http://palomatorrijos.blogspot.com/2022/09/fundacion-cristina-masaveu-peterson.html
http://www.bne.es/export/sites/BNWEB1/es/Micrositios/Exposiciones/PasadizoPalacio/resources/docs/MarquesAlcanices.pdf
Con la fundación del Monasterio de la Encarnación en 1611, esta zona sufrió una ampliación importante, ya que se construyó un nuevo pasadizo que unía el Monasterio con la Casa del Tesoro del Real Alcázar de Madrid.
Con esta nueva construcción, los reyes podían acceder directamente a la Encarnación desde palacio.
Durante el reinado de Felipe V, la Casa del Tesoro fue remodelada para instalar en su interior la Biblioteca Real, antecedente de la Biblioteca Nacional.
Todo el complejo fue derribado por José Bonaparte y hoy su lugar lo ocupa la plaza de Oriente.
Hasta 1825 los marqueses de Alcañices tuvieron una casa en terrenos que estaban en la actual Plaza de Oriente.
Esa casa se vende para construir la Real Biblioteca, frente al convento de La Encarnación.
Estuvo aquí la Biblioteca hasta 1870 cuando pasa a su sede actual en el Paseo de Recoletos.
Enterrados bajo esta plaza estaban los sótanos y lienzos de las fachadas de todos edificio, así como el pavimento de la calle del Tesoro, en la fachada sur, que desaparecieron al construirse el aparcamiento subterráneo y el túnel de la calle Bailén.
https://gatopormadrid.com/2019/05/27/madrid-desaparecido-palacio-del-marques-de-alcanices/
http://josesanpepe.blogspot.com/2013/05/edificios-desaparecidos-palacio-del.html
En la Plaza de Cibeles, en la confluencia de la calle Alcalá con el Paseo del Prado, se encuentra el edificio sede del Banco de España, pero hasta el año del inicio de su construcción 1884, el solar estuvo ocupado por el palacio de Alcañices, por cuya propiedad el Banco de España pagó el precio de unos tres millones de pesetas.
Frente al BUEN RETIRO, residencia de los REYES.
Plano de Texeira, 1656
Plano de Pedro Texeira año 1656, señalado en verde casa de don Rodrigo de Herrera y en rojo la propiedad del marqués del Carpio.
El antiguo Madrid: paseos histórico-anecdóticos por las calles y casas de esta villa
Ramón de Mesonero Romanos
https://www.cadizdirecto.com/misterios-enigmas/la-misteriosa-casa-de-los-alfileres-en-madrid/
Plano de Mancelli año 1623
Palacio del marqués de Alcañices, siglo XVIII
Los primeros datos del edificio
original, indican que el mismo fue construido por Luis Méndez de Haro, sexto
marqués del Carpio, sobrino de Gaspar de Guzmán y Pimentel Ribera y Velasco de
Tovar del, más conocido como conde-duque de Olivares.
Luis Méndez, llegó a ser válido de Felipe IV con la caída en desgracia de su tío.
http://palomatorrijos.blogspot.com/2015/01/luis-de-haro-valido-de-felipe-iv-de.html
Fue bautizado el 15 de marzo de 1603 en la iglesia de San Lorenzo de la ciudad de Valladolid, siendo sus padrinos Álvaro Enríquez de Almansa, marqués de Alcañices, y María de Velasco y Zúñiga, hija del conde de Monterrey. Se desconoce su fecha de nacimiento, si bien se cree que debió de ser apenas unos días anterior a la del bautizo. Era el hijo de Diego Méndez de Haro, V marqués de Carpio, y de Francisca de Guzmán, hermana de Gaspar de Guzmán y Pimentel, I conde-duque de Olivares. Si bien nació en Valladolid, la familia —los Carpio— tenía su solar y el grueso de sus posesiones en el reino de Córdoba. La influencia de la familia materna —una rama menor de los Guzmán— en la corte le otorgó a Haro una posición privilegiada en esta, en la que comenzó como compañero de juegos del que luego sería Felipe IV. Para entonces la familia Carpio era una de las más importantes de Andalucía y había aumentando sus posesiones en esta región desde finales del siglo xv. Como sucesor de los dos casas, Haro heredó un vasto patrimonio.
