Santas Justa y Rufina, patronas de los alfareros. En una capilla lateral de la Colegiata
Fue construida en el siglo XII y reformada en el XIV para transformarla en Colegiata, siguiendo de cerca el modelo de la catedral de Toledo. En su fachada gótico-mudéjar sobresale un rosetón flamígero.
Recuerdo del enterramiento del autor de La Celestina.
Placa que recuerda a Fray Hernando de Talavera.
Placa que recuerda a Fray Hernando de Talavera.
Existe documentalmente desde el año 1194 y en el año 1211, en un viaje de Alfonso VIII y el arzobispo Jiménez de Rada, se acordó elevarla a colegial. En el siglo XIV sufrió una nueva y completa reforma a cargo del maestro Alfonso, arquitecto del arzobispo de Toledo Tenorio. Las obras se terminaron a mediados del siglo XV.Después de siete años cerrada merece una visita al igual que Talavera de la Reina.
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