Hijo de Constantino de Portugal Bragança e Melo, bisnieto de Álvaro de Portugal, señor de Gelves hijo cuarto del II duque de Braganza, y de Felipa de Melo e Silva, condesa de Olivenza, que casa en segundas nupcias hacia 1593 con Beatriz de Castro, muere en 1639, hija de Fernando de Castro.
Por su padre de la Casa Real de Portugal, de la recien inaugurada dinastia Braganza. Juan IV, primer monarca de la casa de Braganza entre 1640 y 1656, VIII duque de Braganza, continua en el trono portugués a Felipe IV de España.
Por su padre descendía por línea masculina de Manuel I de Portugal y, como duque de Braganza descendía de Juan I de Portugal por línea femenina, por lo que poseía derechos legítimos para aspirar al trono portugués. Felipe IV descendía por línea femenina de Manuel I de Portugal, reinaba en Portugal, habiendo heredado el reino de su padre y de su abuelo. El carácter religioso y pacífico del duque de Braganza le impedía hacer prevalecer sus legítimos derechos.
Más arriesgada, su esposa, Luisa de Guzmán, duquesa de Braganza, le impulsó a ocupar el trono portugués: una revolución y conspiración dirigida don Juan, sustrajo a Portugal, en 1640, de la unión monárquica con España.
Protegido del conde duque de Olivares, con la caida del valido comenzó a temer que su puesto como máxima autoridad en Flandes pudiera estar también en peligro. Hacía muchas décadas que se había ido consolidando la costumbre de que el gobernador general de los Países Bajos españoles y de Borgoña debía tener sangre real, como ocurrió cuando fue nombrado don Juan de Austria, a quien siguieron Alejandro Farnesio, los archiduques de Austria Ernesto y Alberto, la infanta Isabel Clara Eugenia y el cardenal-infante don Fernando. Nadie era imprescindible, como se demostró con la forzada dimisión del Conde-duque. Había sido amigo del rey antes de serlo de su valido. Fue el rey Felipe IV quien le había recompensado largamente sus desvelos con títulos nobiliarios, honores y grandezas. Muere el Conde-duque en 1645
El general de la caballería de Flandes era el joven duque de Alburquerque, Francisco Fernández de la Cueva, octavo duque de Alburquerque, recién nombrado. Francisco de Melo tenía pensado casar al duque de Alburquerque con una de sus hijas.El marqués de Vellisca era padre de cinco hijas y un hijo, su sucesor.
Casa el VIII duque de Alburquerque en el palacio real de Madrid en 1645, un año después de que Melo fuera despuesto de su cargo de virrey de Cataluña- algo tendría que ver esta circunstancia con no poder realizar el marqués de Vellisca su proyecto de boda para una de sus hijas soltearas-, con Juana Francisca de Ribera y Armendáriz, al Díez de Aux Armendáriz y Afán de Ribera, II marquesa de Cadreita, IV condesa de la Torre. Es hija de López Díez de Aux y Armendáriz, I señor y I marqués de Cadreita, general de las Galeones de la Guardia y carrera de Indias, gentilhombre de la boca y mayordomo del Rey, de su Consejo de Guerra, su embajador extraordinario al emperador de Alemania, Virrey y capitán general de Nueva España, y de Antonia de Sandoval Afán de Ribera, condesa viuda de la Puebla del Maestre, por su derecho propio, III condesa de la Torre, hija de Pedro Suárez de Castilla y Ribera, al Perafán de Ribera y Castilla, señor de la Torre, Sevilla, y de Inés Enríquez Tabera de Saavedra, después de viuda Camarera mayor de la reina de Franica e infanta de España Ana de Austira, mujer de Luis XIII, I condesa de la Torre. Padres de una hija que casa con su tio y sucesor en Alburquerque el IX duque.
Muere el VIII duque de Alburquerque en el palacio real de Madrid en 16171. Había nacido en Barcelona en 1618.
Casa de Braganza
Dinastía reinante en Portugal entre 1640 y 1910. Tiene su origen en Alfonso, hijo natural de Juan I de Portugal, nombrado por su padre duque de Braganza en 1442. Entre sus descendientes se encuentra Carolina, que fue pretendiente del Trono portugués al extinguirse la dinastía real de los Avís; pero hubo de desistir ante la invasión de Portugal por Felipe II de España, que hizo valer sus derechos por la fuerza (1580). Portugal quedó así incorporado a la Monarquía de los Austrias (rama española de la Casa de Habsburgo), hasta que el VIII duque de Braganza, Juan IV (1604-56), encabezó desde 1637 la conspiración de la nobleza portuguesa -apoyada por la Francia de Richelieu- que culminó en la insurrección contra Felipe IV de España en 1640. En 1641 reunió unas Cortes que le proclamaron rey de Portugal; y fortaleció su posición derrotando a los españoles en la batalla de Montijo (1644).
Le sucedió su hijo incapaz Alfonso VI (1643-83) bajo la regencia de su madre, María Luisa de Guzmán; ésta conspiró contra él destronándole en 1667 en beneficio de su hermano menor, Pedro II (1648-1706), quien, no obstante, se tituló regente, no atreviéndose a proclamarse rey hasta la muerte de su hermano. En la conspiración había participado también María de Saboya, esposa de Alfonso VI; Pedro hizo anular aquel matrimonio y se casó con su cuñada en 1668.
Fue él quien obtuvo el reconocimiento de la independencia portuguesa por España en aquel mismo año (Tratado de Lisboa). Le sucedió su hijo Juan V (1689-1750), en cuyo reinado se firmó el Tratado de Lord Methuen (1703), que consolidaba la alianza anglo-portuguesa (ya iniciada con el apoyo inglés a los independentistas portugueses desde 1661) como clave para toda la política exterior del Portugal posterior, inspirada en la necesidad de afirmar su especificidad frente a futuras veleidades de absorción por parte de España. En virtud de esa alianza, Portugal se vio involucrada en la Guerra de Sucesión española.
Le sucedió su hijo José I (1714-77). Durante su reinado ejerció el poder el marqués de Pombal, que aplicó a Portugal el reformismo propio del «despotismo ilustrado». Sobrevivió a un atentado en 1768, tras el cual hizo ejecutar a los culpables y castigó severamente a toda su familia (los Tavora). Le sucedió su hija María I (1734-1816). Entre 1777 y 1786 compartió el Trono con su tío y esposo, Pedro III (1717-86).
No hay comentarios:
Publicar un comentario