sábado, 6 de marzo de 2021

La Muralla de Madrid. Madrid Musulmán-Madrid Cristiano

 http://www.fotomadrid.com/verArticulo/171?fbclid=IwAR0dozDmqQPcjDNZ021LqlySRUYY-WQdPahLvxjrJi0uiWmosDgFDNpKbyI


https://www.youtube.com/watch?v=LqqMscH147I&ab_channel=MuseodelaEvoluci%C3%B3nHumana


https://viejomadrid.foroactivo.com/t319p30-la-historia-de-madrid-da-un-vuelco


https://ifc.dpz.es/recursos/publicaciones/27/22/50.andreu.pdf


Todas las fuentes musulmanas, salvo una, afirman que Mayrit fue fundada por Muhammad I entre los años 852 y 886 como parte de una red de castillos y atalayas para vigilar los movimientos de las tropas cristianas del Norte y proteger, asimismo, los caminos que desde Córdoba llegaban a Zaragoza aprovechando las antiguas calzadas romanas.

 

La excepción la constituye Ibn Hayyan de Córdoba quien, en su III libro Al-Muqtabi, afirma que el castillo fue mandado construir por Mundhir ibn Huray ibn Habil  descendiente de hispano godos convertido al Islam como refuerzo para sofocar las continuas revueltas de Toledo frente al Emir de Córdoba.


Las primeras referencias árabes a la fundación de la ciudad están hechas siempre por geógrafos o cronistas muy posteriores, que, aunque citan fechas más remotas, hablan ya desde el recuerdo.

 

Al Himyari (1494-95) se limitó a recoger a recoger lo escrito en las compilaciones de al-Bakri (m. 1094) y de al-Idrisi (m. 1166), considerados como autores que recogieron sus informaciones de primera mano e incluso, muchas veces, sobre el terreno.

 

Hasta la fecha, no hay ningún documento del siglo IX que hable de la fundación de Madrid.

La muralla islámica de la plaza de la Armería

El Mayrit islámico ocupaba una extensión de menos de 4 hectáreas, más pequeño de lo que se pensaba inicialmente, en un espacio comprendido entre el lado occidental de la plaza de la Armería y los Altos de Rebeque (final de la calle del Factor) de oeste a este, y entre la verja de la plaza de la Armería (aproximadamente) y la muralla árabe de la cuesta de la Vega, de norte a sur.

Este campamento militar contaría con una mezquita, tal como se refieren los textos islámicos y que, tradicionalmente, se ha situado en la confluencia de las calles Mayor y Bailén. Con la toma de Madrid por Alfonso VI fue consagrada con el nombre de Santa María.

Podría haber existido otra mezquita, tal como apunta Esther Andréu: «es probable, aunque nos tememos que indemostrable, que la antigua iglesia de San Miguel de la Sagra, estuviera edificada sobre una primitiva mezquita vinculada al alcázar. San Miguel se hallaba ubicada frente a la puerta principal del alcázar [“casualmente” dentro del recinto amurallado]... No obstante es de suponer que la mezquita principal seguiría estando bajo la iglesia de Santa María».

En 1998 se planteó la construcción de un gran edificio museístico que albergara las colecciones reales que no podían ser expuestas al público por falta de un espacio destinado a ello, entre ellos la mayor colección de tapices de España y Europa, así como el museo de los Carruajes. Se escogió para ello la zona situada entre la verja de la plaza de la Armería, la Catedral de la Almudena y el Campo del Moro.

Un año más tarde comenzaron las excavaciones en dos zonas diferenciadas: la plaza de la Armería y el ala oeste de la Catedral de la Almudena. Aparecieron dos tramos de muralla islámica de unos sesenta metros de longitud y cuatro torres de planta cuadrangular en la primera zona, y otras tres en la segunda, una de ellas entera.

La trama urbana del Mayrit musulmáa

El primitivo suelo de la almudayna o ciudadela, tenía un acusado desnivel hacia el Campo del Moro. Precisamente las ciudades islámicas aprovechaban estos desniveles para construir las calles en cuesta, favoreciendo que las lluvias arrastraran detritus y desperdicios. En el caso de Madrid ha aparecido un trazado viario en forma anular y concéntrico.

