domingo, 9 de diciembre de 2018

Plaza de Venecia. Roma


La Piazza Venezia es  un importante nudo de tráfico.

Está presidida por el enorme y controvertido Monumento a Vittorio Emanuele II, levantado para honrar a la patria después de la la reunificación italiana. Para poder construirlo se tuvo que trasladar un cuerpo entero del Palacio de Venecia, destruyendo así una de las últimas plazas renacentistas que quedaban en Roma.

Además del  Vittoriano, la Plaza está cerrada por el Palazzo di Venezia y por un edificio construido en el siglo XX en simetría con este último. 
Enfilando exactamente la gran mole blanca del Vittoriano se encuentra la Via del Corso, en cuyo extremo opuesto se vislumbra el obelisco de Piazza del Popolo.



El Palazzo di Venezia fue el primer palacio renacentistaconstruido en Roma. Su severa elegancia y armonía parecen retar la ampulosidad del Vittoriano. Fue construido en el siglo XV por el Cardenal de Venecia Pietro Barbo. Cuando el cardenal fue elegido Papa en 1464, el palacio se convirtió en residencia papal. Sobre la fachada de San Marcos (doblando la esquina) se ve la logia de las bendiciones.
El palacio es famoso también porque Mussolini estableció en él su residencia oficial. Desde el balcón que se asoma a la plaza, conocido como "el balcón de Mussolini", lanzaba sus histriónicos discursos a la multitud.
Actualmente es la sede del Museo Nazionale del Palazzo di Venezia, que reúne colecciones de artes menores o aplicadas (marfiles, platería, tapices, terracotas, cerámicas...) y una pequeña pinacoteca.
Junto al Palacio está la Basílica de San Marcos, donde se encuentra la logia de las Bendiciones Papales que hemos mencionado. Es la iglesia de los venecianos en Roma. De fundación paleocristiana (siglo IV), la iglesia fue muy modificada en el siglo IX, y luego en el XV por el Cardenal de Venecia y futuro Papa Pablo II. Conserva un valioso mosaico del siglo IX en el ábside.
no se podían proclamar en público. Está situada junto a la entrada de San Marcos.

Además de la Logia (posible obra del famoso arquitecto Leon Battista Alberti), es de interés el campanario románico (siglo XII). En su interior, lo más valioso es el mosaico del ábside, del siglo IX.




Este grandilocuente monumento fue concebido a finales del XIX en honor del rey Victor Manuel II, muerto unos años después de consumarse la unificación italiana bajo su bandera. Fue concebido en un momento de gran exaltación patriótica. Su complicado programa iconográfico hace referencia a la Patria italiana, los mares que la circundan, sus virtudes cívicas, y conceptos como la Libertad, el Pensamiento y la Acción.
Para ilustrar su gigantismo basta decir que los bigotes del rey, en la estatua ecuestre, miden un metro, y que dentro del caballo se dio una cena para 12 personas.
El monumento ha sido muy controvertido desde un principio, pues ni sus dimensiones colosales, ni la blancura de su piedra, ni su retórica recargada y pomposa parecen encajar en Roma, capital del clasicismo. Por no hablar de las demoliciones de valiosos edificios que hubo que efectuar para hacer espacio a la gran mole. Se han inventado para él todo tipo de motes peyorativos: tarta de bodas, máquina de escribir... Se llegó a proponer incluso su demolición, que hoy en día no promueve ya casi nadie.





















Basilica de San Marcos, Roma.



Junto a la Plaza de Venecia se encuentra la Colina del Capitolio y los Foros Romanos


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