en el siglo XVI. José María Sánchez Benito. Universidad Autónoma de Madrid. 2013.

[28] El segundo señor de Valdeloso casa con Juana Fernández de Madrid que podría ser hija de Fernando de Madrid. Relaciones económicas entre familias que luego emparentan. Así pasa con el Contador y los Sandoval y con el Contador y los Núñez de Toledo. Sería la segunda señora de Valdeloso prima hermana paterna de Andrés Cabrera.

[29] Moya sería en la segunda mitad del siglo XV de Andrés Cabrera y de su mujer Isabel de Bobadilla los granes amigos y servidores de la reina Isabel la Católica que los hace señores y marqueses de Moya entre otros títulos que reciben.

[30] Gonzalo Díaz de Xibaja del ilustre y anticuo linaje de Xibaja, en Madrid, e hijo de Diego López de Xibaja, fue persona muy señalada en tiempo del Rey Don Pedro de Castilla, y acaudilló gente de armas en diversas ocasiones, con crédito de esforzado Capitán. Consiguió por esta causa estimación y favor, particularmente de Albar-García de Albornoz, gran Señor y Ricohombre, por la experiencia que tuvo de su valor. Después en 1355 se valió de él Alvar García, llamándole a Cuenca. Con el caudal que adquirió en la guerra compró en Cuenca unas casas principales en la Parroquia de San Miguel, y algunas heredades en término de la Ciudad, y en Cañamares y en Cañamarejos. Allí vivió con estimación y quietud hasta el año de 1391 en que falleció siendo de mucha edad. El tener en Madrid su naturaleza y casa fue causa de que en Cuenca le llamasen Gonzalo Díaz de Madrid, olvidando el apellido de Xivaja, estilo muy usado en lo antiguo. Otorgó su testamento en Cuenca a 24 de Septiembre del mismo año, ante Francisco González de Villalba, Escribano público; dejó por herederos a su hijo Sancho de Xivaja que fue señor de Huermeces, y a Lope López de Madrid, su nieto, hijo de Lope González de Xivaja, su hijo mayor y que señaló su entierro en la Capilla de Santa María que había edificado en el Convento de San Francisco de aquella Ciudad casado con Elvira Fernández, hija de Lope Fernández, Regidor de Madrid. Fue tronco principal de los Marqueses de Moya[30]. Pedro López de Madrid es hijo de Lope López de Madrid y de Leonor López de Cetina de familia de Huete. Casa con María Alfonso de Cabrera hija de Alfonso de Toledo y de Mari López de Cabrera. Padres de Andrés de Cabrera, que toma el apellido de su madre, caballero de Cuenca, Beatriz de Bobadilla, amiga y dama de la reina Isabel de Castilla. Señores y marqueses de Moya con apellido Cabrera. Historia genealógica de la casa de Lara. Luis de Salazar y Castro y también en Hijos de Madrid ilustres en santidad, dignidades, armas, ciencias y artes. José Antonio Álvarez y Baena. 1790. María Alfonso de Cabrera, muere en 1470, es hija de María Pérez de Cabrera, nacida en Castillo de Garcimuñoz donde muere en 1434, y de Alonso González de Avilés el del Castillo, alcaide del castillo de Garcimuñoz, y puede que no de un Alonso de Toledo. Actas de la XI Reunión Americana de Genealogía. España y América. Eduardo Pardo de Guevara y Valdés, 2005.

[31] El 20 de diciembre de 1465, el cabildo catedralicio de Cuenca nombraría como procurador al canónigo Gil Ramírez de Villaescusa para que, junto con el obispo Barrientos, intercediese ante el marqués- de Villena- para que éste en adelante no consintiera que en sus villas los oficiales y alcaides embargasen las rentas eclesiásticas, y para que también mandara devolver todas las rentas arrebatadas. Las relaciones Iglesia-Nobleza en el obispado de Cuenca durante la Baja Edad Media. Jorge Díaz Ibáñez, 1997. En 1465, hasta el 19 de diciembre, el obispo Barrientos se encontraba prisionero del marqués de Villena. El obispo Barrientos fue hecho prisionero cerca de Uclés por algunos hombres del marqués de Villena, siendo después llevado el prelado a la villa de Uclés. El 4 de abril el concejo conquense escribirá al rey informándole de lo sucedido y pidiéndole que hiciera todo lo posible para la liberación del obispo.