Posteriormente, las casas estuvieron habitadas hacia el año 1790, por los duques de Béjar, Pedro de Alcántara Téllez-Girón y María Josefa Pimentel.
http://documentosdebejar.blogspot.com/2011/11/duques-de-bejar-en-madrid-24.html
Será a finales del Siglo XVIII cuando la propiedad es adquirida por Manuel Miguel Osorio y Spinola, XV marqués de Alcañices.
Nicolás Osorio era un gran aficionado a los caballos, siendo uno de los fundadores de la Sociedad de Fomento de la Cría Caballar de España. En el año 1854 construyó nuevas caballerizas en el Palacio. Fallece en Enero de 1866 pasando la propiedad a su hijo José Isidro Osorio y Silva-Bazán, duque de Sesto. José Osorio, en el año 1872, realiza una nueva reforma del Palacio encargando la obra a Francisco de Cubas y González-Montes, más conocido en nuestros días como Marques de Cubas.
http://palomatorrijos.blogspot.com/search?q=Alca%C3%B1ices
En la Relación de la jornada que se hizo
en 1679 en las Reales entregas de la Reyna Nuestra Señora María- Luisa de Orleans,
hija de los Serenísimos Señores Duques de Orleáns, primera esposa de Carlos II,
se cuenta que el marqués de Villamayna y
primer caballerizo de la Reyna nuestra Señora D. Luis de Toledo Enríquez,
segundo marqués de Villamaina, a la fois mayordomeé et premier écuyer de la
Reine[1]. Ramón
de Mesoneros Romanos nos dice que, Luego
que S. M. estuvo adornada con los diamantes de ambos mundos, y cuando se hubo
puesto un rico sombrerillo, adornado con plumas blancas y realzado con la
preciosa perla llamada la Peregrina[2]
la más bella de las perlas célebres, montó en un brioso alazán andaluz, que el
Marqués de Villamayna, su caballerizo mayor, llevaba de la brida. Los
segundos marqueses de Villamagna viven en sus casas del Paseo del Prado que
compran sus padres los primeros marqueses y que ellos amplían. La casa de los
marqueses de Villamagna en Madrid estaba junto al antiguo palacio de los
marqueses de Alcañices y duques de Sesto en el paseo del Prado[3].
La casa de los marqueses de Alcañices estaba valorada en 3.187.500 pesetas a
fines del siglo XIX. Manuel Juan Osorio
Velasco Guzmán y Vega, XIV marqués de Alcañices casa en 1754 con Ana Dominga
Spínola y de la Cueva, duquesa de Sesto. La casa de los Villamagna pasa a ser propiedad de los condes de Campo
Alange[4],
sirvió desde muy antiguo de residencia a la embajada inglesa hasta que,
adquirida dicha casa por el rico banquero señor Santamarca que hizo construir
en su solar una de las más ostentosas y magníficas entre las particulares[5].
En 1927 se inicia una ampliación de la sede del Banco de España con la
adquisición de las casas del conde de Santa Marca situadas en la calle de
Alcalá, a continuación del primer edificio que se levanta entre 1884 y 1891.
Ocupaba el palacio de los marqueses de Alcañices la esquina de la actual plaza
de Cibeles entre la calle de Alcalá y el Paseo del Prado. Eran vecinos de
Alcañices y Villamagna en la esquina de enfrente, altillo de Buenavista, los
duques de Alba. La casa de los Villamagna está señalada en el plano de Teixeira
de 1656 con el número 193 en la hoja número 9; Casa del marqués de Villamayna. Tenía esta casa al igual que la de
los Alcañices en su parte posterior amplios terrenos dedicados a jardín y
recreo de sus propietarios. Circunstancia que comparten todas las casas palacio
levantadas a lo largo de las tierras de los Prados de Recoletos y los
Jerónimos, lindantes ya con los Jardines y el Palacio del Buen Retiro. Tienen
los Villamagna una calle en Madrid. En la manzana comprendida entre las calles
del Marqués de Villamagna y José Ortega y Gasset estuvo el palacio de Anglada.
Ahora hotel Villamagna en la avenida de la Castellana, donde tenia su fachada
principal el Palacio. La puerta del jardín del palacio de Anglada es ahora la
puerta de O’donell del Parque del Buen Retiro. Del Jardín quedaron en La
Castellana los dos cedros que podemos ver delante del hotel Villamagna,
construido sobre los terrenos que ocupaba el Palacio. El derribo de este
Palacio en el año 1962 podemos considerarlo una auténtica catástrofe. Díez años
más tarde se levanta el Hotel.
