martes, 26 de enero de 2021

Los Pacheco de Portugal a Castilla. Los señores de Belmonte, Cuenca.

Fernández de Béthencourt

Hermanos García Carraffa,

Fernán Jeremías casa con Mayor Suárez, o bien con Inés Benegas. Debió de tener este caballero otra segunda mujer ya que en un documento del año 1098 se le cita como esposo de doña Ermesenda García.

Hijo de la primera esposa y su heredero fue Payo o Pelayo Fernández, señor de Ferreira de Aves. Casa con Teresa Pires, Teresa Pérez, que algunos genealogistas llaman Inés y fue su hijo, Pedro Páez quien casó con Teresa Ramírez de Acuña, de este mismo linaje de los Pacheco, señora de la Casa de Acuña, de cuyo enlace fue sucesor, Ruy Pérez, señor de Ferreira de Aves, que casa con Teresa Pérez de Cambra. Hijo de los anteriores fue Fernán Ruiz, primero que tomó el sobrenombre de Pacheco.

Fue Fernán Ruiz Pacheco señor de Ferreira de Aves y Alcaide Mayor de Celorico y uno de los conquistadores de Sevilla. Casó este caballero con Constanza Alfonso de Cambra, o Constanza de Riba de Visela. Tuvo entre otros, al primogénito, Juan Fernández Pacheco, casó con Estefanía López Paiva, cuyo hijo Lope Fernández Pacheco. Había casado este caballero dos veces, la primera con María Gómez Tavera y en segundas nupcias con María Ruiz de Villalobos.

Fue este caballero del Consejo del rey Fernando I y del partido contrario a los que apoyaron el casamiento de este soberano con Leonor Téllez de Meneses, en contra del matrimonio concertado por éste con la hija de Enrique II de Castilla, por lo que se instaló en Castilla al servicio de Enrique III, permaneciendo en la corte castellana hasta la muerte del rey don Fernando de Portugal en 1384, entrando definitivamente en este reino donde falleció en 1389, siendo enterrado en un túmulo de la Capilla de San Cosme y San Damián en la cabecera de la catedral de Lisboa.

Del primero de estos enlaces nació entre otros, Diego López Pacheco el Grande, Ricohombre en Portugal, señor de Ferreira de Aves, Penela, Oliveira, Bellas y Celorico en Portugal, Embajador en Castilla, Notario mayor de Castilla y en este reino Señor de Béjar, que casó con Juana Vázquez Pereira.

De este d Diego López Pacheco, junto a don Coello y don Álvaro González, se valió el rey Alfonso IV para asesinar a su nuera Inés de Castro en 1355, esposa no legítima del príncipe don Pedro, que una vez heredó el reino con el nombre de Pedro I, persiguió al referido don Diego López Pacheco que se refugió en Castilla, y desde allí escapó hacia Aragón entrando al servicio de don Enrique de Trastámara, hasta su coronación en 1369 con el nombre de Enrique II, por lo que el rey le premió por sus servicios con el señorío Béjar en 1375. A todo renunció para volverse a Portugal a la muerte de Pedro I, quien en su testamento le había reconocido su inocencia, siendo restablecido en su honra y señoríos en la Ciudad portuguesa de Santarém en 1377.

Había casado Diego López Pacheco con Juana Vázquez Pereyra siendo padres de Juan Fernández Pacheco, señor de Ferreira de Aves, Penela, Celorico y Oliveira. Mayor del rey Juan I de Portugal, estuvo presente en 1384 en la Batalla de Aljubarrota, de donde pasó a Castilla al servicio del rey castellano Enrique III, confiscándosele todos sus bienes en Portugal, por lo que el monarca castellano le concedió en compensación la Villa de Belmonte de la que fue su primer Señor. Había casado en Portugal con Inés Téllez de Meneses, cuya unigénita y heredera María Pacheco fue la segunda señora de Belmonte.

Casa esta señora con Alfonso Téllez Girón y Vázquez de Acuña, hijo de Martín Vázquez de Acuña, primer conde de Valencia de don Juan, y de Teresa Téllez Girón.

Ambos eran parientes por lo que hubieron de disponer de una bula de dispensa pontificia.

Nacieron dos hijos de este matrimonio que fueron dos de los más destacados personajes de la corte del rey Enrique IV:

Juan Pacheco, primer marqués de Villena, primer conde de Xiquena y primer duque de Escalona.