[32] Los Santoyo los encontramos en la provincia de Cuenca como escribanos, en Palomares relacionados familiarmente con los Alarcón, señores de Palomares, y en Huete igualmente relacionados familiarmente con los Torres, Amorgas y Paradas.  Son oriundos de  la localidad de Santoyo en Palencia,

[33] Recogemos la ascendencia de Ana Antonia de Belmonte Ramírez de Arellano Alonso de Belmonte Alarcón, natural de Belmonte en Cuenca, es padre de Antonio de Belmonte Granero Alarcón. Gana Real Provisión ante la Real Chancillería de Granada en 1732. Casa con Josefa Ramírez de Arellano, nacida en Mota del Cuervo. Cuenca. Padres de Ana Antonia de Belmonte Ramírez de Arellano, nacida en 1711 en Belmonte. Muere en 1741 en Cuenca. Casa primero con Diego de Parrilla. Después en 1737 en Belmonte con Marcos Francisco Girón de Zúñiga Loaisa y Cañizares. Con sucesión. Es su hijo Marcos Girón Zúñiga y Cañizares que casa con Tomasa Aliaga y Moya, viuda desde 1807 del primer conde de Cervera. 

[34] En la Plaza de Santa María de la catedral de Cuenca era titular de la propiedad de unas casas en que vivía el canónigo Lorenzana- Alonso Rodríguez de Lorenzana-. En 1495 vivía el bachiller Cañamares, canónigo, dueño de las llamadas ahora Casa Colgadas, y paga por ellas un censo anual de 1.155 maravedíes. Don Gonzalo Cañamares, había promovido obras en estas casas de su propiedad que estaban cerca del postigo de San Pablo. Las traspasa a su sobrino el segundo canónigo homónimo, y en 1528 vivía en ellas la madre de este último, Inés López. A.D.C., Fondo Girón, leg. 8, exp. 13., Y en 1515 en Villalba de la  Sierra Gonzalo González de Cañamares,  canónigo, pagaba 45 maravedíes por el uso de una heredad del cabildo. Este importe era destinado al Arca de la Limosna para tender a pobres, enfermos y necesitados.

[35] González de Cañamares, Gonzalo. Canónigo de la catedral de Cuenca, fundador del colegio Monte Olivete en Salamanca, benefactor. La familia Cañamares, oriunda quizás de esta localidad serrana en el mismo obispado, pertenecía a lo más escogido del grupo social judeoconverso de la ciudad donde debió de nacer Gonzalo a mediados del siglo XV. Cabe suponer que adquiriese en Salamanca el grado de bachiller, probablemente en Decretos, con que se titulaba. Residió después en Roma, con toda probabilidad a la sombra de Rafael Riario, cardenal de San Jorge y obispo absentista de Cuenca (1493-1517). En torno a 1479 obtuvo una canonjía en la catedral conquense, prebenda que se fue transmitiendo por vía de resignación entre parientes próximos de la familia hasta bien avanzado el siglo XVI. En la catedral había intentado la fundación de una capilla funeraria en el viejo claustro el año 1485 y a fines de 1486 estableció el conjunto de bienes dotales del patronato de ella. Al cabo, en 1490, optó por alzarla en la girola, todavía en construcción entonces, aunque la obra y aderezo del recinto debió de prolongarse, con algunas quejas de parte del Cabildo por la lentitud, hasta veinte años más tarde. En 1508 fundó de su peculio en Salamanca un colegio para instrucción de clérigos, con la misma dedicación de la capilla fundada, conocido después vulgarmente como de Monte Olivete.  El 9 de marzo de 1528 Cañamares otorgó su testamento. Fallecería el 14 y a la catedral, para ser en ella enterrado el mismo día, “le traxeron los señores deán y cabildo muy honradamente”. Biografía publicada por la Real Academia de la Historia. Miguel Jiménez Monteserín. Tres empresas arquitectónicas del bachiller Gonzalo González de Cañamares. Pedro Miguel Ibáñez Martínez, 2012. Boletín de la Real Academia Conquense de las Artes y Letras.