La actual sede del Banco de España en Madrid se
levanta sobre tres casas. Una de las cuales pertenecía a Alonso Verdugo de la
Cueva y Sotomayor y a su segunda mujer Isabel de Ayala[6] que
la venden en el año 1631, a la primera marquesa de Villamagna, María Enríquez de
Guzmán, mujer de Alonso Álvarez de Toledo Recordemos que el abuelo paterno del
primer de Villamagna es por su madre un Ayala y que la primera marquesa de
Villamagna también es una Ayala. El primer marqués de Villamagna tiene su
ascendencia por su madre en los Espinosa Verdugo. Alonso Verdugo de la Cueva y
Sotomayor es el padre del primer conde de Torrepalma con su primera mujer[7] además
de ser primo hermano del primer marqués de Villamagna. La madre del primer
marqués de Villamagna y la madre de la primera mujer de Alonso Verdugo de la
Cueva y Sotomayor son hermanas. El condado de Torrepalma, es un título
nobiliario español creado por Carlos II en 1679, otorgando el Real Despacho el
4 de noviembre de 1680, a favor de Alonso Verdugo y Albornoz y de la Cueva. Su
nombre, hace referencia a la hacienda de Torrepalma, situada en el municipio
andaluz de Carmona, Sevilla. Fue concedida Grandeza de España vitalicia, por
Carlos III en 1771 a Alonso Diego Álvarez de Bohórquez y Verdugo, cuarto conde
de Torrepalma y quinto marqués de los Trujillos.
Después de la compra de la casa de sus
primos hermanos por el primer marqués de Villamagna, entre 1641 y 1653 el segundo
marqués de Villamagna compra las otras dos casas sobre las que levanta su nueva
casa. En su testamento de 13 de septiembre de 1658, el segundo conde de Villamagna
incorpora su casa palacio al mayorazgo describiéndola con sus edificios, diez
estatuas, nueve de mármol de Génova, y la décima, de San Antonio, de piedra de
Tamajón, y una fuente de mármol de Toledo. Luis Álvarez de Toledo y Enríquez,
segundo marqués de Villamagna, edificó caballerizas y cocheras y otras obras,
poniendo la puerta principal de la calle, en lo que gastó 60.000 ducados, a fin
de que los poseedores de su mayorazgo tuviesen alguna comodidad y quedase
memoria en el mismo, por haber faltado las casas que tenían en la ciudad de
Toledo y otras en Madrid, junto a la parroquia de Santiago. A la muerte de José
López de Chaves y Toledo, marqués de Villamagna y Cardeñosa, en virtud del
mandamiento del alcalde, Lorenzo Matéu de Villamayor, despachado el 11 de
noviembre de 1704, se dio posesión del mayorazgo de Villamagna y de la casa
principal de Madrid a Bartolomé Ramírez de Arellano y Toledo, marqués de Gelo,
cuya hija, Catalina Ramírez de Arellano Enríquez de Toledo llevó su mayorazgo a
la Casa de Hermenegildo Hurtado de Mendoza, que fue, por tanto, marqués de Gelo
y de Villamagna. Su hijo Hermenegildo Manuel Hurtado de Mendoza Álvarez de
Toledo, marqués de Gelo y Villamagna y señor de Bolaños, la vende el 3 de
septiembre de 1787 a Manuel de Negrete y de la Torre, conde de Campo Alange por
1.291.776 reales. Precisamente, Antonio Hurtado de Mendoza, sucesor de su padre
Hermenegildo en sus títulos, casa con Manuela Negrete. Los condes de Campo
Alange hacen importante mejoras valoradas en 1.436.636 reales, dándole un valor
total de 2.559.581 reales. En ella vivió el embajador francés Bernoville, que
la alquiló el 19 de enero de 1803, por 75.000 reales anuales. El 3 de noviembre
de 1819 muere Manuel María de Negrete, conde de Campo Alange, y sus mayorazgos
recayeron en Francisco Javier, que se hallaba refugiado en Francia, de quien
era administrador legal José María de Negrete, su hijo, que toma posesión de
sus bienes. El 18 de enero de 1827 muere José María de Negrete y en 1836,
sucedió en sus bienes su hermana María Manuela de Negrete y Cepeda casada con
Luis José de Salamanca y Martínez de Pisón, marqués de Villacampo, que se
posesionó de ellos el 27 de febrero de 1842. Cuatro años más tarde, el 28 de noviembre
de 1846, la vendió a Bartolomé Santamarca, conde de Santamarca por el Papa Pío
IX, autorizado para su uso en España el 28 de noviembre de 1863, convertido en
título del Reino en 1864. Muere el 9 de octubre de 1874 y le sucede su hija
Carlota Santamarca y Donato en 1875 por su matrimonio marquesa de Sierra
Bullones y duquesa de Nájera[8].