Las casas halladas, seis en total, no estaban adosadas a la muralla sino que entre ésta y aquélla existía un paseo de ronda. Se trataba de una calle paralela a la cara interna de la muralla

Las viviendas tenían entre 80 y 90 metros cuadrados. El acceso, tal como ocurría en la arquitectura islámica, se hacía a través de una estancia utilizada como establo o a través de un zaguán. Ambos casos precedían al patio central con su correspondiente pozo. En torno al patio había dos grandes estancias enfrentadas. La conservación de las casas es dispar.

Perece escaso el número de casas pero hay que tener en cuenta que gran parte del solar está ocupado por los restos de las antiguas Caballerizas Reales construidas por orden de Felipe II.

No han aparecido vestigios de escaleras que hagan pensar que las casas tuvieran más de una altura dado que la zona fue rellenada a partir del siglo XVI para nivelar la fuerte pendiente hasta la muralla lo que permitió que se conservase, perfectamente sellada hasta hoy, una parte del Mayrit musulmán, la más occidental. Dos siglos más tarde se construyeron las Caballerizas Reales y la  manzana de la Casa de los Pajes.


Controversia sobre el origen de Mayrit

Esther Andreu,

El origen musulmán de Madrid en el siglo IX es indiscutible pero con la matización de que tan solo fue un “enclave militar”, no una ciudad, ésta se formó en el siglo XIII, ya en época cristiana.

La población nació en el siglo XIII, tras la conquista de Alfonso VI (1085), y no en el IX.

El aparejo de las paredes de las seis casas encontradas es cristiano, del siglo XIII-XIV. Yo pensaba que eran casas reutilizadas esperando que al llegar a los cimientos me encontraría el aparejo islámico, sin embargo, lo que apareció en los cimientos es un aparejo típico del siglo XIII, lo que sería después el aparejo toledano con tongadas de ladrillo y piedra: filas de ladrillos y filas de piedras intercaladas.

Lo único que sí me encuentro islámico, con material de los siglos X, XI, XII, son silos basureros (silos) muchos basureros –con restos de cerámica-, un alfar excavado en el suelo y revestido de piedra y ladrillo revocado, y varios pozos de agua que, en algunas ocasiones conservaban el brocal de piedras y los pates (peldaños) excavados en la tierra para poder bajar y subir. Y los alfares, lo mismo que las tenerías, no se situaban dentro de la ciudad, siempre se ponían fuera ¿no? Estos restos bajo las casas es indudable que no guardaban relación alguna con la trama urbana posterior».

-Si las casas son del siglo XIII y no hay restos de estructuras anteriores ¿dónde vivían los militares del destacamento? pregunté:

-«Podría ser en casas sin cimientos, de construcción muy endeble, de tapial o adobe, y que no dejan restos, o incluso, por qué no, en jaimas. Pero en casas tal como las entendemos no hemos encontrado restos».

«Si toda la zona eran basureros y un horno, es lógico que no se construyeran casas, en caso de haber viviendas, estarían más arriba, más hacia la calle de Bailén, quizá en los Altos de Rebeque, porque en la zona central de la plaza no se halló nada, era tierra donde no se ha edificado nunca».

-«Si hasta el siglo XIII no se ha construido nada en el lado más cercano al Campo del Moro –insisto-, la población interior tuvo que ser entonces muy pequeña. ¿Dónde vivirían entonces el conjunto de personas civiles que contribuían al mantenimiento del enclave militar como los hortelanos que cultivaban las tierras, los herreros encargados de forjar armaduras, espadas y herraduras, guarnicioneros para las pieles, tahoneros, pastores, etc.?»

-«Los hortelanos y agricultores vivirían en la vega y en la sagra, en las excavaciones de la plaza de Oriente se encontraron numerosos hornos y alfares, además era una zona agrícola [la sagra] y de tenerías, y vivirían en casas diseminadas y, en caso de peligro, se refugiarían dentro de del recinto amurallado que abarcaría un territorio de menos de 4 hectáreas».