Pedro Girón, primer señor de Ureña y maestre de la Orden de Calatrava, de quien descienden los duques de Osuna.

La vida sentimental y privada de Juan Pacheco fue tan agitada como su trayectoria política. Contrajo matrimonio tres veces, tuvo al menos doce hijos legítimos que le sobrevivieron, y unos cuatro o cinco bastardos. El primer matrimonio continúa siendo aún hoy un episodio ciertamente inédito y poco conocido de su vida. Por fortuna, la información que he hallado en el Archivo Ducal de Frías nos proporciona bastantes datos sobre este singular casamiento. Los otros dos, especialmente el segundo, están mejor documentados.

http://institucional.us.es/revistas/historia/36/art_6.pdf LAS MUJERES DE JUAN PACHECO Y SU PARENTELA Alfonso Franco Silva, 2009.

Pacheco todavía pudo encontrar tiempo para engendrar otros cinco hijos bastardos, de los que tenemos constancia, porque es muy probable que hubiese tenido alguno más.

De estos cinco bastardos, tres eran varones y dos las hembras.

La primera de ellas, llamada Beatriz, fue casi con seguridad la primera hija que tuvo Pacheco, es muy probable que incluso antes de estar casado con María Portocarrero. En cualquier caso, fue la mayor de todos los hijos que tuvo el primer marqués de Villena, tanto de los legítimos como de los ilegítimos.

Pacheco utilizaría a esta hija como instrumento para deshacerse de un peligroso competidor, Rodrigo Portocarrero, que hacia 1448 estaba ganando con rapidez los favores del príncipe Enrique. Pacheco, temeroso de perder la privanza absoluta que hasta entonces había alcanzado junto a don Enrique, dio un golpe de mano y en una jugada maestra consiguió alejar del círculo íntimo del príncipe a su rival. Para ello, le dio en matrimonio a Beatriz, previamente legitimada, con lo que convertía a Rodrigo en su yerno, logrando del príncipe que le concediese el título de conde de Medellín, además de las villas y tierras que lo formaban y que Pacheco le cedió gustosamente con tal de quitárselo de en medio. Había que conseguir alejar a Portocarrero de la influencia de don Enrique y enviarlo a tierras extremeñas, aunque este objetivo se hiciese al precio de una renuncia porque, en efecto, Pacheco le daba sus tierras de Medellín, además de a su hija bastarda. Los esponsales se celebraron en 1453. Pacheco daría como dote a su hija la villa de Villarejo de Fuentes y su tierra, según hizo constar años más tarde en su testamento. Viuda de Rodrigo Portocarrero, doña Beatriz volvió a contraer matrimonio, años más tarde con el segundo conde de Cifuentes, don Alonso de Silva. Fue una mujer de gran valor y temple como lo demostraría luchando en tierras extremeñas en el bando de su hermano Diego contra los Reyes Católicos en la guerra de sucesión castellana.

El segundo bastardo se llamaba Juan, como su padre. Fue también legitimado por cédula de Enrique IV dada en Écija, el 25 de abril de 145651. Pacheco alude a él en sus testamentos. Al parecer, tanto Juan, como Beatriz, y la siguiente bastarda llamada Isabel, eran hijos de una misma mujer, Catalina Alfón de Ludeña.

Don Juan Pacheco logró hacer carrera en la orden de Santiago, gracias al apoyo prestado por su padre que era maestre de esa orden.

Isabel de Meneses, llamada después de Pacheco, fue la tercera hija bastarda del marqués de Villena. Fue también legitimada en 1456 por Enrique IV, y parece que era igualmente hija, como los dos anteriores, de Catalina Alfón. Su padre también alude a ella en sus testamentos cuando dice que ya la ha casado con el Adelantado Mayor de Castilla, Pedro López de Padilla. Un excelente matrimonio para una bastarda, igual que el que había hecho su hermana mayor, Beatriz.