[36] También llamado Colegio de Monte Olivete. Fundado en 1514, por Juan Pedro Santoyo, clérigo de Palencia, cuyo primer rector fue el bachiller Gonzalo de Cañamares, canónigo de Cuenca. En 1780 se fundió con los colegios de Cañizares, San Millan y Santa María de los Ángeles, tomando el nombre de este último y trasladándose al edificio del de San Millán. El edificio del Monte Olivete, que estaba cerca del Convento de San Esteban, fue ocupado en 1786 por el Colegio de la Magdalena, hasta que fue destruido en la Guerra de la Independencia.

[37] Muñoz y Soliva, Trifón. Noticias de todos los Ilustrísimos señores obispos que han regido la diócesis de Cuenca. Cuenca, 1860. Tambien podemos leer en esta obra que gracias a Cañamares llega a obispo Miguel Muñoz Guijarro al que descubre en Poyatos como a un niño de gran ingenio y vivacidad que estudia en el colegio de Monte Olivete. Tambien en Miguel Muñoz. Un obispo de origen serrano.

[38] Memoria Histórica de la Universidad de Salamanca.  Alejandro Vidal y Diaz, 1869. Enrique Arias Rojo

[39] Sobre la provisión de becas y sus aspirantes en 1941. Una del Colegio de Santa Maria y Todos los Santos, los, que disfruten beca de este Colegio podrá n seguir cualquiera de las carreras que se cursen en la Universidad de Salamanca, y antes de ella los estudios de segunda enseñanza. Las condiciones especiales de los becarios serán: las de ser solteros, pobres y dé buena conducta, teniendo derecho de preferencia los parientes del fundador D. Gonzalo González de Cañamares, Canónigo que fué de la Catedral de Cuenca, y después s de ellos, en igualdad de las demás s circunstancias, el aspirante que pruebe mayores conocimientos de Gramática Latina. En la provisión de becas de este colegio habrá n de guardarse, además, los tres turnos siguientes: 1ºPara los naturales de la ciudad de Cuenca y pueblos de sus inmediaciones. 2. ° Para los naturales de los pueblos de Alarcón y Torralba, en la provincia aludida, alternativa' mente; y 3. ° Para los naturales del pueblo de Loranca de Tajuña, en la provincia de Guadalajara y los de Torrelaguna, en la de Madrid, también alternando. Correspondiendo la que hoy se anuncia al primer turno, ó sea para los naturales Cuenca y pueblos de sus alrededores. Diario de León.

[40] El bachiller en derecho debía acreditar también sus estudios en gramática y haber cursado seis años, o la mayor parte de ellos, estudios de derecho civil o canónico; de esos seis años, el canonista tenía que haber dedicado dos al menos a Decretos. En derecho civil! se enseñaban los fragmentemos de las Pandectas, llamados Digestum Vetus, el Código de Justiniano, las Novellae y las Institutiones, formando todos ellos un corpus. El Infortiatum y el Digestum Novus venían a completarlos y eran objeto de los cursos extraordinarios, dados generalmente por bachilleres en las horas lectivas de la tarde. El derecho canónico-se basaba fundamentalmente en el Decreto de Graciano y en el Liber extra y las Decretales de Gregorio IX, compiladas por san Raimundo de Peñafort y enviadas oficialmente a todas las universidades 11" los cursos de decretos eran impartidos en principio por maestros y los de decretales por bachilleres canonistas, sin que se invirtieran generalmente los términos. A estos textos básicos se añadían algunas colecciones, como las del concilio IV de Letrán y las decretales de Inocencio IV y Gregorio X. Las universidades españolas durante la Edad Media. C. Vasoli, 1969.

