jueves, 26 de mayo de 2011

Puebla de Almenara. Cuenca


La Puebla de Almenara fue fundada por el infante don Juan Manuel en 1370.

Es abastecimiento de sal a Madrid venía de Ambite, Brea, Estremera, Puebla Almenara, Valderacete.

El de Guadalajara de  Almonacid de Zorita, Mondejar y Villar.

El de Cuenca de Barajas de Melo, Buanameson, Carrascosa del Campo, Huelves, Leganiel, Mazarulleque, Palomares del Campo, Puebla Almenara y Villanueva de Alcardete.

Por el Catastro de Ensenada sabemos que La Puebla de Almenara se sustentaban de hacer cántaros para el agua.

Iñigo y Diego Hurtado de Mendoza y Luna, son el I y el II marqués de Almenar. Muere el primero sin hijos y el segundo sin casar. Son bisnietos del Cardenal Pedro Gonzalez de Mendoza, señor de La Puebla de Almenara desde 1487. Son primos hermanos de Ana de Mendoza y de la Cerda por su matrimonio princesa de Éboli, duquesa de Pastrana y Estremera, de la rama primogénita de la Casa del Cardenal Mendoza.

A falta de sucesión en los dos primeros marqueses de Almenara pasa el título a su prima hermana y sigue en la Casa de los Pastrana. El IV duque de Pastrana casa con su pariente la marquesa de Cenete que será  la VIII duquesa del Infantado. 

Catalina Gómez de Sandoval y Mendoza, 1616-1686, fue la VIII duquesa del Infantado al morir en 1657 su hermano. Era Duquesa consorte de Pastrana por estar casada en 1630 con Rodrigo Díaz de Vivar de Silva y Mendoza, IV duque de Pastrana, duque de Francavilla, príncipe de Melito, marqués de Almenara.

Viuda del duque de Pastrana, mantuvo el título del Infantado hasta su muerte. Levantó el convento de los Capuchinos de Jadraque, ayudó al de Carmelitas de Guadalajara dónde profesó su hija Leonor y compró el lugar donde se levantó la casa de los Infantado en Chamartín de la Rosa en Madrid, el "palacio viejo". En 1808 se alojaría Napoleón en Chamartín, pero en el "palacio nuevo" de los duques. 

 Los duques de Pastrana-Infantado decidieron donar sus terrenos en Chamartín de la Rosa para la fundación del colegio y las clases comenzaron a inicios de 1880. Los terrenos eran los de la Quinta de El Recuerdo, donde según algunos historiadores residió Napoleón en 1808 y se firmó la capitulación de Madrid, si bien estos datos se contradicen con los aportados por otros especialistas que sitúan el episodio histórico en el actual colegio del Sagrado Corazón, cuyos terrenos también fueron donación de los Duques de Pastrana, a cuya finca de Chamartín de la Rosa pertenecían. El edificio original del colegio, de estilo neogótico, fue proyectado por el Marqués de Cubas a finales del siglo XIX. En 1920, se construyó un nuevo edificio de estilo neogótico-mudéjar a cargo del arquitecto Modesto López Otero, inspirado en la casa de Ignacio de Loyola, en Azpeitia.

En 1679, Doña Catalina, viuda de Ruy Gómez de Silva, IV duque de Pastrana  compra a  Luisa de Góngora, viuda de don Juan, la villa de Chamartín, anexionándola a sus posesiones.
Dueña ya la duquesa del Infantado de toda la hacienda, se dedicará a sanearla, reconstruyendo sus casas principales, sus edificios y poniendo a trabajar las tierras. Los Infantado  frecuentarán las fincas como lugar de descanso.  Restauran el palacio del Infantado, denomonado “palacio viejo” de la finca “El Recuerdo”, hermoseando sus jardines y senderos y construyendo un nuevo palacio en la que fuera finca de Guillamas, que se conocería como “palacio nuevo”, más adelante Colegio del Sagrado Corazón.
Ya tenía el III duque del Infantado posesiones en Chamartín.

Tuvo un pleito por el ducado de Lerma con Diego Gómez de Sandoval, unico nieto varón del primer duque de Lerma e hijo del padre de Catalina, pues el conde de Saldaña Diego se había vuelto a casar. 
En 1668 murió Diego y Catalina tomó posesión del ducado de Lerma.
Catalina Gómez de Sandoval y Mendoza, IX condesa de Saldaña, marquesa de Santillana, marquesa de Cenete, marquesa de Argüeso, marquesa de Campoo, condesa del Real de Manzanares, duquesa de Lerma, duquesa de Cea, duquesa de Ampudia,  señora de las casa de Mendoza y la Vega, señora de Hita y Buitrago, hija de Diego Gómez de Sandoval y Rojas, conde de Saldaña por su mujer, hijo de los I duques de Lerma,  y de Luisa de Mendoza, VII condesa de Saldaña,  hija de Rodrigo de Mendoza de los IV condes de Saldaña,  y de su pariente Ana de Mendoza, VI condesa de Saldaña, VI duquesa del Infantado.

Dicen que Almenara lo fundó Alvar Fáñez de Minaya, y ello es para darle un origen legendario, ni más ni menos que el que merece tamaña fortaleza, tan alta supremacía de rocas contra el cielo. En un espacio aislado entre Villamayor de Santiago y Belmonte, sobre unos cerros cubiertos de manchas de encinar, se eleva el castillo de Almenara, que fue construido a finales del siglo XII, en tiempos de Alfonso VIII. Su inicial poseedora sería la Orden de Santiago, asentada en su origen en estos lares conquenses. Pero a mediados del siglo XIV la vemos en manos del todopoderoso infante don Juan Manuel, quien dio carta-puebla, fuero nuevo y ánimos para crear en su falda la Puebla de Almenara, el pueblo que aún hoy vive. En el siglo XVaparece como dueño Juan de Heredia, a quien en 1487 se lo compró el gran cardenal Mendoza, y es de entonces todo lo que hoy vemos, aunque sea en ruinas. Incluso se ha encontrado el nombre del arquitecto que levantó esta fortaleza, Juan de Zamora, porque en Iscar (Valladolid) hizo antes otra muy parecida. En el siglo XVI fue su señora y dueña la princesa de Éboli —quién lo diría— y en 1578, en la Relación de los ancianos del lugar, se describe al castillo como un lujoso y maravilloso edificio “de cuento de hadas”, que tenía dos recintos concéntricos, en el interior alzada la torre del homenaje —residencia de alcaides y maestres recaudadores— y bajo su suelo un amplio aljibe con cuadras y dependencias que hoy se visitan y asombran por su buena conservación. La estampa de Almenara, en todo caso, especialmente vista en la distancia, es lo mejor de este castro. 

elmundomedieval.com 


Hace el Cardenal mayorazgo del castillo y la puebla de Almenara en su hijo mayor Diego en 1489. De Diego pasa Almenara a su segundo hijo Gastón y de este a sus hijos, que son I y II marqués de Almenara, sin sucesión, que pasa a su prima hermana la princesa de Éboli, sobrina de Gastón como hija de su hermano mayor también de nombre Diego.

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