Split. Es en la actualidad el centro económico y administrativo de la Dalmacia media, con una población cercana a los 200.000 habitantes.
El viejo asentamiento de Split está situada en el lado sur de una pequeña península que penetra en el Adriático , a unos 6 km del asentamiento romano de Salonae, la vieja capital de la provincia romana de Dalmacia. Sobre este emplazamiento costero, el emperador romano Diocleciano mandó construir en el s. III su residencia sobre la bahía de Aspalathos y fue aquí donde pasó los últimos años de su vida, tras verse obligado a abdicar el 1 de Mayo del año 305 de nuestra era.
Tras su abandono, esta residencia fue paulatinamente ocupada como refugio de la población de las continuas invasiones que llegaban por mar. Esta ocupación se hizo definitiva en el s. VII de nuestra era, cuando la vieja metrópoli greco-romana de Salonae (Solin actual) es destruida y sus últimos moradores se refugiaron dentro de las murallas del antiguo palacio de Diocleciano. De esta manera, lo que en un principio fue una residencia romana fuertemente amurallada, pasó con el correr de los siglos a perfilarse como una ciudad medieval dentro de su recinto. Ahí está la grandeza y la originalidad de Split.
Este palacio es hoy el corazón de la ciudad interna medieval de Split donde se hayan la totalidad de los edificios históricos más importantes. La importancia del palacio de Diocleciano destaca por su nivel de conservación y porque los edificios que aun se conservan han ido superponiéndose a los edificios romanos iniciales sin destruirlos. Sólo transformándolos... y gracias a esto la estructura del palacio ha llegado a nuestros días. Por este motivo, la UNESCO declaró a la este conjunto Patrimonio de la Humanidad en 1979.
El Palacio de Diocleciano.
La planta del palacio es un rectángulo irregular con torreones en sus extremos que proyectan la fachada occidental, norte, y este. Para su construcción se emplearon distintos materiales, alternando materiales lujosos para la zona residencial, con materiales más propios de un campamento militar. Solamente la fachada meridional, que en sus orígenes lindaba con el mar, quedó sin fortificar y fue sustituida por una galería de arcadas.
Una puerta monumental en el centro de cada uno de las 4 paredes de la muralla conducían a un patio incluido. La puerta meridional a orillas del mar era más simple en forma y dimensiones que los otros tres. Quizás fue originalmente diseñada como acceso privado del emperador a los barcos, o como entrada del servicio para las fuentes.
El carácter dual de fortaleza (castrum) y de residencia también se evidenció en su diseño intramuros. La vía transversal (decumanus), que unía las puertas del este y del oeste, dividió el complejo en dos mitades. En la mitad meridional estaban las edificaciones más lujosas; es decir, edificios públicos y privados, y del culto de los aposentos del emperador. El apartamento del emperador se construyó sobre un bloque a lo largo del frente de mar. Dado que el terreno en esta área se inclinaba y provocaba grandes diferencias de nivel, este bloque fue apoyado sobre una subestructura. Durante siglos está subestructura estuvo totalmente cubierta de basura, y eso ha provocado curiosamente que se haya preservado bien y hoy, tras su rehabilitación y excavación, se puedan tener evidencias en cuanto a la forma y la disposición originales de los aposentos situados en la parte superior y que no fueron conservados. La visita al palacio comienza precisamente en estos subterráneos, convertidos hoy en una animado mercadillo cubierto.
El peristilo formaba el acceso norte a los apartamentos imperiales. También daba acceso al mausoleo de Diocleciano en el este, y a tres templos en el oeste. La mitad norte del palacio, que estaba dividida en dos tramos por la calle longitudinal principal (cardo) que conducía de la puerta del norte al peristilo, está peor preservada. Se supone que cada una de estas piezas formó un complejo residencial grande, que albergaba soldados, criados, y posiblemente algunas otras instalaciones. Ambas estancias fueron rodeadas al parecer en todos los lados por las calles. Conducían a las paredes del perímetro edificios rectangulares, posiblemente compartimientos del almacenaje.
