Los Estatutos de Limpieza de Sangre surgen ante las dudas de la sinceridad de las conversiones de los judios y los descubrimientos de casos de judaizantes.
Las persecuciones de judío-coversos en la ciudad de Toledo a fines del siglo XIV cuando se duda de su conversión sincera será el hecho que ponga en marcha los Estatutos de Limpieza de Sangre.
El nuevo cristiano debía demostrar su conversión y su practica sincera de su nueva religión. Pero siempre había testigos que falsamente y por envidia podían declarar prácticas judaizantes. Los estatutos de limpieza de sangre no bastaron y un siglo después, a fines del siglo XV, se pone en marcha la Inquisición.
Los partidarios de los estatutos basan su defensa en la dudosa fe de los conversos.
«mas de obrar de cristianos, y menos de blasonar lo somos viejos, que en los árboles el serlo y no dar fruto, víspera es de cortarlos».
Por ello, ya a mediados del siglo XV, Alonso de Díaz Montalvo y el obispo Alonso de Cartagena, este converso, el obispo de Cuenca,Lope de barrientos, fray Alonso de Oropesa y el obispo fray Juan de Torquemada, tío del Inquisdor General Tomás de Torquemada, denunciaron la práctica de los estatutos por que dividía a los católicos y sembraba la duda, en ocasiones las revanchas por envidias, entre cristianos nuevos,-conversos- y cristianos viejos .
Hernando del Pulgar, al escribir acerca de Juan de Torquemada —tío del inquisidor—, dijo que «sus aguelos fueron de linage de los Judios convertidos á nuestra Santa Fé Católica» en su libro Claros varones de Castilla.
En el siglo XVII la limpieza de sangre dejo de ser un problema religioso para convertirse en una justificación de la segregación social e impedir el ascenso social de aquellos que destacan acusándolos de judaizantes.
Los Estatutos favorecen la infamia y la sospecha, fundamentos del sistema de exclusión social para el afectado y sus sucesores.
La limpieza de sangre era un factor más en el ordenamiento social. El sentido de los estatutos de limpieza de sangre es el mismo que el de los mayorazgos o los gremios. Si lo bueno, la nobleza, se transmite por la sangre, también lo malo.
Los Estatutos ponían en peligro la presencia en la sociedad de Castilla de unos elementos que podemos llamar burgueses y el entramado social basado en los privilegios de la sangre. Pero los conversos se dieron cuenta de ello y sabiendo que debían participar de ese entramado buscaron ya desde el siglo XV genealogías que demostraran un linaje limpio y que fuera refrendada por un Estatuo de Hidalguía. Los servicios a la Corona eran recompensados en muchas ocasiones a los conversos con un estatuto de hidalguía.
Construir capillas y dotar fundaciones religiosas y practicar la caridad eran instrumentos para demostrar su conversión y asegurar su puesto en la sociedad en cuanto se pusieron en marcha las persecuciones religosas en el siglo XIV y las conversiones forzosas.
Ser Hidalgo, “hijos de algo”, era ser miembro de una comunidad de castellanos viejos no contaminada con sangre musulmana o judía.
Hidalgo hace referencia a hijo de algo o hijo de alguien. La palabra algo en este contexto denota "rico" o "riqueza", y por lo tanto, en un principio, era sinónimo de ricohombre. Ser Hidalgo conllevaba privilegios que no siempre se podían disfrutar sino se tenía la base material adecuada, tierras y rentas.
Presumir de Hidalgo y no trabajar otra característica mas de la Castilla del Antiguo Régimen junto con la envidia en relación con los conversos y su ascenso social.
Aquella persona que por su sangre pertenece a una
clase noble y distinguida.
Las Reales Chancillerías eran las encargadas de solventar los pleitos
de nobleza y probanza de limpieza de sangre.
El hidalgo de sangre, también llamado escudero o infanzón, era aquel a quien la nobleza le venía por descender de quienes habían disfrutado de ella desde tiempo inmemorial.
El que ha litigado por su hidalguía y ha probado ser hidalgo de sangre era reconocido como hidalgo de ejecutoria.
Hidalgo de solar conocido era el hidalgo que tenía casa solariega, o que desciende de una familia hidalga que la tiene o la ha tenido. Para ser reconocido como hidalgo solariego, era necesario justificar que los cuatro abuelos habían sido a su vez hidalgos.
