La ermita de Santa María Magdalena estuvo en el número 30 de la calle de Atocha. De la ermita tomó luego el nombre del convento de Santa María Magdalena, conocido como el convento de las Recogidas.
Estancos. Los géneros estancados por la real Hacienda, como son papel sellado y letras de cambio, tabaco y sal, se venden en la real Aduana, y para mayor comodidad del público hay establecidos varios estanquillos en la población donde se despachan por menor, excepto la sal. Estos son 37, y están situados en la puerta del Sol, Palacio, Platerías, Puerta Cerrada, Caños a los Consejos, calles de Segovia, Leganitos, plazuela de santo Domingo, Cuarteles, san Bernardo, Pez, Desengaño, san Ildefonso, Hospicio, Recogidas, san Luis, plazuela de la Paja, Cuatro Calles, Cruz, Santo Tomás, Barrio Nuevo, Antón Martín, San Juan, Atocha, Santa Isabel, Merced, Lavapiés, Embajadores, San Isidro, Rastro, Cava baja, Calatrava, Puerta de Moros, plazuela de la Cebada, puerta de San Vicente, puentes de Segovia y Toledo.
Casas de reclusión Santa María Magdalena (vulgo Recogidas ). Tuvo principio en 1587 en el hospital de peregrinos, y de allí se trasladaron en 1623 a su casa en la calle de Hortaleza. Sirve de reclusión decente para mujeres, y está al cuidado de las religiosas de santa María Magdalena de la Penitencia; no se admite en esta casa ninguna mujer que no haya sido pública pecadora, y una vez entrando allí, no pueden salir más que para religiosas o casadas. Hay también una sala donde se guardan las mujeres a quienes sus parientes envían por castigo.
Arrepentidas . Fue fundada esta casa también de reclusión de mujeres en 1771, con la diferencia de poder salir de ella a su voluntad. Está situada en la calle de san Leonardo.
San Nicolás de Bari . También es este colegio reclusión de mujeres, y fue fundado en 1691 en la calle de Atocha, donde existe.
Real casa de la Galera . Sirve de encierro y corrección a mujeres de mala vida, y está sita en la calle del Soldado.
Manual de Madrid. Descripción de la Corte y de la Villa. Ramón de Mesonero Romanos 1831
El hospital de Peregrinos de la Vera Cruz se trasladó, en 1555, a la calle de Tetuán, que antiguamente y por esta causa se llamaba de Peregrinos. Este hospital, regido por frailes franciscanos, era como todos los de la Edad Media muy distinto a lo que su nombre hoy nos sugiere; era más bien un albergue: proporcionaba cobijo para dormir, espacio para descansar y comida, con algún servicio complementario como arreglo de ropa y calzado. La asistencia se daba totalmente gratuita y allí podían permanecer durante una semana "de bóbilis" los visitantes menesterosos que acudían a Madrid. Algunos de estos hospitales, no todos, contaban con infraestructura para cuidar y sanar enfermos.
En 1580, este hospital fue requerido por el Ayuntamiento para recoger a los atacados de una pestilencia; que así se llamaba entonces a las epidemias de gripe o catarro que con tanta frecuencia han castigado a Madrid. Y como uno de los síntomas de la enfermedad era el estornudo, desde aquella época viene la costumbre de decir "Jesús" ante tal convulsión, expresando cristianamente el deseo de que el enfermo curase.
En 1587, al haber quedado sin uso el hospital, se empezaron a recoger mujeres arrepentidas de su mala vida, que al ir empezando a tomar cuerpo de Comunidad, el presidente del Consejo de Castilla don Francisco de Contreras les edificó en la calle de Hortaleza, en 1623, el convento de Recogidas de Santa María Magdalena de la Penitencia. Este edificio es, en la actualidad, sede de una central sindical.
Convento de Santa María Magdalena de la Penitencia, conocido como Recogidas.
En el Hospital de Peregrinos del arrabal del Arenal- situado en la antigua calle de los Peregrinos que iba desde la plaza de Celenque hasta el número doce de la actual calle de Tetuán- se recogían por la orden de monjas terciarias franciscanas desde 1587 mujeres de mala vida que sólo podían salir para casarse o para ingresar en un convento. En 1623 Francisco de Contreras, presidente del Consejo de Castilla, las mandó trasladar a un nuevo edificio en la calle Hortaleza. Era el convento de Santa María Magdalena de la Penitencia. Fue construido en torno al año 1620 y a partir de mayo de 1623 fue ocupado por las hermanas terciarias franciscanas y una cincuentena de Arrepentidas de la mala vida, empezó a ser conocido popularmente como el convento de las Recogidas. En mayo de 1623, debido al ruinoso estado del edificio donde se hallaba el Hospital, don Francisco de Contreras y Ribera, gobernador del Consejo Real y Supremo de Castilla, ordena el traslado de las monjas franciscanas terciarias al nuevo convento de la calle Hortaleza.