En las fuentes árabes se menciona la población de Mayrit como hisn en los primeros momentos y como  medina en los posteriores. Se desconoce la fecha de cuándo pasó de una condición a otra. La población agrícola que viviera en el interior del recinto amurallado debía ser muy escasa. Sin embargo, al haberse encontrado extramuros numerosos restos de cerámica islámica de los siglos IX-X en las inmediaciones de la futura muralla cristiana, en la Cava Baja (siglo XII) y en las vistillas, así como el viaje de agua en la plaza de los Carros (siglo X), esto confirma que los primeros pobladores musulmanes civiles vivían diseminados fuera del campamento militar y que, en caso de peligro, se refugiarían dentro de la muralla islámica.

Cuando el Mayrit musulmán pasó a manos cristianas, a los mudéjares que se quedaron los “encerraron” en lo que se llamaron morerías y probablemente, lo que se ha hallado en la plaza de la Armería, fuera una primera aljama donde estuvieran los mudéjares conviviendo con los judíos. Esto explica que apareciera un alfiz, posiblemente de una puerta, con la inscripción árabe “el poder pertenece a Alá” escrito en árabe de finales del siglo XII o principios del XIII y que, además, se encontraran fragmentos de vajilla relacionadas con la celebración del shabat judío del XIII o XIV». Como se sabe, posteriormente la morería se trasladó a las Vistillas y los judíos, aunque hay constancia de su diseminación por otras zonas de la ciudad, algunos permanecieron en este lugar, el más cercano al Alcázar pues eran propiedad del rey.

Un pequeño asentamiento carpetano hubiera podido estar cerca de la calle de Bailén.

Bajo la plaza de la Armería se recuperaron un enterramiento con un esqueleto. Estaba excavado directamente en el suelo y con orientación sureste. Se hallaba enterrado boca arriba, no tenía ni restos de ropa, ni ajuar, ni joyas. Se trataba de un hombre de unos 27 años y por el estado de las vértebras y ciertas lesiones de la espalda debió de cargar mucho peso a lo largo de su vida. Le faltaban los pies porque posteriormente, ya en época musulmana, se excavó un basurero que le seccionó los pies a la altura de los tobillos. También en una «esquinita» de la parte de la cabeza faltaba un trozo porque había otro basurero excavado pero no le afectó al cráneo. El equipo le puso el nombre de Valentín porque apareció un 14 de febrero. Una muestra del esqueleto se envió a Estados Unidos y otra a Sevilla y, en ambos casos, se dataron a principios del siglo VIII.

Los vestigios hallados serán expuestos en dos grandes espacios. El primero de ellos, de unos 1.000 m2 se halla debajo de la plaza y el otro, de 500 m2, junto al lado occidental de la Catedral de la Almudena. A ellas se accederá a través de la Sala noble donde se exhibirán parte de los tapices que atesora la Corona.

De los restos del Madrid medieval se expondrán al público todos incluyendo la muralla y una de las casas, la mejor conservada. Sin embargo, los cimientos de las Caballerizas, en los que se veían perfectamente los agujeros de los pilares de sujeción, han quedado tapados ya que se hallaban casi a ras del suelo de la plaza. Se han forrado de plástico y cubiertos con arlita (una arcilla con forma de bola) por si algún día se decidiera sacarlos a la luz.

Esther Andréu, Madrid como campamento es fundación islámica pero como ciudad, es cristiana porque cuando llegan los cristianos ese campamento se reconvierte en ciudad.

¿Qué argumento tengo yo para decir que era una ciudad islámica si no tengo ninguna estructura de casa ni de nada islámico y lo que tengo es precisamente zona vacía, zona de basureros?

Si tengo toda esta zona de basureros yo pienso entonces: las casas tienen que estar alejadas, si esto es tan pequeño y están tan alejados es que había muy poca gente, no es una ciudad, hay cuatro ahí viviendo, los militares.

A lo mejor estamos equivocados pero quien diga lo contrario, que me lo demuestre, o porque han hecho una excavación o porque ha aparecido un documento, y, en ese caso, yo me callo, pero yo no puedo mantener lo que hemos pensado toda la vida, porque se ha datado la argamasa con termoluminiscencia y nos da que las casas se construyeron a finales del XII o principios del XIIII y se siguieron reutilizando hasta que Felipe II mandó tirarlas para construir las Casas de Pajes y la Armería a mediados del siglo XVI».

 

 


No hay comentarios:

Publicar un comentario