Durante los años en que Portugal estuvo en la monarquia española fueron muchos los politicos, militares o en este caso banqueros que adquienen posesiones y títulos en las tierras de Castilla como pago a sus servicios y como medio de aumentar las mermadas arcas de la Hacienda. En las tierras de Cuenca además de las que aquí nos ocupan en poder del banquero Sylveira están Palomares de Campo y Vellisca.
Langa; Cuevas de Catañzor-de Velasco, luego-; Horcajada de la Torre; Langa; Naharros; Olmedilla del Campo; Saceda del Río; Torrejoncillo; Valdecolmenas de Arriba y de Abajo; Verdelpino y Villar del Saz de Navalón.
A raíz de nuevas ventas de vasallos por la Corona entre los años 1646 y 1656 encontramos estos lugares en manos del banquero don Jorge de Paz Sylveira, barón de San Quintín y de su prima y mujer Beatriz de Sylveira desde 1646. Posiblemente no llegaría a pisar estos lugares de su señorío y jurisdicción, como pasa en muchos otros casos en estas tierras donde no se puede encontrar noticias de casa habitada por sus señores. A la muerte del banquero un año después de la concesión hereda su mujer. Sin descendencia el matrimonio a doña Beatríz hereda don Diego de Sylveira, sobrino de don Jorge y a este un primo hermano de doña Beatriz, don Jacinto de Lemos. En 1688 vuelven a la Corona que las vende en 1680, excepto Naharros, Cuevas de Catañazor y Valdecolmenas de Arriba a don Diego de Velasco, primer marqués de Cuevas de Velasco, en quienes siguen hasta el fin de los Señoríos con la constitución de 1812.
Entre 1627 Y 1639 Jorge de Paz Silveira recibe de la Hacienda de Felipe IV casi 224 millones de marevedíes.
Dentro de Castilla, entre 1640 y 1641 la Corona se apoyó especialmente en los asentistas portugueses, auténticos expertos entonces en la manipulación del vellón. Todo hacía pensar que, tras la rebelión portuguesa, abandonarían las negociaciones con la Monarquía, pero ocurrió
todo lo contrario. Desde 1640, el número de portugueses vinculado al crédito y, por lo tanto, a los metales preciosos, aumentó con respecto al período anterior. Los portugueses sabían que se jugaban mucho en el resultado de la contienda. Respondieron con generosidad los ya tradicionales. Jorge de Paz Silveyra, Duarte Fernández y Fernando Tinoco. Junto a ellos se fueron sumando toda una serie de nuevos prestamistas, más ligados a los negocios mercantiles que a los financieros. Este grupo, que hasta entonces se había mantenido en un segundo plano,
no tuvo más remedio ahora que salir del anonimato para ayudar a la Real Hacienda castellana. Sin embargo, a pesar de su número, las cantidades que aportaban eran demasiado pequeñas para cubrir los gastos de la Monarquía, y eso se reflejó también en su menor participación a la
hora de recibir caudales en la Casa de la Contratación. Nunca superaron lo recibido por los pocos banqueros genoveses que aún seguían en la Corte. Una vez que Olivares abandonó la escena política, los banqueros lusos fueron poco a poco retirándose de la Península Ibérica. Castilla perdió así unos importantes aliados a la hora de estar presente en las rutas y en los centros comerciales del norte europeo.
Entre 1640 y 1647 recibe casi 160 milloes de maravedíes.
Cobra de la Casa de Contración entre 1621 y 1665 casi 383 millones de maravedíes el 15% de los recibido por los banqueros portugueses en Castilla.
Horcajada de la Torre a la muerte de doña Beatriz pasa por tanteo a la Corona en 1650.
Naharros y Valdecolmenas de Arriba después de su vuelta a la Corona en 168o fueron vendidos en 1685 como marquesado a don Jerónimo de Eguía y Aguirre, caballero Vascongado, presidente de la Real Casa de Contratación. Señor de Torrejoncillo por poco tiempo por ejercer la Villa su derecho de tanteo, marqués de Naharros que sigue en sus descendientes hasta el fin de los señoríos.
La Sociedad Vascongada de Amigos del País tiene entre sus fundadores a don José María de Eguía y Aguirre, 1753-1803. José- Joaquín- María de Eguía, tercer marqués de Narros, Azcoitia, 1733 - Vitoria, 1803, ilustrado español. Junto con el conde de Peñaflorida y Manuel Ignacio Altuna formaron el Triunvirato de Azcoitia o los Caballeritos de Azcoitia que dieron origen la Rea Sociedad Vascongada de Amigos del País. Fue secretario perpetuo y tercer director de la sociedad.
En 1758 fue diputado general de Guipúzcoa. En 1793 fue diputado de guerra por Guipúzcoa, al estallar la guerra contra la Francia revolucionaria.
Es autor de la traducción de "La clemencia de Tito" de Metastasio y de un "Elogio de Peñaflorida".
En 1758 fue diputado general de Guipúzcoa. En 1793 fue diputado de guerra por Guipúzcoa, al estallar la guerra contra la Francia revolucionaria.
Es autor de la traducción de "La clemencia de Tito" de Metastasio y de un "Elogio de Peñaflorida".
