jueves, 5 de mayo de 2011

Cervantes en Beteta, Cuenca.


En los relatos de la vida de Cervantes se hace referencia a que su hija Isabel ,parece que nacida fuera del matrimonio con Cataliza de Salazar y Palacios, estuvo casada con un empleado de una compañía de ferrerías lo que llevó al matrimonio a residir durante un tiempo en la ferrería de Santa Cristina, situada en pleno corazón de la Serranía de Cuenca, al pié del río Guadiela, en las proximidades de la localidad de Beteta. 

Es muy posible que por este motivo el autor de la famosa novela visitara a su familia lo que le habría permitido conocer este espacio conquense, que a pesar de no ser citado en la obra, sus habitantes reconocen en ella y justifican con este argumento el paso del caballero andante y su escudero por esas tierras, en las que hay además una cueva, desde muy antiguo denominada, de don Quijote.

Isabel de Saavedra casa en dos ocasiones. La primera en 1606 con Diego Sanz y la segunda después de 1611 con Luis de Molina, antes vecino de Cuenca. Muere el segundo marido de Isabel de Saavedra el 23 de Enero de 1632 en una casa de la madrileña Red de San Luis. 
Parece que nace Isabel hacia 1584/1585. En 1584 casa Cervantes con Catalina de Salazar y Palacios. Ana de Villafranca de Rojas, mujer del tabernero Alonso Rodreguez, es la madre de Isabel

El Guadiela nace en la sierra de Cuenca, a unos 4 km al este de Cueva del Hierro. Uno de sus afluentes es el río Cuervo que se une a él en el puente de Vadillos, pedanía de Cañizares, aunque su principal afluente es el río Escabas, que desemboca en el Guadiela después de pasar por Priego, y poco antes de la cola del embalse de Buendía.

Cueva del Hierro da con su nombre ya señal de la existencia de yacimientos de hierro en estas tierras de la serranía conquense. En los siglo XVI y XVII nacen en la zona importantes factorías, encajadas siempre en los valles fluviales. Son conocidas como ferrerías y en otros casos como martinetes. Así podemos encontrar las de Santa Cristina en el Guadiela, las de El Tobar y la Vega de El Codorno en el río Cuervo, El Martinete en las inmediaciones del puente del mismo nombre sobre el Tajo en Peralejo de las Truchas, señorío de Molina, que limita Cuenca y Guadalajara, y especialmente la de los Chorros en Huélamo.   

A finales de los años 1950 surge en Beteta una iniciativa de siderurgia a gran escala. Por esas fechas la mina pertenecía a los marqueses de Urquijo. En los aledaños de la villa en el paraje conocido como "Los Hornos" se construyó con hormigón y material refractivo un horno que estuvo en funcionamiento a lo largo de los años setenta. Dio trabajo en la mina y en la factoría a buena parte de la serranía. 

El mineral llegaba a Beteta en camiones pero la gran necesidad de carbón mineral puso en entredicho la rentabilidad de la factoría. La hulla y antracita debían llegar desde las cuencas asturianas por vía marítima hasta Valencia, por tren hasta Cuenca y Chillarón, y en camión hasta la serranía.

Por otra parte los lignitos, carbón de baja calidad, de Teruel y Guadalajara no cubrían las mínimas necesidades caloríficas de alto horno. De uno u otro modo la infructuosa búsqueda de carbón rentable acabó a finales de los sesenta con el cierre de Los Hornos.

En 1998 y por iniciativa del Ayuntamiento, la mina se rehabilita y abre a los visitantes como fuente de cultura histórica y etnológica.

2 comentarios:

  1. Interesantísimo blog, que acabo de descubrir.
    Un saludo.
    Felicidades por todas las entradas; lo bien que lo voy a pasar leyéndolas todas!!

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  2. Paloma: Dentro del mayor respeto por tu magnífico blog, te manifiesto que existen algunos datos que le restan credibilidad. La cueva existente en la Hoz de Beteta no se llamó jamás Cueva de Don Quijote. Ese nombre se lo puso la Administración a mediados de los años 50, sin mucho éxito, por cierto porque, como sucedíó siempre, le siguen llamando hoy día por su nombre "Cueva de la Ramera".
    Santa Cristina no está cerca de Beteta, aunque esto depende de en qué escala hablamos. Es un caserío perteneciente a Carrascosa de la Sierra (Cuenca) y su comunicación con Beteta es dificultosísima y mucho más en tiempos de Cervantes. La relación de Cervantes con la Serranía lo es con Carrascosa de la Sierra y con Cañizares, ya que ete caserío dependía civilmente de la primera población y religiosamente de la segunda. El primer marido de Isabel de Cervantes era Diego Sanz del Aguila y no se conoce en que año contrajeron matrimonio, si que era el padre de Ana Sanz Cervantes, la única nieta de Principe de los Ingenios y que murio a muy temprana edad. Ella era la heredera de la casa de La Red de San Luis por testamento de su padre, D. Diego Sanz que no llegó a conocerla.
    Fue en 1608 cuando se casó con D. Luis de Molina y en ese mismo año nació la hija póstuma de Diego Sanz del Aguila e Isabel de Cervantes.
    El plano que diseñó para la Real academia de la Historia D. Tomás López, Capintán de Ingenieros y geógrafo en tiempos de Carlos III y a finales del S. XVIII, muestra claramente en su trazado del camino de D. Quijote, que éste no pasó por Beteta sino por Carrascosa desde donde fué a Peñalén y de ahí a Molina de Aragón.

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