El diez de mayo 1623 del Hospital de Peregrinos sale una procesión, de veinte hermanas de la congregación de las terciarias franciscanas a las que acompañan cincuenta arrepentidas. Desde el cercano Monasterio Real de las Descalzas los reyes ven pasar la procesión que sigue su camino hasta la calle Hortaleza, hasta el nuevo convento de Santa Maria Magdalena de la Penitencia. Estaba situado frente al hospital de leprosos de los clérigos de San Antonio Abad. En la fachada de este hospital, donde confluyen las calles de Hortaleza y de Santa Brígida, había una fuente que pronto empezó a conocerse como Fuente de Las Recogidas. Hacia 1770 fue sustituida por la fuente de los Galápagos y a principios del siglo XX por la de los Delfines. En la actualidad el antiguo hospital de leprosos continúa en obras y la fuente no puede verse por estar tapada. Parece que bajo ambos conventos un túnel subterráneo los comunicaba.
En 1744, se traslada al convento de Santa María Magdalena la Santa y Real Hermandad de Nuestra Señora de la Esperanza y Santo Celo, fundada por Felipe V el 30 de diciembre de 1733. La Hermandad se encargó de recoger a cuantas prostitutas pudo, estuvieran o no arrepentidas de serlo, por lo general eran mujeres de mala vida que llegaban allí contra su voluntad, bien por instigación de los padres o algún otro familiar, incluidos maridos, o por resolución de las autoridades judiciales. También se prestó a albergar jovencitas que se hallaban en cinta, víctimas de engaños o falsas promesas de casamiento y tras los muros de la Hermandad, ocultaban su embarazo y pagaban su pecado. La Hermandad lleva a cabo hasta 1845 la vulgarmente conocida Ronda del Pecado Mortal. Una procesión que se paseaba por las calles más conflictivas en la penumbra del ocaso. Vestidos de riguroso hábito oscuro, con el soniquete de las campanillas, a la luz de las antorchas y cantando coplas con letra que relataba los males derivados de la mala vida. La misión de la ronda era no solo sacar a las prostitutas de la calle, también pedir limosna y disuadir a los posibles usuarios de los servicios de las damas.
En 1897, cuando deja de pertenecer a la orden de las terciarias franciscanas y pasa a la orden de las calatravas cistercienses, el arquitecto Ricardo García Guereta reconstruye la iglesia del convento de Santa María Magdalena con una bóveda falsa bajo la estructura original de la cubierta y la fachada exterior se recubre con ladrillo de estilo neo mudéjar. En 1916 Jesús Carrasco lo hizo con el convento.
El edificio ardió en 1936, siendo reconstruido en la posguerra.
La última comunidad religiosa que habitó el convento de las Arrecogidas lo abandonó en 1974. Es abandonado y llega a ser una ruina. La U.G.T. lo compra en 1987 y lo restaura. En junio de 1989 lo ocupa la Ejecutiva Confederal de U.G.T. Pedro Almodóvar graba parte de su película “Entre tinieblas”.
La calle Tetuán rinde homenaje a la victoria española en la guerra de África. En su origen fueron tres cortas calles: la de Peregrinos, que iba desde la plaza de Celenque hasta el número doce; la de la Zarza, que era la más pequeña, ya que iba desde ese número hasta la calle Preciados; y la de los Negros, entre la calle del Carmen y la Plaza del mismo nombre.
A mediados del siglo XVI moría doña Ana Rodríguez. En su testamento dejaba las casas que poseía junto al barranco de la zarza a la Cofradía de Nuestra Señora de Gracia. Dicha Cofradía fundó en esas fincas un hospital para peregrinos, que funcionó desde 1555 hasta 1587. El Ayuntamiento instaló aquí durante algún tiempo una enfermería para curar a los enfermos de peste. Después de 1587 se utiliza el edificio para albergar a mujeres arrepentidas. En 1623 fueron trasladadas al Convento de la Magdalena y se trató de vender el hospicio de los peregrinos para crear la fundación de estas mujeres, pero la hermandad que lo regentaba se negó. En 1643, el hospital pasa a manos de Bernardino de Obregón. El motivo es dar cumplimiento al decreto del Consejo de Castilla de 1591 que ordenaba la reducción de hospitales. Dos siglos después, en 1860, al final de la calle de Peregrinos, en el número doce, nacía Casa Labra. Una taberna que se convertirá en una de las leyendas gastronómicas de la ciudad. Será mencionada, sin ser nombrada en “La busca”, de Pío Baroja, y se convertirá en un símbolo para la historia del socialismo madrileño, ya que en 1879 Pablo Iglesias funda allí el Partido Socialista Obrero Español.
En 1792 se conoce una solicitud al rey por la Real Hermandad de María Santísima de la Esperanza de que se pusiera remedio a la difícil situación creada por no existir apenas independencia entre las habitaciones de la Casa de las Recogidas y las de los partos vergonzosos, estimando que estas últimas no debían encontrarse en un lugar tan céntrico como la calle Hortaleza.
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