Los hidalgos de privilegio eran tratados de manera despectiva en muchas ocasiones por los de sangre.La hidalguía de privilegio no llevaba aparejada automáticamente la hidalguía de sangre, ya que "el Rey puede fazer cavalleros mas non fidalgos" y era preciso el paso de tres generaciones que pudiesen acreditar la asunción del more nobilium desde el otorgamiento del privilegio para que al "hijo de padre y abuelo" se le reconociese la hidalguía.
Aquel que podía probar que sus abuelos paternos y maternos eran hidalgos de cualquier clase era denominado hidalgo de cuatro costados.
Alfonso X en la Partida Segunda, la Ley XII del Título XXI, establece dos maneras de llegar a la nobleza:
- Por saber, es decir, mediante el conocimiento y la práctica de Ciencias y Artes Liberales.
- Por bondad de costumbres.
A comienzos del siglo VI se consolida en la Península Ibérica el dominio visigodo. Los visigodos, cristianos arrianos, no mostraron inicialmente ningún interés por perseguir a los judíos.
La
situación cambió cuando el rey Recaredo se convirtió al catolicismo, deseando
la homogeneización religiosa de toda la península. Durante todo el siglo VII la
monarquía visigoda, en estrecha colaboración con la Iglesia católica, adoptó
una actitud beligerante contra las comunidades judías. Durante el reinado de
Sisebuto, las leyes antijudías se endurecieron significativamente, y se
produjeron numerosas conversiones forzosas, lo que motivó que gran número de
judíos abandonasen el reino, instalándose en el norte de África.
Los musulmanes, siguiendo las enseñanzas del Corán,
consideraban que los cristianos y judíos, en tanto que "gentes del
Libro", no debían ser convertidos a la fuerza al Islam
La
autonomía jurídica de que, como se ha dicho, disfrutaron los judíos en
Al-Andalus se concretó en la organización de sus comunidades en aljamas. Las
aljamas eran las entidades autónomas en las que se agrupaban las comunidades
judías de las diferentes localidades. Tenían sus propios magistrados y se
regían por sus propias normas jurídicas. La institución
de la aljama se trasladaría después a la España cristiana y permanecería
vigente hasta el momento de la expulsión.
Siglos
VIII y IX
Se
produce una fuerte inmigración judía procedente del norte de Africa. Ciudades
como Granada, Tarragona y Lucena reciben un flujo importante de población
judía.
Siglos
X, Época
del Califato de Córdoba; y XI, Reinos de Taifas
Será la gran época de los
judíos españoles, alcanzan su mayor bienestar y nivel cultural.
Con
los almorávides y, sobre todo, con los almohades, la situación cambió
radicalmente. Estas dinastías, de origen africano, tenían una concepción del
Islam mucho más rigorista, por lo que se mostraron mucho menos tolerantes hacia
los judíos.
A partir del siglo XII, la población judía inició un éxodo masivo:
los mayores contingentes se refugiaron en los reinos cristianos del norte,
cuyos monarcas estaban en plena actividad repobladora y precisaban del concurso
de los recién llegados.
En el plano cultural, el papel del judío dentro de
las cortes castellanas fue el de transmisor de los conocimientos árabes.
Otro de los campos en el que la presencia judía fue
indispensable fue el de la Medicina.
El judío era además el encargado de recaudar
tributos y el tesoro estatal.
Fines
del XIII
Comienzan
los problemas:
• En Aragón se les prohíbe ocupar cargos
públicos
• La peste negra
• Presión de la Iglesia
• Propaganda antijudía
• deterioro espiritual entre los judíos...
Durante
toda la Edad Media la población judía de España fue la más numerosa y de mayor
importancia económica y cultural de toda Europa.
Año
1391
Se
producen movimientos populares antijudíos propagados por el bajo clero. Se
asaltan las juderías de Sevilla, Córdoba, Toledo, Barcelona, Valencia, Gerona
etc. Se producen persecuciones y matanzas. A partir de este momento la
decadencia de las aljamas es notoria y muchos judíos tienen que emigrar o
convertirse.
Siglo
XV
La
sociedad cristiana comienza a dividirse en dos grupos: cristianos viejos y
conversos.
1478-81
Se
creó la Inquisición española
1492, 31 de Marzo. Los Reyes Católicos firman el
edicto de expulsión por el que se obliga a marcharse a todos aquellos judíos no
conversos.
Los
que se fueron y sus descendientes son los sefardíes, que a través de los siglos
han mantenido vivas la lengua y la cultura de Sefarad, denominación hebrea que
designa a España.
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