El conde de Santarmarca, uno de los más opulentos vecinos del Madrid de su
época, procedió a su demolición y levantó un edificio
suntuoso que queda
incorporado en el Banco de España[9].
[1] Mémoires de Villars, edité Mórel-Fatio,
página 16.
[2] Descubierta en aguas del Archipiélago de
las Perlas en Panamá en el siglo XVI, pasó a manos del rey Felipe II de España,
formando parte de las joyas de
[3]El antiguo palacio del marqués de
Alcañices, también conocido como del duque de Sesto, estuvo ubicado en el Paseo
del Prado esquina a la calle de Alcalá, en el lugar que ocuparon las casas de Luis
de Haro, marqués del Carpio y ministro privado de Felipe IV tras la caída del
Conde Duque de Olivares. Derribado así como el de los Villamagna para levantar
sobre sus solares la nueva sede del Banco de España. Los Alcañices en 1865
encargan al arquitecto Francisco de Cubas, marqués de Cubas, su nuevo Palacio
en el Paseo de Recoletos, frente al del político y banquero José María de Salamanca y Mayol, primer marqués
de Salamanca. Construido entre 1846 y 1855 por el arquitecto Narciso Pascual y
Colomer, sobre parte de la huerta de los marqueses de Montealegre, condes de
Oñate.
[4] En 1761 el Rey Carlos III otorga el
título de Conde de Campo de Alange a Ambrosio José de Negrete y Ampuero,
empresario lanar y ganadero, quien había comprado a la Corona, en 1752, la gran
Dehesa de Campo de Alange en Cáceres, junto a Mérida -la cabaña llegaría a ser
una de las mayores de España con más de 60.000 cabezas-.
[5]El
antiguo Madrid. Paseos
histórico-anecdóticos por las calles y casas de esta villa. Ramón de Mesonero Romanos. Tomo II.
Capítulo IV-Línea Centro Oriental. Entre el Prado y la puerta del Sol.
[6] Pedro de Ledesma casa por segunda con
Isabel de Ayala. Padre en su primer matrimonio de un único hijo y heredero
Francisco Isidro de Ledesma, habido en su primer matrimonio con Isabel Verdugo.
En 1627, Francisco Isidro de Ledesma cede a su madrastra en 1627 la casa-huerta
de la calle de Alcalá, con sus mejoras, pinturas y lo demás que en ella
existía. Isabel de Ayala casa por segunda vez con Alonso Verdugo de la Cueva y
Sotomayor que la vendieron en 1631, a la marquesa de Villamagna.
[7] Alonso Rueda Verdugo casa con Juana Cabrera y Barba
nacida en Carmona, Sevilla. Padres de Sancho Verdugo, fiscal oidor del Consejo
de S. M., casado con Juana de la Cueva, hija de Martín de la Cueva escribano de
la alhóndiga de Sevilla, y de Juana de la Cueva. De cuyo enlace nacieron Alonso
Verdugo de la Cueva y Sotomayor y Felipe Verdugo de la Cueva y Sotomayor,
caballero de la Orden de Santiago desde 1599. Alonso Verdugo de la Cueva
Sotomayor, natural y veinticuatro de Sevilla, probó su nobleza para ingresar en
la orden de Santiago en 1621. Testo en Sevilla el 25-12-1655 ante Francisco de
Carvajal. Hizo capitulaciones matrimoniales en Sevilla el 22-3-1616 ante Gaspar
de León para casar con Juana de Albornoz y Espinosa, hija de Francisco de
Albornoz y Castro, caballero de Calatrava desde 1581, y de Felipa Espinosa.