A mediados del siglo XVIII estaba en manos de don Jose Enriquez de Guzmán y Alegria
el señorio de Villarejo de la Peñuela, Cabrejas y Valmelero al terminar la linea de mayorazgo que en aquellos tiempos estaba en manos del conde de la Ventosa. Era don José once nieto del III señor de La Ventosa y así mismo sexto nieto de los sexto señores de Villarejo de la Peñuela, Cabrejas y Valmelero.
el señorio de Villarejo de la Peñuela, Cabrejas y Valmelero al terminar la linea de mayorazgo que en aquellos tiempos estaba en manos del conde de la Ventosa. Era don José once nieto del III señor de La Ventosa y así mismo sexto nieto de los sexto señores de Villarejo de la Peñuela, Cabrejas y Valmelero.
Saceda del Río vuelve a la Corona por pleito de tanteo.Algunas de las aldeas y lugares de señorío de los Rodríguez de la Encina eran a mediados del siglo XVIII despoblados sobre los que la ciudad de Huete tenía jurisdicción como es el caso de Villaescusa de San Román, Lobinillas y Cuevas de Santiago, o bien forman parte actualmente de su agrupación municipal como ocurre con Lobinillas- entre Huelves y Barajas-, donde la Ciudad era dueña de dehesas de pasto-, Bonilla y Saceda del Río, que estuvo anteriormente durante algún tiempo a mediados del siglo XVII como señorío del importante banquero portugués Jorge de Paz Silveyra- también pudo ser del marqués de Vellisca-
Juan Ignacio de la Encina- nace en Huete en 1691 y muere en Madrid en 1752-. Señor también en la Tierra de Huete de Cuevas de Velasco, Culebras, Villaescusa, San Román, Lobenilla, Moncada, Salobral, Luenga, Saceda del Río, Torrenteras, Casa del Val, Bonilla, Villarubio y Castillejo y de Villalva de la Sierra en el alfoz de la ciudad de Cuenca
Caballero de Santiago, miembro del Consejo de Castilla y regidor perpetuo de Huete. Su familia en Huete son importantes propietarios como declaran en las Averiguaciones del Catastro de Ensenada.
Caballero de Santiago, miembro del Consejo de Castilla y regidor perpetuo de Huete. Su familia en Huete son importantes propietarios como declaran en las Averiguaciones del Catastro de Ensenada.
Langa está situada a unos 4 Kilómetros al norte de Loranca y pertenece al municipio de Huete. Bañada por el río de la Aldehuela que nace en el cerro de La Sima y desemboca en el río Mayor que junto con su afluente el Borbotón riegan las tierras de Huete. Geográficamente se localiza a la caída occidental de los llamados Altos de la Sierra de Cabrejas en donde en su parte oriental nace el río Gigüela que pasa por las inmediaciones de Pineda en donde recibe al río Valdepueda.
Con 16 vecinos a mediados del siglo XVIII. Un siglo antes, a mediados del siglo XVII fue vendida por la Corona al banquero portugués con linaje materno en Huete don Jorge de Paz Silveyra barón de San Quintín en Nápoles desde 1645. La ruina de don Jorge pronto la hizo volver a la Corona. Sin sucesión de su matrimonio con su prima dedicaron gran parte de su fortuna a realizar fundaciones religiosas en tierras de Madrid y Alcalá de Henares.. No mantiene actualmente población de modo continúo a lo largo del año. Es pedanía del ayuntamiento de Huete junto con Valdemoro del Rey, Moncalvillo de Huete, Saceda del Río, Bonilla, Caracenilla y Verdelpino de Huete.
Así, en Madrid, el convento de las Baronesas fue fundado en 1650 por la baronesa Beatriz de Silveyra bajo la advocación de la Natividad de Nuestra Señora y San José. No obstante, en recuerdo de su fundadora fue más conocido por los madrileños por el nombre del convento de las Baronesas. Para la fundación de este convento -de religiosas Carmelitas Recoletas-, doña Beatriz utilizó el dinero dejado para ello por su marido, Jorge Paz de Silveyra -barón de San Quintín de Monte Agrazo y Caballero de la Orden de Santiago-, sobre unas casas que para al efecto compró al marqués de Falces en la calle Alcalá. Las religiosas tomaron posesión del edificio el 15 de agosto de 1651. Desamortizado en 1836, fue inmediatamente demolido, pasando su solar a convertirse en el jardín del palacio del marqués de Casa Riera. En la actualidad su lugar lo ocupa el edificio del Círculo de Bellas Artes y la calle del marqués de Casa Riera. El barón fundó en Alcalá de Henares el colegio universitario conocido como de los Irlandeses.
Jorge de Paz Silveyra nace en Lisboa. Casó con Beatriz de Silveyra, hija de Fernando López de Lisboa y Catalina Fernández. Eran primos hermanos y, para poder casarse, tuvieronque obtener de Roma la correspondiente dispensa. Entre 1632 y 1647, Jorge de Paz se encargó de 28 asientos por valor de 18 millones de ducados. Disfrutaba de un hábito en la orden de Cristo, pero sus servicios financieros a la Real Hacienda le permitieron convertirse, asimismo, en caballero de la orden de Santiago. También logró otros nombramientos, como el de comendador de San Quintín de Monte Agrasso y el de Alcaide de la fortaleza de la Higuera, en la villa de Martos, perteneciente a la orden de Calatrava. Al final de su vida logró ennoblecerse con el título de Barón .
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