martes, 30 de junio de 2020

Cerro de San Juan. Castillo de Garcimuñoz. Cuenca




Cerro de San Juan 



 Castillo del marqués de Villena



En el borde superior el castillo del marqués de Villena y en línea recta hacia abajo de la foto el Cerro de San Juan.




La fortaleza del Caballero de Garcimuñoz

“La fortaleza del Caballero de Garcimuñoz, descubierta en el Cerro de San Juan, se construiría a partir de la asimilación cristiana que sucedería entre la toma de Zafra de Záncara en 1179 y la de Alarcón en 1184”.




Las últimas excavaciones a las afueras de Castillo de Garcimuñoz, en el Cerro de San Juan, donde se encuentran las ruinas de la primitiva iglesia de San Juan Bautista de la segunda mitad del siglo XIII han sacado a la luz los restos de lo que podría ser la fortaleza del Caballero de Garcimuñoz y, en consecuencia, el origen cristiano de la localidad.

En el Cerro de San Juan se veía lo que parecía una muralla pegada a lo que era el ábside de la antigua iglesia de San Juan Bautista, junto a la muralla de don Juan Manuel.

La primitiva iglesia de San Juan Bautista de la segunda mitad del siglo XIII se menciona en las Relaciones Topográficas de Felipe II de fines del siglo XVI. Los restos del Castillo del Caballero Garcimuñoz se encontrarían anulados por la iglesia de San Juan Bautista.

La iglesia de San Juan Bautista se hunde en 1630 y la nueva iglesia bajo la misma advocación se levanta en el castillo de don Juan Manuel

Según noticias  históricas parece que se levantó en el último cuarto del siglo XII. De ser cierta la existencia de este castillo del Caballero Garcimuñoz el origen del pueblo deja ser leyenda.

Este enclave, amurallado, sería el origen de la actual poblacion de Castillo de Garcimuñoz, que cuenta con otro castillo que fue levantado por el infante don Juan Manuel en donde se sitúa la fortaleza islámica de Hamal y sobre este construye el marqués de Villena el suyo.





En el período de ocupación musulmana estas tierras se llamaban al-Marg Hamal

En 1172 estaba ocupado por los cristianos cuando las tropas almohades del sultán Abú Yaqúb Yusúf, que se dirigían hacia la ciudad de Huete, lo tomaron por sorpresa, mataron a sus hombres y esclavizaron a mujeres y niños.

En el año 2008 Joaquín Parerisas realizó una excavación en el castillo de don Juan Manuel, levantado sobre la fortaleza musulmana de Hamal, que yace debajo del que construyó don Juan Pacheco, pero los resultados obtenidos (una blanca del rey Juan II, dos juegos de alquerque, cerámica valenciana, unas cañerías de agua y las paredes de piedra y yeso de un alcázar cristiano) no aportan datos novedosos.

En el año 2010 Sonia López Melón excava la entrada al castillo de don Juan Pacheco y en la entrada encuentra restos del alcázar de don Juan Manuel, posteriormente el arqueólogo Michel Muñoz halla en diversos sitios del mencionado alcázar restos de tapial calicastrado, todo lo cual induce a pensar que los restos más antiguos del alcázar pueden ser del siglo X.


En 1177, el rey Alfonso VIII conquista la ciudad de Cuenca.

En 1179, dos años después, es probable que también conquistara este emplazamiento musulmán, después de la toma de Zafra de Záncara.

El Caballero García Muñoz, que acompañaba al rey, y que confirma tres de sus documentos (uno en 1167 y dos en 1179), debió ser nombrado alcaide del Castillo y encargado de su repoblación, de aquí que a la población, en lo sucesivo, se la conozca como Castillo de Garcimuñoz. La repoblación de Alfonso VIII se realizó con gentes provenientes de Extremadura y Burgos.

El Caballero García Muñoz parece que levanta su propia fortaleza en el cerro llamado de San Juan. Recibe este nombre por encontrarse  aquí hasta el primer tercio del siglo XVII la iglesia parroquial de San Juan Bautista. Esta iglesia  se levanta en la segunda mitad del siglo XIII aprovechando el enclave de la fortaleza del Caballero García Muñoz

En 1184, Alfonso VIII toma Alarcón a cuyo alfoz perteneció Castillo de Garcimuñoz durante 138 años.

Alfonso X el Sabio nombra a su hermano, el infante Don Manuel, Adelantado Mayor de Murcia y le otorga el señorío de Villena, en sus inicios formado por tierras de Alicante y Murcia. De este modo surge un señorío particular, el señorío de Villena, cuyos territorios en tiempos de su hijo don Juan Manuel fueron tan extensos como un reino.

