Para resolver los problemas de abastecimiento de pan, el concejo de Madrid utilizó desde comienzos del siglo XVI un alfolí o pósito. Servía para suministrar cereales a los panaderos y granos a los campesinos para que pudiesen sembrar sus tierras en épocas de carestía, con la condición de devolverlo cuando se recogiera la siguiente cosecha.
El primer pósito se edificó en la Cava Baja y estuvo en funcionamiento hasta mediados del siglo XVII, fecha en que se construyó uno nuevo en la calle Alcalá, frente al Retiro y la puerta de Alcalá. Estuvo en funcionamiento hasta 1745, cuando Felipe V decide la construcción de uno nuevo, con capacidad para 40.000 fanegas y estructurada en torno a un patio central. Durante el siglo XIX sirvió también de mercado y depósito de granos, e incluso de cuartel de Ingenieros. Derribado en 1869, su lugar lo ocupan hoy diversos edificios de viviendas, además de los palacios del Linares y de Zabalburu.
Ocupaba la manzana que se extiende por la acera de la derecha entre la Puerta de Alcalá y la Plaza de la Cibeles, según bajamos hacia la Fuente.
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