Padres del primer conde de Torrepalma. Figuras granadinas. Cristina Viñes
Millet, 1995 Francisco de Albornoz. Licenciado, Caballero de la Orden de
Calatrava, Comendador de Almagro, del Consejo de S.M. Casó con Felipa de
Espinosa, sobrina del Cardenal Espinosa, Presidente del Consejo de Castilla y
de la Inquisición. Padres, entre otros, de Juana de Albornoz, casó con Alonso
Verdugo de la Cueva y Sotomayor, Caballero de Santiago, Capitán Perpetuo de
Carmona. Padres de Alonso Verdugo de Albornoz, primer conde de Torrepalma. En
el siglo XX, Fresno de Torote era propiedad de María Luisa Silva y Mitjans
Campbell y Manzanedo, marquesa de Almenara por su matrimonio y después de su
hijo Jaime Álvarez de las Asturias Bohórquez y Silva, conde de Torrepalma. María Teresa de Arteaga y Echagüe, XIV marquesa de Almenara, hija
de los duques del Infantado que son señores de Fresno de Torote, casa con José María
Álvarez de las Asturias Bohórquez y Aguilera, octavo conde de Torrepalma.
Padres de José
Álvarez de Bohórquez y Arteaga, XV marqués de Almenara pero no conde de
Torrepalma. Casa con María Luisa de Silva y Mitjáns. Sigue en Torrepalma una hija de este matrimonio y
en almenara un hermano de esta. A finales del siglo XIX, el dueño de la finca
de Fresno de Torote, el marqués de Almenara decide construir un palacete para
las cacerías, trasladando su residencia desde la casa señorial situada en el
pequeño pueblo de Fresno de Torote hasta el nuevo palacete, dejando las cuadras
de los caballos que poseía en el pueblo. Fue uno de los lugares elegidos por el
Rey Alfonso XIII por las cacerías de perdices que se organizaban. En 1937, el
conde de Torrepalma, hijo del marqués de Almenara, gran aficionado a los
caballos, rehace la yeguada comprando caballos alemanes, creando el hierro de
Torrepalma. Durante la guerra civil española, la finca fue tomada por las
fuerzas republicanas, siendo el cuartel general de El Campesino. Terminada la
guerra la finca volvió a sus antiguos dueños. El conde de Torrepalma murió sin
descendencia, en la actualidad la propiedad de la Casa y de la Finca es de los
Condes de Casa Valencia G.E., sobrino favorito del conde de Torrepalma. Finca
dedicada ahora a salones de Catering y Bodas. Tuvieron los condes de Torrepalma
la más importante biblioteca privada en su casa de la ciudad de Granada.
[8] Bartolomé de Santamarca y Donato,
1810-1874. Tenía en 1867 en su poder 400 obligaciones a pagar por el duque de
Osuna sobre bienes urbanos. En este año la ruina de la Casa de Osuna todavía
parecía evitable. Pero, En 1880 Pedro de Alcántara Téllez-Girón y Fernández de
Santillán, XIII duque de Osuna negoció un nuevo empréstito que compromete de
modo irreparable todo el patrimonio de los Osuna en este caso con el banquero
Estanislao Urquijo, el banquero de la nobleza madrileña del siglo XIX. Las
operaciones de préstamo sobre las propiedades urbanas de las Casas Nobles con
residencia en Madrid fueron la base económica y financiera sobre la que se
asienta la Banca Urquijo. La colección, creada por el comerciante y banquero
Santamarca, marqués de Santa Marca, a mediados del siglo XIX, mecenas y
protector de artistas, se ha podido mantener agrupada a pesar de las
vicisitudes transcurridas, desde su primera instalación en la casa del marqués
de Santamarca, ya desaparecida, hasta el actual asilo-colegio situado en el
parque de Berlín, la Fundación Santa Marca debida a la Marquesa y destinada a
acoger huérfanos nacidos en Madrid. La casa-palacio y el asilo Santamarca.
Pedro Navascués Palacio, 1984.
[9] Arte español. Revista de la sociedad
española de amigos del arte. 1948. Director, Enrique Lafuente Ferrari. Marqués
del Saltillo. Casas madrileñas del siglo XVIII y dos centenarias del siglo XIX.