El palacio se construyó en piedra caliza local blanca de la alta calidad, la mayoría de la cual provenía de las canteras de la isla de Brac; y ladrillo hecho en Salonita y otros talleres. Por lo general se importó muy poco material, que fue empleado para la decoración. Así en su interior encontramos columnas y las esfinges egipcias del granito, el mármol fino para los revestimientos y algunos capiteles. El agua para el palacio provenía del río Jadro, cerca de Salona. A lo largo del camino de la fractura aun se pueden contemplar las ruinas de lo que fue el acueducto original, que fue restaurado en el s. XIX.
Conocida también como la fractura, Split es un importante puerto comercial y de pasajeros que cuenta con servicios regulares de trasbordador con las islas próximas, el Adriático, Italia y el norte y sur de Grecia. Asimismo cuenta con importantes astilleros. Su actividad industrial se asienta en sus plantas metalúrgicas, y grandes complejos químicos para la producción de células solares. Los campos fértiles de alrededor de la fractura representan una buena base para la agricultura.
Célebres Jugadores de baloncesto nacidos en Split: Toni Kukok, Zan Tabak, y Velimir Perasovic.
Alrededores de Split
• Desde Split hay docenas de islas que se pueden explorar con facilidad a través de una extensa red de ferries, hidrofoils y catamaranes a un precio muy asequible. Como es imposible recorrer todas las islas, lo mejor es decidirse por un grupo concreto. La más cercana es la isla de Brac, conocida por sus canteras de piedra blanquecina similar al mármol y por tener las mejores playas del país, especialmente la de Bol, que surge del mar como una lengua dorada compuesta por diminutas piedras blancas. Es la más fotogénica y por eso es la elegida para ilustrar carteles promocionales de Croacia.
• La Garganta del Río Cetina. A pocos kilómetros al sur de Split y próximo a la pequeña ciudad de Omis, donde desemboca este río, una serpenteante carretera paralela al río nos adentra en la garganta formada por el mismo. El corto camino entre su nacimiento y las paredes que forman los Alpes Dináricos, muy próximos a la costa, ha hecho que el río haya formado esta preciosa garganta debido a la fuerza de sus aguas, abriéndose paso por el monte Mosor en su parte este, que con una altitud de 1.330 m. sobre el nivel del mar desemboca en la curva del río Cetina. Hoy este paraje es aprovechado para la práctica del rafting.
210 km separan Split de Dubrovnik y el recorrido se hace por una serpenteante carretera que va bordeando la costa. Dado su trazado la velocidad media no supera los 60 km/h. Se trata de uno de los recorridos más pintorescos del viaje. Aparte de las muchas islas, islotes, mini penínsulas, y calas que iremos contemplando merecen especial atención los siguientes puntos:
Delta del Río Neretva: tras recorrer 203 km por Bosnia, sus últimos 22 km trascurren por Croacia, en donde forma un gigantesco delta caracterizado por la formación de lagos, primeramente en la parte más alta, y una vez llegadas sus aguas a nivel del mar, por una gran llanura aluvial muy fértil en el que crecen frutales y grandes extensiones de arrozales.
Neum: una estrecha franja de costa de apenas 8 km es la única salida natural al Adriático de Bosnia-Hercegovina en la localidad de Neum, dividiendo Croacia en dos partes. En unos años una autopista cruzará a través de un puente a un cercano istmo croata y discurrirá el trazado por esta parte, para evitar cruzar la frontera dos veces en tan pocos kilómetros.
Dubrovnik fue fundada en el primer cuarto del s. VII por un grupo de refugiados de Epidaurum (la actual Cavtat), que se asentaron sobre la isla y la llamaron Laus. Frente a esta localización, en las faldas de la montaña de Srd, los eslavos crearon también su propio asentamiento bajo el nombre de Dubrovnik (derivado de la palabra croata Dubrava, que significa madera de roble, lo que hace pensar que, en el pasado, las montañas que rodeaban Dubrovnik estaban rodeadas de este árbol). El nombre latino Ragusa (en uso desde el s. XV deriva de peñón (del latín Lausa), haciendo significar el primer asentamiento de la ciudad.