[41] En la Plaza de Santa María la catedral de Cuenca era titular en  de la propiedad de unas casas en que vivía el canónigo Lorenzana- Alonso Rodríguez de Lorenzana-. En 1495 vivía el bachiller Cañamares, canónigo, dueño de las llamadas ahora Casa Colgadas, y paga por ellas un censo anual de 1.155 maravedíes. Don Gonzalo Cañamares, había promovido obras en estas casas de su propiedad que estaban cerca del postigo de San Pablo. Las traspasa a su sobrino el segundo canónigo homónimo, y en 1528 vivía en ellas la madre de este último, Inés López. A.D.C., Fondo Girón, leg. 8, exp. 13.

[42] La capilla del Socorro de la Catedral de Cuenca o de Santa María y Todos los santos, fue fundada por el canónigo Gonzalo González de Cañamares en 1486. Su altar mayor hasta ahora estaba presidido por el retablo de la Virgen del Socorro del s. XVIII, sin embargo, tras la restauración del retablo de Santa María y Todos los Santos en 2018, éste ha venido a ocupar ahora el lugar central que sin duda le correspondió desde la fundación de la capilla. El retablo de Santa María y Todos los Santos es un retablo gótico flamenco del siglo XV cuya autoría es desconocida. Lo componen 16 tallas de madera policromada que se agrupan de dos en dos en sus correspondientes hornacinas y que encuadran la figura central de la Virgen María coronada con el Niño en sus brazos. En la parte superior de la cancela de la puerta de entrada de la Capilla se encuentra el escudo de la familia Girón, poseedora del actual patronato de la Capilla. Guarda esta Capilla en su interior tres retablos: el Mayor, en el testero de la Capilla, presidido por la imagen de Nuestra Señora del Socorro; adosado al muro izquierdo el dedicado a San Antonio de Padua; y sobre el muro lateral derecho el retablo de Santa María y Todos los Santos. El Retablo de San Antonio de Padua, realizado en el año 1770 es atribuido a José Martín de la Aldehuela. El tercero y el más importante artísticamente hablando de los retablos es el Retablo de Santa María y de Todos los Santos, que aunque se encuentra en el lateral derecho de la Capilla, fue desplazado de su ubicación primitiva del lugar principal. Este retablo de talla gótica fue realizado a finales del siglo XV y consta de ocho hornacinas de similar proporción donde se encuentran un total de dieciséis tallas de madera policromada, colocadas de dos en dos en cada nicho, más otra hornacina central de mayor tamaño en la que se representa a la Virgen coronada con el Niño en brazos.  El Arte en Cuenca. La Catedral.

[43] Después de Pedro lo será su hijo mayor casado, y de ahí en adelante los descendientes de su hermano por línea masculina. Si concluyera la línea masculina, sucederá la hija mayor casada del último patrono, y tras ella su propio hijo mayor casado. Desde luego, deberá pertenecer siempre a legos y ser indivisible. Pero don Gonzalo cambia de criterio despues de la fundación de su capilla en 1468 y en su testamento de 1528 da preferencia a los religiosos sobre los legos, contradiciendo lo escrito en las clausulas fundacionales de la capilla. Esto dará lugar a disputas judiciales sobre el patronazgo de la capilla y sobre los bienes de los que disfruta dicho patronazgo.

[44] Este Gonzalo es el canónigo Gonzalo González de Cañamares que  al consagrarse a la religión se hace llamar como su tío.