Pedro Navascués Palacio, Pedro (1982) El Banco de España en Madrid. Génesis de
un edificio, 1982. El Banco de España. Dos siglos de historia 1782-1982. Sobre
estas casas que fueron de los Villamagna
podemos leer el siguiente texto, Testamento de 2 de diciembre de 1592 y
codicilo de 3 de septiembre de 1594, ante Gaspar de Córdoba y Blas López,
respectivamente, confirió facultad al licenciado D. Juan de Tejada, como su
albacea y testamentario, para que, de acuerdo con lo que tenía tratado con los
P P. Carmelitas Descalzos, y antes con los del monasterio de la Victoria, para
fundar un colegio en su casa y jardín, lo llevase a efecto; pero, de no
aceptarlo los religiosos citados, dejaba al arbitrio del albacea la aplicación
de la finca a la obra pía que estimare más conveniente. No aceptaron dichas
Comunidades el encargo, por lo cual el licenciado Tejada sacó la casa a pública
subasta, que se remató en Doña María de Granada, hija del infante D. Juan de
Granada, en cuyo favor se despachó escritura de venta el 15 de julio de 1598.
La casa, ya en esta época, tenía fuentes con sus aderezos correspondientes,
naranjos, tiestos de flores y noria en la huerta, oratorio con imágenes y otras
cosas de madera. Todo ello lo donó la citada señora al monasterio y convento de
monjas de Nuestra Señora de la Concepción, San José y Jesús María, comúnmente
llamado del Caballero de Gracia, el 26 de marzo de 1603. Parece que no estaba
predestinada a ser propiedad de religiosos, pues la madre abadesa, vicaria y
demás religiosas de él, siéndoles de muy poco aprovechamiento, con licencia del
Provincial, la vendieron al Dr. D. Antonio de Ulloa y Toledo, caballero de San
Juan, presbítero, ante Santiago Fernández, el 13 de julio de 1604. Las obligó a
un censo, en favor del cura y beneficiados de la parroquia de San Juan, aparte
del censo que constituyó del precio de la misma en favor del convento del
Caballero de Gracia. Labró en un traspatio desmembrado de la casa principal una
casa chica, que caía a la calle de Alcalá, y la vendió a doña Francisca de
Fuenmayor, viuda del caballero de Montesa D. Cristóbal Mascón de Viciana. En
las capitulaciones matrimoniales para el matrimonio de Doña Ana de Cepeda y
Quiñones y D. Juan Mascón de Viciana, otorgadas el 26 de mayo de 1608, los
padres de la novia le entregaron, por vía de aumento de dote, unas casas en la
calle de Alcalá, lindando con las de D. Antonio de Ulloa. Doña Francisca de
Fuenmayor, en 1620, trabó autos ejecutivos contra los bienes de éste, y para
reintegro de la cantidad adeudada se le adjudicó la casa de que nos ocupamos,
que la vendió a Andrés de Garibay, con su jardín y huerta, cierto derecho para
la recuperación del sitio que por la parte de atrás se dejó para calle, que no
se hizo, y con declaración de no entrar en la venta la casa pequeña en la
delantera de la misma calle de Alcalá, labrada aparte. Pero al año siguiente,
D. Juan Mascón, juntamente con su madre, la cedió en venta a Garibay. Obtuvo
éste privilegio de huésped de aposento, despachado el 26 de julio de 1623, y de
todo lo anterior otorgaron escritura de aprobación y ratificación como
herederos de D. Antonio Ulloa de Toro, Juan de Centeno, el Mozo, y su hermana
Doña Inés, por escritura en Montefrío, jurisdicción de Granada, el 20 de
septiembre de aquel año.
La otra casa fue de Pedro de Ledesma, adquirida del
prior de la cartuja de Santa María de Aniago, el 15 de junio de 1620. A cuyo
monasterio la donó D. Antonio de Mier, capellán y limosnero mayor que fue de S.
