La Batalla de Aljubarrota del 14 de agosto de 1385 aseguró la independencia portuguesa frente a Castilla. Siete mil soldados lusos pudieron con los cuarenta mil de las tropas castellanas. Antes, el 19 de mayo, tiene lugar un enfrentamiento cuando los castellanos viniendo desde Viseu atacan tropas portugueses. Este enfrentamiento entre portugueses y castellanos es conocido como la batalla de Trancoso.
Aljubarrota se sitúa junto a la costa al
norte de Lisboa y Trancoso junto a la frontera con España y cerca de Viseu.
En Aljubarrota mueren muchos de los principales representantes de la nobleza castellana.
La guerra luso-castellana (1384-1397) se desencadenó por el problema desucesión al trono portugués ante la posibilidad de ser ocupado por Doña Beatriz, esposa de Don Juan I de Castilla. Con la revuelta de la población portuguesa en varios puntos del reino, el rey de Castilla decide entrar en Portugal en 1384 y entre febrero y octubre crea un cerco a Lisboa, por tierra y por mar, con el apoyo de la flota castellana. Una táctica que no funcionó y en abril de 1385 las Cortes de Coimbra proclamaron al Maestre de Avis, Juan de Avis- Juan I de Portugal, rey de Portugal y Don Juan I de Castila invade de nuevo Portugal el 8 de julio de 1385, por Almeida (frontera con la provincia de Salamanca), con un ejército de 40 mil hombres, yendo después a Trancoso, Celorico da Beira, Coimbra, Soure y Leiría. El ejército portugués estaba comandado por Nuno Álvares Pereira.
Es la guerra de los dos Juanes
Juan I de Portugal (Lisboa, 11 de abril de 1357-ibidem, 14
de agosto de 1433) fue rey de Portugal, fundador de la Dinastía de Avís. Era
hijo natural del rey Pedro I de Portugal y de Teresa Gille Lourenço. Por
encargo de su padre, fue criado y educado por su abuelo materno, el mercader
Lourenço Martins. En 1364 fue consagrado maestre de la Orden de Avis.
A la muerte de Pedro I, el 18 de enero de 1367, ascendió al
trono el hijo de este (medio hermano de Juan), Fernando I de Portugal. Fernando
I murió en Lisboa el 22 de octubre de 1383.
A la muerte del rey Fernando I, Leonor, su viuda, conforme
al tratado de Salvaterra de Magos por el que se llevó a cabo el matrimonio
entre su hija Beatriz y el rey Juan I de Castilla, y conforme al testamento del
rey difunto, se encargó de la regencia y el gobierno en nombre de su hija
Beatriz.
Los fracasos de Juan I de Castilla favorecieron la causa del maestre de Avís, y el 6 de abril de 1385 las Cortes portuguesas reunidas en Coímbra, tras haber declarado ilegítima a Beatriz, procedieron a elegir y proclamar al maestre de Avís como Juan I de Portugal. Las siguientes derrotas castellanas en Trancoso y Aljubarrota en mayo y en agosto de 1385 supusieron el fin de la posibilidad de imponerse Juan I de Castilla y Beatriz como reyes de Portugal.
En su reinado como rey de Portugal, Juan I conquistó Ceuta, en el norte de África en el año 1415 tras haber vencido a los defensores benimerines de la ciudad. Con su conquista comenzaron los grandes descubrimientos marítimos, gracias a la labor de su hijo el infante Enrique el Navegante, el cual empezó con su labor en 1418 con la acquiescencia de su padre.
Juan I fue el primer monarca en redactar en lengua vernácula (portugués) las leyes de su reino; ejecutó numerosas obras públicas y mereció los apelativos de “Juan el Grande”, «Juan el Grandioso» y «Juan el Padre del Pueblo». Sin embargo, el único título que se le atribuye en Portugal es «El de Buena Memoria». A su muerte (causada por la peste negra) en 1433 fue sucedido en el trono por su hijo Eduardo.
El histórico
Municipio de Trancoso conmemora anualmente su festivo municipal el día 29 de
mayo, recordando la Batalla de Trancoso, librada entre portugueses y
castellanos en el año 1385.
El 29 de Mayo se
conmemora la Batalla de São Marcos (1385), precursora de la gran victoria de la
Batalla de Aljubarrota contra Castilla, donde el rey D. João I defendió y
consolidó la independencia portuguesa. Ese día se reparte pan y naranjas entre
los niños en la meseta de São Marcos donde se trabó la batalla porque, según la
tradición, los portugueses dejaron a los castellanos a “pan y naranjas”.
En un lugar situado a 2 km del centro histórico, junto a la ermita de San
Marcos, corresponde al espacio donde, el 29 de mayo de 1385, tuvo lugar la
batalla de Trancoso. Este enfrentamiento, que culminó con la victoria del
ejército liderado por Gonzalo Vásquez Coutinho, alcaide de Trancoso, Martín Vázquez de
Acuña y Juan Fernandez Pacheco sobre el
poderoso ejército castellano, es uno de los episodios más gloriosos y
memorables de la historia de Portugal, no solo por la victoria alcanzada, sino
también por el significado militar, político y simbólico que la misma adquirió
en el contexto de la afirmación de la independencia del Reino.
Los Acuña y los Pacheco que pasan a Castilla y se convierten en el origen de algunos de los linajes nobiliarios mas importantes de Castilla, y de lo que hay muchas entrada en este BLOG.
Aunque los
estudios realizados permiten conocer varios aspectos de la batalla, tales como
la zona de posicionamiento de los ejércitos y el área donde tuvo lugar el
enfrentamiento, hasta ahora las únicas marcas de este acontecimiento visibles
en el terreno son las ruinas de la capilla medieval que D. Juan de Castilla,
como acto de venganza por la derrota sufrida, mandó incendiar, en el transcurso
de otra invasión al Reino portugués.
Reza la leyenda local, registrada por la historiografía portuguesa
seiscentista, que el propio San Marcos apareció como un milagro en un jinete en
la batalla, incitando a los combatientes portugueses. Como testimonio del
hecho, habría quedado grabada, en la roca, una de las herraduras de su montura.
El castillo de Trancoso se levanta en la zona más
elevada de la localidad del mismo nombre, perteneciente al distrito de Guarda,
Portugal, en el extremo oeste de la misma.
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