Los dos asentamientos estaban separados por un canal que fue rellenado en el s. XII, sobre la actual calle de Placa (o stradum). De esta forma los dos asentamientos se fusionaron. En aquella misma época comenzaron a construirse las murallas de la ciudad para protegerlas de sus muchos enemigos (árabes, venecianos, macedonios, serbios, etc.), los cuales que querían conquistar Dubrovnik.
Desde su fundación la ciudad estuvo bajo el protectorado del Imperio Bizantino, que ayudó a Dubrovnik en sus contiendas contra los sarracenos (886-887), Búlgaro-Macedonios (988), y Serbios (1184). Después de las Cruzadas, Dubrovnik estuvo bajo soberanía veneciana (1205-1358). En este periodo (1272) se redactan los estatutos de la ciudad que van a regular toda la planificación y organización social y política. La población fue dividida en tres clases: nobles, ciudadanos y artesanos o plebeyos. Todo el poder efectivo se concentraba en manos de la nobleza. A los ciudadanos se les permitía mantener alguna función u oficio menor, mientras que los plebeyos no tenían voz en el gobierno de la ciudad. El matrimonio entre las distintos estamentos de la ciudad estaba prohibido. La administración de la ciudad era regido por el Gran Consejo (Cuerpo supremo) y el Consejo menor (órgano ejecutivo). A la cabeza del estado estaba el Duque o rector, que era elegido para un mandato de un mes. Mientras la república estuvo bajo tutela veneciano el cargo de rector recaía sobre un veneciano, pero a partir de 1358 el rector fue siempre un Ragusiano. Durante el mandato de un mes, el rector vivía y trabajaba en el palacio, pero su familia debía permanecer viviendo en su propio hogar.
Por el tratado de paz de Zadar en 1358, pasó a depender del Reino de Croacia y Hungría, teniendo reconocido el derecho al autogobierno, pagando sólo un tributo al rey y proveyendo de asistencia a su flota. De esta forma comenzó Dubrovnik su vida como ciudad estado independiente, que alcanzó su máximo apogeo en los siglos XV–XVI. El Gobierno de la República de Dubrovnik pronto adquirió un talante muy liberal y social: en el ámbito económico sus excelentes relaciones con sus vecinos le permitió un floreciente mercado entre Oriente, Occidente y el Mediterráneo. Sus acuerdos de paz, así como sus franquicias para el no pago de tasas y aranceles sobre bienes vendidos, y unido a una poderosa flota de más de 200 mercantes y navíos de guerra, hizo que su poder político sobrepasase las murallas de la ciudad y extendiera su soberanía desde Klek-Neum en el Norte a la Bahia de Kotor en el sur, así como las islas de Šipan, Lopud y Kolocep, Mljet, y Lastovo (1216), la ciudad de Ston (1298) y la Península de Pelješac. La suma de su territorio costero e insular era aproximadamente de 120 km.
El poder económico se vio también reflejado en un estado del bienestar: así el servicio médico se implanta en 1301. La primera farmacia, todavía hoy abierta, en 1317. El asilo de ancianos en 1347. El primer hospital en 1377. Asimismo los principios humanistas y de justicia del Estatuto de la ciudad le permitieron, por ejemplo, dictar normas para la abolición del mercado de esclavos desde 1418. En 1526 Dubrovnik reconoció la supremacía del Sultán Turco, pagándole un tributo anual para preservar su libertad y garantizar su protección. Este pacto se mantuvo hasta 1808.
El s. XVI, Dubrovnik vivió su máximo esplendor como ciudad: estableció un régimen fiscal entre sus ciudadanos para evitar la evasión de capitales fuera de la ciudad, acuñó su propia moneda, se construyó un importante almacén de sal. La crisis de las flotas mediterráneas y especialmente el devastador terremoto del 6 de Abril de 1667, en el que murieron alrededor de 5.000 personas, incluyendo el rector, y la destrucción de sus edificios públicos, arruinaron el bienestar de la república.
