viernes, 5 de junio de 2020

Rodrigo Álvarez de las Asturias, ayo del príncipe Enrique –luego Enrique II





Río Navia y Río Porcia, Asturias



Río Tambre


Rodrigo Álvarez de Asturias y sus descendencias

Miguel García Mijares, 1893

Rodrigo Álvarez de Asturias, Señor de Noreña, del Castillo de Aguilar entre los ríos Navia y Purcia, y de los territorios llamados tambien de Aguilar, de Llanes, San Jorge y San Antolín, primer Conde de Asturias y su Gobernador supremo desde el año de 980 al 998, que obtuvo esta autoridad despues que dejaron de serlo D. Ramiro, D. Alfonso Froilaz y D. Ordoño como personas reales, cuyo cargo cedió el rey D. Ordoño el segundo al trasladar su corte de Oviedo a León.

Tenía entonces D. Rodrigo dos hijos llamados Munio Rodríguez Can, conocido más bien por el Conde Muñazan, que fue fundador del Monasterio de San Antolín de Bedón, y Nuño Álvarez de quien viene la descendencia de los Álvarez de Asturias; y una hija que se llamó Dª. Teresa Núñez, y fue madre del Cid Campeador.


La dinastía reinante en Castilla desde el siglo XIV es la de los Trastamara que adopta este nombre pues su primer monarca Enrique II es conde de Trastamara.

Tras Tamaris  Más allá del (río) Tambre y hace referencia al Condado de Trastámara, en la provincia de Galicia. 

Desemboca en la Ría de Muros y Noya.

En la época romana, el río era conocido como Tamaris, que fue el origen del nombre de la dinastía de los Trastámara.


Hereda este título de su ayo el conde de Trastamara con el que se cría y educa el príncipe Enrique que es hijo de los amores adúlteros de Alfonso XI de Castilla con su amante la dama Leonor de Guzmán.

El príncipe Enrique recibe en herencia de Rodríguez Álvarez de Asturias, que muere sin hijos, y es el ayo del que será Enrique II, tierras en Asturias y es nombrado a los seis o siete años por su padre Alfonso XI de Castilla conde de Trastamara en el año 1340.

Pedro Álvarez de las Asturias (m. Valladolid, 1286), aristócrata astur del siglo XIII, ricohombre de Castilla y mayordomo mayor de Sancho IV de Castilla.

           
Pedro era hijo de Alvar Díaz de las Asturias,​ también conocido como Alvar Díaz de Noreña, ricohombre e importante magnate asturiano, tenente en Siero, Nava, Aguilar, y otros lugares, uno de los más importantes miembros de la Casa de Nava de su generación.

Su madre fue Teresa Pérez Girón, hija de Pedro Rodríguez Girón y de su esposa Sancha Pérez de Lumiares, hija del noble portugués Pedro Alfonso Viegas de Ribadouro​ y de Urraca Alfonso, hija ilegítima del rey Alfonso I de Portugal.

Sus abuelos paternos fueron Ordoño Álvarez de Noreña y Elvira García de Braganza, hija del noble portugués García Pérez de Braganza y de su esposa Gotiña Suárez de Tougues.

Pedro tuvo tres hermanos: Alfonso, ​ Mayor la esposa de Diego Gómez de Castañeda,​ y el cardenal Ordoño Álvarez.​

Pedro Álvarez de las Asturias fue merino del adelantado mayor del Reino de León. A partir del enfrentamiento entre Alfonso X y su hijo, el futuro Sancho IV, logró un gran ascenso social. Apoyó a Sancho, quien ya como rey le recompensó con varios oficios palatinos y lo nombró su mayordomo mayor. Además, en 1285, el rey donó a Pedro la villa de Tiedra y su torre así como el realengo de Villavellid, Pobladura y Castromembibre, Valladolid, con la martiniega, yantar y demás derechos reales de estos lugares que posteriormente fueron heredados por su hija Teresa y después por el hijo de Teresa y su marido, Tello Alfonso de Meneses.

