Francisco Ramírez de Oreña, el Artillero, señor de Bornos en Jaen, esposo de Beatriz Galindo y secretario de los Reyes Católicos. Esta casa incorporó el señorío de Rivas, luego ducado, y el condado de Bornos.
Francisco Ramírez dotó a su hijo segundo, Nuflo, con un mayorazgo que tenía casas también en la plaza del Conde de Miranda, en cuyo solar se edificó en 1607 el convento del Corpus Christi, Las Carboneras.
La segunda casa de este apellido fue la fundada hacia 1300 por Diego Ramírez, y poseía el señorío del Castillejo, Villarrubia, Acebrón y Solera, en Cuenca.
Francisco Ramírez, casó en segundas nupcias con Beatriz Galindo la Latina y murió en las guerras con los moros.
Francisco Ramírez de Oreña, militar, capitán general de Artillería, nacido en el siglo XV y fallecido el 18 de marzo de 1501. Conocido como el artillero, fue esposo de Beatriz Galindo, la Latina. Casó en segundas nupcias con Beatriz Galindo, la latina, preceptora de los infantes de Castilla, los hijos de Isabel y Fernando.
Beatriz Galindo, ante la presión de los franciscanos que le habían obligado a retirar a las monjas jerónimas del monasterio de la calle de Toledo, junto a la Plaza de la Cebada, encargó la construcción de un nuevo convento de la Concepción Jerónima en los terrenos de Santa Curz, aprovechando las obras para ampliar el palacio de su desaparecido esposo, hasta unirlo al propio monasterio, de tal manera que fuera posible asistir a los oficios divinos desde las estancias que abrían sus balcones al presbiterio de la iglesia.
Así nace el conjunto del monasterio de la Concepción Jerónima y el palacio de los Ramírez, hoy llamado Palacio de Viana en la Plaza de las Provincias, junto a la Plaza Mayor y sede del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Como resultado de la desaparición del monasterio, la parte del palacio que estaba junto al crucero y presbiterio de la iglesia quedó al aire, por lo que resultó necesaria una nueva reforma que definiese el contorno meridional del Palacio de Viana.
Se incorporan al palacio las extensas huertas de las monjas, convertidas en jardín.
Al comenzar el siglo XX heredó el palacio don Fausto de Saavedra y Collado, marqués de Viana, quien encargó al arquitecto Valentín Roca Carbonell la definitiva reforma interior que, en lo esencial, configura el actual palacio.
Francisco Ramírez dotó a su hijo segundo, Nuflo, con un mayorazgo que tenía casas también en la plaza del Conde de Miranda, en cuyo solar se edificó en 1607 el convento del Corpus Christi, Las Carboneras.
La segunda casa de este apellido fue la fundada hacia 1300 por Diego Ramírez, y poseía el señorío del Castillejo, Villarrubia, Acebrón y Solera, en Cuenca.
Francisco Ramírez, secretario personal del rey Fernando y Capitán General de Artillería, tras quedar viudo de su primera esposa, Isabel de Oviedo, se casó con Beatriz Galindo "La Latina", mujer de amplia cultura humanista que fue preceptora y dama de confianza de Isabel la Católica. Estuvieron sus casas junto a la ermita de Atocha, luego en la calle de Concepción Jerónima, con extensas huertas y viñedos. El origen del Palacio de Viana se remonta a la época de los Reyes Católicos. Francisco Ramírez "El Artillero" edificó un sencillo caserón en estos antiguos viñedos de su familia, situados en el arrabal de Santa Cruz.
Francisco fue el segundo hijo de Juan Ramírez de Oreña, regidor, y de Catalína Ramírez de Cóbreces, ambos nacidos en San Vicente de la Barquera y establecidos en Madrid. Cambió su apellido por Ramírez de Madrid. En la corte de Enrique IV, trabajó como escribano de Segovia y alcaide de Toledo. Con los Reyes Católicos les serían confirmados sus cargos.
Nombrado Capitán General de Artillería en la Campaña de Zamora, de ahí le viene el apelativo de "el artillero". De la corona recibió numerosas recompensas en agradecimiento por la participación en las diferentes campañas. Por su participación decisiva en la conquista de Málaga Fernando el Católico le nombró secretario real y le nombró Caballero. También recibió el cortijo de Bornos, en Jaén, así como otras propiedades en Granada.
POR LOS SERVICIOS PRESTADOS POR DON FRANCISCO RAMÍREZ DE MADRID, EN LA CONQUISTA DE LOS CASTILLOS DE CAMBIL Y ALHABAR, EL REY LE CONCEDIÓ EN MERCÉ Y DONACIÓN, POR JURO PARA SIEMPRE JAMÁS, EL CORTIJO TÉRMINO Y HEREDEAMIENTO DE BORNOS, Y ADEMÁS, EL TÍTULO DE CONDE DE BORNOS.