La decadencia y dominación Napoleónica. El Fin de la ciudad estado
Con gran esfuerzo, la república se recuperó un poco, pero nunca llegó al esplendor anterior. Aun así en 1713 se edifica la actual Catedral en estilo Barroco italiano, sobre los restos de la antigua, destruida durante el terremoto de 1667. Otras iglesias barrocas, como la de San Blas o la de los Jesuitas se consagrarían a lo largo del s. XVIII. En 1806 Dubrovnik se somete a las tropas francesas, como único medio de cortar el gran asedio al que le tenían sometido las flotas rusas y montenegrinas. Los franceses liberaron el cerco y las tropas de Napoleón entraron en Dubrovnik en 1806. Dos años mas tarde el Mariscal Marmot abolió la república, poniendo fin a más de 500 años de ciudad estado.
En 1809 Dubrovnik pasó a depender de las provincias Ilirianas. En 1815, por resolución del Congreso de Viena, Dubrovnik fue anexionada a Austria (lo que más tarde se denominaría Imperio Austro-Húngaro) hasta 1918, cuando pasó a formar parte del efímero Reino de Serbia, Croacia y Eslovenia. En 1929 este Reino pasaría a llamarse Reino de Yugoslavia y fue dividido en 8 provincias. Hasta 1939 Dubrovnik formaba parte de la provincia de Zetska. Desde el comienzo de la II Guerra Mundial, Dubrovnik fue parte del estado independiente de Croacia. Desde abril de 1941 hasta septiembre de 1943 fue ocupada por el ejército italiano y después por el alemán. En 1944 los Partisanos la liberaron de los alemanes y en 1945 Dubrovnik se integra en la recién creada República Federal Socialista de Yugoslavia.
Tras la declaración de independencia de Croacia de la Federación Yugoslava, en 1990 Dubrovnik se integra en el nuevo estado. El 1 de octubre de 1991 Dubrovnik fue brutalmente atacada por el ejercito federal yugoslavo, comandado por fuerzas Serbo-Montenegrinas. El asedio de la ciudad duró 7 meses, viviendo su peor episodio el 6 de diciembre de 1991, cuando sufre los bombardeos más severos y mas del 80% de los edificios de la ciudad fueron dañados. En Mayo de 1992 el ejercito croata liberó la ciudad, si bien la amenaza serbo-montenegrina permaneció durante tres años más. En la actualidad ha sido totalmente reconstruida y vuelve a tener la pujanza del turismo de antaño. Su población actual es de unos 48.000 habitantes.
Principales atractivos de la ciudad vieja
La calle Placa o Stradum. Constituye la principal arteria de la ciudad, a la que se accede tras rebasar los gruesos muros de las murallas a través de su única puerta: la puerta de Pile. Lo que hoy es una calle en su fundación era una estrecha franja de agua que separaba el continente con un islote, así como los dos primeros asentamientos. En el s. XII se decide rellenar este y surgió así la actual calle y, lo que es más importante, la unificación de Dubrovnik en un solo enclave. Tras rebasar los muros encontramos a la derecha la Gran fuente de Onofrio, que abastecía a la ciudad y a la izquierda el Convento-Museo de San Francisco, en cuyo interior estaba la farmacia de la ciudad, una de las más antiguas del mundo.
El recinto amurallado. El sistema fortificado mejor conservado del Adriático circunda el casco antiguo de Dubrovnik. Fue iniciado en el s. VIII y reforzado sucesivamente desde el s. XIII hasta el XVII. Las murallas tienen un perímetro de 1.940 m. con una altura de hasta 25 m. y un grosor de entre 3 y 6 m. A los muros hay que añadir 3 torres circulares, 12 cuadrangulares, 5 bastiones, y 2 fuertes angulares.
La Torre del Reloj. Situada al final de la calle Placa y salvaguardando la puerta sur de la ciudad, por la que se accedía al viejo puerto. Fue construida a partir de 1444 y tiene 35 m. de alto. El reloj, con los gatos de bronce en la forma de soldados que marcan la hora (Maro y Baro) es una copia fiel, con el añadido de un calendario, de otro ya existente desde 1478 (el original se conserva en el palacio de Sponza). Destaca su enorme campana, que pesa unos 2.000 kilos en peso, siendo el único detalle original que se conserva de la primera torre.