M. Doña Isabel de Ayala, viuda de Pedro Ledesma, y D. Francisco Isidro de
Ledesma, su hijo único y universal heredero, habido en su primer matrimonio con
Doña Isabel Verdugo, se convinieron el 11 de julio de 1627, por instrumento
notarial ante Diego Ruiz de Tapia, y se le adjudicó a aquella señora la
casa-huerta sita en la calle de Alcalá, con sus mejoras, pinturas y lo demás
que en ella existía. Pasó a segundas nupcias Doña Isabel de Ayala con D. Alonso
Verdugo de la Cueva y Sotomayor, caballero de Santiago; ambos vendieron la
casa, el año 1631, a la marquesa de Villamagna, Doña María Enríquez de Guzmán,
mujer de D. Alonso Álvarez de Toledo, cuyos descendientes la poseyeron en
varias generaciones. En 1641, el Marqués de Villamagna la adquirió de su hija
Doña Antonia Enríquez de Toledo, y también
lo hizo de la casa de Garibay el 16 de diciembre de 1653.
Quedó Villamagna dueño de las tres casas, que
constituyeron la moderna. Otorgó el Marqués testamento cerrado el 13 de
septiembre de 1658, ante Cristóbal de Badarán, en el cual la incorporó y agregó
a su mayorazgo, describiéndola con sus edificios, diez estatuas, nueve de
mármol de Génova, y la décima, de San Antonio, de piedra de Tomajón, y una
fuente de mármol de Toledo. Su sucesor, D. Luis Álvarez de Toledo y Enríquez,
edificó caballerizas y cocheras y otras obras, poniendo la puerta principal de
la calle, en lo que gastó 60.000 ducados, a fin de que los poseedores de su
mayorazgo tuviesen alguna comodidad y quedase memoria en el mismo, por haber
faltado las casas que tenían en la ciudad de Toledo y otras en Madrid, junto a
la parroquia de Santiago. A la muerte de D. José López de Chaves y Toledo,
marqués de Villamagna y Cardeñosa, en virtud del mandamiento del alcalde, D.
Lorenzo Matéu de Villamayor, caballero de Santiago, despachado el 11 de noviembre
de 1704, se dio posesión del mayorazgo de Villamagna y de la casa principal de
Madrid a D. Bartolomé Ramírez de
Arellano y Toledo, marqués de Gelo, cuya hija, Doña Catalina Ramírez de
Arellano Enríquez de Toledo llevó su mayorazgo, a la Casa de D. Hermenegildo
Hurtado de Mendoza, que fue, por tanto, marqués de Gelo y de Villamagna. El 28
de agosto de 1740 la permutó con la duquesa de Arcos, Doña Ana Espínola de la
Cerda, con unos censos sobre el estado de Arcos; entablaron demanda de nulidad
contra los herederos de dicha señora, los Duques de Arcos, de Baños y de
Aveiro; pero se convinieron y ajustaron el 18 de junio de 1749, volviendo las
cosas al estado que antes tenían; y D. Hermenegildo Manuel Hurtado de Mendoza
Álvarez de Toledo, marqués de Gelo y Villamagna y señor de Bolaños, otorgó
escritura de censo en favor de las memorias que en el convento de la Santísima
Trinidad, de esta corte, fundó Doña Eugenia Bocángel, sujetando a su seguridad
e hipoteca la casa el 11 de abril de 1758. Aún permaneció en su poder hasta el
3 de septiembre de 1787, en que la vendió al Excmo. Sr. D. Manuel de Negrete y
de la Torre, caballero de la Orden de Santiago, conde de Campo Alange, previa
facultad dada en Aranjuez, a 5 de mayo de aquel año, en precio de 1.291.776 reales. El Se subrogó por D. Francisco Javier de
Negrete, en el mayorazgo de la Torre, en lugar de la casa jardín y huerta, que
se enajenó en Carabanchel, en favor de la Reina por un millón de reales, por
escritura ante José Antonio Canosa, el 3 de diciembre de 1803. Hicieron los
nuevos propietarios notables mejoras, llevadas a cabo por los arquitectos D.