La incorporación de Castillo de Garcimuñoz al señorío de Villena y así al patrimonio del Infante don Juan Manuel  ocurrió al mismo tiempo que Alarcón, a cuyo alfoz pertenecía.

Alarcón y su tierra, compuesta por 62 aldeas, pasan a formar parte del señorio de Villena por privilegio otorgado en Cuellar en 1297 y que se confirma con el tratado de Torrellas de 1304.

Don Juan Manuel habitó gran parte de su vida en el alcázar de Castillo de Garcimuñoz, en cuya torre tenía sus tesoros, según su testamento y fue aquí donde escribió gran parte de su obra literaria. Alcázar que se levanta en el lugar donde estaba la fortaleza musulmana de Hamal. Es muy probable que naciera en Garcimuñoz su hija Constanza, esposa de Pedro I de Portugal, que murió en Santarém en 1345, a los 29 años de edad, de puerperio, pocos días después de haber alumbrado a su hijo Fernando, que sería rey de Portugal con el nombre de Fernando I.

El 3 de octubre de 1322, don Juan Manuel eximió a la aldea de la jurisdicción de Alarcón y la declaró villa independiente.

El señorío de Villena tiene cuatro núcleos importantes: Alarcón, Chinchilla, Villena y Castillo de Garcimuñoz,

En 1348 muere Don Juan Manuel y le sucede su hijo Don Fernando, que fallece en 1351, probablemente envenenado. El señorío lo hereda su hija Blanca siendo una niña, por lo que éste queda bajo la tutela del caballero don Íñigo López de Orozco. Doña Blanca muere en Sevilla en la corte de Pedro I el Cruel en 1360, probablemente envenenada, para que el marquesado regrese a la corona.

Doña Juana Manuel, otra hija de don Juan Manuel, casada con Enrique de Trastamara, luego Enrique II, reclama sus derechos al marquesado. Por este y otros motivos se desencadena la guerra entre los hermanastros Pedro I y Enrique de Trastamara. Terminada la guerra civil, don Enrique concedió el marquesado de su esposa a don Alfonso de Aragón en 1367 para recompensarle por los servicios prestados durante la contienda, ya que cayó prisionero en la batalla de Nájera luchando a favor de don Enrique.

Desde la subida al trono de Enrique II, el Castillo irá pasando de la Corona a la nobleza sucesivamente hasta 1436, año en que no pasa a la corona castellana, sino al del rey de Navarra, Juan I. Dicho rey logra un compromiso matrimonial entre su hija, la infanta Blanca, y el príncipe heredero de Castilla, el futuro Enrique IV. En la dote se incluye el marquesado de Villena hasta la celebración de la boda, que tendría lugar después de cuatro años, Garcimuñoz y otras villas debían ser administradas por el rey de Navarra, pero Alarcón se negó a ello por lo que el territorio se administró desde Garcimuñoz, lugar de residencia del gobernador del mismo mosén Diego Fajardo.

Posteriormente, el rey dona la villa de Garcimuñoz a don Rodrigo de Villandrando, conde de Ribadeo, en agradecimiento por sus servicios, aunque éste nunca llegará a tomar posesión de la villa a pesar de sus continuas reclamaciones.

En 1445 la situación política era complicada. Algunos nobles no aceptaban ni la autoridad del rey Juan II ni la de su valido, Don Álvaro de Luna. Poco a poco va emergiendo la figura de don Juan Pacheco, que tiene una gran influencia sobre el príncipe Enrique, el que será Enrique IV. Gracias a la intercesión del príncipe Enrique, Juan II nombra a don Juan Pacheco marqués de Villena en 1445. Don Juan Pacheco, paulatinamente va adquiriendo una gran cantidad de tierras y villas, unas por donación de la Corona, otras por permuta y otras por compra, hasta lograr recomponer el antiguo señorío de Villena de don Juan Manuel. ​En 1449 el rey Juan II le permuta los castillos de Chinchilla y Garcimuñoz por la plaza de Medellín, con lo que el marqués afianza sus dominios, puesto que ambos castillos están estratégicamente situados dentro del señorío de Villena.

Don Juan Pacheco construyó una nueva fortaleza en Garci Muñoz, sobre el antiguo alcázar de yeso de don Juan Manuel.