            A su muerte, recibió sepultura en el convento de San Francisco en Valladolid.

            Pedro Álvarez de las Asturias casa con Sancha Rodríguez de Lara,​ hija de Rodrigo Álvarez de Lara —hijo ilegítimo de Álvaro Núñez de Lara y de Teresa Gil de Osorno—  y de Sancha Díez de Cifuentes, hija de Diego Froilaz y de su esposa Aldonza Martínez de Silva, quien antes de su matrimonio fue amante de Alfonso IX de León de quien tuvo descendencia.

            De este matrimonio nacieron,

            Pedro Álvarez de las Asturias, fallecido antes del 6 de febrero de 1298 y sepultado en el monasterio de San Bartolomé de Nava.

            Rodrigo Álvarez de las Asturias, debido a la temprana muerte de su hermano Pedro, sucedió a su padre «en todos sus derechos y bienes». Se mandó a enterrar en el monasterio de San Vicente de Oviedo. Enrique II fue prohijado en su nacimiento por Rodrigo Álvarez de las Asturias heredó al año siguiente, a la muerte de este, su señorío del condado de Noreña. Su padre le concedió más tarde el condado de Trastámara y los señoríos sobre Lemos y Sarria, en Galicia, y las villas de Cabrera y Ribera, con lo que le constituyó un grandísimo e importante patrimonio en el noroeste de la Península.

            Teresa Álvarez de las Asturias, casada con Alfonso Téllez, hijo del infante Alfonso de Molina y hermano de la reina María de Molina, heredó de su padre la villa de Tiedra.

De los dos hermanos, Pedro y Rodrigo Álvarez de las Asturias, fue tutor, por mandato del rey Sancho IV, el noble Suer Alfonso Beltrán, según consta en un documento expedido el 19 de febrero de 1294. El 6 de febrero de 1298, Rodrigo Álvarez de las Asturias, «con el consentimiento y por el mandato de don Suer Alfonso Beltrán», testamentario de su difunto hermano Pedro, donó varias heredades el monasterio de San Bartolomé de Nava donde su hermano Pedro había recibido sepultura.


Rodrigo Álvarez de Asturias

            Adelantado mayor de León y Asturias, rico hombre de Castilla, señor de Noreña, Gijón, Avilés, Trastamara y otras villas, y del muy antiguo solar de los Álvarez, descendiente de los Infantes D. Ordoño el ciego y doña Cristina. Como había servido al           Rey D. Fernando cuarto, le dió este monarca a Ribadesella y Nava con otras mercedes, siendo también Señor de Colunga por compra a Don Alonso Beltrán.

Rodrigo Álvarez de Asturias casa con Isabel de la Cerda, nieta del infante D. Fernando de la Cerda que pretendía el reino, de quien vienen los duques de Medinaceli.

            En una señora llamada doña Sancha, tuvo un hijo llamado Alvar Díaz, que murió en días de su padre, y dejó otro hijo que se llamó Pedro Álvarez de Asturias y fue valeroso y esforzado capitán, que murió en la guerra de Algeciras, herido de una saeta en la cabeza, por encima de una capellina.

            Rodrigo Alvarez de las Asturias por testamento de 6 de Agosto de 1331 instituyó por heredero al Infante don Enrique, hijo del Rey  Alfonso el onceno y de doña Leonor de Guzmán.

            Dejó Rodrigo Álvarez de Asturias cuantiosas limosnas a todos los monasterios y malaterías- edificio destinado en otro tiempo a hospital de leprosos- que existían desde Valladolid a Oviedo: muchas misas, mandas de castillos y señoríos, y grandes haciendas.

            Rodrigo Álvarez de Asturias falleció en 1333. Su cuerpo fue enterrado en el Monasterio de San Vicente, Oviedo, del que fue comendero, en un sepulcro labrado, joya del gótico asturiano, hoy en el Museo Arqueológico de Asturias.



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