[45] En 1495 sabemos que en la Calle de Santibáñez, cerca de la Plaza de Santo Domingo y de la Plaza del Salvador, por unas casas Juan Fernández-Hernández- de Chinchilla, pagaba 400 maravedíes de censo anual a su propietario que era el cabildo de la catedral de Cuenca. Un poco más abajo era Pedro de Chinchilla el que pagaba 450 maravedíes anuales al cabildo por las casas que eran de su propiedad. En la Plazuela de Santo Domingo por unas casas Juan Ferrández de Chinchilla pagaba 120 maravedíes anuales al Cabildo. Era vecino de Juan Rodríguez de Alcocer que por las suyas pagaba 25 maravedíes. En esta Plazuela por unas casas Diego de Alcocer pagaba de censo anual 200 maravedíes. Tambien en esta Plazuela por unas casas la mujer de Diego Chirino pagaba 160 maravedíes. Diego de Alcocer por unas casas 200 maravedíes. Y el regidor Alonso Alvarez, segundo señor de Cervera satisfacía al Cabildo por unas casas 90 maravedíes al año. Los señores de Cervera tenían las casas principales de su mayorazgo junto a  la Plaza del Salvador. Por una huerta y un pedazo de otra huerta a orillas del río Júcar Juan Fernández de Chinchilla satisfacía al cabildo de la Catedral anualmente 36 maravedíes y por otra Huete en el mismo sitio 80 maravedíes. También el escribano Juan de Chinchilla explotaba  junto al Júcar una huerta por la que pagaba al año 40 maravedíes anualmente. En Valdeganga de Cuenca por una casa y heredad Juan Ferrández de Chinchilla, regidor, pagaba anualmente 932 maravedíes. Real Academia Conquense de Artes y letras. En torno a la historia medieval de Cuenca. Algunas reflexiones sobre economía, política y sociedad, entre los siglos XII y XV, 2014. En torno a la historia medieval de Cuenca. Algunas reflexiones sobre economía, política y sociedad, entre los siglos XII y XV, 2014. Jorge Diaz Ibáñez. Libro de censos que se conserva en el Archivo Histórico Provincial de Cuenca. propiedades urbanas y rurales que el cabildo tenía entregadas a censo en el año 1495, siendo mayordomo el racionero Juan del Pozo.

[46] Noticias genealógicas sobre familias judeoconversas de Cuenca, España: los Teruel-Montemayor.  Rafael M. Girón Pascual. Conversos de Cuenca. Paloma Torrijos Medina,

[47] En las genealogías de los Chirino y sus parientes lo encontramos casado con Micaela Alonso de la Vega, natural de Molina en Guadalajara. Molina de Aragón. En las genealogías de los Girón la ascendencia de estos es su matrimonio con su pariente por los Girón Jerónima Catalina Carrasco Balboa Cernusculi Girón.

 

[48] Archivo Diocesano de Cuenca. Fondo Girón. Legajo 8, Expediente 228.

[49]El Cincuentenario de las reformadas Casas Colgadas, 2016.  José Vicente Ávila Martínez

[50] Cuenca 1554. Testamento de Hernando de Montemayor. Se den al patrón de su patronazgo 25.500 maravedíes que yo recibí de la ciudad de Cuenca por el sitio y paso y hacer el pasadizo y caja del reloj Mangana. Para que se compre de ellos renta para dicho patronazgo, o se devuelvan a la ciudad de Cuenca, si quitasen dicho reloj de mi casa, donde al presente esta. En 1629 los descendientes dicen que dicho reloj estaba en su casa, encima de la pared de una puerta, donde se ven las señales, que la pared es de piedra y solía ser la muralla.

[51] La iglesia de San Andrés se construyó en el siglo XVI bajo la dirección del Arquitecto Pedro de Alviz, quien contó con la colaboración del Maestro de Cantería Sebastián de Arnani. La obra estuvo parada bastante tiempo, hasta que, avanzado el siglo XVI, Juanes de Mendizábal y su yerno, Pedro de Aguirre, la pusieron nuevamente en marcha. La profunda crisis que se produjo en Cuenca en la primera mitad del siglo XVII incidió de forma negativa en la obra, la cual hasta finales del siglo XVII, no se reanudó. La humedad había dañado seriamente paredes y arcos del presbiterio, e incluso parece que afectaba a la cimentación. Domingo Ruiz fue el encargado de presentar las condiciones y trazas de las reparaciones. En 1936 el templo sufrió gravísimos daños y después de la guerra civil fue cedido a las cofradías, con el fin de albergar sus pasos procesionales.