El hijo de don Juan Pacheco, Diego López Pacheco, se puso a la cabeza de la oposición a la subida al trono de Isabel la Católica, junto al arzobispo de Toledo Don Alfonso Carrillo. En esta guerra sucesoria tras la muerte de Enrique IV juegan un papel importante las villas de Belmonte, Alarcón y Castillo de Garcimuñoz, que eran el último reducto del marquesado de Villena, tras caer Almansa, Chinchilla y la mayoría de las villas del marquesado de Villena. Los reyes enviaron a Jorge Manrique y a Pedro Ruiz de Alarcón como capitanes de las Hermandades de Toledo, y a Pedro Fajardo, Adelantado de Murcia, a conquistarlas. Luchando contra las fuerzas del capitán del marqués don Pedro de Baeza, Jorge Manrique fue herido por una lanzada que le dieron debajo de los riñones, al cruzar un ribazo, a tres kilómetros del castillo de Garcimuñoz en el camino de la aldea de La Nava. Enterado del acontecimiento, don Diego López Pacheco, haciendo gala de su espíritu caballeresco, le envió sus propio cirujanos, (maese Rodrigo y Mestre Lorencio) pero Jorge Manrique, murió poco después (24-4-1479) en la cercana villa de Santa María del Campo Rus, donde tenía instalado su campamento y fue enterrado en Uclés junto a su padre, el maestre de la orden de Santiago, Rodrigo Manrique.


Castillo de Garcimuñoz hasta el siglo XVII tenía bajo su jurisdicción las aldeas de Pinarejo, La Nava, Torrubia del Castillo, Don Benito, Ucero, Villafranca, La Almarcha y La Puebla. Con La Almarcha en 1687 comenzó la emancipación que después prosiguió Pinarejo (1765) y Torrubia, el resto de las aldeas terminaron desapareciendo.

El 1 de marzo de 1480 firma en Belmonte la segunda concordia con los Reyes Católicos. Con ello termina la contienda y también la importancia guerrera del Castillo de Garcimuñoz. 

El patrimonio de Don Diego López Pacheco sufrirá una importante merma en su señorío, sólo le quedaron: Alarcón, Belmonte, Garcimuñoz y Zafra en Cuenca, Alcalá de Júcar y Jorquera en Albacete y Jumilla en Murcia.

Posteriormente, la tercera esposa de don Juan Pacheco, doña María de Velasco, reclamó para sí y para su hija Mencía la villa de Castillo de Garcimuñoz, como compensación por la dote, arras y bienes gananciales. Después de haber logrado el permiso de los Reyes Católicos (Toledo, 24-5-1480) se firmó con Pedro Díaz Soto (Escalona, 22 de junio de 1480), apoderado de doña María de Velasco y su hija, la permuta de Castillo de Garcimuñoz y un juro de heredad de 45.000 maravedíes por la villa de Riaza.24​25​ Los Reyes Católicos confirmaron esta permuta en Toledo el 22 de julio de 1480.26​

Posteriormente seguirá siendo importante como villa del marquesado de Villena, que por compromisos matrimoniales viene a juntarse con el ducado de Frías.
Hasta el primer tercio del siglo XIX, los marqueses de Villena son los señores efectivos de la villa, poniendo Corregidor en ella y cobrando las alcabalas. Es con la ley del 3 de mayo de 1823, cuando desaparece la jurisdicción de los señoríos y los tributos pasa a cobrarlos la hacienda pública en lugar del marqués, quien termina vendiendo sus pertenencias en Castillo de Garcimuñoz.

Por cuanto respecta al castillo, en una crujía del mismo se comienza a construir en 1663 la iglesia de san Juan Bautista que se inauguró el 7 de junio de 1708. En estas obras los lienzos y torres del castillo sirvieron de cantera para construir la iglesia y fueron la causa de la destrucción del castillo. Gracias a esta reutilización ha podido llegar a nuestros días, aunque en su mayor parte en estado semirruinoso. El patio de armas posteriormente fue alquilado por el cura párroco don Manuel Rufino Ximénez (24-3-1835) al marqués de Villena y duque de Frías Bernardino Fernández Pacheco para su utilización como cementerio, a causa de la prohibición del gobierno de continuar enterrando en las iglesias.

No es cierto que los Reyes Católicos mandaran desmochar sus torres y sus lienzos, pues en la Relaciones de pueblos del obispado de Cuenca, realizadas en 1579 en tiempos de Felipe II, se dice: "El remate es de muy hermosas almenas de sillería de piedra franca sobre obras muertas.



https://www.lasnoticiasdecuenca.es/provincia/castillo-garcimunoz-musealiza-patrimonio-buscando-proyeccion-50242




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