Tomás del Río, D. Mateo Guil y D. José de la Vallina, que se valoraron en 1.436.636 reales, dándole un valor total
de 2.559.581 reales. En ella vivió el embajador francés Bernoville, que la
alquiló el 19 de enero de 1803, por precio de 75.000 reales anuales. El 3 de
noviembre de 1819 falleció D. Manuel María de Negrete, conde de Campo Alange, y
sus mayorazgos recayeron en D. Francisco Javier, que se hallaba refugiado en
Francia, de quien era administrador legal D. José María de Negrete, su hijo, y
de los mismos tomó posesión el citado D. José María, representado por D. Juan
de la Torre Rújula, el 18 de enero de 1827; por su muerte heroica en Bilbao, en
1836, sucedió en sus bienes su hermana, Doña María Manuela de Negrete y Cepeda,
mujer legítima de D. Luis de Salamanca, que se posesionó de ellos el 27 de
febrero de 1842. Cuatro años más tarde, el 28 de noviembre de 1846, la vendió a
D. Bartolomé Santamarca, caballero de la Orden de Carlos III, comendador de
Isabel la Católica, comisario de Marina. Creado Conde de Santamarca por S. S.
el Papa Pío IX, autorizado para su uso en España el 28 de noviembre de 1863,
convertido en título del Reino por R. D. de 28 de octubre de 1864, murió el 9
de octubre de 1874. Le sucedió su hija, Doña Carlota Santamarca y Donato, por
Real carta de 26 de noviembre de 1875, por su matrimonio Marquesa de Sierra
Bullones y Duquesa de Nájera.
La fábrica se componía de cimientos de cal y cantos de
pedernal, la mayor parte de machos de ladrillo y tapias de tierra muy mal
tratadas; los tabiques con basas y forjados de cascote y yeso, los suelos de
bovedilla, y cielos rasos de madera, de a seis viguetas y de a ocho. La
fachada, de la misma fábrica de ladrillo y tierra, con varias rejas y balcones;
la portada de jambas, dintel y batiente, toda de piedra berroqueña moldeada, el
alero de Escocia y canalones de hoja de lata, con losas en toda su línea en el
piso. La fachada interior, que daba al jardín, en los mismos términos que la
antecedente, con rejas y balcones. En lo interior, diferentes tabiques, con
varios gruesos, puertas y ventanas moldeadas a la francesa, y ordinarias, con
sus herrajes, solados de baldosas y ladrillos, algunos de yeso, armaduras de
varias maderas, como son viguetas de a seis y de a ocho, entablados y tejados,
escalera principal, almas y puentes de viguetas, peldaños de madera de a media
vara, y entre otras escaleras interiores de maderas de a seis, blanqueos, hogares,
chimeneas, empedrados, fuentes, pilones y tazas, y dos reales de agua.
El agua procedía de la concesión que se hizo el 3 de
julio de 1643, que se concedió al Marqués de Villamagna, en permuta y
recompensa de una noria de sus casas para conducir el agua de ella al viaje
público, y otro real del viaje bajo, por venta que la J u n t a de Fuentes hizo
a Pedro de Ledesma el 7 de julio de 1621, y otro medio real por el acuerdo
citado y otros de 24 de enero y 26 de agosto de 1633.
El nuevo propietario, uno de los más opulentos vecinos
del Madrid de su época, procedió a su demolición y levantó un edificio suntuoso
que hemos alcanzado antes de su incorporación en el Banco de España. Fue el
arquitecto D. José Alejandro y Álvarez, cuyo proyecto con cariátides en el cuerpo
superior no ejecutó aquí y sí en la casa de Rivas, en la carrera de San
Jerónimo, que todavía permanece en pie sin modificaciones notables.
Junto al palacio de Alcañices, se encuentra una antigua propiedad que adquiere, en 1626, don Manuel de Zúñiga Fonseca, VI Conde de Monterrey. En 1744 pasa a pertenecer a la Real Congregación de San Fermín de los Navarros.
La Congregación, para poder sufragar los gastos realizados en la adecuación de una galería en iglesia, en 1748 arrienda la casa principal de la propiedad, siendo uno de los arrendatarios el Duque de Béjar. Dos años más tarde venden dicha casa al Conde de Atarés y éste a su vez, en 1786, a la Real Hacienda que instala la sede del primer observatorio astronómico y en 1881 pasa a ser Escuela de Ingenieros de Camino, Canales y Puertos.
En 1885 la Congregación de San Fermín de los Navarros vende la iglesia y el jardín para ampliar el edificio que está construyendo el Banco de España.
Para la construcción del edificio que será la sede del Banco de España, además de la iglesia y jardín de de San Fermín de los Navarros, adquieren el palacio de Alcañices, la Escuela de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos y unos solares pertenecientes al Marqués de Larios.
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