[52] La Iglesia de San Martín Obispo de la que hoy sólo quedan unas pocas ruinas. Se construyó durante el siglo XIII, viéndose arruinada su fábrica en el XIX tras haber sido, junto a las de San Miguel y San Nicolás, una de las tres iglesias románicas que se habían conservado en la ciudad y que habían mantenido el culto desde el momento de su construcción. Queda la Torre y el ábside. Bajada de San Martín. En el Barrio de San Martín, y delimitados por las calles Alfonso VIII y Santa Catalina, se encuentran, entre los números 1 al 77 de la primera de dichas calles, los Rascacielos medievales de Cuenca, construidos durante el siglo XV y reformados, o modificados, durante los posteriores XVI, XVII, XIX y XX.

[53] El Museo de Cuenca se instala primero en el Almudí, en el año 1963, Francisco Suay, con la ayuda del Ayuntamiento y de la Diputación conquenses, consiguió reunir los restos arqueológicos de la ciudad de Valeria (Cuenca), que él mismo había descubierto. Tras la restauración del edificio llevada a cabo por el arquitecto Manuel González Valcárcel, el Museo fue abierto en la Casa de Curato a mediados de los años 70 del pasado siglo XX.

[54] Fernando era hijo segundo de Juan I de Castilla y de Leonor de Aragón, hermana del rey aragonés Martín el Humano. En 1410, al morir su tío el rey Martín I de Aragón sin descendencia directa y legítima, Fernando presenta su candidatura a la sucesión del trono aragonés. Tras el Acuerdo al que los nobles aragoneses llegan en la ciudad de Caspe, Zaragoza, Fernando es nombrado rey  de Aragón como Fernando I.

[55] El condado de Alcaudete es un título nobiliario español creado por el rey Carlos I de España en 1529 a favor de Martín Alfonso Fernández de Córdoba, hijo del quinto señor de Alcaudete. Su nombre se refiere al municipio andaluz de Alcaudete, Jaén.

[56] Un bisnieto de Diego también emparenta con una hija del alcaide de Moya.

[57] El convento de la Concepción de Toledo es la cuna de la Orden de la Inmaculada. En 1501, muerta ya la fundadora, se instala la Comunidad en su actual convento, en la plaza de la Concepción. Antes de obtener la Regla propia, en 1511, empiezan a fundarse monasterios concepcionistas fuera de Toledo. El 2 de octubre de 1504, cuando la comunidad de la Casa Madre profesa todavía la Regla de Santa Clara, el canónigo de la Catedral de Toledo, Álvaro Pérez de Montemayor funda el convento de la Concepción de Cuenca. En 1507, tiene lugar la creación el primer convento concepcionista de filiación directa toledana, en Torrijos.

[58] Era de alabastro y que tenía una representación yaciente de Pérez de Montemayor, a la que acompañaba la de un paje; además, quedaba alzado sobre unos leones y tenía los frentes adornados con cuatro escudos sustentados por niños.

[59] Lourdes Morales Farfán. Licenciada en Periodismo por la Universidad Rey Juan Carlos. Una Ventana desde Madrid, Cuenca.

[60] Boletín oficial del estado, Viernes 7 noviembre 1997. Resolución de 2 de octubre de 1997, de la Dirección General de Cultura de la Consejería de Educación y Cultura  por la que se incoa expediente para declarar bien. de interés  cultural, con la categoría de monumento, el inmueble correspondiente al monasterio de la Concepción Franciscana a localizado en la ciudad de Cuenca.

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