A partir de entonces la finca ha pasado por varias generaciones del Conde de Bornos hasta 1940 cuando la compra el Duque de Dato que la arrienda al pueblo de Cambil.
Tras la conquista de Granada, regresa a Madrid. Allí acumulará numerosas posesiones. Su patrimonio abarcaba el terreno comprendido entre el Paseo del Prado hasta el Paseo de Delicia y las dos riberas del Arroyo de Atocha. Estallada un rebelión mudéjar en la Sierra de Ronda, fue enviado para combatirla, donde fallecería.
En enero de 1504 en Medina del Campo, los Reyes Católicos confirman la sentencia de partición de los bienes de Francisco Ramírez de Madrid entre su esposa Beatriz Galindo, y sus hijos, Fernando y Nuflo Ramírez. El segundo hijo heredó el mayorazgo, que incluía los viñedos del arrabal de Santa Cruz, en los que se encontraba el primitivo palacio de los Ramírez, que es el origen del actual Palacio de Viana.
Beatriz Galindo. De entre sus hermanas, fue elegida para ser monja, para lo que sus padres decidieron que tomase clases de Gramática en una de las instituciones dependientes de la Universidad de Salamanca. En 1486, cuando se estaba preparando para ingresar en el convento como monja, fue llamada por la reina Isabel la Católica a la Corte. Su presencia en la Corte no se limitó únicamente a sus labores como preceptora, sino que, como narra Lucio Marineo Sículo, la reina tenía en muy alta estima sus consejos. Casada en diciembre de 1491 con el capitán artillero y consejero de los Reyes Católicos Francisco Ramírez de Madrid, boda para la que los Reyes Católicos le dieron una dote de 500.000 maravedíes, tuvo dos hijos, Fernán y Nuflo. Enviudó en 1501, retirándose de la corte y asentándose en Madrid. Se le debe la fundación del hospital de la Santa Cruz en 1506 y del convento de la Concepción Jerónima en Madrid al que legó su biblioteca.
El barrio de La Latina de Madrid toma su nombre del apodo de Beatriz Galindo, pues fue el barrio donde vivió.
Nació en una familia hidalga de origen zamorano, anteriormente acaudalada, venida a menos.
Beatriz y su marido fundan un monasterio de monjas jerónimas de La Concepción, que construyeron en un primer momento en la plaza de la Cebada. Como este edificio religioso quedaba muy cerca del monasterio de San Francisco el Grande, protestaron los franciscanos en 1506 al Cardenal Cisneros, regente de Castilla, y consiguieron que el convento se destinase a monjas concepcionistas franciscanas. Junto a este monasterio levantó Beatriz Galindo el famoso Hospital de La Latina, situado en la esquina de la calle de Toledo y la Plaza de la Cebada.
Tras la muerte de su esposo, Beatriz Galindo se retiró a este monasterio de la Concepción Jerónima hasta su fallecimiento en 1534.
El actual Palacio de Viana, con vistas a ala calle del duque de Rivas, debe su configuración a las reformas emprendidas en el siglo XIX y comienzos del XX, por el duque de Rivas, su hijo Teobaldo y otros descendientes. Se iniciaron con la reforma de la fachada y culminaron con la incorporación de la extensa huerta de las monjas, tras el derribo del convento en 1891.
En aquel año la comunidad de religiosas se trasladó a un nuevo monasterio en la esquina de las calles Lista y Velázquez, derruido, el solar lo ocupa ahora el edificio Beatriz.
En aquel año la comunidad de religiosas se trasladó a un nuevo monasterio en la esquina de las calles Lista y Velázquez, derruido, el solar lo ocupa ahora el edificio Beatriz.
Los sepulcros de los fundadores se trasladaron a la Casa y Torre de los Lujanes, aunque no el cuerpo de su fundadora, que desde entonces acompaña a la comunidad en su periplo por distintos lugares de Madrid, encontrándose actualmente en el nuevo convento que las religiosas tienen en el Goloso el cuerpo de la fundadora y los sepulcros de sus fundadores.
Los terrenos que el duque del Infantado tiene en El Goloso, los hereda su hija Cristina de Arteaga, superiora de la comunidad e historiadora de la familia Mendoza, y en ellos se construye en nuevo Monasterio.
La Casa-Palacio de los Ramírez, como fue conocida antaño pese a que la familia pasó a denominarse Ramírez de Saavedra, acabó en manos de la Condesa del Castellar por sucesión hereditaria, añadiéndole ésta un edificio más, obra que se puede observar en el plano de Madrid de Pedro Teixeira del año 1656.