Palacio del Rector. Era la residencia del rector de la República de Dubrovnik. Fue construido en una mezcla de los estilos góticos y renacentistas, probablemente debido a dos explosiones que sucedieron en 1435 y 1463, y al gran terremoto en 1667, después de lo cual el palacio del rector fue dañado gravemente. El patio interno presenta una arcada Renacentista en tres de sus lados y en el cuarto lado hay una escalera imponente que conduce a la galería. Debajo de la escalera hay una fuente gótica veneciana y un umbral que conducían a las oficinas y a los archivos del estado. El busto de Miho Pracat (Michaeli Prazzato) de 1638 por Pietro Giacometti es el único esculpido a un ciudadano por parte de la república de Dubrovnik. Pracat, originario de Lopud, legó sus riquezas a la república. Una escalera pequeña conduce al entresuelo y al pasillo anterior, que ahora contiene exposiciones temporales. Los cuartos privados del rector se situaban en la primera planta del edificio. Hoy, estos cuartos son parte del museo y contienen una pequeña Pinacoteca con los trabajos de los pintores locales del s. XVI (Bla Jurjev Trogiranin, la primera personalidad importante en la pintura local y una figura importante en el gótico tardío de Dalmacia, y de Lovro Dobrievi Marinov, que introdujo el estilo del renacimiento), así como de artistas italianos. También alberga una extensa colección de las monedas, de los sellos, y de las medidas empleadas en esta República de Ragusa.
Catedral de Dubrovnik. Se levanta en el centro de la Plaza de Poljana Marin Držic, junto al Palacio del Rector. La primera catedral de la ciudad se construyó entre los siglos s. XII-XIV en estilo románico. Fue destruida en el gran terremoto de 1667 y la actual catedral se levantó sobre las ruinas de la misma en estilo barroco. La reconstrucción de la Catedral fue dirigida por los arquitectos italianos Buffalini (1671), Andreotti, y Napoli, y fue concluida finalmente por el croata Katicic en 1713. La catedral tiene planta de cruz latina con el altar inusualmente orientado hacia el oeste. El interior es ligero y espacioso y alberga pinturas. El Tesoro de la catedral se sitúa en la hermosa capilla barroca diseñada por Gropelli y pintada por Mattei Matejevi. El tesoro consiste en 138 relicarios, la mayoría de los cuales son tradicionalmente llevados en procesión alrededor de la ciudad en la festividad de San Blas.
Otras iglesias y conventos en Dubrovnik. Debido a la pujanza económica de Dubrovnik, durante los siglos XV-XVI y parte del XVII, fueron llegando a la ciudad las más importantes órdenes religiosas que levantaron sus iglesias conventos. Así, a las ya nombrada iglesia convento de San Francisco, cabe destacar la iglesia convento de Santo Domingo, la iglesia convento de San Ignacio, el Convento de Santa Clara y la Sinagoga judía.
Alrededores de Dubrovnik
• Konavle. Es la región más meridional de Croacia, ocupando su franja más estrecha, ya que las montañas fronterizas con Bosnia-Herzegovina, al oeste, casi llegan hasta el litoral. El paisaje en esta zona se caracteriza por una costa muy accidentada repleta de entrantes e istmos, así como de cerradas bahías. Destacan los istmos de Cavtat, Molunat, Prevlaka. Konavle es famosa por su arquitectura típica realizada en piedra blanca y por su rica tradición artesana. El paraje más destacable de esta región lo constituye la ciudad de Cavtat, edificada sobre la antigua Epidaurum, predecesora de Dubrovnik. Es una villa medieval que literalmente escala las laderas de la pequeña península, en la que se asienta dominando dos bahías de fácil acceso.
• Islas Elephiti.Lo forman un conjunto de islas e islotes situados a escasos kilómetros del litoral de Dubrovnik. Del conjunto de ellas se encuentran habitadas la isla de Sipan (que es la más extensa con sus 16 km2), Lopud (la segunda más grande y la más desarrollada desde el punto de vista turístico) y Kolocep, la más pequeña de ellas. Existen barcos que comunican Dubrovnik con estas islas.
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