El cuarto bastardo de Juan Pacheco se llamaba Alonso. Aunque su padre no le menciona en sus mayorazgos, ni tampoco en sus dos testamentos, sabemos que fue especialmente querido por su hermano Diego, segundo marqués de Villena, con el que colaboraría en todas sus empresas militares. El Archivo Ducal de Frías conserva alguna información sobre él, en concreto el inventario que de sus bienes mandó hacer su hermano Diego tras la muerte de Alonso en 1490 combatiendo en la vega de Granada. Se ignora el nombre de la madre de este bastardo. Tras ser legitimado, su padre lograría para él la encomienda de Villafranca y Castilseras de la orden de Calatrava, consiguiendo, más tarde, en 1473, por donación de Enrique IV, las rentas del servicio y montazgo de los ganados que pasaban por el Campo de Calatrava. Don Alonso dejó dos hijos ilegítimos, Alonso y Juan Pacheco, que quedarían bajo la protección de su tío el marqués don Diego.

Pacheco dejó todavía un último bastardo, Rodrigo, muy niño aún cuando él murió. Quedó también a cargo del primogénito del linaje, don Diego, que, al parecer, consiguió en 1508 de Fernando el Católico que le concediera un beneficio eclesiástico. Don Rodrigo no tuvo sucesión.

La crónica portuguesa Nobiliario del Conde don Pedro retrotrae el origen de los Pachecos a los comienzos del siglo XII, al gallego Fernán Jeremías, quien acompañó al conde Enrique de Borgoña, esposo de la hija de Alfonso VI, doña Teresa, a conquistar Portugal para convertir el ducado que regentaba en un reino independiente de Castilla, aprovechándose de las turbulencias políticas y militares entre Castilla y Aragón por el enfrentamiento de los desavenidos esposos doña Urraca de Castilla y Alfonso el Batallador de Aragón. En recompensa por los servicios prestados, en 1126 doña Teresa le concedió el señorío sobre Ferreira de Aves, que será el lugar solariego de los Pacheco portugueses.

 

A Fernán Jeremías le sucede su hijo Payo o Pelayo Fernández, quien acompaño al rey portugués Alfonso Enríquez en varias expediciones guerreras de conquista… Por sus servicios al rey, éste le confirmó en su señorío sobre Ferreira.

Los sucesivos señores de Ferreira fueron Pedro Páez, su hijo Ruy Pérez y el hijo de éste, Fernán Ruiz.

Fernán Ruiz de Ferreira es el personaje más famoso de la familia después del fundador.  Este personaje es el que comenzó a tomar el sobrenombre-mote- de Pacheco. Fue señor de Ferreira de Aves, alcalde mayor de Celorico y brilló por la defensa heroica de esta plaza, sitiada durante tres meses en 1246.

El hijo de Fernán Ruiz fue Juan Fernández Pacheco, señor de Ferreira, personaje irrelevante del que nació Lope Fernández Pacheco, uno de los personajes más notorios y relevantes del Portugal de su época. Su sucesor fue su hijo Diego López Pacheco, nacido hacia 1304 y que murió nonagenario en 1385.

Diego López Pacheco junto con Alonso Gonçalves y Pedro Coelho, por orden del rey, dieron muerte a puñaladas a Inés de Castro aprovechándose de que el príncipe Pedro había emprendido una cacería. Esta dama gallega formaba parte del séquito de doncellas que llevaba consigo doña Constanza Manuel, hija del señor de Villena don Juan Manuel, cuando desde el castillo de Garcimuñoz fue a Portugal para casarse con el príncipe heredero don Pedro. El príncipe se enamoró locamente de Inés de Castro con la que tuvo cuatro hijos, al mismo tiempo que atendía, a la vez, a doña Constanza Manuel, que murió de parto en Santarém al dar a luz al futuro rey de Portugal, Fernando I.

Su hijo fue Juan Fernández Pacheco, señor de Ferreira de Aves, Penela, Celorico y Olivenza, alcalde mayor de Santarém y perteneciente al Consejo Real. Tanto el padre como el hijo participaron en la decisiva batalla de Aljubarrota de 1385 defendiendo los derechos dinásticos de Juan de Avis. Dado que sus hijos legítimos ya habían fallecido y que su hijo Juan era bastardo, don Diego López Pacheco logra que el rey legitime a este hijo en 1389; y en 1392 logra que le confirme a él mismo en el mayorazgo de Ferreira de Aves para que pueda heredarlo su hijo Juan.

El 16 de enero de 1398, en Tordesillas, Enrique III concedía a Juan Fernández Pacheco el señorío de Belmonte, Cuenca, con sus aldeas de Osa, Monreal e Hinojos

A este bastardo Juan Fernández Pacheco lo heredará una hija, a la cual transmitirá un solo apellido, el cual será justamente el mote de Pacheco. María Pacheco.

 


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