Angel María de Saavedra y Ramírez de Baquedano, III duque de Rivas, marqués de Andía y Villasinda y señor de Alboleque y Torquemada, heredó el palacio familiar y lo convirtió en templo del romanticismo.
El 22 de junio de 1865 falleció el III duque de Rivas. Su hijo mayor cedió el palacio en 1880 a su hermano, don Teobaldo de Saavedra y Cueto, y a su esposa, doña Carmen Pérez de Barradas y Bernuy de los marqueses de Peñaflor, I marqueses de Viana y grandes de España.
Sin sucesión sigue un hijo natural de Teobaldo.
La huerta de las monjas transformada en el jardín del Palacio de Viana
A finales del siglo XIX se derribó el convento de la Concepción Jerónima, contiguo al palacio, convirtiendo la antigua Plazuela de las Monjas en la calle del Duque de Rivas, que comunica Colegiata y Concepción Jerónima.
A finales del siglo XIX se derribó el convento de la Concepción Jerónima, contiguo al palacio, convirtiendo la antigua Plazuela de las Monjas en la calle del Duque de Rivas, que comunica Colegiata y Concepción Jerónima.
Como resultado de la desaparición del monasterio, la parte del palacio que estaba junto al crucero y presbiterio de la iglesia quedó al aire, por lo que resultó necesaria una nueva reforma que definiese el contorno meridional del Palacio de Viana.
Se incorporan al palacio las extensas huertas de las monjas, convertidas en jardín.
Al comenzar el siglo XX heredó el palacio don Fausto de Saavedra y Collado, marqués de Viana, quien encargó al arquitecto Valentín Roca Carbonell la definitiva reforma interior que, en lo esencial, configura el actual palacio.
Casa Nuflo Ramírez de Madrid y Galindo, señor de Rivas, con Mencia de Cárdenas y Zapata, biznieta materna de Pedro Laso de Castilla, señor de Mondejar , de Valfermoso de Tajuña , junto a Guadalajara, y del Valle de Lozoya, hermano del I duque del Infantado, por su abuelo descendiente de Pedro I de Castilla.
Padres de Hernando de Cárdenas y Zapata que casa con María Catalina de Caravantes y Arana.
Doña María Catalina de Caravantes y Arana, Dama nacida en Soria perteneciente al Linaje Don Vela de la Casa Troncal de los Doce Linajes, casada con Don Hernando de Cárdenas y Zapata, Conquistador de Perú, fallecido en 1583. Pasa heredades y títulos a los Cárdenas de la Puebla del Maestre.
Garci Lopez Zapata de Cárdenas, hijo primogénito de Pedro Zapata de Cárdenas y de doña Mencia de la Torre, su mujer, fue Caballero de la órden de Santiago , trece , y Comendador de Monreal, y casado con doña Juana de Castilla, hija de D. Pedro de Castilla y de doña Catalina Laso de Mendoza, su mujer, que había sido Condesa de Medinaceli, y de esta union tuvo cuatro hijos, que fueron Pedro Zapata de Cárdenas, Caballero de la órden de Santiago, que murió sin casar; D. Iñigo Lopez de Cárdenas y Zapata , que sucedió en la casa y Mayorazgo ; Juan Zapata de Cárdenas, Caballero de la órden de Santiago, veedor general de los ejércitos reales en Flandes y Alemania, que murió sin casar y dejó por hija natural á doña Juana Zapata de Cárdenas y Castilla y doña Monda de Cárdenas, que casó con Nufro Ramirez, de quien tuvo hijos.
D. Iñigo Lopez de Cárdenas Zapata, Caballero de la órden de Santiago, Comendador de Estriana, sucedió en la casa de Garci Lopez Zapata de Cárdenas, su padre , y casó con doña Francisca de Vargas, hija de Diego de Vargas y de doña Costanza de Vivero, su mujer, de cuya union tuvo cuatro hijos, que fueron : D. Iñigo Lopez de Cárdenas Zapata, que sucedió en la casa; D. Garci Lopez de Cárdenas Zapata, que no fue casado; D. Diego de Vargas Zapata de Cárdenas, Caballero de la órden de Alcántara, que murió sin sucesion, y doña Juana de Castilla y Cárdenas, que casó con D. Francisco de Rojas, de la casa de los Condes de Mora, de cuya union fue hija doña Juana de Castilla y Cárdenas, mujer de D. Lorenzo de Mendoza, de quien tuvo hijos. D. Iñigo Lopez de Cárdenas Zapata, hijo de D. Iñigo Lopez de Cárdenas Zapata y de doña Francisca Vargas, su mujer, sucedió en la casa y Mayorazgo de sus padres.
María Dominga Ramírez de Baquedano y Quiñones, marquesa de Andia y de Villasinda y VI condesa de Sevilla la Nueva casa con el I duque de Rivas. Padres del II y III duque de Rivas.
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